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Nociones fundamentales de
fonética general y espaftola
apuntes de catalán, gallegó y euskara
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H~RSORI
e J ~ ~' h J A .
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Respuesta correcta
Ítem
Cap.1 Cap.2 Cap.3 Cap.4 Cap.5 Cap.6 Cap.7
1 A e D B B e D
2 B B B A e e D
3 D B A B B A e
4 A A A e A e D
5 B A A D A B B
6 e B D e D D D
7 B A D D e A D
8 D D A B e e D
9 B e: B A A D A
10 D D e B A B D
11 A D e e e A D
12 A e D A B A e
13 A B A e A D B
14 D D D e B D e
15 e e B B D e B
16 A B D
17 B B A
18 A e B
19 D o A
20 A A B
21 A B D
22 B e e
23 e D A
24 D A D
25 A A e
26 B B e
27 e A A
28 B e D
29 e A B
30 A e B
31 A
32 e
33 D
Actividad 6.12. Se trata de la frase "Las niñas saltan bajo la lluvia". La figura de los labios
corresponde a una (i] y, por lo tanto, hay que unirla mediante una flecha a la [i] de
"niñas". El oscilograma corresponde a una fricativa muy intensa: se trata de la [s). El
esquema articulatorio de la izquierda corresponde a una [a] y el de la derecha a una
[i]. El electropalatograma cental se refiere a una articulación alveolopalatal, [1<].
Actividad 6.13. Corresponde a la secuencia "su fonética". El espectro correspondiente a
[u] es E; el de [o], D; el de [e] , B; el de [i]. C; el de [a], A.
Actividad 6.14. Esta actividad la puede corregir cada lector porque el libro indicado
contiene las soluciones.
Actividad 6.15. La del final ascendente (la superior) es la interrogativa; la del final des-
cendente (la inferior), la enunciativa.
Actividad 6.16.
a) Son diferentes porque la del sonograma superior es sorda y la del sonograma
inferior es sonora. La sorda posee una duración algo mayor que la sonora y
una intensidad ligeramente más elevada.
b) r~1.
c) Son oclusivas sordas. En español, en posición implosiva (especialmente final),
solamente aparecen los correlatos sordos en un estilo de habla enfático. Habi-
tualmente en dicha posición aparecerían otros sonidos menos tensos.
Actividad 6.17. Esta actividad 'ª· puede corregir cada lector porque el libro indicado
contiene las soluciones.
Actividad 6.18.
a) Aproximadamente, la primera presenta un F2 sobre los 800 Hz y la segunda
sobre 1500 Hz. Sí, la nasal velar o velarizada existe en español pero no en es-
te contexto: únicamente aparece ante consonante velar o uvular.
b) Se observa en el sonograma que posee poca intensidad, una duración considerable
y un inicio de fricación en frecuencias bajas. En gallego suele presentar un punto
de articulación faringeo, a pesar de que existen múltiples realizaciones de este sonido
en un abanico que va desde el punto de articulación palatal hasta el punto glotal.
c) Se trata de una fricativa alveolopalatal.
Actividad 6.19. Esta actividad la puede corregir cada lector porque el libro indicado
contiene las transcripciones.
Actividad 6.20.
a) Son vibrantes simples y, además, aparecen como aproximantes. En español
también podemos encontrar la misma articulación y con la misma apariencia
espectrográfica en posición intervocálica.
b) Se trata de una articulación africada alveolar. En español no existe.
e) Se trata de diptongos. En ambos casos decrecientes con la glide, la semivocal,
[~]. Los diptongos decrecientes son los más habituales en euskara.
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y 750 Hz, respectivamente; de [o], 450 y 1100 Hz; de [a], 750 y 1400 Hz; de [i], 300 y
2200 Hz; de [e), 450 y 2000 Hz. Todas son sonidos armónicos y, por esto, presentan
estrías regulares. Son muy intensas (salvo la [e], que se corresponde con lo que habi-
tualmente sucede al final de emisión). Articulatoriamente, se distinguen, básicamente,
por la posición de la lengua (en altura y anterioridad) y por la posición de los labios.
Actividad 6.4. p = (1245-1079)/76 = 2,18.
Actividad 6.5. [mapa, mata, maka] de izquierda a derecha. Lo sabemos por la barra de
explosión, el VOT y las transiciones vocálicas.
Actividad 6.6.
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No se puede segmentar en medio del diptongo. Las vocales y nasales son sonidos armó-
nicos, los segundos menos intensos y con apariencia de bloque. Las fricativas y las oclusi-
vas destacan enormemente en el sonograma: las primeras por su carácter inarmónico;
las segundas, por su fase de silencio. No se ha pronunciado la consonante final implosiva.
Las aproximantes son suaves transiciones entre las vocales y son sonidos muy breves.
Actividad 6.7. . · · ~·.
~. · 1 ~j
1
e ~!- O ¡ S o -pla,f \W!['~-- e íll ~ ~t-
1
..,. - · - -
e. .
Actividad 6.8. El de la izquierda presenta oclusión completa en las filas F1 y F2, dental y
alveolar, respectivamente. F3 también presenta mucha activación de electrodos. Se
trata de una oclusiva dentoalveolar: la sorda [1] o la sonora [gJ. El de la derecha
muestra la concentración mayor de electrodos activados en las filas alveolares,. pe-
ro el paso del aire no queda completamente bloqueado, pues queda un cana l estre-
cho por el que el aire al pasar producirá fricción; se trata de la fricativa alveolar sor-
da [s] o de su correspondiente sonora o sonorizada, [z] o[§], respectivamente.
Actividad 6.9. fa\,.llJ\ceJ, [xuf}e.u.~tu] (también puede acabar en f]), flaRi8J, [eIJ'xambre],
['no re:'lpxa§ ·~er{kl 'fru,to Oe la 'rjsa], [eJ J.ra'~axo nos a'lifüa eJ i;!o'br).
Actividad 6.10. Se trata de la frase "El perro corre veloz".
Actividad 6.11. Se trata de la frase "Comes mucho jamón caro".
196
Actividad 4.7. Una frecuencia aguda porque será señal de muchos periodos por unidad
de tiempo.
Actividad 4.8. b tendrá mayor frecuencia porque su periodo es más breve.
Actividad 4.9. FO= 1500 / 10 = 150 Hz. FO= 20012 =100; por lo tanto: 100 x 9 =900 Hz.
Actividad 4.1 O. De arriba abajo se trata de un oscílograma, un espectrograma o sono-
grama y un espectro. El tipo de onda que aparece en el primero es una onda com-
pleja periódica. Sus primeros fomiantes están aproximadamente en 450 Hz su F1
(que depende de la elevación del cuerpo lingual) y aproximadamente en 2150 Hz su
F2 (que depende de la anterioridad del cuerpo de la lengua). NOTA: Se trata de una
voz femenina que es más aguda que la masculina.
Actividad 4.11. ['d;)s ka'rjps]. Las vocales son los sonidos armónicos más intensos.
Destacan las fricativas por su inarmonicidad, su presencia en altas frecuencias y su
intensidad. Destacan también las oclusivas por sus silencios y sus barras de explo-
sión (la sonora, además, posee barra de sonoridad). Se pueden apreciar bien las
pequeñas oclusiones de la vibrante. Cada vocal posee una altura frecuencial de-
termínada en sus primeros formantes. El fenómeno de la coarticulación se ve cla-
ramente reflejado en la transición de (i] hacia la dentoalveolar.
Actividad 4.12. La secuencia ordenada es [l!D tfiko].
Actividad 4.13. El superior oorresponde a la voz femenina y el inferior a la masculina, puesto
que en la banda estrecha lo que vemos son amiónicos. Suponiendo que tengamos
una voz masculina con un FO de 100 Hz y una femenina con un FO de 200 Hz resulta
que en una gama frecuencial de 400 Hz vemos cuatro armónicos en la voz masculina
y dos en la femenina, es decir, esta última presenta una apariencia más esponjada.
Actividad 5.1. Un sonido de 40 Hz se empieza a percibir con 60 dB; uno de 6000 Hz,
con O dB.
Actividad 5.2. El movimiento de las hojas azotadas por el viento, alrededor de 10 dB; el
timbre de una escuela, alrededor de 90 dB; la música, en una discoteca, alrededor
de 90 dB también.
Actividad 5.3. 002 poseerá 128 Hz; DOJ. 4096 Hz.
Actividad 5.4. 20 fones ; 900 y 1000 Hz; O dB.
Actividad 5.5. 64 sones.
Actividad 6.1 . Algunos ejemplos de li]: "mil", "mirlo", "píldora•, "hijo", "irrelevante"; de [e]:
"peine", "Elvira", "sierra", "eje" -la primera-, "terco"; de [;)]: "hombre", "contra", "os-
tra", "golpe", "hoja"; de [I}]: "un", "lumbago", "buscar", "lujo", "burro".
Actividad 6.2. Algunos ejemplos: alma {la primera), ajo, aún, alto, alzar.
Actividad 6.3. [u, a, a, i, a] sonograma superior (secuencia: "una casita"); [o, o, a, e] sono-
grama inferior ("chocolate"). Aproximadamente los valores de F1 y F2 de [u) son: 300
195
Actividad 2.10. En la producción de [i] las mandíbulas están cercanas y los labios esti-
rados; durante la producción de [a] están muy separadas; durante la emisión de [u]
las mandíbulas vuelven a estar próximas y los labios están muy redondeados.
Actividad 2.11 . Se puede hacer un continuo vocálico y pasar por todas las vocales,
primero separando y después uniendo de nuevo las mandíbulas y, simultáneamen-
te, mientras se vuelven a unir, redondeando los labios progresivamente.
Actividad 2.12. Observemos que durante la producción de [su] los labios ya están redon-
deados al pronunciar la [s), a diferencia de lo que ocurre cuando se pronuncia [si].
Actividad 2.13. Al producir [ki] el contacto de los órganos durante la emisión de [k] es
más anterior que durante la emisión de la [k] de [ka]; por el contrario, [k] es más
posterior en contacto con [u).
Actividad 2.14. Las diferencias que se notan son prosódicas y, sin duda, son las res-
ponsables de los matices semánticos, claramente distintos.
Actividad 2.15. La laringe sube al tensar las cuerdas para conseguir un sonido más agudo.
Actividad 2.16. ·
Actividad 3.1. No existe solución correcta a esta actividad. Hay que ir escuchando con
atención los sonidos que se proponen para concienciarse de su diversidad y para ir
asociando mentalmente el sonido con el símbolo fonético.
Actividad 4.1. Llegan primero las luces porque la luz se transmite a más velocidad que
el sonido (300.000 Km/s frente a 340 m/s). Cuanto más cerca esté una persona del
disparo, antes le llegará el sonido, puesto que tendrá menos distancia que recorrer.
Actividad 4.2. En esta actividad práctica debe observarse el movimiento de desplaza-
miento de la cuerda.
Actividad 4.3. A un periodo.
Actividad 4.4. Que tienen un periodo distinto a La Tierra porque cada uno es periódico
en su rotación (cada uno tardará x tiempo, siempre el mismo).
Actividad 4.5. Es más aguda la voz de soprano: sin duda, la de la soprano tendrá una
frecuencia mayor. La del barítono poseerá menos periodos por unidad de tiempo por-
que poseerá menos frecuencia.
Actividad 4.6. T= 1/ 440 = 0,00227 s. (o 2,27 ms)
194
SOLUCIONARIO DE ACTIVIDADES
Actividad 1.1. Son los semáforos preparados para invidentes que emiten un pitido cuando
se activa la luz verde para los peatones y que indica "Puede usted pasar ahora".
Actividad 1.2. a) Teórica, descriptiva; b) Experimental; c) Experimental, aplicada; d) Dia-
crónica.
Actividad 1.3. Por ejemplo, en español, la distinción entre e cerrada y e abierta ("perro"
vs. "peto"). Y otras distinciones de timbre en el ámbito de cada una de las cinco vo-
cales [i, e, a, o, u].
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CATFORD, J.C. (1988): A Practica/ lntroductíon to Phonetícs, Oxford, Clarendon Press.
189
7. Los reconocedores de habla que funcionan intentando extraer de la señal de entra-
da los parámetros acústicos que permitirán segmentar la cadena fónica, posterior-
mente identifican los sonidos que la forman y, finalmente, reconocen lingüística-
mente el mensaje trabajan con:
a) Modelos paramétricos.
b) Modelos sintéticos.
c) Modelos de reconocimiento de plantillas.
d) Modelos acústicos.
1O. En el ámbito judicial se asume que las diferencias _____ son siempre mayores
que las diferencias _______ :
a) lntra-hablantes, inter-hablantes.
b) lnter-hablantes, inter-parlantes.
c) lntra-parlantes, inter-hablantes.
d) lnter-hablantes, intra-hablantes.
11. Para obtener un buen resultado de fluidez oral en el aprendizaje de una segunda o
tercera lengua debemos:
a) Atender bien únicamente a los procesos de producción.
b) Atender bien únicamente a la percepción de dicha lengua.
c) Llegar al último curso de dicha lengua sabiendo mucha gramática escrita.
d) Avanzar simultáneamente en la producción y la percepción de dicha lengua.
188
CUESTIONARIO
4. Si el origen de la disfunción del paciente es de origen orgánico nos hallamos ante una:
a) Disglosia.
b) Disartria.
c) Dislalia orgánica.
d) a y c son correctas.
187
relevancia el localizar rasgos particulares y ver si coinciden en las dos voces
objeto de comparación.
Un grave problema al que se enfrentan estos tipos de análisis es la mala
calidad de las cintas, especialmente de las que contienen la voz o voces dubi-
tadas, frecuentemente grabadas en lugares muy ruidosos, en conversaciones
atropelladas entre los interlocutores, con demasiado alejamiento del micrófono,
a través del teléfono, con diferente contenido en las cintas que hay que compa-
rar... Fácilmente podemos darnos cuenta de la importancia extraordinaria de
conocer profundamente la fonética de la lengua en cuestión y también de los
medios instrumentales utilizados para realizar informes de este tipo por las
repercusiones que pueden acarrear. Ya que puede llegar a ser una prueba de
peso en un proceso judicial conviene tomarla muy en serio.
186
cómo haya sido programado. De algún modo, se trata de un proceso inverso al
de la síntesis. Se pretende, en definitiva, que se convierta la entrada sonora en
texto.
Entre los sistemas que ya existen, el modelo de reconocimiento de pa-
trones o plantillas es el más utilizado comercialmente. Consiste en comparar
la señal sonora de entrada con una serie de plantillas almacenadas, pregraba-
das, sin analizar la señal acústicamente. Algunos de estos sistemas funcionan
"entrenando" al ordenador repitiendo varias veces la unidad. Funcionan bastan-
te bien puesto que trabajan con pocas unidades posibles muy distintas ente sí.
Por otra parte, están los modelos acústicos, mucho más interesantes
para los fonetistas. Funcionan intentando extraer de la señal de entrada los
parámetros acústicos que van a permitir segmentar la cadena fónica y, a conti-
nuación, identificando los sonidos que la forman para, finalmente, llegar a reco-
nocer lingüísticamente el mensaje. Evidentemente, un gran problema al que se
enfrentan estos modelos es la enorme variabilidad del habla humana. El avan-
ce en el descubrimiento de los índices acústicos invariantes sin duda favorece-
rá el desarrollo de este tipo de modelos.
En el terreno del reconocimiento automático, igual que en el de la síntesis,
queda mucho camino por recorrer, a pesar de que ya se aprecia un gran avan-
ce respecto a los inicios en este ámbito de la ingeniería lingüística.
185
de dicho formante que presentaría cambios controlados, quizás de 50 en 50
Hz. Évidentemente, ningún humano podría realizar esta serie emitiéndola de
forma natural.
Las unidades de las que parte pueden ser creadas artificialmente a partir
de los conocimientos fonéticos que posea el investigador o pueden ser unidades
tomadas del habla natural. Los tipos principales de síntesis de voz son tres: la
síntesis por formantes, la síntesis articulatoria y la síntesis por concatenación.
La síntesis por formantes permite generar sonido a partir de la especifi-
cación previa de los parámetros acústicos correspondientes de frecuencia e
intensidad (a veces también de anchos de banda de las ondas). Trabajar en
este sistema supone tener adquirido un conocimiento profundo de la fonética
acústica. En definitiva, lo que se pretende es recrear la onda sonora. Un mode-
lo muy conocido de este tipo de sintetizadores es el Pattern Playback que se
desarrolló y utilizó en los años cincuenta y sesenta del pasado siglo en los La-
boratorios Haskins (EE.UU.). Curiosamente, este sintetizador convertía en se-
ñal acústica un espectrograma dibujado por el investigador sobre una banda de
celuloide transparente.
La síntesis articulatoria pretende emular al tracto vocal, es decir, genera
habla sintética a partir de parámetros que describen la posición y el movimiento
de los articuladores. Su estudio es muy interesante desde el punto de vista de
la fonética articulatoria para comprobar la validez y el funcionamiento de mode-
los articulatorios, pero hay que decir que los resultados sintéticos obtenidos de
momento no son demasiado buenos.
La sfntesis por concatenación funciona uniendo pequeños fragmentos de
sonido para generar los mensajes completos. Las unidades normalmente son
los llamados difonemas, combinaciones de dos sonidos que incluyen el estado
estacionario de cada uno de ellos y la transición entre ellos. Este hecho es
importante puesto que recoge un aspecto importante: la coarticulación entre
segmentos adyacentes; sin embargo, tampoco este tipo de síntesis, por conca-
tenación, está exento de problemas.
La última fase en cualquier tipo de síntesis, cuando ya tenemos el texto,
consiste en dotarlo de información prosódica (pausas, duraciones, intensidades
globales, entonación) para darle el máximo de naturalidad posible. Todos los
sistemas coinciden en necesitar más horas de trabajo para conseguir un efecto
más natural en las emisiones, por lo cual los fonetistas tienen mucho que decir
en este campo.
184
tratamiento tiene lugar en las primeras filas del paladar artificial, a diferencia de
la constricción mucho más atrasada que presentaba el paciente antes de iniciar
el tratamiento.
Para poder llevar a cabo una intervención directa sobre la articulación de
un sonido determinado en un paciente es imprescindible que el rehabilitador
conozca los gestos articulatorios precisos para realizarlo, es decir, que tenga
un buen dominio de la fonética articulatoria.
Respecto a la evaluación de las hipoacusias, en el ámbito de la percepción,
el rehabilitador suele ayudarse de la técnica conocida como audiometría en
cuyos gráficos, audiogramas, se representa el nivel de pérdida de la capacidad
auditiva del individuo. Se trata de unos gráficos bastante similares a las curvas
isotónicas de Fletcher y Munson que describimos en el capítulo. dedicado a la
fonética perceptiva.
183
Figura 7. 1. Vocal [e]
sostenida emitida
por un hablante
control (arriba) y por
__ un hablante dísfóni-
co (abajo). Adaptada
de Planas (1998).
182
casos, por ejemplo, de afasias; sin embargo, en este pequeño manual preten-
demos limitarnos a hacer comprensible la importancia de la fonética en esta
área de trabajo.
La tradición conoce a la reeducación de tos problemas del habla en las
personas que sufren perturbaciones del lenguaje como ortofonía cuya defini-
ción en et Diccionari de Lingüística dirigido por Tusón y aparecido en el año
2000 es la siguiente: «disciplina que estudia les técniques encaminades a la
recuperació i reeducació de la parla en les persones que pateixen pertorba-
cions del llenguatge» (disciplina que estudia las técnicas encaminadas a la
recuperación y reeducación del habla en las personas que sufren trastornos del
lenguaje). No obstante, es más habitual actualmente referirse a esta práctica
como práctica logopédica, de rehabilitación o de reeducación del habla o del
lenguaje más que como práctica ortofónica.
Comúnmente, las patologías del habla que debe tratar un rehabilitador de
este tipo de trastornos en la producción se dividen en dos grandes grupos en
función del origen de la disfunción: si es de origen orgánico, es decir, por una
malformación congénita en los órganos articulatorios nos hallamos frente a una
disglosia o dislalia orgánica; si, por el contrario, el trastorno proviene de un
origen funcional por causas neurológicas o por una descoordinación motora
estamos frente a una disartria o dislalia funcional. Cada patología concreta
de uno u otro grupo presentará sus propios problemas de articulación pero, a pe-
sar de ello, comparten el hecho de que los problemas suelen coincidir en los soni-
dos más difíciles de adquirir porque necesitan unos requisitos articulatorios más
precisos: es el caso de las vibrantes múltiples, las fricativas o las alvelopalatales.
En la actuación rehabilitadora se distinguen dos fases principales: la eva-
luación inicial o diagnóstico del paciente y el seguimiento del tratamiento o
rehabilitación . En ambas cobra especial relevancia la transcripción fonética.
Es importante que el rehabilitador conozca y maneje con habilidad y soltura el
AFI (recordemos que la Asociación- de Fonética Internacional posee una tabla
de símbolos fonéticos para alteraciones del habla) para reflejar correctamente
el habla inicial del paciente, poder diagnosticar su patología o trastorno, propo-
ner el tratamiento que hay que seguir y conseguir evaluar los avances del mis-
mo. Por otra parte, un buen conocimiento de los medios instrumentales utiliza-
dos en fonética puede también ayudar mucho en ambas fases aunque, pese a
su potencial, se usan poco en la práctica clínica.
Veamos el ejemplo (adaptado de Planas, 1998) que aparece en la figura
7.1, de la página siguiente, realizado mediante un analizador acústico. Contie-
ne una vocal sostenida [e) emitida por un hablante control (arriba) y una vocal
[e] sostenida producida por un hablante disfónico (abajo). Observemos que en
esta última emisión desaparecen los armónicos situados a altas frecuencias
para dar paso a un abundante ruido.
Observemos también en la página siguiente otro ejemplo en la figura 7.2.
Podemos ver la articulación de [s] y [z) en las palabras inglesas [sip) y [zip). Es-
181
acústicos que existan en nuestra lengua y, sin quererlo, no prestamos atención
a distinciones que no forman parte de ella: es el resultado de los experimentos
de la llamada "percepción categorial" (recordemos el capítulo 5).
