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INSTITUTO TECNOLOGICO DE LA ZONA OLMECA

ANTOLOGIA
de
EDAFOLOGIA

Por: Eduardo LLeverino González

1
Marzo de 2007

UNIDAD I. GENESIS DEL SUELO

1.1 ANTECEDENTES DE LA CIENCIA DEL SUELO

1.1.1. Historia de la Edafología

El estudio científico del suelo se origina en la escuela geográfica rusa. Tiene como precedente al
llamado padre de la ciencia rusa; M. Lomonosov (1711- 1765), quien escribió y enseñó sobre el suelo
entendido como un cuerpo en evolución más que como un cuerpo estático, pero sin diferenciarlo de
un estrato geológico, sin embargo se considera fundador de la pedología al geógrafo ruso Vasily
Dokuchaev (1846 – 1903), quien puso los fundamentos de la Geografía del suelo. Actualmente de le
considera el padre de la edafología.

Su primer trabajo sobre el tema es de 1883, cuando publicó un informe sobre un estudio de campo
llevado a cabo en un suelo del tipo chernozem, en el cual aplicó los principios de la morfología a los
suelos, describió los principales grupos, esbozó la primera clasificación científica y desarrolló
métodos de cartografía sobre la base del trabajo de campo y de laboratorio. En 1886 propuso que la
palabra suelo se emplease como término científico para referirse a aquellos horizontes de tierra que
casi diariamente cambian su relación bajo la influencia conjunta del agua, aire y organismos vivientes
y muertos, introduciendo el concepto geográfico de suelo. Más tarde definió suelo como un cuerpo
natural e independiente, formado bajo la influencia de varios factores, de los cuales consideró a la
vegetación como el más importante. Se trata para él de un producto complejo, resultado de las
interacciones entre los distintos factores geográficos como el clima, la geomorfología, la edad del
paisaje (paleogeografía), sin olvidar las plantas, los animales y la roca madre.

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Sus discípulos Glinka (1867- 1929) y Neustrayev (1874 – 1828) volvieron a recalcar el concepto de
suelo como una entidad en sí misma pero con características que corresponden a la geografía donde
se desarrollan.

Sibirtev elaboró una clasificación de los suelos diferenciándolos en tres grandes grupos el primero de
los cuales corresponde a los Zonales, dentro de este grupo se encuentran los lateríticos, eólicos,
desérticos, chernozems, forestales, grises, podzoles y de tundra. La siguiente categoría corresponde
a los suelos Intrazonales, en el cual se encuentran los suelos salinos, pantanosos, carbonatados y
húmicos. El último grupo corresponde a los Azonales en el cual se hallan los esqueléticos, los bastos
y los aluviales.

Otro pilar de la Pedología es Marbut (1863 – 1935), geógrafo estadounidense discípulo de William
Morris Davis y director de la investigación de suelos en su país. Al tener conocimiento del trabajo de
Glinka por una traducción al alemán del texto ruso, decidió llevar a cabo una traducción al inglés del
mismo texto, divulgando así los conceptos de la escuela rusa entre los geógrafos de su país. Marbut
sostiene la teoría de procesos múltiples e independientes en la génesis de los suelos. También
propuso una clasificación de los suelos consistente en seis categorías, denominadas: órdenes,
subórdenes, grupos, familias, series y tipos. Los dos órdenes principales se establecían en relación a
la lixiviación de carbonatos, denominando Pedocal a los suelos carbonatados y Pedalfer a los ricos en
Aluminio y hierro a causa del lavado de carbonatos.

Kellog (1902 – 1980) sucedió a Marbut como director de la investigación de suelos y continuó con sus
colegas el desarrollo de la clasificación del suelo sobre la base de los criterios establecidos por
Dokuchaev y Glinka.

http://es.wikipedia.org/wiki/Edafolog%C3%ADa#Historia_de_la_Edafolog.C3.ADa

1.2. ROCAS Y MINERALES

1.2.1. Rocas

Las rocas son agregados naturales formados por uno a más minerales y/o mineraloides. No se trata
en cada roca de una agrupación casual de minerales, sino que tales agrupaciones responden a unas

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condiciones de formación que se manifiestan con frecuencia y en extensiones importantes en la
estructura de la corteza terrestre.

Dentro del conjunto de minerales que forman una roca determinada se distinguen los minerales
esenciales y accidentales. Los primeros son los que se presentan de una manera constante en la
composición de la roca y la ausencia de uno de ellos hace que la combinación de minerales se
clasifique como una roca diferente a la anterior. Un mineral petrogénico es accidental cuando su
presencia en una roca no es precisa para la existencia de la mísma. Las rocas no constituyen por sí
mismas asiento de vida, es necesario que se produzca una alteración en ellas para que den origen a
un suelo que sea soporte de seres vivos.

Clasificación de las rocas

Las rocas se dividen en tres grandes grupos: ígneas, sedimentarias y metamórficas.

 Son ígneas las rocas que se originaron como resultado del enfriamiento y consolidación de un
magma a material natural fundido, por lo que también se conocen como magmátitas.
 Las rocas sedimentarias o sedimentitas proceden de fenómenos de alteración, transporte,
sedimentación y consolidación de cualquier otro tipo de roca.
 Las rocas metamórficas o metamorfitas se han formado en el interior de la corteza como
resultado de una profunda modificación de rocas preexistentes, bajo la acción de elevadas
presiones o/y temperaturas pero sin pérdida del estado sólido del material.

Cuadro1. Clasificación general de las rocas.


CLASE DIVISION TIPO
IGNEAS Intrusivas Granito, sienita, diorita, gabro, peridotita, piroxenita,
hornblendita
Extrusivas Obsidiana, pómez, toba, riolita, traquetita, andesita,
basalto, diabasa
SEDIMENTARIAS Calcáreas Caliza, dolomita
Silíceas Lidita, arenisca, silex, conglomerado, brecha
METAMORFICAS Foliadas Gneiss, esquisto, anfibolita, pizarra
No foliadas Cuarcita, mármol, serpentina

1.2.2. Minerales

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Un mineral es un sólido natural que posee una determinada composición química, o una escala
definida de composiciones químicas, y propiedades físicas igualmente determinadas. El número de
minerales conocidos sobrepasa los 2.000, citando algunos autores cifras superiores a los 4.000,
debiéndose esta diferencia a que estas últimos aplican con menor rigor las características
anteriormente aludidas.

Los minerales poseen generalmente una estructura interna organizada como consecuencia de un
ordenamiento sistemático de sus átomos constitutivos, es decir, son cristalinos. Algunos sólidos
naturales carecen de esta propiedad de ordenación y son amorfas (vidrios volcánicos, ámbar, geles,
carbones, asfaltos). Muchas de estas substancias amorfas, que algunos autores denominan
mineraloides, no constituyen en realidad especies estables definitivas, sino fases intermedias de
reestructuración, cuyo estado final son minerales perfectamente cristalinos.

Clasificación de minerales
La mayoría de los autores dividen a los minerales en silicatos, oxidos sulfitos, carbonatos, sulfatos y
fosfatos.

Cuadro2. Minerales Formadores de rocas más comunes.


CLASE MINERAL
SILICATOS OLIVINO, PIROXENOS (Augita), ANFIBOLES (Hornblenda), GRANATE,
CUARZO, FELDESPATOS (Ortoclasa, Albita, Anortita), MICAS (Muscovita,
Biotita), CLORITAS, ARCILLAS (Kaolinita)
OXIDOS HEMATITA, MAGNETITA, RITILO
SULFITOS PIRITA, ESFALERITA, GALENITA, CALCOPIRITA
CARBONATOS CALCITA, ARAGONITA, DOLOMITA
SULFATOS ANHIDRITA, YESO
FOSFATOS APATITA

http://www.montes.upm.es/Dptos/DptoSilvopascicultura/Edafologia/guia/Manual/1ndiceFrame.html
Ortiz Solorio, C.A. 1997. Fundamentos de pedología. Programa de Recursos Naturales. Colegio de
Postgraduados. Montecillo, Estado de México.

1.3. INTEMPERISMO

Intemperismo es toda aquella alteración física, química o biológica que sufren las rocas o minerales
para formar suelo.

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Aunque no existe una manera única y ordenada de formación de los suelos, teóricamente se pueden
considerar tres etapas, de acuerdo al tipo de Intemperismo. Al quedar las rocas expuestas al
ambiente se inicia un proceso de desintegración (Intemperismo físico), seguido de un proceso de
descomposición (Intemperismo químico) y finalmente, la invasión de la vegetación (Intemperismo
bilógico)

El Intemperismo físico que rompe y desmenuza a las rocas puede llevarse a cabo por la acción del
agua, la temperatura y la fuerza de gravedad, solos o combinados. Por ejemplo al introducirse el agua
en las grietas de rocas y congelarse, incrementará su volumen, ejerciendo una presión de 146
kg/cm2, que favorece la desintegración de la roca. Otro caso puede ser el calentamiento y
enfriamiento, como todos los cuerpos son elásticos, las rocas y principalmente los minerales que las
integran tenderán a expandirse y contraerse en forma diferencial, es decir, unos más rápidamente
que otros, lo que origina igualmente presiones, fragmentando a la roca.

En la siguiente etapa que corresponde al Intemperismo químico, por medio de reacciones como
hidrólisis, hidratación, oxidación, reducción, carbonatación y solución, se originan cambios de
solubilidad o de estructuras de los materiales. Estos cambios resultan más significativos que los del
Intemperismo físico.

Finalmente la invasión de la vegetación produce la aparición de un nuevo material,, la materia


orgánica, que provoca un Intemperismo bioquímico en el suelo. Además, el agua de lluvia al atravesar
estos materiales provoca migraciones, que dan por resultado la diferenciación de capas, mejor
conocidas como horizontes.

En al siguiente figura, se muestra un esquema de las etapas de formación de un suelo.

Intemperismo
Intemperismo
Intemperismo fisco Químico
Bioquímico
(Desintegración) (Desintegración)

R R R
Agentes: Reacciones:
Acumulación de R
- Agua - Hidrólisis
materia orgánica
- Temperatura - Hidratación
- Gravedad - Oxidación
- Reducción
- Carbonatación
- etc.

Figura 1. Etapas de formación de un suelo.

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Ortiz Solorio, C.A. 1997. Fundamentos de pedología. Programa de Recursos Naturales. Colegio de
Postgraduados. Montecillo, Estado de México.

1.4. FACTORES FORMADORES DEL SUELO

Esta claro que la roca, con su aporte masivo de minerales, será un factor importante en la formación
del suelo. ¿Pero qué otros factores influirán? Bueno, el suelo se forma además de a partir de una
roca también a partir de unos restos vegetales y animales, por tanto, los organismos también
constituyen un factor importante Si se comparan los suelos de la regiones húmedas y los de las
regiones áridas salta a la vista el importante papel que juega el clima en la formación del suelo. Por
otra parte, si analizamos la distribución de los suelos en una zona montañosa, observaremos como
los suelos se encuentran escalonados en el paisaje. Por último, es evidente que los cambios que se
producen en el material para pasar de roca a suelo necesitan para desarrollarse que transcurra un
determinado tiempo y este tiempo representa el quinto y último factor en la formación del suelo.

El suelo puede ser considerado como una determinada combinación de sus factores formadores.
Esta concepción del suelo fue expresada por primera vez por Jenny en 1940 según la siguiente
ecuación:

S = f (cl, o, r, p, t).

representando "S" al suelo, "f" es una función , "cl" al clima, "o" a los organismos, "r" al relieve, "p" a
la roca madre y "t" al tiempo.

Esta ecuación es muy importante pues representa que para una determinada combinación de los
factores formadores sólo puede existir un tipo de suelo (la misma combinación de factores originará
siempre el mismo tipo de suelo independientemente del lugar geográfico en que se encuentre).
Igualmente importante es que la magnitud de cualquiera de las propiedades del suelo, tales como pH,
contenido en arcillas, porosidad, etc, está determinada por la combinación de estos factores
formadores.

Para evaluar la influencia de cada factor formador en las propiedades del suelo, basta en teoría con
mantener constantes todos los demás, (hecho que frecuentemente es difícil de encontrar en la
práctica). Así para ver la importancia del tiempo, la ecuación fundamental quedaría así:

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S= f(t) cl, o, r, p; siendo cl, o, r, p, = constantes.

lo que quiere decir que la variación de cualquier propiedad del suelo depende exclusivamente del
tiempo. Así, en el tiempo cero, suelo y material original se funden uno en el otro. Variando el tiempo
irán apareciendo una serie de tipos de suelos, cada vez mas evolucionados, cuyas propiedades serán
una consecuencia directa de la edad y obtendríamos lo que se llama una CRONOSECUENCIA. Por
otra parte, si aislamos el factor roca madre (y mantenemos constantes a todos los demás) tendríamos
una LITOSECUENCIA. Aislando el factor relieve obtendríamos una TOPOSECUENCIA o CATENA, si
es el clima el único factor variable tenemos la CLIMOSECUENCIA y finalmente la acción de los
organismos vendría representada en una BIOSECUENCIA.

1.4.1. Material parental

La roca representa la fuente de los materiales sólidos. Generalmente, los minerales del suelo
proceden directamente o indirectamente de la roca madre. El influjo de las rocas en los constituyentes
y propiedades de los suelos es muy marcado para los suelos más jóvenes, pero esta relación se va
volviendo cada vez menos patente conforme va transcurriendo el tiempo.

Son muchos los parámetros de la roca que inciden en la formación y evolución de los suelos, pero de
ellos podemos destacar claramente a tres.

Composición mineralógica. Aquellas rocas que contengan abundantes minerales inestables


evolucionarán fácil y rápidamente para formar suelos, mientras que aquellas otras, como las arenas
maduras, que sólo contienen minerales muy estables, como el cuarzo, apenas si llegan a edafizarse
aunque estén expuestas durante largo tiempo a la meteorización.

Permeabilidad. Regula la penetración y circulación del aire y del agua, lo que va a condicionar de
un modo decisivo la fragmentación, alteración y translocación de los materiales.

Granulometría. De los dos apartados anteriores se desprende el importante papel que el tamaño
de las partículas de los constituyentes de la roca va a representar para la edafización de estos
materiales.

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Los materiales de granulometría grosera, los arenosos, van a presentar una gran estabilidad frente a
la alteración. Cuanto mayor sea el tamaño del grano menos representará la superficie frente al
volumen total del grano y por tanto menos superficie de ataque presentarán a la agresión del medio.

Por otro lado la granulometría gruesa da lugar a materiales muy porosos, con poros lo
suficientemente grandes como para la rápida circulación del agua (al ser grandes los granos dejan al
empaquetarse huecos de tamaño también grande).

Los materiales arcillosos ofrecen unos comportamientos opuestos, mientras que los materiales de
granulometrías equilibradas dan resultados intermedios.

1.4.2. El clima

La decisiva acción del clima en la formación del suelo se desprende al considerar que el clima va a
regular el aporte de agua al suelo, así como su temperatura. Como se muestra en la figura, ambos
factores (humedad y temperatura) ejercen una influencia decisiva en los tres procesos básicos de
formación de los suelos.

Por otra parte el clima también influye directamente en otros factores formadores, como es el factor
biótico y el relieve.

La disponibilidad y el flujo de agua regulan la velocidad de desarrollo de la mayoría de los procesos


edáficos. Es por ello que la intensidad de percolación (infiltración) se considera un factor decisivo en
la formación del suelo (condicionada por factores climáticos, cantidad y distribución anual de las
precipitaciones, y algunos parámetros edáficos, como la permeabilidad). La intensidad de percolación
nos va a indicar si en un suelo se produce suficiente exceso de agua como para producir el lavado y
la translocación de materiales o si por el contrario el agua queda retenida sin que apenas se desplace
hacia los horizontes profundos. La intensidad de la alteración, la clase de procesos que se presentan,
el tipo de horizontes que se formen y el espesor del suelo van a ser muy diferentes según que los
suelos sean percolantes (abundante infiltración de agua) o subpercolantes.

Acción del clima sobre los constituyentes

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La cantidad de arcilla presente en un suelo aumenta con las precipitaciones y con la temperatura
(ambos favorecen la alteración).

Pero también existe una relación entre el tipo de minerales presentes en esta fracción y las
precipitaciones.

Igualmente se encuentra una marcada relación entre los elementos climáticos con el contenido en
materia orgánica y su grado de evolución. En líneas generales, al aumentar la precipitación aumenta
los porcentajes de materia orgánica (aumenta el desarrollo de la cobertura vegetal y, por tanto, sus
aportes), mientras que al aumentar la temperatura disminuye el contenido de materia orgánica
(prevalece la destrucción frente al aporte).

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Influencia del clima en las propiedades del suelo

Las acciones del clima también quedan reflejadas en muchas de las propiedades del suelo. La
capacidad de cambio (cantidad de iones adsorbidos en las superficies de los materiales del suelo)
aumenta proporcionalmente a las precipitaciones, e incluso los iones fijados en las posiciones de
cambio también muestran una dependencia.

Por otra parte al aumentar las precipitaciones se producirá una progresiva acidificación, la cual irá
acompañada de la correspondiente desaturación del complejo de cambio (los hidrogeniones van
sustituyendo al Ca, Mg, Na y K).

Climosecuencias

La dependencia climática del suelo queda espectacularmente registrada en la clásica


Climosecuencias de Strakhov para los suelos de Rusia.

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1.4.3 El relieve

Los procesos edáficos repercuten en el relieve y viceversa. Desde el punto de vista edáfico los
elementos del relieve más importantes son la inclinación y longitud de las laderas, la posición
fisiográfica y la orientación.

Acciones del relieve

El relieve ejerce tres acciones fundamentales para la evolución del suelo.

Transporte

Por la acción de la gravedad, en el relieve se produce el transporte de todo tipo de materiales que se
trasladan pendiente abajo. Dependiendo de su posición en el paisaje, el suelo se ve sometido a la
acción de erosión o por el contrario puede predominar la acumulación.

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En las zonas altas, sobre todo en las áreas en que se presentan fuertes inclinaciones, el suelo está
sometido a una intensa erosión, por lo que la posición se considera residual y estará conformada por
suelos esqueléticos.

A media ladera los suelos están sometidos a un continuo transporte de materiales sólidos y
soluciones, por lo que suelen presentar pequeños o moderados espesores y en ellos son muy
abundantes los cantos angulosos, tan representativos de los suelos coluviales.

En la ruptura de las pendientes se produce la deposición de los materiales arrastrados (compuestos


solubles y partículas sólidas) por lo que en las posiciones de pie de ladera se forman suelos
acumulativos que continuamente se están sobre engrosando, formándose suelos muy espesos y de
texturas (granulometrías) muy finas.

En definiva en un relieve colinado existen básicamente tres posiciones con comportamiento muy
diferente: relieve residual (o erosional), relieve transporsicional y relieve deposicional.

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Características hídricas

El relieve también influye en la cantidad de agua que accede y pasa a través del suelo.

En relieves convexos el agua de precipitación circula por la superficie hacia las zonas más bajas del
relieve y se crea un área de aridez local, mientras que lo contrario ocurre para las formas con relieve
cóncavo.

También el drenaje del suelo se verá influenciado por el relieve, ya que este influye decisivamente en
la textura, que a su vez condicionará en gran parte la permeabilidad. En las áreas altas tendremos un
drenaje vertical rápido, que pasará a oblicuo en las laderas y quedará muy impedido en las
depresiones.

Por otra parte la posibilidad de aporte de agua a través de niveles freáticos también estará
condicionada a la posición del suelo en el relieve.

Microclima

El relieve también modifica las características del clima edáfico, al influir en la temperatura y en la
humedad en función de la inclinación (influirá en la intensidad calorífica de las radiaciones recibidas),
orientación (que regulará el tiempo de incidencia de las radiaciones solares) y altitud (que influirá en
los elementos climáticos generales).

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Como consecuencia de todo ello también afectará al desarrollo de la vegetación y de la actividad
microbiana.

Relaciones entre el relieve y las propiedades y constituyentes del suelo

Las importantes acciones descritas en el apartado anterior se materializan en una clara dependencia
de los constituyentes y propiedades del suelo con el relieve. Estas dependencias se definen como
topofunciones y algunas de ellas las representamos de una manera esquemática en la figura.

El relieve y la evolución del suelo: catenas o toposecuencias

Lógicamente también existe una dependencia entre el grado de evolución del suelo y su posición en
el paisaje. Esta relación entre los suelos y el relieve se llama catenas de suelos o toposecuencias.

La catena representa el escalonamiento regular de suelos dando una sucesión cuyo grado de
desarrollo varía de forma continua con la pendiente y mostrando niveles de igual desarrollo para
suelos situados en la misma posición topográfica (con iguales inclinaciones y cotas topográficas).

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1.4.4. Los organismos

Acciones de los organismos

Básicamente los organismos ejercen tres acciones fundamentales:

Constituyen las fuente de material original para la fracción orgánica del suelo. Restos vegetales y
animales que al morir se incorporan al suelo y sufren profundas transformaciones.

Ejercen importantes acciones de alteración de los materiales edáficos. Los organismos


transforman los constituyentes del suelo al extraer los nutrientes imprescindibles para su ciclo vital. El
papel de los microorganismos en la transformación de la materia orgánica es tan importante como
para que la humificación apenas se desarrolle en su ausencia.

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Producen una intensa mezcla de los materiales del suelo como resultado de su actividad biológica.

Efectos sobre los constituyentes y propiedades

El tipo y abundancia de la materia orgánica del suelo está directamente relacionada con los
organismos del mismo.

Favorecen el desarrollo y estabilidad de la estructura (como consecuencia directa de su circulación


a través del suelo y también al excretar residuos de intenso poder agregante).

Aumentan la porosidad del suelo.

Favorecen el drenaje.

Influyen en el microclima (la vegetación produce sombra y disminuye la evaporación , aunque


también consumen gran parte del agua del suelo).

Protegen al suelo de la erosión. Por efecto mecánico (la cobertura vegetal, así como los restos
acumulados sobre la superficie, protege a éste de los impactos de las gotas de lluvia) o por el poder
de agregación que unen a las distintas partículas del suelo y así quedan fuertemente retenidas.

1.4.5. El tiempo

Como hemos visto el suelo, se origina por una serie de procesos y cada uno de ellos se desarrolla
con muy diferente velocidad. Como consecuencia las propiedades del suelo, que son el resultado de
la actuación de los procesos, se manifestaran también de un modo desigual.

