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Es importante que tengas en cuenta que el discurso sirve para exponer ideas y generar
debates pero también para proporcionar información y proponer soluciones a
problemas.
La lógica de la comunicación.
Siguiendo los presupuestos de la lógica, podemos analizar “a” como una proposición en
la que se predica redoblan en las esquinas de la entidad tambores. El análisis se puede
repetir con “b”, donde la predicación es otra. Si “a” y “b” son verdad entonces “c”
también lo es, porque no nos permite inferir “a” y “b” juntos o por separado.
La implicatura conversacional
Los hablantes tendemos a asumir siempre que nuestros interlocutores observan las
máximas, y que, si no lo hacen, al menos se guían por el principio de cooperación.
Cuando lo que escuchamos o leemos no parece conformarse a las máximas, asumimos
que debe haber una razón para que quien habla las trasgreda. Este razonamiento nos
permite derivar una serie de inferencias consideradas como intención de quien habla o
escribe: son las implicaturas conversacionales.
Máxima de calidad
En este ejemplo una persona bien informada debe notar que y está diciendo algo falso.
Asumimos, sin embargo, que Y no está intentando engañar a X, sino que está
cooperando. En tal caso tenemos que suponer que lo que dice significa algo distinto de
lo que parece. Buscando entre los posibles significado próximos podemos llegar
fácilmente al opuesto, es decir, que Panamá se opondría a España independientemente
de haber sido la madre patria o precisamente por ello. El ej. 54 es un caso típico de
ironía. Cuando una falsedad es involuntaria, quien escucha puede señalarlo, por ej,
enunciando otra falsedad que se asume patente:
Máxima de cantidad
Máxima relación
Esta máxima nos llega a interpretar el segundo turno de un par adyacente como
relevante, aunque la respuesta pueda parecer peregrina. Incluso cuando la respuesta no
parece aguardar ninguna relación con el tema del intercambio, quien lo interpreta puede
extraer una conclusión relevante.
Máxima de modo
Esta máxima permite derivar muchas implicaturas: siempre que se evita una
expresión simple para usar una más compleja, se tiende a interpretar que no se
hace gratuitamente sino porque la nueva expresión se acomoda más a las
intenciones de quien habla
Aun cuando el orador está transmitiendo un mensaje coherente, se pude encontrar con
varias barreras que impidan la buena comunicación. Entre éstas se incluyen las
siguientes:
La ansiedad o el estrés: Todos sabemos que el exceso de estrés puede hacer que se nos
quede la mente en blanco, de modo que si la persona a la que nos estamos dirigiendo
está muy nerviosa o sí está preocupada respecto a lo que cree que va a decirle, le
resultará más difícil asimilar lo que usted desea transmitir.
Las Distracciones: Por supuesto, hay algunas personas que se distraen más fácilmente
que otras. Una podrá ser capaz de mantener la atención en lo que se está diciendo sin
que lo que ve a su alrededor le distraiga, mientras que otra persona se pueda desconectar
fácilmente con el ruido de una obra (o incluso con el timbre del teléfono) o al ver a
algún conocido a través de la ventana. También hay distracciones mentales; quizás esté
pensando en cómo lo estará pasando su hijo en el dentista o si a su hija le ha ido bien el
examen.
Si está convencido de que está haciendo todo lo posible para enviar el mensaje
correctamente y aun así no parece que esté llegando a los receptores, pruebe a
preguntarse si existe alguna de las barreras mencionadas. Si puede identificarlas, tendrá
la posibilidad de hacer algo para mejorar la situación.
LA IMPROVISACIÓN.
Si ustedes creen que es necesario para sus exposiciones, una pizarra, un papelógrafo, un
proyector de trasparencias o un proyector multimedia, no duden en utilizarlo. Todo
aquello que ayude a la presentación debe utilizarse: mapas, gráficos, cuadros
estadísticos, flujo gramas, entre otros. Lo visual facilita la captación y evita que los ojos
del público se concentren solamente en el expositor.