Los niños son más sensibles a múltiples diferencias fónicas que van per-
diendo a medida que su propia lengua se va consolidando. Al hablar una len-
gua que no es nuestra lengua materna tendemos a hacerlo manteniendo los
rasgos fonotácticos de ésta. Por ejemplo, cuando una persona de habla ma-
terna catalana habla español tiende en principio a sonorizar las fricativas alveo-
lares sordas [s] implosivas cuando la palabra siguiente empieza por vocal, ya
que es lo correcto en su lengua (en "los amigos" produce [loz a'miyos] en lugar
de [los a'miyos]). En este caso no se trata de un sonido extraño a su lengua
sino de una' posición contextual que en su lengua se realiza de otra forma.
También puede pronunciar oclusivas implosivas del tipo de "Madrid", "pared"
[rna'{)rJt, pan:J], es decir, tal como se realizarían en catalán, cuando en español
son segmentos con una posición muy inestable y débil que provoca diversas
soluciones como [0] , M o, incluso, la pérdida del elemento. Suele también pro-
nunciar todas las laterales alveolares con un cierto grado de velarización, es-
pecialmente las implosivas, como ocurre en catalán. Lo mismo le sucede a un
castellanohablante cuando empieza a aprender inglés y pronuncia palabras
como "sport" con una "e" epentética inicial porque ese tipo de grupos conso-
nánticos no forman parte de su lengua. Son unos meros ejemplos, podríamos
citar otros más, pero nos sirven para mostrar algunos errores frecuentes que se
realizan al hablar una lengua distinta a la nuestra materna con soluciones fóni-
cas como las de nuestra propia lengua.
El papel del especialista en fonética es clave para despertar en el estudian-
te la conciencia diferencial y para ayudarle a mejorar en la pronunciación de la
nueva lengua mediante ejercicios apropiados y, sobre todo, entrenándole de
forma continuada y lenta en la percepción y la producción de los nuevos soni-
dos. Del mismo modo que en el apartado anterior, la percepción y la produc-
ción deben avanzar unidas necesariamente si se pretende obtener resultados
satisfactorios.
180
1.1. La corrección fonética de la propia lengua
179
sociedad actual y para poder reflexionar acerca de la importancia de la fonética
en todos ellos a partir de la valoración de sus posibilidades.
FONÉTICA
FORENSE
ámbito judicial
178
7 LA FONÉTICA APLICADA. MÚLTIPLES
USOS EN LA VIDA COTIDIANA
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
33. La mayoría de los dialectos del euskara poseen un sistema vocálico compuesto por
cinco elementos:
a) Dos vocales altas, [i, u], dos vocales medias, [e, a], y una vocal baja, [u].
b) Dos vocales altas, [i, e], dos vocales medias, [o, u], y una vocal baja, [a].
c) Dos vocales altas, [i, u], una vocal media, [a], y dos vocales bajas, [e, o].
d} Dos vocales altas, [i, u], dos vocales medias, [e, o] y una vocal baja, [a].
176
23. Los puntos de articulación de las aproximantes del español son:
a) Bilabial, interdental, palatal y velar.
b) Bílabial, interdental y velar.
c) Bilabial, dentoalveolar y velar.
d) Bilabial, interdental y palatal.
j;¡",,
:~ ~ ~ ::~ : ; : : :'
175
... --· ....
A 8
e
19. El sonograma C corresponde a:
a) Mesa.
b) Mefa.
c) Meja.
d) Meza.
20. La frase "¿Quieres estudiar conmigo?" presenta típicamente una melodía con final:
a) Descendente.
b) Ascendente.
c) Suspensivo.
d) Controlado.
22. La barra de explosión de las oclusivas sordas que más frecuentemente aparece
doble en los sonogramas es la de las oclusivas:
a) Bilabiales.
b) Dentoalveolares.
c) Velares.
d) Cualquiera de ellas.
174
12. Las nasales ante consonante dentoalveolar se realizan:
a) [q].
b) [u].
c) [g].
d) [Q].
173
5. La transcripción estrecha de "enjambre'', según Navarro Tomás, es:
a) [en'xan{3re].
b) [eIJ'xambre).
e) [eIJ'xam~re].
d) [ern'xambre].
172
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lantes en los dialectos orientales, Bilbao, Universidad de Deusto.
CUESTIONARIO
2. Si en una carta de formantes respresentamos las vocales del español y unimos los
puntos mediante una línea, la figura resultante se asemeja a:
a) Un círculo.
b) Un cuadrado.
c) Un triángulo.
d} Una recta.
171
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170
ACTIVIDAD 6.20: Observe este sonograma. Corresponde a "Gaur egungo euskara-
ren hotsak" (los sonidos del euskara de hoy en día). Conteste a estas cuestiones:
a) lCómo son las vibrantes señaladas con el símbolo "x"? lEn español puede
existir este sonido en la misma posición?
b) lQué tipo de sonido es el señalado con el símbolo "xx"? Indique su punto
y modo de articulación. lExiste en español?
c) lQué tipo de relación mantienen los elementos marcados con "xxx" y
"xxx"? lAlguno de ellos es una glide? lQué tipos de diptongos son los más
habituales en euskara?
XXX X XXX X X XX
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169
dorso o lámina de la lengua [ts] -"tz"- o, todavía también en algunas zonas,
con el ápice [ij] -"ts"-) o bien alveolopalatal, [ij] ("tx"), que en algunos dialectos
como el vizcaíno o el suletino presentan variantes sonoras. Encontramos ejem-
plos de africadas en estas palabras: "garratz" [ts] (agrio), "etxe" [ij] (casa). La
africada alveolopalatal , igual que la fricativa alveolopalatal, es poco habitual en
final absoluto, como en el caso de "garratx" (tn (orujo). -.
La pronunciación aproximante palatal [j.]. por ejemplo en "jan" [j] (comer) o
· "jaun" [j.] (Señor), se encuentra en diversos dialectos. En suletino se articula
como una fricativa alveolopalatal sonora, [3], cada vez más ensordecida, [3].
El euskara posee sonidos nasales y laterales en diversos puntos de articu-
lación. Como en español, catalán y gallego los fonemas nasales son tres (bila-
bial, alveolar y palatal) y los laterales, dos (alveolar y palatal) ; sin embargo, los
puntos de articulación de estos sonidos, sobre todo de los nasales, son bastan-
tes más debido a los efectos de la coarticulación. Observemos algunos ejem-
plos de nasales y laterales: "ama" [m] (madre), "minberatu" [m, m] (lastimar),
"informazio" [11), m] (información), "andereño". [I), p] (maestra de escuela), "ga-
na" [n] (falda}, "intxarri" [ni] (cascabel), "berdingabe" [I)] (incomparable), "alderdi"
m (partido político), "bele" [l] (cuervo), "eltxo" [lj] (mosquito), y el famoso pseu-
dónimo "Txil lardegi" [Á]. Sin embargo, hay que destacar que la nasal y la lateral
palatales [Jl, i(] no se registran de forma regular en todos los dialectos y se trata
de articulaciones poco habituales en inicio de palabra.
Las vibrantes del euskara son dos, una simple como "ero" [f] (loco) y una
múltiple como en "erro" [r] (raíz, cimiento). Como en español, solamente se
oponen en posición intervocálica. La simple suele aparecer en los sonogramas
como aproximante, igual que sucede en las otras lenguas expuestas y puede
desaparecer en dialectos como el suletino como en el ejemplo ya visto: "ande-
reño > andeeño". A diferencia del español, en posición pre o posconsonántica y
en final absoluto suele aparecer la vibrante múltiple; por ejemplo, "arto" [r] (ma-
fz), "har" [r] (gusano). En posición implosiva especialmente final y también ante
sibilante, la vibrante suele aparecer asibilada [f]; por ejemplo, "haur sendoa" [f]
(niño fuerte). Las vibrantes únicamente aparecen en posición inicial en el caso
de préstamos no asimilados como en "ramadán" [rJ (ramadán) . La influencia del
francés se manifiesta en los dialectos de lparralde (zona nordesde del dominio
lingüístico) en la aparición de una vibrante uvular [R] que tiende a sustituir a la
alveolar como en "arrastu" [R] (atardecer).
168
Bila- Lab Int.- Dent. Alve0lar Alveolo Pal. Velar Uvl. Glo.
bial dnt. den. alv. palatal
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como "ttiki" (e] (pequeño-a), "onddo" [JJ (hongo). Sucede especialmente con el
correlato sordo, aunque se percibe una tendencia muy acusada hacia la africa-
ción de este elemento con lo que su punto de articulación se adelanta ligera-
mente y resulta una articulación propiamente alveolopalatal, como en el caso
de "ttipi ttapa" [c/tJJ (poquito a poco). En posición implosiva final de palabra las
oclusivas aparecen sordas, a diferencia de lo que ocurre en español. La más
habitual es .la velar; por ejemplo, "zorionak" [k] (felicidades).
No todos los dialectos poseen la fricativa labiodental (t] como en "afari" (f]
{cena). Los dialectos que no la presentan, como el guipuzcoano, utilizan en su
lugar una oclusiva bilabial sorda. La fricativa velar [x] de "jan" (x] (comer) tam-
poco aparece en todos los dialectos y la glotal [fi] solamente se mantiene en
suletino que posee ejemplos como "zaharra" (fi] (viejo-vieja).
Entre las fricativas sibilantes el euskara posee sonidos con punto de articu-
lación alveolar, realizadas con el predorso o con el ápice, y alveolopalatal. La
alveolar lamina! o predorsal ("z") está desapareciendo en favor de .la apical (§]
en muchas zonas. En cualquier caso, existen segmentos dentalizados ante
consonante dentoalveolar y también correlatos sonoros ante consonante sono-
ra en todos los dialectos. El correlato sonoro como fonema que contrasta con la
sorda correspondiente en posición intervocálica solamente existe en suletino.
Por otra parte, en este mismo dialecto, la fricativa alveolopalatal Ul puede arti-
cularse como la sonora [3]; por ejemplo, "goxo" (3) (dulce).
Las africadas sordas, poco habituales en principio de palabra, presentan un
punto de articulación o bien alveolar (realizadas fundamentalmente con el pre-
167
3. APUNTES DE FONÉTICA DEL EUSKARA
3.1. Vocalismo
3.2. Consonantismo
166
Las nasales y laterales del gallego presentan una distribución muy parecida
a la del español (las realizaciones interdentalizadas, evidentemente, sólo se
pueden encontrar en zonas que presentan el sonido [0]). Las diferencias más
destac(3das entre ambas lenguas son las siguientes: la nasal alveolar implosiva ·
ante otra alveolar puede mantenerse alveolar o, más habitualmente, presentar-
se velar; por ejemplo, "en sábado", [n/I)] (en sábado); la nasal velar no aparece
únicamente ante consonante velar, puede aparecer también en principio de
sílaba, "unha", [IJ] (una), y aparece siempre a final de palabra ante vocal o pau-
sa, "en agosto", [IJ] (en agosto); en zona de gheada y siempre y cuando la frica-
tiva se realice con punto de articulación uvular la nasal ante esta articulación se
pronunciará uvular. La lateral ante consonante velar o en posición final absoluta
sufre un cierto grado de velarización [t]; la lateral alveolopalatal se está per-
diendo fundamentalmente a favor de la aproximante palatal [jJ o de la oclusiva
palatal [J], como en el caso de "allo", [j/Jl (ajo).
Posee el gallego, finalmente, dos vibrantes: una simple que frecuentemente
aparece aproximante en los sonogramas y una múltiple. Su distribución es co-
mo la que presentan las vibrantes del español.
ACTIVIDAD 6.18: Observe este sonograma. Corresponde a " unha gata na xanela"
(una gata en la fiesta) . Conteste a estas cuestiones:
X XX XXX X
165
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164
ACTIVIDAD 6.17: Encontrará ejercicios progresivos y autocorrecti-
vos para aumentar su destreza transcriptora en las dos siguientes
obras: carrera Sabaté (1995), Fonetica practica del cata/a orien-
tal central í nord-occídental; IEC (1999), Ap/icació al ca ta/a deis
princípis de transcripció de l'Associació Fonettca Internacional.
2.1. Vocalismo
2.2. Consonantismo
163
en algunos contextos la velarizacíón se hace especialmente evidente: en posi-
ción implosiva tras una vocal central o posterior; por ejemplo, "mal", [l] (mal). La
llamada "ele geminada", ortográficamente "1-1", se pronuncia como una única
articulación alveolar alargada [l:]. En algunas zonas, igual que en español, la
alvoelopalatal se está sustituyendo por la aproximante palatal.
El catalán, como el español, posee dos vibrantes: la simple (o "bategant")
[r] que puede aparecer aproximante en los sonogramas, [J], y la múltiple (o
"vibrant") [r]. A diferencia del español, la simple solamente puede aparecer en
posición intervocálica o tras una oclusiva o fricativa con la que forme sílaba; por
ejemplo, "cara", [r] (cara), "preu'', [r] (precio), "frau'', [r] (fraude).
X XX XXX
X XXX
162
aproximante correspondiente) y el catalán la sorda, salvo que el elemento si-
guiente sea una sonora con lo que presentará en dicha posición la variante
sonora; por ejemplo, "cap tresor'', [pt] (ningún tesoro), "cap nen", [bn] (ningún
niño). Igual que sucede en español, la aproximante bilabial, interdental o velar
aparece en los contextos en que no puede aparecer la oclusiva sonora (tras
nasal, en principio de absoluto, en principio de sílaba tras otra oclusiva o en
.posición implosiva ante una consonante sonora). Las terminaciones en "ble"
como "poble" (pueblo) suelen pronunciarse [p] o [b:] en los dialectos del catalán
oriental; y como U}] en los del catalán occidental.
Respecto a las fricativas, se observa que el catalán no posee ningún soni-
do interdental, ni velar, ni uvular como tiene el español. En cambio, posee soni-
dos alveolopalatales (sordo y sonoro). Posee también una fricativa sonora la-
biodental como sonorización de toda [fl que se encuentre ante consonante
sonora o ante una vocal inicial de palabra; por ejemplo, "Afganista", [v] (Afga-
nistán), "tuf espés", [v] (hedor espeso). Esta fricativa sonora existe como sonido
en otras posiciones solamente en algunos puntos del dominio lingüístico, como
algunas zonas de las baleares. Cualquiera de las fricativas sordas ante conso~
nante sonora o ante vocal inicial de palabra sufre sonorización.
Entre las africadas el catalán posee cuatro elementos: dos sonoras y dos
sordas; dos alveolares y dos alveolopalatales. Las cuatro pueden aparecer en
diversas posiciones, pero los correlatos sonoros son los que tiene lugar cuando
estos sonidos se encuentran ante otra consonante sonora o, a final de palabra
(y a diferencia del español) ante una vocal que empieza la palabra siguiente.
Son ejemplos los siguientes: "tots", [ts] (todos), "dotze", [dZ] (doce), "txec", [ij]
(checo), "platja", [d°3] (playa), "boig", [ij] (loco), "boig d'amor'', [J3J (loco de
amor), "tots ells'', [dZ] (todos ellos), etc. Hay que destacar que muchas zonas
del dominio lingüístico sufren un proceso de ensordecimiento de las sonoras.
Encontramos nasales en seis puntos de articulación. Como no existen so-
nidos fricativos interdentales ni uvulares, a diferencia del español , tampoco
existen nasales en estos puntos. Las nasales, igual que en español, se adaptan
fácilmente al punto de articulación de la consonante que las sigue: así, por
ejemplo, una nasal ante [fl (o [v] en las zonas que la poseen de forma directa,
no como resultado de sonorización de la sorda) adoptará un punto labiodental.
La excepción a esta regla la encontramos en la bilabial que se mantiene como
[m] ante [r, n, t, s]; por ejemplo, "som nous", [m n] (somos nuevos). La nasal
velar aparece ante consonante velar y corresponde también a la pronunciación
de los grupos "ne", "ng" en posición final de palabra; por ejemplo, "sang", [IJ]
(sangre). Una diferencia importante respecto al español es que tanto [m] como
[Jl] pueden aparecer en final absoluto, igual que [n]: "som", [m] (somos), "són",
[n] (son), "any'', [Jl] (año).
Como !31español, posee dos laterales: una alveolar (que sufre dentalización
ante dentoalveolar y palatalización ante palatal) y otra alveolopalatal. En cata-
lán, la alveolar siempre es bastante más velar u oscura que la del español, pero
161
Respecto a los diptongos, siempre formados por una vocal plena más una
semiconsonante o una semivocal (según si el elemento no silábico aparece
antes o después de la vocal, respectivamente), hay que indicar la abundancia
de diptongos decrecientes: "seure" [el}] (sentarse), "caure", [01,,1] (caer), "maure",
[::>l}] (mover), "també hi va" [ej.] (también va), etc. Respecto a los crecientes
(proponemos distinguir en catalán, gallego y euskara la transcripción de las
semiconsonantes de la de las semivocales, como hemos expuesto para el es-
pañol), los que se inician con [w] tienen lugar tras una consonante velar; por
ejemplo, "quadrimestre" (cuatrimestre), "guants" (guantes); los que empiezan
por [j], pese a ser habituales en la conversación espontánea informal, son re-
chazados normativamente.
Igual que sucede en español, la reunión de dos vocales del mismo timbre
suele realizarse como una sola vocal, "avi imprudent" [i] (abuelo imprudente).
Del mismo modo que ocurre en castellano, una vocal o un diptongo que apare-
ce entre consonantes nasales sufre nasalización.
1.2. Consonantismo
El catalán presenta seis oclusivas (tres sordas y tres sonoras) en tres pun-
tos de articulación, igual que el español. La diferencia entre ambas lenguas se
produce en posición implosiva: el español presenta el correlato sonoro (o la
160
APÉNDICE: APUNTES SOBRE LOS SONIDOS DEL CATALÁN,
DEL GALLEGO Y DEL EUSKARA*
INTRODUCCIÓN
Durante el estudio del este manual hemos podido concretar en este sexto
capítulo los conocimientos fundamentales sobre fonética general, expuestos en
los capítulos iniciales, en una lengua determinada: el castellano en su modali-
dad peninsular y estándar. Esta lengua convive en España con otras con las
que comparte buena parte de los elementos que configuran su universo fónico.
Entre ellas, el catalán, el gallego y el euskara. Las dos primeras son lenguas
románicas como el español; la última, de origen incierto, es una de las pocas
lenguas no indoeuropeas de Europa.
Para la lectura de este breve apéndice en conveniente tener en mente las
enseñanzas sobre el español, puesto que trataremos de establecer los elementos
fónicos y los fenómenos segmentales principales del catalán, el gallego y el eus-
kara a partir de la comparación respecto al cuadro fónico del español y a sus
fenómenos segmentales destacados. Se trata de poder tomar conciencia de la di-
versidad fónica que presentan diferentes lenguas habladas en España y aprender,
a grandes rasgos, aspectos sobre el vocalismo y el consonantismo de ellas.
1.1. Vocalismo
El vocalismo tónico del catalán posee siete elementos, [i, e, e, a, ;,, o, u];
ocho en los subdialectos baleares, puesto que, además de éstos, poseen como
tónica la vocal [~]. En español las vocales medias, en principio cerradas, se
realizan abiertas en algunos contextos; en catalán, en cambio, la diferencia
entre abiertas y cerradas corresponde a una diferencia fonológica: esta lengua
contiene pares mínimos del tipo "seu, seu", [se"!}, seJ!] (suyo, sede}, "molt, molt"
[mot, m:lt], (mucho, molido) y, por lo tanto, la aparición de la vocal media abier-
ta o cerrada no es atribuible al contexto, es decir, no es predecible.
En posición átona, a grandes rasgos, el dialecto oriental (cuyo subdialecto
central se acerca mucho al catalán estándar) reduce sus elementos a tres: [i, ~.
u], ya que [e, e , a] > [~] y [o, ;,, u] > [u]; y el dialecto occidental mantiene un
sistema de cinco elementos: [i, e, a, o, u].
Agradecemos los comentarios de las personas siguientes: Josefina Carrera (para el catalán);
Sabela Labraña, Elisa Femández, Xosé Luis Regueira y Manuel González (para el gallego); Gorka
Elordieta y Alexander lribar (para el euskara).
159
Como se puede observar, puesto que
la figura 6.19 incorpora los oscilo-
gramas de las frases, a veces el pico
o la cumbre en la curva de FO no es-
tá en la sílaba tónica, sino en la si-
guiente. Algunos autores como Sosa
(1995, 1999) han indicado que en
español la estructura tonal siempre
es L*+H, es decir, una estructura
tonal en la que el pico de FO tiene
lugar en la sílaba postónica; sin em-
bargo, estudios posteriores han de-
mostrado que la afirmación no puede
ser tan tajante, pues depende del tipo
de palabra (aguda, llana o esdrújula),
de la posición de la palabra en la
frase y de la modalidad de la misma.
Figura 6.19. Oscilogramas y curvas de
FOde frases interrogativas (página
anterior) y de frase enunciativa.
-- .
t - . ·-·
_ __ ___ ,_ ·• · .
-.~l-<t·-.,-.- .-~!-.-.-.
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t.iii"""':-:-, ~- ~---..-~\i))~_.~.·-::k
..... :· .;~_
158
inicial. De este modo, la melodía de la frase se ve como una sucesión de H y L.
Por lo tanto, si las enunciativas acaban con un descenso de la melodía, nece-
sariamente deben acabar en L. Por el contrario, una interrogativa acabará en
H, con asterisco o no en ambos casos. Los tonos inicial y final de la frase, de
juntura, se señalan con el símbolo del porcentaje, %. Esta teoría se sitúa a
caballo entre la fonética y la fonología puesto que parte de los hechos fónicos
para encontrar tonos subyacentes fonológicos.
