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Gobernando la comunidad,

gobernando a través de la comunidad

Mariana Valverde y Ron Levi1


University of Toronto

Estudios sobre governance: breve panorama

Los estudios de governance se han reali- “Derecho y Economía” busca enseñarnos


zado en una variedad de disciplinas y desde cómo reconstruir compañías, reestructurar las
una diversidad de marcos teóricos. Gran par- agencias públicas, por ejemplo, lo que impli-
te proviene de los académicos especializa- ca que no es habitualmente reflexiva. Pocas
dos en temas de administración pública, veces se pregunta cómo es que llegamos a
management y regulación económica. El foco pensar el presente en el modo en el que lo
principal de la mayoría de estos estudios ha hacemos.
sido “cómo gobernar mejor”; se preocupan Por el contrario, los estudios de governan-
por cómo aumentar la eficiencia, mejorar las ce que se basan en los escritos de Foucault y
relaciones de confianza y cohesión social, los académicos foucaultianos tienden a no
minimizar los efectos negativos del cambio concentrarse en las políticas públicas (a pe-
económico global, etc. Esta literatura sobre sar de que mucha de la gente que contribuye
governance, orientada hacia las políticas a esta literatura también trabaja en el diseño
públicas que en las escuelas de Derecho se de ellas, ya sea como activistas o como con-
asocian en su mayor parte con la tradición de sultores)2 De hecho, para muchos académi-

1
Traducción al castellano de Martín Hevia (Univer- co, fundamentalmente de habla inglesa, que fun-
sidad de Toronto). ciona como una red de investigación importante
2
Para un resumen de este tipo de estudio, ver en estudios de la historia del presente-gobernabili-
Mitchel Dean: Governmentality. London, Sage, dad.
1999. También hay una lista de correo electróni-
6 Mariana Valverde y Ron Levi

cos que trabajan en campos aplicados o pro- este campo de estudios de governance es
fesionales de actividad académica –Derecho, extremadamente heterogéneo y no está uni-
trabajo social, criminología, salud pública– ficado por ninguna posición ideológica o un
los estudios de governance inspirados en método de investigación en particular. Cual-
los trabajos foucaultianos acerca de la “gu- quier intento de delinear este campo es, en-
bernamentalidad” nos han ayudado a pro- tonces, provisional y subjetivo. De todos
fundizar nuestras capacidades críticas y re- modos, creemos que existen tres elementos
flexivas y a hacernos preguntas tales como: que tienden a repetirse como tópicos en es-
¿cómo es que hemos terminado siendo el tipo tos estudios y que distinguen a tal trabajo de
de sujetos que somos ahora?, ¿qué formas otros tipos de investigaciones sobre gover-
de conocimiento son presupuestas y produ- nance. Comenzaremos reseñando estas tres
cidas por prácticas particulares de governan- diferencias y luego proseguiremos con los
ce?, ¿cómo es que las formas particulares de estudios casuísticos que demuestran cómo
governance terminaron siendo instituciona- estas diferencias analíticas pueden tornarse
lizadas en tantos espacios? cambios importantes para la investigación y
A pesar de la confianza común en la pers- las políticas públicas.
pectiva inspirada por el trabajo de Foucault,

Diferencia 1: gobierno más allá del Estado

La primera diferencia que queremos resal- bierno como problema general estalla en el
tar se concentra en la sugerencia de Foucault siglo dieciséis, en discusiones en torno a
de que nos puede resultar útil volver al viejo cuestiones de diverso tipo. Por ejemplo, la
sentido de la palabra “gobierno”, al uso típi- cuestión del gobierno de uno mismo, aque-
co en la Europa moderna temprana, respecto lla ritualización del problema de la con-
del cual se puede decir que las familias, los ducta personal que es característica del re-
individuos, los negocios, las ciudades y los nacimiento del estoicismo en el siglo dieci-
Estados estaban comprometidos en gober- séis… Y, quizás como la última de estas
nar: “Desde mediados del siglo dieciséis cuestiones a tener en cuenta, está el gobier-
hasta el fin del siglo dieciocho, se desarro- no del Estado por el príncipe. Cómo gober-
lla y florece una serie notable de tratados narse a uno mismo, cómo ser gobernado,
políticos que no son ya exactamente ‘con- cómo gobernar a otros, por quién el pueblo
sejos para el príncipe’ y tampoco llegan a aceptará ser gobernado, cómo convertirse
ser tratados de ciencia política, sino que se en el mejor gobernante posible... Hay una
presentan, en cambio, como trabajos en ‘el problemática del gobierno en general3".
arte del gobierno’. Me parece que el go- Esta conceptualización amplia de la pro-

3
Foucault, M. “Governmentality”, en Burchell, G., Chicago, University of Chicago Press, 1991, pp.
Gordon, C. y Millers, P. (Eds.). The Foucault Effect, 87-88.
Gobernando la comunidad, gobernando a través de la comunidad 7

blemática del gobierno, una formulación que cia económica. El proyecto del propio Marx
deconstruye las oposiciones habituales en- comenzó descentrando al individuo y foca-
tre público y privado, Ciencia política y So- lizándose, en su lugar, en las relaciones de
ciología, Derecho y Ética, también es defini- producción históricas específicas como las
da a través de la expresión “la conducta de la unidades de análisis adecuadas. Aun cuan-
conducta”. ¿Cómo, nos preguntamos, se do probablemente Foucault protestaría por
moldea la conducta? Este tipo de estudios la comparación con Marx, así como Marx sus-
sobre el “gobierno” no privilegia el “Gobier- tituyó y desnaturalizó al individuo burgués,
no” –con mayúsculas– y no asume que haya la unidad básica de la Economía política, el
una barrera natural preexistente o incluso enfoque de Foucault sustituye y desnatura-
funcional que divida lo político de lo domés- liza las unidades tradicionales de la Ciencia
tico, el campo del Derecho público del cam- política, la Sociología, el Derecho y la Ética.
po del Derecho contractual o de la responsa- Este rechazo radical de los puntos de parti-
bilidad extracontractual, los problemas de la da y límites disciplinarios no ha recibido
formación del Estado y los de la autoforma- mucha atención en la literatura –quizás de-
ción ética. En su propio trabajo, Foucault bido a que Foucault no estaba dispuesto a
demostró la fluidez de estas barreras al con- dedicar mucho tiempo a hacer propaganda
siderar los modos en que el gobierno de las de sus proyectos o porque pocos académi-
familias y los hogares fue, en otros tiempos, cos foucaultianos han tenido el lujo de un
una cuestión política importante (y no rele- cargo académico extradisciplinario similar a
gada al dominio afeminado de lo doméstico) la cátedra de Foucault en el College de
y al colocar el énfasis en los vínculos históri- France. Pero creemos que es muy relevante
cos entre la formación ética del gobernante estar al tanto de las importantes consecuen-
mismo y la capacidad de éste para gobernar cias de aquello a lo que Foucault más tarde
exitosamente el Estado. Al hacer esto, se referiría como una “postura”, un lugar
Foucault intentó deconstruir las divisiones desde el cual comenzar, antes que un “méto-
osificadas entre lo público y lo privado que, do” al estilo de la ciencia. Por supuesto, pre-
en la segunda mitad del siglo XX, tenían un cisamente porque pocos de nosotros pue-
estatus casi natural y dado por descontado. den ganarse la vida fuera de las disciplinas
De alguna manera, este gesto analítico u otras instituciones de creación de conoci-
puede ser comparado con el famoso punto miento establecidas, necesitamos trabajar
de partida de Marx en su Grundisse de 1859. particularmente duro en ponernos, imagina-
Como es bien sabido, el punto de partida de tivamente, fuera de la división del trabajo
la crítica de Marx es la observación de que académica actual. Permítannos describir muy
los libros de texto de Economía dan por sen- brevemente cómo concentrarse en el “go-
tadas construcciones sociales tales como “el bierno”, en general, nos puede ayudar a adop-
individuo productivo”, creando de ese modo tar una posición que esté de alguna manera
estructuras teóricas que refuerzan la prima- más allá de las barreras disciplinarias tradi-
cía ideológica del individuo, en tanto que se cionales.
naturaliza esta construcción económica bur- Primero, veamos cómo una perspectiva
guesa asumiendo que siempre existió y des- foucaultiana nos brinda una posición desde
pués tomando esta entidad, sin discusión la cual tratar temas convencionales de la
alguna, como el punto de partida de la cien- Ciencia política sin reinscribirlos en las tra-
8 Mariana Valverde y Ron Levi

dicionales “prácticas divisorias”4. A diferen- tintivo. Tales estudios no se concentran en


cia de los supuestos de la Ciencia política, el el “Derecho”, sino en el “complejo jurídico”,
trabajo foucaultiano sobre el gobierno trata entendido como “una conjunción de prácti-
al “Estado” o “lo político” como, tan sólo, cas jurídicas, instituciones jurídicas, estatu-
un área de la actividad “gubernamental”, tos, códigos jurídicos, autoridades, discur-
antes que privilegiar al Estado como el cen- sos, textos, normas y formas de enjuiciamien-
tro de cualquier investigación de ese tipo5. to” variados, no unificados, que nunca
El gobierno político no tiene tanta autono- existen o actúan por su cuenta, sino que
mía como suele asumirse, no porque los in- siempre están entrelazados con otras autori-
tereses económicos estén “interfiriendo”, tal dades, textos, normas y formas de conoci-
como se quejan los marxistas y liberales de miento6. Por lo tanto, desde una perspectiva
izquierda, sino porque las prácticas reales foucaultiana, no existe tal entidad autónoma
del gobierno de las personas, bienes, terri- como “el Derecho”, lo que coloca al trabajo
torios y poblaciones de hecho trascienden foucaultiano decididamente en contra de
todas las “esferas” tradicionales y utilizan proyectos como la teoría de la “autopoiesis”
técnicas que no son el dominio exclusivo de de Luhmann y Teubner y, quizás más espe-
ninguna de esas esferas. No hay, en otras cíficamente (puesto que los “pluralistas le-
palabras, un dominio específico (o único) de gales” también sostienen que no hay tal cosa
“lo político”. El foco analítico de la literatura como el Derecho en singular), los académi-
foucaultiana no se centra, entonces, en el cos foucaultianos siempre hacen énfasis en
Estado sino en las “problemáticas del go- que las preguntas que tienen que hacer los
bierno”: en temas y problemas cuyo gobier- académicos no son preguntas acerca del
no siempre involucra no sólo a las autorida- Derecho o las leyes, sino de problemas es-
des públicas y privadas sino también a las pecíficos. Como Foucault y otros sugieren
capacidades éticas individuales. (por ejemplo, Robert Castel), en las discu-
Un segundo ejemplo ilustra algunas de las siones sobre el concepto de “problematiza-
consecuencias del “método” antidisciplina- ción”, para evitar reproducir las propias di-
rio de Foucault: los análisis foucaultianos visiones que debemos cuestionar, es mejor
del Derecho descentran el Derecho del Esta- no concentrarse en una institución en parti-
do y desafían sus pretensiones de tener una cular sino en problemas reales. Esos proble-
lógica autónoma y un campo de acción dis- mas siempre son históricamente específicos:

4
“Prácticas divisorias” es una expresión que Barry Problematics of Government”, en British Journal
Hindess toma prestada de Foucault. Hindess, famo- of Sociology Vol. 43, Nº 2, 1992. Parte de ese traba-
so en la década de 1970 por desarrollar la teoría jo toma una forma diferente en Rose, N. Powers of
marxista estructuralista en inglés, “se volcó” más Freedom: reframing political thought. Cambridge,
recientemente a Foucault con algunos resultados Cambridge University Press, 1999.
6
interesantes –no conocemos ningún otro teórico Rose, N. y Valverde, M. “Governed by Law?”, en
francés que haya seguido ese camino–. Ver Hindess, Social and Legal Studies Vol. 7 Nº 4, 1998, p. 542,
B. “Dividing Practices”, en Ericsson, R. (Ed.). reimpreso en Cotterell, R. (Ed.). Perspectives in
Governing Modern Societies. Toronto, University Law: Classical Foundations. London, Ashgate, 2000.
of Toronto, 2000. Ver también Tadros, V. “Between Governance and
5
El texto más influyente en este tema es Rose, N. y Discipline: the law and Michel Foucault”. Oxford
Miller, P. “Political Power Beyond the State. Journal of Legal Studies Vol. 18, 1998.
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el empobrecimiento de la década de 1830 no racción con las autoridades, racionalidades


es equivalente al desempleo de la de 1930, y y formas de conocimiento y poder extrajurí-
las perversiones de la década de 1880 no dicas que constituyen objetos específicos –
equivalen a la psicopatía de la de 1950. Con- desempleo, psicopatía, etc.– mediante el uso
centrarnos en problemas específicos nos de técnicas de gobierno que usualmente se
permite analizar cómo las instituciones y los toman prestadas de otros espacios.
principios jurídicos funcionan en una inte-

Diferencia 2: la importancia de los efectos

Este descentramiento de los conocimien- “Le plus profond, cést la peau”, como dijo
tos tradicionales se logra, en parte, dejando Paul Valery, en una observación que resume
a un lado las indagaciones epistemológicas muy bien el método de Foucault en la opi-
que han caracterizado no sólo al marxismo nión bien informada de Gilles Deleuze7.
sino también a otros esfuerzos intelectuales Al volcarse hacia lo que Deleuze llamó un
críticos, como el feminismo. El pensamiento nivel de análisis dermatológico o superficial,
social crítico ha tendido a proceder, en este Foucault y aquellos a quienes influyó, ob-
siglo, formulando preguntas tales como: viamente, no se volvieron conductistas u otro
“¿qué intereses subyacentes podemos per- tipo de científicos positivistas. La mirada ana-
cibir debajo de la retórica desinteresada de la lítica no se concentró en la “conducta” o en
ciencia?” y “¿qué efectos e intereses mate- “hechos”, sino –por hacer una generaliza-
riales se generan mediante determinadas crea- ción imprecisa pero, tal vez, heurísticamente
ciones intelectuales?”. El trabajo foucaultia- útil– sobre las técnicas de gobierno. Los “in-
no rompe con esta suerte de investigación tereses”, más o menos por definición, no se
“profunda” en esos intereses, no porque pueden ver; y si realmente podemos probar
sostenga que los mismos no existen o no ten- que la teoría X promueve los intereses del
gan efecto alguno, sino porque se niega a grupo Y, tal como sostuvo Nitezsche en una
asumir que “la verdad” acerca de diversos crítica aguda del funcionalismo avant la
conocimientos debe encontrarse debajo, de- lettre, eso no significa que los orígenes y los
trás, fuera de la vista, en un nivel de realidad significados de la teoría X puedan reducirse
estructural o “material” que lleva una exis- a los intereses del grupo Y.
tencia subterránea, por debajo del mundo En contraste con las estructuras y los inte-
fenomenológico “coyuntural”. Siguiendo a reses, las técnicas de gobierno sí pueden ver-
Nietzche y Deleuze, Foucault hace un gran se. Vemos a los directores de prisiones orga-
esfuerzo para producir análisis críticos que nizando a los guardiacárceles de un modo tal
no parten de este supuesto a priori, que se que se maximice la vigilancia visual, ya sea
presenta como epistemológico pero que (al mediante el uso del diseño interior panópti-
menos en el caso del marxismo estructuralis- co clásico o con otros recursos; y entonces
ta) también era frecuentemente ontológico. podemos notar que las maestras de escuela

7
Deleuze, G. Pourparlers. París, 1986.
10 Mariana Valverde y Ron Levi

usan habitualmente las mismas técnicas para se castigaba exactamente. Trabajos más re-
gobernar mientras enseñan, de manera simi- cientes de académicos influenciados por
lar a como lo hacen los dueños de supermer- Foucault también le dedican mucho tiempo a
cados preocupados por el hurto en sus tien- examinar técnicas particulares que, como la
das. Esas técnicas de gobierno, ignoradas “observación jerárquica”, son comunes en
generalmente, tanto por la teoría crítica como muchos campos: la auditoría, por ejemplo, que
por la ciencia positivista, son las que más le en la actualidad se utiliza en los servicios
interesaron a Foucault y las que siguen sien- públicos, en las universidades y en la asis-
do el blanco analítico de gran parte de la lite- tencia sanitaria –y no solamente en las em-
ratura sobre “gubernamentalidad”. presas privadas–.
Al concentrarse en las técnicas de gobier- En la misma línea, académicos foucaultianos
no, muchos de los estudios de Foucault no ingleses mostraron que la constitución de la
se confinaron al gobierno que tiene lugar en categoría “desempleo” en Gran Bretaña en la
un campo en particular, sino que más bien década de 1890 involucraba el uso de técni-
examinaron prácticas y técnicas que circula- cas para medir el ingreso familiar y calcular la
ban rápidamente entre los campos –desde pobreza que habían sido diseñadas no sólo
las empresas privadas al empleo público y a por economistas sino también por filántro-
cuerpos semiestatales, como los hospitales pos e higienistas que previamente, en dicho
y las universidades. Vigilar y castigar fue siglo, habían formado grupos voluntarios,
famoso por sostener que deberíamos dedi- como la Asociación Nacional para la Promo-
car menos tiempo haciendo la historia de la ción de la Ciencia Social. Esto significa que
cárcel o la historia del Derecho Penal y más a el desempleo puede estudiarse genealógica-
analizar técnicas particulares –el juicio nor- mente como un problema específico que re-
malizador, la observación jerárquica– que planteó la vieja pregunta acerca de la pobre-
pueden ser exploradas en un espacio parti- za mediante el uso de nuevas técnicas para
cular como la cárcel pero que son efectivas medir lo social diseñadas por personas orien-
precisamente porque son comunes a muchas tadas hacia la práctica, como los médicos y
instituciones heterogéneas. los escritores de descripciones semiperiodís-
Asimismo, Foucault tenía un gran interés ticas de la pobreza8. Los estudios foucaultianos
en los detalles de los distintos métodos de no niegan para nada el hecho de que la cons-
ejecución y castigo, y trabajó a un nivel que titución del nuevo objeto “desempleo” y su
muchos marxistas habrían rechazado por ser subsecuente gobierno mediante técnicas ta-
“superficial”, puesto que los marxistas y les como el seguro de desempleo ayudaron a
otros académicos críticos, en su apuro por estabilizar el capitalismo europeo. Pero el foco
descubrir en interés de quién se castigaba, de estos nuevos estudios no radica en quién
generalmente no le prestaban atención a cómo se benefició sino en “cómo se hizo”.

8
Para la transferencia de técnicas de conocimiento of Chicago Press, 1995. Y de la misma autora, A
y formatos de la medicina a la investigación social, History of the Modern Fact: Problems of knowledge
ver Poovey, Mary. Making a social body: British in the sciences of wealth and society. Chicago,
cultural formation 1830-1864. Chicago, University University of Chicago Press, 1998.
Gobernando la comunidad, gobernando a través de la comunidad 11

Diferencia 3: gobierno en contexto

Si un aspecto clave de los estudios sobre del sí mismo tendieron a poner énfasis en
el gobierno en la tradición de la gubernamen- los efectos jerárquicos de intereses sociales
talidad es terminar con la división del trabajo más amplios, concentrándose en cómo el ser
tradicional, e incluso desplazar las preocu- es “colonizado” por la patriarquía o el con-
paciones de la tradición de la “crítica de la sumismo burgués, Foucault estuvo más in-
ideología”, el tercer aspecto que está habi- teresado en documentar las maneras en que
tualmente presente en estos estudios es un participamos activamente en prácticas de go-
énfasis en unir la “microfísica del poder”, las bierno que, si bien también logran nuestra
pequeñas técnicas de esos poderes que “sujeción”, se mantienen compatibles con –
Foucault llamó “capilares”, a los movimien- y a veces maximizan– nuestra agencia. Aun-
tos y cambios históricos más amplios que que no rechazó los estudios feministas u
han recibido mayor atención por parte de los otros estudios críticos de la colonización del
académicos críticos. Este vínculo entre el sí mismo, esta posición puso en el centro del
gobierno de cosas aparentemente triviales, análisis la idea de que las autoridades go-
como la alimentación o las horas de sueño, y bernantes pueden trabajar a través y con
el campo del Derecho y la política fue elabo- nuestra libertad. Ésta es una de las ideas más
rado, por supuesto, en gran medida por los importantes de la literatura sobre la guber-
autores griegos y romanos, para los cuales namentalidad. Particularmente en sus traba-
no existía la frontera entre lo “público” y lo jos posteriores a Vigilar y castigar, Foucault
“privado”, lo “personal” y lo “político”. tendió a examinar el proceso de “subjetivi-
Inspirado por sus lecturas no solamente zación” –mediante el cual nos convertimos
de los filósofos griegos más importantes sino en sujetos de nuestras propias vidas y suje-
también de autores greco-romanos “meno- tos a las autoridades al mismo tiempo–. Como
res”, como Séneca, Galen y los estoicos, dice David Garland: “El gobierno no es, en-
Foucault sostuvo que, aun en nuestro pre- tonces, la supresión de la subjetividad in-
sente burocratizado, el enlace entre el gobier- dividual, sino el cultivo de tal subjetividad
no ético del sí mismo y la dinámica más am- en formas específicas, alineadas con obje-
plia de “la política” todavía es visible. En par- tivos gubernamentales específicos. Desde
ticular, afirmó que el gobierno liberal no es el sujeto pecador, confesante, de la fe cris-
simplemente un mecanismo jurídico y políti- tiana, al sujeto emprendedor, autointere-
co –mucho menos una ideología–: es, en par- sado, del liberalismo, los sujetos del gobier-
te, un conjunto de técnicas para gobernarse no deben concebirse como activos en el
a uno mismo de un modo tal que se cultive proceso de su propio gobierno, antes que
una cierta subjetividad que ame a la libertad. los efectos pasivos de poderes sobre los que
Mientras los pensadores marxistas y los no tienen control9”.
feministas críticos que examinan la dinámica Esto no niega que el Estado sea una impor-

