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Akira kato

La tierra del ‘Sol Naciente’ fue el primer hogar de Akira Kato Tanabe, quien nació un 3 de noviembre de 1933. De
joven era un gran deportista, extremadamente delgado y alto, además de formar parte de la selección de vóley
de su país.

En mayo de 1965, Akira toma las riendas del equipo peruano por invitación de José Pezet Miró Quesada,
impulsor y difusor del vóley. Cuando Kato llegó al Perú tenía 32 años. No conocía nuestra cultura ni hablaba el
español. Solo traía bajo el brazo su receta para el éxito: rigurosa disciplina y trabajo y más trabajo.

Su primera acción en tierras peruanas fue inspeccionar la bombonera del Estadio Nacional. Akira solicitó que se
cambiara el piso de cemento por uno de parque. Aprendió con una facilidad increíble el español para estar
sintonizado con sus pupilas.

Recorrió el país y buscó nuevos talentos capaces de sacrificarse y trabajar duro y parejo para conseguir el
triunfo. El régimen de entrenamientos pasó de dos horas interdiarias a cinco horas de lunes a sábado.
Con Akira se pasó del juego simple y temeroso, a los mates potentes sin perder la picardía propia de la mujer
peruana.

Irma Cordero, Betty Saénz, Lucha Fuentes, Pilancho Jiménez, Norma Velarde, Ana María Ramírez, Ana Cecilia
Carrillo y Olga Asato pertenecen a la generación que Akira preparó para ganar a los grandes equipos como Brasil
y Japón.

Pilancho Jiménez lo recuerda así: “Era todo un señor. Bien caballero, nunca lo escuchamos hablar lisuras y
mucho menos alzar la voz. Cuando se molestaba sólo decía -usted estar castigada- y esto significaba dos horas
más de trabajo”.

“Siempre usó un tono paternal con nosotras, sabía exigir y hacerse respetar sin usar la fuerza”, contó alguna vez
Norma Velarde.

“Ustedes ser jugadoras de vóley no reinas”. Con estas palabras Akira prohibió que las voleybolistas entrenaran
maquilladas y con peinados.

Sus métodos marciales e inflexibles dieron sus primeros frutos al conquistar el primer lugar en los Juegos
Bolivarianos de Ecuador ‘65.

En 1967 Akira Kato demostraría a sus seguidores y detractores que para llegar a la cima se debe trabajar sin
pausas ni contemplaciones. Ese año el equipo peruano viajó a Santos (Brasil) para participar en el campeonato
sudamericano.

Su excelente participación preocupaba a las dueñas de casa pues el equipo peruano sería su rival en la final.
Corría el rumor de que el japonés trabajaba cinco horas diarias, incluso después de los partidos. La prensa
aseguraba que nuestras jugadoras estaban cansadas y daban por seguro la derrota.

Por primera vez nuestras matadoras ganaron al poderoso equipo brasileño en su cancha por 3 sets a 1.

Ese mismo año el equipo peruano ocuparía el segundo lugar en los Panamericanos de Winnipeg y el cuarto
puesto en el mundial de Tokio. En 1968, Perú obtendría el cuarto puesto en las Olimpiadas de México.