Martínez Celdrán y Fernández Planas (2002) proponen un método riguroso
y objetivo para localizar automáticamente la estructura de cada acento tonal
(con combinaciones de H y L) de las frases a partir del umbral psicoacústico de
1'5 semitonos, de acuerdo con otros trabajos como los de Rietveld y Gussen-
hoven (1985) y Fernández Planas y otros (2001) para el español. Según esta
propuesta, la situación de H o L no responde a criterios visuales o auditivos
sino a mediciones acústicas en semitonos (un modo de normalizar los datos
entre diferentes hablantes puesto que existe una relación establecida entre los
Hz y los semitonos) . Cuando la diferencia entre dos tonos sucesivos supera el
1'5 semitonos se entiende que la diferencia es perceptible por el oído humano
y, por lo tanto, esa diferencia debe ser reflejada en el análisis entonativo me-
diante diferentes iniciales. Si, en cambio, la diferencia no supera este umbral,
no corresponde incluir una nueva inicial.
Observemos unos ejemplos de curvas melódicas de diferentes modalidades
en la figura 6.19. Corresponden a las frases "¿Dónde vives cuando vas a Ma-
drid?" y "Vivo en el hotel de mi amigo Mario". Las dos frases interrogativas
(presentadas en esta págíria) ilustran el hecho de que este tipo de frases pue-
den presentar un tonema ascendente o descendente. La enunciativa (presen-
tada en la página siguiente) siempre presenta un final descendente .
. 111 .• - ... .
·lf;""·-,''-"-.-__
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157
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. ·~ cu_m~re. Ahí está ~l ocaso, to_do ,!inpurpur<!JJo, htrid(ipor ~us propios
-[la 'k~mbre 11 a;i e~)a el o;kaso :i'*' empvrpíÚaQ<> 1~'riQo p~r S\JS 'pro_pj;,s .. ....
~ristales,•. quele h~censangre pordoquiera.·A Sil esplendor, ~lpiflflr verde •·
kr-j~)~le~ ~e Te 'a0en 'Saqgre ·p;,r .9o'~jera U-a, sw espl~1;)'.ªor el pi'nar ·eer{\~_
-·
se,agrili;
-
yagame~ie
- . ..
enrojeeido;
. .
y kis.hiei'bas
. -
y las flotecílla~, .
·encendidas
- .
y
-
--se '<l \lrja f-;baya'.tn~~ e: ;u;,~e'0iéjo 1 i fa§ ·J. er~as i.fa~ tlote'Oi.\a; 1 e9~q:<J_i~as i
_tt:ansf~rente~,, embalsaman el i~stant~ sereno de una esenc~ mofada,
156
Los cuadros de la figura 6.18 resumen tanto en transcripción ancha (cuadro
superior) como en transcripción estrecha (cuadro inferior) los sonidos conso-
nánticos que existen en español.
'''
'' o '
:
' '
: ....,
'
Afric .
: '' '
'
'
''
: tJ '
'
'
'
JI :' ''
Aprox. '' ~ ''' (i '' '
'' '
'' '' 1 '
' y ''
T
'
''
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''' Il) '''
'
'''
m '
Nasal. '' I}. '
I} '' n '' JJl 1) N
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La ter. '' ''' ''
J 1 ''' l ''' ¡.i¡(
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¡
simp. ' 1
' :' l ! '
'
'
'
Vibr. '¡
' !
: '·' '' r '
'' ''
múlt. ; ! ' '
'' '' ' ' '' '
' ' ' ' '
155
ACTIVIDAD 6.13: Analice el siguiente sonograma. Presenta cinco vocales y hay cinco
espectros que se corresponden con ellas: Relaciónelos y finalmente diga a qué
secuencia corresponde el sonograma.
1
1
¡-:
i·.
¡·····.
Q
!.
·1~ ·
A B
·'!!<il
e D
154
ACTIVIDAD 6.12: Analice el siguiente sonograma. ¿A qué frase corresponde? Rela-
cione el oscilograma, los esquemas articulatorios, la figura de labios y el electropa-
latograma mediante una flecha con el elemento que corresponda del sonograma .
. . -¡--···· .,,,_, .
'!
.
. .
. . .
·
··.· ·. .0
·. .· ....
153
ACTIVIDAD 6.8: Describa articulatoriamente et punto y modo de
articulación de estos electropalatogramas. lA qué sonidos pueden
corresponder?
• Aunque.
• Juventud.
• Lápiz.
• Enjambre.
• No recojas verde el fruto de la risa.
• El trabajo nos alivia el dolor.
11'
ti:
HOO -
152
Articulatoriamente, la vibrante múltiple, que se produce por el llamado efec-
to Bernoulli, exige unos requisitos de articulación más estrictos que la simple, lo
que hace que sea más resistente a los efectos coarticulatorios de las vocales
adyacentes que la simple. Esta vibrante solamente puede encontrarse en inicio
de palabra o entre vocales, posición en la que contrasta con la vibrante simple;
por ejemplo, en el par "pero-perro". En posición tautosilábica junto a otra con-
sonante que está en posición marginal de sílaba solamente puede aparecer la
simple. En esos grupos suele producirse un elemento vocálico muy breve entre
las dos consonantes; por ejemplo, la palabra "tres" la veríamos en los sono-
gramas como "terés". Este elemento se conoce como elemento esvarabático.
~
-. ~ r;;:.. ' ...
··. ·.·.. ·.''-"'5::1: 1
i~t'.1-'
<rlrr:
ACTIVIDAD 6.7: En el siguiente sonograma encontrará dos dip-
tongos, cuatro oclusivas sordas, dos fricativas, dos laterales, una
aproximante, una vibrante, dos nasales y siete vocales. Localíce-
los e intente determinar de qué frase se trata. Una pista : en me-
dio del sonograma está la palabra "sopla".
151
2.7. Vibrantes
Por último, son dos las vibrantes que posee el español: una vibrante sim-
ple [r] que a menudo se realiza aproximante porque su brevedad hace que no
se lleguen a cerrar los órganos para impedir el paso del aire, como es el caso
del sonograma que aparece en la figura 6.17 y que realmente habría que trans-
cribir~]; y una vibrante múltiple [r]. Ambas son alveolares; observémoslas en
la figura 6.17.
[e]
[ r]
150
··.·· . ·: ..
: .·: '··
149
delimitado y de mucha menos intensidad global que los sonidos vecinos. Esta
apariencia compacta y su duración las distingue de las aproximantes.
El punto de articulación viene determinado, como se va viendo, por su F2
(véase la tabla 6.4) y por las transiciones.
2.6. Laterales
.2:008.: .• : Z.9ll6:
[l1
148
t
r
f.
~·
t
~
~
11
¡;
f
~
[m 1
rf.
~·
....r•
!.
í:
~-
~.
:·
~·
f:·
(
[n1
[Jl]
Como final absoluto, únicamente puede aparecer [n]; por ejemplo, "con", "sin".
En posición implosiva, la nasal que aparecerá será la que comparta punto
de articulación con la consonante siguiente; por ejemplo, "con pan" [m], ''sin fin"
[IIJ], "encima" [1)], "antes" [Q], "en Londres" [n], "en Chinchón" [D-] o [J], "un gato"
[1)], "un juicio" [N).
Acústicamente, las nasale.s se pueden segmentar con facilidad de sus so-
nidos adyacentes porque constituyen una especie de bloque perfectamente
147
Figura 6.13. Sonograma de
"hacha".
En la figura 6.14 aparece un ejemplo de africada sonora, laxa, "un yate". Las
flechas señalan sus dos partes: una primera oclusiva y una segunda aproximan-
te. Este sonido aparece en ,
- ~.. ¡:._ :.-~
principio absoluto y tras na-
.sal o lateral alveolar: "yo",
"un yate", "el yate". La --j:1!< ~
africada sonora incluye ba-
rra de sonoridad y es con- 13"~ ¡
- . .-.: .•..
~- j -
·•• .:
-:.~
siderablemente más breve ;IDC'íl' i. -
que la sorda. ~i
100!)·1·¡-
' ¡·: .~ -
. ¡j í~--
· ·-~·· w-
- !f~F - 06fil -
Figura 6.14. Sonograma de
"un yate".
2.5. Nasales
146
duce la máxima intensidad, la intensidad global del sunido y la frecuencia de
inicio de la fricación.
La intensidad global del sonido sigue la siguiente progresión: [s]>[x]>[0]>[f].
Respecto a los valores frecuenciales que las distinguen observemos la tabla
6.3 presentada a continuación.
2.4. Africadas
Dos son las africadas del español, una sorda (la (t]1 de "coche") y una so-
nora (la [jJ.J de "un yate"), ambas tradicionalmente llamadas palatales, en reali-
dad alveolopalatales, como se puede ver en el elec-
tropalatograma de la figura 6.12 a la izquierda de
estas líneas correspondiente al punto de máximo
contacto del momento oclusivo de [tf]. Como vemos,
presenta amplia activación de electrodos tanto en las
filas palatales como en las filas alveolares.
145
Dos de ellas, [s, 8], sufren sonorización ante consonante sonora como, por
ejemplo, "isla", "pez dorado", y lo indicamos con el diacrítico correspondiente,
[§ fü. En una transcripción ancha podríamos sustituir el símbolo de la alveolar
sorda con el diacritico de sonorización por el símbolo que el AFI señala para la
fricativa alveolar sonora [z]; pero no podríamos hacer lo mismo en el caso de la
interdental puesto que el símbolo que aparece en el AFI como su correlato
sonoro es el que empleamos como aproximante interdental. Ante dentoalveo-
lar, la fricativa alveolar sufre dentalízación: ~]. [s]; por ejemplo, "estado", "es
decir". "
La fricativa velar [x] ante vocal velar o ante la semiconsonante velar atrasa
su punto hasta hacerlo uvular y lo marcamos así, [X]. Es el caso de "ajo", "a
jugar", "juego".
Articulatoriamente, las fricativas no bloquean totalmente el paso del aire si-
no que dejan un canal muy estrecho para que pase y a su paso produzca la
turbulencia característica. El electropalatograma de la
figura 6.1 O corresponde a la alveolar apical [s] que en
Canarias, Andalucía y Latinoamérica es predorsal,
llegando a ser aspirada en ciertos contextos; por
ejemplo, "asco" se realiza rahko].
144
Figura 6.9. Sonogramas de las aproximantes del español.
2.3. Fricativas
143
ACTIVIDAD 6 .5: En el sonograma siguiente aparecen tres secuen-
cias : [ma_ a] . El espacio intervocálico está ocupado por una de las
tres oclusivas sordas del español. Localícelas e indique cuál es ...
cada una . Razone su respuesta. 1
.1
'
2.2. Aproximantes
142
'
En la figura 6.7 se aprecia perfectamente de forma esquemática la dirección
' que toman las transiciones de los primeros formantes en función del punto de
articulación de la oclusiva. Se ve también la altura frecuencial habitual de la
máxima intensidad de las barras de explosión. Por último, Martínez Celdrán
incluye unos puntos que corresponden al llamado locus, concepto controvertido
que designa el punto teórico al que se dirigen las transiciones vocálicas. Los
valores de cada locus son los siguientes: 700 Hz para las bilabiales, 1800 Hz
para las dentoalveolares, 3000 Hz para las velares junto a vocales anteriores y
vocal central y 800 Hz para las velares junto a vocales posteriores.
• 1 • • • •
Figura 6. 7. Esquema de la
dirección de las transiciones
de los primeros formantes de
las vocales [i, a, u) en fun-
ción del punto de articulación
de las oclusivas. Adaptada
de Martínez Celdrán (1998).
F2 centro - F2 inicio
p=------- Figura 6.8. Fórmula para el
tiempo cálculo de la pendiente.
ACTIVIDAD 6.4: ¿qué pendiente posee una [p] junto a una vocal cu-
yo valor de F2 inicial es 1079 Hz y cuyo valor central de F2 es 1245
Hz si la distancia temporal entre ambos valores es de 76 ms?
14 1
¡·
#
s($i1!
ljl t:
"
~~ir ~··
xm1l -
l··l
,,••
"'
Figura 6. 6. Sonogramas de las oclusivas del español. De arriba abajo: bilabiales, den-
toalveolares y velares; de izquierda a derecha, sordas y sonoras.
140
Figura 6.4. Electropalatogramas de ritciJ,
a la izquierda, y [aka], a Ja derecha.
Adaptado de Femández Planas {1994).
La diferencia entre las sordas y las sonoras, por ejemplo en [ba]-[pa], apa-
.. rece claramente en estos oscilogramas y en los electroglotogramas de la figura
rt 6.5. Observemos cómo se ve la pequeña oscilación acústica de la sonoridad en
•· el oscilograma de la sonora y su correspondencia con el registro de la vibración
~
.'
1
,
de las cuerdas vocales frente a su ausencia durante el desarrollo de la sorda.
·:: : .. _,-
~¡·~:
... . ..
~-.
La zona de silencio en las oclusivas suele ser de unos 90 ms para las sor-
das y de unos 60 ms para las sonoras. A continuación del silencio, como ya
sabemos, aparece la barra de explosión que coincide con el momento de rela-
jación articulatoria de los órganos que obstruían el paso del aire. Seguidamente
aparece el VOT que es positivo en las sordas y negativo en las sonoras medi-
do, como vimos en el capítulo cuatro, a partir de la barra de explosión. El valor
de VOT en las sordas aumenta a medida que se atrasa el punto de articulación,
es decir, sigue la siguiente progresión: [p]<[t]<[k], lo que significa que veremos
la barra de explosión más separada de la vocal siguiente a medida que el punto
de articulación va retrocediendo. La barra de explosión de la velar [k] frecuen-
temente aparece doble en los sonogramas.
A continuación , presentamos en la figura 6.6 de la página siguiente un so-
nograma de cada una de las seis oclusivas del español que corresponden a
[pa], [ba], [ta], [da], [ka], [ga], de izquierda a derecha y de arriba abajo.
139
2. EL CONSONANTISMO DEL ESPAÑOL
2.1. Oclusivas·
-
absoluto) Y. cerrando sílaba (posición implosiva) en un estilo de habla cuidado.
---
La dentoalveolar sonora, además, aparece también tras la lateral [l]; por ejem-
plo, "vaso", "un vaso", "absorto", "dato", "un dato", "el dato", "cadmio", "gato",
"un gato", "acto".
Las articulaciones [t, d] tradicionalmente se han clasificado en español co-
mo dentales; sin embargo, estudios electropalatográficos recientes (Fernández
Planas y Martínez Celdrán, 1997) han demostrado que realmente se trata de
dentoalveolares puesto que la lengua activa tanto la fila de electrodos clasifica-
da como dental como las filas alveolares desde el principio hasta el final del
desarrollo temporal de la articulación. Fijémonos e n el electropalatograma de la
figura 6.3 correspondiente al punto de máximo contacto de la dentoalveolar en
la secuencia fata] resultado de la media entre varias repeticiones de la misma
informante. Los diferentes sombreados indican dife-
rencias porcentuales de contacto en cada e lectrodo.
El color negro indica cíen por cien de contacto, es
decir, contacto en todas las emisiones en el punto
relativo en cuestión.
----
Las ocl11sivas sarrias velares adelantan su p11nto de articulación junto avo-
cales anteri ores y lo atras~unto a vocales pasterigces, por esa razón las
-
Transcribimos'"con los diacríticos correspondientes: []} k], respectivamente. Se
puede observar en la figura 6.4 la diferencia de contacto entre "iki" y "aka".
138
Presenta una gran dificultad distinguir dónde acaba, por un lado, la semiconso-
nante o la vocal silábica y, por otro, dónde empieza la vocal silábica o la semi-
vocal, respectivamente. En realidad, no se trata de dos elementos diferencia-
dos sino de una vocal que gradualmente va cambiando su timbre. Por esa
razón, no se suele segmentar en medio de los diptongos.
El tercer gráfico de la página anterior presenta un hiato (vocales juntas en
diferente sílaba): [mia], "mía".
Observemos que tanto la semiconson?tr.l!~.lil.S:ºl'!l.QJ.ª-~~~vocal UJ de los
dos gráficos superiores de la figura 6.2 tienen una dura.9Qo....ciii6.Qi..:.QJ.!i uni
~ocal pl~n9. COJllQ.ELI!l.9~L!!!~.l.9-9~J.It~~Jtfilú!!iroo. Qr.áfir.!2....
Los diptongas, ig11a! que la$ vocales aisladas, sufren nªsalizacióo eo algu,.
nos casos, especialmente cuando.:...smarecen entre dos consonantes nasales;
por ejemplo en la palabra "mañaoa", (~ápanaj..
Respecto a las vocales en contacto, finalmente hay que indicar que cuando
~e rei'men dos vocales del mismQ_ timbre suelen gronunciar§e comQ una sola;
QO( e.jeJJJpk~, "mi.ídea.:.Jmi'óeª].
137
cribimos así: [i y]; por ejemplo, "aire", "Laura", ra,j ayl.. respectivamente . .Iam-
bién pueden darse casos de sílabas con s~miconsonante ~ semi~!. Se trata
de triptongos; por ejemplo, "buey".J_w¡;;jJ ·
..7Aunque la última versión del AFI aconseja transcribir tanto semivocales
como semiconsonantes con el diacrítico L ], puesto que ambas son no silábi-
cas o no nucleares, nuestra propuesta consiste en distinguir en la transcripción
entre ambos grupos, tal y como ha quedado expuesto en la explicación anterior
puesto que marcan claramente el sentido de la abertura. De este modo, ade-
más, seguimos la tradición de la fonética hispánica.
Si la reunión vocálica se produce entre dos vocales altas, suele resolverse
en una mayoría del dominio del español como un diptongo creciente; por ejem- ]
plo, "muy", [wi]. i
Las semivocales y las semiconsonantes constituyen elementos no silábicos
muy cercanos a las vocales, pero sin un estado estacionario destacado, pura-
1
1
mente transitorios. Martínez Celdrán (1989) propone englobar a ambos tipos de '
;
¡
Jt~~~~~•~mm•~~~~~mijmWnt~~r~~m~~~~11t
Si la reunión de dos vocales en una misma sílaba no incluye una vocal alta
(fenómeno frecuente en el español oral) hablamos de sinalefa o sinéresis,
según si el grupo se produce entre palabras diferentes o en el interior de una
palabra; por ejemplo, "la envidia", "teatro", [at;(], [~a] , respectivamente.
t. Observemos los gráficos de la
-Ji figura 6.2. El primero corresponde a la
~
! secuencia "mi avión", [mja'f ü::m]: con-
- ¡· tiene dos c;liptongos crecientes con la
~m;! ) ¡ semiconsonante anterior. El .segun~o
. áP! ! · -:: r. corresponde a la palabra "aire" e m-
. 1 · ~ • .;'.:i:: cluye un diptongo decreciente, fajre] .
. . ·' . .~
. &l :..·~·· Observemos el paso gradual de un
·. <(..., - ·í~ ia!e'J sonido a otro en el interior del diptongo.
11 .ctiJ
..
l!
~ooo{; .
i!.
·~ i
:~i~t>(l.n i
~ .. ;.
2!..'1íJ . ~
1í\.¡"O
.¡·
·· ·o lo.;,;:•- =.,,,,..:=o
:: tbe~) .. ·
136
Las vocales altas [i] y [u) se articu-
Jan más abiertas (ij] [\l]) ante [x] o
[X], en contacto co~ [r] y_ en to~a ~
laba tr<;ibada; eor ejemplo, "hijo",
"E,ujar". "risa". "Rusiª"· "isla". "urbano".
Las vocales medías [el fo] se
realizan un poco más abiertas ~[e]
[J]) ante [x] o [X], cuando forman
parte--de los diptongos crecientes
[ei] [Ji], en contacto con [rJ y en toda
~ba' te~excepto en~o
de la vocal anterior q 1ando. la con-
--- - ----
sonante aue cierra la sílaba es una
de éstas: [d Q 8 m n..§1 Serían..~l'ª'Q)-
Figura 6. 1. Carta de formantes de las voca-
plos de vocales medias abiertas las
les del español estándar peninsular.
· ~ent~~~-~1~-;:iíoJ~:--;;¡;ie¡gp",
"hoy", "perro", "del", "sol".
. . '' ~~·---
ACTIVIDAD 6.1: Piense cinco ejemplos de cada una de las voca les
abiertas.
En una transcripción estrecha puede ser bueno tener en cuenta los distin-
tos grados de abertura; pero no es necesario distinguirlos en un tipo de trans-
cripción ancho, como ya sabernos, más cercano a la transcripción fonológica.
135
... _. _... ·-
.
_ ~.:~
F1 : 450 Hz . -·- ---~ ·· : ~ ~-
:, ;~ :-~ ~ ·· ~ ~·-~
F2: 1000 Hz
. :-: ~ fl : )t., ·.•
.;:;.. . · .· :~:·~·:
. Q"~-. •''~~ ..
...AJ'.-.
· •·:• - •: .• . ...
·~
oo,..•..;. oo.
(o]
F1 : 300 Hz
F2: 800 Hz
..--.·...... •;. .... ..
.
.. ...""' --
-. - . ...
:•. :• : ~ - ~ .-
-
~ •
. _--~
. .·..<lil.
- ' -'
-.
'
'
1 •• 4:'
.
·-
: ~
~
~--· ,.·,·:.
.
.
• • • - - -
·-.. - __- - ~ ~- ~ -
:
.
.
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••
...
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•
' ,
:
.... :-. :.···
_OQ~ . :. OOO:
~~-~º '
-
'
-' - - . -. -'
..
. - -: .
"
- '
'
~ : --
--
.- '" .
[u] ··.-. -
---- -- -• -.- ..
j:1'.9ii,~u.··
:-
Tabla 6.1. Vocales [i, e, a, o, u) del español estándar peninsular. Efectropalatogramas adap-
tados de Femández Planas (2000); esquemas articulatorios de Martínez Celdrán y otros (1991).
En la tabla 6.1 cada vocal posee información e n dos filas: la superior con-
tiene gráficos con información articulatoria (electroplatograma, esquema articu-
latorio y posición labial, de izquierda a derecha}, además de los valores medios
acústicos de los dos primeros formantes; la inferior corresponde a gráficos con
información acústica (espectro y sonograma de una realización concreta, de
izquierda a derecha).
