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- Es importante considerar los datos que los apoderados nos dan de los
estudiantes; con ello se puede trabajar en conjunto.
- Las estrategias que uno aplique en la clase resultarán efectivas si uno las
aplica de manera correcta.
http://www.claudionaranjo.net/content_phoenix_spanish/sat_spanish.html
Hay buenos y malos apoderados. Los buenos apoderados son los que entienden
que la calidad de la educación igualmente pasa por la participación de ellos. Hay
un compromiso de los padres que va más allá de la calidad de la reunión en sí. Sin
embargo para que los apoderados asistan a ellas es importante preparar la
reunión en función de las necesidades que tienen los apoderados. Sin embargo
para algunos colegios y para algunos colegas las reuniones de este tipo pueden
ser consideradas como una amenaza. Esto ocurre porque no hay canales para dar
solución a las quejas de los apoderados o las quejas han sido mal canalizadas.
Las acusaciones y agresiones verbales contra un docente son porque tiene rabia,
tenga o no tenga razón. Que un profesor se sienta amenazado(a) es poco
profesional. Esto ha hecho que en algunos colegios se reduzcan las reuniones de
apoderados y se potencien las entrevistas personales
El apoderado debe sentir el amor del profesor hacia su hijo y hacia él. Si fuese así
el caso, el apoderado no lo va a ir a agredir al docente. Si el profesor lo sabe
hacer, no hay ningún apoderado que deje de venir a reunión. Se trata de un tema
de recursos profesionales y buenas argumentaciones. Desde esa perspectiva
vuelvo a reforzar mi idea de la importancia que tiene el cuidado de los equipos de
trabajo. Dentro de este cuidado está el hecho de que el equipo de gestión tenga
preocupación por desarrollar competencia y estrategias en ese sentido. Cuando se
presenta un apoderado agresivo, lo normal y esperable es observar una conducta
evitativa del docente hacia ese apoderado. Sin embargo la conducta profesional
es precisamente todo lo contrario. Hay que atraer activamente al apoderado y
mantener una buena relación y comunicación con todos ellos. Esto reduce mucho
los problemas y baja la tensión en las reuniones. Cuando se presentan situaciones
de mala comunicación, es el profesor el que decide cómo reaccionar frente al
estímulo y debe contar con los recursos necesarios para no perder el control,
teniendo en claro cuáles son los procesos que lo descontrolan.
Preparar con anticipación y en forma adecuada la entrevista con datos e
información relevante es una estrategia para entender el problema con el que
vienen los apoderados. Hay que tomarse el tiempo para conocerlos. Si eso ocurre,
finalmente termina apreciándolos porque los apoderados tienen fortalezas.
¿Cómo tendrían que ser las reuniones para entusiasmar a los apoderados y
desencadenar en ellos el deseo de asistir?
Hay que hacer sentir a los padres que la reunión es también parte importante en la
educación de los niños y que los apoderados también crecen con los años. El
profesor debe poner todos sus recursos profesionales y habilidades sociales
personales al servicio del manejo de la reunión con el propósito de manejar los
conflictos entre apoderados y entre apoderados y el colegio. En las reuniones se
tocan temas que les interesen a los padres. Que respondan a sus necesidades y a
las de sus hijos: respeto, valores, familia.
Algunas sugerencias que pueden mejorar la calidad de las Reuniones de
Apoderados:
1. Que participen con sus propuestas, tal como lo hacen en los niveles
preescolares.
2. Sería importante que los padres supieran con anticipación las fechas de las
reuniones.
4. No ser largas y basadas solo en lo administrativo
5. El día y horario también es importante: se sugiere un viernes o jueves a las
19.00 hrs.
3. El ambiente físico y la cordialidad del docente antes y durante la reunión es
importante