Velocidad de formación del suelo

La velocidad de formación de un suelo es extraordinariamente lenta y depende del tipo de factores


formadores de cada suelo. Así los suelos se desarrollaran mas fácilmente sobre materiales originales
sueltos e inestables que a partir de rocas duras y constituidas por minerales estables. También es
lógico esperar una mas rápida formación en los climas húmedos y cálidos que en climas secos y

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fríos. Por ello la velocidad de formación del suelo es muy variable, en la bibliografía se pueden
encontrar valores desde 1mm/año hasta 0,001mm/año. Es de resaltar como la velocidad de
formación del suelo decrece drásticamente con la edad, ya que en un principio el material edáfico
evoluciona hacia la formación de un horizonte A (de alteración de materia orgánica), que es de rápida
formación, y una vez formado este horizonte el suelo se desarrolla originando horizontes B (de
alteración mineral), de mucha más lenta formación.

Crono secuencias de suelos

La antigüedad de un suelo puede valorarse de manera indirecta por la edad de la superficie


geomorfológica sobre la que se desarrolla. Las superficies pueden estar datadas por métodos
geológicos pero también se puede evaluar que superficie es más antigua que otra dada en base a
criterios de campo. Así como se indica en la siguiente figura la superficie que disecta es más antigua
que la que es cortada .

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En los estudios de suelos es interesante valorar su antigüedad relativa (mejor aún es calcular la edad
absoluta pero esta datación es muy difícil de realizar). Los suelos se ordenan en una secuencia de
edad creciente y se analiza como han ido cambiando con el tiempo su tipología y sus propiedades.

De todos los tipos de cronosecuencias, son sin duda las desarrolladas en terrazas fluviales las más
universalmente investigadas. Desde el punto de vista edáfico la propiedad más interesante de las
terrazas fluviales es que, en condiciones normales, presentan una clara correlación entre la cota de la
terraza y su edad, de manera que la terraza más alta es la más antigua y al descender son cada vez
más jóvenes, hasta llegar a la terraza inmediatamente próxima al cauce, que será la de formación
más reciente. La diferente evolución de cada suelo, así como el grado de desarrollo de sus
propiedades está regulado exclusivamente por el factor tiempo (ver figura).

La evolución de una propiedad concreta (o de un constituyente del suelo) en función de la edad se le


llama cronofunción. Es decir como va variando la propiedad considerada al ir aumentando
progresivamente la edad del suelo. La forma mejor para evaluarla es representarla en un diagrama de
dispersión (propiedad frente a edad) y calcular la ecuación de regresión y valorar su grado de ajuste
con el correspondiente coeficiente de correlación.

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Suelo climax o estado estacionario

En la siguiente figura anterior idealizamos el comportamiento de como se van manifestando una serie
de propiedades en función del tiempo.

Unas propiedades van aumentando su grado de desarrollo (lineas A, C y D de la figura) mientras que
otras tienen un comportamiento inverso (B), pero todas ellas llegan a alcanzar un estadío a partir del
cual no experimentan variaciones con el tiempo (las curvas se vuelven paralelas al eje horizontal,
lineas A', B', C' y D'), alcanzando cada una este estado de equilibrio a una edad diferente (edad 1, 2,
3 y 4). Cuando todas las propiedades se encuentran en esta situación se dice que el suelo está en
estado climax o estado estacionario (punto D´; tiempo 4). El tiempo necesario para alcanzar esta
etapa de madurez varía con cada tipo de suelo, según los procesos que en su formación hayan
tenido lugar .

Algunos autores cuestionan esta teoría del estado estacionario y creen que el suelo siempre esta
evolucionando. De cualquier forma parece claro que en sus etapas finales el suelo evoluciona tan
lentamente que podemos considerar sus cambios como poco significativos.

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Unas propiedades alcanzan rápidamente su equilibrio, en sólo algunos cientos de años (por ejemplo,
contenido en materia orgánica y lavado de los carbonatos), mientras que otras son de desarrollo
mucho más lento, requiriendo del orden de muchas decenas de miles de años (por ejemplo, la
translocación de arcilla). En consecuencia los distintos horizontes que componen los suelos necesitan
de tiempos muy distintos para su formación (como se muestra en la siguiente figura el horizonte A es
el de más rápida formación, mientras que el horizonte óxico necesita de hasta un millón de años para
manifestarse totalmente).

Para aquellos suelos que se forman en menos de alguna decenas de miles de años se habla de ciclo
corto, mientras que los que requieren de muchas decenas de miles hasta cientos de miles de años se
habla de ciclo largo.

http://www.edafologia.net/introeda/tema01/perfil6.htm

1.5. MORFOLOGÍA DEL SUELO

1.5.1. El perfil del suelo y sus horizontes

Como la edafización actúa desde la superficie y va perdiendo su intensidad conforme profundizamos


en el perfil del suelo, el material se altera de un modo diferencial y como resultado de la actuación de
estos procesos de meteorización y translocación se pasa de un material homogéneo o uniforme,
como es la roca, a un material heterogéneo, estratificado en capas con diferentes propiedades como
es el suelo; es decir, se produce la horizonación del material. Y es precisamente esta característica,
representada por la variación regular de las propiedades y constituyentes del suelo en función de la

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profundidad, la característica más representativa de los suelos, rasgo que los diferencia claramente
de las rocas.

A estas capas se les denomina horizontes y su superposición constituye el perfil del suelo.

Los horizontes constituyen las unidades para el estudio y para la clasificación de los suelos.

Los horizontes edáficos son capas aproximadamente paralelas a la superficie del terreno. Se
establecen en función de cambios de las propiedades y constituyentes (que son el resultado de la
actuación de los procesos de formación del suelo) con respecto a las capas inmediatas.

Los horizontes se ponen, normalmente, de manifiesto en el campo, en el perfil del suelo, pero los
datos de laboratorio sirven para confirmar y caracterizar a estos horizontes.

Generalmente bastan solo tres propiedades para establecer la horizonación de un suelo: color,
textura y estructura, aunque otras propiedades, como la consistencia, son a veces de gran ayuda. El
más mínimo cambio detectado (en una sola o en varias de estas propiedades) es suficiente para
diferenciar un nuevo horizonte.

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1.5.2. Nomenclatura para los horizontes del suelo

La designación de horizontes constituye uno de los pasos fundamentales en la definición de los


suelos.

Para designar a los horizontes del suelo se usan un conjunto de letras y de números.

Horizontes principales

H. Acumulaciones de materia orgánica sin descomponer (>20-30%), saturados en agua por largos
períodos. Es el horizonte de las turbas.

O. Capa de hojarasca sobre la superficie del suelo (sin saturar agua; >35%), frecuente en los
bosques.

A. Formado en la superficie, con mayor % materia orgánica (transformada) que los horizontes
situados debajo. Típicamente de color gris oscuro, más o menos negro, pero cuando contiene poca
materia orgánica (suelos cultivados) puede ser claro. Estructura migajosa y granular.

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de mayor a menor grado de desarrollo

E. Horizonte de fuerte lavado. Típicamente situado entre un A y un B. Con menos arcilla y óxidos
de Fe y Al que el hor. A y el hor. B. Con menos materia orgánica que el A. Muy arenosos y de colores
muy claros (altos values). Estructura de muy bajo grado de desarrollo (la laminar es típica de este
horizonte).

de mayor a menor grado de desarrollo

B. Horizonte de enriquecimiento en: arcilla (iluvial o in situ), oxidos de Fe y Al (iluviales o in situ) o


de materia orgánica (sólo si es de origen iluvial; no in situ), o también por enriquecimiento residual por
lavado de los carbonatos (si estaban presentes en la roca). De colores pardos y rojos, de cromas
(cantidad de color) más intensos o hue (tonalidad del color) más rojo que el material original = hor. C).
Con desarrollo de estructura edáfica (típicamente en bloques angulares, subangulares, prismática).

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C. Material original. Sin desarrollo de estructura edáfica, ni rasgos edáficos. Blando, suelto, se puede cavar
con una azada. Puede estar meteorizado pero nunca edafizado.

R. Material original. Roca dura, coherente. No se puede cavar.

Horizontes de transición

Se presentan cuando el límite entre los horizontes inmediatos es muy difuso, existiendo una capa ancha de
transición con características intermedias entre los dos horizontes. Se representan por la combinación de dos
letras mayúsculas (p.ej., AE, EB, BE, BC, CB, AB, BA, AC y CA). La primera letra indica el horizonte principal al
cual se parece más el horizonte de transición.

Horizontes mezcla

En algunas ocasiones aparecen horizontes mezclados que constan de partes entremezcladas. Están
constituidos por distintas zonas en cada una de las cuales se puede identificar a un horizonte principal (en la

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misma capa existen trozos individuales de un horizonte completamente rodeados de zonas de otro horizonte).
Se designan con dos letras mayúsculas separadas por una raya diagonal (p.ej. E/B, B/C); la primera letra indica
el horizonte principal que predomina.

Letras sufijo más usuales

Las letras minúsculas se usan como sufijos, para calificar a los horizontes principales especificando el
carácter dominante de este horizonte. Las letras minúsculas van inmediatamente después de las
letras mayúsculas.

p horizonte arado, (de plow = arar). Prácticamente siempre referida al hor. A, (Ap).

h acumulación de materia orgánica (h de humus). Normalmente por mezcla, en el horizonte A de


suelos vírgenes (Ap y Ah son excluyentes) y sólo en los podzoles, por iluviación, en el horizonte B (Ah
Bh).

26
w horizonte B de alteración, (de weathering = meteorización) reflejada, con respecto al horizonte
inferior, por: la arcilla (alto contenido, formada in situ), y/o el color (más rojo o más pardo), y/o la
estructura (edáfica, no la de las rocas originales). Si en el material original había carbonatos el B se
puede formar simplemente por lavado de estos carbonatos (hor. de enriquecimiento residual). Bw.

t acumulación de arcilla iluvial, (de textura, o sea granulometría). Bt.

k acumulación de carbonatos secundarios (k de kalcium). Llamado "ca" en otras terminologías). En


B (frecuente), en C (muy frecuentemente) y a veces en A (Ak Bk Ck).

y acumulación de yeso. Ay By Cy

27
z acumulación de sales más solubles que el yeso (y + z = sa, en otras terminologías). Az Bz Cz.

s acumulación de sesquióxidos, típico de los podzoles. Bs, también en los ferralsoles.

g moteado (abigarrado) por reducción del Fe. Manchas de colores pardos/rojos y gris/verde.
Hidromorfía parcial. Bg Cg y más raramente Ag.

28
r reducción fuerte, como resultado de la influencia de la capa freática, colores gris verdoso /
azulados (hidromorfía permanente, o casi). Cr Br.

m fuertemente cementado. Frecuentemente por carbonatos (Bmk), pero en otras condiciones


puede ser por materia orgánica (Bmh), por sesquióxidos de Fe (Bms) o por sílice (Bmq)

b horizonte de suelo enterrado (paleosuelo) o bicíclico (p.e. Btb), (de buried = enterrado).

Cifras sufijo

Se usan las cifras sufijos para indicar una subdivisión vertical de un horizontes del suelo. El número
sufijo siempre va después de todas las letras símbolo. La secuencia numérica se aplica solo a un
conjunto de letras determinado, de tal forma que la secuencia se empieza de nuevo en el caso de que

29
el símbolo cambie (p.e. Bt1 - Bt2 - Btg1 - Btg2). Sin embargo, una secuencia no se interrumpe por
una discontinuidad litológica (p.e. Bt1 - Bt2 - 2Bt3 - 2Bt4 - 3Bt5).

Cifras prefijo

Se usan las cifras prefijos, para indicar discontinuidades litológicas, indican que el material que formó
el suelo no era homogéneo, (por ejemplo, suelo formado a partir de distintos estratos sedimentarios
superpuestos).

Descripción de horizontes

Para el estudio de los horizontes ha de hacerse una completa descripción de sus características
morfológicas, en el campo, junto a un completo análisis de sus propiedades físicas y químicas, en el
laboratorio.

En líneas generales los datos se refieren:

al medio ambiente en el que se encuentra el suelo: localización geográfica, roca,


relieve, vegetación y uso, clima, drenaje,...)

a los horizontes en sí mismos. Con datos de campo (espesores, textura, estructura,


color, consistencia,... y límite) y datos del análisis del suelo en el laboratorio: análisis
físicos (granulometría, retenciones de agua, densidades,...), químicos (materia
orgánica, N, CaCO3,...), fisicoquímicos (pH, capacidad de cambio iónico, Eh,
conductividad,...) y micromorfológico.

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Con todos estos datos podrán establecerse interesantes conclusiones acerca del la clase de suelo,
de sus propiedades, de su formación, de su fertilidad y de su uso más racional.

http://www.edafologia.net/introeda/tema01/perfil6.htm

REFERENCIAS EN LA UNIDAD I

http://es.wikipedia.org/wiki/Edafolog%C3%ADa#Historia_de_la_Edafolog.C3.ADa
http://www.edafologia.net/introeda/tema01/perfil6.htm
http://www.montes.upm.es/Dptos/DptoSilvopascicultura/Edafologia/guia/Manual/1ndiceFrame.html
Ortiz Solorio, C.A. 1997. Fundamentos de pedología. Programa de Recursos Naturales. Colegio de
Postgraduados. Montecillo, Estado de México.

31
UNIDAD II. PROPIEDADES FISICAS DEL SUELO

2.1. TEXTURA DEL SUELO

2.1.1. Determinación de la textura del suelo

El suelo está constituido por partículas de muy diferente tamaño.

Conocer esta granulometría es esencial para cualquier estudio del suelo (ya sea desde un punto de
vista genético como aplicado). Para clasificar a los constituyentes del suelo según su tamaño de
partícula se han establecido muchas clasificaciones granulométricas. Básicamente todas aceptan los
términos de grava, arena, limo y arcilla, pero difieren en los valores de los límites establecidos para
definir cada clase. De todas estas escalas granulométricas, son la de Atterberg o Internacional
(llamada así por haber sido aceptada por la Sociedad Internacional de la Ciencia del Suelo) y la
americana del USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos) las más ampliamente
utilizadas. Ambas clasificaciones se reproducen en la siguiente figura.

El término textura se usa para representar la composición granulométrica del suelo. Cada termino
textural corresponde con una determinada composición cuantitativa de arena, limo y arcilla. En los
términos de textura se prescinde de los contenidos en gravas; se refieren a la fracción del suelo que

32
se estudia en el laboratorio de análisis de suelos y que se conoce como tierra fina. Por ejemplo, un
suelo que contiene un 25% de arena, 25% de limo y 50% de arcilla se dice que tiene una textura
arcillosa.

Las partículas no están sueltas sino que forman agregados y hemos de destruir la agregación para
separar las partículas individuales. Por ello antes de proceder a la extracción de las diferentes
fracciones hay una fase previa de preparación de la muestra.

En esta fase previa existen diversos métodos para separar a las partículas del suelo, unos son
métodos físicos (trituración suave, agitación lenta, agitación rápida, ultrasonidos, lavado y cocción) y
otros son técnicas químicas (oxidación de la materia orgánica con agua oxigenada, ataque ácido de
los carbonatos y compuestos de Fe con ClH, dispersión de las arcillas con hexametafosfato sódico o
amoníaco). Como los agentes agregantes pueden ser muy distintos, normalmente no sirve uno sólo
de estos métodos sino que se monta una cadena de tratamientos.

La extracción final de las fracciones se realiza por tamizado para las arenas, mientras que la
sedimentación en fase acuosa es el método normal de separación de los limos y de las arcillas. Si se
necesita subfraccionar a la fracción arcilla se ha de recurrir a la centrifugación.

Existe un método para calcular la textura de una manera aproximada en base a la plasticidad que
presenta la fracción arcilla al añadirle agua. Se toma una pequeña cantidad de muestra en la palma
de la mano, se le añade agua hasta saturación. Se frotan las manos para hacer un cilindrito y en
función de la facilidad de formar un tubito delgado y según que se pueda o no doblar se establecen
las texturas arcillosas, francoarcillosas y francas. En función de la aspereza (se frota la muestra junto
al oído y se escucha el chirrido de los granos) se determina la importancia de los contenidos en
arena. En esta figura se reproduce este diagrama textural simplificado.

33
2.1.2. Clasificación de la textura del suelo

Los términos texturales se definen de una manera gráfica en un diagrama triangular que representa
los valores de las tres fracciones.

34
2.1.3. Importancia de la textura del suelo

El análisis granulométrico representa el dato más valioso para interpretar la génesis y las propiedades
de los suelos.

a) Génesis

a.1) Textura y factores formadores

La acción de los factores formadores queda reflejada en la textura del suelo.

Así, la roca tiende a dar una determinada clase textural, que quedara más patente cuanto más joven
sea el suelo (en un principio el suelo hereda la textura del material original). El clima tiende a
condicionar la textura en función de su agresividad (texturas groseras en climas áridos y texturas
arcillosas en climas húmedos y templados). El relieve condiciona el transporte de las partículas. El
tiempo tiende a dar una mayor alteración y favorece el aumento de la fracción arcilla.

a.2) Textura y procesos de formación

La actuación de determinados procesos queda reflejada en la textura: fersialitización (texturas


arcillosas), ferralitización y podsolización (concentración de arenas), iluviación de arcilla (produce
contrastes texturales entre los horizontes de un suelo).

a.3) Grado de evolución

La relación entre la cantidad de arcilla del material original y la de cada uno de los horizontes de un
suelo es un buen índice del grado de evolución.

b) Clasificación de suelos

En todas las clasificaciones de suelos la textura es un carácter diferenciante ampliamente utilizado


para definir las clases de suelos a todos los niveles.

35
c) Evaluación de suelos

De igual manera que en las clasificaciones de suelos, también a nivel de evaluación la textura del
suelo es un parámetro evaluador de la calidad.

d) Propiedades del suelo

La gran mayoría de las propiedades físicas, químicas y fisicoquímicas están influenciadas por la
granulometría : estructura, color consistencia, porosidad aireación, permeabilidad, hidromorfía,
retención de agua, lavado, capacidad de cambio, reserva de nutrientes...

e) Propiedades agrológicas

Los suelos arenosos son inertes desde el punto de vista químico, carecen de propiedades coloidales
y de reservas de nutrientes. En cuanto a las propiedades físicas presentan mala estructuración,
buena aireación, muy alta permeabilidad y nula retención de agua.

Por el contrario los suelos arcillosos son muy activos desde el punto de vista químico, adsorben iones
y moléculas, floculan (la fracción arcilla permanece inmóvil) y dispersan (migran), muy ricos en
nutrientes, retienen mucha agua, bien estructurados, pero son impermeables y asfixiantes.

Los suelos limosos tienen nula estructuración, sin propiedades coloidales, son impermeables y con
mala aireación.

Los suelos francos son los equilibrados con propiedades compensadas.

f) Erosión

Las partículas de arena son arrastradas por el viento y agua, las arenas finas son muy erosionables.
Las arcillas se pegan y se protegen, los limos no se unen y se erosionan más fácilmente.

36
g) Contaminación

Las arenas son muy inertes mientras que las arcillas tienen un alto poder de amortiguación , pueden
fijar y transformar a los contaminantes y presenta por tanto una alta capacidad de autodepuración.

2.2. ESTRUCTURA DEL SUELO

Las partículas del suelo no se encuentran aisladas, forman unos agregados estructurales que se
llaman peds, estos agregados (o terrones) por repetición dan el suelo. Es como un poco la celdilla
unidad de los cristales que por repetición origina el mineral. Los agregados están formados por
partículas individuales (minerales, materia orgánica y huecos) y le confieren al suelo una determinada
estructura.

Se habla de estructura como una propiedad y es más bien un estado, ya que cuando el suelo está
seco, se agrieta y se manifiesta la estructura, pero si está húmedo, el suelo se vuelve masivo, sin
grietas y la estructura no se manifiesta. En los peds hay un material inerte, arenas, que se unen por la
materia orgánica y las arcillas y otros agentes cementantes. Si las arcillas están dispersas, el suelo
carece de estructura, si están floculadas, forman estructura.

2.2.1. Clasificación de la estructura del suelo

Desde el aspecto morfológico la estructura del suelo se define por una forma, un tamaño y un grado
de manifestación de los agregados.

a) Por su forma Forma. Es la tendencia a manifestarse con un determinado hábito. Se definen los
siguientes tipos.

37
Migajosa. Agregados porosos de forma redondeada (no se ajustan a los agregados vecinos).
Típica de los horizontes A.

Granular. Agregados sin apenas poros en su interior, de forma redondeada (no se ajustan a los
agregados vecinos). Es similar a la migajosa pero con los agregados compactos. Típica de los
horizontes A.

Angular (o en bloques angulares). Agregados de forma poliédrica, con superficies planas, de


aristas vivas y con vértices. Las caras del agregado se ajustan muy bien a las de los agregados
vecinos. Típicamente en los horizontes arcillosos, como son los hor. B.

Subangular (o en bloques subangulares). Agregados de forma poliédrica, con superficies no


muy planas, de aristas romas y sin formación de vértices. Las caras del agregado se ajustan
moderadamente a las de los agregados vecinos. Típicamente en los horizontes arcillosos, como son
los hor. B.

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Prismática. Cuando los bloques se desarrollan en una dirección (vertical) más que en las dos
horizontales. Presente en los horizontes más arcillosos, a veces hor. B y en ocasiones hor. C.

Columnar. Prismas con su cara superior redondeada. Estructura muy rara.

Laminar. Cuando los agregados se desarrollan en dos direcciones (horizontales) más que en la
tercera (vertical). Típica de los horizontes arenosos, como los hor. E.

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Sin estructura. Cuando no hay desarrollo de agregados. Horizontes de partículas sueltas
(pulverulentos) o masivos (endurecidos).

b) Por su Tamaño
Por el tamaño de los agregados las estructuras se clasifican en: gruesa, media, fina y muy fina.

c) Por su Grado de desarrollo

Según la intensidad con que se manifieste el desarrollo de la estructura: fuerte, media, débil, nula.
Los agentes responsables de la estructura son las características hídricas junto a la textura y materia
orgánica.También influyen: pH, CO3=, oxidos e hidróxidos de Fe, actividad biológica...

2.2.2. Determinación de la estructura del suelo

a. Por micromorfología

La estructura se presenta en el campo, en el perfil del suelo, pero su estudio se completa con el
microscopio petrográfico. Se analiza no sólo la forma de los agregados sino que además se estudia la
composición (fragmentos gruesos, minerales y orgánicos, material fino y poros) y organización
(distribuciones, orientaciones y organizaciones de los elementos que componen la estructura). A partir
de la observación micromorfológica se pueden deducir los procesos que han tenido lugar durante la
formación del suelo). La micromorfología estudia los constituyentes del suelo y su organización
(distribuciones, orientaciones y organizaciones).

b. Por Estabilidad de la estructura

Representa la resistencia a toda modificación de los agregados. El agente destructor de la estructura


es el agua. Hincha los materiales y dispersa los agregados. Los agregados que están en la superficie
del suelo, son dispersados por el impacto de las gotas de lluvia. Por otra parte, al mojarse los peds el

40
agua va entrando hacia el interior de los agregados, va comprimiendo el aire que había y llega un
momento en el que el aire tiene que salir y resquebraja o rompe el agregado.