9
Garland, D. “Gubernamentality and the problem
of crime”, en Theoretical Criminology Vol. 1, 1997,
p. 17.
12 Mariana Valverde y Ron Levi

tante fuente y vehículo de poder; simplemen- en que el deseo de libertad y los objetivos
te nos recuerda que el proceso mediante el existentes de las mujeres involucradas pue-
cual el Estado nos construye como sujetos den alinearse con los objetivos de las autori-
también es una dimensión importante a tra- dades. La “agencia” y el “empoderamiento”
vés de la que construimos nuestras propias constituidos por esos programas, descalifi-
capacidades, agencia e incluso nuestra habi- cados por los marxistas como “falsa concien-
lidad para comprometernos en la “resisten- cia” y elogiados como “libertad” por los neo-
cia” a los proyectos del Estado. Contraria- liberales, son vistos por los foucaultianos
mente a la vieja idea marxista de que los indi- como un permiso de libertad tanto como su-
viduos participan en su propia sujeción jeción con el mismo conjunto de herramien-
mediante su “falsa conciencia”, los estudios tas gubernamentales10.
foucaultianos tienden a sostener que la rela- Para concluir, los trabajos sobre gobierno,
ción entre la agencia individual y el poder de incluyendo Derecho y gobierno, no se con-
las autoridades no debe ser vista como un centran en campos tradicionales como, por
juego de suma cero. La relación entre el go- ejemplo, la “ley”, sino en las racionalidades
bierno de las autoridades y nuestra agencia políticas, los programas y las tecnologías de
no es de suma cero porque simplemente no gobierno. Las racionalidades políticas cons-
resulta que cuanto más gobierno hay menos tituyen los modos en que el gobierno se arti-
autonomía tenemos (el modelo de poder ba- cula: ¿cómo se justifica un modo particular
sado en un juego de suma cero, por supues- de conducir la conducta? El estudio de los
to, es la idea esencial del liberalismo clásico, programas de gobierno busca entender cómo
pero eso es justamente lo que Foucault bus- ciertas formas de conducta han sido proble-
ca criticar.) La maximización de la autonomía matizadas y qué planes se han emprendido
y el poder individuales no necesariamente para llevar adelante “reformas”. De principio
implica un descenso en los poderes guber- a fin, concentrarse en las racionalidades y
namentales. Todos construimos nuestro pro- técnicas de gobierno ayuda a hacer a un lado
pio sí mismo al mismo tiempo y con los mis- los objetos y campos tradicionales de estu-
mos medios que permiten que las autorida- dio académico y a deconstruir las oposicio-
des nos gobiernen. Y en estos días las nes entre “público” y “privado”, entre Esta-
autoridades tienen una disposición mayor a do y “sociedad civil”– que se han converti-
trabajar sobre nosotros estimulando nuestra do en obstáculos para examinar críticamente
“agencia” y “elección” antes que suprimién- las relaciones de gobierno que estructuran
dola. Un programa complicado para fortale- nuestro presente de manera que revelan lo
cer a las madres solteras, entrenándolas para que podría haber sido o lo que todavía pue-
examinar sus propias vidas, vigilar sus hábi- de ser.
tos y maximizar las conductas exitosas en la Para ilustrar esta idea, pasaremos a un aná-
búsqueda del empleo, por ejemplo, podría ser lisis más sustantivo de un problema particu-
leído como otra pesadilla del control social lar que ha surgido en nuestro presente, a sa-
orwelliano, pero también quizás podría ser ber: la cuestión de la “comunidad”.
considerado más útilmente como un modo En primer lugar, presentaremos un resumen

10
Ver Cruikshank, Bárbara. The will to empower.
Cornell University Press, 1998.
Gobernando la comunidad, gobernando a través de la comunidad 13

breve de cómo la idea de “comunidad” se ha welfarista– y luego a analizar críticamente


hecho relevante –lo que requiere una mirada cómo el gobierno está cambiando en estos
rápida al surgimiento y la caída del gobierno días bajo el estandarte de “comunidad”.

La muerte de los social y el surgimiento de la comunidad

Uno podría contar la historia del surgimien- tan posmodernos como para creer que la cau-
to y la caída del “Estado de bienestar” de salidad es un mito o que la función económi-
diversas formas, tal como lo indica la vasta ca no tiene valor analítico; se trata simple-
literatura sobre el tema. Se podría poner el mente de decir que el análisis que sigue no
énfasis en la función económica del Estado presupone ninguna epistemología u ontolo-
de bienestar en la estabilización del capitalis- gía en particular, manteniéndose como si fuera
mo, como lo hicieron los académicos que tra- agnóstica en cuestiones filosóficas básicas.
bajan en la tradición de la Economía política; Así, esta explicación es compatible con una
o se podrían acentuar los cambios tanto en variedad de perspectivas filosóficas y nor-
las mentalidades prevalescientes como en el mativas. Liberales, comunitaristas, republica-
poder relativo de los grupos de presión y las nos civiles, feministas y izquierdistas
elites, tal como lo han hecho los politólogos postmarxistas seguirán teniendo diferencias
y sociólogos convencionalmente. Para nues- acerca de qué es exactamente “lo que hay
tros propósitos, sin embargo, no es necesa- que hacer”, pero podemos llegar a cierto
rio tomar partido en las eternas disputas res- acuerdo a nivel de la descripción analítica.
pecto de si los cambios en el gobierno esta- El desarrollo del tipo de gobierno que cons-
tal se basan en requisitos económicos, en tituye “lo social” (en el sentido de Jacques
innovaciones ideológicas o en el poder cam- Donzelot) está íntimamente ligado a lo que
biante de los grupos de presión. La perspec- Nikolas Rose llamó “welfarismo”. Con esta
tiva del gobierno delineada en la primera sec- lógica, los Estados asumieron responsabili-
ción nos permite dejar a un lado las intermi- dad sobre algunos de los riesgos asociados
nables discusiones sobre causalidad y con el trabajo asalariado y con la urbaniza-
función, concentrándonos, en cambio, en lo ción y se comprometieron a minimizar tales
que llamamos una descripción analítica de riesgos directamente (por ejemplo, mediante
los cambios en la práctica de gobernar. la construcción de alcantarillas para dismi-
Nuestro enfoque es analítico en el sentido nuir riesgos higiénicos) o a asegurarlos co-
de que busca resaltar los cambios más im- lectivamente, primero a través de formas de
portantes que han tenido lugar en una varie- provisión de asistencia a quienes efectiva-
dad de campos antes que proveer una expli- mente lo necesitaran y, luego, con progra-
cación exhaustiva de un campo en particu- mas universales tales como las jubilaciones.
lar; pero es descriptivo antes que explicativo Los mecanismos desarrollados en las socie-
respecto de la ciencia social porque evita- dades industrializadas en el siglo XIX y en el
mos hacer afirmaciones ontológicas acerca comienzo del XX para minimizar y regular los
de causas y de funciones. Esto no quiere decir problemas socioeconómicos causados por la
–nos apresuramos a agregar– que seamos expansión acelerada de las relaciones capita-
14 Mariana Valverde y Ron Levi

listas –salud pública, seguridad social, edu- el Estado, los subsidios estatales a los indi-
cación pública, asilos y penitenciarias, etc.– viduos y organizaciones caritativas que tra-
se puede considerar que comparten esta ló- taban con –y constituían– los problemas
gica del welfarismo. “sociales” y medidas aparentemente neutra-
La colectivización de ciertos riesgos selec- les en términos ideológicos como la determi-
cionados fue posible debido a diversas in- nación de estándares nacionales de moneda,
novaciones técnicas, desde la inspección y pesos y medidas12.
medición física de las residencias, calles y Las instituciones y las formas jurídicas, casi
lugares de trabajo, hasta las técnicas para ni es necesario decirlo, eran una dimensión
grabar información sobre un “caso” indivi- crucial de estas innovaciones en el gobier-
dual y agregar datos usadas por los expertos no. El Derecho Administrativo, por supues-
en salud pública y por las agencias estatales to, simultáneamente invocó y constituyó el
que otorgaban pensiones y asistencia. Re- “bien público” desde su desarrollo en Euro-
cién en el siglo XIX se volvió posible pensar pa luego de la paz de Westfalia, y fue, en este
en viejas cuestiones, como la pobreza en tér- sentido, crucial en la conformación de esa
minos de “sociedad” –y, más específicamen- entidad aparentemente eterna, pero de he-
te, como problemas sociales, un término que cho específica, conocida como “sociedad”.
surgió en Francia e Inglaterra en la década de La administración del siglo XVIII, en tanto,
183011–. Incluso antes del surgimiento de la se había desarrollado ampliamente bajo la
seguridad social y de programas similares, a rúbrica del “poder de policía del Estado”, una
mucha gente, especialmente en Europa del forma de autoridad que involucró grandes
norte, no se la gobernaba en nombre del rey poderes para regular los detalles minuciosos
o del estado sino en nombre de la sociedad. no sólo de los espacios e instalaciones pú-
“Sociedad” no era una innovación discursi- blicas tales como canales, puertos y cami-
va: no fue construida en la mente de sociólo- nos, sino también de espacios privados13.
gos como Durkheim. Estaba conformada por (Los pensadores administrativos de ese si-
el impacto silencioso de innovaciones “téc- glo usualmente dividían el gobierno político
nicas” tales como la educación provista por en tres áreas: primero, las relaciones exterio-