Podemos aprovechar los valores medios para realizar una carta de formantes
de las vocales del español. Corresponde al gráfico de la figura 6.1 que se presen-
ta en la página siguiente. La unión de los puntos que corresponden a los valores
vocálicos da como resultado en español una forma triangular. No obstante, indica
Navarro Tomá.§ (1918) que, en algunos contextos, estas vocales experimentan al-
9Un'os cambios: [i. e a, u) se hacen algo más abiertas y [aJ 1m poca más poste-
lÍ2!:· Sucede fundamentalmente en los casos que veremos a continuación.
134
¡.
F2: 2250 Hz
:ñ::::: ·:&
OO •.•• ~ 00
00~•• 000
.ººº· .ooo
1
). J
e]
F1 : 450 Hz .· .• -•..... .. -
F2: 1950 Hz
o.. :..
· ~·· · .. - i...
-•.. ~o
(>Q•.•• • 00
00~. - -~ºº
oo~ ... oo
•l
[a] ·•.:• ·· :- ..
...... ~-
.*·._. . __:i·:: .. _· ._
.·.: .-_
F1 : 700Hz
..-- ..... .... .
-~
-
F2: 1400 Hz
.......-· ....
·~ - ·
º:"~ '.~
...... -
.. o
~
. - .: ~
..
•i ·. ¡~~~j¡]~-~,~~~t~'~"~~,~~llf~,~~t~
.... _
133
español. También adquiriremos una idea general de las características fónicas
más sobresalientes de la fonética del catalán, del gallego y del euskara, puesto
que el capítulo acaba con un apéndice que incluye unos apuntes sobre el uni-
verso fónico de estas lenguas.
El español es una lengua románica. derivada del latín_que, como las demás,
_posee sonidos vocálicos y consonánticos. Se presentan en el disc11rso en dife-
rentes combinaciones que se resuelven como veremos a lo largo de este capítulo.
SI. español posee cim~o vocales que corresponden a algunas de las vocales
cardinales primarias: u.
e, a, o, u], aunque realmente suelen articularse algo
más abiertas y centr9lizaq~ todas ellas que las teóricas cardinales.
132
LA FONÉTICA DEL ESPAÑOL
ESTÁNDAR PENINSULAR. LAS
CARACTERÍSTICAS FONÉTICAS
DE SUS SONIDOS
INTRODUCCIÓN
~· 12. La percepción de la misma diferencia entre dos sonidos cada vez que su frecuencia
'~ se dobla se conoce como:
..
~ a) Segunda.
b) Octava.
c) Tercera.
d) Novena.
~:·
129
5. Por encima de los 20.000 Hz se sitúan los:
a) Ultrasonidos.
b) lnfrasonidos.
c) Umbrales de ta audición.
d) Nervios auditivos.
7. ¿Qué frecuencia poseerá 004 sabiendo que 003 posee 256 Hz?:
a) 128 Hz.
b) 64 Hz.
c) 512 Hz.
d) 1024 Hz.
1O. Las teorías sobre la percepción que implican en el proceso al mecanismo de articu-
lación son las llamadas:
a) Activas.
b) Pasivas.
c) Americanas.
d) lmplicadoras.
128
BIBLIOGRAFIA: REFERENCIAS Y AMPLIACIÓN BÁSICA
LIBERMAN , A.M.; HARRIS, K.S.; HOFFMAN, H.S. y GRIFFITH, B.C. (1957): "The discrimination
of speech sounds within and across phoneme boundaries", Joumal of Experimental
Psychology, 54, pp. 358-368.
~ LINDBLOM, B. (1963): "On vowel reduction", Speech Transmission Laboratory Report,
vol.29, Estocolmo, The Royal lnstitute of Technology.
MARTfNEZ CELDRÁN, E. (1996): El sonido en la comunicación humana, Barcelona, Octae-
dro, 2003.
MART[NEZ CELDRÁN, E. y VILLALBA NICOLÁS, X. (1995): "Ecuaciones de locus para el espa-
ñol", Estudios de fonética experimental, vol. VII, Barcelona, PPU, pp. 85-110.
STEVENS, K.N. (1972): "Quantal nature of speech", en E.E. David Jr. Y P.B. Denes (eds),
Human Comunication: A Unífied View, Nueva York, McGraw-Hill, pp. 51-66.
TusóN, J. (dir) (2000): Diccíonarl de lingüística, Barcelona, Vox, Bibliograf.
CUESTIONARIO
¡'' 3. El elemento encargado de compensar los cambios de presión que tienen lugar en la
cóclea cuando el líquido perilinfático se mueve porque le llegan las vibraciones aé-
reas por el estribo es:
a) La ventana oval.
b) La ventana redonda.
c) El yunque.
d) El estribo.
4. Las fibras nerviosas del nervio auditivo nacen en las células ciliadas que forman el:
a) Órgano de Corti.
b) Órgano basilar.
c) Martillo.
· d) Oído externo.
127
5. DOS TIPOS DE TEOR[AS SOBRE LA PERCEPCIÓN
Las teorías activas defienden que cuando un oyente percibe efectúa una
comparación con los modelos articulatorios que utiliza como hablante.
Fundamentalmente son dos las principales teorías que se enmarcan en
este bloque: la llamada teoría motriz, defendida por Liberman y su grupo en
los laboratorios Haskins de Connecticut (EE.UU.), indica que dado que el oyen-
te es también hablante es fácil pensar que existe un solo proceso y no dos, que ·
los oyentes identificamos un sonido por el conocimiento articulatorio que tene-
mos de él. De este modo, indican que no podríamos reconocer un sonido si no
lo supiéramos pronunciar. Asumen que prima la variación acústica frente a la
invariación. Hechos como los estudios electromiográficos (que señalan que los
gestos articulatorios son más variables de lo que en principio se podría suponer),
la adquisición del habla en bebés {que reconocen sonidos antes de poder pro-
nunciarlos} o nuestra percepción de sonidos de otras lenguas (que reconocemos
diferentes, pero no sabemos pronunciar) han provocado críticas a esta teoría.
En segundo lugar, la teoría llamada análisis-por-síntesis, impulsada por
Stevens y sus colegas en el MIT (EE.UU.), asume la invariación acústica y
expone que el oyente realiza diversos pasos en el proceso de percepción: ana-
liza la señal acústica para extraer los índices invariantes y los compara con las
instrucciones articulatorias que se necesitan para sintetizarlos. Si fa compara-
ción es satisfactoria se produce el reconocimiento.
Las teorías pasivas sostienen que las ondas sonoras poseen índices inva-
riantes que permiten la interpretación del mensaje. Es decir, cuando oímos la
señal se produce una serie de filtrados de la misma para eliminar las redun-
dancias que contiene y se compara el residuo que queda finalmente con las
plantillas que tenemos almacenadas en la mente. Si el resultado de fa compa-
ración es satisfactorio, lo hemos reconocido.
Como se ve, la principal diferencia entre las teorías activas y las pasivas
reside en el hecho de implicar en el proceso al mecanismo de articulación (teo-
rías activas) o en no hacerlo (pasivas).
126
de articulación. El resultado de su aplicación en español (Martínez Celdrán y
Villalba, 1995) ha sido muy satisfatorio. El locus constituye un concepto con-
trovertido que se refiere al punto imaginario hacia el que tienden las transicio-
nes de F2 de las vocales contiguas. Se suele considerar que el locus de las
bilabiales se sitúa hacia 700 Hz; el de las alveolares, hacia 1800 Hz; y el de las
velares, hacia 3000 Hz o hacia 800 Hz según la vocal adyacente.
~l~~~~~:i~~!Jl¿~f.~7b.A~l~Wit~~t8U.~~~
f.:.'t'ta$éíf{.~f~sii:'-ifim ·~:~ü.tsi --:fJ1i:>iirt~:a.:Pé:J;'t1·.~iitr1f0etfel-'esfiiiJli:'i
~~~~I~~}~if#:1:#f!:~~·!HÑtH&¿~HH!Hhtit~f;j!f}j!!H/H.~Wd!dh~~/if:~Zi{:~Z~~f¡ff.{H/!!
Los estudios realizados sobre la llamada percepción categorial demostra-
ron que frente a un continuum de estímulos consonánticos que se diferencian
muy poco entre segmentos adyacentes, los oyentes lo segmentaban en función
de las categorías fonemáticas de su propia lengua e incluían en la misma catego-
ría estímulos que poseían diferencias físicas entre sí. Cada estímulo contenía
una pequeña variación en la transición de F2, siempre la misma, pero los únicos
estímulos que se distinguían claramente eran los que estaban próximos a fron-
'\
observa en la figura 5.5. Este
~- '\
,,..~·· hecho, de nuevo, nos remite a
¡
..,
·-°¡¡)· 75•. '\f
., t
1
l
¡ d
. . •
, ..
/ 1
!
.
la probable existencia de índi-
ces acústicos invariantes den-
tro de la misma categoría_
'";"
:··
{.í,j
u · .,.,
~
u
.
. .
l
t
t
.·1f
•
o
~ 25 I~ \ . .
:f
.; ' .
Figura 5. 5 Segmentación en la
J 1 ~ ' . secuencia de estímulos efectuada
\ : .·· ' ~ .
- et-~~''¡', ,~~
~'
por los oyentes. Adaptada de Mar-
l J 3 4 s• 7 8 9 19 11 1213 14 tínez Cefdrán (2003; tomada, a su
ESTIMULOS vez, de Liberman y otros, 1957).
.
!Rllllllfllfjitúfil~
Buena parte de estos estudios se han realizado mediante la llamada sínte-
~'.
sis de voz porque permite cambiar de forma controlada y gradual los paráme-
;;_
tros acústicos deseados manteniendo los demás constantes. De esta forma, si
el cambio ocasiona diferencias perceptivas importantes se sabe con total certe-
za que son debidas al parámetro que se ha alterado.
Lo cierto es que la búsqueda de índices invariantes sigue abierta.
125
---~~'.
mación importante y, a pesar de esto, se comprenda el mensaje, nos hace pen-
sar que no todos los elementos de las ondas sonoras son imprescindibles para
la percepción. Los llamados indices acústicos son la información acústica más
relevante, la que como oyentes utilizamos para distinguir unos sonidos de otros.
En este sentido, los primeros formantes vocálicos constituyen el índice
acústico necesario para su correcta percepción; el silencio, la explosión, el VOT
y las transiciones lo son en las oclusivas; la intensidad, la frecuencia principal y
las transiciones en las fricativas; la intensidad y sus valores formánticos en las
nasales; etc.
Si se trata de que los índices acústicos constituyan la pista que nos oriente
acerca de cuál es el sonido en cuestión, parece de sentido común pensar que
esos índices sean invariantes, es decir, que no cambien en diferentes contex-
tos, individuos o situaciones; sin embargo, el concepto de invariación acústica
ha sido y es todavía controvertido puesto que, de algún modo, choca con las
evidentes diferencias que se observan en algunos sonidos por efecto del fenó-
meno de la coarticulación ejercido por otros sonidos adyacentes o cercanos.
Los primeros estudios sobre el punto de articulación de las oclusivas de Liber-
man, por ejemplo, demostraron la enorme dependencia que éstas tenían de la
vocal siguiente, tanto en la frecuencia de máxima intensidad de la barra de
explosión como en la transición hacia la vocal siguiente.
Realmente no es cierto que cualquier pequeña variación en el punto de arti-
culación conlleve diferencias acústicas y perceptivas de tal magnitud que hagan
pensar que estamos ante un sonido totalmente distinto. Si fuera así, no podría-
mos entendernos, puesto que el conjunto de sonidos posible sería prácticamente
ilimitado. Stevens (1972) demostró que la relación entre el parámetro articulatorio
y el acústico no es lineal y, por ello, pequeñas diferencias articulatorias pueden
producir grandes diferencias acústicas (por ejemplo, en la zona de los alveolos
y el prepaladar, una zona muy pequeña, se articulan gran cantidad de sonidos
en las lenguas del mundo con características acústicas bien diferenciadas);
pero, en otras zonas, diferencias importantes articulatorias no producen cam-
bios acústicos relevantes (por ejemplo, en el velo del paladar [kJ se pronuncia
mucho más adelantada ante [i] que ante [a], pero esa diferencia acústicamente
es relativamente pequeña). Por todo ello, en las lenguas del mundo se repiten
frecuentemente las mismas categorías. Ésta es la llamada teoría cuántica.
lllillt1~1Ei,1111
En las oclusivas, los estudios más recientes a partir de Stevens y Blumstein
en la década de los ochenta señalan que tanto la explosión como las primeras
milésimas de transición forman un solo índice acústico invariante. Por otra par-
te, las ecuaciones de locus (diseñadas originalmente por Lindblom en 1963)
también se postulan como unas fórmulas que permiten caracterizar los puntos
124
3.3. El timbre
~ ··, :;:: :: :
Los dos espectros superiores corresponden a las vocales [a] (arriba) e (iJ
(abajo). La percepción de la diferente composición de sus primeros formantes.
señalados con-un círculo, es el timbre.
Pero no solamente los sonidos armónicos (como las vocales) poseen tim-
bre; los inarmónicos, también. La diferente composición frecuencial de los &
armónicos les proporciona su timbre característico. Una fricativa (s], por e,;m.
plo, tiene un timbre más agudo (presenta su fricción en frecuencias altas) ~
[t] que es más grave (presenta su fricción en frecuencias graves).
123
··· , · . .
122
ACTIVIDAD 5. 3: Sabiendo que Do3 posee 255 Hz de frecuencia,
lcuántos Hz poseería Do2?l Y Do1?
..1 Desde el punto de vista perceptivo destacamos tres cualidades en los soni-
dos: tono, sonoridad perceptiva y timbre.
3.1. El tono
Cuando hablamos de tono desde este punto de vista nos estamos refirien-
~ do a nuestra percepción del tono fundamental de un sonido complejo o, lo que
t
í
¡ es lo mismo, a su primer armónico. Recordemos que el tono fundamental me-
.
t dio en las voces masculinas, más graves, se sitúa alrededor de 100 o 120 Hz y,
¡· en cambio, el patrón femenino, que es más agudo, suele localizarse entre 180
't
~
y 220 Hz.
Hemos visto en el capítulo anterior que en palabras aisladas la sílaba tóni-
ca presenta un tono fundamental algo más agudo, más elevado, que las síla-
bas átonas adyacentes. Por lo tanto, la percepción del tono puede ser un indi-
cador del acento en la palabra. De todas formas, también sabemos ya que en
una cadena fónica el problema es más complicado y que no se puede desligar
completamente el acento de la entonación general de la frase.
121
umbral del dOtor 11 O dB, es decir, está
muy próximo al um-
bral del dolor y, por
esa razón, nos resul-
ta tan desagradable e
incluso doloroso.
120
2. EL MECANISMO DE PERCEPCIÓN
'ir~
f!~.;~Afit·~:ff··;::::ii~f~··:=z?~';;:i;~:;¡¡:=:=1¡¡¡·;;ms;p~·::Ef:if~fi€.:!·':::;=t:1
:::d::=ii-.:~·~Vifi.:.~:;.:;;.;;gf¡~:-~::;~::::m=;::=fff:~;;lf:;;;:·~=:::fff!!~=!
.. if!~!:~~=;fffff:Y:;~=:_f!!íi~I!:"!!::::::·i:Ili;:!Ff:JJ::.!:li#E:!:i§ffg!¡;igfi:·;if§¡:.:fgg;¡:::§E#1
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fiilt!::::;~,,::::::.,=~~~f,:m!~-IH~t;lf:!::,,=o"'~!ftff~ffü~#:fü~üIL=~fis=fü~~::mfü...=>:;t21:z"
11 9
de presión de la onda sonora. Las oscilaciones que experimenta el tímpano
pasan a la cadena osicular que está formada por tres huesecillos llamados
martillo, yunque y estribo, en el orden en que se encuentran yendo del exte- .
rior hacia el interior. El estribo se conecta con la ventana oval que es la entra-
da al oído interno.
Por otra parte, la cámara de aire que envuelve al tímpano se conecta a la
rinofaringe mediante la trompa de Eustaquio. Cuando la presión en el interior
de la cámara de aire se aleja demasiado de la presión atmosférica, la trompa
de Eustaquio se abre y, de este modo, se restablece el equilibrio.
El oído medio es el encargado de restablecer la intensidad que se pierde
en la transmisión al oído interno donde dejan de ser ondas aéreas y pasan a
ser ondas líquidas. Técnicamente, la resistencia entre dos masas como el aire
y el líquido se conoce como impedancia. Por otra parte, si el sonido que ha
llegado es demasiado intenso, también es el oído medio el que se ocupa de
amortiguarlo para evitar que se dañe el oído interno.
11 8
Fisiológicamente, en el oído se distinguen tres partes cuya función está
bien delimitada:
En el gráfico de la
figura 5.1 se obser-
. . · eanaiea·
nwrtíflo
\. . . ... .
yunq~
semicirculares
r nervio
~,. .
van los elementos del
.~~ i;iuditlvo órgano del oído hu-
mano que, en los si-
guientes apartados, se
expondrán a grandes
rasgos.
Figura 5. 1. Elementos
del oído humano. Adap-
tada de Martfnez Cel-
drán (2003).
117
otros?, ¿dónde está la información relevante en los sonidos del habla?, ¿cómo
y por qué se produce la percepción?
En este capítulo tendremos la oportunidad de conocer la fisiología del oído,
de comprender cómo se transforma el sonido en impulsos nerviosos y de en-
tender los postulados de las principales teorías de la percepción.
j
externo Recoge ondas sonoras y aumenta ligeramente
Oído humano su intensidad
{audición) medio 1Corrige intensidad
. t !Transforma ondas sonoras en impulsos nerviosos y los
in erno manda al cerebro
A partir del momento en que las ondas sonoras llegan a nuestros oídos
entramos en un terreno bastante menos conocido que el que cubre el campo
de la producción del sonido o su transmisión. El proceso de audición empieza
en el oído con la captación de las ondas sonoras. Su anatomía y funcionamien-
to se conocen bien hasta el punto en que las ondas se convierten en impulsos
nerviosos. A partir de ese momento, empieza el proceso más importante, la
percepción e interpretación de los sonidos convertidos ya en impulsos nervio-
sos que tiene lugar, no ya en el oído, sino, realmente, en el cerebro. Es justa-
mente este proceso el más interesante y el que se conoce menos a día de hoy.
116
,.
~
~-
Í'
1
~-·
5 LA FONÉTICA PERCEPTIVA.
LA PERCEPCIÓN DEL SONIDO.
TEORÍAS SOBRE LA PERCEPCIÓN
INTRODUCCIÓN
f
28. Las silabas tónicas en los sonogramas suelen ser:
a) Más breves y más intensas que las átonas.
b) Más largas y menos intensas que las átonas.
c) Más largas y más intensas que las átonas.
d) Más breves y más débiles que las átonas.
29. Los pulsos glotales que se observan en un sonograma de banda ancha están:
a) Más separados en voces graves que en voces agudas.
b) Más juntos en voces graves que en voces agudas.
e) Más separados en voces agudas que en voces graves.
d) No hay diferencia.
113
21. El periodo y la frecuencia mantienen entre sí una relación:
a) Directa.
b) Inversa.
c) Proporcional.
d) Múltiple.
23. La distancia entre dos partículas sucesivas en la misma posición relativa de la onda
se llama:
a) Elongación.
b) Periodo.
c) Frecuencia.
d) Longitud de onda.
24. ¿Cuál es el quinto armónico de una onda cuyo fundamental posee 100 Hz?:
a) 500 Hz.
b) 5000 Hz.
c) 250 Hz.
d) 0,05 Hz. l.~
·¡
:1
25. El gráfico cuyos ejes miden frecuencia por amplitud es un:
-'~
a) Espectro.
b) Espectrograma.
c) Sonograma.
d) Oscilograma.
27. El formante vocálico que se refiere a la elevación del cuerpo lingual es el:
a) Primero.
b) Segundo.
c) · Tercero.
d) Cuarto.
112
14. Las oclusivas sordas se caracterizan por tener:
a) Silencio, barra de explosión y barra de sonoridad.
b) Silencio, barra de sonoridad y VOT.
c) Silencio, barra de explosión y VOT.
d) Silencio, barra de sonoridad, barra de explosión y VOT.
15. Las articulaciones que presentan dos momentos bien diferenciados en los sono-
gramas, uno oclusivo y otro fricativo o aproximante son:
a) Bioclusivas.
b) Africadas.
c) Bitemporales.
d) Aproximantes.
16. Una especie de sonograma de banda estrecha con una gama frecuencial entre 100
y 300 Hz, por ejemplo, sirve para ver:
a) La barra de sonoridad.
b) La melodía de la frase.
c) La intensidad de la frase .
d) El pretonema de la frase.
17. Los sonidos que se caracterizan fundamentalmente por poseer pequeñas oclusio-
nes se denominan:
a) Fricativos.
b) Vibrantes.
c) Oclusivos.
d) Aproximantes.
111
8. El gráfico cuyo~ ejes miden frecuencia por tiempo y además permite ver la amplitud
es un:
a) Espectro.
b) Espectrograma .
c) Oscilograma.
d) Ampligrama.
10. Los cuerpos que amplifican la frecuencia que les llega si coincide con su frecuencia
natural son:
a) Filtros.
b) Resonadores.
e) Frecuenciadores.
d) Amplificitadores.
13. La presencia de ruido en frecuencias altas nos indica en un sonograma la presencia de:
a) Una vocal.
b) Una oclusiva.
c) Una fricativa.
d) Una aproximante.
110
c) Complicadas.
d) Coordinadas:
3. La frecuencia es:
a) El tiempo que transcurre desde que se inicia un movimiento repetitivo hasta
que vuelve a empezar en el mismo punto relativo.
b) El número de veces que un fenómeno se repite por unidad de tiempo.
c) El alejamiento máximo de la cuerda respecto a la línea base.
d) La distancia entre dos partículas sucesivas en la misma posición relativa de la onda.
