 ALUMNO:

- CHÁVEZ HONORES, Diego Arturo

 PROF:
- Lotty Rosales

 ESCUELA:

- Ingeniería Mecánica

 CICLO: I

Trujillo - 2012

CAPÍTULO I
 La lectura se avoca a describir las diferentes maneras por medio de las
cuales las personas viven sus propias vidas. Para el autor, el hecho de que
una, varias o muchas personas estén agotadas por un trajín diario muy
martirizante, una sociedad que no les ofrece más visión de sí mismos y de sus
hados que sólo sufrir, sentirse maltrechos por sus fracasos, sus penas, sus
temores, y sólo cataloguen la vida como un pasatiempo doloroso y cansado; es
pues, una completa falta de deseo de superación, una mera obstinación por
ocultar quiénes verdaderamente son, un pérdida del tiempo, un camino al final
del cual “mueren sin haber vivido”. Es comprensible y elogiable -creo yo- su
punto de vista, ya que este tipo de pensamiento orientaría a un mejor
aprovechamiento del potencial de los hombres; a reinos forjados en valores
como: la tolerancia, la solidaridad, el respeto, la honestidad, la responsabilidad,
la puntualidad, etc. Sin embargo, y como es apreciable al simple repaso de la
lectura, el objetivo del escritor es algo… Utópico.

Es verdad que la vida cada vez va degradándose más y más, que los
adolescentes, los jóvenes y hasta los niños mismos son reflejos de
educaciones (familiar, académica y moral) caóticas. Que necesitamos saber
quiénes somos, que podemos cambiar el mundo para las generaciones futuras,
que somos gente con poder, determinación, astucia que puede mejorar o por
los menos variar las deficiencias de las que cada uno es afectado; son también
realidades. Pero es complicado, exige abundante paciencia y tal vez ni se
logre.

En fin, la lectura es bastante motivacional y podría ayudar a muchas personas.

Mas, y es algo que creo el autor no tomó en cuenta, existe gente que prefiere
-equívocamente o no- las conductas que el reprocha; muchas veces la apatía,
la tristeza y la desesperación son fuente de una satisfacción un tanto extraña.

“La vida es un estado de conciencia”, esa fue la parte que más me

impactó. Pocas veces se me ha pasado por la mente. Creo que es muy cierto.
El hombre vive en cuanto se da cuenta de lo que pasa a su alrededor y de
cómo esto afecta positiva o negativamente su desarrollo en todos los aspectos,
para así poder tomar decisiones que le ayuden a lograr sus fines. Además, la
frase “Somos nosotros los que debemos sufrir nuestro no-ser” es, en resumen,
una gran parte del tema central de la lectura. Somos nosotros los que podemos
cambiar lo que queramos a nuestro albedrío, y aquello que no modifiquemos ni
mejoremos pues tendremos que sufrirlo.

Es cierto que la sociedad nos arrastra hacia su aro, hacia su modelo,

hacia su rutina. Más, es cierto también, que cada uno puede escapar de él y
fabricar para sí y los que le rodean una sociedad diferente, y quizá, sólo quizá,
mejor.