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Sexualidad del hombre: ¿determinados biológicamente o condicionados

culturalmente?

Esteban Andrés Higuita Sánchez

La revolución sexual llevada a cabo en la década de los 60, generó grandes cambios en una
sociedad conservadora que tuvieron por consecuencias en las actitudes, expectativas,
concepciones sexuales (el comportamiento sexual, relaciones sexuales) y costumbres en
occidente. Cambios que llevaron a replantear la estructura social quitando de en medio
los tabúes de la sexualidad, la cual se encontraba enfrascada en los cánones religiosos.
La revolución sexual impregna en la mentalidad de la sociedad ideas como: sexualidad sin
matrimonio, anticoncepción y aborto, una práctica de la sexualidad sin amor, la
producción de hijos sin relación sexo genital y una separación entre sexo y persona. Esto
último llevó a que cada quien pudiera definirse sexualmente como quisiera, dando así
origen a lo que hoy conocemos como ideología de género.
Dentro de esta naciente ideología subyace un problema antropológico, una dualidad entre
sexualidad y persona, debido a que ya no se nace hombre o mujer sino que se hace según
el aforismo "¡No naces mujer, se llega a serlo!" de Simone de Beauvoir1. He aquí donde
surge mi pregunta: ¿está la sexualidad del hombre determinada biológicamente o son solo
condicionamientos culturales? Aunque para Simone de Beauvoir la sexualidad para ella
parece ser más bien un condicionamiento cultural pero no me voy a centrar solo en esta
postura. Partiré, pues, de la definición de sexualidad dada por Julián Marías donde hace
una diferenciación entre los adjetivos “sexual” y “sexuado”.
«La actividad sexual es una limitada provincia de nuestra vida, muy importante pero
limitada, que no comienza con nuestro nacimiento y suele terminar antes de nuestra
muerte, fundada en la condición sexuada de la vida humana en general, que afecta a la
integridad de ella, en todo tiempo y en todas sus dimensiones»2 (MARÍAS, 1970)
La sexualidad debe ser entendida como una condición sexuada no limitado,
exclusivamente, a la actividad genital, por el contrario, abarca la totalidad de las
dimensiones del ser humano, del “varón” y la “mujer” haciéndolo iguales pero a su vez

1
“No se nace mujer, se llega a serlo” es una de las consignas de la pensadora y activista francesa Simone de
Beauvoir, quien a partir de 1949, con la publicación de su ensayo “El segundo sexo” se perfiló como una de
las más grandes feministas del siglo XX.
http://www.eluniversal.com.co/suplementos/dominical/simone-de-beauvoir-“no-se-nace-mujer-se-llega-
serlo”-68422
2
MARÍAS, Julián, Antropología metafísica, ed. Rev. de Occidente, Madrid 1970, p. 160.
distintos. Feuerbach, quien fue uno de lo que pone la sexualidad en el centro de la
antropología, habla un poco de esta diferencia:
«La carne y la sangre son nada sin el oxígeno de la diferencia sexual. La diferencia sexual no es
ninguna diferencia superficial o simplemente limitada a determinadas partes del cuerpo. Es una
diferencia esencial y penetra hasta los tuétanos. La esencia del varón es la masculinidad y la
esencia de la mujer, la feminidad. Por muy espiritual e hiperfísico que sea el varón, éste
permanece siempre varón. Y, lo mismo la mujer, permanece siempre mujer»3