7. Un gráfico que permite visualizar las ondas de forma unitaria y en sus ejes posee
amplitud por tiempo es un:
a) Espectro.
b) Espectrograma.
c) Sonograma.
d) Oscilograma.
109
Figura 4.34. Curvas de FO de
una frase interrogativa absolu-
ta (arriba) y de una frase enun-
ciativa (abajo) .
. ,: ..
-
. . ~ . ·, . . .-~ : ~ ·. . : :
...... ' . .. J
··~
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- . ...~
' . _;_;_""-"-~---''"'""'"'"'-'----'"""'""----'---'--_;_;_---'-._:_.
',
·,
.,'
'
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Language and Hearing, San Diego, Cafiforna, Singular Publishing Group fnc.
CUESTIONARIO
108
·;_
Hemos visto el FO a partir de las curvas de FO y de los sonogramas reali-
zados a partir de los datos obtenidos mediante un micrófono; sin embargo,
existe un instrumento que permite deducir dicho fundamental a partir de dos
sensores que se sitúan a ambos lados del cartílago tiroides (es decir, a ambos
lados de la nuez del hablante). Se trata del laringógrafo o electroglotógrafo.
Este aparato registra el movimiento de las cuerdas vocales, cuando se cierran
y cuando se abren, y permite visualizar la típica onda glotal en forma de sierra.
Sirve, por lo tanto, especialmente también para estudios acerca de la sonori-
dad. Podemos apreciar un ejemplo de onda de sierra proporcionada por un
laringógrafo en el gráfico 8 de la figura 4.33, donde se representa la vocal [a]
sostenida. La línea ver-
tical indica el momento
en el que las cuerdas
están abiertas. En el
gráfico superior apare-
ce el oscilograma.
107
Figura 4.32. Curvas de FO y so-
nogramas correspondientes a
una voz masculina, grave (arri-
ba) y a una voz femenina, agu-
da (abajo).
106
Figura 4.31. Sonogramas co-
rrespondientes a "las manos
están limpias" y "no tienen
limpias las manos", respec-
tivamente arriba y abajo.
105
>.1 " iu:
l::JA·>ch1 · ·;· "Capt=ed• · ··
' ..·.·. .· .·.·. .. (;).00000< 33>
·.· ~ ·
- Z . 698
\. . '-;. \ · ··~
·; ~
Figura 4.30. Tono
fundamental en la
serie ''músico~ "mu-
sico", "musícó".
104
ACTIVIDAD 4.11 : Describa las características más sobresalientes
acústicamente de la secuencia: "dos carritos" y transtríbala foné-
ticamente según el AFI.
~···
103
: :.'i
7.7. Vibrantes
102
exhiben las dos vocales • ·· ~ ·. · .... 's~·::: • í. ·
adyacentes). Su brevedad
hace que presenten transi- ' ·!!"J.~;·
ciones muy rápidas hacia
los segmentos adyacentes.
Justamente, la dirección de
las transiciones, junto con
su segundo formante (F2),
permite averiguar el punto
de articulación de la aproxi- ::::5:;~ 1;~~jij9:;; ::::.:.:
. -·: ::
mante.
,_>·.
7 .5. Nasales
~··
;
7.6. Laterales
'
··'·
Al igual que los últimos tipos de consonantes descritas, las laterales presen-
tan una apariencia parecida a la de las vocales, por su configuración formántica.
El p aso a las vocales adyacentes no es tran brusco como en las nasales, ni tam-
poco tan suave como en las aproximantes. Por lo que respecta a la intensidad,
es algo mayor que la que presentan las nasales y las aproximantes. Su F2 y las
101
7.3. Africadas
7.4. Aproximantes
En una secuencia fónica del español como "mi vasito" [mi~a'siJo], el sonido
que corresponde a la escritura V ' no es el mismo que aparece cuando la pala-
bra "vasito" está en inicio absoluto, es decir, tras una pausa. En este último
caso, se trata de una oclusiva sonora, como se puede comprobar en el sono-
grama de la derecha de la figura 4.21 en el subapartado dedicado a las oclusi-
vas; sin embargo, si ahora pronunciamos "mi vasito", veremos que los labios no
acaban de cerrarse del todo, lo que hace posible que el aire salga a través de
ellos. Se trata de un sonido aproximante, en este caso bilabial. Observémoslo
en la figura 4.25 de la página siguiente.
El grado de constricción necesario para producir una aproximante es menor
que el requerido por una fricativa, hasta el punto de que el aire que pasa por el
espacio que ha quedado no es suficiente como para producir ruido. Así, la dife-
rencia fundamental entre las fricativas y las aproximantes es la ausencia de
ruido o turbulencia en el segundo caso. Acústicamente, las aproximantes se
parecen mucho a las vocales: también poseen formantes bien definidos (aun-
que es cierto que no siempre se aprecian con claridad), pero observemos que
son sonidos mucho más breves y con mucha menos intensidad que las vocales
(se aprecia en el menor grado de negror que presentan en relación con el que
100
Figura 4.23. Sonogramas con articulaciones fricativas.
99
.'
~ - - ..
mayor que en una sorda no aspirada y con una turbulencia poco intensa en él.
La figura 4.22 ilustra estas diferencias de VOT en dos lenguas: el español (que
sólo presenta sonoras y sordas no aspiradas) y el thai (que posee sonoras,
sordas no aspiradas y sordas aspiradas). El cero corresponde a la barra de
explosión, es decir, al valor cero de VOT.
7.2. Fricativas
a) la diferencia entre las dos superiores (sonoras} frente a las dos inferio-
res (sordas) en la barra de sonoridad;
98
7. PROPIEDADES ACÚSTICAS CONSONÁNTICAS
7.1 . Oclusivas
97
trón para cada formante. Los valores aducidos corresponden a la emisión con~
creta plasmada en los gráficos y forman parte del campo de dispersión de [i, a,
u] del informante que ha emitido los sonidos. Los campos de dispersión o los
valores medios de las vocales pueden reflejarse en un gráfico conocido como
carta de formantes. Se trata de un gráfico que coloca habitualmente el valor de
F1 en la ordenada y el de F2 en la abscisa. Los valores de los ejes tanto de F1
como de F2 pueden expresarse de forma lineal o logarítmica, aunque suele
preferirse esta última puesto que refleja mejor la percepción.
Los gráficos de las figuras 4.19 y 4.20 representan dos tipos de carta de
formantes: la de la izquierda contiene un valor representativo de cada una de
las vocales señaladas, el que se ha dado anteriormente; la de la derecha mues-
tra el campo de dispersión de la vocal [a] en un círculo (cada una de las estrellas
indica una emisión de esta vocal).
~- .
··"="~~¿.;.:.;,¡,,....:.i,..._;¡..._:,._,;......,...___.,.1
_ · 1o0o'
;so: F1
:. 1'2 -
Figura 4.19. Valores medios de [i, a, u) Figura 4.20. Campo de dispersión de [a] en
en una carta de formantes. una carta de formantes. Adaptada de Fer-
nández Planas (1993).
ACTIVIDAD 4.10:
96
Cada uno de estos parámetros se refiere acústicamente a un formante. El
primer formante (F1) se refiere a la elevación del cuerpo lingual; es decir, si la
lengua se eleva, el F1 desciende. El segundo
formante (F2) hace referencia a la anterioridad
de la lengua: cuanto más anterior se articule la
vocal, más agudo será su F2. El tercer for-
mante (F3) se refiere al redondeamiento de los
labios: cuanto más estirados estén, más agudo
será su F3; por el contrario, cuanto más redon-
deados, más grave. Consideremos unos ejem-
plos vocálicos en la figura 4.18 (las líneas hori-
zontales que aparecen en los sonogramas se
llaman marcas de calibración y su función
consiste en ayudar visualmente a establecer
los valores frecuenciales de los formantes,
aunque los programas de análisis acústico
permiten trabajar con cursores que, situados
sobre ellos, dan el valor con exactitud).
Vemos que la vocal [i] presenta sus dos
formantes muy separados (F1: 275 Hz; F2:
2606 Hz): el cuerpo de la lengua está muy alto
(F1 grave) y avanzado (F2 agudo). La vocal [a]
los sitúa en 827 Hz (F1) y 1434 Hz (F2): la
lengua está muy baja y no está ni muy avanza-
da ni muy retrasada. La vocal [u] posee sus dos
primeros formantes en 248 (F1) y 757 (F2), co-
mo corresponde a una vocal alta y muy poste-
rior. Realmente a lenguas como el español, el
catalán o el italiano estándar, que no distinguen
fonológicamente entre vocales redondeadas y
no redondeadas, les basta con caracterizar sus
vocales con los dos primeros formantes; otras
lenguas, como el francés, en cambio, deben
fijarse bien también en el tercero.
95
cavidades, como todos los cuerpos, tienen una frecuencia propia. Si tes llega
una onda en ta misma frecuencia se ponen a vibrar por simpatía. Si tas cavida-
des supraglóticas no actuaran como resonadores armónicos no podríamos oír
apenas ningún sonido porque la amplitud natural del tono laríngeo es muy es-
casa. También actúan como resonadores de sonidos inarmónicos.
Simultáneamente, nuestras cavidades supraglóticas actúan como filtros,
puesto que atenúan los componentes de la señal que no coinciden con las fre-
cuencias de los resonadores. En la figura
4, 17 se observa esquemáticamente la fun-
ción de los resonadores y de los filtros: el
espectro superior corresponde al tono la-
ríngeo; el central, a la curva del filtro-reso-
nador; el inferior, al resultado del paso del
tono laríngeo por el filtro-resonador.
El resultado del paso del tono laríngeo
por los filtros con acción resonadora deter-
mina la aparición de formantes, que son los
armónicos reforzados por la acción de di-
chos filtros-resonadores. Cada sonido tiene
unos formantes que le caracterizan y que ·
resultan, por lo tanto, de la forma de la
cavidad articulatoria que los ha producido.
Ahora podemos darnos cuenta de que lo
que hemos llamado "picos" en los espec-
tros de las figuras 4.11 y 4.13 en realidad
son formantes. Por esto, los espectros son
gráficos muy apropiados para obtener valo-
res formánticos de un sonido.
Las vocales, como hemos visto en el capítulo dos, son sonidos que tienden
a dejar el tracto vocal libre para la salida del aire y se caracterizan por la posi-
ción de la lengua: más alta o más baja por un lado; más anterior o más poste-
rior, por otro; y por la acción de los labios, redondeados o no.
94
H~k_.
dB
L s
Oscilograma
dB
L Espectro
Hz
dB
s
Espedrograma o sonograma
Por último, hay que dejar constancia de otro gráfico interesante que mide la
cantidad de energía global de los sonidos en el tiempo. El eje de las abscisas
presenta el tiempo mientras que el de las ordenadas mide la amplitud. La figura
4.15 ilustra un ejemplo que corresponde a la palabra "casa" ['kasa]. Se aprecian
los dos picos que se co-
.
?:
·· .. . ·
Figura 4. 1S. Energía global de
·:,9, .1554 :
la palabra "casan,
Cuando ese tono laríngeo llega a las cavidades supraglóticas, sus articula-
dores han adoptado una posición determinada en función del sonido que el
hablante pretende articular; este hecho ocasiona que hayan quedado unas
cavidades configuradas de una determinada forma y no de otra. Estas cavida-
des actúan como cajas de resonancia o resonadores, puesto que amplifican la
frecuencia de los componentes que coinciden con su frecuencia natural. Las
93
Figura 4. 13. Relación entre sonogramas y espectros.
1t~1111~111r-1~•-~·
:::$i:l""!º-!;1.;e~ ~w;;~ºm~~to;:p~t~.tU~!};:~es')3egr..cyg'f~.~!~e~m!te:-e~ªl;Q.á:F.;~:
:\\•~~~~~:.r~~~~lt\~f~~\\\\tu~~%Wril ,~mr:~m~~\W~~rliW¡
92
4.3. Espectrogramas o sonogramas
..
,f··.
•i
¡;.
,.F
.
,.. Figura 4. 12. Sonograma de
t.
¡
banda ancha (arriba) y de
banda estrecha (abajo).
91
paladar; un segundo estadio en el que se puede apreciar un pequeño ruido,
correspondería a la barra de explosión -el momento en que los articuladores se
despegan-, un nuevo espacio breve de silencio, el VOT, y finalmente se ve el
principio de la onda periódica de la vocal siguiente para la cual las cuerdas
vocales están empezando a vibrar.
4.2. Espectros
90
ACTIVIDAD 4.9: ¿cuál es el FO de un sonido cuyo décimo armóni-
co posee 1500 Hz? ¿Cuál es el noveno armónico de un sonido si
su segundo armónico posee 200 Hz? Ayúdese de una calculadora
si lo necesita.
4.1. Oscilogramas
89
a
b
Figura 4. 7. Relación amplitud-periodo.
.
o Adaptada de Martínez Celdrán (1994) .
;11;;:11~•\1'1
Matemáticamente, la relación ente ellos se expresa tal y como aparece en la
figura 4.8 e indica que la frecuencia del armónico será el número de dicho armó-
nico por la frecuencia fundamental del sonido, es decir, por su primer armónico:
Por ejemplo, sabemos que un sonido tiene un tono fundamental de 100 Hz,
¿qué valor frecuencial tendrá el sexto armónico?: Fa = Na x FO = 6 x 100 = 600 Hz.
Del mismo modo, si sabemos que un sonido tiene como octavo armónico
800 Hz, ¿cuál será su tono fonamental?: FO= Fa! Na= 800/8 = 100 Hz.
88
ACTIVIDAD 4.6: Un diapasón emite un LA natural con una fre-
cuencia de 440 Hz (es decir, la varilla del diapasón sufre 440
oscilaciones o vibraciones por segundo). lCuál es su periodo?
(ayúdese de una calculadora ).
.' : . : .. . . : :·: - ~ ~ -: .
87
-~
ésta es la unidad que se utiliza en los cálculos, aunque a veces, en las publíca- j
ciones experimentales sobre algún aspecto de fonética acústica, el valor se da l
en milésimas de segundo (ms). Martínez Celdrán (1996) nos indica algunos .~
ejempos extrafonéticos muy gráficos para comprender el fenómeno de la perio-
dicidad: las estaciones del año, el horario de abertura y cierre de una tienda,
las horas del día, el giro de la Tierra sobre ella misma (24 horas) y alrededor
del sol (365 días). Es decir, tomamos como muestra el último ejemplo y deci-
mos que el giro de la Tierra alrededor del sol es periódico puesto que cada 365
días la Tierra está, respecto al sol, en la misma posición.
Las ondas aperiódicas no son ondas sin periodo, sino ondas con unos pe-
riodos absolutamente irregulares.
El segundo parámetro definitorio es la frecuencia. La frecuencia -o ciclos
por segundo (cps)- es el número de veces que un fenómeno se repite por uni-
dad de tiempo. Queda claro, por lo tanto, que el periodo y la frecuencia están
íntimamente relacionados y que mantienen una relación inversa entre sí, es
decir, cuanto mayor sea el periodo menor será la frecuencia y viceversa. La
frecuencia se mide en Hertzios (Hz). Cuanto más pequeño es el valor frecuen-
cial más grave es el sonido al que corresponde: por el contrario, cuanto más
grande es, más agudo es el sonido que lo posee.
ACTIVIDAD 4.5: lCuát cree que es más aguda: la voz de una so-
prano o la voz de un barítono? lCuál de las dos tendrá una frecuen-
cia mayor? lCuál tendrá menos periodos por unidad de tiempo?
.. 1
· . ,'f ;;' •.~· · Figura 4.5. Expresión matemática de
F .. la relación periodo-frecuencia.
Por ejemplo, si sabemos que una onda tiene un periodo de 5 ms, ¿cuál
será su frecuencia?: 5 ms = 0,005 s; F= 1/T = 1/0,005 = 200 Hz.
Por el contrario, si sabemos que una onda tiene una frecuencia de 2040 Hz
¿cuánto tiempo durará su periodo?: T=1/F = 1/2040 = 0,004901 s (o 4,901 ms).
86
cps): la onda compleja es la inferior que aparece con trazo grueso (en trazo
discontinuo aparecen de nuevo las ondas simples).
Cuando la vibración de las distintas partes de la cuerda mantienen entre sí
una relación proporcional, matemática, el sonido resultante constituye una onda
sonora compleja periódica. Si, por el contrario, la vibración de las diferentes
partes de la cuerda son independientes entre sí, el resultado es una onda sono-
ra compleja aperiódica o ruido y su característica principal es la irregularidad.
En los gráficos siguientes podemos apreciar la diferencia entre los dos tipos de
onda compleja:
j•B~l : g piüre'J:cw -_: •. - u • • • • • • : - -----~
.
-: -.·-. ~-~ : &:jji)ee( ~44l)>
j f1~1t1.M1} Vl4+VVw11rWi1'41r1rVf\"1V
i
Figura 4.4. Onda compleja periódica (arriba) y onda compleja aperiódica (abajo).
En el gráfico superior aparece una onda sonora compleja periódica con una
parte destacada por un recuadro en la sucesión. Visualmente se observa la
regularidad que presenta. Todo lo contrario sucede en la onda compleja ape-
riódica o ruido del gráfico inferior.
85
2. ¿CUÁNTOS TIPOS DE ONDAS SONORAS HAY?
Las ondas sonoras más sencillas son las ondas simples. El diapasón, que
es muy utilizado por los músicos porque emite un La natural a partir del cual se
realiza la afinación, es uno de los pocos instrumentos que proporciona una
onda simple -o casi simple, para ser exactos- puesto que la mayoría de las
ondas sonoras que nos rodean, por supuesto también las del habla humana,
son complejas. Las ondas simples tienen la apariencia que se puede observar
en la figura 4.2, y se denominan ondas periódicas simples u ondas sinusoida-
les. El gráfico muestra una sucesión de ondas simples. Señalada con un rec-
tángulo encontramos lo que de momento podemos llamar una sola onda sinu-
soidal; más adelante veremos que, propiamente, lo que aparece destacado es
un periodo de la onda global.
84
ga porque las moléculas del medio elástico en cuestión, en nuestro caso el
aire, son capaces de moverse hacia delante y hacia atrás a partir de su posi-
ción de equilibrio o reposo. En su movimiento hacia delante empujan a otras
moléculas que en ese momento están en posición de equilibrio y que a su vez
se desplazan también hacia delante empujando a otras y repitiendo el proceso.
Tras su ida hacia delante, las moléculas se desplazan en sentido contrario,
hacia atrás, dejando un espacio entre las moléculas mucho mayor que el que
les corresponde en situación de reposo. Y así, sucesivamente. En su despla-
zamiento hacia delante, las moléculas se concentran y disminuye el espacio
que había entre ellas (hasta ese momento, equidistante); en su ida hacia atrás,
en cambio, el espacio entre ellas se enrarece, es decir, aumenta. Todo este
proceso tiene lugar en el tiempo y a una velocidad determinada. La velocidad
de transmisión del sonido no es la misma que la de la luz.
ACTIVIDAD 4.2: Coja una cuerda de goma, ténsela con dos dedos
de una mano y con la otra mano pulse uno de sus lados. Observe
atentamente cómo vibra y se desplaza hacia delante y hacia atrás.
83
SONIDO Perturbaciones del aire a causa de la vibración
de un cuerpo perceptibles por el oído
Periodo (s)
Características básicas de las ondas sonoras Frecuencia (Hz)
Amplitud (dB)
Oscílograma: dB x s
Gráficos acústicos fundamentales Espectro: dB x Hz
Sonograma: Hz x s + dB
82
4 LA FONÉTICA ACÚSTICA.
LA TRANSMISIÓN DEL SONIDO
INTRODUCCIÓN
13. ¿Cómo marcaríamos que la fricativa sorda alveolar [s] se produce con el ápice de la
lengua?:
a) [§].
b) [~].
e) [Ü
d) (s1.
14. ¿Cómo marcaríamos que la fricativa alveolar sorda (s] se ha sonorizado en algún
grado o ha pasado a ser sonora?:
a) [§].
b) [z).
c) [~] .
d) a y b pueden ser correctas.
80
5. El símbolo del AFI que corresponde a Ja vocal cardinal primaria alta, anterior, no
redondeada es:
a) [iJ.
,; b) (e].
c) [y].
d) [u].
79
.¡
l
lel
CUESTIONARIO 1
1. Un tipo que transcripción que contenga todos los detalles posibles en cuanto a
matices de pronunciación se conoce como: 1
a) Ancha. i1
b) Detallada.
l
c)
d)
Minuciosa.
Estrecha.
.
1
l
78
En este último campo de aplicación, la transcripción resulta ser una herra-
mienta muy útil para utilizar tanto en la primera observación del paciente con el
objetó dé llevar a cabo un buen diagnóstico, como después, durante el trata-
miento, para evaluar sus avances. En este sentido, recientemente la Asocia-
ción de Fonética Internacional ha propuesto una serie de símbolos, diacríticos y
otros signos destinados a plasmar aspectos del habla continua y de la sonori-
dad orientados a la transcripción de los trastornos del habla, lo que constituía
en la asociación una asignatura pendiente, puesto que todos los profesionales
que se habían enfrentado a ello hasta ese momento se habían encontrado con
abundantes problemas. Se trata del AFI ampliado o extendido.
5lll~lr;J~fl-~llt~
Del mismo modo que el AFI general, el AFI extendido consta de varias
tablas: la destinada a las consonantes, a los diacríticos, al habla continua, a la
sonoridad y a lo que denominan "otros". Son los que aparecen en la figura 3.5.
