El sistema carcelario boliviano sufre de sobrepoblación y hacinamiento debido a la corrupción y a una política penitenciaria equivocada que mezcla procesados y sentenciados. Se propone separar a procesados y sentenciados en distintas instalaciones, implementar programas de reinserción para los sentenciados a través del trabajo y la educación, y explorar modelos como cárceles comunitarias pequeñas para descongestionar el sistema.
Descrição original:
el sistema penitenciario en decadencia, requiere una revision integral
El sistema carcelario boliviano sufre de sobrepoblación y hacinamiento debido a la corrupción y a una política penitenciaria equivocada que mezcla procesados y sentenciados. Se propone separar a procesados y sentenciados en distintas instalaciones, implementar programas de reinserción para los sentenciados a través del trabajo y la educación, y explorar modelos como cárceles comunitarias pequeñas para descongestionar el sistema.
El sistema carcelario boliviano sufre de sobrepoblación y hacinamiento debido a la corrupción y a una política penitenciaria equivocada que mezcla procesados y sentenciados. Se propone separar a procesados y sentenciados en distintas instalaciones, implementar programas de reinserción para los sentenciados a través del trabajo y la educación, y explorar modelos como cárceles comunitarias pequeñas para descongestionar el sistema.
El sistema carcelario empezó a oxidarse en el país desde hace mucho tiempo
atrás y en la actualidad llegó a una crisis terrible; en el caso de Palmasola las autoridades de gobierno y departamental, intentan hacer un esfuerzo por superar esto construyendo un complejo penitenciario para despresurizarla y aliviar el hacinamiento, sin embargo esto no es suficiente menos si son anuncios con fines electorales. La crisis de sobrepoblación, se debe en gran parte a la corrupción en la totalidad de las instituciones del fuero común, hemos caído en una política penitenciaria criminológica un tanto equivocada, porque seguimos pensando que lo mejor es incrementar penas y construir una cárcel, independientemente de la evolución del delito, como el crimen organizado, el crimen evolutivo y el crimen transnacional, que es el que se está presentando en el país, y nos lleva a una situación de desbordamiento en todas las prisiones; Somos buenos para crear leyes pero la realidad nos está venciendo; Esa es la situación que debemos superar. En Bolivia existen 19 establecimientos penales, con alrededor de 16.000 reclusos, de los cuales, tanto los procesados como los sentenciados comparten el mismo espacio carcelario. Doctrinalmente debemos hacer una sustancial diferencia: ¿quienes son los sentenciados y quienes los procesados? y porqué remarcar esta diferencia?. Los primeros son los que ya tienen encima la decisión de un juez, lo que se llama en derecho “Cosa Juzgada” ellos están ejecutoriados y ya no se puede cambiar su situación, porque ya tienen una determinación judicial encima y en este caso la sentencia debe ser cumplida en una “penitenciaria”; Mientras que los procesados, son los que todavía están en una situación legal bajo el principio de presunción de inocencia porque hasta que no se tiene una sentencia, no se es culpable de un delito y mientras se debe presumir que es inocente, eso con mucha frecuencia no se da, porque la prisión preventiva es una sentencia adelantada al estar en la cárcel bajo el mismo régimen de los prisioneros sentenciados; Esta es la gran diferencia que las autoridades deben tener en cuenta porque una cosa es la cárcel preventiva para los procesados y otra es la cárcel o penitenciaria para los sentenciados; en nuestro país los mesclan en el mismo recinto y es una de las causas de la sobrepoblación y consecuente hacinamiento. En definitiva el primer paso que se debe dar, es separarlos, luego se deben definir políticas para cumplir con lo que dice la ley, por ejemplo con las normas mínimas sobre la reinserción de los sentenciados a través del trabajo, capacitación de los reos según sus aptitudes, proporcionar los elementos para la educación, la salud y el deporte. La situación de abandono moral y social, así como los altos índices de desempleo que fomentan la ociosidad, inducen al crecimiento de la delincuencia; todo esto repercute en las cárceles porque se van llenado hasta la sobrepoblación y que junto a la corrupción se crean los grupos de poder, difícil de desbaratar con intervenciones policiales, porque el empleo de la fuerza tiene un alto costo en el orden económico, material y humano, por lo tanto es una falacia decir que nunca más habrá cabecilla o privilegios al interior de la cárcel, tomando en cuenta que al delincuente no le importa la vida, a nosotros (la sociedad) si nos importa, el delincuente no tiene miedo, la sociedad civil sí tiene miedo, al delincuente no le importa morir, a los ciudadanos sí les interesa la vida, (algo parecido dijo Marconi el jefe de la mafia carcelaria de Brasil); entonces la sociedad sigue siendo víctima de la delincuencia. Otra manera para descongestionar, siguiendo el ejemplo del Brasil es con prisiones pequeñas denominadas comunitarias, que albergan hasta 100 personas, en las cuales el estado tiene responsabilidad solamente en los servicios básicos, porque los demás gastos son de la comunidad; este modelo está siendo copiado en varios países del mundo, porque permite de hecho, trabajar en la rehabilitación del recluso; así mismo debemos tomar en cuenta que las cárceles con seguridad privada no darán resultado, porque se creará un poder por el exceso o amplitud en las atribuciones a los custodios privados, que puede escapar de las manos del Estado; las experiencias de EEUU donde proliferan las prisiones privadas tienen un alto costo a diferencia de Francia en el que el sistema es mixto; en Brasil están adoptando algo parecido y lo interesante es un modelo de cogestión entre el Estado y ONG´s. ofreciendo al recluso, una asistencia adecuada. Finalmente, cabe aclarar que una ley de indulto y amnistía tiene por objeto perdonar, como medida de compasión con el ser humano y no así para despoblar las cárceles; lo mismo, una nueva cárcel tampoco persigue ese mismo fin, sino de manera general es: Separar al convicto de la criminalidad, proteger a la sociedad de los elementos peligrosos, disuadir a quienes pretenden cometer actos contrarios a la ley, reeducar al detenido para su reinserción en la sociedad y en particular, según la ley 2298/2001 las penitenciarías son establecimientos destinados a la reclusión de condenados a penas privativas de libertad; también en sana critica mencionar, que las autoridades no deben hacer de “voceros” de los delincuentes, como en el caso del “OTI”, jefe máximo de los reclusos de Palmasola, quien supuestamente declaró haber planeado una fuga masiva con las armas encontradas por la policía, eso es una mentira del tamaño de la catedral, porque ese criminal adentro de la cárcel, tenía el negocio más rentable y seguro de toda su vida, así como muchos otros reclusos que prefieren mantenerse recluidos porque sus negocios son “altamente rentables” y con poco esfuerzo, además que su presencia al interior es tener un poder sobre el poder establecido: el “Estado delincuencial” en contraposición al Estado Nacional. Santa Cruz, Abril de 2018 Jorge Santistevan Justiniano ABOGADO-PROFESOR UNIVERSITARIO.
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