Você está na página 1de 6

UNA INVESTIG@CIÓN, Vol.

IV, N° 8, 2012

Egan, G. (1981). El orientador experto. Un modelo para la ayuda


sistemática y la relación interpersonal. México: Grupo Editorial
Iberoamericana.

Recibido: Junio, 2012


Aceptado: Julio, 2012

En el marco de una delimitación conceptual referente al término


‘Orientar’, es pertinente enfatizar que dicho término, significa algo más
que guiar y/o aconsejar, porque presupone que la persona alcanzará su
meta por sí misma, al hacer uso de sus propios recursos y de las
oportunidades que se les brindan para su autorrealización. En este
contexto, la Orientación vista como disciplina y profesión de ayuda se
destina al desarrollo integral del individuo como persona y como ser
social, de manera tal, que dicho proceso de ayuda responde a
fundamentos humanísticos, lo que acentúa la concepción del ser humano
como persona integral.
En este marco de ideas, es de notable importancia y envergadura
en la praxis de la orientación, la obra El orientador experto de Gerard
Egan (1981), cuyo propósito es suministrar y comunicar a todo profesional
que se envuelven en la gran variedad de profesionales de ayuda una
serie de conocimientos conceptuales, procedimentales y actitudinales
acerca del arte de ayudar; presente en el “Modelo para la ayuda

126
UNA INVESTIG@CIÓN, Vol. IV, N° 8, 2012

sistemática y la relación interpersonal”; por consiguiente, El orientador


experto de Egan, está redactado en un lenguaje didáctico y accesible
enmarcado en la práctica de las destrezas que constituyen el proceso de
ayuda; es decir, presenta un modelo de ayuda, en tres etapas, a saber:
Etapa I: La respuesta del orientador y la auto-exploración del cliente;
Etapa II: Entendimiento integrativo/Auto-entendimiento dinámico y
Etapa III: Programas de acción; aunado a las destrezas que el
orientador necesita para implementar cada una de ellas.
La estructura de la obra de Egan es muy completa, la cual, integra
las técnicas de ayuda sistemáticamente presentadas en los siguientes
capítulos.
En el Capítulo I: La ayuda, el orientador y el que se adiestra: Trata
de un modelo de trabajo para la ayuda. Indica los momentos a través de
las cuales se mueve el proceso de ayuda, como las destrezas que el
orientador debe ejercitar en cada etapa del modelo con el objeto de lograr
la efectividad en cada etapa. Ayudar es acción (cambio constructivo de la
conducta por parte del cliente) y el orientador es un agente de cambio en
un proceso colaborativo de influencia social; el que se adiestra, también,
debe ser un agente; esto significa, él mismo debe esforzarse y envolverse
activamente en el programa de adiestramiento antes de someterse
pasivamente a él y nada más. Las destrezas a demostrar en el proceso
de ayuda por parte del orientador, son: prestar atención, comunicar la
empatía precisa, respetar, ser concreto y auténtico. En el Capítulo II:
Panorama de un modelo de desarrollo de ayuda, encauza las etapas del
modelo, a saber: Etapa I: El orientador responde al mundo del cliente con
objeto de ayudarle a explorarse a sí mismo. Etapa II: El orientador usa las
habilidades de empatía precisa avanzada, propio descubrimiento,
confrontación y proximidad para ayudar al cliente a ver un panorama más
objetivo de él mismo y darse cuenta de la necesidad de cambiar su
conducta. El orientador es una fuente de refuerzo, de incentivación para el
cliente. El Capítulo III: Atender: Procura diseñar las características de un
buen orientador; entre ellas: atender cuidadosamente a la otra persona y