2.3. DENSIDAD DEL SUELO

En el suelo, como en cualquier otro cuerpo físico, la densidad se define como la masa por unidad de
volumen. Ahora bien, dado su carácter poroso, conviene distinguir entre la densidad de sus
componentes solidos y la del conjunto del suelo, incluyendo los huecos, por ello nos referiremos a
dos tipos de densidad.

Densidad real

Se designa de esta forma a la densidad de la fase sólida. Es un valor muy permanente pues la mayor
parte de los minerales arcillosos presentan una densidad que está alrededor de 2.65 gramos por
centímetro cúbico. Muy semejante es la de los minerales más abundantes en las arenas, como
cuarzo, feldespatos, etc... Los carbonatos presentan una densidad algo menor así como la materia
orgánica, que puede llegar a valores de 0.1; por lo que en horizontes muy orgánicos o carbonatados
habría que reconsiderar el valor anterior, fundamentalmente en los primeros en los que puede
calcularse aplicando los valores citados a los contenidos relativos de fracción mineral y orgánica.

Densidad aparente

Refleja la masa de una unidad de volumen de suelo seco y no perturbado, para que incluya tanto a la
fase sólida como a la gaseosa englobada en ella. Para establecerla debemos tomar un volumen
suficiente para que la heterogeneidad del suelo quede suficientemente representada y su efecto
atenuado.

Es muy variable según el suelo, incluso en cada uno de los horizontes porque depende del volumen
de los poros. Si el suelo es compacto, la densidad sube. Su valor en los horizontes A suele estar
comprendido entre 1 y 1.25, mientras que en los horizonte B puede alcanzar hasta 1.5 o más alto.
Su valor nos permite establecer equivalencias entre las relaciones masa/masa, que son la forma
habitual de medir los parámetros del suelo, y las masa/superficie que son las utilizadas en la
aplicación de aditivos al mismo para corregir sus deficiencias.

41
Si queremos adicionar un determinado porcentaje de un elemento establecido, hemos de conocer la
masa de suelo que corresponde a una superficie definida para un espesor concreto. Usualmente se
utiliza como unidad de superficie la hectárea y como profundidad la correspondiente a la capa arable
que se establece como promedio en 30 cm. De este modo, la masa de una hectárea podemos
calcularla multiplicando la densidad aparente por su volumen, que vendria expresado por el producto
del espesor deseado en metros multiplicado por 10.000 que es su superficie en metros cuadrados. En
este caso la densidad debería expresarse en Mg/m³ y el resultado final quedaría en Mg/ha. Una vez
conocido ese valor ya es posible aplicar cualquier relación masa/masa obtenida en la determinación
del parámetro a corregir, sin más que adecuar convenientemente las unidades.

2.3.1. Determinación de la densidad aparente del suelo

La determinación de la densidad aparente puede efectuarse por diversos métodos pero se utilizan
dos preferentemente. Si bien para la densidad real puede tomarse el valor promedio que antes
apuntamos de 2.65 gramos por centímetro cúbico, sin que el error sea excesivamente grave, la
densidad aparente es importante medirla en cada caso por su mayor variabilidad. Entre un horizonte
orgánico y un horizonte Bt muy compacto, los valores pueden variar de 0,1 a 1.80 e incluso más
gramos por centímetro cúbico; en estas condiciones los errores que pueden cometerse en los
parametros estimados a partir de ella pueden ser enormes.

a. Método peso / volumen

El mejor modo de determinar la densidad aparente es tomar un volumen fijo de suelo sin perturbar y
pesarlo una vez seco, por calentamiento a 105º C hasta peso constante. Para ello se suele utilizar un
cilindro metálico con un volumen cercano a los 100 ml pero exacto; en uno de sus extremos se le
provee de una tapadera con un asa que permita girarlo, a la par que se introduce, para facilitar su
penetración en el suelo; una vez clavado completamete pero sin presionar sobre la tapa, lo que
puede percibirse quitandola en el último tramo de su introducción, se extrae del suelo cortando con

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una herramienta apropiada, que nos permitirá eliminar el sobrante del extremo que se ha clavado.
Una vez lleno y enrasado en ambos extremos, se extrae el suelo contenido, cuyo volumen
corresponde con el del cilindro y que es conocido, se deseca y se pesa. La densidad viene
determinada por la relación entre el peso obtenido y el volumen correspondiente.

El principal inconveniente de este sistema es la presencia de piedras, por lo que solo puede utilizarse
en suelos no pedregosos que, desgraciadamente, son los menos.

b. Método del terrón

Consiste en tomar un agregado del suelo, lo más grande posible, desecarlo y pesarlo para conocer su
masa. Se ata con un hilo y se sumerge en parafina fundida para impermeabilizar su superficie, y una
vez solidificada ésta puede volver a pesarse. El agregado parafinado se introduce en una probeta
graduada y llena de agua en la que se mide el incremento de volumen sufrido por el agua como
consecuencia de la introducción del agregado, que corresponde con el volumen de éste. De esta
forma conocemos los dos parámetros necesarios para el calculo de la densidad. Aunque la capa de
parafina es muy tenue y su volumen despreciable, puede estimarse en función de su densidad y del
incremento de peso sufrido por el agregado tras el proceso de impermeabilización.

El principal inconveniente de este método es que no puede precisar el volumen de las grietas y de los
huecos interpedales. Mas como quiera que todos ellos desaparecen al humedecerse el suelo, si sirve
para determinar el comportamiento del suelo húmedo.

2.4. POROSIDAD DEL SUELO

Representa el porcentaje total de huecos que hay entre el material sólido de un suelo. Es un
parámetro importante porque de él depende el comportamiento del suelo frente a las fases líquida y
gaseosa, y por tanto vital para la actividad biológica que pueda soportar. Se estudia con la técnica

43
micromorfológica y se cuantifica de una manera indirecta en las medidas de pF y de densidad
aparente.
La porosidad del suelo viene representada por el porcentaje de huecos existentes en el mismo frente
al volumen total.

La porosidad depende de la textura, de la estructura y de la actividad biológica del suelo. Cuanto más
gruesos son los elementos de la textura mayores son los huecos entre ellos, salvo si las partículas
más finas se colocan dentro de esos huecos o sí los cementos coloidales los obturan. No obstante lo
más corriente es que los suelos con elementos gruesos presenten poros también gruesos y los
suelos limosos y arcillosos, huecos muy numerosos pero de pequeño tamaño. La materia orgánica
contribuye a aumentar sensiblemente la porosidad. Son por tanto los suelos coloidales los que tienen
la mayor porosidad.

La influencia de la estructura es tan evidente que a menudo se utiliza el valor de la porosidad para dar
una idea de la estructura del suelo; además los agentes que destruyen la estructura disminuyen la
porosidad, como por ejemplo el apisonado.

El tercer factor que tiende a desarrollar la porosidad es la actividad biológica del suelo, especialmente
la de la microfauna. En los suelos cuya actividad biológica es intensa se observa con frecuencia, al
lado de las huellas del recorrido de las lombrices, un gran número de canalículos finos que resultan
del trabajo de pequeños insectos. Cuando este tipo de poros resulta predominante se dice que el
suelo tiene una porosidad tubular.

2.4.1. Determinación de la porosidad de un suelo

El calculo de la porosidad total puede hacerse mediante los valores de los tipos de densidad que
acabamos de considerar, de forma que la masa de la fase sólida de un volumen unitario vendria

44
expresado por el valor de la densidad aparente, y el volumen ocupado por esa fase solida lo definiria
el cociente entre su masa y la densidad real de dicha fase sólida:
Masa de suelo en un metro cúbico = da Mg
Volumen ocupado por la masa anterior = da/dr m³
Volumen de poros en un metro cúbico de suelo = ( 1 - da/dr ) m³
El porcentaje de porosidad vendrá expresado por:
P = 100 ( 1 - da/dr ) %
Siendo da y dr los valores de densidad aparente y real respectivamente y P el porcentaje de huecos
del suelo u horizonte considerado.

2.4.2. Importancia de la porosidad del suelo

Para una correcta aireación del suelo y una buena retención de agua, es conveniente que la
porosidad se sitúe entre el 40 % y el 60 %. Valores menores del límite inferior pueden crear asfixia en
las raíces, contenidos de agua retenida muy bajos, o ambas cosas a la vez. Un valor superior al límite
máximo supone una dificultada para el contacto entre el suelo y las raíces de las plantas.

En el suelo se distinguen de forma tradicional pero empírica y a menudo arbitraria una


macroporosidad y una microporosidad. La macroporosidad, o porosidad no capilar, esta formada por
huecos grandes, que están ocupados frecuentemente por aire. A menudo se presentan en forma de
grietas que separan los agregados e incluso penetran en los mismos. Su importancia depende sobre
todo de la estructura del suelo, de su grado de fisuración y parcialmente de la textura. Es mas
elevada en suelos arenosos.

La microporosidad depende también de la estructura pero sobre todo de la textura y de la actividad


biológica. Es muy grande en los suelos ricos en elementos finos y en los dotados de una microfauna
numerosa y activa.

El límite entre macro y microporosidad esta fijado por algunos autores en 10 mm y por otros en 8 mm,
más lógico ya que corresponde al límite superior de la capacidad de retención de agua, en el cual
ésta está retenida con tal fuerza que no es susceptible de desplazamiento vertical por acción
gravitatoria, de modo que esos poros, una vez llenos de agua, permanecerían siempre así si no se
aplica alguna fuerza externa que la desplace. Para darnos una idea del tamaño de poros diremos que
por encima de las 30 mm el agua de gravedad puede circular libremente; por debajo de 20 mm no
pueden penetrar los protozoos, por debajo de 1 mm no pueden hacerlo los pelos radiculares y por

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debajo de 0,2 mm no les es posible a las bacterias. En un suelo bien constituido la porosidad se
reparte aproximadamente a partes iguales entre macro y microporosidad.
Una porosidad elevada es extremadamente favorable a la vegetación ya que facilita el arraigamiento,
asegura la conservación del agua y favorece los cambios entre el vegetal y el suelo, permitiendo la
difusión del agua y del aire. Pero el espacio poroso se halla distribuido entre toda la masa del suelo,
existiendo huecos de diferentes formas y tamaños con orientaciones muy distintas.

Las grietas de retracción pueden tener varios centímetros de anchura y alcanzar hasta un metro de
profundidad pero en el momento en que el suelo se humedece se cierran y desaparecen. Por ellas
puede circular el agua aunque usualmente pertenecen al dominio del aire. Algo similar ocurre con los
espacios existentes entre los agregados del suelo, de menor tamaño que las anteriores pero
pertenecientes también al dominio gaseoso. Los huecos intrapedales, del interior de los agregados,
suelen pertenecer a la microporosidad aunque también pueden existir algunos de mayor tamaño.

Naturalmente, la circulación del agua está influida por el volumen ocupado por la macroporosidad,
pero también por la forma y distribución de los poros correspondientes. En ocasiones se forman una
especie de burbujas conocidas como "vesículas", que no están interconectadas con el resto del
sistema poroso por lo que aunque su tamaño es grande no participan del sistema de circulación del
agua y siempre están llenas de gas. Una correcta distribución de los fluidos del suelo requiere una
buena distribución entre macro y microporosidad, que suele estimarse en volumenes semejantes, de
modo que cada una ocupe entre un 40 % y un 60 % del total. Las desviaciones hacia la
microporosidad generan un ambiente asfixiante y reductor con escaso suministro de oxígeno a las
raíces. La contraria supone un buena aireación pero una retención de agua insuficiente. Es más
importante está distribución que el valor total de porosidad del suelo.

La medida de ambos valores suele hacerse en función del agua retenida con determinada intensidad,
como veremos en el apartado correspondiente, pudiendo calcular a partir de ella el valor de la
microporosidad, mientras que el de la macroporosidad se obtiene por diferencia entre la anterior y el
valor total.

2.5. CONSISTENCIA DEL SUELO

Es la trabazón o coherencia entre las partículas del suelo. Varía según el estado de humedad por lo
que conviene determinarla con el suelo seco, húmedo y mojado. Se considera que el suelo está seco
cuando cambia de color al añadirle una gota de agua, y si tal no sucede decimos que está húmedo

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cuando no moja la mano al cogerlo, o mojado cuando sí lo hace. Si se toma un agregado seco ofrece
una cierta resistencia a partirse, al humedecerse se fractura mejor y cuando está mojado puede
resultar moldeable y más o menos pegajoso.

2.5.1. Clasificación de la consistencia del suelo

a. Consistencia en seco: En su descripción se utilizan unos términos prestablecidos a los que suele
añadirse algún adverbio de cantidad para indicar la intensidad del término utilizado.

Suelto
Se utiliza en aquellos horizontes que carecen de estructura o que aquella es particular. No existen
agregados en el suelo y las partículas del mismo no están unidas entre sí.
Los horizontes que la presentan están muy bien aireados y son muy penetrables, pero las raíces
tienen poco contacto y la retención de agua es muy débil. Si aparece en superficie, los suelos se
labran muy bien pero son muy malos a la hora de establecer construcciones sobre ellos, por la
dificultad que representan para la cimentación.
En infraestructuras viarias generan unos taludes muy inestables.

Blando
Los agregados se rompen entre los dedos. Este tipo de consistencia suele estar asociado a
estructuras migajosas o granulares.El suelo está bien aireado, es fácil de penetrar y ofrece buen
contacto a las raíces. La retención de agua es, en general, buena y se labra bien aunque es
conveniente que presente un cierto nivel de humedad para que no se destruyan los agregados. Para
las obras civiles no es muy bueno pero mejor que el "suelto".

Duro
Los agregados son difíciles de romper con la mano, y en algunos casos es necesario recurrir al
martillo. La aireación es escasa y las raíces penetran con mucha dificultad en los agregados y suelen
crecer a traves de las fisuras. Retiene gran cantidad de agua aunque el drenaje puede resultar
escaso. Hay que labrarlo con esmero por su propensión a formar "suelas de labor".
Para las obras suele ser bueno pero conviene ver el comportamiento en húmedo y mojado.

b. Consistencia en húmedo: Como en el caso anterior se utilizan una serie de términos modificados,
en su caso, por algún adverbio de cantidad.

47
Suelto.
Se corresponde con el término análogo en seco y presenta un comportamiento semejante.

Friable.
El término deriva de "friare" que significa desmenuzar. Se desmenuza con cierta facilidad. En seco ,
suele ser "blando" o algo "duro y su comportamiento es el equivalente a ellos. Se labra muy bien y
proporciona un buen contacto del suelo con las semillas y con las raíces de las plantas. Como
contrapartida suele generar una taludes muy inestables.

Firme.
No se desmenuza con facilidad. En seco suele ser duro o muy duro y con un comportamiento
semejante. Puede ser muy proclive a la formación de suelas de labor, por ello es necesario cultivarlo
con un tempero adecuado. Usualmente existe una correspondencia entre la consistencia en seco y
en húmedo, si bien en esta situación los agregados se desmenuzan con mayor facilidad. Cuando la
tenacidad se mantiene parecida en ambas situaciones, es debido a la presencia de agentes
cementantes de tipo químico, como pueden ser los carbonatos, óxidos de hierro u otros semejantes.
Cuando se humedece se mantiene la coherencia y lo mismo de duro es en seco que en húmedo.
Cuando la dureza es atribuible a la arcilla se fractura con más facilidad en húmedo y la consistencia
se atenúa. Los distintos estados de consistencia en seco y húmedo nacen de la naturaleza del agente
cementante.

c. Consistencia en mojado: En esta situación se observan dos aspectos diferentes como son la
plasticidad y la adherencia y, solo en ocasiones, la tixotropía. Se utiliza el término correspondiente
acompañado, en su caso, de un adverbio de cantidad o se indica la ausencia de la condición.

Adherente
Se utiliza para indicar que la tierra se pega a las manos. Suele ir asociada a suelos duros en seco y
poco friables o firmes en húmedo. Cuando el suelo es muy adherente es debido a la presencia de
partículas finas no coloidales que no se unen unas a otras para constituir agregados. La presencia de
este limo hace que, al no estar adherido, el suelo húmedo se vuelva resbaladizo y se enfangue. Esto
tiene una mala consecuencia para el mantenimiento del suelo puesto que la erosión es muy alta. Si
se labra muy húmedo puede embarrarse y al secarse se forma una costra que dificulta la nascencia
de las semillas. La superficie de los suelos adherentes se vuelve muy resbaladiza.

Plástico

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Tiene la capacidad de poder ser moldeado. La plasticidad se mide formando un cordón y
estableciendo lo largo y fino que se hace antes de que se rompa. Está en función del contenido de
arcilla y del tipo de ella. No va necesariamente unida a la adherencia. Son muy difíciles de trabajar
porque se forman grandes bloques que impiden un buen contacto de la semilla con el suelo y no hay
suministro de agua. Son muy difíciles de trabajar porque si están demasiado húmedos pueden formar
grandes terrones o suelas de labor. Cuando a la plasticidad se añade la presencia de arcillas
expandibles que provocan grandes cambios de volumen, pueden ocasionar deslizamientos muy
peligrososo para las edificaciones o infraestructuras soportadas por estos suelos.

Tixótropo
El suelo sufre una modificación de su estado con la presión. La tixotropía está asociada a la
presencia de alofana, que es típica de suelos desarrollados sobre cenizas volcánicas. La fácil
alteración origina iones que se organizan en pseudoestructuras conocidas como alofanas, muy
parecidas a la caolinita y que dejan gran cantidad de huecos que se llenan de agua actuando como
una esponja. La alofana aporta grandes ventajas al suelo porque retiene muchos iones y agua.

2.5.2. Importancia de la consistencia del suelo en la agronomía

En la figura siguiente, se observa como el grado máximo de consistencia se alcanza en el rango seco
debido a las fuerzas de cohesión; mientras que el máximo de adhesión se localiza dentro del rango
húmedo. Al comparar los dos "puntos máximos" se concluye que el relacionado con la adhesión,
aunque origina un valor de consistencia menor en el rango húmedo es el estado óptimo para la
realización de las labores agrícolas, puesto que el suelo no opone tanta resistencia como ocurre en el
rango seco. En los rangos donde el contenido de agua es mayor, mojado y saturado, el peligro radica
en la degradación estructural por la poca resistencia que ofrece el suelo a su deformación con lo cual
se corre el riesgo de "amasarlo" o compactarlo.

49
Bibliografía
FAO. "Guia para la descripción de perfiles de suelos". FAO. 70 pp. Roma, 1977
http://www.unex.es/edafo/ECAP/ECAL3Consistencia.htm

2.6. COLOR

Es una propiedad muy utilizada al estudiar los suelos pues es fácilmente observable y a partir de él se
pueden deducir rasgos importantes. Puede ser homogéneo para un horizonte o presentar manchas.
Se mide por comparación a unos colores estandar recogidos en las tablas Munsell. Los agentes
cromógenos son diversos, los colores más comunes son:

Color oscuro o negro. Normalmente debido a la materia orgánica (cuanto más oscuro es el
horizonte superficial más contenido en materia orgánica se le supone). Cuando esta localizado en
nódulos y películas se le atribuye a los compuestos de hierro y, sobre todo, de manganeso.
Color blancuzco. Debido a los carbonatos o al yeso o sales más solubles. En los horizontes
eluviales es consecuencia del lavado de las arenas (constituidas por cuarzo y en menor proporción,
por feldespatos).
Colores pardos amarillentos. Oxidos de hierro hidratados y unidos a la arcilla y a la materia
orgánica.

50
Colores rojos. Oxidos férricos tipo hematites. Medios cálidos con estaciones de intensa y larga
sequía.

Colores abigarrados grises y rojos/pardos. Compuestos ferrosos y férricos. Característicos de


los suelos pseudogley con condiciones alternantes de reducción y oxidación.
Colores grises verdosos/azulados. Compuestos ferrosos, arcillas saturadas con Fe++. Indican
intensa hidromorfía, suelos gley.

REFERENCIAS EN LA UNIDAD II

FAO. 1977. Guía para la descripción de perfiles de suelos. FAO. Roma, 70 pp.
http://edafologia.ugr.es/introeda/tema04/otraspp2.htm
http://www.monografias.com/trabajos15/suelos-consistencia/suelos-consistencia.shtml
http://www.unex.es/edafo/ECAP/ECAL5PFDensidad.htm
http://www.unex.es/edafo/ECAP/ECAL3Consistencia.htm

51
UNIDAD III. PROPIEDADES QUIMICAS DEL SUELO

3.1. REACCION DEL SUELO

3.1.1. Determinación del pH del suelo

El pH es una medida de la concentración de iones H presentes en una disolución, de modo que


indican el carácter ácido o básico de la misma. Aunque el valor del pH puede variar entre 0 y 14, en el
suelo raramente se encuentran pH inferiores a 4 y mayores de 10.

Para determinar el pH se toma 1 parte de suelo y 2,5 partes de agua destilada. Se vierten en un vaso
de precipitados y se mezclan. Cuando obtenemos una mezcla homogénea, se introduce el electrodo
del pHmetro y se mide el pH. Conviene realizar la medida sobre dos muestras para comparar.

3.1.2. Clasificación del pH del suelo

Según su pH los suelos pueden clasificarse en:

pH<5,5 muy ácido. pH= 7,6-8,5 básico


pH = 5,6-6,5 ácido pH>8,6 muy básico o alcalino.
pH = 6,6-7,5 neutro

3.1.3. Importancia del pH

El pH de la solución del suelo afecta profundamente a la solubilidad de los diferentes iones presentes,
de este modo varía la asimilabilidad de los mismos por las plantas ya que estas solo pueden
absorberlos en solución.

En otros casos el pH afecta a la actividad microbiana necesaria para provocar la transformación de


ciertos elementos, que se liberan en formas no asimilables y han de sufrir una transformación química
que permita su fácil absorción. Este es el caso del Nitrógeno cuyas formas inorgánicas son todas
52
solubles independientemente del pH reinante por lo que no debería verse afectada su asimilabilidad
por aquel. Sin embargo para valores de pH inferiores a 6 o superiores a 8 se atenúa la actividad
bacteriana con lo que disminuye tanto la liberación de amonio como su oxidación a nitrato, y ello hace
bajar la concentración de nitrógeno en forma asimilable.

En el caso del fósforo el pH puede inducir su fijación o su precipitación, solo entre valores
comprendidos entre 6.5 y 7.5 su asimilabilidad es óptima. Cuando el pH se sitúa por debajo de 6.5, se
inicia un incremento en el contenido en cargas positivas del complejo absorbente, ello provoca una
fuerte fijación de los aniones sobre todo el fosfato que, por poseer una estructura similar a la de los
tetraedros estructurales de las arcillas, puede incorporarse a ellas; este hecho provoca una
inmovilización definitiva del mismo. Este fenómeno, siendo importante, no resulta muy transcendente
porque el mayor número de cargas positivas pertenece a los oxihidróxidos de hierro y de aluminio y a
la materia orgánica, que adquieren su máxima importancia en los horizontes B y A respectivamente.
Cuanto menor es el valor del pH mayor es la fijación, pudiendo provocar fuertes carencias cuando el
pH es inferior a 5.

