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ISAE Universidad

CENTRO UNIVERSITARIO DE VERAGUAS

Facultad ciencias de la educación

Profesorado en educación media diversificada

Historia

Profesora:

Salome Buitrago

Realizado por:

Vielka Saez ced: 9-712-2236

Año Lectivo:

2014
LOS TRATADOS TORRIJOS-CARTER

Los tratados Torrijos-Carter y otros documentos relacionados fueron


firmados en Washington DC el 7 de septiembre de 1977 entre Omar Torrijos
(jefe de gobierno de Panamá) y James Carter (presidente de los Estados
Unidos de América).
Con ellos se transfiere progresivamente la soberanía del Canal de Panamá
de EEUU a Panamá, estando en poder de EEUU desde 1903. La ceremonia de
firma se realizó en las oficinas de la OEA.Compromiso de ambos países.
Ambos acordaron en forma amistosa y cooperativa el proveer de una buena
administración, operación y mantenimiento adecuado a tal obra de
ingeniería, y están compuestos por:* El Tratado Torrijos-Carter que consta
de un preámbulo, 14 artículos, un anexo y un acta.
* El Tratado Concerniente a la Neutralidad Permanente y Funcionamiento del
Canal de Panamá que garantiza el libre tránsito y neutralidad a perpetuidad
de éste.
Objetivos que se dieron durante las negociaciones de los tratados del Canal.
* La soberanía plena de Panamá en todo su territorio nacional.
* La reversión del Canal y sus áreas adyacentes al control panameño.
* La salida de las tropas norteamericanas de la antigua Zona del Canal.
* El respeto al principio de No Intervención.Logros obtenidos de los tratados
Torrijos-carter.
* Duración: Se elimina el concepto de “perpetuidad”; Panamá asume
administración del Canal el 31 de diciembre de 1999. La salida de
tropasnorteamericanas de la Antigua Zona.
* Jurisdicción: Desapareció la Zona del Canal como identidad política y
como gobierno civil.

Mi opinión es que en nuestro país existen muchas cosas lindas y que hay
que cultivarlas de manera que se reproduzcan desinteresadamente por
el bien de todos, y que somos libres y soberanos en ciertas medidas
LA INVASION NORTE AMERICANA A PANAMA

Después de la muerte del Teniente Roberto Paz del Ejército de los Estados
Unidos y de las agresiones perpetradas por miembros de las Fuerzas de
Defensa al Teniente de la Marina Adam Curtis y a su esposa Bonnie, el
General Thurman puso sus 13.000 hombres en “Alerta Delta”. Entretanto, el
gobierno de Bush decidió ejecutar el plan “Cuchara Azul”, que comprendía
“ocuparse de Noriega” y eliminar a las Fuerzas de Defensa. Este plan había
sido concebido para garantizar una victoria espectacular contra las fuerzas
de Noriega habida cuenta que estaba previsto que 24.000 soldados
norteamericanos invadieran Panamá. Para entonces las Fuerzas de Defensa
poseían 16.000 efectivos, de los cuales apenas 3.000 estaban entrenados
para el combate. El plan contemplaba además, la utilización de los nuevos
caza-bombarderos F 117 A Stalth de la Fuerza Aérea, cuya misión consistía
en descargar bombas de 1900 Kg. en torno a los cuarteles para sembrar el
pánico y desorientar a los militares panameños.

Poco después de la medianoche del 20 de diciembre de 1989 se inició una


cruenta invasión a Panamá que recibió la denominación de “Operación
Causa Justa”en la que terminaron participando 26.000 soldados, que
emplearon armas, técnicas y equipos de guerra sumamente sofisticados. El
ataque como estaba previsto se concentró en los principales cuarteles de las
ciudades de Panamá y Colón, así como en los aeropuertos. Prácticamente el
barrio de El Chorrillo fue destruido en gran parte y también hubo choques
armados en San Miguelito. Fueron sobre todo los Batallones de la Dignidad
los que, en forma desordenada, respondieron al ataque norteamericano.

Según fuentes oficiales del Comando Sur en los enfrentamientos murieron


23 soldados estadounidenses, aunque aún no se sabe con certeza cuántos
panameños, entre civiles y militares, perdieron la vida. Los cálculos más
conservadores hablan de varios cientos. A ello hay que sumar los heridos y
detenidos en campos de concentración. Pese a este despliegue de fuerzas
Noriega, el principal objetivo de los Estados Unidos, logró escabullirse y
buscó asilo en la Nunciatura Apostólica.