6 TECNICAS DE ORATORIA PARA HABLAR EN PUBLICO SIN MIEDO
1) Admitir el nerviosismo
Todo lo que tienes que hacer es admitir que estás un poco nervioso hablando con tu
audiencia. Al hacer esto, el público será más indulgente si su nerviosismo se
muestra más adelante. Más importante aún, se sentirá más relajado ahora que no
esperan una presentación de clase mundial.
2) Redefina tu audiencia
Este es otro truco que te animo a probar. La idea es ganar el control de su audiencia.
Si usted puede hacer que se ríen y ser más interactivo con usted, su presentación
tendrá esa sensación casual que lo hará más memorable que otros. En última
instancia, usted encontrará más fácil hacer la presentación.
5) De su opinión
6) Diviértete Experimentando
LA POSTURA CORPORAL
1) De pie: La mejor manera para mantenerse en pie ante una audiencia es apoyarse
sobre las dos piernas manteniéndolas ligeramente abiertas, con aplomo y
seguridad; hay que entender que esa actitud indica que el orador domina el
escenario y que se va a mover con facilidad igual que un actor en el teatro. Debe
moverse, gesticular, andar, cruzar el escenario sin demostrar tener miedo al
hacerlo.
2) Sentado: La posición sentada queda oculto a la vista de la audiencia medio
cuerpo y eso le obliga a ser más expresivo con lo que queda visible. La
expresión facial cobra su máxima importancia, ya que todo mundo estará atento
a su rostro, cuidando el orador sus movimientos, en donde la mano se convierte
en un aliado, ya que con ellas puede apoyar sus argumentaciones.
Son los que expresan acción o señalan dimensiones y ubicación. Cuando se centre
en este aspecto de la oratoria, no se conforme con hacer solo uno o dos ademanes.
Intente gesticular con naturalidad a lo largo de toda la intervención.
Expresan sentimiento y convicción. Sirven para subrayar y reforzar las ideas. Este
tipo de ademanes son importantes, pero hay que tener cuidado de que nuestros
ademanes enfáticos no se manierismos, si esto ocurriera pudiera distraer al hablar
en público al auditorio en vez de dar énfasis o vida a lo que decimos.
La parte del cuerpo que mejor refleja los sentimientos es el rostro. Tanto los
movimientos de los ojos y la boca como la inclinación de la cabeza contribuyen a
ello. Sin que la persona profiera palabra alguna, su semblante puede comunicar
indiferencia, aversión, perplejidad, asombro o satisfacción.
Una sonrisa cálida confirma nuestra seguridad y establece una conexión con el
público, pero un semblante inexpresivo puede suscitar dudas en quienes nos
escuchan respecto a nuestra seguridad y sinceridad. Nuestra sonrisa tranquiliza a la
gente y la hace más receptiva a escuchar nuestro discurso o exposición.
Los ademanes y gestos más efectivos son los que surgen con naturalidad. Fíjese
en cómo gesticulan otras personas, pero no las imite hasta el menor detalle.
Familiarícese bien con el contenido de su exposición. Siéntalo, visualícelo, y
entonces utilice la voz, las manos y el rostro para expresarlo.
Los gestos y movimiento.
Cabeza y rostro: aquí los elementos que proporcionan expresividad van a ser: cejas,
Tronco: es la parte del cuerpo que, a través de la postura, manifiesta la tonalidad Brazos
y manos: forman parte del centro de la expresividad. Los brazos permiten Piernas y
pies: permiten los desplazamientos por el espacio.
El gesto y el movimiento
El Gesto
El movimiento
El movimiento con intención comunicativa y realizado a través del cuerpo es
denominado indistintamente como cinesia, cinesis, kinesia o kinésica. Estos
movimientos se pueden estudiar o descomponer en distintos elementos, atendiendo a las
diversas partes del cuerpo. De esta manera se pueden observar: la cabeza, rostro, cuello,
tronco, hombros, brazos, muñecas, manos y dedos, caderas, piernas, tobillos y pies.
ELEMENTOS DEL MOVIMIENTO EXPRESIVO