Con Akira Kato se inició una etapa de éxito para el deporte de la net alta. En muchos barrios del país miles de
jovencitas soñaban con formar parte de la selección. El paciente japonés forjó una generación de deportistas de
lujo, capaz de entregar el alma en la cancha.
Historia del voleibol del Perú
Este juego había llegado al Perú en 1911, traído por los profesores norteamericanos Lockey
Mac Knight. Estos fueron llamados por el Ministerio de Educación Pública para renovar el
sistema educativo en el país. Los gringos como los llamaban sus colegas peruanos se
entretenían en sus horas libres voleando la pelota de un lado a otro de una red. Invitaban
habitualmente a los profesores peruanos a participar en la diversión. Sin embargo, cuando los
norteamericanos se fueron, el vóleibol se perdió en el olvido. Fue recién en los años 20 que
este deporte fue introduciéndose en las costumbres populares. Debido a las recomendaciones
de otra misión educativo estadounidense, la Inspección de Instrucción de Lima, Callao y
Balnearios recomendó la práctica del vóleibol entre el alumnado. En estos tiempos aurorales,
los años 1921 y 1922, destacaron por la calidad de su juego y su vitalidad las alumnas del
Centro Escolar No. 456.
En 1923 se realizó la primera temporada internacional de vóleibol en Lima. Un equipo
masculino de Cantón vino a ofrecer una exhibición del nuevo deporte, invitado por la colonia
china. En 1926 llegó otra delegación China: catorce estudiantes que estaban en gira por varios
países sudamericanos difundiendo este deporte. El partido también de exhibición se jugó en
una canchita de tierra que estaba ubicada al lado del desaparecido cine “Iris” en la avenida que
hoy se llama Emancipación. La práctica del vóleibol se fue extendiendo en los años siguientes.
Fue una expansión natural, no dirigida. Primero en algunos clubes deportivos como Textil
Victoria, Unión Vóleibol Club, Olimpia, Old Boys, Atlético Chorrillos y José Gálvez y luego en
centros educativos como la escuela de Artes y Oficios, Universidad San Marcos y colegio
Pando, el nuevo deporte fue multiplicándose. Se jugaba en forma incipiente, casi rústica, sin
mayor observancia de las reglas. Una red sujeta con dos parantes y una pelota y los partidos
empezaban.
Los campeonatos eran informales u oficiosos. Se competía entre conjuntos que
representaban a barrios o calles de la capital. Los patrocinadores y organizadores eran
los clubes o los centros educativos, es decir entusiastas padres de familia o educadores
de ideas renovadoras. Mientras en otros países, sobre todo en Europa y Asia, el
vóleibol se expandió por igual en las capas poblacionales femenina y masculina; aquí
en el Perú, aunque también lo jugaban los varones, fueron las mujeres las que
predominaron en este deporte. Lima fue el centro de la mayor actividad voleibolística.
En provincias sólo se daban los primeros pasos.
En ésta etapa inmediatamente anterior a la organización oficial del deporte de los
mates, sobresalió el club “José Gálvez” de la Victoria. Tenía un cuadro rutilante en el
que jugaban cinco hermanas: Rosa, Anita, Felicita, Marcel Y María Julia Andrade. El
José Gálvez campeonó en los torneos limeños de los años 1930, 1931 y 1932.
Al fin, el 19 de Julio de 1933, se fundó la Liga Provincial Femenina de Vóleibol de Lima,
entre los clubes miembros de la Liga estuvieron: Guillermo Gastañeta, Intelectual
Raimondi, Princesa Mafalda, Yankee Club, Huascaran, Femenil Callao, Miraflores Vóley
Club, Garden City, Atlético Lima, José Gálvez, Ponce Rodríguez, Juventud Victoria y
Textil Victoria.
Al año siguiente se efectuó el primer campeonato oficial en la tradicional cancha
vecina al cine “Iris”. El campeón invicto fue el Club José Gálvez.
Ese mismo año 1934, con el prestigio de su título, el José Gálvez viajó a Trujillo a
sostener un encuentro amistoso. Fue toda una aventura. Surcando el mar de Lima, a
Trujillo, en el vapor chileno “Bio Bio”, estuvieron 15 días. Regresaron en auto, en un
itinerario fascinante y no exento de peligros, pues eran tiempos de pioneros en el
transporte de pasajeros.
Fue un viaje histórico. Era la primera vez que un cuadro limeño de vóleibol jugaba en
provincias. De allí a los campeonatos nacionales ya restaba poco. La práctica del
vóleibol ingresó a una etapa estacionaria en la segunda mitad de la década del 30. La
falta de orientación técnica, de una mejor organización, conspiró siempre contra su
progreso.
Un profesor norteamericano de Educación Física, Carl Jonson, que vino al Perú llamado
