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Trabajo Práctico N°2: Perspectivas para la enseñanza de la Alfabetización Inicial

El propósito de este trabajo es presentar las distintas formas de concebir la


enseñanza de la lectura y la escritura haciendo un recorrido por la historia. De ello
surge una lectura crítica sobre los aportes producidos en el campo didáctico.
En el siglo pasado hubieron dos grandes etapas de enseñanza de la lectura: la
primera nos permite conocer los métodos sintéticos y analíticos. Estos se encuentran
entre los métodos tradicionales, pero se diferencian entre ellos en que los primeros
parten de unidades no significativas (fonema, grafema, sílaba), en cambio, los
segundos parten de unidades significativas (palabra, frase, oración, texto).
En los métodos sintéticos se consideraba un factor importante que los alumnos
pudieran deletrear y memorizar sonidos, letras y sílabas. Sin embargo, en el método
analítico se incorporó la motivación, que incluía el juego, el dibujo, la palabra y la
ilustración.
Un recurso importante fue el libro en el que se exponía cómo enseñar lengua, ya sea
cómo enseñar a leer o a escribir en forma conjunta a partir de unidades significativas.
En ese libro se explicitabas las siguientes propuestas: enseñar simultáneamente la
lectura y la escritura, a partir de unidades con significado (la palabra, la oración y el
texto); ordenar los pasos didácticos para el acceso al sistema de escritura; utilizar el
registro formal como modelo de lengua; proponer el análisis de las palabras en letras y
sílabas; practicar la lectura silenciosa y en voz alta, así como también “ablandar la
mano” para la escritura de la letra cursiva.
Hasta la década del 70 (momento en que ocurre la dictadura militar), los libros de
lectura tuvieron un valor importante para los maestros ya que les servían como ayuda
a la hora de enseñar el sistema de escritura. Durante esta década se surgieron las
listas de libros prohibidos que limitaban la enseñanza a un ejercicio de taller literario en
el cual se trataba de escribir textos que tuvieran sentido, valiéndose de sólo 8
consonantes. Esto cobraba mayor relevancia en los primeros grados porque se
intentaba presentar a los estudiantes un texto completo y no sólo oraciones aisladas.
Estas propuestas metodológicas denotan una preocupación por mejorar la
enseñanza del sistema alfabético logrando avances en la enseñanza del sistema
alfabético a partir del planteo de la significación. De este modo se diluye el método de
enseñar lectura y escritura en la escuela y en el magisterio.
Durante la década de los 80/90 se destacaron aspectos relevantes en la didáctica de
la lectura, haciendo foco en el sujeto del aprendizaje y en las hipótesis que pudieran
llegar a formular los niños sobre la escritura.
A partir de esto, en las escuelas se fueron abandonando los métodos tradicionales
de lectura y escritura para ir incorporando otras nuevas, produciendo un
desplazamiento hacia una enseñanza que tiene al docente cumpliendo el papel de
acompañante o guía de la enseñanza. Entonces, para conseguir comprender la
función de la lengua y la comunicación escrita se debe trabajar con los contextos
culturales a los que pertenecen esos textos. De esta manera, se considera eficaz
trabajar en el primer ciclo a partir del texto en un marco amplio de significación.
La alfabetización inicial, entonces, busca resolver el problema de enseñar el sistema
de escritura.
En conclusión, a lo largo de la historia se fueron desarrollando diferentes métodos de
enseñanza de la lectura y la escritura. Tal es así que en un principio los niños debían
deletrear y memorizar sonidos letras y sílabas y recién a partir de la década del 80/90
esas propuestas didácticas se fueron cambiando por una enseñanza más
complementaria.

Bibliografía: Instituto Nacional de Formación Docente, (2014). Clase 01:


Alfabetización Inicial: perspectiva histórica. Especialización Docente de Nivel Superior
de Alfabetización Inicial. Buenos Aires: Ministerio de Educación de la Nación.

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