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Diciembre 5 2017
Literatura Colombiana V
El objetivo de esta propuesta, es hacer una búsqueda en la novela Los ejércitos de Evelio
El tema del conflicto armado ya es parte del imaginario colombiano, la información que
comunicación, quienes filtran sus noticias a partir de ítems como magnitud, notoriedad,
papel histórico, narrando desde actores del conflicto normalmente no tenidos en cuenta por
los medios. Y que a su vez, permite ver la literatura en relación con su contacto con la
casa, un buen motivo para una foto. Decidió que no y continuó su camino. La reconocí:
ya la había visto en la tele, donde Chepe. Aquí, en este pueblo, quemada por el sol, no
ante la mirada histórica del momento, aporta como parte del gran rompecabezas de la
época por lo que ha sido objeto de diversos análisis por su riqueza histórica y por tocar
Desde la recepción se encuentran varias tesis, entre ellas una que expone la narrativa de la
emocional con el tema central: La guerra. Cuestas, M (2014). Otra en la que se muestran
El tema de la guerra y la violencia, han sido temas importantes que han abordado tanto la
perspectiva de las fuerzas poderosas que mueven los hilos del conflicto, como la visión de
aquellos sin voz y sin poder. Los ejércitos, de Evelio Rosero se adscribe al tema de la
no del carácter humano y su fragilidad social, como una representación de una parte de la
realidad, que no es tan visible desde las panorámicas de los medios de comunicación.
periódico, han hecho de este territorio lo que también los protagonistas del conflicto
llaman «el corredor», dominio por el que batallan con uñas y dientes, y que hace que
aquí aflore la guerra hasta por los propios poros de todos. (Rosero, 2007, p. 124).
claves que, permitan analizar cómo estos representan esa realidad no visible desde el
sistema mediático.
Los Ejércitos
Desde que inicia la novela el título lleva a una pregunta ¿Quiénes son los ejércitos? Esta
país entero. ¿Quiénes son los que matan a los campesinos? los medios informativos acusan
a las Farc, la guerrilla y en algunas ocasiones a las tropas del gobierno, pero la
incertidumbre prevalece sobre la culpabilidad de uno u otro grupo armado. Esta tensión
La palabra ejército amplía su representación no solo a las tropas militares de la nación, sino
que recoge todos los grupos armados legales o ilegales que pelean una batalla de poder en
el país. En repetidas ocasiones, los personajes expresan el no saber quiénes los están
matando, y muestran un miedo generalizado que expresa una voz de denuncia ante el
lector. “sus padres habían muerto cuando ocurrió el último ataque a nuestro pueblo de no se
sabe todavía qué ejército” (Rosero, 2007, p.12). En otra escena se evidencia el terror como
la constante de las personas que permanecen en el pueblo y no saben quiénes son los que
“después, cuando ya esté muriendo, vengan a verme y preguntar quién soy —si todavía
vivo—. Pero también pueden ser los soldados, entrenando en la noche, me digo, para
inmediata, y reconoce que, para escribir una novela no basta con la imaginación, que es
inmediato, para tener esa materia prima de la que se tejen todas las historias literarias.
(Ricoeur, 1995). En este caso la guerra y el contexto de la violencia rural que circunda la
El tratamiento de esta representación requiere una preconcepción del mundo que le rodea,
el entendimiento de cada acción existente que lleva consigo un fin, que debe entender
para poder construir la trama. Pero es también el manejo que le da el autor que predispone
Nadie las habita, hoy, o son muy pocas las habitadas; no hace más de dos años había
guerrilla y paramilitares— sólo permanecen unas dieciséis. Muchos murieron, los más
debieron marcharse por fuerza: de aquí en adelante quién sabe cuántas familias irán a
Esta realidad histórica se manifiesta desde el título de la novela hasta la degradación del
personaje principal, y los escenarios que permiten simbolizar la decadencia causada por la
guerra en Colombia. El autor logra configurar un mundo ficticio mediante la historia del
muerte.
Roger Chartier En su texto “El mundo como representación” expresa que se puede
podría acabar con la división entre el texto histórico aparentemente estructurado, por su
ya que en definitiva, la historia que busca estudiar las culturas en diferentes épocas al
Sabemos de otra escaramuza, a algunos kilómetros de aquí, por los lados de la cabaña
del maestro Claudino. Hubo doce muertos. Fueron doce. Y de los doce un niño. No
leemos en los periódicos atrasados; el presidente afirma que aquí no pasa nada, ni aquí
Orduz, Sultana y Fanny la portera y tantos otros de este pueblo murieron de viejos, y
capaz de recoger grandes símbolos sociales, que no solo son legibles por un sector de la
población sino que, acogen a todo un país, con un imaginario ya establecido donde la
escucharlo: no hay un solo policía en el puesto, (…) ¿adónde se fueron Me acuerdo que
Gloria Dorado se iba en un camión con soldados, ¿acaso era el último camión?, no nos
dijeron nada, ningún aviso, y lo mismo que pienso yo parecen pensarlo todos, ¿a merced
El Desarmado
Dentro del proceso histórico que se está desarrollando en el país, la novela cumple la
reconstrucción futura de los escenarios y personajes que hacen hoy día parte del conflicto.
