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Amigos todos.
Hoy Venezuela vive una compleja debacle económica, política y social que
resulta ser considerada la peor debacle que hemos sufrido desde la independencia.
Esta debacle es de tal magnitud, que para fines analíticos podría definirse como
Polimorfa, debido a la cantidad de variables que están relacionadas
estructuralmente en el desplome de la nación. Con fines analíticos y de síntesis a
propósito de esta oportunidad que nos brindan de poder exponer la realidad de
2
nuestra nación, creemos que la Catástrofe Polimorfa del país puede ser abordada
a través de cinco (5) macro factores específicos, a saber:
2. La Catástrofe Sanitaria.
4. Catástrofe Migratoria.
3. Que Venezuela cerró el mes de marzo con una disposición efectiva de 13,07
kg de alimentos por habitante (equivalentes a 411 mil Toneladas Métricas),
cuando lo necesario para lograr que cada venezolano consuma por día las
2.200 kilocalorías y los 75 gramos de proteína son 38 kg de alimento por
habitante al mes, requeridos para una alimentación balanceada y una vida
nutricionalmente sana. En otras palabras Venezuela dispuso el mes pasado
solo ⅓ de los alimentos mínimos necesarios, cuando en Colombia, país
vecino, el punto de equilibrio se alcanza con la disposición de 45,2 kg de
alimento por habitante y posee según cifras de la FAO 50,1 kg por habitante.
Montesquieu acertó al afirmar que “es una experiencia eterna que todo
hombre que tiene poder tiende a abusar de él y lo hace hasta que encuentra limites,
es por eso que por la disposición de las cosas es necesario que el poder, limite al
poder”. El ejercicio limitado del poder es una situación política en la que las acciones
y decisiones de los gobernantes se realizan subordinados a la constitución y las
leyes, para lo cual aquellos se encuentran formalmente, y sobre todo de hecho,
controlados, sus decisiones revisadas y eventualmente sancionadas por
instituciones, organismos de control, actores y poderes independientes y exteriores
a ellos.
Existe por tanto una división vertical y horizontal del poder, con el propósito
de garantizar un flujo adecuado del mismo en los distintos niveles de actuación
estatal. Este principio ha estado presente desde el nacimiento del Estado
constitucional, con la finalidad de garantizar la libertad de los gobernados frente a
los efectos nocivos de un poder desbordado y sin contrapesos, es por eso que en
la declaración de derechos de la Revolución Francesa de 1789 se leía en su artículo
16 que “Toda sociedad en la cual la garantía de los derechos no está asegura da ni
la separación de poderes establecida, no tiene Constitución”. De allí que surgiera
los caracteres distintivos del Estado constitucional: 1) garantía y resguardo de los
derechos fundamentales y 2) separación efectiva de poderes, y es que, en efecto,
“el principio de la separación orgánica de poderes, como manifestación de la
distribución horizontal del Poder, ha sido y continúa siendo el signo más arraigado
del constitucionalismo contemporáneo para garantizar la libertad”1.
1
Brewer-Carías, Allan, Constitución, Democracia y Control del poder, Universidad de Los
Andes – Editorial Jurídica Venezolana, 2004, p. 29
8
2
Brewer-Carías, Allan, Instituciones políticas y constitucionales, tomo I, Evolución histórica
del Estado, Caracas, 3ra Ed., Universidad Católica del Táchira – Editorial Jurídica
Venezolana, 1996, p. 60
3
Duverger, Maurice, Instituciones políticas y Derecho constitucional, 6ª ed., España, Ariel,
1980, p. 71
4
Brewer-Carías, Allan, “Constitución…” cit. p. 28
9
5
Brewer-Carías, Allan, Prólogo: sobre el derecho a la democracia y el control del poder, en
Aguiar, Asdrúbal, El derecho a la democracia. La democracia en el Derecho y la
Jurisprudencia Interamericanos. La libertad de expresión, piedra angular de la democracia,
Caracas, 2008, p. 21
6
Aguiar, Asdrúbal, El derecho a la democracia. La democracia en el Derecho y la
Jurisprudencia Interamericanos. La libertad de expresión, piedra angular de la democracia,
Caracas, 2008, p. 201
10
El momento actual.
7
Ramos Allup, Henry, Reflexiones sobre el liberalismo, Caracas, Nueva Visión, 2007, p.
418
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medida de estar totalmente sometido a sus límites”8. Ese es el gran reto del
país, lograr establecer un poder constitucional y constitucionalizado.
La racionalización del ejercicio del poder, hace inevitable que los órganos
del Estado operen y desempeñen sus actividades y atribuciones de manera
responsable y controlada; las relaciones que entre ellos se dan deben obedecer a
un modelo de equilibrios que facilite su desempeño en beneficio de los gobernados.
El control del poder, no ofrece problemas conceptuales, el problema se ofrece en
relación a su instrumentalización. De allí la necesidad de que se ponga coto al
vaciamiento competencial de nuestro parlamento y se reestablezca a plenitud sus
competencias constitucionales.
8
Aveledo, Ramón Guillermo, El poder político en Venezuela, Caracas, Libros El-Nacional,
2007, p. 89
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Para nosotros el reto que supone para América Latina la tarea de comprender
el significado de la debacle venezolana, pasa por comprender la fragilidad de
nuestros sistemas políticos ya que estos no están calibrados para soportar los
embates de los gobiernos con vocación totalitaria. Es nuestro deber histórico
alertarle a Latinoamérica que lo que pasó en Venezuela, puede pasarle a cualquier
país si no existe un verdadero balance de los poderes públicos, en el cual se
pondere de manera sustancial y prioritaria el rol del parlamento para que puedan
evolucionar las cláusulas democráticas, que se refuerce la unión interparlamentaria,
de manera que puedan detectarse y alertarse comportamientos no democráticos,
entendiendo que la democracia no se limita a elegir sino que requiere también el
cumplimiento de los procedimientos que garanticen los derechos de los individuos,
la convivencia, la preeminencia de las instituciones por encima de los intereses
particulares y la imposibilidad que una mayoría circunstancial aplaste el marco de
convivencia que permite la política en libertad.
9
Schamis, Héctor, “Honduras…” Ob. Cit.
16
¡Muchas gracias!