Por encima de 7.5, el complejo de cambio y la solución del suelo son muy ricos en calcio lo que
provoca una precipitación del fosfato tricálcico, que alcanza su máximo alrededor de 8.5 donde la

53
asimilabilidad es mínima. Superado ese valor se inicia un desplazamiento del calcio por el sodio que
da formas solubles.

El comportamiento del Azufre, presente en forma aniónica en el suelo, es parecido al del fósforo en la
banda ácida del pH, por razones similares. No se comporta igual en la banda alcalina porque todas
los sulfatos son solubles, en mayor o menor grado, cualquiera que sea el valor del pH.

Los nutrientes catiónicos como el potasio, calcio o magnesio, se encuentran en bajas


concentraciones en los suelos ácidos, pues la acidez del suelo siempre se produce por una
desbasificación, luego en las condiciones citadas estos elementos son, simplemente, escasos. La
abundancia de potasio en las rocas ácidas hace que su disponibilidad decrezca a valores de pH
netamente más ácidos que para los otros elementos. Los alcalinotérreos sufren un nuevo descenso a
valores de pH alcalinos por efecto de su insolubilización como carbonatos.

Los micronutrientes son más solubles en medios ácidos por lo que en ellos su asimilabilidad es
máxima, como ocurre con el hierro, el manganeso, el cobre o el cinc.

El pH tiene una influencia decisiva en los procesos genéticos del suelo, en la asimilabilidad de los
nutrientes y en el desarrollo de la actividad microbiana del suelo; él se ve influido por la alteración
mineral, la evolución de la materia orgánica, la absorción de iones por las plantas y el lavado del
suelo. Todos los procesos que generan modificaciones del pH no coexisten en el tiempo por lo que se
generarían bruscos cambios en la reacción del suelo, y dada la trascendencia de su valor para
procesos de enorme importancia, estos cambios podrían provocar modificaciones fatales en el
comportamiento del suelo frente a los microorganismos y al desarrollo de las plantas. Por ello es
necesario que estas modificaciones sean amortiguadas y el suelo dispone de los mecanismos
necesarios para ello, es lo que se conoce como "poder tampón del suelo".

3.1.4. Corrección de suelos ácidos

Los suelos ácidos contienen una cantidad considerable de cationes hidrógeno. La acidificación del
suelo puede ser debida a causas naturales (materia original pobre en cationes básicos, lavado de
calcio en regiones de clima lluvioso, etc.) o provocada por el hombre (incorporación de residuos o
fertilizantes ácidos, lluvia ácida causada por ciertas industrias, etc.). La causa más frecuente de la
acidificación del suelo es el lavado del calcio en regiones con mucha pluviometría. En regiones áridas
y semiáridas suele haber suficiente contenido de calcio, pero no así en las regiones muy lluviosas.

54
Los suelos ácidos no son favorables par el desarrollo de la mayoría de los cultivos, por lo que es
preciso corregir la acidez, tratando de sustituir los cationes hidrógeno por cationes calcio. Esta
operación se llama enmienda caliza o encalado. La función de la enmienda es la de corregir las
propiedades mecánicas y físicas del suelo. La adición de cal mulle las tierras compactas.

¿Cómo se manifiesta la falta de cal?

Ciertas observaciones permiten, antes de cualquier análisis, reconocer los terrenos provistos
insuficientemente de cal.

El estado físico del suelo- Un suelo que drena mal, que absorbe lentamente el agua de lluvia, un
suelo difícil de lavar, es generalmente pobre en cal.

La descomposición de la materia orgánica- Cuando el estiércol, los abonos verdes u otros abonos
orgánicos se encuentran intactos al hacer las labores un año o más después de haberse enterrado,
se pone de manifiesto que la actividad microbiana es muy pequeña, debido a un pH bajo.

El aspecto de las cosechas y la vegetación espontánea- Cuando el trébol y, sobre todo la alfalfa
vegetan, difícilmente, se puede diagnosticar el contenido insuficiente de cal en el suelo.

Los síntomas característicos de carencia de cal se localizan sobre todo en las hojas tiernas, que se
tuercen en forma de ganchos. Las hojas terminales se desecan a partir de la punta y de los bordes.

La vegetación espontánea constituye también un buen índice de la acidez.


Antes de adoptar la decisión de encalar un suelo, es necesario conocer su estado cálcico. Se debe de
disponer de los datos de pH y contenido en calcio (Ca2+).

a: Si el suelo es claramente ácido (pH = 5 o inferior) será necesario encalar

En una primera aplicación sólo se debe elevar el pH media unidad y, después, con uno o dos años de
intervalo, se puede hacer otro encalado que eleva otra media unidad, hasta que el pH quede dentro
del intervalo 6 a 6,5.

No se sube más de media unidad cada vez para impedir el bloqueo de microelementos que un
encalado fuerte puede producir.

55
Otras razones para no subir más de media unidad son:

Se acelera excesivamente la transformación de la materia orgánica del suelo.


Se modifica demasiado rápidamente la vida microbiana del suelo.
Se insolubiliza determinados elementos del suelo
Se hace un excesivo adelanto de capital

Con pH » 6 y tierras ligeras con alto contenido en humus no se encala porque en estas tierras
un pH superior a 6,5 puede ser perjudicial.

Con pH » 6 o 6,5 y suelo arcilloso o de limo fino es conveniente encalar hasta alcanzar pH » 7.
(Se busca corregir sus propiedades físicas, disminuyendo su toxicidad y haciéndolas más
sueltas).

Con terreno arcilloso y cultivo de alfalfa o remolacha, no hay problema por hacer encalado y
subir el pH a 7,5.

Los productos utilizados como enmienda cálcica pueden ser:


Óxido e hidróxidos de cal.
Carbonatos cálcicos (calizas).
Dolomitas (carbonato cálcico magnésico)
Sulfato cálcico (yeso).
Margas
Cretas
Silicatos de calcio o magnesio.
Residuos industriales (subproductos de azucarería)
Cenizas de madera.

Encalado de corrección

La dosis necesaria para elevar 1 Ud de pH en distintas clases de suelo y para una profundidad de 15
cm. (Si se quiere modificar 30 cm de suelo se multiplican estas cantidades por 2).

Según P.Urbano Terrón "Fitotecnia-Ingeniería de producción vegetal" se pueden utilizar distintos


métodos para subir el pH de los suelos:

56
Método basado en el pH y en el poder tampón del suelo.
Método basado en el estado de saturación del complejo del complejo absorbente.
Método de incubación.
Método basado en el desplazamiento del aluminio de cambio.
Método rápido basado solamente en el pH (este es el que hemos especificado o utilizado.

Formas de hacer las enmiendas

Las cales vivas (CaO) y apagadas (Ca(OH)2) se consideran productos de actuación rápida pues
prácticamente en un mes reaccionan con el suelo y realizan su acción neutralizante.

La caliza (CO3Ca) finamente triturada es un producto de acción lenta ya que durante el primer mes
solamente reacciona un 50% del producto aportado necesitándose 6 meses o más para que efectúe
una acción neutralizante.

La dolomita es aún más lenta que la caliza. Resulta un 50% más lenta.

La actuación de los silicatos es excesivamente lenta por lo que son de escasa actuación.

Las espumas de azucarería y el yeso (CaSO42H2O) son de velocidad intermedia.

Para suelos arenosos y determinados cultivos utilizar calizas (CO3Ca) y dolomitas (CaCO3 MgCO3).

Para suelos arcillosos utilizar cal viva o apagada.

Consideraciones a tener en cuenta

Las aportaciones masivas de producto efectuadas de una sola vez modifican bruscamente las
propiedades del suelo, pudiendo provocar efectos desfavorables, tales como la insolubilidad de
algunos elementos fertilizantes y la modificación de la vida microbiana.

La cal, al modificar la reacción de los suelos en el sentido de basificarlos, les hace más exigentes en
principios fertilizantes, contribuyendo a que se inmovilice el boro, hierro, manganeso, cobre, zinc y
aluminio entre otros elementos; inmovilizado que si bien es beneficioso con relación al aluminio, no

57
sucede otro tanto respecto a los cinco oligoelementos citados, pudiendo provocar como consecuencia
carencias en los cultivos.

En suelos arenosos es preferible utilizar dosis pequeñas repetidas frecuentemente, mientras que en
suelos arcillosos pueden utilizarse dosis mayores distanciadas más tiempo. Una dosis excesiva en el
encalado provoca una descomposición muy rápida de la materia orgánica, con lo cual aumenta el
rendimiento de la cosecha durante unos cuantos años, pero a costa de agotar pronto el suelo. La cal
agota los suelos y los buenos efectos que puede desempeñar es a costa de consumir su humus,
activando su descomposición y nitrificación; por ello no deben realizarse encalados en terrenos
pobres en materia orgánica a menos que se aporte ésta.

Al incorporarse al suelo óxido, hidróxido o carbonato cálcico, una cierta proporción del producto
reacciona con CO3H2 del suelo transformándose en bicarbonato cálcico soluble (CO3H)2 Ca. En el
enyesado, el aporte es mediante sulfato de calcio. El yeso, que desempeña un papel como
modificador de la potasa en los suelos, influye también muy favorablemente sobre los cultivos por el
azufre que proporciona. El enyesado debe aplicarse sobre terrenos previamente bien fertilizados con
productos que aporten fósforo.

Las espumas de azucarería, que es un subproducto de la fabricación del azúcar, sirven


perfectamente para ser utilizadas como enmienda caliza. Su descomposición acusa una riqueza en
cal variable entre el 15% y el 30%, a la que acompañan pequeñas cantidades de ácido fosfórico,
nitrógeno y potasa.

3.2. ARCILLAS

Bajo el nombre de minerales de la arcilla se engloban distintas especies minerales según el uso que
se haga del término arcilla. En unos casos se refiere exclusivamente a los filosilicatos de grano fino
producto de la meteorización de otros minerales silicatados; en su acepción más amplia, se refiere a
todos los minerales, silicatados o no, que se forman como consecuencia de estos procesos, y que
simplemente tienen tamaño de grano inferior a 2 micras (aproximadamente, porque distintos autores
fijan este límite en otros valores, por ejemplo, 4 micras). En cualquier caso, cuando hablamos de
arcillas un componente fundamental van a ser siempre los filosilicatos que se forman en los procesos
de alteración, cuya composición mineralógica puede ser muy variada en el detalle, y que van a ir
siempre acompañados por proporciones variables de otros minerales.

58
3.2.1. Clasificación y descripción de las arcillas

Las arcillas consisten en apilamientos poliméricos tipo sandwich de capas de tetraedros y octaedros.
Las capas tetraédricas (T) están compuestas de Si-O, mientras que las octaédricas (O) de Al-O y Al-
(OH). Como veremos más adelante, el silicio puede ser substituido por aluminio en las capas
tetraédricas, y el aluminio por cationes divalentes (Mg, Fe 2+) en las octaédricas. Dependiendo de la
organización espacial de las capas (TO-TO- ..., TOT-TOT- ...) clasificaremos a las arcillas en dos
tipos: 1:1 y 2:1.

a. Arcillas tipo 1:1

El tipo 1:1 consiste en una capa tetraédrica unida a una octaédrica (TO). Arcillas representativas de
este tipo son las del grupo de la caolinita, cuya fórmula genérica es:

[Sin1Al4-n1]Aln1 + n2-4Fen33+O10(OH)8·nH2O

donde n = 1, 2, 3. La capa octaédrica tiene solo dos tercios de los huecos ocupados (cationes
trivalentes), razón por la cual hablaremos de una arcilla “dioctaédrica” (2 de cada 3 huecos
octaédricos ocupados), con un coeficiente de hidratación (moléculas de agua) = 0, excepto para la
halloysita, con nH2O = 4.

Estructura 1:1 (TO-TO- …) de arcillas tipo caolinita.

59
b. Arcillas tipo 2:1

La estructura tipo 2:1 consiste en una capa octaédrica cubierta a la manera de un sandwich por dos
capas tetraédricas (TOT). Tres grupos de arcillas presentan esta estructuración: illita, vermiculita y
esmectita. Su fórmula química genérica es:

Cx[Sin1Al8-n1] Aln1+n2-8 Fen33+Fen42+Mgn5Mn6O20(OH)4

Cx representa x moles de un catión univalente (1+; por ejemplo, K en illita) que permite balancear la
carga negativa creada por: 1) el reemplazo isomorfo de Si (4+) por Al (3+) en la capas tetraédricas; 2)
el reemplazo isomorfo de Al por Mg o Fe2+ en las capas octaédricas; o 3) el reemplazo de Mg en los
octaedros por un catión dado, por ejemplo, Li en la hectorita.

Estructura 2:1 (TOT-TOT- …) de arcillas tipo esmectita.

Los oxígenos de las capas tetraédricas que se disponen arriba y abajo de la octaédrica en las
estructuras tipo 2:1, se distribuyen formando hexágonos con un hueco central. Si se produce una
substitución en la capa octaédrica de Al por Mg o Fe 2+, el exceso de cargas negativas hará que la
superficie de oxígenos de los tetraedros adquiera una carga que permite ligar cationes (carga
positiva) en los huecos anteriormente mencionados. Si además se producen substituciones de Si 4+
por Al3+ en los tetraedros, la carga negativa, y por lo tanto capacidad de atracción de cationes se
incrementará aún más.

También se desarrollan cargas negativas en los bordes del armazón de las arcillas, aunque su
importancia disminuye del tipo 1:1 al 2:1.

60
3.3. CAPACIDAD DE INTERCAMBIO IONICO

Desde lo muy antiguo se sabía que al pasar una disolución a través de un material pulverulento se
perdía parte de la concentración de la disolución. Por ejemplo era muy conocido el hecho de que los
suelos pueden extraer sales y colorantes de una solución. Hoy día estas reacciones se justifican por
un intercambio de iones entre la solución y el material sólido.

Se define el cambio iónico como los procesos reversibles por los cuales las partículas sólidas del
suelo adsorben iones de la fase acuosa liberando al mismo tiempo otros iones en cantidades
equivalentes, estableciéndose el equilibrio entre ambas fases.

Según el tipo de iones que se intercambien,

Cambio de cationes: Suelo-M + X+ -----> Suelo-X + M+


Cambio de aniones: Suelo-N + Y- -----> Suelo-Y + N-

Es proceso dinámico que se desarrolla en la superficie de las partículas. Como los iones adsorbidos
quedan en posición asimilable constituyen la reserva de nutrientes para las plantas. Las causas que
originan el intercambio iónico son los desequilibrios eléctricos de las partículas del suelo. Para
neutralizar las cargas se adsorben iones, que se pegan a la superficie de las partículas. Quedan
débilmente retenidos sobre las partículas del suelo y se pueden intercambiar con la solución del
suelo.

61
Cuanto más superficie tenga el material y más desequilibrada se encuentre, más iones se fijaran.

Teorías del intercambio iónico

Existen tres teorías que tratan de explicar el porqué de este proceso.


Red cristalina. Considera las partículas de los minerales como sólidos iónicos. Los iones de los
bordes están débilmente retenidos por lo que pueden abandonar la estructura y pueden cambiarse
con los de la solución del suelo.
Doble capa eléctrica. Considera el contacto entre el sólido y la fase líquida como un condensador
plano. Entre el metal (el sólido) y el electrólito (la disolución) existe una diferencia de potencial que
atrae a los iones de la solución del suelo. Se forma una doble capa eléctrica formada por los iones del
sólido y los atraídos en la solución.
Membrana semipermeable. La interfase sólido-líquido actúa como una membrana semipermeable
que deja pasar los iones de la solución y a los de la superficie de las partículas pero no a los del
interior de los materiales.
Básicamente las tres teorías son compatibles y simplemente se trata de enfoques distintos:
iones débilmente retenidos para la teoría cristalina.
desequilibrios eléctricos para la teoría de la doble capa eléctrica.
diferentes concentraciones para la teoría de la membrana semipermeable.

3..3.1. Capacidad de cambio de cationes

Es el más importante, y mejor conocido.


En el suelo son varios los materiales que pueden cambiar cationes. Los principales cambiadores son
las arcillas y la materia orgánica (los dos materiales presentan propiedades coloidales).
Las causas de la capacidad de cambio de cationes de las arcillas son:
Sustituciones atómicas dentro de la red.
Existencia de bordes (superficies descompensadas).
Disociación de los OH de las capas basales.

62
Enlaces de Van der Waals.
En las arcillas, además de en su superficie, los iones pueden entrar entre las láminas.

Las causas de la capacidad de cambio de materia orgánica son:


Disociación de los OH.
Disociación de los COOH.

En cuanto a los factores que hacen que un suelo tengan una determinada capacidad de cambio de
cationes son varios.
Tamaño de las partículas. Cuanto más pequeña sea la partícula, mas grande será la capacidad de
cambio.
Naturaleza de las partículas. La composición y estructura de las partículas influirá en las
posibilidades de cambio de sus cationes. Así la capacidad de cambio catiónico (CCC) de algunos
de los materiales más comunes en los suelos los representamos en la siguiente tabla.

63
Naturaleza de la CCC,
partícula meq/100g
cuarzo y feldespatos 1-2
Oxidos e hidróx. Fe y
4
Al
caolinita 3-15
ilita y clorita 10-40
montmorillonita 80-150
vermiculita 100-160
materia orgánica 300-500

Como vemos la naturaleza del cambiador confiere mayor a menor capacidad de cambio. Cada 1% de
arcilla puede repercutir en medio miliequivalente en la capacidad de cambio de cationes del suelo. Si
en vez de arcilla nos referimos a la materia orgánica, cada 1% puede repercutir en 2 miliequivalentes
más (miliequivalente / 100gr = cmol(+)Kg-1).

Tipo de cationes cambiables. La capacidad de cambio de cationes representa el total de cargas


negativas, o lo que es lo mismo el número de cargas positivas que incorporan los cationes que vienen
a fijarse. No obstante, la naturaleza de los cationes de cambio pueden modificar el valor de la
capacidad de cambio, aumentándola o disminuyéndola, en función de su carga y de su tamaño. Los
cationes divalentes, trivalentes... al adsorberse aumentan la capacidad de cationes de cambio
mientras que los cationes de gran tamaño (radicales orgánicos) disminuyen la CCC al bloquear, por
su tamaño, posiciones de cambio.
pH. Los suelos presentan distinta capacidad de cambio en función del pH. A pH bajos los
hidrogeniones están fuertemente retenidos en las superficies de las partículas, pero a pH altos los H
de los grupos carboxílicos primero y de los OH después, se disocian y los H+ pueden ser
intercambiados por cationes.
Esto es la consecuencia de que la capacidad de cambio de cationes aumente con el pH.
Los cationes que frecuentemente ocupan las posiciones de cambio en los suelos son: Ca++, Mg++,
K+, Na+, H+, Al+++, Fe+++, Fe++, NH4+, Mn++, Cu++ y Zn++.
En los suelo ácidos predominan H+ y Al+++, en los suelos alcalinos predominan las bases
fundamentalmente el Na+ y en los neutros el Ca++.
La relación en el complejo de cambio entre los cationes y el H+ + Al+++, expresado en %, representa
el grado de saturación
grado de saturación : V=S/Tx100
siendo, T = capacidad de cambio. Mide la cantidad de bases de cambio (T = S + Al+++ + H+)
S = Ca++ + Mg++ + Na+ + K+.

64
Cuando V > 50% el suelo está saturado.
Si V < 50% el suelo se encuentra desaturado. Las posiciones de cambio están ocupadas
principalmente por H+ y Al+++; se trata de un medio pobre en nutrientes.

3.3.2. Importancia de la capacidad de cambio

Controla la disponibilidad de nutrientes para las plantas: K+, Mg++, Ca++, entre otros.
Interviene en los procesos de floculación - dispersión de arcilla y por consiguiente en el desarrollo
de la estructura y estabilidad de los agregados.
Determina el papel del suelo como depurador natural al permitir la retención de elementos
contaminantes incorporados al suelo.

3.4. ALCALINIZACION DE LOS SUELOS

3.4.1. Diagnóstico de suelos alcalinos

Los suelos alcalinos son aquellos que presentan un pH por encima de 8,2 y poseen una cantidad
significativa del ion sodio. Estos suelos presentan como características principales además de un
contenido elevado de sodio que le confiere propiedades indeseables, baja permeabilidad, problemas
de aireación, inestabilidad estructural y que son necesarios corregir para aumentar su productividad.
El objetivo de la corrección de estos suelos es reemplazar los carbonatos alcalinos (Na 2 CO3)
responsables de la alcalinidad, por sales como los sulfatos que son fácilmente lavables del perfil.

3.4.2. Alternativas de corrección de suelos alcalinos

Existen 3 tipos de enmiendas que se pueden utilizar: 1) Sales solubles de calcio, 2) Acidos o
formadores de ácidos y 3) Sales de calcio de baja solubilidad. La efectividad de cada mejorador
depende de ciertas condiciones de los suelos, en especial el contenido de CO 3= (carbonato) de Calcio
y Magnesio. Una vez decidido cual mejorador es el indicado, decisión que debe tomar el técnico, es
necesario calcular las cantidades del mismo que se requieren aplicar para corregir el pH a valores
que mejoren las características del suelo. Para ello existen varios métodos que no es pertinente
explicarlos en esta nota. Las sustancias que pueden utilizarse como correctores son: CaCl 2 (Cloruro
de calcio), CaSO4. 2H2O (Yeso), Azufre, ácido sulfúrico, sulfato ferroso, sulfato de aluminio, polisulfuro
de calcio y otros productos regionales como ser conchilla marina molida, espumas azucareras.