El profesor Ismael Pasos, es el hilo conductor en la novela. Cada mirada hace testigo al
lector de la historia del desarmado que, aunque aferrado a su tierra es arrancado de ella por
la muerte o por la huida. Dicha mirada podría entregar al lector imágenes representativas
de una guerra a la que de otra manera no tendría acceso, por ser la escena de actores no
Es Ismael, el profesor, quien recorre el pueblo y sus historias con el lector para mostrar la
La incertidumbre que reina en San José es acaso parecida a la tranquilidad, pero no lo es;
desde temprano la gente se recoge en sus casas; los pocos negocios que insisten abren
sus puertas desde la mañana hasta sólo parte de la tarde; después las puertas se cierran y
San José agoniza en el calor, es un pueblo muerto, o casi, igual que nosotros, sus últimos
novela de manera humana, cercana y puede lograr en el lector otra visión de dichos
Porque de nuevo somos noticia; aumentan los muertos, a días: después del ataque, de
portera, con una esquirla de granada que atravesaba su cuello, y Sultana García, la madre
de Cristina, que apareció acribillada debajo de unos ladrillos «todavía con la escoba en
El tratamiento ficcional de este tema tan real es pues un intento que sobrepasa el conteo
histórico de las causas y consecuencias de la muerte, para darles carne y hueso a las
emociones que produce. He influye desde otros aspectos al lector que avanza en la lectura
no como investigador, sino como testigo impotente ante las escenas mortuorias que le
presentan.
A Chepe le dejaron un papel debajo de la puerta: «Usté señor tiene una deuda con
necesitamos 50 millones por ella y otros 50 por el bebé que está por nacer, no vuelva a
través del periódico, bajo el rótulo: «Angélica, secuestrada antes de nacer». (Rosero,
2007, p. 125)
Chepe representa la víctima que queda libre pero presa de una negociación por la vida, con
una sola salida: dar lo que le piden. La historia no contada de cientos de colombianos con
ingresos promedios que no acaparan las pantallas de los medios de comunicación pero que,
acción se habla de su significación por medio del símbolo, aquí la puesta en escena de un
caso simboliza por un lado la crueldad y por otro lado la impotencia, en un mismo
momento.
En este aparte se puede ver también un personaje aplasta una cucaracha, el símbolo de
contundente. “Estamos más indefensos que esta cucaracha —dice, y aplasta de un taconazo
una enorme cucaracha que corría por el piso—. El alcalde tiene razón al pedir más
efectivos” (Rosero, 2007, p.71) permite al lector la percepción de un estado social crítico
del cual parece no hablar el gobierno ni los medios de comunicación, pero que se hace
temporalidad del relato, en el que presenta una secuencia de ahoras que se definen por
(Ricoeur, 1995). Puede verse en la novela con los diálogos y monólogos del profesor
Ismael Pasos que evidencian un tiempo en años transcurridos y asumen una suerte de
tiempo en años que faltan por llegar aún en guerra. “Agradezco mi edad, a medio paso de la
tumba, y compadezco a los niños, que les aguarda un duro trecho por recorrer, con toda esta
muerte que les heredan, y sin que tengan la culpa” (Rosero, 2007, p.59)
Los silencios
Entendiendo que los símbolos son construcciones culturales, asumidos por una
toda la novela el silencio fluye entre las gentes, entre las escenas se retracta como
protagonista, que expresa. “El silencio también se ve, como el suspiro. Es amarillo, se
desliza por los poros de la piel igual que niebla, sube por la ventana” (Rosero, 2007, p.25).
permite al lector crear la atmosfera real del acontecimiento ubicándolo no solo en el lugar,
sino en la emoción.
“no hacía calor; un viento que no era natural respondía al ronco quejido de Chepe, y el
pendiente: era un silencio como despedazado, porque volvieron las preguntas, los
Es también el silencio símbolo que aporta a la lectura de una época y de una sociedad, solo
la literatura permite subrayar esas escenas en las que un no decir nada, representa algo que
de otra manera se pierde en el tiempo, y es que la hace parte de la historia, que aporta a los
—Entonces, eso quiere decir que la matarán —me dice Chepe. Se me queda mirando
fijamente, demasiado, ¿borracho?, y me enseña una nota, que yo no acepto, pero cuyo
contenido doy a entender que ya conozco—. ¿De dónde voy a sacar ese dinero? —me
Quién le contaría al lector sobre ese momento de mimesis tan idéntico a la realidad, quién
sino la literatura le muestra cual espectador presente ese silencio que dice que hay
Es también la obra dispuesta a ser escrutada por el lector, lo cual permite una
reconfigura la visión del lector sobre lo que ha conocido de la guerra, desde su recepción el
mundo a través del mundo del texto, “por primera vez percibimos que este silencio es
demasiado en San José, una nube de alarma nos recorre a todos, por igual, en todas las
caras, en las voces descoloridas. (Rosero, 2007, p. 179) en esta como en las escenas
discurso y darle significado en relación con los horizontes de expectativas que ya carga por
Finalmente se puede decir que la novela Los ejércitos aquí tratada es, desde la recepción
una carta abierta, una denuncia, una evidencia mimética no representada en los medios de
la realidad que hoy todavía sacude a Colombia. Que, contribuye con la lectura de los
de la realidad de un país, permitiendo que desde otras voces y otros focos se expanda su
Bibliografía