77
~;WAA.N"s\i&t~1iliw~ll!&f~-tt~~:f~r&w,1wfl~W~u§k'~~fü~ffili~ti~:~~~~~;
: :-¡;;:.:.. ·: .•. "-1~:=;:;.;¡;,¡.~~.;H.~:':. ;&:~:!.,. :::~:;,.· :,. "·t~~-~"''';:;,;'='·¡f~F
.::~;:,;¡,::~:·¡;s: ,:;.: '>F"'~·
:: u - . : ¡;i:; .;;..... ,,;.;..,: r:etJ~ll:-.e ..... ~,..,.,s !Y..,,m~'""<e: .as: p,,,u~dq¡ ., riu?l,\.leS::,'~
::ia~ - ,~;~s.~m;:nP,:¿"né.tr=.am¿miiiíó#.~ifürs'ili~:iju~'fü;~n~w-'á1·;:'
~\~~~,~~~r~~~~~;f.~t~~f:i.:W~fü~Wt\~.~~W\~;\~\l\\~~:~l\~1\~;Í~~lit~~E~W:\\\\~~\
Si nuestra pretensión consiste, por ejemplo, en separar dialectalmente las
variantes de vocales medias de diferentes localidades, deberemos utilizar los
diacríticos pertinentes para transcribirlas y distinguirlas; en cambio, para un
primer contacto con la transcripción fonética, o para dar unas nociones gene-
rales acerca de los sonidos de alguna lengua, puede ser suficiente una
transcripción ancha que refleje las variedades más fácilmente distinguibles. A
modo de ejemplo presentamos una frase de Shakespeare traducida al español
y transcrita en transcripción ancha y estrecha. Este ejemplo está adaptado de
Fernández Planas y Carrera Sabaté (2001):
Hay que recordar que transcribir muy bien no es lo.mismo que conocer muy
bien la fonética. La transcripción fonética hay que verla como una herramienta
que conviene dominar, pero que no constituye un fin en sí misma. Evidente-
mente, saber mucha fonética redundará en una mayor capacidad para apreciar
distinciones fónicas que de otro modo podrían pasar desapercibidas; sin em-
bargo, la ciencia fonética va mucho más allá de la mera transcripción.
76
ACTIVIDAD 3.1: Escuche y repita los siguientes sonidos del AFI:
consonánticos (pulmonares y no pulmonares), vocálicos, y otros
símbolos. Los encontrará en la siguiente dirección electrónica :
http://www .sil .org/computing/speechtools/softdev2/ IPAhelp2/IPA
prvw2.htm
75
.~suPllAsEGMmf:t;.;t;$,,~· · ;..: ... _.. · :·.
1
l_'i..Nti.•;.,_~.;·•.D yl!\:
·.•.. ,..
··- 1&6."'-'f'!' PUT.. °C- :::: :~~·:: >:
·-~ f i:~~;~,~~~.">> '~-:-.-
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. -~1:~t~~;~~~r_.:_ ' .
- ~~: '. ·~ ·.
' " - .. ~ . . ..
· Wit'l~··· · ·
74
Se aprecia que algunas celdas están ocupadas por dos símbolos: el de la
derecha se refiere a la variedad sonora del punto y modo correspondiente, y el de
la izquierda a la variedad sorda del mismo punto y modo. También son visibles
algunas celdas en la tabla que aparecen en blanco, otras sombreadas y ambos
tipos tienen en común el estar vacías de símbolos. Las que aparecen en blanco
indican que no se han documentado sonidos en ninguna lengua del mundo que
cumplan los requisitos necesarios para el punto y el modo de articulación en
cuestión; en cambio, las sombreadas indican la imposibilidad de realizar soni-
dos con las características concretas de punto y modo especificado en ellas.
El segundo apartado, que puede verse en la figura 3.2, está dedicado a las
:; consonantes no pulmonares, divididas en clics, implosivas y eyectivas:
r..
t
· ~
p~' · ~ ·
t' - ~·~
_k..' V• Figura 3. 2. Consonan-
tes no pulmonares
s ,.;....,~
del AFI.
A su lado aparecen las vocales (se presentan en la figura 3.3) que incluyen
las vocales cardinales primarias, secundarias y las centrales. Las vocales se
clasifican siguiendo los parámetros de clasificación que hemos visto en el tema
anterior: abertura en el eje vertical (de más cerrada a más abierta en el sentido
de arriba abajo) y anterioridad en el eje horizontal (de más anterior a más pos-
terior de izquierda a derecha). Por otra vOwas .
·.·. : ff: :
parte, cuando aparecen dos símbolos ·Fron1 ·ccnltal.
73
.···
A pesar de la utilidad innegable de los alfabetos fonéticos de transcripción,
hasta el punto de erigirse en imprescindibles para cualquier fonetista, es cierto
que no están exentos de limitaciones: por ejemplo, la dificultad de transcribir
una lengua desconocida o de reflejar con fidelidad el habla patológica. Uno de
los problemas más recientes a los que se ha enfrentado la transcripción fonéti-
ca está relacionado con la necesidad de casar los símbolos fonéticos con las
nuevas tecnologías, concretamente con la informática. Pero se trata de un pro-
blema ya resuelto, puesto que existen programas y fuentes específicas, algu-
nas de las cuales pueden encontrarse en internet.
72
peístas, el de los romanistas europeos, el de la Revista de Filología Española,
el de la Asociación de Fonética Internacional... Los dos últimos son los más
utilizados en español.
El primero, llamado sistema RFE, ha sido muy utilizado en la tradición
·' hispánica desde su aparición , a propuesta de Navarro Tomás, en 1915. en la
Revista de Filología Española (las siglas de la revista han pasado a denominar
el sistema de transcripción). Este alfabeto está inspirado en el alfabeto em-
- pleado por los romanistas europeos. Con él se han escrito obras que siguen
siendo de referencia en la fonética española, como el Manual de Pronunciación
·. Española de Tomás Navarro Tomás de 1918; sin embargo, adolece, precisa-
mente, de haber quedado circunscrito al ámbito hispánico exclusivamente.
El Alfabeto de Fonética Internacional, AFI (en inglés, IPA: lnternational
Phoneüc Alphabet), presenta como ventaja frente al anterior el hecho de consti-
tuir un sistema de alcance internacional, es decir, cualquier fonetista es capaz
de saber qué sonidos contiene un texto transcrito mediante este sistema, aun-
que corresponda a una lengua que no sea la suya. Conocer este sistema am-
pliamente aceptado en el mundo, por lo tanto, capacita al lector, por un lado,
para conocer los detalles del habla de una persona y, por otro, para compren-
der trabajos sobre fonética realizados sobre cualquier lengua.
El Alfabeto de Fonética Internacional (AFI) nació en 1888 en el seno de una
asociación de profesores de lengua de Francia fundada en 1886 por Paul Pas-
.. sy, aunque pronto la asociación pasó a integrar a fonetistas de otros países.
·; Desde 1897 la asociación se llama Association Phonétique lnternationale (o
~, lntemational Phonetic Association, en inglés) y actualmente tiene su sede en
'..::·Londres. A partir de la primera formulación del AFI en 1888, el sistema de
;t'·transcripción ha sufrido modificaciones y ampliaciones en diversas ocasiones:
~- 1951, 1979, 1989 y 1993. La versión actual es la de 1993, aunque fue corregi-
.:t ;da en 1996 porque, por error, había aparecido un símbolo al revés. Las distin-
.: las formulaciones aparecen publicadas en la revista que edita la propia asocia-
;ioon y que desde 1971 se llama The Journal of the lnternational Phonetic
~jlssociation. Hasta entonces se había llamado Le Maitre Phonétique y se publi-
~'caba en transcripción fonética .
Los principios generales que rigen el Alfabeto Fonético Internacional
desde su primera versión son los siguientes (IPA, 1999: 27):
71
lengua, etc. Pues bien, estos sistemas existen. El más utilizado internacional-
mente es el sistema de la Asociación de Fonética Internacional (AFI).
En este tema se tratará la necesidad de disponer de un sistema adecuado
de transcripción fonética y daremos a conocer la estructura y organización de
los símbolos del AFI.
C. pulmonares
Sistemas AFI (1888) C. no pulmonares
Organización Vocales
Otros símbolos
Diacríticos
ALFABETOS Aspectos suprasegmentales
FONÉTICOS
Dispone de un cuadro AFI exten-
Sistemas de dido para aplicaciones logopédicas
transcripción
de sonidos
Otros
70
3 LA TRANSCRIPCIÓN FONÉTICA O EL
REFLEJO ESCRITO DE LAS
CARACTERÍSTICAS DE LOS SONIDOS
INTRODUCCIÓN
c) Unitaria.
d) Aislada.
27. El principal problema de las técnicas que usan Rayos X para el estudio de la articu-
lación fonética es:
a) La dificultad de ir a un hospital para obtener datos.
b) La dificultad para visualizar las cavidades infraglóticas
c) La radiación que emiten.
d) No presentan problemas.
l.~.
t
t
·
.
67
20. El gráfico E corresponde a:
a) [J1].
b) [l].
c) [n).
d) (s].
21 . Las consonantes que durante su producción bloquean la salida del aire hacia el
exterior son llamadas:
a) Oclusivas.
b) Fricativas.
c) Bloqueantes.
d) lngresivas.
22. Las consonantes durante cuya articulación se producen, gracias al efecto Bernoulli,
dos o tres breves bloqueos a la salida del aire hacia el exterior son llamadas:
a) Oclusivas.
b) Vibrantes múltiples.
c) Vibrantes simples.
d) Fricativas.
23. El aparato que mide el aire inspirado y espirado y analiza la presión de la cavidad
nasal es un:
a) Pneumatógrafo.
b) Manómetro.
c) Nasómetro.
d) Presiómetro.
66
~
- - - - -
- : 1 -_- _: - _--_ :-- ••
. . . . - - . .
·~· · . · ·~ ·.······
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.. o~ : . ... ....- .oo
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---·--- ·-·- - -·
D E
65
·•
12. Las consonantes para cuya articulación la lengua se sitúa perpendicular al paladar
duro son:
a) Palatales.
b) Velares.
e) Retroflejas.
d) lntroflejas.
13. Las consonantes para cuya articulación los órganos se disponen suficientemente
próximos como para que el aire a su paso produzca fricción son llamadas:
a) Aproximantes.
b) Fricativas.
c) Oclusivas.
d) Laterales.
15. La técnica experimental que registra los contactos de la lengua con el paladar en
una secuencia dinámica de habla se denomina:
a) Magnetometría.
b) Palatografía estática.
c) Electropalatograffa.
d) Palatometrística.
64
• e) Cavidades infraglóticas, glótica y supraglóticas .
''( d) Cavidades glótica, laríngea y faríngeas.
('
~
~ 2. La fonación tiene lugar en:
tf
a) La cavidad infraglótica.
b) La cavidad glótica.
c) Cualquier cavidad.
d) a y b son ciertas.
3. Los sonidos ingresivos son aquéllos que para su formación aprovechan el aire:
a) Espirado.
b) Inspirado.
c) Se realizan sin aire.
d) Egresivo.
CUESTIONARIO
62
t
grafo) puede subsanar esta última deficiencia. El uso simultáneo de informa-
ción acústica puede paliar las limitaciones anteriores. La magnetometría y la
electropalatografía pueden ser técnicas complementarias.
1 am11ira~xiil'~
f~f~íl~~~l~'-~
.T~~~t~~f:t-lm
...no ·fl üe_t~~:a?Ia ·.iengua· ii:~lf' ·e:t::naláUP.r: ·· ·· .......:::···· ·· · ··• · ··· -·:··· ....... ····
~;:E::;:!~:: ;-·;.:::::~;:;~;:;~:·:. :.:..:. ... ;:::::: é~~ ;!:::: E::~::;;· :~ ~:;~;:.;::;:~;;;~:::;~:~::~~~ ;: ;:;!:~:::~:..:::::
Por último. conviene destacar un tipo de gráfico muy utilizado en fonética arti-
culatoria por su claridad y su valor didáctico: el esquema articulatorio que suele
basarse en información radiológica. Veamos algunos ejemplos en la figura 2.22:
1. El punto de articulación.
2. El modo de articulación.
3. La posición del velo del paladar.
4. La posición de los labios (por si estuvieran redondeados).
.•.i 61
poder pasar- y de una fricativa alveolar -se produce en los alveolos, pero el
aire no queda retenido sino que se escapa por un pequeño espacio, tan pe-
queño que el aire a su paso produce fricción. Concretamente estos gráficos son
el resultado de la media entre va-
rias repeticiones de un mismo
informante. El distinto sombreado
de las casillas indica un diferente
grado de activación de los elec-
trodos.
Hemos dicho que permite no sólo ver cómo son los contactos o la constric-
ción, sino también cómo evoluciona en el tiempo en el paso de una articulación
a otra. Es su gran logro respecto a la paJatografía estática y ésta es la causa de
que sea un instrumento fundamental en el estudio de la coarticulación.
La figura 2.21 corresponde a la palabra "antena". Presenta un electropala-
tograma cada diez ms, en los que observamos un claro ejemplo de efecto coar-
ticulatorio si comparamos las dos nasales de la palabra que aparecen destaca-
das entre corchetes: mientras la segunda aparece entre vocales y se muestra
típicamente alveolar (porque
las filas 2-3-4 que contie-
nen la oclusión correspon-
den a la zona que cubre los
alveolos) , la primera mues-
tra además un amplio con-
tacto en la fila 1 que co-
rresponde a la zona dental,
por influencia de la oclusiva
dentoalveolar siguiente.
60
En la figura 2.18 se observa, de izquierda a derecha, la colocación del pa-
ladar artificial en la boca del informante, la disposición de los electrodos esque-
máticamente en un molde de paladar artificial y el paladar artificial aislado. Los
datos se obtienen mediante el paladar artificial que el informante lleva en la boca
y que contiene una serie de electrodos dispuestos según unos esquemas ana-
tómicos predeterminados, que se activan cuando la lengua contacta con ellos.
."
~
,.~
~
~ Figura 2. 18. Colocación del paladar en la boca, molde del paladar arlificial y paladar
~
~
~
artificial. Los gráficos de la derecha están adaptados de Fernández Planas (2000b).
•~
~
~
En la figura 2.19
•ll .-ri ·•·· . a : :.:it _: •.· :• . -·. . .
, .• :; •·H J: . -_ .
:... :. :::
J.
3·· • ZONA
Di:NTAL -
se observa una
clasificación de
. · - : . . SubZona ·:
1
ª' 1\~~~R
los electrodos del
paladar artificial.
~ -" . ... -~ .' : •_ _ •_.·_.· _'_• 1 • , ,• ~:' a :· ~-:_•.•tji;w!IÍ!tal,•_· ¡ PALATAL cadón de los elec-
trodos en el pala-
1
l
111 .
.:·:-·: ~
• •. • - -• . 41 . •
ci ·· ~- - e.e -~ -~ ::'G,
• - • •
Q .. :tj .
J . _postpale~I
.- Subzoria j > .·
·. i • • :
F--.Fiiá >
dar artificial. Adap-
tada de Fernández
l MifAo-imu~j;¡~ ·.. MfT.AO c:iEFl¿CHA .: C : cokJ'l'ine- Planas (2000b).
lt - Los paladares artificiales pueden ser del tipo llamado "universal", es decir,
i capaz de ser usado por diversos hablantes o "personal'', esto es, confecciona-
do a medida por un dentista para cada informante. Evidentemente, el segundo
tipo es el más aconsejable, puesto que consigue un mejor ajuste en el paladar
~
-,
y los datos que proporciona son más fiables.
Los electropalatogramas de la figura 2.20, presentados en la página si-
.
;
guiente, constituyen ejemplos, de derecha a izquierda, de una articulación
~
oclusiva dentoalveolar -se produce en las filas dentoalveolares y se activan
todos los electrodos transversalmente, por lo que el aire queda retenido al no
59
En la figura 2.16 (adaptada del catálogo 2003 de Cars-
tens Medizinelektronik) se observa el casco del apara-
to con las bobinas transmisoras y el soporte exterior.
Por su parte, en la figura 2.17 se observa uno de los gráficos que proporcio-
na. Se trata de una representación del movimiento de los sensores situados en el
ápice de la lengua (AL), en
la lámina (LL) y en el dor-
1
- h> :¡ -! ¡
.; -__ -- J___- so {DL) durante la reali-
_;
: zación de tres secuencias:
w l- !
:.- "ini" (trazo discontinuo),
-®~ '
; "ana" (trazo continuo) y
"unu" (trazo grueso). El
perfil superior representa
la curva del paladar.
58
introducción de un delgado tubo por la cavidad oral del informante que al final
dispone de una luz estroboscópica o una pequeñísima cámara de vídeo que
permite grabar la vibración de las cuerdas vocales. También se pueden obser-
var mediante fiberoscopia y videoendoscopia.
La electromiografía (EMG) se ha utilizado para estudiar diferentes grupos
de músculos implicados en el habla, aunque presenta problemas para et estu-
dio de la lengua dada su peculiar anatomía de músculos intrínsecos y extrínse-
cos cuyas acciones y funciones son diferentes. Para empezar, la mera coloca-
ción de los electrodos ya puede constituir una fuente de discusión.
Ha habido muchas tentativas para estudiar la producción del habla, sobre
todo en las cavidades supraglóticas y especialmente en la cavidad bucal don-
de, dadas sus características, es capital la importancia de la acción lingual. Lo
deseable es que sea cual sea la técnica empleada sea lo menos invasiva posi-
ble e interfiera lo mínimo en la articulación natural del informante. Las técnicas
que permiten analizar la cavidad bucal se clasifican en dos grupos: las que
analizan por la imagen y las que lo hacen a través de electrodos u otros ele-
mentos situados en puntos estratégicos del órgano que se desea analizar.
i'• I•lliilii·i
1
57
nema (núcleo o final de las frases desde la última tónica) puesto que, al mar-
gen de la modalidad de la oración, puede aumentar considerablemente respec-
to a las que forman el pretonema (cuerpo de la frase, antes del tonema).
56
' ACTIVIDAD 2.15: Con los dedos sobre la nuez, pronuncie una [a]
~~ sostenida y, a continuación, otra [a] una octava más alta, o con
un tono más agudo, Notará cómo se tensan las cuerdas vocales y
¡ cómo sube la laringe al hacerlo.
r.
En función de la utilización del tono o de los tonos, las lenguas se dividen
en tonales y entonativas. Las primeras, entre las cuales se encuentran el
chino, el igbo y el tailandés, utilizan los tonos para distinguir morfemas o pala-
bras. Por el contrario, las lenguas entonativas, entre ellas todas las lenguas
románicas, más que el tono utilizan la entonación, es decir, la sucesión de to-
nos que forma una curva melódica. En estas lenguas, los cambios tonales indi-
can un cambio de estado de ánimo o de intención del hablante, o bien de mo-
dalidad de la oración, pero no modifican el sentido léxico denotativo de las
palabras. Básicamente, en las lenguas románicas, la modalidad de la oracíón
se manifiesta en el final de la misma, en el tonema o núcleo, que puede ser
descendente, suspensivo o ascendente: esto es, desde el punto de vista articu-
latorio, restando tensión a las cuerdas vocales, manteniéndola igual o aumen-
tándola, respectivamente.
§!fü~~!'::~~n~u~:s~~riEHm1~;tí~~:r.'°oo :it~ii'"ü::;;~~~~¡ii~:~ ·
i~~¿ü~'''~;)~~~;t{íniJ~n~~~ti»ti~a~en!~í~·~~~ii!lN;~;léfi~áa~1~~º"ái!Y.ast1:
~¡~~Hm~§m~¡~~~m~~~f~~H~~~ ~~ff:*~~rn~mrn~¡~~i¡mm~~mmm~}m~;i
·i=·
?!"
4.3. La duración
~~
1~itiü~~í~M~f~~~tf:ª¡~~~H~1!:~i~i{f~~ij~~~~~í~~~~j~
¡¡~~5¡~~;~rnm~4~m~j~füill~~füm~mlli~iliililliill[fi~¡ffiill~~~rlimí
Algunas lenguas, como el latín clásico, distinguían entre vocales largas y
breves; también el inglés actua l tiene una "i" larga y una "i" breve. En el campo
de las consonantes , el italiano, por ejemplo, dispone de consonantes largas y
breves. A veces, nos puede parecer que se trata de una reduplicación del
sonido; sin embargo, se trata de una única articulación más prolongada en el
tiempo.
Como e lemento suprasegmental, la duración, además de ser mayor e n las
silabas tónicas, se hace especialmente evidente en las que constituyen el to-
55
De los tres elementos que introducen variación, solamente la tensión es controla-
ble conscientemente por el hablante. Podemos variar el tono, tensando más o me-
nos las cuerdas vocales, independientemente de la intensidad y de la duración.
54
acústico (que, como veremos, a veces culmina en la sílaba postónica), provo-
cada articulatoriamente por una mayor tensión de las cuerdas vocales.
~·:::la::~~a.::~:
;~~!f~f;m~m~#~i~~~~~~~m~ir .~4~ir~~~#[~?~~~;¡~~~1~~~.~~t&¡¡¡
:~?:~'.éfi!jf:ttá:$ Jted9::1H!:l?.l#~: :µ~, pl:emm:im~ª'':!1!IT:~íi'ht~::
El tono. La entonación
53
·-:.;_ . ....
~
4.1. El acento
52
durante la emisión de sílaba "su" los labios ya están redondeados durante la
producción de la "s" anticipando la forma que adoptarán necesariamente para
la producción la vocal alta posterior redondeada. Del mismo modo, las oclusi-
vas velares como [k] ante vocales anteriores como [i , e] se articulan en un pun-
to pospalatal más que propiamente velar: y ante vocales posteriores como [u] ,
en un punto más atrasado que durante la emisión de [k] + (a]. Por el contrario,
si la influencia va de un segmento dado al segmento siguiente hablamos de
coarticulación retardatoria.
·11a®i~~~m11~m1m 1rr~~illmmmm~t~~fl;m1~t~~mmñíl~imt1j
ACTIVIDAD 2.12: Pronuncie atentamente las sílabas [si] y [ su] y
fíjese bien en la posición de los labios durante la articulación de
las fricativas. Se puede ver fácilmente delante de un espejo.