11 13
Estudios que analizan el modo en que viejos pro- Contra la historia tradicional, que ve el surgimien-
blemas como la pobreza fueron rereconcebidos como to del liberalismo del siglo XIX en oposición a los
“sociales” en el siglo XIX, desde la perspectiva de la antiguos poderes de policía asociados con la tiraní
gubernamentalidad incluyen: Procacci’s, Giovanna. a real, Bill Novak sostiene persuasivamente que los
Gouverner la misere. París, 1992; Donzelot, Jacques. poderes de policía florecieron en los Estados más
La police des familles, publicado en inglés como liberales de los Estados Unidos del siglo XIX: Novak,
The Policing of Families. Londres, Hutchinson, B. The People Welfare. Chicago, University of
1979; de este mismo autor, L’invention du social. Chicago Press, 1996. Su argumento podría funcio-
París, 1984, y de Mitchell, Dean. The constitution nar también para el Reino Unido. La evidencia para
of poverty. Londres, Routledge, 1991. esto podría encontrarse fácilmente en la riqueza de
12
Sobre la importancia de los estándares industriales los poderes locales discrecionales documentada en
y las medidas y pesos uniformes, ver Ewald, Franç los volúmenes múltiples de la historia del gobierno
ois: “Norms, discipline and the law”, en Robert Post local inglés de Sydney y Beatrice Webb, publicada
(Ed.). Law and the order of culture. Berkeley, hace 90 años, pero ningún académico inglés con-
University of California Press, 1991. temporáneo ha producido un trabajo similar al de
Novak.
Gobernando la comunidad, gobernando a través de la comunidad 15

res militares y comerciales; segundo, la polí- se refieren a la duración de la jornada laboral


tica y la práctica fiscal; tercero, la policía, que o a la edad mínima de los trabajadores) pue-
abarcaba la mayor parte del resto, desde el den ser consideradas como enraizadas en la
sistema jurídico en el sentido estricto a la pro- antigua tradición jurídico-administrativa que
moción de las artes y de la cultura y la regu- se remonta a las regulaciones de las ciuda-
lación del comercio peligroso14.) des en el Medioevo, una tradición cuyo eje
Las múltiples “regulaciones policiales” de central e ignorada racionalidad era el “orden”
las ciudades y Estados del siglo XVIII, que (no el delito). De todos modos, aunque mu-
gobernaban sobre, por ejemplo, dónde uno chas de las herramientas que construyeron
podía construir un almacén, cuándo los bom- el “Estado de bienestar” fueron bien desa-
beros tenían permitido demoler edificios por rrolladas por la Polizeiwissenschaft del siglo
razones de seguridad sin la necesidad de ex- XVIII y encarnadas en las prácticas munici-
propiar y la cantidad de polución física o pales de regulación, recién en el siglo XIX
moral que podía ser tolerada en las áreas re- este tipo de gobierno se empezó a hacer, no
sidenciales, no son tan conocidas por los ya en el nombre del “pueblo” (como en la
historiadores del Derecho como las medidas máxima jurídica inglesa: salus populi supre-
del siglo XIX para regular el trabajo y el capi- ma lex est) sino en el de una entidad más
tal desde el centro. Esto puede deberse a que amorfa y menos local, la “sociedad”15.
el poder de policía del Estado era –y en gran El Derecho Penal se transformó cambió de
parte sigue siendo– una cuestión que depen- una manera similar. Como mostró Foucault,
día de las municipalidades o provincias y, el castigo cambió drásticamente a comienzos
como tal, los historiadores del Derecho ten- del siglo XIX no tanto debido a sensibilida-
dieron a ignorarla. Desde el punto de vista des humanitarias o a la democracia popular
del gobierno, sin embargo, las cuestiones ju- sino al reemplazo de la lógica de la soberanía
risdiccionales tienen una importancia secun- por la lógica nueva de reformar, disciplinar y
daria y, entonces, no hay ninguna virtud par- maximizar lo que más tarde se llamarían “re-
ticular o capital intelectual en concentrarse cursos humanos”.
en el nivel “estatal” antes que en el munici- Siguiendo a Beccaria y Bentham, el pensa-
pal: el foco está puesto, más bien, en el modo miento jurídico en diversos sistemas jurídi-
de regulación antes que en su fuente. Si nos cos comenzó a definir al delito como un “daño
concentramos en las técnicas de gobierno a la sociedad” más que como una ofensa con-
antes que en la jurisdicción, las medidas jurí- tra el soberano y a modificar el castigo res-
dicas asociadas tradicionalmente con el “Es- pecto de esta nueva lógica social.
tado de bienestar” (por ejemplo, las leyes que Es posible probar que, si bien era presen-

14 15
Foucault realizó un intento inicial de elaborar la Ver los textos breves: “Society must be defended”
idea de “policía” en las conferencias que dio en Stanford y “Government, security, population”, ambos en
y en su ensayo sobre la “gubernamentalidad”. En el Rabinow, P. (Ed.). Ethics, Subjectivity and Truth:
mismo volumen en que tal ensayo se publicó en in- the essential works of Michel Foucault Vol. 1. New
glés hay un artículo valioso de Pasquale Pasquino York, New Press, 1997 (gran parte de lo que está en
sobre “policía”. Burchell, G.; Gordon, C. y Miller, P. dicho volumen puede encontrarse en francés en la
(Eds.). The Foucault Effect: essays on gubernamen- colección “Dits et ecrits”).
talidad. Chicago, Univ. Chicago Press, 1991.
16 Mariana Valverde y Ron Levi

tada por Durkheim y otros teóricos como un menos, de que se colectivizarían sólo como
objeto eterno, la “sociedad” se constituyó último recurso y después de mucho escruti-
en un tiempo y lugar en particular –Europa y nio tanto de los riesgos como de los indivi-
las colonias dominadas por Europa durante duos y familias involucrados. En las pala-
el siglo XIX– mediante un conjunto de técni- bras de Nikolas Rose: “En Gran Bretaña,
cas de gobierno específicas que van desde desde alrededor de la década de 1950 has-
lo mundano (la estandarización del uso hora- ta la década de 1980, aquellos a los que,
rio entre los pueblos y aldeas, que era nece- total o parcialmente, el Estado mantenía
saria debido al horario de los ferrocarriles) mediante beneficios... se decía frecuente-
hasta lo ambicioso (la construcción de refor- mente que estaban ‘en lo social’. Pero des-
matorios y penitenciarías). Aunque la dimen- de 1980 en adelante, estar ‘en lo social’
sión jurídica de este cambio importante sólo era estar problematizado de un modo par-
se ha investigado parcialmente, está claro que ticular. Aquellos que estaban en lo social
las innovaciones jurídicas documentadas, no no eran ciudadanos como uno que tenían
solamente en las áreas regulatorias y admi- derecho a ser sostenidos... se hablaba de
nistrativas sino también en el campo del De- ellos como si fueran un poco diferentes,
recho Penal, pueden entenderse como basa- devaluados, dependientes; los habitantes
das –y en cierta medida conducidas por– potencialmente peligrosos del territorio
este cambio general tanto en las relaciones marginal, la fuente de los problemas fisca-
de gobierno como en las imágenes y los idea- les, económicos y morales...16".
les de las autoridades. Mientras que estar “en lo social” era es-
Es posible sostener que el apogeo de la tigmatizado y denigrado, problemas antiguos
lógica de “lo social” tuvo lugar en el Estado como la pobreza y las enfermedades menta-
de bienestar posterior a la Segunda Guerra les se hicieron gobernables bajo un nuevo
Mundial. Fue en los años de la posguerra, eje: la “comunidad”. En lugar del trabajo so-
especialmente en Europa, cuando más se pro- cial, “desarrollo comunitario”; en lugar de
fundizó la colectivización de los riesgos bajo bienestar social, programas orientados ha-
el estandarte de la “sociedad”. cia la comunidad; en lugar de asilos, salud
Y, sin embargo, sólo unas décadas des- mental comunitaria... y así sucesivamente.
pués de la gran victoria “social” que signifi- Entonces, si la “sociedad” era tanto el me-
có la victoria del Partido Laboral inglés en la dio como el fin del tipo de gobierno asocia-
elección posterior a 1945, Margaret Thatcher, do con el welfarismo, la “comunidad” surge
como primer ministro de Inglaterra, pudo ha- como una suerte de reemplazo neoliberal para
cer un pronunciamiento que se volvió muy la “sociedad”. Incluso Margaret Thatcher,
famoso: “No hay tal cosa como ‘la socie- la enemiga declarada de “la sociedad”, pro-
dad’ –dijo–, sólo existen los individuos y bablemente diría que “la comunidad” es tan-
sus familias”. Éste fue un anuncio de que to real como valiosa –esto es, disfruta de un
los riesgos no se colectivizarían más o, al estatus privilegiado ontológica y normati-

16
Nikolas Rose, Powers of Freedom: reframing
political thought. Cambridge, Cambridge University
Press, 1999, p. 99.
Gobernando la comunidad, gobernando a través de la comunidad 17

vamente. De hecho, a lo largo del espectro Los términos vagos son notoriamente úti-
político, desde el neoconservadurismo has- les tanto en el Derecho como en la política.
ta la democracia social, difícilmente uno pue- “Comunidad” está en los labios de todos
da encontrar una idea que sea más popular porque es una palabra que puede servir de
que la de “comunidad”. El término prolifera diferentes modos a todo tipo de autoridad.
precisamente porque, tal como sostuvo Veamos cómo dos problemas particulares se
Roger Cotterell en su estudio acerca de cómo discuten apelando a “la comunidad”, en un
se describe a “la comunidad” tanto en el De- análisis que sostiene que el uso de ese térmi-
recho inglés como en el estadounidense, es no no puede descartarse como mera retórica
“irremediablemente vago”17. porque indica y está ligado a cambios sus-
tantivos en las prácticas de gobierno.

Gobernando los problemas a través de la “comunidad”

En esta sección usaremos dos campos de de beber, alcanzó un grado de complejidad


investigación con los que estamos familiari- burocrático muy alto en países con una tra-
zados para examinar más concretamente los dición protestante, como Finlandia, Estados
modos en que hemos llegado a ser goberna- Unidos y Canadá. El segundo campo es la
dos a través de la “comunidad”. El primero proliferación, en Norteamérica, de las nue-
involucra las regulaciones jurídicas y admi- vas leyes que establecen la “notificación a la
nistrativas de la venta de bebidas alcohóli- comunidad” cuando los delincuentes sexua-
cas –un campo de gobierno que surge con les son liberados de la cárcel.
las regulaciones de policía europeas del si- Seguidamente, entonces, examinaremos
glo XVIII mencionadas anteriormente–. Si esas leyes y algunas decisiones judiciales
bien casi no existía en países con una actitud que las autorizan o bien las anulan para dis-
favorable al consumo de alcohol, como Es- cernir cómo se constituye la “comunidad”
paña y Francia, este campo de gobierno, que en este nuevo campo en particular.
abarca bastante más que la mera conducta

“Comunidad” en el gobierno del consumo: la constitución del orden público

Tanto en Canadá como en Estados Uni- durante la Primera Guerra Mundial, una par-
dos, el otorgamiento de licencias para esta- te de los “poderes de policía del Estado” y,
blecimientos públicos donde se pudiera be- como tal, primariamente municipal. El movi-
ber fue, en las décadas anteriores a la entra- miento de la templanza se aprovechó mucho
da en vigencia de la prohibición nacional de la corrupción real y potencial en las deci-