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CUADRO DE EQUIVALENCIAS DE MEJORADORES DE SUELOS ALCALINOS
(Tomando al azufre como unidad)
Mejorador Tn equivalentes a 1 Tn de Azufre
Azufre 1
Polisulfuro de calcio 4,17
Ac. sulfúrico 3,06
Yeso 5,38
Sulfato de hierro 8,69
Sulfato de aluminio 6,94
Caliza molida 3,13
Velocidad de reacción

La selección del mejorador puede estar determinada por el tiempo que requiere su reacción en el
suelo. En general los mejoradores mas baratos actúan mas lentamente; por lo tanto si se desea una
sustitución inmediata se deberá aplicar un mejorador de acción rápida y en consecuencia mas caro.
El CaCl2 es de acción rápida y muy eficaz pero debido a su alto costo rara vez se lo utiliza. Los
sulfatos de hierro y aluminio son también de acción rápida pues se combinan con el agua casi de
inmediato pasando a formar ácido sulfúrico pero económicamente no son muy convenientes. El ácido
sulfúrico es de acción rápida y bastante mas barato que los anteriores. Por su costo relativamente
bajo, el yeso y el azufre son los mejoradores mas usados para rehabilitar suelos alcalinos. La
reacción del yeso está limitada únicamente por su baja solubilidad en agua, la cual es alrededor del
25% a temperaturas normales, necesita además la presencia de una buena lámina de agua de riego.
El azufre necesita ser oxidado primero por la acción microbiana hasta llegar a la forma de sulfato, por
lo tanto se lo clasifica como mejorador de acción lenta. Se debe tener en cuenta tanto en el caso de
azufre como del yeso el tamaño de partícula, a menor tamaño mas rápida reacción. El polisulfuro de
calcio, que es un líquido oscuro, debe como el azufre oxidarse primero hasta ácido sulfúrico para ser
activo, por lo tanto es de reacción lenta.

Aplicación de los mejoradores

La eficiencia de acción del mejo-rador en la sustitución del sodio (Na), será mayor si previo a la
aplicación del producto se realiza un lavado de las sales solubles del suelo. La consecuencia de este
lavado será una mayor adsorción del calcio por parte del suelo. Pero se debe siempre considerar la
permeabilidad del suelo, pues si la permeabilidad del suelo es baja el efecto del lavado inicial no se
cumple.

66
El yeso y el azufre, se aplican en general al voleo y luego se incorporan al suelo con discos o arados.
La incorporación debe ser muy completa en el caso del azufre para acelerar su oxidación a ácido
sulfúrico.

El ácido sulfúrico, se aplica con equipos especiales de aspersión sobre el terreno dado su forma
líquida. Otros mejoradores se aplican con el agua de riego, tal el caso del polisulfuro de calcio o
también del yeso.

En algunos casos conviene aplicar el mejorador a profundidad, por ejemplo cuando la acumulación de
sodio se manifiesta en el horizonte B (30cm o mas de prof.), para esto se aplica el producto por
detrás de un arado o en el caso de subsolar, luego de éste. Excepto cuando se usa azufre, los suelos
deben ser lavados inmediatamente después de aplicado el corrector, porque ese lavado lo disuelve y
lo transporta en profundidad, eliminando también las sales solubles de sodio que se forman por el
intercambio con el suelo. En el caso del azufre no debe lavarse el suelo hasta un tiempo después,
para dar tiempo a que se produzca la oxidación, y por lo tanto su pasaje a la forma activa (ácido
sulfúrico).

Uso de aguas con alto contenido salino como corrector de suelos alcalinos (sódicos)

Estudios realizados, que incluyen experiencias de campo y de laboratorio han demostrado que suelos
con altos contenidos de sodio se pueden rehabilitaren un plazo razonable utilizando aguas con alto
contenido de sales. La condición para que este método dé resultados satisfactorios es que el agua
salina utilizada como corrector contenga cantidades relativas de sodio menores que el suelo ha
rehabilitar. La técnica consiste en lavar el suelo con el agua salina y luego se sigue lavando con esa
misma agua pero diluida con otra fuente de agua que contenga menor cantidad de sales en solución,
o sea disminuyendo sucesivamente el contenido salino del agua correctora.

Método biológico para recuperar suelos sódicos

Este método consiste en la aplicación de materiales orgánicos preferentemente con una relación C/N
alta (Relación Carbono/Nitrógeno).

Estos materiales aplicados, o por siembra de cultivos tolerantes, deben aportar grandes cantidades
de material, para mejorar las condiciones físicas de los suelos sódicos (estructura). La
descomposición (previa incorporación al suelo) de ese material orgánico produce grandes cantidades

67
de bióxido de carbono (CO2), que ayuda a movilizar el calcio a través de la combinación con el agua
(Hidrólisis) del calcáreo presente en el suelo. Este calcio reemplaza al sodio del suelo trayendo
aparejado todas las mejoras en las propiedades físicas que ello supone. La siembra de especies
tolerantes a suelos sódicos ejerce además de la acción de la materia orgánica, el efecto físico de las
raíces de las plantas que ayudan a la lixiviación, mejorando el movimiento de agua, elemento
fundamental en la recuperación de este tipo de suelos, mejorado además la eliminación de las sales y
la producción de CO2.

Comentarios finales

Con cierta frecuencia no es económico la aplicación de correctores para mejorar este tipo de suelos,
sin embargo si se aplican algunos cuidados especiales, éstos permiten la utilización mas eficiente de
suelos sódicos. Estas prácticas se basan en:
1) Manejo cuidadoso del agua.
2) Regulación en la posición de las plantas con respecto a los surcos de riego.
3) Selección de variedades adecuadas que sean tolerantes a este tipo de suelos.

REFERENCIAS EN LA UNIDAD III

http://www.educa.aragob.es/cprmonzo/webgeo/lab06.htm
http://www.unex.es/edafo/ECAP/ECAL5PFQReaccion.htm
http://www.uclm.es/users/higueras/MGA/Tema09/Tema_09_OtrosMin_2_1.htm
http://edafologia.ugr.es/introeda/tema05/ccc.htm#anchor282513
http://www.produccion.com.ar/1997/97jul_14.htm
http://www.engormix.com/enmiendas_calizas_correccion_suelos_s_articulos_950_AGR.htm

UNIDAD IV. PROPIEDADES BILOGICAS DEL SUELO

4.1. MATERIA ORGANICA DEL SUELO

4.1.1. Origen y descomposición de la materia orgánica

68
Cualquier residuo vegetal o animal es materia orgánica, y su descomposición lo transforma en
materiales importantes en la composición del suelo y en la producción de plantas. La materia
orgánica es esencial para la fertilidad y la buena producción agropecuaria. Los suelos sin materia
orgánica son suelos pobres y de características físicas inadecuadas para el crecimiento de las
plantas.

Fuentes más importantes de materia orgánica

Los abonos verdes son cultivos con el propósito de enterrarlos para proveer de materia orgánica. La
gradual descomposición de la materia orgánica provee de nutrientes; mejora la textura del suelo; evita
la pérdida por lavado, y retiene el agua. Hay especies especialmente recomendadas como la
crotalaria, el kudzu, la alfalfa y algunas otras.

Los residuos de cosechas comprenden los rastrojos de los cultivos. En el Perú existe la pésima
costumbre de quemar los rastrojos y de esta manera se priva a los suelos de la materia orgánica
necesaria.

El uso de estiércol o guano de animales es una práctica muy arraigada. Su aplicación muestra
efectos positivos en los cultivos, especialmente los intensivos.

En el país existen yacimientos de turba, especialmente en la Sierra, cuyo uso se está difundiendo
para fines de jardinería y cultivos en invernaderos. Las turberas son acumulaciones de materia
vegetal en zonas pantanosas y que pueden llegar a varios metros de profundidad.

En la actualidad se está difundiendo la producción del humus de lombriz a través de la lombricultura.

Una cosa debe evitarse de todas maneras: quemar la materia orgánica de los campos, porque los
empobrecemos y ocasionamos un tremendo daño a la producción agrícola.

4.1.2. Humus

La materia orgánica bruta es descompuesta por microorganismos y transformada en materia


adecuada para el crecimiento de las plantas y que se conoce como humus. El humus es un estado
de descomposición de la materia orgánica, o sea, es materia orgánica no totalmente descompuesta.
Tiene esencialmente las siguientes características:

69
Es insoluble en agua y evita el lavado de los suelos y la pérdida de nutrientes.

· Tiene una alta capacidad de absorción y retención de agua. Absorbe varias veces su propio peso en
agua y la retiene, evitando la desecación del suelo.

· Mejora las condiciones físicas, químicas y biológicas de los suelos. Los suaviza; permite una
aereación adecuada; aumenta la porosidad y la infiltración de agua, entre otros. Es una fuente
importante de nutrientes, a través de los procesos de descomposición con la participación de
bacterias y hongos, especialmente. Absorbe nutrientes disponibles, los fija y los pone a disposición de
las plantas. Fija especialmente nitrógeno (NO3 , NH4), fósforo (P04) calcio (Ca), magnesio (Mg),
potasio (K), sodio (Na) y otros. Mantiene la vida de los organismos del suelo, esenciales para los
procesos de renovación del recurso.
· Aumenta la productividad de los cultivos en más del 100 % si a los suelos pobres se les aplica
materia orgánica.

4.1.3. Importancia de la materia orgánica en el suelo

La materia orgánica contribuye al crecimiento vegetal mediante sus efectos en las propiedades
físicas, químicas y biológicas del suelo. Tiene:

*función nutricional la que sirve como fuente de N, P para el desarrollo vegetal.


*función biológica la que afecta profundamente las actividades de organismos de microflora y
microfauna.
*función física y físico-química la que promueve una buena estructura del suelo, por lo tanto
mejorando la labranza, aireación y retención de humedad e incrementando la capacidad
amortiguadora y de intercambio de los suelos.

El humus también juega un rol en los suelos a través de sus efectos en la absorción de
micronutrientes por las plantas y la performance de herbicidas y otros químicos de uso en agricultura.
Debe enfatizarse que la importancia de cada factor dado variará de un suelo a otro y dependerá de
condiciones ambientales tales como el clima y la historia agrícola.

**Disponibilidad de nutrientes para el desarrollo vegetal

70
La materia orgánica tiene efectos tanto directos como indirectos en la disponibilidad de nutrientes
para el crecimiento de las plantas. Además de servir como fuente de N, P, S a través de la
mineralización por medio de microorganismos del suelo, la materia orgánica influye en la provisión de
nutrientes desde otras fuentes (por ejemplo, la materia orgánica es requerida como fuente de energía
para bacterias fijadoras de N).

Un factor que necesita ser tomado en consideración al evaluar a el humus como fuente de nutrientes
es la historia agrícola. Cuando los suelos comienzan a ser cultivados, el contenido de humus
generalmente declina durante un período de 10 a 30 años hasta que se alcanza un nuevo equilibrio.
En equilibrio, cualquier nutriente liberado por actividad microbiana debe ser compensado por la
incorporación de igual cantidad en el nuevo humus formado.

**Efecto en la condición física del suelo, erosión del suelo, y capacidad de amortiguación e
intercambio

El humus tiene un profundo efecto en la estructura de muchos suelos. El deterioro de la estructura


que acompaña la labranza intensiva es, usualmente, menos severa en suelos adecuadamente
provistos de humus.

La adición frecuente de residuos orgánicos de fácil descomposición lleva a la síntesis de compuestos


orgánicos complejos que ligan partículas de suelo en unidades estructurales llamadas agregados.
Estos agregados ayudan a mantener una condición suelta, abierta y granular. El agua puede penetrar
y filtrar hacia abajo a través del suelo. Las raíces de las plantas necesitan una provisión continua de
O2 para poder respirar y crecer. Poros grandes permiten un mejor intercambio de gases entre el suelo
y la atmósfera.

El humus usualmente incrementa la habilidad del suelo a resistir la erosión. Primero, permite al suelo
retener mas agua, aún mas importante es el efecto de promover la granulación y por lo tanto
mantener grandes poros a través de los cuales el agua penetra y filtra hacia abajo.

Entre 20 y 70% de la capacidad de intercambio en muchos suelos es causada por sustancias


húmicas coloidales. Las acideces totales de las fracciones aisladas de humus están en el rango de
300 a 1400 meq/100g. En lo que a la acción amortiguadora se refiere, el humus exhibe capacidad
amortiguadora en un amplio rango de pH.

**Efecto en la condición biológica del suelo.

71
La materia orgánica sirve como fuente de energía tanto para organismos de macro y microfauna.

Un número de bacterias, actinomycetes y hongos en el suelo están relacionados de manera general


al contenido de humus. Lombrices y otros organismos de la fauna están fuertemente influenciados
por la cantidad de residuos vegetales retornados al suelo.

Las sustancias orgánicas en el suelo pueden tener un efecto fisiológico directo en el crecimiento de
las plantas. Algunos compuestos, tales como ciertos ácidos fenólicos, tienen propiedades fitotóxicas;
otras, tales como las auxinas, mejoran el crecimiento de las plantas.

Es ampliamente sabido que muchos factores que influencian la incidencia de organismos patógenos
en el suelo están directa o indirectamente infuidos por la materia orgánica. Por ejemplo, una
abundante provisión de materia orgánica puede favorecer el crecimiento de organismos saprofíticos
similares a los parásitos y por lo tanto reducir la población de los últimos. Compuestos biológicamente
activos en el suelo, tales como antibióticos y ciertos ácidos fenólicos, pueden mejorar la habilidad de
ciertas plantas para resistir el ataque de patógenos.

4.2. ORGANISMOS DEL SUELO

Se acostumbra a dividir los organismos del suelo en dos grandes grupos basados en el tamaño:
microorganismos y macrofauna, cada uno de los cuales juega un determinado papel en la
edafogénesis. Las plantas verdes sintetizan carbohidratos, almidón, proteínas y otros componentes a
partir de sustancias inorgánicas simples procedentes del suelo y del aire gracias al proceso de la
fotosíntesis, usando energía procedente del sol. Cuando las plantas mueren, sus restos caen al suelo
y son una rica fuente de alimento y energía para los organismos que viven en el suelo que se
encargan de convertirlos en una sustancia amorfa denominada humus.

microorganismos virus macro fauna artropodos


aeróbias fijadoras de N
bacterias aracnidos
anaerobias desnitrificadoras
protozoos oligoquetos
actinomicetos suelos neutros o alcalinos nematodos

72
basidiomicetos suelos ácidos/micorrizas mamíferos
algas flora plantas

4.2.1. Microorganismos del suelo

Los microorganismos son miembros tanto del reino animal como vegetal e incluye virus, bacterias,
actinomicetos, protozoos, hongos y algas. El número de microorganismos del suelo es muy
numeroso, pero el número no es necesariamente un buen indicador de su actividad, porque muchos
organismos van a estar en estado latente en el momento de muestreo. La actividad de estos
organismos se puede medir indirectamente por la suma de CO2 producido.

La biomasa de las bacterias del suelo puede sumar 3360 kg de peso fresco por hectárea (60-3000
millones/gramo de suelo). Las bacterias viven en la película de agua que rodea las partículas del
suelo y normalmente tienen órganos de locomoción (cilios o flagelos). En el suelo están presentes
bacteria aróbicas y anaeróbicas, pero algunas normalmente aeróbicas pueden vivir también sin
oxígeno, anaeróbicas facultativas. Las bacterias aeróbicas pueden agotar el oxígeno del agua
provocando unas condiciones químicas reductoras. La mayoría de las bacterias obtienen la energía
de la materia orgánica y en el proceso producen la sustancia llamada humus (intervienen en la tanto
en la humificación como en la mineralización progresiva). Las bacterias quimiotrópicas pueden hacer
uso de sustancias inorgánicas; algunas de ellas son capaces de romper compuestos de azufre y
cianuro así como herbicidas y pesticidas para obtener sus necesidades de energía. La mayoría de las
bacterias prefieren terrenos húmedos, con pH entre 6 y 8 y son claramente mesotérmicas, con un
óptimo entre 21 y 38 ºC. Tanto las bacterias libres (Azotobacter) como las simbióticas nodulares
(Rhizobium) son vitales para la extracción de nitrógeno del aire, proporcionando una fuente natural de
este nutriente esencial. Ciertas algas de la clase Clorophyceae pueden fijar también nitrógeno. Otras
bacterias son desnitrificantes (Pseudomonas), reducen nitrato (NO3) a nitrógeno o NO2 (óxido nítroso)
en suelos mal drenados.

Muchos protozoos se alimentan de las bacterias del suelo, los más numerosos pertenecen a las
clases de las amebas y flagelados. Su número puede alcanzar el millón por gramo de tierra.

De igual importancia que las bacterias son los hongos del suelo, que pueden suponer el 0,2% del
volumen del suelo (un millón por gramo de suelo). Las setas (cuerpos de fructificación de los
basidiomicetos), son la evidencia externa de la masa de hifas fúngicas que se extienden por todas

73
las sustancias en descomposición. En algunas circunstancias, como suelos fríos y extremadamente
ácidos, los hongos son más importantes que las bacterias en la descomposición de los restos
orgánicos. Los actinomicetos (hongos más sencillos) se desarrollan en condiciones neutras y
alcalinas, prefieren climas templados y cálidos y soportan relativamente bien la sequía. Descomponen
con facilidad los productos orgánicos y también participan en la síntesis de los productos
descompuestos pero no realizan mineralización progresiva del humus. Algunos son antibióticos como
la estreptomicina de Wasman.

Las algas, al ser autótrofas, tienen escasa influencia en la descomposición de los residuos orgánicos,
se encuentran únicamente en el horizonte superior y su número puede oscilar entre 0,1 y 0,8 millones
por gramo de tierra. Su aportación de biomasa es reducida, salvo en el caso de suelos encharcados
de marismas y deltas. Algunas cianoficeas son fijadoras de nitrógeno en los arrozales cuando están
encharcados.

4.2.2. Macroorganismos

Macro-fauna

Muchos animales diferentes viven en el suelo. Los más pequeños ocupan los espacios entre las
estructuras del suelo (grumos), los más grandes pueden crear sus propios cobijos. En esta categoría,
los artrópodos son los más numerosos, viven sobretodo en la parte más superficial, en unos pocos
centímetros. En regiones templadas, los Collembolae y los arácnidos son los más numerosos. Los
colembolas son responsables de romper los restos orgánicos en pequeños fragmentos, algunos
arácnidos son carnívoros, y se alimentan de los colembolas.
Los oligoquetos, juegan un importante papel en las mezcla de la materia orgánica con la fracción
mineral. Por ejemplo, las lombrices (Lumbricus terrestris) introducen fragmentos de las hojas caídas
en sus galerías. Los oligoquetos ingieren para alimentarse una mezcla de suelo y materia orgánica
que es íntimamente mezclada en su aparato digestivo, el resultado en una estrecha mezcla de humus
y suelo, ligeramente alcalina y rica en nutrientes para las plantas (N, Ca, Mg, P asimilables). En la
superficie del suelo, los oligoquetos pueden posibilitar el desarrollo de un horizonte orgánico (A), que
va progresivamente engrosando. La actividad de los oligoquetos, ingestión y mezcla de humus y
suelo, permite la creación de un humus tipo mull, (sólo Allolobophora longa y A. nocturna viven en la
superficie, el resto en galerias). El laboreo del suelo puede matar el 25% de los oligoquetos y junto
con el menor aporte de restos conduce a una reducción de sus poblaciones. Los oligoquetos pasan a
través de su aparato digestivo hasta 34 Tn/ha y año y en 50 años todo el volumen de suelo en 23

74
centímetros (Darwin, 1809-1882). Su número puede superar los dos millones por hectárea que
representa aproximadamente una tonelada de materia viva por hectárea.

Mientras el papel de los oligoquetos es beneficioso, no ocurre lo mismo con los nematodos. Muchos
son parásitos de plantas y animales, algunos reducen las cosechas y transmiten virus a las plantas.
Durante la época seca o en ausencia de calor son capaces de formar un quiste que protege los
huevos hasta que mejoran las condiciones. Otros son predadores de otros nematodos e incluso de
pequeñas lombrices de tierra y otros saprófitos.

Muchos artrópodos pasan toda o alguna parte de su vida en el suelo. Los cienpies (Chilopoda) son
predadores de otra fauna del suelo. Los milpies (Diplopoda) e Isopodos descomponen los restos
vegetales. Ambos reducen los despojos en pequeñas porciones que son atacadas rápidamente por
microorganismos. Las larvas de algunos dípteros y coleópteros, se alimentan de las raíces de las
plantas produciendo daños. Otros insectos sólo depositan lo huevos o realizan la pupación,
completando el ciclo en las plantas.

Los insectos coloniales, como homigas (Himenoptera) y termitas (Isoptera) son importantes
habitantes del suelo. Las termitas están restringidas a las zonas tropicales pero las hormigas están
ampliamente distribuidas por los suelos de zonas templadas. Ambas construyen sus colonias en el
suelo. Las termitas realizan montículos de varios metros con galerías que penetran hasta el subsuelo,
introducen en las galerías material vegetal donde "cultivan hongos". Se estima que son capaces de
tranferir al subsuelo una Tn/ha y año procedente de la superficie.

Las babosas y caracoles (gasterópodos) se alimentan principalmente de despojos orgánicos, que


trituran y hacen más fácilmente atacables por las bacterias. En suelos húmedos y arcillosos, las
babosas que viven bajo el suelo pueden ser una plaga, comiéndose los brotes y semillas antes de
emerger.

Los pequeños mamíferos y algunos más grandes y algunas aves, realizan sus madrigueras en el
suelo. Su papel se restringe a enterramiento y mezcla de suelo. Los grandes mamíferos producen
algunas perturbaciones en el suelo (revolcaderos, ozadas...) y los grandes herbívoros proporcionan
gran cantidad de excrementos que contribuye a aumentar el contenido de materia orgánica. El
hombre influye en los procesos pedogénicos como consecuencia de las modificaciónes que impone a
la vegetación, que a veces van acompañadas de enmiendas, abonados y riego. Las más importantes
son: sustitución de especies arbóreas; talas abusivas y transformación del bosque en matorral,

75
praderas o cultivos agricolas. En consecuencia los factores aclimáticos (roca madre y relieve)
adquieren mayor importancia en la evolución del suelo.

Macroflora

Aunque la vegetación depende del clima, puede considerarse como una variable independiente. Por
ejemplo en un cambio de especies cambian las demandas de la vegetación y el tipo de despojos que
cae al suelo y en consecuencia sus características.

Las plantas desempeñan un papel fundamental en la evolución del suelo: 1) constituyen el mayor
aporte de despojos orgánicos, sobretodo en las capas inferiores del suelo; 2) tienden a mantener una
estructura grumosa por el efecto de malla de las raíces; 3) contribuyen a la disgregación mecánica de
las raíces; 4) mediante la respiración influyen en la alteración química de los minerales por su
aportación de CO2; 5) favorecen la presencia de una microflora extremadamente rica en las
proximidades de las raíces; 6) reincorporan sobre el suelo la mayor parte de los nutrientes que
absorben, frenando el lavado de las corrientes descendientes de agua.

La caída de despojos vegetales y la muerte de las raíces son la principal fuente de materia orgánica.
Por ejemplo en las regiones templadas las incorporaciones pueden suponer 2 Tn/ha y año y en la
zona tropical lluviosa 10 Tn/ha y año. En praderas viejas la entrada anual de carbono (como raíces)
es de 2-2,5 Tn/ha. El aporte de m.o. en terrenos cultivados por las raíces es de 0,3-1 Tn/ha y año
para cereales, pero depende de los aportes de fertilizantes.