51
~: ~
SEGÚN LA ACCIÓN DEL VELO DEL PALADAR
3. EL FENÓMENO DE LA COARTICULACIÓN
Cuando hablamos no articulamos los sonidos de forma aislada sino que los
producimos encadenados: es la llamada cadena fónica, una cadena continua.
Por otra parte, producimos diversos sonidos en unidades de tiempo muy pe-
queñas y ya se ha visto que la articulación de cada sonido implica diferentes
articuladores movidos por un número muy considerable de músculos. Por todo
ello, no es extraño pensar que los sonidos se influyen entre sí en el habla.
Cuando estamos articulando un sonido, antes de haberse desarrollado com-
pletamente los gestos que lo constituyen, los órganos ya van tomando posicio-
nes para realizar el siguiente, de forma que algunas de las características del
sonido siguiente se anticipan en el actual y viceversa. Todo ello indica que el
hablante, de algún modo, "planifica" o "programa" sus emisiones. Este fenóme-
no, según el cual los sonidos se "adaptan" articulatoriamente unos a otros en la
cadena fónica en la que aparecen, se conoce como coarticulación. Es funda-
mental en el proceso de producción y coproducción de los sonidos. También
puede ser visto como un recurso de economía de esfuerzos, puesto que la adap-
. tación comporta la eliminación (o suavización) de diferencias entre los segmentos
implicados. Se trata de un fenómeno universal que tiene lugar en todas las len-
guas, en todos los hablantes, en todos los contextos y en todos los actos de habla.
La coarticulación se produce de consonantes a vocales, de vocales a con-
sonantes y también entre vocales y entre consonantes. Básicamente tiene lu-
gar entre articulaciones adyacentes pero se han demostrado influencias de
algunos sonidos sobre otros no necesariamente tan próximos. Cuando la in-
fluencia se produce desde un segmento hacia el anterior hablamos de coarti-
culación anticipatoria: por ejemplo, cuando pronunciamos la sílaba "si" duran-
te la producción de la fricativa alveolar los labios están estirados; en cambio,
50
La vibrante simple, en cambio, se produce cuando el ápice forma una
única oclusión muy breve con los alveolos, [r]. Sucede que, a veces, la
oclusión es tan breve que no llega a ser una oclusión completa sino
que es más bien un acercamiento de los órganos de tipo aproximante.
Este tipo se conoce como vibrante aproximante, [J.]. El francés presenta
vibrantes uvulares en lugar de alveolares: [R, is].
,, 6. Las laterales son articulaciones que se producen cuando se escapa aire
por los lados de la lengua, por uno de ellos o por ambos. Indica el AFI
que pueden ser fricativas o aproximantes según el grado de constricción
que presenten los lados de la lengua. Son más habituales las aproxi-
mantes que las fricativas. Algunas de ellas son las siguientes: [l, Á, t ].
Hasta aquí, hemos visto los modos de articulación que pueden presentar
las consonantes de las lenguas humanas según las acciones que tienen lugar
en el tracto vocal. Pero vamos a recordar rápidamente tres tipos más que en
realidad no constituyen distintos modos (por eso aparecen entre paréntesis en
el esquema anterior); se trata de sonidos oclusivos cuya especificidad reside en
presentar dos cierres y en utilizar aire no expelido por los pulmones para su
producción (los hemos visto en apartados anteriores):
1. Si las cuerdas vocales no vibran sino que se mantiene abiertas para que
el aire salga libremente producimos sonidos sordos: por ejemplo, [p, t, f]
En el mismo punto de articulación y modo según el tracto vocal y según
la acción del velo podemos encontrar correlatos sonoros a los sonidos
sordos (salvo para la oclusiva glotal} si las cuerdas están vibrando du-
rante su producción; por ejemplo, [b, d, v].
49
aspiración se produce porque en la oclusiva que la presenta el tiempo
que media entre la relajación de la oclusión y la vibración es conside-
rable y durante ese tiempo el tracto vocal ya está abierto, así como
también las cuerdas vocales, puesto que mantienen la posición que te-
nían durante la oclusión sorda por lo que se escapa aire hacia el exterior.
Si la oclusiva es sorda el valor temporal del VOT es positivo porque
la vibración laríngea empíéza después de la relajación de la oclusiva
(aunque en algunos casos. como la [p] del español, sea tan pequeño
que casi se puede considerar que coinciden) . Si la oclusiva es sonora
su valor es negativo puesto que la vibración empieza durante la oclu-
sión, es decir, antes de la relajación de la oclusiva. En el capítulo nú-
mero cuatro dedicado a la fonética acústica tendremos oportunidad de
apreciar gráficamente cómo se refleja acústicamente el VOT.
2. En las articulaciones fricativas los órganos se encuentran muy cerca-
nos el uno del otro, tanto que el aire cuando pasa por el canal tan pe-
queño que ha dejado la constricción los roza y forma un ruido turbulen-
to muy característico auditivarnente. Algunas de las articulaciones
forman sus constricciones de forma plana: por ejemplo, la fricativa (6]
de la palabra "zapato"; otras, en cambio, lo hacen con la lengua acana-
lada o cóncava: por ejemplo [s. n.
3. Para producir articulaciones aproximantes los órganos se disponen
también próximos pero no en tan alto grado como para producir articu-
laciones fricativas. de tal forma que el aire a su paso no los roza y no
produce ruido turbulento. Se trata de sonidos como: m.
('.) , y. j, w] . Son
las consonantes más cercanas a las vocales.
Merece la pena destacar que los símbolos [13, O, j, y] en el cuadro
general del AFI (corno veremos en la unidad didáctica número tres)
aparecen corno fricativos; sin embargo en lenguas como el español, el
catalán o el gallego, cuando se articulan, no producen fricción con lo
que resultan ser aproximantes. Esto se indica mediante un diacrítico
debajo del signo: rn. (), y. j].
4. Las articulaciones africadas están constituidas por dos modos de articu-
lación sucesivos: el primero oclusivo y, el segundo, bien fricativo, bien
aproximante. El AFJ señala que las africadas y las dobles articulaciones
pueden ser transcritas con un arco superior que enlaza los símbolos.
Como ejemplos de africadas presentamos los siguientes: [tf.
d3, tS, j¡J.
5. Las articulaciones vibrantes son aquéllas en las que aparecen muy
pequeñas oclusiones. No todas las vibrantes son iguales: en uno de
sus tipos el ápice se pega y despega de la zona alveolar o postalveolar
dos o tres veces (salvo en emisiones caracterizadas por el énfasis, en
cuyo caso pueden ser algunas veces más) por el fenómeno conocido
como efecto de Bernoulli, con lo que se producen unas pequeñas oclu-
sivas. Este tipo constituye lo que se conoce como vibrante múltiple, [r].
48
7. Las articulaciones velares se producen cuando el mediodorso o el pos-
dorso lingual se acerca o contacta con el velo del paladar. Los siguien-
tes símbolos constituyen ejemplos de consonantes velares: [k, g, x].
8. Cuando el posdorso de la lengua se acerca o toca la úvula hablamos
de articulaciones uvulares: [q, G, N, R].
9. Si la raíz lingual se acerca a la pared faríngea se producen articulacio-
nes faríngeas. Se trata de [h, 1], típicas de lenguas semíticas (como el
árabe).
1O. Las articulaciones glotales tienen lugar en la glotis puesto que las
cuerdas vocales participan de la articulación, o bien uniéndose fuerte-
mente sin vibrar (a este tipo de sonido a veces se le denomina "golpe
de glotis"), o bien acercándose : [h, fi].
47
2.2.1. El punto de articulación
46
't
t 2.2. La producción consonántica
t
f·_
.·:_.,· La producción de sonidos consonánticos se caracteriza por atender a dos pa-
Bilabial
Labiodental
Dental / Interdental
PUNTO DE Alveolar
ARTICULACIÓN (Retroflejo)
(PA) Palatal
Velar Oclusivo
PARÁMETROS Uvular Fricativo
DEFINITORIOS Faríngeo Aproximante
.'.~ DE LOS SONIDOS Glotal Africado
~·· CONSONÁNTICOS Vibrante
SEGÚN EL TRACTO Lateral
VOCAL (Eyectivo)
(Inyectivo)
(Clic)
MODO DE
ARTICULACIÓN SEGÚN LAS Sordo
(MA) CUERDAS VOCALES Sonoro
45
Las posiciones originarias parten de cuatro puntos estratégicos, cardinales:
el que presenta la lengua más avanzada y alta en la producción de una vocal,
representado por [i]; el que tiene la lengua más atrasada y alta, [u]; el que colo-
ca la lengua en la posición más atrasada y baja, [a]; y el punto más avanzado y
bajo, [a]. Las vocales intermedias tanto anteriores como posteriores se sitúan
convencionalmente a distancias equidistantes tanto desde el punto de vista
articulatorio como desde el punto de vista perceptivo.
44
Figura 2. 12. Imágenes radio-
~· .. gráficas de las vocales [i},
:;7
~
~···
[a] y [u], respectivamente de
~: izquierda a derecha. Adap-
•r:·
~~~- tadas de Ladefoged (2001).
..,.
;f;;;,
~~
~~: 2. El avance o retroceso del cuerpo lingual clasifica las vocales en an-
~t:
teriores, centrales y posteriores.
~:
3. La acción de los labios distingue entre vocales redondeadas y no re-
dondeadas.
i1
vocales cardin'ales, primarias y secundarias, que representan desde un punt.o
de vista teórico la posición ideal para representar las principales vocales 8osi-
btes como resultado de la combinación de dichos parámetros. Estas vocales no
corresponden a ninguna lengua determinada, se trata de un sistema teórico
que constituye una refe-
¡;;
':·
I ': " { 8)
rencia para situar en él
las vocales de las len-
IIJ.
~·
o (7) "g
_, (6)
~'::'
scmi,-.:n ·..d.is ~
t.
!Wrni~tlkrm¡ ~
'
~ guas del mundo. Las
vocales cardinales (las
primarias arriba y las
secundarias abajo) apa-
~·. ·----'
):,~ . recen en las figuras 2.1 3
-_:~_:_ª_<~_~--~-b~i•'rrª__ ·~_--__,
--------··-·_,__. .-.._-__-_-__ . . . --] y 2.14.
·1l[t~1~~~~1•1~~~r~~1~11;~t;;11m~~11i1~~~!~
jl~ll~-J~~~f·~l~iliifl1~A~~~-~~:
2.1. La producción vocálica
Las vocales dejan el tracto vocal relativamente libre para el paso del aire y
siempre más abierto que durante la producción de las semiconsonantes {que
se encuentran en cierto modo a medio camino entre las consonantes y las vo-
cales); sin embargo, no todas las vocales presentan la misma configuración
porque, si así fuera, no podríamos distinguir diferentes timbres en ellas.
42
anterior del predorso en la bibliografía que sigue la tradición hispánica). Según
la región lingual implicada en el contacto o la aproximación distinguimos entre
•. sonidos apicales (producidos con el ápice), predorsales (producidos con el
predorso), etc. El movimiento de la lengua hace que pueda acercarse a los
dientes o que llegue a tocarlos , lo mismo que a los alveolos, al paladar duro, al
paladar blando (o velo del paladar), a la úvula y a la pared faríngea. En función
de la zona que sufra el contacto o la constricción hablamos de sonidos denta-
les, alveolares, palatales . .. En realidad, para ser más precisos deberíamos
designar a los sonidos según los articuladores activo y pasivo implicados en su
articulación: por ejemplo, los sonidos apicoalveolares son aquéllos para cuya
producción el ápice de la lengua toca o se acerca a los alveolos.
En el paladar duro, ya que se trata de una superficie muy amplia y muy
importante por la cantidad de sonidos que permite producir, distinguimos tam-
bién tres subzonas: prepalatal, medlopalatal y pospalatal, en sentido ántero-
posterior. El paladar duro acaba cuando empieza el paladar blando o velo del
paladar que es móvil y, como su nombre indica, blando.
Se da por sentado que la región lingual envuelta en el contacto o la aproxi-
mación con los dientes, los alveolos y las zonas palatinas es la que queda di-
·. rectamente debajo de ellos (salvo en un tipo de articulaciones, las retroflejas,
;. · que veremos más adelante). Consideremos la relación ente regiones linguales
.'. y zonas dental, alveolar y palatinas en la figura 2 .11 . Frente a los alveolos que-
. · dan el ápice y el predorso (y/o la
lámina) de la lengua. Frente al
paladar duro y al blando quedan
la parte central y la posterior del
dorso de la lengua, respectiva-
mente, y frente a la pared farín-
gea, la raíz de la lengua.
0 1. · l .a~t.o·
'cJJn:o ·.· _
• : l
·po$dorao/~
•. · .· · · .. · Figura 2. 11. Regiones linguales y
.....···
·-
·-_:._
~~
~
: •
, ·-:_···.··:··
. . . . . ··
zonas palatinas. Adaptada de Fer-
nández Planas (2000b).
41
Para que el hablante pueda controlar voluntariamente el movimiento de los
articuladores algunos de ellos necesariamente deben ser móviles. Ciertamente
lo son la mandíbula inferior, los labios, el velo del paladar, l;;i úvula y sobre todo
la lengua. Por el contrario, otros no lo son y soportan el contacto o la aproxima-
ción que realizan los órganos móviles. Se trata de los dientes, los alveolos, el
paladar duro y la faringe. A los primeros los llamamos articuladores activos; a
los segundos, articuladores pasivos.
~!~li!ciü~sdR~~¡:~cyjyQs~-~AgU~11~1~il~m?1~~1i~\~~~ª¡~m1~~1~11
;: miento ~i:lestíiiaoa::a ; co~illf:~f~c~ªw.~~~E~~~= :rnt:rnmr!Hé!~E~t~~HE:;
i~ ~1~fü~~fmi~Rhi~R:.~~~f!Pm~~R~rn jj: :n:;~;En E~: ~m w:n::;:u+t:fü::i :j :-n~rn
La movilidad que poseen los labios les permite mostrarse estirados, redon-
deados o abocinados hacia fuera, con lo que formarán una cavidad accesoria:
la cavidad labial. Su posibilidad de movimiento es muy importante puesto que
se utiliza lingüísticamente en la formación de algunos sonidos, sobre todo en
las vocales y en las consonantes bilabiales.
A pesar de que la lengua no es el único articulador activo en las cavidades
supraglóticas, sin duda es el más relevante, puesto que con sus enormes posi-
bilidades de movimiento - se eleva, desciende, va hacia delante y hacia atrás,
hacia un lado y hacia otro-, gracias a los numerosos músculos de los que
consta, interviene de manera crucial en ta formación de todas las vocales y de
la mayoría de consonantes. La enorme versatilidad de la lengua, el órgano más
móvil y también el más flexible, hace que, en realidad, comprenda dive rsos
articuladores: el ápice o punta, el dorso -que incluye predorso, mediodorso y
posdorso- y la raíz lingual, según la tradición hispánica {en la tradición anglo-
sajona se destaca además la lámina, una pequeña parte -de unos 15 mm de
longitud- que se sitúa entre el ápice y e l predorso y que equ ivale a la parte
40
pGil;Íd8r
!adores supraglóticos. La figura 2.9
d~f(> ' muestra las grandes zonas del tracto
vocal, los órganos supraglóticos y la
laringe; el detalle aparece en la figura
2.10.
39
-
Oclusivo glotal Las cuerdas están cerradas y se separan brus-
camente para que se escape el aire.
.· . _-_.
.
"•" ' t. , , ,
.. . .. . . .
. -- ..
~
·~·
Susurrado Las cuerdas vocales están ·ligeramente se-
paradas y no llegan a vibrar.
Cuando el aire sale de la glotis y avanza hacia el exterior, alcanza las cavida-
des supraglótícas. En ellas, la corriente de aire que ha llegado desde la laringe se
modulará, dando lugar a diferentes sonidos con valor lingüistico. Esta modulación
la realiza el hablante voluntariamente al poner de determinada forma los articu-
38
laringe y otra en la cavidad oral) y, mientras tanto, se hace descender la larin-
ge, con lo que la presión del aire atrapado disminuye, de forma que al relajarse
las oclusiones, el aire del exterior penetra con rapidez hacia el interior. Los
sonidos implosivos o inyectivos son habitualmente sonoros y se encuentran en
lenguas como el igbo, el shindi o el lendu habladas, respectivamente, en Nige-
ria, India y Zaire (Ladefoged y Maddieson, 1996).
Los sonidos laringalizados egresivos (o sonidos eyectivos) realizan como
los anteriores dos oclusiones, una en la laringe y otra en la cavidad oral , pero
mientras que en los sonidos ingresivos la laringe descendía simultáneamente,
en el caso de los eyectivos la laringe asciende y, por lo tanto, el aire que ha
quedado entre las dos oclusiones se comprime, de forma que, al relajarse am-
bas oclusiones, sale al exterior con fuerza. Estos sonidos, normalmente sordos,
los encontramos en lenguas como el haida o el uduk, habladas respectivamen-
te en Canadá y Sudán (Ladefoged y Maddieson, 1996).
. .(j.ÜAÜOAD o.EVot:: tlp.os cie so ni.dos.res oltan tes d.e Ja posiclóii .de .
. ·las . cú~rtlasvocales y dé su·grado pe a:bertura, en el proceso dé fo·· ,.
, i:iacióh.. · ·· - ·· ·· - · ·· · _. ,
• " . -
' ."
Figura 2. 7. Esquema de un ciclo glotal completo.
Adaptada de Le Huche y Al/ali (1993).
presión negativa que produce el mismo aire al pasar hace que la presión dismi-
nuya y, dada su gran elasticidad, las cuerdas vuelvan a cerrarse (es el llamado
efecto Bernoulli}; y así sucesivamente. Esta sucesión de aberturas y cierres
origina la vibración glotal.
1.2.3. Cualidad de voz. Tipología de los sonidos a que da lugar el estado de la glotis
Hemos visto ya que la mayoría de sonidos en las lenguas del mundo son
pulmonares, es decir, que para su producción aprovechan la corriente de aire
espirado de los pulmones. Pero existen también algunos sonidos cuya fuente
de energía se produce en la glotis. Se trata de los sonidos laringalizados o
glotalizados. Estos sonidos son de dos tipos en función de si la dirección del
aire sigue una trayectoria hacia el interior o hacia el exterior -recordemos que
en el primer caso se trata de sonidos ingresivos y, en el segundo, egresivos-.
36
Entre las verdaderas y las falsas cuerdas vocales se encuentra el ventrículo
, de Morgagni.
;, Por último, la.laringe acaba en la epiglotis que es un cartílago móvil que se
pone plano para cerrar la entrada en la laringe de los alimentos durante la de-
glución y permitir que la comida pase directamente al esófago, que está por
detrás de la laringe.
1.2.2. La fonación
Las cuerdas vocales, por lo tanto, son las responsables de convertir la ener-
gía aerodinámica en sonido utilizable con fines lingüísticos. Pero ¿cómo lo hacen?
Lo consiguen a través de dos métodos: manteniéndose separadas, por lo tanto con
• la glotis bien abierta, para dejar que el aire pase y llegue a las cavidades supra-
. glóticas donde podrá acabar siendo un sonido oclusivo o fricativo sordo (más
. adelante hablaremos de ellos); o bien vibrando, es decir uniéndose y alejándo-
~; se regularmente de forma ondulatoria dando como resultado un sonido sonoro.
·· En función de si las cuerdas vocales vibran o no, los sonidos pueden ser
; sordos o sonoros. Los últimos constituyen el resultado de la vibración de las
-~- • cuerdas; los primeros, en cambio, resultan de la falta de vibración.
hace que las cuerdas se abran para dejar pasar la bola de aire; a continuación, la
35
En la laringe encontramos más elementos, además de las cuerdas vocales.
La laringe configura una cavidad que se une a la tráquea y que contiene cuatro
cartílagos: el cricoides, el tiroides (que sujeta los extremos anteriores de las
cuerdas vocales y se conoce popularmente con el nombre de "nuez" o "bocado
de Adán") y dos cartílagos aritenoides (que sujetan ·1os extremos posteriores
de las cuerdas vocales) . Podemos observar su posición en la figura 2.5. El
tiroides es el responsable de la tensión que experimentan las cuerdas vocales
puesto que se adelanta tirando de ellas. Los aritenoides, en cambio, posibilitan
que la glotis se ensanche más o menos ya que las mueven hacia los lados. En
función de sus movimientos la glotis
puede aparecer completamente cerra~
da, muy abierta o en diversas posicio-
nes intermedias. La figura 2.6 ilustra de
forma esquemática la posición de la
glotis.
Además de los pliegues vocales, la laringe posee entre otros unos múscu-
los llamados bandas ventriculares o falsas cuerdas vocales que se encuen-
tran por encima de los anteriores y que no tienen ninguna función lingüística.
34
1.2. Segunda fase en la producción de los sonidos: la cavidad gló-
tica y la fonación
Las cuerdas vocales son muy importantes puesto que dan lugar al proceso
de fonación, esto es, la conversión del aire que llega de los pulmones en onda
,~ sonora capaz de llegar a ser un sonido lingüístico apto para la comunicación.
~· Realmente, cada cuerda vocal consta de un cordón de tejido conjuntivo, que
queda al lado del músculo articulador y que está recubierto, como toda la larin-
ge, de una membrana mucosa.
33
Indica Bustos (1995) que la llamada frecuencia respiratoria es el número
de veces que respiramos en un minuto, y que es inversamente proporcional al
tamaño corporal; así, el recién nacido respira hasta 60 veces por minuto; a los
3 años, su frecuencia respiratoria está alrededor de las 25-30 respiraciones y a
medida que aumenta en talla este parámetro decrece hasta la edad adulta.
También señala que existe relación entre el sexo y la frecuencia respiratoria;
así, una mujer adulta suele tener un ritmo de 18-20 inspiraciones y espiracio-
nes por minuto, mientras que en un hombre suele ser de 16-18, ritmo que se
altera ante un esfuerzo físico intenso o ante estados emocionales placenteros o
dolorosos como la ira, el temor, la alegría, la excitación, etc.