17
Cotterell, Roger. Law’s community: legal theory vernance of crime: appeals to community and
in sociological perspective. Oxford, Clarendon Press, partnerships. Oxford, Clarendon Press, 1997.
1995. Ver también Crawford, Adam. The local go-
18 Mariana Valverde y Ron Levi

siones municipales de otorgamiento de li- licencias para la venta de bebidas alcohóli-


cencias, en parte debido al éxito ideológico cas, curiosamente, no es la de las personas
de las imágenes, promovidas por dicho mo- que beben. En las audiencias del Liquor
vimiento, de los dueños de los bares en con- Licencing Board of Ontario, la “comunidad”
nivencia con los concejales corruptos de la termina siendo constituida por “los residen-
ciudad. Todas las jurisdicciones eligieron al tes”, y eso, a su vez, significa “los residentes
fin adoptar un sistema provincial o estatal respetables”19. Los clientes potenciales o
de otorgamiento de licencias después de que reales no suelen aparecer en las audiencias
se revocara la prohibición (al final de la dé- ni tampoco mandan cartas.
cada de 1920 en Canadá, y en 1933 en Esta- Esta exclusión de los consumidores es si-
dos Unidos). milar al modo en que se fabrica la “comuni-
Otras funciones provinciales/estatales – dad” a los efectos de gobernar la prostitu-
por ejemplo, la construcción de asilos para ción: en las discusiones en el marco de la
enfermos mentales– no estuvieron sujetas a “policía comunitaria” acerca de la prostitu-
ningún tipo de consulta con la comunidad. ción callejera, la “comunidad” siempre pare-
Sin embargo, el otorgamiento de licencias ce estar formada por los residentes respeta-
para la venta de bebidas alcohólicas –dadas bles, nunca por quienes compran o venden
sus raíces profundas en las herramientas sexo.
municipales para lograr “el bienestar del pue- A los efectos del otorgamiento de licen-
blo” y el orden público, pero probablemente cias para la venta de bebidas alcohólicas, la
debido en gran medida al poder político des- “comunidad” se ha construido con aquellos
mesurado de las organizaciones prohibicio- que dicen estar real o potencialmente daña-
nistas–, desde un principio se organizó para dos por el desorden generado por los esta-
generar una “alianza” legalmente obligatoria blecimientos licenciados. El proceso de otor-
con la “comunidad”. La expresión jurídica gamiento de licencias deja algún espacio para
más clara de esto es el modo en que las soli- el interés económico de quien tiene la licen-
citudes de licencias para vender bebidas al- cia –usualmente representado por un aboga-
cohólicas eran y siguen siendo rechazadas do– pero no hay espacio para que los consu-
por el cuerpo estatal o provincial a cargo si midores hagan escuchar su voz.
“la comunidad” manda cartas y peticiones Un barrio de clase trabajadora en Toronto,
objetando al establecimiento en particular de Parkdale, en el que residen muchos ex enfer-
que se trate18. mos mentales y que tiene una mala reputa-
La comunidad que se contempla, y a la que ción en materia de prostitución y venta de
se le da voz en las leyes de otorgamiento de drogas, experimentó la formación de un gru-

18
Los archivos históricos del Liquor Licensing Board contesta un cambio propuesto (usualmente, una sus-
of Ontario, disponibles en los Archivos de Ontario, pensión de la licencia). No hay ninguna otra ley que
en Toronto, están repletos de documentos que con- establezca este mecanismo único para que la comu-
tienen peticiones, habitualmente con cientos de fir- nidad haga conocer su opinión respecto de otro tipo
mas, en contra de ciertos establecimientos. Todavía de establecimientos que también podrían generar
hoy se les da gran importancia a las objeciones de ruidos u otros inconvenientes.
19
los vecinos respetables, expresadas en las reuniones Esto está basado en la lectura de las actas del
públicas que son obligatorias en los casos de solicitu- Liquor Licencing Board of Ontario.
des de nuevas licencias o cuando un establecimiento
Gobernando la comunidad, gobernando a través de la comunidad 19

po de vecinos respetables –actuando bajo el que, al menos, tuvo un potencial de éxito


estandarte de la “comunidad”– para presio- mayor. Entre otros factores, las leyes de otor-
nar a la policía para que hiciera más arrestos gamiento de licencias les dan un poder dis-
relacionados con la prostitución y las dro- crecional inmenso a los administradores de
gas. Este esfuerzo de participación de la co- la Alcohol and Gaming Commission of Ontario
munidad en la entrada en vigor del Código para denegar licencias a ciertas personas o
Penal recibió mucha atención por parte de la para incluir condiciones (tales como horarios
prensa y de la policía misma, pero la gente reducidos) a la licencia otorgada a un esta-
involucrada en el proyecto no lo vio como blecimiento en particular. El grupo local au-
un gran éxito porque ni la prostitución ni la todenominado “la comunidad” puede, enton-
venta de drogas disminuyeron visiblemente. ces, enviar informes regulares a la Alcohol
Los vecinos respetables subsecuentemente and Gaming Commission of Ontario acerca
pasaron a prestarle atención a la maquinaria del desorden observado inmediatamente fue-
del otorgamiento de licencias para la venta ra de los bares y restaurantes y la Comission,
de bebidas alcohólicas para obtener el mis- luego, puede amenazar a tales establecimien-
mo objetivo (esto es, tomar el control de la tos con sanciones (que sólo pueden ser ape-
“comunidad” y excluir a los indeseables, con- ladas en forma muy limitada porque la licen-
siderándolos como amenazas antes que como cia hace que tener un restaurante o un club
miembros de la comunidad). nocturno sea un “privilegio”). El gobierno
Así, formaron un grupo para presionar a la del desorden es, por lo tanto, efectivamente
Alcohol and Gaming Commission of Ontario subcontratado a los managers de los bares y
para ejercer una vigilancia mayor sobre los hoteles, los cuales no dudarán en usar la fuer-
establecimientos licenciados y su medio am- za, incluyendo el uso de “guardias”, para
biente immediato. Esto no se debió a una pre- asegurarse de que no perderán su licencia
ocupación por el beber en sí mismo; se trató para vender bebidas alcohólicas cuando se
de lo que entendían como una cuestión de los vea “tolerando” o promoviendo lo que el
orden público –conversaciones en voz alta, Liquor Licensing Act llama “embriaguez, con-
visible venta de drogas, peleas, etc.–. Lo que ducta pendenciera, alborotadora o desorde-
no habían podido lograr trabajando con la nada” (términos que podrían ser entendidos
policía para hacer cumplir el Código Penal, lo por un tribunal como completamente vagos
lograban mediante “los poderes de policía si fueran utilizados en un Código Penal, pero
del Estado”, más específicamente, la maqui- que persisten en el Derecho Administrativo).
naria administrativa del otorgamiento de li- Entonces, la policía del orden está efecti-
cencias para la venta de bebidas alcohólicas. vamente subcontratada con intereses comer-
A pesar de que existe tan sólo un estudio ciales dentro de “la comunidad” y las perso-
preliminar sobre esto, y en gran parte anec- nas, como los vendedores de drogas, son
dótico, lo que hace imposible concluir que forzadas a desplazarse a lugares menos fre-
este camino tuvo éxito desde la perspectiva cuentados 20.
de los vecinos respetables, uno puede decir Los objetivos de los vecinos respetables

20
El Liquor Licencing Act of Ontario establece que no sólo en sus instalaciones sino también en las
se pueden perder las licencias si quienes las tienen no cercanías (muchos Estados en los Estados Unidos
ejercen vigilancia con respecto a la venta de drogas tienen provisiones similares.
20 Mariana Valverde y Ron Levi

–que se llaman a sí mismos “la comunidad” y disfrutar tomando un trago o una comida
a los cuales se les da un lugar importante en en cualquier momento, razonablemente ea
las provisiones que se refieren al “interés mano, sin miedo a la violencia, la intimida-
público” en las leyes sobre otorgamiento de ción, o el desorden. Pero el alcohol y el de-
licencias– se alcanzan mediante una combi- lito siempre han estado vinculados y cues-
nación efectiva de poderes del Estado (el otor- tiones de orden público siempre han surgi-
gamiento de la licencia) e interés privado. do cuando un grupo de personas se junta,
Las quejas –a esta altura, meramente anec- en particular por la noche, para disfrutar
dóticas pero reveladoras– realizadas por una de pasatiempos populares22 (p. 1).
“patrulla vecinal” de otro barrio que alegaba Luego, el documento establece que regu-
que las prostitutas merodeaban un negocio lar la venta de alcohol tiene como primer ob-
de venta de donnuts, no produjeron ningún jetivo “proteger al público del delito y del
efecto porque estos negocios (que no ven- desorden” (p. 7) –una afirmación que cons-
den ni vino ni cerveza) no están sujetos al ternará a los educadores en salud pública–.
sistema de licencias. Este objetivo de orden público ya no se cum-
Nadie debería pensar que la provincia de ple, se nos dice, con el horario reducido para
Ontario es la única cuyas leyes supuesta- los bares, horarios que hacen pensar a los
mente regulan el consumo de alcohol para la turistas que Gran Bretaña es un lugar purita-
constitución y el mantenimiento del orden no y pintoresco.
público en las calles no en el nombre del Es- El horario reducido de los bares se impuso
tado ni del “poder de policía” sino bajo el por primera vez en el país mediante las regu-
estandarte benigno de la “comunidad”. laciones de la “Defensa del Reino” en la Pri-
El White Paper que recientemente publicó mera Guerra Mundial (DORA). Al reflejar la
el ministro del Interior británico, Jack Straw, lógica general de gobierno “social”, el hora-
acerca de la reforma del sistema de otorga- rio reducido –que durante muchas décadas
miento de licencias en el Reino Unido mues- también incluía el cierre obligatorio después
tra que no es así21. La primera oración de este del mediodía, el cual se hacía cumplir para
largo informe deja bien en claro que las refor- evitar que aquellos que no trabajaban toma-
mas en cuestión no tienen nada que ver con ran durante el almuerzo y la cena– se institu-
las altas tasas de cirrosis y con otros proble- yó en función de los miedos acerca de la in-
mas relacionados con el consumo de alcohol eficiencia de los trabajadores de la industria
que prevalecen en Gran Bretaña. En la tradi- de municiones. Curiosamente, las regulacio-
ción honorable de los poderes de policía se nes temporales estrictas se hicieron cumplir
construye el otorgamiento de licencias para por muchas décadas.
la venta de bebidas alcohólicas como una En tanto, Jack Straw ha decidido que las
maquinaria que no se usa para crear un con- regulaciones universales del cuerpo social
sumo saludable sino orden público: “Tanto están pasadas de moda y entonces nos dice
los ciudadanos como los turistas en este país que los ingleses ahora podrán “disfrutar” de
quieren –y deben tener– la oportunidad de