En lugares con una marcada estacionalidad, los microorganismos del suelo responden rápidamente a
las disponibilidades de alimento, aumentando en número hasta la época fría u otra adversidad que
inhiba su desarrollo. La actividad de la flora y fauna convierte los despojos en humus.
La principal zona de interacción entre las plantas y el suelo es el entorno de las raíces, denominado
rizosfera. La presencia de raíces (al morir y sus exudados) proporciona condiciones que permite el
desarrollo de microorganismos. Las micorrizas son una asociación simbiótica entre determinados
hongos y las raíces de algunas plantas, que permite una mayor disponibilidad de nutrientes. Los
organismos de la rizosfera incluye fijadores de nitrógeno (39 kg/ha y años de N).

4.2.3. Importancia de los microorganismos del suelo

76
La actividad de los microorganismos es muy importante para la transformación y la vida de los suelos.
Las bacterias y los hongos participan en los ciclos del carbono, nitrógeno, azufre, fósforo y en la
incorporación del potasio y el magnesio, entre otros, para su asimilación por los vegetales.

Los procesos biológicos más importantes que se desarrollan en el suelo son: humificación
(descomposición de la materia orgánica por hongos, bacterias, actinomicetos, lombrices y termitas),
transformaciones del nitrógeno (amonificación, nitrificación, fijación) y mezcla-desplazamiento
(lombrices y termitas principalmente).

La fuente principal del nitrógeno utilizado por las plantas es el nitrógeno del aire (78 % de la
atmósfera terrestre), sin embargo, en esa estructura no es utilizable por las plantas superiores. Los
caminos principales por los que el nitrógeno es transformado a formas (estructuras) utilizables por las
plantas superiores son los siguientes:

1. Fijación por Rhizobia y otros microorganismos que viven simbióticamente en las raíces de las
leguminosas (alfalfa, trébol, guisantes, soya, cacahuates y habas) y otras determinadas plantas no
leguminosas.

micorriza
2. Fijación por microorganismos que viven libremente en el suelo (numerosas especies de algas azul-
verdosas y ciertas bacterias como: las Rhodospirillum que son fotosintéticas, Clostridium, que es una
saprofita anaerobia y las saprofitas aerobias: Acetobacter y Beijerinckia) y quizá por organismos que
viven en las hojas de las plantas tropicales.

Las algas azul-verdes soportan un amplio rango de condiciones ambientales, incluyendo superficies
rocosas y extensos terrenos áridos. Son completamente autótrofas y requieren sólo luz, agua,
nitrógeno libre (N2), dióxido de carbono (CO2) y sales que contengan los elementos minerales

77
esenciales. Su importancia reside principalmente en que suministran nitrógeno asimilable a otros
organismos durante los primeros estadios de la formación del suelo.

Las bacterias que viven libremente requieren de residuos orgánicos como fuente de energía, parte de
la energía de la oxidación de la materia orgánica la utilizan para fijar el nitrógeno elemental. La
rizosfera de las raíces de las plantas (área del terreno adyacente a las raíces) es una zona de alto
contenido en residuos orgánicos de la planta, donde tiene lugar la fijación del nitrógeno por las
Azotobacter y las Clostridium.

3. Fijación como amoníaco, NO31+ , CN2 2-


, por alguno de los varios procesos industriales para la
fabricación de fertilizantes nitrogenados sintéticos.

4. Fijación, como alguno de los óxidos de nitrógeno, por las descargas eléctricas atmosféricas. El
nitrógeno en la atmósfera está en forma de amoníaco, NH 3, nitratos, NO31-, nitritos, NO21-, óxido
nitroso y compuestos orgánicos, las cuales son arrastradas por la lluvia.

Las bacterias y los hongos habitan principalmente en los suelos bien aireados, pero solamente las
bacterias realizan la mayor parte de los cambios biológicos y químicos en los ambientes anaerobios.
Las bacterias son muy pequeñas, son raras las que llegan a medir varias micras de longitud. Se les
clasifica en aerobias a las que viven sólo en presencia de oxígeno; anaerobias las que viven sólo en
ausencia del oxígeno y anaerobias facultativas aquellos organismos que pueden desarrollarse en
presencia o en ausencia de oxígeno.

78
Micelio (esporangios) de hongo
La mayor parte de los organismos del suelo utilizan a los compuestos orgánicos complejos como
fuente de energía y carbono a los que se clasifica como heterótrofos. Hay un pequeño grupo de
microorganismos que usan al bióxido de carbono como única fuente de carbono y se les clasifica
como autótrofas. Existen bacterias fotoautótrofas que aprovechan la energía del sol y las bacterias
quimioautótrofas aprovechan la energía de la oxidación de materia orgánica y son de gran
importancia para los suelos.

cianobacterias
Las bacterias que utilizan a los compuestos nitrogenados como fuente de energía incluyen a las
bacterias que oxidan el amonio y lo transforman en nitritos (Nitrosomonas y Nitrosococcus) y las
bacterias que oxidan a los nitritos transformándolos en nitratos (Nitrobacter). Las reacciones químicas
producidas por estos microorganismos se representan con las ecuaciones siguientes:
2 NH41+ + 3 O2 --------> 2 NO21- + 4 H+ + 2 H2O (Nitrosomonas)
2 NO21+ + O2 --------> 2 NO31- (Nitrobacter)
El azufre existe en forma de sulfuro en varios minerales primarios y se agrega a los suelos forestales
en forma de residuos vegetales, animales o como lluvia ácida. Con frecuencia se agrega azufre

79
elemental a los suelos de almácigos para aumentar la acidez, a fin de controlar determinados agentes
patógenos de las plantas. La mayor parte del azufre del suelo forma compuestos orgánicos y sólo es
absorbido por las raíces de las plantas en forma de sulfato por lo que es necesario el proceso de
mineralización. La descomposición de la materia orgánica y su transformación a compuestos
inorgánicos de azufre la realizan microorganismos heterótrofos y la oxidación de los sulfuros y del
azufre elemental para transformarse en sulfatos la pueden realizar tanto las bacterias heterótrofas
como las quimioautótrofas. Las bacterias del género Thiobacillus son la principales habitantes de los
suelos bien aireados. El género aerobio acidófilo T. thiooxidans es el que predomina en los suelos
forestales y realiza la reacción de oxidación del azufre según la ecuación:

2 S + 3 O2 + 2 H2O -----> 2 H2SO4 (T. thiooxidans )

La acidificación del suelo producida por el ácido sulfúrico resultante de la oxidación del azufre
elemental produce un aumento de la solubilidad del fósforo, del potasio, del calcio y de varios
micronutrientes, así como, la movilización de algunos minerales del suelo que son disueltos por el
ácido sulfúrico.

La oxidación de compuestos inorgánicos de azufre pueden realizarla bacterias heterótrofas,


actinomicetos y hongos en ciertas condiciones. El quimioautótrofo Thiobacillus nitrificans puede
realizar la oxidación en forma anaerobia y utilizar el nitrato como aceptor del electrón y transformar
los nitratos en nitrógeno gaseoso al mismo tiempo que oxida los compuestos de azufre. Sin embargo,
bajo ciertas condiciones anaeróbicas como en suelos saturados por agua, los compuestos
inorgánicos del azufre son reducidos a sulfuros en lugar de oxidarlos a sulfatos.

La oxidación del fierro la realiza la bacteria quimioautótrofa Thiobacillus ferrooxidans. La reducción


del fierro férrico la realizan las bacterias aerobias y anaerobias facultativas como Bacillus, Clostridium
y Pseudomonas.

80
bacilos
Los hongos son los principales agentes de descomposición de la materia orgánica en todos los
ambientes ácidos. Los hongos poseen una red de filamentos o hifas en el suelo y su micelio puede
subdividirse en células individuales por medio de paredes transversales o septos. Los micelios
fungosos se pueden observar fácilmente en los humus tipo mor y moder.

Una de las principales actividades de los hongos es la descomposición de la celulosa, hemicelulosa,


pectinas, almidón, grasas y compuestos de lignina. Los hongos participan en la formación del humus
y contribuyen al reciclaje de nutrientes y a la estabilidad de agregados mediante la degradación de
residuos vegetales y animales.

Las algas, generalmente, tienen clorofila que les permite utilizar la luz solar como fuente de energía
para fijar el bióxido de carbono (fotosíntesis), se encuentran en los suelos fértiles, ricos en bases con
nitrógeno y fósforo disponibles, y tienden son escasas en suelos arenosos estériles y ácidos.
Contribuyen a solubilizar a los minerales del suelo , acelerando así el proceso de intemperización del
suelo. Generan materia orgánica a partir de compuestos inorgánicos y aumentan el contenido de
humus en el suelo. Las variedades de algas azulverdoso pueden asimilar el nitrógeno atmosférico,
aumentando así la cantidad de nitrógeno en los suelos.

Las algas azulverdoso son principalmente activas en suelos húmedos o inundados y en suelos
superficiales cuya alcalinidad ha aumentado como consecuencia de la quema de bosques. Como no
dependen de la materia orgánica como fuente de energía, son los primeros colonizadores de las
regiones áridas o arenosas y facilitan la invasión posterior de las plantas superiores.

81
REFERENCIAS EN LA UNIDAD IV

http://peruecologico.com.pe/lib_c18_t04.htm
http://thales.cica.es/rd/Recursos/rd99/ed99-0597-04/apuntes/edafo/edafo3_4.htm
http://www.manualdelombricultura.com/foro/mensajes/11880.html
http://www.sagan-gea.org/hojaredsuelo/paginas/10hoja.html

82
UNIDAD V. FERTILIDAD DE LOS SUELOS

5.1. ELEMENTOS ESENCIALES DEL SUELO

5.1.1. Función

Son 16 elementos esenciales, los cuales son consumidos en diferentes cantidades. Todos ellos se
relacionan y son determinantes en el desarrollo de las plantas y la obtención de buenos rendimientos.

Estos elementos se dividen en dos grupos principales: no minerales y minerales.

Los nutrientes no minerales son: Carbono (C), Hidrógeno (H) y Oxígeno (O) que se encuentran en
la atmósfera y en el agua y son utilizados en la fotosíntesis.

Los 13 nutrientes minerales - se dividen en tres grupos: primarios, secundarios y micronutrientes y


se encuentran en el suelo, la materia orgánica y los fertilizantes sintéticos. Son los siguientes:

Nutrientes primarios Micronutrientes


Nitrógeno (N) Boro (B)
Fósforo (P) Cloro (CI)
Potasio (K) Cobre (Cu)
Nutrientes secundarios Hierro (Fe)
Calcio (Ca) Manganeso (Mn)
Magnesio (Mg) Molibdeno (Mo)
Azufre (S) Zinc (Zn)

Cuando uno de estos elementos no es absorbido en las proporciones adecuadas por la planta, los
rendimientos disminuyen porque no se han satisfecho sus requerimientos. El principio de J. von
Liebig o "ley del mínimo" dice: "El rendimiento de un cultivo se encuentra limitado por la deficiencia
de cualquiera de los elementos absorbidos, aún cuando los demás elementos esenciales se
encuentren en cantidades adecuadas".

La mejor forma de obtener buenos rendimientos en las cosechas consiste en proporcionar al cultivo
una fertilización balanceada y completa.

83
Cuando existen deficiencias de algún nutriente, el agricultor tendrá que proporcionarlo mediante la
fertilización correspondiente de acuerdo con el análisis de suelos que debería haber realizado antes
de la siembra, y luego con los análisis foliares tomados en el momento oportuno. Este momento
dependerá del tipo de cultivo, pero por lo general se recomienda realizarlo antes de la floración

5.1.2. Fuentes de fertilización

Abonos: Sustancias que se añade a la tierra para proporcionar los elementos que requiere la
nutrición de las plantas

Fertilizante: Sustancia que contienen uno o más de los elementos esenciales (Nitrógeno, Fósforo y
Potasio, Azufre, Calcio, Magnesio, Hierro, Manganeso, Molibdeno, Cobre, Boro, Zinc)

1. ABONOS MINERALES CON ELEMENTOS PRINCIPALES (sólidos)

Los abonos minerales son materiales, naturales o manufacturados, que contienen nutrientes
esenciales para el normal crecimiento y desarrollo de las plantas. Son obtenidos mediante mezclas
mecánicas íntimas de productos simples, añadiéndoles agua. Su presentación puede ser en polvo o
granulado.

Existen numerosas fórmulas por razones comerciales a petición de los clientes.

ABONOS SIMPLES: Fertilizantes que tienen un solo elemento. Así tenemos la urea, Sulfato de
Amonio, Superfosfato Simple, Superfosfato Triple, Cloruro de Potasio o Muriato de Potasio.

ABONOS NITROGENADOS: El Nitrógeno, factor esencial en el crecimiento y rendimiento. Una


planta que tenga suficiente nitrógeno brota pronto, adquiere un gran desarrollo de hojas, tallos y toma
un bonito color verde oscuro. Así tenemos: Sulfato de Amonio, Nitrato de Amonio, Urea, Nitrato de
Calcio, Nitrato de Magnesio, Sulfato Amoníco, Nitrato de Chile etc.

ABONOS FOSFATADOS: El Fósforo, es un componente esencial de los vegetales, cuya riqueza


media en P2O5 es del orden del 0.5 al 1 por ciento de la materia seca. Factor de crecimiento muy
importante, debiendo señalarse la fuente interacción que existe entre este elemento y el nitrógeno. En
este grupo se encuentran: Superfosfato Simple, Superfosfato Triple, Roca Fosfórica, Escorias, etc.

84
ABONOS POTÁSICOS: El Potasio es uno de los macro nutrientes esenciales para el desarrollo de
las plantas. El contenido de potasio de los fertilizantes suele expresarse en K2O. El potasio interviene
en la fotosíntesis, aumenta la resistencia de los vegetales a las enfermedades criptógamas, favorece
el desarrollo de las raíces y da mayor consistencia a los tejidos. Los más comunes son el Cloruro de
Potasio o Muriato de Potasio, el Sulfato Potásico y el Sulfato de Magnesio Potásico.

ABONOS COMPUESTOS: Es la mezcla de dos o más fertilizantes químicos simples, se producen


químicamente o por mezclas físicas.

ABONOS NPK : Contienen nitrógeno, fósforo y potasio en proporciones variables. Se producen y


comercializan en diversas concentraciones, según las necesidades del suelo y de los cultivos.

ABONOS NP: Su aplicación se aconseja en las primeras etapas de crecimiento del cultivo, son de
uso muy común. La asociación del nitrógeno y el ácido fosfórico favorece el desarrollo vegetativo
inicial, se utilizan estos abonos en sementera o en plantaciones para activar el desarrollo inicial de las
plantas. La interacción N-P se intensifica mediante la localización de una pequeña cantidad de estos
abonos cerca de la semilla. Así tenemos: Fosfato Monoamónico (MAP 11-48-0); (10-51-0) Fosfato
diamónico (DAP 18-46-0); 18-50-0; 30-10-0; 25-25-0; 16-20-0.

ABONOS NK: Se trata esencialmente del nitrato de potasa con una riqueza del 13 y 44 % de potasa,
se presenta en forma de pequeñas bolitas. Su utilización es en cobertera (alrededor de la planta), en
cultivos de hortalizas, flores, árboles frutales, etc.

ABONOS PK: La asociación del nitrógeno y el ácido fosfórico favorece el desarrollo vegetativo inicial,
se utilizan estos abonos en plantaciones para activar el desarrollo inicial de las plantas. Se distinguen
varios tipos de productos: Fosfatos Amónicos, Superfosfatos, Nitro fosfatos.

2. ABONOS MINERALES CON ELEMENTOS PRINCIPALES (LIQUIDOS)

Contienen nutrientes esenciales para el desarrollo de las plantas. Estos nutrientes son obtenidos
mediante mezcla mecánica íntima de productos simples, añadiéndoles agua y toman la forma del
recipiente que los contiene.

85
ABONOS SIMPLES: El que contiene uno de los tres nutrientes primarios (N, P, K) Las ventajas
principales de los fertilizantes líquidos es que requieren una menor cantidad de mano de obra y
puede aplicarse en combinación con los agroquímicos.

ABONOS COMPUESTOS: Es la mezcla de dos o más fertilizantes líquidos primarios y cuya


formulación es tal que no están expuestos a la precipitación o a la cristalización a las temperaturas.

3. ABONOS MINERALES CON ELEMENTOS SECUNDARIOS (ABONOS QUE CONTIENEN


CALCIO, MAGNESIO O AZUFRE COMO ELEMENTO FUNDAMENTAL)

Las plantas asimilan cantidades apreciables de nutrientes secundarios (Calcio, Azufre y Magnesio)
La intensidad del cultivo ha aumentado y su aplicación es más necesaria a fin de preservar la
fertilidad del suelo y la productividad agrícola.

4. ABONOS MINERALES CON MICROELEMENTOS

El número de minerales con micro elementos esenciales varía de acuerdo a las necesidades de las
plantas. Los micro elementos se encuentran en la planta en cantidades muy pequeñas.
Cuando existe carencia de este abono es necesario aplicar (Hierro, Manganeso, Boro, Magnesio,
Cobre y Zinc)

ABONOS QUE SOLO DECLARAN UN OLIGOELEMENTO: Estos son: Boro, Cobalto, Cobre, Hierro,
Manganeso, Molibdeno, Zinc. Actualmente la aplicación de oligoelementos es más necesaria para
preservar la fertilidad del suelo y la productividad agrícola.

MEZCLAS SÓLIDAS O LIQUIDAS DE OLIGOELEMENTOS: Son fertilizantes tradicionales que se


combinan entre si al momento de su aplicación en cantidades pequeñas como Boro, Cobalto, Cobre,
Hierro, Manganeso, Molibdeno, Zinc, cuya presentación varía.

ABONOS QUE CONTIENEN ELEMENTOS PRINCIPALES Y/O SECUNDARIOS CON


OLIGOELEMENTOS APORTADOS AL SUELO: Fertilizantes que contienen elementos principales
(Nitrógeno, Fósforo o Potasio) y elementos secundarios (Calcio, Azufre y Magnesio) más
oligoelementos (Boro, cobalto, Cobre, Hierro, Manganeso, Molibdeno, Zinc).

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ABONOS QUE CONTIENEN ELEMENTOS PRINCIPALES Y/O SECUNDARIOS CON
OLIGOELEMENTOS PARA PULVERIZACIÓN FOLIAR: El rápido desarrollo de los abonos en
solución, se debe en gran parte, a que estos productos permiten hacer su aplicación basándose en
maquinarias específicas, de esta manera se obtiene rapidez, además facilita que se añada cualquier
oligoelemento o mezclar con algún agroquímico.

5. ENMIENDAS MINERALES

Son productos químicos que se aplican cuando el pH de los suelos varía en suelos ácidos, suelos
salinos, alcalinos o salino-alcalinos y suelos inundados. Para subir el pH tenemos productos en el
mercado como: Carbonato de calcio, Dolomita, Cal viva, Cal hidratada o apagada.

Para bajar el pH tenemos el yeso ( Sulfato Cálcico).

6. ABONOS ORGANICOS, ORGANOMINERALES Y ENMIENDAS ORGÁNICAS

ABONOS ORGÁNICO SÓLIDO: Toda sustancia orgánica sólida de origen animal, vegetal o mixto
que se añade al suelo con el fin de mejorar su fertilidad.

ABONOS ORGÁNICO-MINERALES: Producto obtenido por mezcla o combinación de abonos


minerales y orgánicos.

ENMIENDAS ORGÁNICAS: En el mercado, hay variedad de este producto, la utilización de


determinada enmienda orgánica depende de la estructura física del suelo y su pH.
Así tenemos la Caliza (Desechos de aves marinas), Ácidos Húmicos (Material orgánico), Compost.(A
base de basura), Turba Ácida (Material inerte que se solidifica), Turba no Ácida.

7. OTROS FERTILIZANTES Y AFINES

Regulador de Crecimiento: Sustancia que estimula o bloquea la fisiología de una planta, en lo que
tiene que ver con su crecimiento.

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Regulador Fisiológico: Sustancia o mezcla de sustancia que modifican el desarrollo de las plantas
produciendo una acción de tipo fisiológico, tales como: desecantes, defoliantes y madurantes.
Adhesivos: Sustancias que sirven para pegar dos cuerpos, se aplica a las sustancias que valen para
fijar o adherir fertilizantes a la superficie aplicada.

Aditivo: Producto que se incorpora a un fertilizante para mejorar su comportamiento (conservación


durante el almacenamiento, facilidad de aplicación, etc.

Antiglomerante: Sustancia con que se trata el fertilizante, por lo general superficialmente, para evitar
su apelmazamiento.

Bioestimulante: Estimula el crecimiento natural de la planta incrementando, la división celular,


acelerando el periodo de terminación de la semilla, estimula el crecimiento de las raíces así como su
capacidad de absorción y formación.

Coadyuvante: Toda sustancia sin propiedad fitosanitaria (excepto el agua) que mejora la
pulverización y reduce los riesgos de aplicar agroquímicos.

Mico rizas: La extremidad de las raicillas más jóvenes de ciertas plantas que se halla revestida por
un filtro espeso, constituido por el micelio de un hongo.

Inoculante: Producto de origen biológico incorporado al suelo y/o a la semilla que ayuda a que las
plantas puedan aprovechar en mejor forma los elementos nutritivos, contienen bacterias vivas que
requieren de condiciones particulares de almacenaje y manejo.

Quelato: Nutrientes metálicos protegidos por una estructura cíclica de un elemento quelatante, forma
un compuesto con el componente inorgánico iónico formando una especie que es más estable que
las dos moléculas.

CORRECTORES DE CARENCIAS: Tenemos los elementos: Cobre, Hierro, calcio, Magnesio.

ABONOS, ENMIENDAS Y CORRECTORES CON ELEMENTOS SECUNDARIOS Y/O


OLIGOELEMENETOS: Fertilizantes que responden a algún tipo de los definidos en lo anterior,
contienen uno o varios elementos secundarios y/u oligoelementos

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5.2. FERTILIZANTES

Cuadro 3. Composición porcentual media de fertilizantes químicos.