En nuestra lengua, como en la mayoría de las lenguas del mundo, solemos
utilizar lingüísticamente los sonidos espirados o agresivos en los cuales el
aire procede de los pulmones; sin embargo, puntualmente utilizamos sonidos
aislados Inspirados o ingresivos. Podemos averiguar cuándo en la actividad 4.
ACTIVIDAD 2.4: Pronuncie una " o" espirada y una " o" inspirada .
l Cree que significan lo mismo? lQué matiz aporta la segunda?
Haga lo mismo con una " m" y una " f " Inspiradas y también con
una " m" y una "f" espiradas.
Vemos, por lo tanto, que el ser humano es capaz de producir sonidos apro-
vechando el aire desde diferentes direcciones: hacia el exterior, se trata de los
sonidos espirados o egresivos; y desde el exterior, es el caso de los sonidos
inspirados o ingresivos. Los primeros son más habituales.
32
mos hacia fuera el abdomen. Es la denominada respiración costal, que puede
ser superior o media.
En función de las diferentes zonas donde se concentra el aire que inspira-
rnos distinguirnos diferentes tipos respiratorios (Bustos, 1995): el costal supe-
rior, el medio o intercostal y el inferior o diafragmático-abdominal. En la
respiración costal superior el aire inspirado se concentra en la parte alta de la
caja torácica y es insuficiente para obtener buenos resultados respiratorios y
fonatorios. Este tipo implica la inactividad del diafragma y una tensión no de-
seable en la musculatura del cuello con lo que se influye negativamente sobre
la movilidad de los músculos y cartílagos laríngeos. En la respiración intercostal
~· ·
se utiliza la región media de los pulmones en la inspiración con lo que el dia-
fragma tampoco se utiliza correctamente. En la respiración diafragmático-
abdominal o inferior, el aire se concentra en la parte inferior de los pulmones y
'· el diafragma participa activamente con movimientos regulares de ascenso y
descenso. Es el tipo respiratorio correcto para alcanzar una buena ventilación
pulmonar y el adecuado impulso para la función vocal.
Sea cual sea el tipo respiratorio que utilicemos, es importante destacar que
el lenguaje emplea normalmente la espiración para producir sonidos. Mientras
que1m la respiración norma~la espiración suele consumir aproximadamente el
doble de tiempo que la inspiración, durante un acto de habla o de canto la fase
de espiración aumenta considerablemente, requiere más tiempo ; sin embargo,
queda claro que este hecho no incomoda al hablante. La articulación es muy rá-
pida: se considera que en un acto de habla normal emitimos entre 200 y 210 síla-
bas por minuto; si calculamos que cada sílaba tiene 2 sonidos de media llega-
mos a la conclusión de que podemos producir unos 6 o 7 sonidos por segundo.
31
1.1. Primera fase en la producción del sonido: las cavidades infra-
glóticas y la respiración
30
que el aire salga hacia el exterior; finalmente, las cavidades supraglóticas se
ocupan, por un lado, de modificar la onda laríngea para articular diferentes
-· sonidos y , por otro, de
amplificar los sonidos re-
sultantes .
.CAVIO.ADi:s
_. . .• •··1Nf=RAGLÓ,TICA$
'• .... .
Se suele llamar tracto vocal a las dos cavidades superiores del aparato
fonador, la cavidad glótica y el conjunto que forman las supraglóticas. Los ele-
mentos u órganos del tracto vocal son llamados articuladores y cumplen una
función en el mecanismo de producción de los sonidos del habla.
La producción del sonido sigue, por lo tanto, tres fases que se relacionan
claramente con las tres partes del aparato fonador.
29
...,......
28
2 LA FONÉTICA ARTICULATORIA.
LA PRODUCCIÓN DEL SONIDO
•.:;
·,'. INTRODUCCIÓN
10. La fonética que trata de la corrección de la dicción en personajes que tienen una
dimensión profesional pública es la llamada:
a) Fonética teórica.
b) Fonética descriptiva.
c) Fonética universal.
d) Fonética aplicada.
11. Entre los campos de la lingüística, la fonética se relaciona especialmente con la:
a) Fonología.
b) Morfología.
c) Sintaxis.
d) Dialectología.
25
2. En el llamado metafóricamente lenguaje de las flores, ¿quién es el receptor?:
a) La flor.
b) Tú que la estás oliendo.
c) El aire.
d) El tiesto en el que está la flor.
24
,-.
·, elemento especialmente evidente en los sonogramas. En cambio, fonológica-
mente nos resulta crucial distinguir entre "s" y "p", "m", "t'', o "I", por ejemplo,
(/kasa/ y /kapa/, /kama/, /kata/, /kala/ ... ), porque el cambio de esas unidades
mediante la técnica de la conmutación en un par mínimo implica diferenciar
signos lingüísticos distintos; pero el hecho de pronunciar la fricativa alveolar "s"
de una forma u otra no cumple una función en el sistema, no nos permite dis-
tinguir elementos diferenciales. La distinción entre "s sorda" y "s sonora" en
español es fonética pero no es pertinente, no es fonológica. Por supuesto, cada
lengua tiene su propio sistema fonológico y un conjunto de reglas que actúan
sobre él y que determinan su combinación.
Como puede verse, los objetivos de cada disciplina son distintos: la fonéti-
ca se preocupa de estudiar las propiedades de los sonidos desde el punto de
vista de su producción, su transmisión y su percepción, además de las teorías
que buscan explicar los mecanismos y razonamientos de cada una de las dife-
rentes subdisciplinas; la fonología, en cambio, pretende explicitar el conoci-
miento implícito del hablante acerca del sistema fonológico de su propia lengua.
Formalmente, empezamos a ver que las unidades de la fonética, los soni-
dos, se escriben entre corchetes: [ ]. En carnbío, las unidades de la fonología,
los fonemas, entre barras oblicuas / /.
ALCINA FRANCH, J. y BLECUA, J.M. (1975): Gramática española, Barcelona, Ariel, 1994.
JAKOBSON, R. (1958): Ensayos de lingüística general, Barcelona, Seix Barral, 1975.
LLISTERRI, J. (1991 ): Introducción a la fonética: el método experimental, Barcelona, Anth-
ropos.
MARTINEZ CELDRÁN, E. (1984): Fonética, Barcelona Teide, 1989.
MARTfNEZ CELDRÁN, E. (1991) : Fonética experimental: teoría y práctica, Madrid, Síntesis.
CUESTIONARIO
23
4. LA FONÉTICA, UNA DISCIPLINA LINGÜÍSTICA QUE SE RELA-
CIONA CON LA FONOLOGÍA. SUS OBJETIVOS
22
Según sea el alcance del estudio, la fonética puede quedarse en una mera
descripción de los sonidos tratados, fonética descriptiva, o intentar dar expli-
caciones acerca de los fenómenos y procesos que implican al habla humana,
fonética científica.
i~~~ITTji~~~~~~~~~~~~~H~~¡~~~~~~~!H~~~t~~~g~~¡~~¡¡¡:
.::EQ~1Fae&til!~imf~i:l:f#.=~~;~~;:ffi:=f:~¿~~mrn~;=-
1~cfi~~~n1iiH~üEn~~~:ex=:¡~Ef6~fümii~rfüfi~nr::!=.::·:;;=.~<iJH
0~=::::g;,~.,-,..,;o;;;,.=,··--:~!.!!=-:!,~:F:miH1·":..:¡;;o¡.,;¿;,_~ :::;:•:;·:··g~?~~=:====·-::~
~~M~ffi::~ ·?.~:~~~!~?:~:::::~~:!:::'.::·~;~~~!!!?:"~::::::::~:lfüEl~füfüfüfüfü§fü
Por otra parte, la fonética experimental (siempre instrumental} pretende
trabajar en esta disciplina aplicando el método científico-experimental. Es decir,
basa sus observaciones y conclusiones en los datos empíricos obtenidos a
través de un análisis minucioso y riguroso realizado mediante aparatos o pro-
gramas específicos, datos que deben ser analizados a la luz de las pruebas
estadísticas aplicadas sobre ellos. El papel del oído en la fonética experimental
debe ser necesariamente secundario, ya que puede llevar a equívoco, aunque
no hay que prescindir de él por completo. Como indican Martínez Celdrán
(1991) y Llisterri (1991), es importante precisar que el uso de utillaje informático
por sí mismo no es garantía de trabajo experimental bien hecho; conviene co-
nocer bien los conceptos fonéticos que se van a utilizar, tener un buen dominio
del hardware y del software empleado, plantear correctamente la metodología de
trabajo y formular una hipótesis seria para seguir escrupulosamente el método
experimental común a todos los ámbitos de estudio. La fonética instrumental no
siempre es experimental: en otras palabras, no hay que olvidar que los instru-
mentos no constituyen un fin en sí mismos sino que sirven en tanto que herra-
mientas para comprobar intuiciones formuladas en forma de hipótesis.
~fooÑ~~~~f~!lí~i~~k!fiu:~~:qq~~~§~ilai~1¡~~~t=J~~~1i
-1~r~~¡m~~~~~~~~11~1i;1;mi~;~füBrnfü~Hmilllt1i
En suma, las distintas designaciones se fundamentan en abordar el hecho
fónico desde distintos puntos de vista.
21
el área de estud io a una lengua determinada; por eso hablamos de fonética es:-
pañola, catalana, gallega, inglesa, francesa, rusa, italiana, polaca, alemana, etc.
La fonética general nos ocupará los capítulos dos, tres, cuatro y cinco de
este manual. La concreción en lenguas particulares (castellano, catalán, galle-
go y euskara) , la encontraremos en el capítulo seis.
ttrff~~w~~11~;~~~=1~=~~,~~mm~mm·~~~1t1
~t•~1~r.~11~t~~~1~~~~it1mt~~t~f:~~~t~~
Teniendo en cuenta el factor tiempo, podemos estudiar cómo cambian los
sonidos a lo largo de la historia de una lengua, fonética diacrónica, o descri-
birlos en un estadio puntual (más o menos largo), objetivo de la fonética sin-
crónica. Efectivamente, la fonética diacrónica estudia los cambios que se pro-
ducen entre diferentes estadios sincrónicos, entre diversas descripciones cada
una de las cuales forma parte de la llamada fonética sincrónica.
1~Ei3iiJemfürnst~~~~~€ili;!;s~H~8~·~·'.; am;~gfüªr~1~~¡~~e~~~~¡~fi~ti~l~.
~;i~~~~~~~ti~~Hmrtm~~1~E~1~¡~¡rnfüj~~~¡~~!~~~!~~~~¡~~¡I¡¡mn~~H~m~·~i;~;~t~~~~¡¡~
:1i~•~1•ª~~~~~mf:~~~~]lffiim~~mmmm~~1~¡l
20
transmisión
del mensaje
codificación codificado en
o emisión un contexto
a través de
un canal
Figura 1.3. Ramas de Ja fonética a partir de su relación con las etapas del acto de habla.
ii1•;:::~1rtflíiíl
iEIC~líiB~E1'1~'¡
&Eil?IElíl
3. DIFERENTES CARACTERIZACIONES DE LA FONÉTICA
19
2. SITUACIÓN DE LA FONÉTICA EN EL ACTO DE HABLA. SUB·
DISCIPLINAS
transmisión
del mensaje
descodiflcación
codificación codificado en
o recepción e
o emisión un contexto
interpretación
a través de
un canal
18
una clase presencial llena de alumnos escuchando al profesor o al conferen-
ciante.
Para que la comunicación funcione sin problemas, sin duda los interlocuto-
res -emisor y receptor- deben conocer el código utilizado, tanto sus elementos
como las reglas que permiten las combinaciones correctas entre ellos y recha-
zan las incorrectas.
17
La centrada en el emisor y en
la codificación del mensaje - FON. ARTICULATORIA
Etapas fundamentales en
la comunicación humana La centrada en la transmisión •
y su relación con las del mensaje - FON. ACUSTICA
ramas de la fonética
La centrada en el receptor y en
la interpretación del mensaje - FON. PERCEPTIVA
Desde Karl Bühler son muchos los estudiosos que se han interesado por
las funciones del lenguaje en el proceso de comunicación y por el proceso en sí
mismo. De hecho, se parte de una idea muy sencilla: «el lenguaje consiste en
que alguien dice algo a alguien sobre alguna cosa».
El esquema de la comunicación
de Jakobson (1958), interpretado
por nosotros en la figura 1.1 que
aparece a la izquierda de estas
líneas, es el más aceptado y se-
guido por los lingüistas. Presenta
EMISOR · ' ~RECJ:Pi'OR · los siguientes elementos:
16
1 SITUACIÓN DE LA FONÉTICA EN EL
PROCESO DE LA COMUNICACIÓN
INTRODUCCIÓN
Los sonidos del habla humana forman parte de nuestra vida cotidiana por-
que los utilizamos para comunicarnos. ¿Han pensado alguna vez con qué fre-
cuencia nos comunicamos y cuántos conocimientos implícitos ponemos en
funcionamiento al hacerlo? Lo hacemos sin parar y, habitualmente, sin darnos
cuenta, sin ser conscientes de los procesos que implica su uso tanto activo -co-
mo emisores- como receptivo o pasivo -en tanto que receptores de los mensa-
jes que llevan la información y que poseen sus propias características físicas
durante la transmisión-. Es así porque lo hemos aprendido de forma natural,
con el uso, en nuestro proceso de adquisición del lenguaje desde muy pequeños.
En el proceso de la comunicación lingüística, eminentemente oral y no
escrita, la fonética está presente en todas sus fases. Para distinguirlas utiliza-
mos la denominación general 'fonética' seguida de un adjetivo que señala dón-
de focalizamos la atención. Así hablamos de fonética articulatoria, de fonética
acústica y de fonética perceptiva o auditiva.
En este capítulo situamos las tres ramas de la fonética (cada una de ellas
será objeto de un capítulo entero) en relación con el esquema de la comunica-
ción humana, ya conocido por la teoría lingüística. Y hablamos también de
otras denominaciones que se suelen aplicar al término genérico 'fonética' que
situamos en el campo global de la lingüística.
Al acabar el estudio de este breve capítulo el lector debe. haber conseguido
lo siguiente: recordar el esquema de la comunicación, situar las distintas ramas
de la fonética en las fases del acto de habla y conocer cuál es el interés de la
fonética según el punto de vista que se adopte al abordar su estudio.
i) fundamentar un sólido conocimiento básico de la fonética que permita
afrontar con garantías de éxito estudios posteriores más profundos;
j) estimular la observación y reflexión acerca de los sonidos a través de
los cuales se manifiestan las lenguas humanas.
14
cesidad de disponer de alfabetos que reflejen lo más fielmente posible el habla
humana y, a continuación, explicar las características más relevantes del alfa-
beto que la mayoría de los fonetistas utiliza hoy en día en todo el mundo, el
AFI. "La fonética acústica. La transmisión del sonido" es el título del cuarto ca-
pítulo que se ocupa de describir la parte de la física que trata el estudio de los
sonidos, la acústica; expone sus parámetros de análisis fundamentales, sus
unidades, sus gráficos más representativos, las técnicas experimentales más
utilizadas en este dominio y realiza una descripción desde este punto de vista
de las características de los distintos tipos de sonidos. La percepción del soni-
do y las principales teorías sobre ella siguen a una breve descripción del apara-
to auditivo en el capítulo quinto bajo et epígrafe "La fonética perceptiva. La per-
cepción del sonido. Teorías sobre la percepción". A continuación , se presenta
una aplicación de las características de la fonética general apuntadas en los
capítulos precedentes a la lengua española en el sexto capítulo, "La fonética
del español. Las características fonéticas de sus sonidos" que incorpora unos
· rápidos esbozos sobre las características fonéticas más relevantes de las len-
guas catalana, gallega y euskara. A continuación se cierra este manual con un
capítulo final, el séptimo, "La fonética aplicada. Múltiples usos de la fonética en
la vida cotidiana" que se preocupa de ofrecer una breve visión de los campos
de aplicación de la disciplina, entre ellos la logopedia o la reeducación de los
trastornos del habla y la llamada fonética forense.
Del mismo modo que hemos destacado la importancia de seguir el orden
formal de cada tema para asegurar un buen proceso de aprendizaje, la misma
razón nos sirve para recomendar el seguimiento de los mismos en el orden
expuesto ya que cada una de ellos presupone haber asimilado los contenidos
del anterior.
La lectura atenta de este manual permitirá alcanzar los siguientes objetivos
generales:
13
b) un esquema de los contenidos del tema que proporciona de ellos una
visión de conjunto;
c) la exposición de los propios contenidos paso a paso para poder unificar
las ideas, conceptos y procesos de manera que se consiga un aprendi-
zaje de forma clara;
d) las referencias bibliográficas que contiene el capítulo y algunas citas
para ampliar contenidos concretos;
e) un cuestionario de evaluación para poner a prueba los conocimientos
adquiridos.
12
INTRODUCCIÓN
La obra
Ana, además, imparte numerosas clases a lo largo del curso para todos los
alumnos de todas las asignaturas de Fonética de las distintas especialidades
que se imparten en la Facultat de Filología. Esas clases tienen como objetivo
presentar a los alumnos qué es un laboratorio de estas características, qué se
puede hacer en él y, en último término, busca animarles a que estudien y dis-
fruten con una materia que posee unas características especiales y distintas de
las que se suelen impartir en los distintos estudios de la Facultad .
En esas clases, Ana despliega todo un conjunto de artes didácticas para
atraer y enseñar a los alumnos; fruto de esas artes es este libro. Una de sus
principales virtudes es ese acercamiento didáctico a la materia: su lenguaje
directo, sencillo y caminando siempre paso a paso para facilitar al alumno la
adquisición de los conocimientos básicos que supone la fonética. Además del
lenguaje, utiliza abundantemente los esquemas que destacan los conceptos
fundamentales de cada capítulo; igualmente, hace un uso generoso de los grá-
ficos que fundamentan las explicaciones teóricas. Proporciona cuadros donde
se van definiendo los términos nuevos para que no representen escollos insal-
vables en la lectura y propone numerosos ejercicios, además de las autoeva-
luaciones al final de cada capítulo, para fijar los conocimientos en la medida en
que se van adquiriendo.
Otra virtud que hay que destacar es la conexión continua que establece
entre acústica y articulatoria. No en balde es una buena especialista en fonética
articulatoria sin dejar de lado los demás aspectos de la fonética. Además toca
temas que normalmente no se tratan en libros introductorios como éste: me
refiero a la mención que hace de los diversos instrumentos que están al alcan-
ce de los laboratorios actualmente. También dedica un capítulo a repasar las
aplicaciones de la fonética. Todo ello ayuda a hacerse una idea del alcance de
la materia, pues junto a los capítulos tradicionales que hacen referencia a las
tres ramas principales de la fonética dedica también un espacio suficiente a
esos otros aspectos. Además, añade un resumen de la fonética de las lenguas
de España: catalán, gallego y euskara, además del castellano.
Creo sincerar;nente que esta obra es de sumo interés para todos aquellos
que, bien desde la filología, bien desde cualquier otra rama del saber, se acer-
quen por primera vez a la fonética. Este libro les conducirá desde lo más simple
a lo más complejo y les abrirá las puertas para que sigan leyendo y adentrán-
dose en este apasionante mundo del habla humana.
10
PRÓLOGO
Pienso que el prólogo de una obra debe hacer referencia no sólo a la obra,
sino también a la personalidad del autor o autora para que el lector se haga
una idea más completa de la misma obra que va a leer; por eso, voy a separar
en dos partes este prólogo.
La autora
Breve bibliografía general.... ... .. .... ..... ............ .. .. ... .. ................ .... 191
Solucionario de actividades......... ............ .... .............. ................. 193
Solucionario de cuestionarios...... ........... ................. ....... ... ....... .. 198
Índice terminológico del glosario .. .. ........... ................... .......... .... 199
8
6. Propiedades acústicas vocálicas................................................ 94
7. Propiedades acústicas consonánticas........................................ 97
7.1. Oclusivas........................................................................... 97
7.2. Fricativas........................................................................... 98
7.3. Africadas............................................................................ 100
7.4. Aproximantes. ....... ........ ...... ...... ........ ...... ...... ....... .............. 100
7.5. Nasales.............................................................................. 101
7.6. Laterales............................................................................ 101
7.7. Vibrantes .......................................................................;.... 102
8. Propiedades acústicas de los suprasegmentos.... .. ...... .............. 103
8.1. El acento y la duración...................................................... 103
8.2. El tono y la entonación...................................................... 105
Bibliografía: referencias y ampliación básica..................................... 108
Cuestionario....................................................................................... 108
7
1.3. Tercera fase en la producción de los sonidos: las
cavidades supraglóticas y la articulación.......................... 38
2. ¿Cómo se producen los sonidos?.. ..... ........................................ 42
2.1. La producción vocálica. ..... ................................................ 42
2.2. La producción consonántica.... ......................................... 45
2.2.1. El punto de articulación........................................ 46
2.2.2. El modo de articulación ........................................ 47
3. El fenómeno de la coarticulación.. ............. ................. ................ 50
4. ¿Cómo se producen elementos suprasegmentales?................. 52
4.1. El acento. ........... ................................................................ 52
4.2. El tono. La entonación....................................................... 53
4.3. La duración. ............................................. .......................... 55
5. ¿Cómo se analiza instrumentalmente la producción
de los sonidos?........... ....................................... ......................... 56
Bibliografía: referencias y ampliación básica ..................................... 62
Cuestionario.. ...... ..................... ................................ .......................... 62
6
ÍNDICE
. ,'.•' en las
.; ·. d
P rim era Edición: Fe brero 2005
(~uedan r;gu m;amrnw prohibidas, sin la autorización de los titulares del «Copyright», bajo las sanciones establecidas en las
leyes. !n rcproduc-ción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografia y el
tratamiento informático y la dist ribución de ejemplares de ella mediante alquile r o préstamo públicos. '·
ASÍ SE HABLA.
NOCIONES FUNDAMENTALES
DE FONÉTICA GENERAL Y
-
ES PAN OLA
HGRSORI