21
Home Office. Time for reform: proposal for the Disponible en el website oficial del Home Office).
22
modernisation of our licensing laws. April, 2000. El destacado es nuestro.
Gobernando la comunidad, gobernando a través de la comunidad 21

un trago en cualquier momento –pero, según y, entonces, son “establecimientos zánga-


resulta, no en cualquier lugar. nos”, incluso si la gente que acude a tales
El horario reducido universal no da lugar al lugares toma menos que la que a los bares de
universal otorgamiento de licencias; más clase trabajadora blanca. Pero las preocupa-
bien, será reemplazado por un sistema en el ciones en torno a los derechos humanos y
que los procesos locales determinarán qué los detalles jurídicos nunca han sido una ca-
establecimientos locales están sujetos al ho- racterística central de los esfuerzos de refor-
rario reducido. “La comunidad” tiene que ser ma del Nuevo Laborismo y no hay razón para
ahora movilizada para regular el horario de esperar que las reformas en el otorgamiento
cierre de los bares localmente. ¿Y cómo se de licencias para la venta de bebidas alcohó-
logrará eso? Las 65 páginas de detalles con- licas se desviarán de este patrón.
tienen numerosas innovaciones regulatorias, El punto que más nos preocupa aquí, sin
pero el mecanismo principal para asegurar las embargo, es el modo en que los nuevos po-
regulaciones basadas en la “comunidad” re- deres rígidos para la policía (que se extien-
sulta ser (no sorprendentemente, dada la an- den no sólo sobre espacios sino también
terior “Crime and Disorder Act” promovida sobre ciertas personas: la ponencia propone
por Jack Straw) la policía local. prohibiciones por diez años a los individuos
Entre otras cosas, el White Paper hace una que se consideren “borrachos habituales” en
apelación a “nuevos poderes rígidos para base a una ley que normalmente no se usa, la
que la policía pueda tratar instantáneamen- Habitual Drunkards Licencing Act de 1902)
te con la conducta violenta y desordenada se justifican bajo el estandarte de la seguri-
cerrando las instalaciones que los tenedo- dad comunitaria y el orden público. El infor-
res de licencias zánganos (sic) permitieron me plantea que el horario de clausura unifor-
que se conviertan en el centro de tal con- me impuesto anteriormente a todos los bares
ducta”. está pasado de moda y es irracional, y que el
La “comunidad”, entonces, se constituye régimen nuevo propuesto es “flexible” y está
aquí mediante el mecanismo de ley y orden atento a las necesidades locales.
de los “nuevos poderes rígidos” para que la Sin embargo, el nuevo régimen no se ca-
policía pueda clausurar los establecimientos racterizará por el libre comercio absoluto,
“zánganos”23. Esta normalización de las ins- porque la policía tendrá un papel de mucho
talaciones comerciales, por supuesto, abre la peso en cuanto a determinar las condiciones
puerta para nuevas formas de discreción dis- particulares de las licencias que gobernarán
criminatoria: la policía local bien podría deci- establecimientos en particular. La diferencia-
dir que los lugares que le sirvan a la gente de ción comunitaria estará ligada aquí a pode-
origen caribeño y en los que se toque música res policiales mucho más fuertes24.
rasta a un volumen alto producen desorden Esta breve mirada a ciertas medidas recien-

23 24
El que los establecimientos puedan ser disciplina- Formalmente, las licencias serían concedidas por
dos en el clásico sentido foucaultiano, como los in- un subcomité de consejales municipales (en vez de
dividuos, puede ser demostrado por el hecho de que por jueces de paz especializados, conocidos como
el Ontario Liquor Licencing Board ha demandado, “magistrados licenciadores”, como ocurre en el sis-
durante ocho décadas, un “Informe Mensual de Con- tema actual); pero la policía sería el cuerpo princi-
ducta” a cada bar y hotel. pal consultado por esta nueva autoridad local.
22 Mariana Valverde y Ron Levi

tes que “facultan” a las comunidades y a los un barrio del centro de la ciudad sabe, la “co-
cuerpos locales para participar en la regula- munidad” puede movilizarse fácilmente en
ción de la venta de sustancias problemáticas contra de algo –mendigos, polución, etc.–,
revela varias características que se repiten pero es muy difícil movilizarla para cualquier
en otros despliegues de la “comunidad”: cosa positiva. En el contexto de la justicia
- Si bien el término “comunidad” tiene con- penal y de la prevención del delito, esto sig-
notaciones de pertenencia e inclusión, en la nifica que la voz de la “comunidad” es exclu-
práctica la ”comunidad” usualmente se cons- sivamente la voz de la indignación moral.
tituye mediante la exclusión. Esto tiene dos - El Estado no es externo a la “comuni-
dimensiones: 1) la exclusión real de los inde- dad”. Él puede actuar –y frecuentemente lo
seables del grupo (prostitutas, “borrachos hace– como un catalizador para la organiza-
habituales”) que dice representar a la “co- ción de la “comunidad”. Esto es muy evi-
munidad”; y 2) el hecho de que los grupos dente en los grupos de “seguridad comuni-
comunitarios usualmente se organizan a sí taria” que usualmente están directamente
mismos como resultado de miedos o peligros organizados por las fuerzas policiales. És-
y raramente como resultado de una decisión tos, tal como muestra el estudio exhaustivo
positiva para construir o crear. Esto significa de Adam Crawford sobre la policía comuni-
que la exclusión es constitutiva de la “comu- taria en el Reino Unido, a veces terminan
nidad” y no simplemente una característica defendiendo el punto de vista de la policía
accidental que puede remediarse permitien- antes que bregar por los marginados25. Pero
do a algunos consumidores de alcohol o de también existe en formas menos visibles y
droga participar en las reuniones de “seguri- más complejas, en mecanismos tales como
dad comunitaria”. la consulta a la “comunidad” con respecto a
- El poder de la “comunidad” es en gran las solicitudes de licencias para la venta de
parte negativo. Como cualquiera que vive en bebidas alcohólicas.

Notificaciones a la “comunidad” de la liberación de delincuentes sexuales

La “comunidad” está siendo construida y vecinos bajo el estandarte de la “seguridad


movilizada muy activamente en los esfuer- comunitaria” en Estados Unidos y Canadá.
zos por generar “protección” y seguridad”, Mientras que en todos los Estados de Es-
los cuales presuponen que la policía pública tados Unidos hay en la actualidad un regis-
tiene una función limitada y que la sociedad tro de delincuentes sexuales, muchos de és-
civil necesita volverse activa en su propia tos también autorizan (y a veces obligan) a la
vigilancia. La liberación a la “comunidad” de difusión pública de la identidad y ubicación
los delincuentes sexuales que cumplieron de los ex delincuentes que presenten un ries-
sus penas de prisión ha sido un punto de go “de moderado a alto” de reincidencia.
partida para la movilización de los grupos de Las leyes que establecen esta notificación

25
Crawford, Adam. The local governance of crime. of social exclusion”, en Policy Studies 19 (3/4),
Ver también Crawford, Adam. “Community safety 1998, pp. 237-253.
and the quest for security: holding back the dynamics
Gobernando la comunidad, gobernando a través de la comunidad 23

han generado muchos comentarios jurídicos de los propósitos fundamentales del castigo
y periodísticos. Éstas buscan movilizar a la estatal, a saber: la disuasión. Otros tribuna-
“comunidad” para defenderse a sí misma; se les concluyeron que las notificaciones a la
alienta a los residentes a controlar su propia “comunidad” no revelan un intento de casti-
conducta (y la de otros miembros de su fa- gar sino que tienen un propósito meramente
milia, especialmente los niños) y a vigilar a regulatorio o administrativo.
la gente liberada de la prisión. A pesar de Los debates acerca de si ciertas medidas
que tienen menos importancia en Canadá, administrativas (por ejemplo, la detención de
estas leyes no existen solamente en los Es- los refugiados demandantes de asilo) pue-
tados Unidos. den verse como un castigo penal y, enton-
Las decisiones judiciales que se han ocu- ces, deben restringirse o reasignarse a orga-
pado de esta notificación a la “comunidad” nismos tales como los tribunales penales se
se concentran en si tal notificación constitu- presentan a menudo en la intersección entre
ye una pena a los efectos del análisis consti- Derecho y política pero, para nuestros pro-
tucional. Algunos tribunales decidieron que pósitos, es importante destacar otras tres di-
convierten al público en un agente encarga- mensiones, menos legalistas, de la notifica-
do de hacer cumplir la ley y, entonces, impli- ción a la “comunidad”.
can ilegítimamente a los ciudadanos en uno

Reconfigurando la relación entre Estado y “comunidad”

Tanto la estructura de las leyes como va- delitos muy específicos) en sus propios ba-
rias de las decisiones judiciales que mantie- rrios al convertirse en consumidores de in-
nen su constitucionalidad reconfiguran las formación sobre la prevención del delito y
relaciones de expertise y responsabilidad los individuos en particular.
entre el Estado y la “comunidad” (excluyen- Los estudios sobre otras cuestiones, tales
do a los acusados y penados por delitos) en como el robo a viviendas, también subraya-
la producción de seguridad. Esto trae a la ron que el rol de la policía pública es cada vez
superficie la idea de que el rol del Estado no más el de un mero proveedor de información
es ya proteger al “público” directamente sino tanto a las víctimas individuales como a otras
darle información –acerca de la ubicación de organizaciones, como, por ejemplo, las com-
los delincuentes sexuales, del “riesgo” que pañías de seguros. Los investigadores llega-
presentan o de qué pasos deben tomarse para ron a la conclusión de que los oficiales de
defender a la propia comunidad. policía dedican más tiempo a diseminar infor-
Esto implica que el Estado ya no puede ser mación y a actuar como “traficantes de co-
visto como el responsable de mantener la nocimiento”26.
seguridad pública; se responsabiliza a los La notificación, entonces, privatiza la vigi-
“ciudadanos” para evitar el delito (o ciertos lancia de determinados delincuentes. Este

