Para responder a la pregunta sobre las diferencias entre la Deontología profesional y la ética profesional, se hace necesario primero que todo definir los lineamientos de cada uno de los conceptos mencionados anteriormente. El primero hace referencia a:
Una rama de la ética, la cual básicamente se encarga del estudio de los
fundamentos del deber y las normas morales en las profesiones, es un conjunto de deberes y obligaciones morales que tienen las personas en la ejecución de determinada obligación.
Etimológicamente el termino proviene de: Voces: to deon = lo debido; y logia =
estudio, Jeremías Bentham en su obra “ciencia moral de 1834” definía: “la deontología es el estudio de lo debido”
En las empresas ha sido adoptado el término “deontología profesional” como el
conjunto de principios y reglas éticas que regulan y guían una actividad profesional, este conjunto de normas determinan los deberes mínimos que deben cumplir los profesionales en su cargo. Es importante debido a que en el mundo laboral no se puede vivir sin moral, es decir, sin reglas que sometan nuestras acciones. Para entender esto, esta rama de la ética creo el llamado código deontológicos que reglamentan de manera estricta los deberes exigidos y cuentan con un marco jurídico y un marco moral.
La ética profesional hace referencia al conjunto de normas y valores que hacen y
mejoran al desarrollo de las actividades profesionales. Es la encargada de determinar las pautas éticas del desarrollo laboral mediante valores universales que poseen los seres humanos. Aunque ésta se centre en estos valores, se especifica más en el uso de ellos dentro de un entorno plenamente laboral. Básicamente la ética se apoya en la razón y depende de la filosofía; la moral se apoya en las costumbres y la conforman un conjunto de elementos normativos, que la sociedad acepta como válidos.
La principal diferencia es que la deontología es el conjunto de normas a seguir.
Mientras que la ética no son unas normas impuestas, sino que son las situaciones que cada ser humano busca para poder decidir lo que está bien, lo que está mal y lo que realmente le hace feliz. La ética no impone desde fuera, sino que cada persona se impone una serie de conceptos o normas a sí mismo.
Gracias a la experiencia y a nuestros valores, sabremos cuáles debemos
aplicar a nuestro día a día. Así que, estos pasos que damos, estarán influenciados por la ética. Siendo de esta manera una conducta que nosotros mismos vamos variando en función de lo que vivimos.
Ética: Suele estar orientada a lo bueno, sin normativas. Hace referencia a la
conciencia personal.
Deontología: Está orientada a la teoría del deber. Cuenta con normas y
códigos, destinados a los profesionales de diferentes tipos de trabajos para exigirles el cumplimiento de sus deberes mínimos.