Hay que entender que el hombre, solo tiene dos formas de ser, lo que se denomina
dualidad sexual, que pueden ser polares y complementarias como se afirmaba
anteriormente: como varón y como mujer. Se es varón o se es mujer y ya esto viene
determinado biológicamente. Ramón Lucas Lucas va a decir:
“Ser sexuados es para el hombre y la mujer un dato original. La persona humana, en su
constitución psico-somática, es evidente que el hombre no existe en abstracto. Por el
contrario, existe siempre y solamente en dos posibilidades, que son el modo de la
masculinidad y el modo de la feminidad”4 Y prosigue… “la dualidad sexual es el modo
especifico de vivir el hombre en el mundo y de relacionarse con los demás. Masculinidad y
feminidad son las dos posibilidades del ser-humano”5
Al tener el ser humano solo dos modos de ser en el mundo, de proyectarse, este empieza
a desarrollar su personalidad a partir de su modo de ser. «La personalidad es, por lo tanto,
nada sin diferencia de sexo; la personalidad se diferencia esencialmente en personalidad
masculina y femenina»6
Para ir abarcando el cuestionamiento principal, trataré algunas diferencias genético-
biológicas del sexo y algunas diferencias psíquicas.
Dentro de las diferencias genético-biológicas está el sexo cromosómico: es la estructura
cromosómica que aparece desde los comienzos mismos de la fecundación y que muestra
si la vida humana es masculina o femenina. “aparte de los 22 pares de autosomas
comunes a los dos sexos, existe un par de heterocromosomas: XY en el varón, XX en la
mujer. Así resulta que todas las células corporales son distintas”7. Esto da a entender que
el sexo viene determinado por los genes y los cromosomas. “el sexo nace antes que
nosotros. Hemos sido varones o mujeres desde el día de la concepción y lo hemos sido de
modo irreversible. El desarrollo hormonal, la centralización neurológica, el ciclo fisiológico
y la configuración morfológica de nuestra sexualidad no son sino fenómenos

3
FEUERBACH, Ludwig, Das Wesen des Christentums, 1843, Trad. cast.: La esencia del cristianismo, ed. Trota,
Madrid, 1995, p. 140.
4
LUCAS, Ramón, Horizonte vertical, ed. Biblioteca de Autores Cristianos, 2008, p. 363
5
LUCAS, Ramón, Horizonte vertical, ed. Biblioteca de Autores Cristianos, 2008, p. 364
6
FEUERBACH, Ludwig, Das Wesen des Christentums, 1843, Trad. cast.: La esencia del cristianismo, ed. Trota,
Madrid, 1995, p. 140
7
R. PIRET: psicología diferencial de los sexos, ed. Kapalusz Bs. As. 1968, p. 135
subsiguientes, pero también consecuentes, al fenómeno de la determinación genética del
sexo”8.
Ya eso da luces para afirma que la sexualidad humana viene determinada biológicamente,
incluso antes de nacer, y no es un constructivo ni mucho menos una condición de la
sociedad. Pero hay que mirar el otro punto, la otra perspectiva, la psicológica.
Cuando se habla del sexo psicológico, se hace referencia a la incongruencia entre las
determinaciones biológicas y las psíquicas, hay un problema de falta de identidad, donde
“a cada sexo/género corresponden, por determinación biológica, unas funciones sociales y
unos comportamientos culturales, que son fijos e invariables” 9
Las condiciones del ambiente influyen mucho en la persona para que logre una plena
identificación con su sexo. Cuando la sociedad, la cultura no orienta al ser humano por el
camino indicado para su auto-realización, es porque de alguno forma la engaña utilizando
ciertas artimañas, confundiéndola en los roles que les asigna para que se comporte de una
forma o de otra.
Para concluir, es válido afirmar que el hombre es un ser sexuado y como tal solo tiene dos
modos de ser en el mundo, la masculinidad y la feminidad. Está determinado
biológicamente y los ambientes sociales y culturales deben ayudarle a este a que logre una
plena identificación biológica y psicológicamente. “Para Boiardi, la identidad biológica
(“acepta lo que eres”) debe hacerse identidad psicológica (“llega a ser lo que eres”) y
finalmente identidad relacional (“escoge lo que no eres”), en el sentido de que los dos
órdenes de identidad –masculino y femenino- deben saber estar en relación10.

8
G. Boiardi, “sessualitá maschile efemminile tra natura e cultura”: Medicina e Morale 1 (1983) 19.
9
LUCAS, Ramón, Horizonte vertical, ed. Biblioteca de Autores Cristianos, 2008, p.378
10
G. Boiardi, “sessualitá maschile efemminile tra natura e cultura”,a.c., 12-24

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