26
Ericson, R. y Haggerty, K. Policing the risk society.
Toronto, University of Toronto Press, 1998.
24 Mariana Valverde y Ron Levi

cambio en el gobierno de los riesgos de cier- nidad” habitualmente invocan explícitamen-


to tipo de delitos es evidenciado, en el plano te a la familia como el núcleo donde el gobier-
simbólico, en el hecho de que la primera ley no de la prevención del delito tendrá lugar,
sobre la notificación de la liberación de de- sin demasiada atención a la capacidad o inte-
lincuentes sexuales, la “ley Megan”, se lla- rés de la familia en lograr tal objetivo.
mó de ese modo conscientemente a raíz de El gobierno mediante la notificación a la
una víctima específica. “comunidad” pone, por ende, un gran énfa-
Como ha señalado Jonathan Simon, para sis en los cambios que hacen al rol relativo
entender el gobierno neoliberal del delito es de los cuerpos del Estado, especialmente de
importante el hecho de que, en la actualidad, la policía, y de los cuerpos no estatales, como
las leyes no reciben usualmente el nombre las familias y “comunidades”, en el manejo
de estadistas sino de víctimas. Es como si de los riesgos del delito.
los ciudadanos cínicos del Estado postso- Si bien los tribunales no trataron esta cues-
cial no se identificaran con sus representan- tión importante en forma directa, ocasional-
tes oficiales sino sólo con las víctimas, mien- mente apuntaron el tema de la privatización
tras el Estado mira para otro lado. Y ese privi- de la vigilancia (en el marco de sus decisio-
legiar la experiencia de la victimización en la nes sobre problemas constitucionales). En
constitución de la “comunidad” llegó a un general, determinaron que está bien que las
extremo tal que, tanto en Canadá como en “comunidades” vigilen a los delincuentes,
Estados Unidos, la prensa ve en las decisio- ex condenados y a otros personajes riesgo-
nes de otorgamiento de libertad condicional sos en tanto no los golpeen o castiguen. Sin
a un individuo en particular una oportunidad embargo, la línea entre monitorear y acosar
para entrevistar a las víctimas o a sus fami- es muy delgada o inexistente.
lias y para preguntarles su opinión. Precisa- Es interesante señalar que, al mismo tiem-
mente, muchos familiares de víctimas se con- po que algunos tribunales están evitando que
virtieron en celebridades en sí mismos –por los gobiernos continúen acumulando infor-
ejemplo, el Sr. Goldman, el padre del hombre mación sobre los individuos y obligando a
asesinado junto con Nicole Simpson, cuya mantener esta información en secreto (como
cara se volvió extremadamente famosa a tra- vemos en varias leyes y políticas sobre “pri-
vés de ambos juicios contra O. J. Simpson. vacidad”), otros están autorizando a los in-
Se podría decir que las víctimas, sus familias dividuos privados a tener una información
y simpatizantes, de algún modo están reem- muy sensible acerca de sus vecinos y a “mo-
plazando a los criminólogos y a los oficiales nitorearlos”. El estandarte de la “comunidad”
de seguridad estatales. y las técnicas informales de vigilancia utiliza-
Es crucial notar que la “comunidad” por sí das por los residentes se combinan para au-
misma no camina por las calles. A los efectos torizar formas de poder que cada vez se tole-
de las leyes al estilo de la ley Megan –como ran menos cuando las usan los funcionarios
para tantos otros efectos (por ejemplo, el del Estado como si no hubiera nada incorrec-
cuidado comunitario de los ancianos), la “co- to en la vigilancia, en la observación jerár-
munidad” es operacionalizada fundamental quica y en el gobierno mediante el rumor y el
o incluso exclusivamente a través de las fa- moralismo en tanto sea la “comunidad” y no
milias. Las leyes de notificación a la “comu- el Estado el que lo haga.
Gobernando la comunidad, gobernando a través de la comunidad 25

El mito del extraño

Las leyes de notificación a la “comunidad” Esta manipulación de las herramientas de


implican que los delincuentes sexuales son clasificación de los riesgos para perpetuar el
personas que “nosotros” no conocemos. A mito neoconservador de las familias como
pesar de la evidencia producida por las cien- zonas de seguridad muestra que estas leyes
cias sociales, y difundida ampliamente por no sólo usan a la familia como una tecnolo-
los medios masivos de comunicación en los gía para el gobierno del delito sino que tam-
Estados Unidos, de que los niños tienen un bién gobiernan a la misma familia. De nuevo,
riesgo mayor de ser abusados sexualmente la coerción que la “sociedad” no se siente
cuando están en compañía de parientes tales cómoda de ejercer mediante sus delegados
como padrastros, tíos o primos o individuos parece no ser problemática si la despliegan
autorizados como maestros o guías Scout, las “familias” y “comunidades”.
estas leyes y el discurso que las rodea per- Haciéndose eco de las afirmaciones de
petúan el mito según el cual los delincuentes Thatcher respecto de que no existe la socie-
sexuales son “extraños”. dad, sino tan sólo los individuos y las fami-
De hecho, algunos Estados –por ejemplo, lias, y con relación a la constitucionalidad de
Nueva York, Nueva Jersey y Massachusets– una ley de notificación de la liberación de
clasifican a los ex delincuentes como si pre- delincuentes sexuales, la Corte Suprema de
sentaran un riesgo menor en el caso de que New Jersey sostuvo: “No vemos en este caso
la víctima fuera un pariente o un miembro del una sociedad clamando por sangre, pidien-
hogar, mientras que aquellos que abusan de do los nombres de los delincuentes sexuales
un niño con quien no tenían una relación pre- previamente condenados para castigarlos
via automáticamente ocupan un lugar en la ulteriormente, sino que vemos familias pre-
categoría de “alto riesgo”. ocupadas por sus hijos que quieren infor-
mación sólo para protegerlos”.

Riesgo y la nueva penología

Finalmente, y quizás más obviamente, las El riesgo tiene un rol dual y contradictorio.
leyes de notificación a la comunidad son tec- Mientras la comunidad se gobierna como un
nologías para evitar daños futuros que cen- calculador de riesgo racional que, con sufi-
tralmente usan clasificaciones de riesgos. De ciente información, continuará gobernándo-
la mano de la generalizada pérdida de fe en la se a sí mismo y a otros mediante medidas
rehabilitación y otros ideales del Estado de racionales, al criminal se lo define como ine-
bienestar, estas leyes gestionan a los delin- vitablemente “riesgoso” y –aun sin decirlo
cuentes mediante predicciones estadísticas parece afirmarse– como completamente no
(a pesar de que, a la vez, éstas están moldea- reformado por su estadía en la prisión. No
das por supuestos morales e ideológicos, puede esperarse que gobierne su conducta
como la idea de que el abuso sexual por un racionalmente.
pariente es menos probable que se repita que Esto sigue la tendencia que notaron Nikolas
el hecho por un extraño). Rose, Pat O’Malley y otros de que la privati-
26 Mariana Valverde y Ron Levi

zación de la gestión del riesgo no se entien- en la gestión del crimen y la producción de


de usualmente como universal. Los indivi- seguridad se concentran en la actualidad en
duos prudentes y sus familias, de hecho, son activar a los individuos y a las familias cons-
“empoderados” para gobernar sus propios truidas ideológicamente para calcular peligros
riesgos, mientras que a aquellos que son vis- y prevenir riesgos. El conocimiento, las habi-
tos como marginales sociales y morales se lidades y, a veces, los recursos son provis-
los trata como riesgos perpetuos para los tos por el Estado para alentar a los “clientes”
demás y no se les proveen recursos para y a las “comunidades” a tomar decisiones
manejar sus propios riesgos. (En el contexto personalizadas pero racionales. Esta estrate-
de la prevención del SIDA, por ejemplo, en gia de gobierno –que se combina con la cons-
muchas ciudades norteamericanas los hom- titución excluyente de las “familias” y las
bres homosexuales de clase media reciben “comunidades”– se concentra en la indivi-
información para gobernar sus propios ries- dualización antes que en el colectivismo. Hace
gos, pero se toman medidas, a veces median- que los sujetos racionales, prudentes y que
te el Derecho, para el gobierno coercitivo de se gobiernan a sí mismos estén listos y de-
aquellos que son definidos como “incapa- seosos de participar en la generación de se-
ces o reacios” a hacerse responsables de la guridad, un proceso que muchas veces causa
prevención.) directamente la re-estigmatización y el
Las leyes de notificación a la “comunidad”, destierro de los sospechosos de siempre,
por lo tanto, demuestran que los actores no quienes no tienen raíces, los “extraños”, los
estatales tienen un rol cada vez mayor en el que no tienen familia, aun cuando esas per-
manejo de los riesgos del delito. Reflejando sonas no sean, estadísticamente, la mayor
la lógica del gobierno neoliberal, los cambios fuente de peligro.

La “comunidad” y el gobierno del “no hacer nada”:


el vagabundeo de las pandillas en Chicago

Mientras que la lógica de la notificación a gilar el desorden urbano, elige como blanco
la “comunidad” de los delincuentes sexuales el vagabundeo de los individuos que razona-
descansa en la exposición de riesgos que se blemente se cree que son miembros de pandi-
sostiene que de otra forma estarían “escon- llas, así como también el vagabundeo de cual-
didos” –¿cómo pueden los miembros de una quiera que esté con tal individuo. Si bien las
comunidad protegerse a sí mismos sin saber lecturas más frecuentes de la ordenanza se
contra quién deben protegerse?–, una estra- refieren a la amplitud de sus objetivos, una
tegia reciente desplegada en la ciudad de Chi- lectura más detallada revela que la misma es
cago se sustenta en el control de riesgos realmente bastante estrecha. Según la orde-
aparentes haciéndolos desaparecer. nanza, “vagabundear” significa “estar en cual-
Después de realizar audiencias públicas quier lado sin ninguna razón aparente”.
sobre los problemas causados por las pandi- De acuerdo con el City Council de Chica-
llas callejeras, el Chicago City Council pro- go, la Gang Congregation Ordinance es una
mulgó en 1992 la Gang Congregation respuesta a los hallazgos de que “la presen-
Ordinance. Esta ordenanza, diseñada para vi- cia creciente de miembros de pandillas ca-
Gobernando la comunidad, gobernando a través de la comunidad 27

llejeras en espacios públicos ha intimidado miembros de la “comunidad” están ligados