Egan, G. (1981). El orientador experto. Un modelo para la ayuda sistemática y la relación


interpersonal. México: Grupo Editorial Iberoamericana.
127
UNA INVESTIG@CIÓN, Vol. IV, N° 8, 2012

escuchar tanto sus mensajes verbales como los no verbales. El Capítulo


IV: Etapa I: La respuesta del orientador y la auto-exploración del cliente:
Muestra las destrezas del orientador en la Etapa I, en concreto: la
empatía, la autenticidad y el respeto. En cambio, en el Capítulo V: Etapa
II: Entendimiento integrativo/auto-entendimiento dinámico: La meta de la
Etapa II, tiende a ser más profunda, encauzada a ayudar al cliente a
descubrir la clase de entendimiento objetivo de sí mismo, de sus
problemas y de su mundo, que conduce a la acción efectiva. Es de
señalar que, con el objeto de ayudar al cliente a lograr el auto-
entendimiento, el orientador cambia la perspectiva del proceso de
orientación en la Etapa II. Es decir, en la Etapa I, el orientador se
concentra en el marco de referencia del cliente. Trata de ver el mundo
desde la perspectiva del mismo más que desde la propia. La empatía
precisa de nivel primario es la principal herramienta usada en este
proceso. En la Etapa II, sin embargo, hay un cambio. El orientador ahora
ayuda al cliente a ver el mundo desde un punto de vista más objetivo. En
efecto, amerita una serie de destrezas específicas para ayudar al cliente a
llegar al entendimiento, sin desatender, los sentimientos, las experiencias
y conductas de la persona. Las destrezas a utilizar por el orientador para
así alcanzar tal entendimiento, tenemos: la empatía precisa avanzada, el
auto-descubrimiento, la confrontación y la proximidad. El Capítulo VI:
Etapa III: Programas de acción. Las Etapas I y II del proceso evolutivo de
ayuda pueden constituir por sí mismas, programas de acción. Es de
subrayar, que la meta de todo el proceso de ayuda es la acción, el cambio
conductual constructivo. En tal sentido, es importante que el orientador
internalice y aplique los principios básicos que conlleva al cambio de
conducta; tales como: refuerzo y castigo. Finalmente, el Capítulo VII:
Epílogo. El orientador de alto nivel tiene como objetivo la reproductividad;
no solamente ayuda, sino adiestra a otros en las destrezas que él posee y
les enseña una metodología sistemática con la cual ellos, también, puede
adiestrar a otros para ser orientadores

Egan, G. (1981). El orientador experto. Un modelo para la ayuda sistemática y la relación


interpersonal. México: Grupo Editorial Iberoamericana.
128
UNA INVESTIG@CIÓN, Vol. IV, N° 8, 2012

En el marco de las ideas planteadas, es pertinente acotar que


según la visión de esta obra, ella introduce al profesional de ayuda en un
conjunto de destrezas altamentes significantes, coadyuva al desarrollo del
individuo como persona y como ser social; con el fin de enaltecer su
bienestar integral; es decir, una orientación centrada en la persona más
que en el problema.
La literatura correspondiente a El orientador experto de Egan, es
de importancia para el orientador, en el sentido de que le brinda un marco
conceptual, procedimental y actitudinal referente a un “Modelo para la
ayuda sistemática y la relación interpersonal”; es decir, es un modelo de
adiestramiento que le permita acrecentar la confiabilidad del proceso de
ayuda, en el cual se promueve el desarrollo de destrezas necesarias para
la relación interpersonal efectiva, reflejadas en las Etapas I, II y III
anteriormente sintetizadas.
Podríamos resumir a continuación que El orientador experto se
fundamenta en un modelo de influencia social, aunado a los trabajos de
Carkhuff, referente a los enfoques sistemáticos en el adiestramiento de
destrezas, tanto para la ayuda como para el adiestramiento de
orientadores: Es importante enfatizar, según Carkhuff (1979), que la
‘relación de ayuda’ y/o ‘proceso de ayuda’, admite una relación
interpersonal, una comunicación, entre el profesional y la persona a la que
atiende, con el fin de que éste, tenga una comprensión más amplia de su
mundo (interno y externo) y de sus conflictos, lo que hace que el
profesional sea un facilitador de procesos de cambio.
Los aspectos positivos de esta obra, en cuanto a sus hallazgos y
aportes son los siguientes.

- Es un modelo que se caracteriza por ser direccionado, progresivo


de complejidad creciente; centrado en la persona más que en el
problema.

Egan, G. (1981). El orientador experto. Un modelo para la ayuda sistemática y la relación


interpersonal. México: Grupo Editorial Iberoamericana.
129
UNA INVESTIG@CIÓN, Vol. IV, N° 8, 2012

- El modelo propone una fase de pre-ayuda y tres etapas,


correspondientes a:

Etapa I: Respondiendo vs. Autoexploración.