En los días subsiguientes a la intervención y ante la ausencia de fuerzas de


policía, se produjeron en las ciudades de Panamá, Colón y La Chorrera
saqueos y destrucción de bienes públicos y privados, que arrojaron
pérdidas por más de 200 millones de dólares. Mientras tanto, las tropas
norteamericanas fueron espectadores impasibles y no adoptaron ninguna
medida para impedir estos actos vandálicos.

Según George Bush la ofensiva militar contra las Fuerzas de Defensa de


Panamá se hizo“para proteger las vidas de los norteamericanos, defender la
democracia en Panamá, apresar a Noriega y llevarlo para ser juzgado por
cargos relacionados con el tráfico de drogas por los cuales fue sindicado en
1988 y, por último, para asegurar la integridad de los Tratados del Canal de
Panamá”. Sin duda, para comprender el alcance de la invasión
estadounidense es necesario no perder de vista el documento de Santa Fe
de comienzos de 1989, en el que se señaló que: “la expulsión de Noriega y la
realización de elecciones no serán suficientes para instaurar un régimen
democrático en Panamá. Estados Unidos tendrá que concentrarse
totalmente en los asuntos atinentes a su régimen democrático; la reforma de
las FDP, el apoyo a un Poder Judicial independiente y la restauración de la
economía, serán los más esenciales”. La historia volvía a repetirse ocho
décadas más tarde. Como sabemos, también en 1904, Estados Unidos había
considerado que el ejército panameño constituía un factor de perturbación
socio-política que era necesario eliminar.

Según la revista Time el plan de ataque consistía en neutralizar e intimidar a


las Fuerzas de Defensa mediante la utilización de una fuerza
abrumadoramente superior, como ya indicamos. Se atacarían, en primer
lugar, los principales cuarteles comenzando por el complejo de Fuerte
Amador en una operación emprendida por la Fuerza de Ataque Bayoneta.
Pero el principal objetivo era el Cuartel Central de El Chorrillo, donde se
suponía que se encontraba Noriega, así como los aeropuertos, Fuerte
Cimarrón y Panamá Viejo; Río Hato y el Cuartel de Tinajitas en San Miguelito.
Mientras en la capital, como ya dijimos, los Batallones de la Dignidad
asumieron la defensa de algunos sectores, en el interior del país la
resistencia fue inexistente.

Con el fin de no dejar en acefalía al país, en la medianoche del 20 de


diciembre, en la base militar de Fort Clayton tomaron posesión como
Presidente y Vicepresidentes, respectivamente, Guillermo Endara y Ricardo
Arias Calderón y Guillermo Ford. Al día siguiente, fueron investidos por la
Asamblea Legislativa según mandato constitucional. Como se expresó en el
documento “Estatuto de Retorno inmediato a la plenitud del orden
Constitucional” expedido por el nuevo gobierno, la toma de posesión en una
base militar norteamericana “se inspiró única y exclusivamente, con el
propósito que, ante el vacío de poder que habría de surgir como secuela de
la mencionada acción militar, el pueblo panameño no careciera en esta hora
crucial, de representantes legítimos que ejercieran inmediatamente su
vocería y defendieran sus intereses con valentía y patriotismo”. Pero no fue
sino hasta el 27 de diciembre, cuando el Tribunal Electoral revocó la
anulación de las elecciones celebradas el 7 de mayo . Recién entonces
proclamó el triunfo oficial de la ADO Civilista.

Manuel Antonio Noriega, por quien el gobierno de Bush ofreció una


recompensa de un millón de dólares, se refugió, como ya señalamos, el 24
de diciembre, en la Nunciatura Apostólica. Después de intensas
negociaciones entre las fuerzas norteamericanas y el Nuncio Apostólico
Monseñor La boa, el 3 de enero de 1990, Noriega se entregó a las
autoridades estadounidenses. De inmediato, fue trasladado a una prisión de
alta seguridad en Miami a la espera de su juicio y sentencia. Finalmente, fue
juzgado y condenado a 40 años de prisión, pena que actualmente cumple en
los Estados Unidos.