a muchos ciudadanos que cumplen con la a la creación de espacios criminogénicos y a
ley y que, puesto que los miembros de las la pérdida de control de aquélla sobre el ba-
pandillas tienden a establecer un control rrio. La invocación de daños potenciales que
de dichos espacios mediante formas de inti- la “comunidad” puede sufrir, sin embargo,
midación sutiles –que, habitualmente, no provee el ímpetu para un cambio importante:
son delictivas en sí mismas– es necesaria no estar haciendo aparentemente nada, cuan-
una acción agresiva para preservar las ca- do uno parece ser un supuesto miembro de
lles de la ciudad y otros espacios públicos una pandilla en Chicago, se convierte en un
para que el público pueda utilizarlos sin riesgo que necesita ser controlado de modo
sentir miedo”. tal que los miembros de la “comunidad” pue-
En consecuencia, la ordenanza no se pue- dan seguir cumpliendo con su rol pleno de
de invocar si los individuos en cuestión es- ciudadanos a los que el ministro Thomas, de
tán realizando alguna actividad –incluso si la Suprema Corte de Estados Unidos, se re-
tal actividad tiene como objetivo intimidar a fiere como “gente decente, buena que debe
los transeúntes, reclutar nuevos miembros o luchar para superar su situación desespe-
vender drogas– porque define al vagabun- rada, contra todos los pronósticos, para sos-
deo como algo que “no tiene propósito apa- tener a sus familias, ganarse la vida, y se-
rente”. La ordenanza, más bien, está diseña- guir siendo buenos ciudadanos”.
da para terminar con la preocupación de la Si bien la Suprema Corte de Estados Uni-
ciudad de que, ante la presencia de policías, dos decidió que la Gang Congregation
los supuestos miembros de las pandillas se Ordinance de Chicago es inconstitucional, el
abstienen de llevar a cabo actividades ilega- texto de la decisión de la Corte abre la puerta
les pero su mera presencia trae aparejados para que versiones revisadas de esta orde-
efectos negativos para la “comunidad” y crea nanza armonicen este tipo de vigilancia con
un ambiente criminogénico. En lugar de es- la Constitución de los Estados Unidos.
perar a que se cometa algún delito, la orde- ¿Qué nos dice la Gang Congregation
nanza se concentra en los tiempos en los que Ordinance acerca de la naturaleza de la “co-
los supuestos miembros de pandillas están munidad”? La invocación de la “comunidad”
en los espacios públicos sin “propósito al- aquí abre un espacio conceptual entre la
guno” y, entonces, permite que estos indivi- moralidad y el daño: lo que se gobierna no es
duos (y cualquiera que esté con ellos) sean la inmoralidad de no estar haciendo nada (en
controlados sin necesidad una referencia a contraste con los pronunciamientos morales
alguna actividad en particular que estén ha- acerca del pecado mortal de la pereza en los
ciendo. En síntesis, la Gang Congregation últimos años), ni ningún daño real que los
Ordinance de Chicago está diseñada para miembros de la “comunidad” experimenten
controlar el “no hacer nada” como una forma (porque esta vigilancia, por definición, tiene
de evitar que se “haga algo”. lugar cuando estos individuos “no están
La motivación que subyace a esta medida haciendo nada”). En cambio, lo que deman-
reside en una preocupación específica en el da la tarea de vigilar el “no hacer nada” es el
marco de la teoría de “las ventanas rotas”: potencial para que la “comunidad” florezca;
frente al desorden urbano, se dice que la in- el supuesto “no hacer nada” de los “supues-
comodidad y el miedo experimentado por los tos miembros de pandillas” se interpone en
28 Mariana Valverde y Ron Levi

el camino de la facultad de los residentes de ministrativa –la ordenanza faculta a la poli-


caminar por las calles sin que se los moleste, cía a dispersar a los supuestos miembros de
lo que a su vez se vincula con la pérdida po- las pandillas y la negativa a cumplir con las
tencial de la “comunidad” en sí misma, que indicaciones de la policía es un delito–, la
podría a su turno impulsar más actividad de- Gang Congregation Ordinance proporciona
lictiva. seguridad y protección comunitaria sin in-
La “comunidad” es, entonces, la raciona- vocar directamente el Derecho Penal, con re-
lidad bajo la cual se controla el no estar ha- miniscencias a lo que Bill Novak llama el
ciendo nada. Al proveer una organización “bienestar del pueblo” y salus populi su-
focalizada de la discreción de la policía ad- prema lex est.

Del gobierno mediante la nostalgia al gobierno de las “comunidades”

Los autoproclamados teóricos comunita- ve por deseos inconscientes, símbolos y es-


ristas, como aquellos agrupados bajo el peranzas profundas, por intereses materiales
liderazgo de Amitai Etzioni en la red comuni- o por utilidades marginales. Por lo tanto, no
tarista norteamericana, explícitamente usan quisiéramos sugerir que el uso de “la comu-
el espectro de una “comunidad perdida” para nidad perdida” debería estar prohibido en el
promover cambios neoliberales y neoconser- discurso público sobre los problemas urba-
vadores en el gobierno. Ya sea que la comu- nos de gobierno. De todos modos, para la
nidad perdida se considere simplemente política del Derecho puede ser importante
como los míticos “viejos tiempos” que cada distinguir cuidadosamente las comunidades
generación evoca a medida que envejece, o míticas de las reales.
que se trate de un esfuerzo riguroso por re- Adam Crawford mostró que, en el contexto
cuperar una particular forma de comunidad de la prevención del delito, frecuentemente
histórica (tal como en la ética neoaristotélica se usa un argumento circular acerca de la
de Alistair MacIntyre, que ha sido extrema- pérdida de la comunidad: la gente asume que
damente influyente), en cualquier caso la es- “cuanta más comunidad, menos delito”; pero,
trategia gubernamental es la misma: el pre- cuando se les pide que describan el conteni-
sente y el futuro deben ser gobernados no do real de la “comunidad”, las personas di-
sólo en el nombre del pasado sino en el nom- cen: “Sabemos que solía haber más comu-
bre de un pasado perdido. nidad aquí porque había menos delito”27.
Las apelaciones a los mitos son una carac- Por supuesto, esto resulta análogo a la
terística necesaria del discurso político y éti- metáfora de las “ventanas rotas” que se ha
co, y nunca serán eliminadas a pesar de todo vuelto tan amada por las fuerzas policiales
lo que puedan argüir los teóricos de la elec- en muchos Estados: se nos dice que hay de-
ción racional para lograrlo. Ya sea para com- lito y desorden en esta área porque hay ven-
prar ropa nueva o para votar, la gente se mue- tanas rotas, pero si uno pregunta cómo es

27
Crawford, A. The local governance of crime,
1997.
Gobernando la comunidad, gobernando a través de la comunidad 29

que prueban la presencia del “desorden”, se ridad privada que ejerce un control mucho
responde simplemente “porque hay venta- mayor sobre quienes no son delincuentes
nas rotas”. En muchos casos, incluso los pero tienen la mala suerte de ser vistos como
barrios con ventanas en buen estado estan “indeseables”.
ansiosos con respecto a la ola de delito y Debido a tales problemas y a otros simila-
desorden sólo porque carecen de lo que la res que normalmente no se mencionan en
clase media reconocería como signos de “co- los panfletos, videos y presentaciones pú-
munidad”. En este caso, “ventanas rotas” se blicas informativas sobre la seguridad co-
convierte en una metáfora muy vaga para munitaria a través de los cuales los funcio-
“ausencia de comunidad de (clase media)”. narios estatales devuelven formas de cono-
Por ello, el informe de mayo de 2000 de la cimiento y de poder a la “comunidad”,
policía de Toronto acerca de la policía comu- queremos sugerir que es tiempo de pregun-
nitaria describe a una calle como “sufriendo tarse no cómo uno puede gobernar diversos
del síndrome de las ventanas rotas”, sin ha- problemas (personas alborotadas en los ba-
cer referencia a ningún síntoma visible de res, venta de drogas en las calles, ventanas
dicho síndrome. rotas) a través de las “comunidades”, sino
En tanto, hemos visto que involucrar a la cómo deberíamos gobernar la formación y
“comunidad” –o, en algunos casos, actuar los poderes jurídicos de tales comunidades.
en su representación– para gobernar direc- ¿Debería permitirse que un grupo de veci-
tamente a los ex delincuentes y para vigilar nos de la misma opinión se constituya a sí
y regular problemas de orden público, tales mismo como “la comunidad” a los efectos
como el ruido en las calles o la venta de dro- de la prevención del delito? ¿Qué esfuerzos
gas, es una estrategia que, si bien es loable deberían o podrían hacerse para darle una
porque intenta involucrar a los ciudadanos voz fuerte a aquellos que usualmente son
en su propio gobierno, no necesariamente excluidos antes de que la “comunidad” se
lleva a la democracia. Un delincuente sexual reúna por primera vez –la prostituta, el va-
liberado, al cual la “comunidad” vigila cui- gabundo, el adolescente que escucha músi-
dadosamente en cada una de sus visitas al ca a un volumen alto, el ex delincuente libe-
café, podría perfectamente preferir que su rado? ¿Hay algún lugar para el Derecho en el
conducta esté regulada por funcionarios del gobierno de las “comunidades” en sí mis-
Estado. Los adolescentes a los que les gus- mas, dado que se le ha devuelto tanta activi-
ta hacer skate y usar el espacio público para dad gubernamental a la “comunidad”? Si las
propósitos que no son los de los individuos “comunidades” están haciendo el trabajo del
adultos y sus familias de clase media, que Estado, ¿deberían rendir cuentas por las mis-
son la columna vertebral de la “comunidad”, mas razones por las que los funcionarios del
también son “desapoderados” por medio de Estado lo hacen? ¿A quién le tendrían que
las medidas jurídicas e informales que dele- rendir cuentas? ¿Cómo lo harían?
gan el control de las cuestiones menores de Para contrarrestar los efectos excluyentes
orden público a la “comunidad”. Del mismo de mucho de lo que hoy en día se está ha-
modo, las tendencias a aumentar la autono- ciendo bajo el estandarte de la “comunidad”,
mía jurídica de grupos tales como las “co- es fundamental prestarle atención no sólo al
munidades cerradas” habitualmente termi- discurso (por ejemplo, reemplazar el senti-
nan en la contratación de personal de segu- mentalismo nostálgico de Etzioni por una evo-
30 Mariana Valverde y Ron Levi

cación más fundada históricamente de cier- decirle a quienes estén en al frente cómo
tas comunidades perdidas para la historia) construir la democracia, pero los académicos
sino también a las tecnologías a través de las pueden ofrecer un servicio útil para los mo-
cuales los actores de la “comunidad” y los vimientos y para los funcionarios estatales
poderes del Estado nos están gobernando progresistas, ofreciendo descripciones ana-
actualmente. líticas de los modos en que estamos siendo
Uno podría criticar fácilmente el romanti- gobernados en realidad.
cismo que permea el discurso actual sobre la En el caso del “gobierno a través de la co-
“comunidad” pero, si bien puede ser intelec- munidad”, vimos que mecanismos tales como
tualmente satisfactorio, esto no ayudaría de- la organización de los comités de seguridad
masiado a sugerir alternativas para gobernar del barrio no necesariamente implican mejo-
de un modo diferente. Y, sin embargo, anali- ras democráticas. Generalmente, al analizar
zar las técnicas específicas por las que en la lo que realmente se está haciendo, sin emitir
actualidad se ejerce el gobierno, no prestarle ningún juicio a priori (por ejemplo, sobre si
atención a las cuestiones juridisdiccionales los proyectos de seguridad comunitaria son
u otros temas legalistas y tradicionales sino mejores o peores que la policía estatal tradi-
a la efectividad práctica de diversas técnicas cional), podemos ayudar a concentrar nues-
es una empresa para la cual los estudios tra atención colectiva en los detalles banales
foucaultianos sobre gubernamentalidad son de los que los “teóricos” habitualmente no
especialmente apropiados. Nadie que adop- se ocupan pero que determinan la forma de
te una perspectiva foucaultiana soñaría con nuestras vidas y nuestro mundo.

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