Etapa II: Entendimiento integrativo vs. Autoentendimiento
dinámico.
Etapa III: Facilitando la acción actuando.

- Cada etapa exige del orientador destrezas específicas, a la vez


que propone metas específicas a la persona o cliente el que recibe
la ayuda.
- Es un modelo orgánico, encaja como un todo, es decir, la Etapa I
existe para los programas de acción de la Etapa III, y la Etapa II
depende de la Etapa I.
- Resalta la importancia de los valores como una herramienta
significativa para ayudar a otra persona a que cambie su conducta.

El orientador es un agente de cambio en un proceso colaborativo


de influencia social.En suma, el valor agregado de esta obra radica en
enarbolar el papel del orientador como un profesional altamente
competente en el proceso de ayuda, en el que la empatía constituye una
de sus elementos básicos, es una herramienta de la comunicación
interpersonal, permite un entendimiento sólido entre dos personas, en
consecuencia, la empatía es fundamental para comprender en
profundidad el mensaje del otro y así establecer un diálogo; todo lo cual
facilita el camino para regular de manera constructiva las emociones de
los demás, al beneficiar así sus relaciones interpersonales. El proceder
con empatía no significa estar de acuerdo con el otro. No implica dejar de
lado las propias convicciones y asumir como propias la del otro. Es más,
se puede estar en completo desacuerdo con alguien, sin por ello dejar de
ser empàticos y respetar su posición, al aceptar como legítimas sus
propias motivaciones.

Egan, G. (1981). El orientador experto. Un modelo para la ayuda sistemática y la relación


interpersonal. México: Grupo Editorial Iberoamericana.
130
UNA INVESTIG@CIÓN, Vol. IV, N° 8, 2012

Adicionalmente, la importancia de esta obra radica en la


explicación didáctica y amena de un modelo de ayuda de Gerard Egan,
que se fundamenta:

a. Un excelente camino para cotejar el repertorio de destrezas para


ayudar que uno posee y para aprender aquellas en las cuales uno
es deficiente.
b. Una forma de aprender una metodología de adiestramiento que
puede usarse como un proceso de tratamiento básico.

Aunado a este planteamiento, es de resaltar que ‘El orientador


experto Un modelo para la ayuda sistemática y la relación interpersonal’
se caracteriza por ser una literatura clásica para todo profesional de
ayuda; es decir, el modelo de ayuda que hace el autor es, sobre todo,
teórico-práctico (presentan ejemplificaciones de casos vivenciales), que
nos hace reflexionar en cómo ayudar al cliente a elaborar programas de
acción que conduzcan a cambios productivos en su comportamiento
(pasando por la fase de pre-ayuda, Etapa I y Etapa II) y acerca de
nosotros mismos. Nos propone otra forma de ‘hacer’ relación de ayuda
pero, sobre todo, abre un abanico de pensamientos y estrategias
distintas a las de Carkhuff y Rogers (imposible no citar tan destacados
representantes de la relación de ayuda) para que cada orientador que lo
lea pueda elegir y elija aquello que piense que es mejor para hacer de su
dinámica profesional un ejercicio de excelencia y así, canalizar el logro del
bienestar integral del orientado.

Magaly Prada Rodríguez


magaly_prada@hotmail.com mprada@una.edu.ve


Licenciada en Educación, Mención: Orientación Educativa de la Universidad Central de
Venezuela (UCV), con estudios de postgrado en: Especialista y Maestría en Gerencia
Empresarial en la Universidad Santa María (USM). En proceso de culminación de la Tesis de la
Maestría de Educación Abierta y a Distancia en la Universidad Nacional Abierta (UNA).
**Bachelor of Education, Major: Educational Guidance Central University of Venezuela (UCV),
with graduate studies in: Specialist and Master in Business Management at the Universidad
Santa Maria (USM). In the process of completion of the Master's Thesis of Open and Distance
Education in the National Open University (UNA).

Egan, G. (1981). El orientador experto. Un modelo para la ayuda sistemática y la relación


interpersonal. México: Grupo Editorial Iberoamericana.
131

Você também pode gostar