Ciertamente, la República de Panamá pagó un precio muy alto por los


excesos del régimen militar enquistado en el poder por más de dos décadas
y cuya etapa culminante fue la narco dictadura de Noriega. Los servicios
secretos de los Estados Unidos, para los cuales había trabajado Noriega,
fueron, sin duda los mayores responsables por la situación creada en
Panamá. Pero tampoco debemos olvidar que el propio Carter legitimó el
régimen dictatorial e inconstitucional de Torrijos suscribiendo los Tratados
Torrijos-Carter. Es más, Washington patrocinó el fraude electoral de 1984 y
hasta cierto punto la corrupción y el desbarajuste moral. Pero eso no fue
todo. Una vez que las tropas invadieron Panamá y las FFDD se disgregaron,
los estadounidenses no asumieron las funciones de policía implantando el
orden ni evitando el caos que se produjo. La ayuda prometida para la
reconstrucción fue recortada por el Congreso de los Estados Unidos para
auxiliar a Nicaragua. Nuestro país ni siquiera logró recuperar íntegros los
375 millones que permanecían retenidos en concepto de los pagos por el
Canal y por impuestos de compañías norteamericanas. Estados Unidos
dispuso que una parte de los mismos sirviera para saldar parte del servicio
de la deuda externa que no se había pagado en los últimos años.

Mi opinión sobre este tema es una manera simple de decir seamos leales
humildes y democrático con nuestro país con nuestra gente. Para que se
nos respete y respetemos a los demás.
LA REVERCION DEL CANAL DE PANAMA

El proceso de transición y reversión del Canal de Panamá, evento que se


concretará el 31 de diciembre de 1999, a las doce mediodía fue explicado
por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) a estudiantes del Instituto
Profesional y Técnico de Changuinola en Bocas del Toro y a jóvenes
universitarios de la Tecnológica de Colón, Universidad Latina y de la
Universidad de Panamá.

Los estudiantes reforzaron sus conocimientos sobre los aspectos jurídicos


de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) la nueva entidad panameña
que reemplazará a la Comisión del Canal y que se encargará de
administrar la vía interoceánica, una vez pase a manos panameñas.

"Lo que va a ocurrir el 31 de diciembre de 1999, a las doce del mediodía,


es que dejarán de regir las normas norteamericanas y comenzarán a regir
las leyes panameñas" recalcó José Luis Stanziola, jefe de Planificación de
la ACP.

"Así de sencilla y así de complicada es la transferencia" indicó Stanziola,


a los universitarios en Colón indicando que los mismos empleados que
estén laborando al 31 de diciembre de 1999, estarán allí el 10, de enero del
año 2000, con el mismo profesionalismo y los mismos patrones de
excelencia en la seguridad del manejo del Canal.

Informó que nueve artículos fueron incluidos en la Constitución Política


de la República de Panamá para garantizar que la Autoridad del Canal
de Panamá goce de autonomía administrativa y financiera; que los
trabajadores no sean desmejorados en sus condiciones laborales; que su
presupuesto sea separado del de la Nación, y que el tráfico por el Canal
no pueda ser interrumpido por causa alguna.

Mi opinión es que tengamos derecho de igualdades sobre lo que


consideramos sea nuestro.
TRATADO HAY-BUNAU VARILLA

El Tratado Hay-Bunau Varilla fue un acuerdo internacional celebrado


entre Panamá y los Estados Unidos el 18 de noviembre de 1903, pocos días
después de la Separación de Panamá de Colombia. Dicho tratado ponía
prácticamente la tutela estadounidense sobre Panamá, y permitió que se
tomara una franja de 10 millas de ancho sobre la cual pasaría el Canal de
Panamá y que fue llamada Zona del Canal de Panamá.

Antecedentes
En la tarde del 4 de noviembre de 1903, el gobierno provisional proclamó
formalmente la República de Panamá, ya que había ocurrido el hecho de
separación de Colombia el día anterior, y del cual estuvo unida a este último
país desde su verdadera independencia el 28 de noviembre de 1821. El 6 de
noviembre, el gobierno estadounidense, por intermedio del secretario de
Estado John M. Hay, hizo el reconocimiento de facto de la nueva nación,
mediante un telegrama enviado al cónsul de Panamá.
Phillipe Bunau-Varilla, como recompensa por su ayuda en la insurrección,
había insistido en su nombramiento como Ministro Plenipotenciario de
Panamá en los Estados Unidos, ya que él había cumplido su parte al pacto
acordado con Manuel Amador Guerrero en Nueva York, el 20 de octubre de
1903. Los argumentos de Bunau-Varilla por la rapidez de su nombramiento
se basaban en el impedimento de actuar como Ministro Plenipotenciario de
Panamá a falta de una designación oficial. El mismo 6 de noviembre, le llegó
de la Junta de Gobierno Provisional de la República de Panamá, la
notificación donde se le nombraba Enviado Extraordinario y Ministro
Plenipotenciario ante el gobierno de los Estados Unidos con plenos poderes
para negociaciones políticas y financieras.

Mi opinión sobre este tema es la completa seguridad de un personaje a


defender los derechos de los territorios panameños.

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