Fertilizante químico Fórmula N total P2O5 K2O CaO MgO S


asimilable soluble
en agua
Nitrogenados
Amoniaco anhidro NH3 82
Soluciones amoniacales NH4OH 20-25
Nitrato amónico NO3NH4 33.5-34.5
Nitrato amónico + caliza NO3NH4 20.5 y 26 10.2 0 – 7.5
Sulfato amónico SO4 (NH4)2 20.5 – 21 24
Nitrosulfuro amónico SO4 (NH4)2 + 26
NO3NH4
Cianamida cálcica CN2Ca 20.5 54
Nitrato cálcico (NO3) 2Ca 15.5 28
Nitrato sódico NO3Na 16
Urea CO(NH2) 2 46
Urea formaldehído CO(NH2) 2 38
Soluciones urea y nitrato 32
amónico
Soluciones de amoniaco 40
y nitrato amónico
Fosfóricos
Superfosfato simple (PO4)2 H4 Ca 16 a 18 26 – 28 0.5 12
Superfosfato triple (PO4)2 H4 Ca 42 – 46 17 – 20 2–5 10
Escoria básica Thomas 15 – 18 25
Metafosfato cálcico (PO3)2 Ca 64 32
Fosfato bicálcico PO4 H Ca 35 – 38
Acido fosfórico líquido PO4 H3 52 – 54
Potásicos
Cloruro Potásico ClK 50 y 60 0.3
Sulfato potásico SO4 K2 48 – 50 18
Binarios
Fosfato monoamónico PO4 H2 NH4 11 48 1.5 0.5 2.6
Fosfato biamónico PO4 H (NH4)2 21 53
Nitrato potásico NO3K 13 44
Ternarios
Complejos y compuestos Diversas Fórmulas

REFERENCIAS EN LA UNIDAD V

http://www.cepes.org.pe/revista/r-agra19/tecn-01.htm
http://www.sica.gov.ec/agro/insumos/abonos_ferti.htm
Rodríguez Suppo, F. 1996. Fertilizantes. Nutrición Vegetal. Tercera Reimpresión. AGT EDITOR, S. A.
México, D.F 157 p.

89
UNIDAD VI. CLASIFICACION Y MANEJO DE LOS SUELOS

6.1. CLASIFICACION DE SUELOS

La clasificación de suelos tradicionalmente se ha considerado como la base científica del


estudio de los suelos. Una taxonomía formal debe tener niveles jerárquicos, una
nomenclatura y una relación entre ellos.

En México, tres son los más conocidos: la Taxonomía de Suelos del Departamento de
Agricultura de los Estados Unidos, el Sistema FAO/UNESCO y la Clasificación
Campesina o Regional desarrollada aquí en México. En esta antología, sólo trataremos
en parte el Sistema FAO/UNESCO por su importancia a nivel mundial y la Clasificación
Campesina de suelos por su importancia en México.

6.1.1. Clasificación FA/UNESCO

La FAO/UNESCO ha desarrollado dos sistemas para trabajar con suelos:

El "Legend of the Soil Map of the Word" fue establecido en 1974 y posteriormente fue revisado
"Revised legend of the Soil Map of the Word" en 1988.

En un principio la clasificación FAO fue diseñada para proporcionar un arma de trabajo común para
todos los edafólogos del planeta. Concretamente como leyenda de un Mapa Mundial de Suelos, de

90
escala pequeña (1:5.000.000), para realizar una primera valoración de los recursos edáficos del
mundo. Fue pues elaborada para trabajar con escalas pequeñas (mapas generales).

Representa un sistema de clasificación bastante intuitivo, muy eficaz desde un punto de vista
didáctico y muy útil para estudios no muy detallados de suelos. Mas que un sistema de clasificación
se trata simplemente de una leyenda para definir las clases de suelos del Mapa de Suelos del Mundo
a escala 1:5.000.000. Este sistema ha tenido una amplia aceptación mundial y ha sido
universalmente aceptado como un utilísimo sistema de referencia.

Recientemente (1998) la FAO/UNESCO han introducido profundas modificaciones en su esquema


de clasificación desarrollando el "World Reference Base for Soil Resources". En esta Base de
Referencia para los Suelos del Mundo se continua con el esquema básico definido por la primitiva
Leyenda para el Mapa Mundial de Suelos (1974/1988) pero se han introducido profundos cambios en
todos sus niveles (Horizontes diagnósticos, Propiedades diagnósticas, Materiales diagnósticos,
Grupos de Suelos y Unidades de Suelos).

Dado que la "Revised legend of the Soil Map of the Word" de 1988 se sigue utilizando actualmente,
(aunque su tendencia es a quedarse, antes o después, obsoleta), a continuación se considerará
brevemente los aspectos más importantes de ambos sistemas.

Para clasificar un suelo de acuerdo con la FAO/UNESCO (1988) es necesario determinar los
horizontes de diagnóstico y las propiedades de diagnóstico.

HORIZONTES DE DIAGNOSTICO

Horizontes diagnósticos A.
Horizonte A móllico: Es un horizonte rico en materia orgánica (>1%). De color muy oscuro
(croma < de 3,5 en húmedo y value <3,5 en húmedo y <5,5 en seco). De gran espesor (>10cm sobre
roca; >18cm y >1/3 solum, si solum <75cm; >25cm si solum >75cm): Saturado en bases (>50%).
Estructurado. Bajo contenido en fósforo.
Horizonte A úmbrico: Las exigencias del horizonte A úmbrico, son comparables a las del A
móllico (en el color, materia orgánica, estructura y espesor), pero el horizonte A úmbrico tiene, sin
embargo, un grado de saturación menor del 50%.

91
Horizonte A ócrico: Es un horizonte que tiene un color demasiado claro (altos value y croma), o
demasiado poco carbono orgánico, o es demasiado delgado, para ser móllico o úmbrico, o es duro y
macizo, a la vez, cuando se seca.
Horizonte A fímico: :El horizonte A fímico es una capa superficial hecha por el hombre, de 50 cm
o más de profundidad por adicción intensa de materiales (incluye al hor. plaggen y al antrópico de la
Soil Taxonomy). Generalmente contiene artefactos tales como trozos de ladrillo y cerámica.

Horizontes diagnósticos H
Horizonte A hístico: Es un horizonte H (saturados en agua por largos períodos y con altos
contenidos en materia orgánica) que tiene más de 20 cm de espesor y menos de 40 cm (puede llegar
a <60 cm si las fibras de sphagnum >75% del volumen, o si la densidad aparente en húmedo <0,1).

Horizontes diagnósticos E.
Horizonte E álbico: Horizonte de lavado. Es un hor. E que tiene que cumplir condiciones de
suficiente lavado: textura arenosa y suficiente decoloración (colores claros, altos values). Los granos
de arena se presentan limpios, sin revestimientos.

Horizontes diagnósticos B
Horizonte B árgico. Antiguo argíllico: Acumulación de arcilla iluvial (Bt) o por destrucción de la
arcilla en el horizonte A.
Debe de tener (las tres condiciones):
a) suficiente enriquecimiento en arcilla (según el contenido en arcilla del hor. suprayacente: si el hor.
suprayacente <15%, el hor. B debe tener un 3% más de arcilla; si 15-40%, x 1,2 en el Bt; si >40%, 8%
más en el Bt);
b) suficiente espesor (al menos 1/10 de la suma de todos los situados encima)
c) distancia del enriquecimiento 15 cm (o 30 cm. con arcilanes).
No debe ser muy arenoso (>8% de arcilla).
El hor. suprayacente debe tener más de 18 cm de espesor, o al menos 5 cm si hay cambio textural
brusco.
La presencia de clayskins (películas de arcilla) en las descripciones de campo o arcilanes iluviales
(también llamados revestimientos de arcilla) en la descriptiva de microscopio facilita enormemente la
identificación de este horizonte. Estas películas son obligatorias si el hor. B contacta directamente con
un hor. Ap.
Horizonte B cámbico: Horizonte de alteración, puesto de manifiesto por (una o más):
1. Más % de arcilla que el hor. subyacente.
2. Un color (hue) más rojo o un croma más intenso que el horizonte subyacente.

92
3. Lavado de carbonatos.
4. Si no hay carbonatos en el material de partida, la alteración se manifiesta por un desarrollo de
estructura de suelo (sin estructura de roca en >50% volumen horizonte).
Tiene como mínimo 15 cm de espesor y su base está al menos a 25 cm de profundidad.
Carece de las características del árgico y no es un horizonte A, ni E, ni es de textura muy arenosa
(>8% de arcilla).
Horizonte B espódico: Acumulación iluvial de materia orgánica y/o sesquioxidos de Fe/Al (Bh y/o
Bs). Exclusivo de los podzoles. Generalmente con un hor. E encima. Perfil muy evolucionado: A-E-Bh-
Bs-C.

Horizontes diagnósticos ABC


Horizonte cálcico: Acumulación (secundaria) de CaCO3. Se puede dar en A, B o C. Tiene que
ser: a) acumulación >15% CaCO3 o 5% más que el horizonte más profundo y b) suficiente espesor
>15 cm.
Horizonte petrocálcico: Hor. igual al anterior pero endurecido.
Horizonte gypsico y petrogypsico (también llamados yésico y petroyésico): Similares a los
anteriores pero ahora se acumula yeso. Tiene que ser: a) acumulación 5% SO4Ca más que el
horizonte C subyacente; b) suficiente espesor >15 cm y c) espesor x % SO4Ca > 150.

PROPIEDADES DE DIAGNOSTICO

Calcáreo, da fuerte efervescencia con el HCl al 10% (> 2% de CaCO3).


Calcárico, calcáreo entre 20 y 50 cm.
Caliza pulverulenta blanda, CaCO3 edáficos blandos.
Cambio textural brusco, fuerte incremento en arcilla en el borde E y Bt.
Fuertemente húmicos, más de 1,4 de carbono orgánico.
Gypsifero, > 5% de yeso.
Interpenetración, lenguas muy finas (1-2 mm) de E en el Bt.
Lenguas, penetraciones anchas (>5, 10 y 15mm según textura) de E en el Bt.
Minerales alterables, feldespatos, piroxenos, anfíboles, micas y arcillas 2:1.
Propiedades ándicas, gran abundancia de materiales amorfos.
Propiedades ferrálicas, con una muy baja capacidad de cambio, para cambisoles y arenosoles.
Propiedades férricas, muchas manchas gruesas con matices más rojos, para los luvisoles
alisoles,lixisoles y acrisoles.

93
Propiedades flúvicas, materiales fluviales, junto a ríos, estratificados, materia orgánica decrece
irregularmente o es alta en profundidad.
Propiedades gleycas, saturación en agua permanente (o casi), con coloraciones grises, verdes,
azuladas, reducción de hierro muy intensa.
Propiedades estágnicas, reducción superficial; saturación temporal; reducción más débil, colores
grises y rojos abigarrados.
Propiedades níticas, muy arcillosos, agregados se rompen sucesivamente y muy fácilmente en
bloquecitos con superficies muy brillantes (arcilanes).
Propiedades sálicas, suelos ricos en sales, con alta conductividad eléctrica.
Propiedades vérticas, suelos arcillosos, con grietas, cuñas, slickensides.
Slickensides, extensas superficies brillantes con estrías producidas por deslizamiento entre
masas del suelo; en suelos arcillosos.

CLAVE DE CLASIFICACIÓN DE SUELOS FAO – UNESCO (Simplificada) (Versión 1974)

1. Suelo con profundidad menor a 10 cm. LITOSOL (I)

2. Con un horizonte O de 40 cm o más HISTOSOL (O)


Dístrico (Od) si Ph < 5.5
Eutrico (Or) cualquier otro

3. Solo un hzte A muy arcilloso (montmorillonítico); con grietas de desecación notorias, microrelieve
gilgai y facetas de fricción. VERTISOL (V)
Pélico (Vp) los oscuros
Crómico (Vc) cualquier otro

4. Formados por depósitos aluviales recientes FLUVISOL (J)


Gléyico (Jg)
Calcárico (Jc)
Dístrico (Jd) sat bases < 50%
Eutrico (Je)

5. Hzte sálico y/o conductividad (a 25°C) > 16 mmohs/cm) SOLONCHAK (Z)


Gléyico (Zg)
Takyrico (Zt) grietas desecación

94
Mólico (Zm) con A mólico
Órtico (Zo) todos los demás

6. Hzte gléyico en los primeros 50 cm GLEYSOL (G)


Plíntico (Gp)
Vértico (Gv)
Mólico (Gm)
Húmico (Gh)
Calcárico (Gc)
Dístrico (Gd)
Eútrico (Ge)

7. Derivados de vidrio volcánico (densidad de masa < 0.85) ANDOSOL (T)


Mólico (Tm)
Húmico (Th) c/ A úmbrico
Ócrico (To) A ócrico
Vítrico (Tv)

8. A ócrico ó hzte gléyico a más de 50 cm, textura gruesa, sin acumulaciones de arcilla, sin indicios de
hztes cámbicos u óxicos, nunca son álbicos REGOSOL (R)
Gélico (Rx)
Calcárico (Rc)
Dístrico (Rd)
Eútrico (Re)

9. Hzte A úmbrico < 25 cm sobre material NO calcáreo RANKER (U)

10. Hzte B espódico, PODZOL (P)


Plácico (Pp) con capa cementada de Fe
Gléyico (Pg)
Húmico (Ph) c/ materia orgánica y Al; poco Fe
Órtico (Po)

11. Hzte B óxico FERRALSOL (F)


Plíntico (Fp) (rico sesquióxidos, poco humus )
Húmico (Fh) (1.35% de materia orgánica, sat. bases <35%)

95
Acrico (Fa) (c/ intercambio cationes < 1 meq/gr)
Ródico (Fr) (c/ un hzte rojo-rojo oscuro)
Xántico (Fx) (c/ un hzte B amarillo)
Órtico (Fo)

12. Hzte B Nátrico SOLONETZ (S)


Gléyico (Sg)
Álbico (Sa)
Mólico (Sm)
Órtico (So)

13. Hzte E álbico sobre un sustrato poco permeable como B argílico, fragipán, etc. PLANOSOL (W)
Solódico (Ws) (más del 6% de Na)
Mólico (Wm)
Húmico (Wh) (con A úmbrico ú hzte O)
Dístrico (Wd)
Eútrico (We)

14. Hzte A mólico, con espesor < 50cm, sobreyacente a un material calcáreo RENDZINA (E)

15. A mólico color café (croma = 1.5) y hzte cálcico o gypsico CHERNOZEM (C)
Lúvico (Cl)
Cálcico (Cc)
Háplico (Ch)

16. A mólico castaño (croma > 1.5) y hzte cálcico ó gypsico CASTAÑOZEM (K)
Lúvico (Kl)
Cálcico (Kc)
Háplico (Kh)

17. A mólico oscuro (rico en materia orgánica) FEOZEM (H)


Gléyico (Hg)
Lúvico (Hl)
Calcárico (Hc)
Háplico (Hh)

96
18. A ócrico desarrollado en clima seco (BW y BS) XEROSOL (X)
Lúvico (Xl)
Gypsico (Xg)
Cálcico (Xk)
Háplico (Xa)

19. A ócrico desarrollado en clima más seco que anterior YERMOSOL (Y)
Takyrico (Yt)
Lúvico (Yl)
Gypsico (Yg)
Cálcico (Yk)
Háplico (Ya)

20. B argílico y E álbico. El límite superior del B es irregular, con lenguas dentro del E. Nódulos con
exterior cubierto con Fe. Colores rojos PODZOLUVISOL (D)
Gléyico (Dg)
Dístrico (Dd)
Eútrico (De)

21. Suelos de zonas tropicales (Am, Af, Aw), c/ B argílico cuya arcilla no decrece en más del 20%. Sin
grietas, sin hzte plíntico. NITOSOL (N)
Húmico (Nh) (1.35% de MO en parte fina, sat bases < 50%)
Dístrico (Nd)
Eútrico (Ne)

22. Hzte B argílico y sat. bases < 35% ACRISOL (A)


Plíntico (Ap)
Gléyico (Ag)
Húmico (Ah)
Férrico (Af)
Órtico (Ao)

23. Otros suelos con hzte B argílico. LUVISOL (L)


Plíntico (Lp)
Gléyico (Lg)

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Vértico (Lv)
Cálcico (Lk)
Álbico (La)
Férrico (Lf)
Crómico (Lc) B pardo osc - rojo
Órtico (Lo)

24. Hzte B cámbico ó A úmbrico mayor a 25 cm de espesor, ó un duripán o fragipán CAMBISOL (B)
Gélico (Bx)
Gléyico (Bg)
Vértico (Bv)
Cálcico (Bk)
Húmico (Bh)
Ferrálico (Bf) capac. intercambio cat. 2 meq/100gr de arcilla
Crómico (Bc) (hzte B pardo oscuro a rojo)
Dístrico (Bd)
Eútrico (Be)

25. Suelos de textura gruesa formados por materiales álbicos por intensa eluviación.
Concaracterísticas de B cámbico, argílico u óxico, pero sin llegar a serlo ARENOSOL (Q)
Álbico (Qa)
Lúvico (Ql)
Ferrálico (Qf)
Cámbico (Qc)

6.1.2. Clasificaciones Regionales

Las clasificaciones regionales surgieron retomando la nomenclatura obtenida con la experiencia de


los productores y ordenándola en una clasificación. específicamente el Doctor mexicano Carlos
Alberto Ortiz Solorio, propuso esta clasificación. Actualmente se esta recolectando o rescatando la
nomenclatura campesina de suelos en México y se está relacionando con la clasificación FAO. En
México ha habido algunos trabajos asesorados por el doctor Ortiz en los estados de México, Puebla,
Yucatán, Tabasco, Chiapas, Veracruz, Oaxaca, Hidalgo, Morelos, Guerrero y Tamaulipas,
principalmente.

98
Los campesinos tradicionalmente han utilizado nombres en sus comunidades por ejemplo:

En Atenco, Estado de México: Cacahuatuda, Salina, Amarilla, Tierra de barro, Tierra negra, Tierra
blanca, Arena.
En San Pedro Tlaltizapán, estado de México: Arena, Atlal negro, Atlal amarillo, Tierra negra del
pueblo, Tierra negra del ejido.
En el Norte de Tamaulipas: Arena voladora, Arena negra, Arena tejonera, Negra arenosa, Negra
chiclosa, Blanca.

Con esta clasificación se pretende tener un conocimiento más específico a nivel parcelario, es decir a
una escala muy detallada donde se pueda estudiar al suelo y proponer el mejor manejo relacionando
los conocimientos de los productores sobre su suelo con los conocimientos técnico o científicos del
mismo.

6.2. CLASIFICACIONES TÉCNICAS DE SUELOS

6.2.1. Capacidad de uso

La clasificación de tierras utilizada, sigue el sistema explicado en la publicación "Clasificación por


Capacidad de Uso de la Tierras" de Klingebiel y Montgomery.

Mediante esta clasificación se evalúa la aptitud de las tierras para producir en forma sostenida y sin
deteriorarse, diversas plantas cultivadas, forrajeras y forestales en función de características de
suelo, topografía, drenaje y de las condiciones climáticas imperantes.

Las tierras se agrupan en ocho clases de capacidad, incrementándose progresivamente los riesgos
de deterioro y las limitaciones en su uso al pasar de clase I a clase VIII. Las tierras comprendida
dentro de las cuatro primeras clases (I, II, III y IV) con adecuadas prácticas de manejo, pueden
utilizase, para producir cultivos (hace referencia a aquellas plantas, en cuya producción están
involucradas continuas operaciones de labranza, de manera que el suelo queda total o parcialmente
descubierto de vegetación durante parte del año), pastos y árboles maderables. Las tierras de clase
V, VI y VII en general no son adecuadas para cultivos pero pueden utilizarse para producir especies
forrajeras y forestales. Algunas tierras de clase V y VI son capaces de producir cosechas especiales
tales como: café bajo sombra, ornamentales, frutales en césped y ciertos cultivos, cuando se utilizan

99
Definición de Clases por Capacidad de Uso CLASE I
sistemas de manejo de suelos y aguas complicados y muy intensivos. Las tierras de clase VIII son
inadecuadas para la producción de plantas cultivadas, forrajeras y maderables.

Para ubicar un lote de terreno en una u otra clase, desempeña un papel fundamental el nivel
tecnológico o de manejo, que son capaces de aplicar los agricultores, una tierra puede ser clase II
para un agricultor que aplica fertilizantes y clase IV para un agricultor que no tiene el conocimiento y
los medios económicos necesarios para desarrollar la práctica de fertilización.

Las ocho clases por capacidad de uso se pueden agrupar de la siguiente manera:

Apropiadas para cultivos con:


Ligeras o ninguna restricción Clase I

Moderadas restricciones Clase II

Severas restricciones Clase III


Apropiadas para cultivos en forma ocasional o limitada Clase IV

Inadecuadas para cultivos, apropiadas para la explotación de vegetación permanente (explotación


forestal y de pastos naturales y sembrados):
Sin peligro de erosión Clase V

Con peligro de erosión Clase VI

Con peligro de erosión y severas restricciones Clase VII

Inadecuadas para la explotación de cultivos y de vegetación permanente Clase VIII

En forma general se definen las diferentes clases de la manera siguiente:

Los suelos de esta clase tienen pocas limitaciones que restringen su uso, son apropiadas para una
amplia variedad de planta y pueden ser usados en una forma segura para cultivos, pastos y bosques.
Son tierras casi planas, con escaso peligro de erosión. Los suelos son profundos, con buen drenaje
externo e interno y fáciles de trabajar, retienen buena cantidad de agua, poseen un buen contenido de
nutrientes o responden bien a los fertilizantes. El clima local debe ser favorable para sembrar muchos
de los cultivos comunes. Cuando el clima es árido, se puede colocar en clase I las tierras bajo riego
que presentan escasas limitaciones para su uso.

100
CLASE IICLASE III

Las tierras de la clase II, tienen algunas limitaciones que reducen la escogencia de cultivos o
requieren un cuidadoso manejo del suelo incluyendo prácticas de conservación. Bajo cultivo
requieren un cuidadoso manejo del suelo incluyendo prácticas de conservación para evitar su
deterioro. Las limitaciones son pocas y las prácticas son fáciles de aplicar. Pueden utilizarse para
cultivos, pastos y explotaciones forestales.

Las limitaciones de los suelos de la clase II pueden incluir por separado o en combinación los efectos
de:
pendientes suaves
susceptibilidad moderada a la erosión
profundidad del suelo inferior a la ideal
estructura y trabajabilidad del suelo algo desfavorable
presencia de salinidad o alcalinidad fácilmente corregible
daños ocasionales por inundación
exceso de humedad que persiste como una limitación moderada, aún cuando se corrige por medio de
drenaje
ligeras limitaciones climáticas

Las tierras de la clase III, tienen severas limitaciones que reduce la escogencia de cultivos y/o
requieren prácticas especiales de conservación. Las tierras de la clase III tienen más limitaciones que
las de la clase II, y cuando se cultivan requieren de prácticas de conservación y manejo más difíciles
de aplicar y mantener. Pueden ser usadas para cultivos, pastos y bosques. Las limitaciones de la
clase III, restringen el período de siembra, las operaciones de labranza y cosecha, la selección de
cultivos o combinaciones de éstos.