por la YMCA (Asociación Cristiana de Jóvenes), se encargo de reavivar la afición.
Jonson tenía una gran experiencia y también una gran sabiduría. No sólo difundió el
básquet, natación y el vóleibol, sino que empezó a enseñar las reglas de juego, y, sobre
todo, la técnica.
Un profesor de Educación Física, el uruguayo Raúl Blanco, complemento las lecciones
del norteamericano y el vóleibol comenzó a surgir como un deporte de masas,
atractivo y prometedor.
Los colegios femeninos empezaron a incluirlo en sus programas de Educación Física y
nacieron los primeros clubes dedicados exclusivamente a la práctica de este deporte.
En este clima de entusiasmo y expansión se fundó la Federación Peruana de Vóleibol el
12 de Mayo de 1942, como organismo del Comité Nacional de Deportes (A fines de la
década del 20 se habían organizado federaciones precarias y fugaces presididas por
José Rubio y Elías Ponce Rodríguez.
El primer Presidente de la Federación de 1942 -cuyos torneos se jugaban en tres
divisiones: Primera, Segunda y Noveles- fue el Señor Doctor Marcial Ayaipoma.
Entonces era presidente del Comité Nacional de Deportes Don Miguel Dasso. Uno de
los grandes propulsores de la organización Federativa fue Víctor Morón Muñoz.
Ayaipoma fue el máximo dirigente del vóleibol desde 1942 a 1950. En ese periodo este
juego pasó de los recintos cerrados a los parques y a las playas, y de Lima se trasladó
en poco tiempo a las provincias.
En 1950 asume la presidencia de la Federación el Dr. Aníbal Santibáñez. En 1952 es
reemplazado interinamente por Antenor Delgado Manchego y a partir de 1953, con el Dr. José
Peste Miró Quezada como máximo dirigente, este deporte se yergue en toda su potencia. En
Mayo de 1965 llegó al Perú el Gran Akira Kato; para ese entonces el vóleibol peruano era un
deporte masivo en crecimiento, pero ajeno totalmente a las nuevas técnicas que imperaban en
otras partes del mundo. Con el técnico japonés llegó la revolución a este deporte. Akira
Kato hizo trizas los viejos moldes del vóleibol peruano y lo reestructuró desde sus
cimientos bajo nuevos y vigorosos sistemas. Por eso, en la historia de este deporte, en
el Perú hay una línea divisoria nítida y determinante, la que separa dos etapas: Antes y
después de Akira Kato.
En el año 1974 tomó el timón Man Bok Park, es con el técnico Coreano que el Equipo
de Perú obtiene los mejores títulos a nivel internacional.
Willian George Morgan
Conocido por haber creado el juego del voleibol.
Nacido en el condado de Niágara, al oeste del estado de Nueva York (Estados Unidos) y unos
30 km al este de las cataratas. Hijo de George Henry Morgan y Nancy Chatfield, es el mayor de
cuatro hermanos. De familia de emigrantes galeses, trabaja en el negocio familiar de
construcción de barcas con destino a los canales de la zona. Jugador de fútbol americano, es
reclutado por James Naismith para el Springfield College de la YMCA de Massachusetts.
Naismith sería más tarde el creador en 1892 del baloncesto y Springfield la cuna de este
deporte. En este periodo ambos coinciden también con Amos Alonzo Stagg, otro gran director
deportivo.
Después Morgan permanece un año en la YMCA de Auburn, Maine y pasa después a ocupar el
puesto de director de Educación Física en la YMCA de Holioke, lugar donde en 1895 organizó
las primeras demostraciones de voleibol. En busca de una actividad deportiva más “blanda”
que el baloncesto, combinó en el voleibol elementos de otros deportes como el balonmano,
tenis o baloncesto. Incluso el nombre inicial fue el de mintonnette en referencia al bádminton.
Contrajo matrimonio con Mary King Caldwell el 7 de octubre de 1893 en West Northfield,
Massachusetts. Ambos tuvieron 5 hijos: Lillian Exsie Morgan (Springfield, 1894-1989), Rufus
George Morgan (Auburn, 1895-1925), Robert William Morgan (New Haven, Connecticut, 1897-
1968), James Phillip Morgan (Lockport, 1899-1972) y Richard Caldwell Morgan (1911-1982).
De vuelta en su Lockport natal, sus ocupaciones se mantuvieron en un ámbito privado, y
trabajó de vendedor en empresas como General Electric o Westinghouse. En su tumba en el
cementerio local de Glenwood se puede leer: “MORGAN, William G., 1870-1942 Inventor del
Voleibol”. Aunque reconocido en vida por su invención, el voleibol estaba todavía lejos de
alcanzar una gran popularidad.
Existe una fundación que lleva su nombre, y en 1995, con ocasión del centenario del voleibol
se instituyó también un trofeo para jugadores jóvenes.

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