Dichas limitaciones pueden resultar de los efectos de uno o más de los siguientes factores:
pendientes moderadamente fuertes
alta susceptibilidad la erosión
inundaciones frecuentes acompañadas de daños a los cultivos
permeabilidad muy lenta del subsuelo
los suelos después de drenados, mantiene cierto exceso de humedad
poca profundidad del suelo
baja capacidad de retención de humedad
baja fertilidad corregible con moderada dificultad

101
CLASE
Clase
IV V
moderada salinidad o alcalinidad
limitaciones climáticas moderadas

Las tierras de la clase IV, tienen muy severas limitaciones que restringen la escogencia de los cultivos
y/o obligan a un manejo muy cuidadoso. Las restricciones para el uso de las tierras de clase IV son
mayores que las de clase III y la escogencia de cultivos es más limitada. Requieren un manejo más
cuidadoso y las prácticas de conservación son más difíciles de aplicar y mantener que para las tierras
de clase III. Pueden ser usadas para cultivos en forma limitada, pastos y bosques.

Las tierras de esta clase pueden ser apropiadas solamente para dos o tres cultivos, en un lapso de
varios años, el promedio de los rendimientos de las cosechas producidas pueden ser bajos, en
relación con los gastos efectuados. El uso para cultivos es limitado como resultado de los efectos de
una o más características permanentes tales como:
pendiente fuerte
severa susceptibilidad a la erosión
efectos severos de erosión anterior
suelos poco profundos
baja capacidad de retención de humedad
frecuentes inundaciones acompañadas por daños severos a los cultivos
excesivo humedad con riesgos continuos de sobresaturación aún después de drenados
severa salinidad o alcalinidad
baja fertilidad muy difícil de corregir
clima moderadamente adverso
Muchas tierras sobre pendientes fuertes, incluidas en la clase IV, son apropiadas para cultivos
ocasionales y especiales. Algunas tierras planas, con suelos pobremente drenados, se ubican en
clase IV porque son pocos apropiados para cultivos por el tiempo que tardan en secarse.

Las tierras de clase V, tienen poco o ningún peligro de erosión, no tienen otras limitaciones, difíciles
de suprimir, que las hacen apropiadas solamente para sembrar pastos y para explotación de
pastizales naturales y bosques. Los suelos de la clase V tienen limitaciones que restringen las
especies de plantas que pueden ser sembradas e impiden las operaciones de labranza que
comúnmente requieren los cultivos; son tierras planas, pero pueden ser excesivamente húmedas,
frecuentemente inundadas por ríos, pedregosos, afectadas por limitaciones climáticas o
combinaciones de las limitaciones indicadas. Ejemplo de tierras de clase V son:
tierras bajas sujetas a inundaciones frecuentes que impiden la producción normal de cultivos

102
CLASE VICLASE VII
tierras planas pedregosas o rocosas
áreas bajas inundadas, donde el drenaje requerido por los cultivos no es pasible, pero donde los
suelos son aptos para pastos o árboles.
Debido a estas limitaciones, las siembras de los cultivos comunes no son factibles, pero los pastos
pueden ser mejorados y pueden esperarse beneficios con un manejo apropiado.

Las tierras de la clase VI, tienen severas limitaciones que las hacen inapropiadas para cultivos. Son
aptas para pastos, explotación de bosques y pastizales naturales. Las condiciones de las tierras de
clase VI son tales que es conveniente aplicar prácticas de manejo y mejoramiento de los pastos
naturales y sembrados. Las tierras de esta clase tienen limitaciones permanentes que no pueden ser
corregidas, tales como:
pendientes fuertes
peligro e erosión severa
efectos de erosiones anteriores
pedregosidad
suelos muy superficiales
humedad excesiva o inundaciones
capacidad de retención de humedad baja
salinidad o alcalinidad
clima severo
Algunas tierras de la clase VI pueden utilizarse para cultivos, si se efectúa un manejo intensivo fuera
de lo común. También pueden ser aptas para cultivos en condiciones específicas tales como frutales
con césped y café bajo sombra. Dependiendo de las características del suelo y del clima pueden ser
apropiadas para uso forestal.

Las tierras de la clase VII, tienen muy severas limitaciones que las hacen aptas solamente para la
explotación de pastizales naturales y bosques.
Las limitaciones de la clase VII son tan severas que resulta impráctico aplicar mejoramientos de
pastizales o sembrar pastos mejorados. Las limitaciones son más severas que las de la clase VI
debido a una o más condiciones no corregibles, tales como:
pendientes muy fuerte
erosión
suelos poco profundos
pedregocidad
suelos excesivamente húmedos

103
CLASE VIIISubclases de Capacidad
salinidad o alcalinidad
clima desfavorable
La vocación forestal de esta clase depende de las condiciones climáticas, que permitan el desarrollo
de árboles maderables. Algunas áreas de la clase VII pueden requerir labores de reforestación para
proteger al suelo y para prevenir daños a las áreas vecinas.

Las tierras de la clase VIII, tienen limitaciones que impiden su uso para la producción comercial de
plantas con fines agropecuarios y forestales y restringen su uso a recreación, vida silvestre, suplencia
de agua y propósitos estéticos.

Las limitaciones pueden ser consecuencia de uno o más de los siguientes factores:
erosión o peligro de ella
clima severo
suelo muy húmedo
pedregosidad
baja capacidad de retención de humedad
salinidad o alcalinidad

Se incluye en la clase VIII los afloramientos de roca, playas de arena, desechos de minas, tierras de
cárcavas y tierras áridas desprovistas de vegetación. Pueden ser necesario proteger a estas tierras
para conservar suelos más valiosos de áreas cercanas, controlar el agua, preservar la flora o por
razones estéticas. Ciertas tierras agrupadas en las clases V, VI, VII, y VIII pueden hacerse aptas ,
para cultivos por medio de movimientos de tierra u otros sistemas muy costosos de recuperación.

Las subclases son grupos de unidades de capacidad dentro de las clases que tienen las mismas
limitaciones dominantes para su uso agrícola, como resultado del suelo y del clima. Algunos suelos
están sujetos a erosión si no son protegidos, mientras que otros son naturalmente húmedos y deben
ser drenados si se espera dedicarlos a cultivos, otros suelos son superficiales o son naturalmente
secos o tienen otras deficiencias; además se presentan en áreas donde el factor limitante para, el uso
es el clima. Se reconocen dentro del nivel de las subclases, cuatro limitaciones. Estas limitaciones
son:
Riesgos de erosión: se designa con el símbolo "e"
Humedad, drenaje o inundación: se designa con el símbolo "d"
Limitaciones en la zona radicular: se designa con el símbolo "s"

104
Unidades de Manejo
Limitaciones climáticas: se designa con el símbolo "c"
Las subclases proveen al usuario de los mapas, de información sobre el grado de limitación y la clase
de limitación. Dentro de la clase I, no se reconocen subclases.

Las unidades de manejo proveen una información más específica y detallada que las subclases, para
la aplicación a problemas específicos en las fincas o en las haciendas. Una unidad de manejo, es un
agrupamiento de suelos que son casi iguales en aptitudes para el crecimiento de las plantas y
responden en forma similar a las prácticas manejo del suelo. Es decir, en los suelos incluidos en una
unidad se pueden presentar un conjunto de alternativas razonablemente uniformes para el manejo del
agua, del suelo y de la planta, sin considerar los efectos de manejo anterior que no son permanentes
en el suelo. Cuando los suelos han sido sumamente cambiados por el manejo, de manera que las
características permanentes han sido alteradas, ellos son ubicados en diferentes unidades de
manejo, las cuales responden en una forma similar y requieren manejos similares.
Los suelos agrupados en una unidad de manejo, deben ser suficientemente uniformes en las
combinaciones de las características que incluyen sus cualidades para tener potenciales similares y
limitaciones continuas así:
Los suelos de una unidad de manejo, deben ser suficientemente uniforme para producir similares
clases de cultivo y Pastos, con iguales prácticas de manejo.
Requieren tratamientos de conservación y manejo similar bajo la misma clase y condiciones de
cobertura vegetal.
Tienen productividad potencial comparable.
Ejemplo:
Clase de Tierra III
Subclase de Tierra IIIdc
Unidad de manejo de tierra IIId1c1
Para separar las unidades de capacidad, las subclases fueron mapeadas de la manera siguiente:
Riesgos de erosión: se definieron tres (3) grados de la erosión:
e1: Erosión actual ligera: en los casos de suelos protegidos con vegetación permanente (bosque y
gramíneas) la susceptibilidad a la erosión es ligera.
e2: Erosión actual moderada: en los casos de suelos protegidos con vegetación permanente
(bosques) la susceptibilidad a la erosión es moderada.
e3: Erosión severa con presencia de cárcavas y el subsuelo expuesto.
Humedad, drenaje, inundación: se reconocen tres (3) tipos:
d1: Drenaje interno muy deficiente

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d2: Inundaciones una vez o más cada año
d3: Inundaciones casi permanentes. Se refiere a ciénagas, pantanos y lagunas intermitentes.
Clima: se establecen tres (3) grados:
c1: La precipitación permite solamente una cosecha de ciclo corto (al año. Por lo general se ubican
entre 500 y 800 mm de lluvia.
c2: La precipitación no es suficiente rara asegurar el éxito de ningún cultivo. Por lo general está entre
300 y 600 mm.
Cuando no aparece la letra c, se entiende que la lluvia y su distribución es adecuada paro producir
por lo menos una cosecha de cultivos comunes al año (maíz, leguminosas, algodón, etc,)
Limitaciones en la zona radicular: se reconocen distintas diferencias y características de los suelos,
según la subclase de suelo separada. En la descripción de las unidades de capacidad se describen
los distintos suelos separados. Por ejemplo s1, s2, s3.

6.3. CONSERVACIÓN DE SUELOS

6.3.1. Generalidades sobre erosión

La erosión (pérdida) del suelo la provocan principalmente factores como las corrientes de agua y de
aire, en particular en terrenos secos y sin vegetación, además el hielo y otros factores. La erosión del
suelo reduce su fertilidad porque provoca la pérdida de minerales y materia orgánica. La erosión del
suelo es un problema nacional e internacional al que se le ha dado poca importancia en los medios
de comunicación masiva.

El agua es un erosivo muy enérgico. Cuando el suelo ha quedado desprotegido de la vegetación y


sometido a las lluvias, los torrentes arrastran las partículas del suelo hacia arroyos y ríos. El suelo,
desprovisto de la capa superficial, pierde la materia orgánica (humus) y entra en un proceso de
deterioro que puede originar hasta un desierto.

106
El viento es otro de los agentes de la erosión. El suelo desprovisto de la cortina protectora que forman
los árboles, es víctima de la acción del viento que pule, talla y arrastra las partículas de suelo y de
roca.

Los paisajes generados en zonas áridas y desérticas son muestras evidentes de la acción de este
factor.

107
El aire y el agua han esculpido la tierra desde que se formó la corteza, los grandes procesos
geomórficos han modificado la superficie terrestre a lo largo de millones de años. Hoy la actividad
humana hace su parte y muchos sitios se modifican por ella.Nuestro país cuenta con enormes
extensiones sometidas a la constante acción del viento y del agua. La supericie montañosa que
ocupa gran parte de nuestro territorio está sujeta a ellos y la severidad de su acción es alta. Gran
parte de América Latina sufre sus efectos

Aunque se considera, erróneamente, que sólo la agricultura afecta al suelo, varias actividades del
hombre aceleran el proceso de erosión del suelo como la construcción de carreteras y edificios que
eliminan comunidades vegetales autóctonas, así como, la tala sin control de bosques para la
producción de madera y de pulpa de papel. La erosión del suelo también afecta a otros ecosistemas
como los ríos, lagos y presas al degradar la calidad del agua, al alterar el hábitat de la flora y fauna
que viven ahí. Si los residuos de suelo contienen plaguicidas y fertilizantes contaminan el agua.
Cuando se eliminan los bosques para construir una presa hidroeléctrica, la erosión hace que se llene
el embalse en un tiempo menor provocando la pérdida de la productividad de electricidad instalada.
Aunque la erosión es un proceso natural, una cubierta vegetal suficiente la reduce ya que las hojas y
los tallos amortiguan el impacto de la lluvia y las raíces ayudan a mantener el suelo en el sitio.

El riego aumenta la productividad agrícola del suelo pero puede causar la salinización (acumulación
de sales en el suelo) por las sales que contiene el agua o por las que contiene el suelo en suelos
semiáridos y áridos. En condiciones naturales, las precipitaciones pluviales disuelven y arrastran las
sales a los ríos y al ser utilizada su agua para riego provoca la acumulación de sales en el suelo. Los
suelos salinos son menos productivos y llegan a ser inadecuados para la agricultura, ya que provocan
el desequilibrio hídrico en las raíces de las plantas, pierden el agua por el fenómeno de la ósmosis.
La mayoría de las plantas no pueden sobrevivir en esas condiciones y sólo algunos vegetales que se
han adaptado a vivir en suelos salinos pueden tolerar las altas concentraciones de sales y prosperar
en dichos suelos. Por ejemplo, el mangle negro excreta el exceso de sal a través de las hojas.
Actualmente, es probable que mediante la ingeniería genética se puedan cultivar con buena
productividad plantas que puedan tolerar altas concentraciones de sales.

6.3.2. Tipos de erosión

Erosión es el término que indica desgaste o destrucción. En el caso del suelo es un proceso natural
que sufre debido a varios factores o agentes, los cuales dan como resultado diferentes tipos de
erosión según el agente como:

108
Por el viento (eólica)
Por el agua (hídrica)
Por gravedad (gravitacional)
Por el frío o hielo (glaciar)
Por el calor, especies animales y las vegetales (intemperismo)
Por el mar (marina)
Por el agua dentro del continente (cárstica)
Por el hombre (antrópica)

Sin embargo, el agua y el viento parecen ser los más influyentes ya que disuelven o desmenuzan y
transportan el material de un lugar a otro.

El suelo tiene diferentes grados de erosión, depende de la influencia de uno u otro agente que incida
sobre él. Podemos hablar de dos tipos de erosión en relación al grado de erosión:

1. la erosión geológica que es el desgaste natural del suelo en función del tiempo, los agentes y los
procesos naturales que actúen, y

2. la erosión acelerada que está en función del hombre y se dan en lapsos cortos de tiempo.

Para evitar la erosión geológica lo que se puede hacer es tratar de mantener el recubrimiento de
manto vegetal que tiene el suelo útil y que es el que está expuesto mayormente a los agentes. Para
esto es recomendable no sembrar en terrenos de pendiente a menos que sea con fines forestales; si
se dedica a la agricultura un terreno de este tipo, es mejor hacerlo a manera de “terrazas”. Hay
cultivos que demandan más nutrientes que otros, por lo tanto variar el tipo de cultivos en el mismo

109
terreno da la oportunidad de renovar nutrientes. Si el agua es un gran agente erosionador, hay que
cuidar su paso sobre los terrenos productivos y canalizar los regadíos.

Para evitar la erosión acelerada son muchas cosas que podemos hacer ya que somos los causantes
de este desastre. Para esto, tomemos conciencia de los grandes errores que cometemos y que
ocasionan la erosión del suelo. En primer lugar, al construir tantas industrias, carreteras y zonas
urbanizadas, se ha destruido el manto vegetal natural que cubre al suelo y con esto se ha disminuido
el suelo útil para la agricultura. El pastoreo y las malas técnicas agrícolas también contribuyen a la
erosión del suelo. La deforestación y quema de bosques son acciones que el hombre no ha medido y
ha llevado a crear suelos áridos. La explotación minera, como ya lo dijimos, ha arrasado con zonas
llenándolas de contaminación y devastando todo lo natural que pueda estar cerca.

6.3.3. Métodos de control de la erosión

A. DE LA EROSION EOLICA

Los métodos más usados son prácticas vegetativas y prácticas mecánicas. El grado de protección
está influenciado por la altura y el espaciamiento de la obstrucción y la resistencia del suelo al
movimiento.

Cultivos: La vegetación es más efectiva para el control de la erosión por viento. Los cultivos reducen
la velocidad del viento y sostienen al suelo contra las fuerzas de tracción del viento. Entre más
cerrado sean los cultivos más efectivos son para el control de la erosión; la efectividad depende de
etapas de desarrollo, densidad de la cubierta, dirección del surcado, ancho del surco, clase del cultivo
y condiciones climáticas, los pastos tienden a acumular suelo si hay buen desarrollo de vegetación.
Por razones obvias, los cultivos se colocan en dirección perpendicular a la del viento.

Cortinas Rompevientos: La cortina rompevientos es definida como cualquier tipo de barrera para
protección por viento y esta asociado con barreras vivas de diferentes especies o cualquier otra. Esta
barrera reduce la velocidad del viento. Algunos estudios reportan que la barrera deberá ser 19 veces
más larga que su altura, la velocidad del viento es afectada por una distancia de cerca de 8 veces la
altura de la cortina y la velocidad del viento es reducida de 5 a 10 veces la altura del árbol de la
protección. La distancia entre cortinas puede ser definida como:
d = 17 h ( Vm / V ) cos Φ
Donde: d = Distancia de protección.

110
h = Altura de la barrera en cualquier unidad.
Vm = Mínima velocidad del viento a 10 m de altura requerida para mover
la fracción del suelo más erodable. 35 km/hora.
V = Velocidad actual del viento a 10 m de altura.
Φ = El ángulo de desviación de la dirección del viento prevaleciente de la
perpendicular a la cortina.

En el caso de que la velocidad del viento sea perpendicular a la cortina la


ecuación se reduce a:
d = 395 h / V

Las especies usadas en las cortinas rompevientos son del tipo del álamo, sauce, sauce llorón, cedro
blanco, enebro, tamarix, pirul, pino halepensis, encino rojo, roble, fresno, jacaranda, y otros similares.
Fajas al contorno: Consiste en alternar fajas de cultivos de escarda y cultivos de cobertera en el
mismo campo; las fajas son construidas paralelas a la cerca o al contorno. Las ventajas de las fajas al
contorno son:
1.- Protección física contra la remoción.
2.- Limita la erosión para una distancia igual al ancho de la faja.
3.- Se conserva humedad del suelo.

Para encontrar la máxima separación entre fajas Chepil (1960) desarrolló la siguiente ecuación:
FX = 400 I F (RK) –1.26
Donde: F = Factor de tablas.
X = Erodabilidad del viento, ton / acre.
I = Porcentaje por peso del suelo en agregados secos mayores de 0.84 mm (tamizado en seco).
K = Rugosidad del campo (pulgadas) tamaño del terrón.
R = Residuos de cosecha sobre la superficie, libras / acre.
Factor F
Arena fina 6
Migajón areno limoso 4
Migajón arenoso fino y arcilla 2
Migajón limoso 1

Sistema de Labranza: El objetivo de la labranza es aumentar la producción de rugosidad y terrones.


Para tener terrones el terreno debiera cultivarse después de una lluvia, terrones grandes son el

111
resultado de grandes agregados. Pequeños bordos perpendiculares a la dirección prevaleciente del
viento son efectivos para el control de la erosión.

Métodos Mecánicos: Las terrazas también tienen efecto sobre el proceso erosivo ya que son
bordos que reducen la velocidad del viento en tanto estén perpendiculares a la dirección de este. La
conservación de humedad es básica para el control de la erosión eólica en zonas áridas o semiáridas.
Los métodos usados consisten en incrementar la infiltración, reducir evaporación y prevenir el
innecesario crecimiento de las plantas. Los residuos de cosecha tienen efectos sobre la
conservación de humedad.

B. DE LA EROSION HIDRICA

Con erosión por agua, el agricultor enfrenta a dos enemigos...

a. El impacto de las gotas de agua

La fuerza de las gotas de la lluvia golpeando el suelo causa salpicaduras que levantan partículas de
tierra al aire. También rompe grandes bloques de tierra en macizos más pequeños, que son más
fáciles de mover. La salpicadura de la lluvia también hace que la superficie de la tierra se alise,
llenando las rajaduras con barro - en este tipo de superficie el agua sólo puede penetrar lentamente.

b. El escurrimiento

Escurrimiento se produce cuando el agua se mueve sobre una superficie inclinada del suelo. Esto
sucede cuando la lluvia cae tan fuerte que la tierra no la puede absorber a la misma velocidad. Entre
más rápido corra el agua, más partículas de tierra se lleva. La velocidad de la corriente de agua,
dependerá de lo empinado y lo largo que sea la ladera.

Para estos problemas se tienen dos soluciones:

a. Cobertura del suelo

Cubra el suelo todo lo posible. Cualquier cosa que pueda absorber la energía de las gotas de lluvia
servirá especialmente al comienzo de la temporada de lluvia, cuando las tormentas son muy fuertes y

112
la tierra generalmente está pelada. La cobertura necesita estar cerca de la superficie del suelo para
protegerlo. Por ejemplo, las hojas de los árboles altos dan muy poca protección. Las hojas de un
arbusto bajo y rastrero dan buena protección a la superficie del suelo.

b. Barreras

Evitan que el agua corra por la ladera o reducen su velocidad para que no pueda llevarse mucha
tierra. Cualquier cosa que nivele la tierra, o que divida la ladera en extensiones más cortas, reducirá
la velocidad de la corriente. Agua que se mueve más despacio produce menos erosión - también
tiene más tiempo para penetrar la tierra. En áreas con fuertes tormentas, construya barreras fuertes y
haga canales controlados para canalizar el exceso de agua hacia un sitio fuera de peligro.

Métodos de control de la erosión hídrica

Métodos de cobertura
Cubierta vegetal
Cultivos de cobertura y abono verde
Cultivos intercalados y mixtos
Siembra temprana
Residuos de cultivoAgroforestería
Labranza mínima

Métodos con barreras


Barreras vivas a nivel
Barreras de setos y árboles a nivel
Arado a nivel
Barreras de zanjas y camellones a nivel
Plantación de cultivos a nivel
Barreras de residuos a nivel
Terrazas

Generalmente es mejor usar varios métodos juntos. Por ejemplo cubierta vegetal y barreras vivas
usadas conjuntamente con barreras de setos a nivel.

113
REFERENCIAS EN LA UNIDAD VI

http://edafologia.ugr.es/carto/tema01/soilclas.htm
http://tilz.tearfund.org/Espanol/Paso+a+Paso+11-20/Paso+a+Paso+15/C
%C3%B3mo+se+produce+la+erosi%C3%B3n+del+suelo.htm
http://www.edufuturo.com/educacion.php?c=4107
http://www.ceniap.gov.ve/pbd/atlas/falcon/falcon/arti/sistema_de_clasificacion.htm
http://www.geofisica.unam.mx/~cecilia/cursos/GuiaNotasEdaf3.pdf
http://www.netencyclo.com/es/Erosi%C3%B3n#Tipos_de_erosi.C3.B3n
http://www.sagan-gea.org/hojaredsuelo/paginas/22hoja.html
http://www.sagarpa.gob.mx/sdr/apoyos/publicaciones/Archivos%20de%20Apoyo%20al
%20Curso/ARCHIVOS%20PDF/09.pdf
http://natres.psu.ac.th/Link/SoilCongress/bdd/symp45/2337-r.pdf

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