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ANTROPOLOGÍA ANDINA
Muhunchik – Jathasa
V 2, Nº 2
(julio - diciembre 2015)
Política editorial
DIRECTOR Y EDITOR
Enrique Rivera Vela
Universidad Nacional del Altiplano
ISSN: 2409-2789
Editorial .....................................................................................................................................5
1. Pozos, invernaderos y molinos de viento: un análisis de proyectos
fracasados en el Altiplano peruano ....................................................................................7
Wells, greenhouses and windmills: an analysis of failed projects on the
peruvian Altiplano
Ralph Bolton & Jhuver Aguirre
Normas editoriales.................................................................................................................141
Editorial
Nos place dar a conocer a los lectores, que luego de la evaluación realizada en meses
pasados, nuestra revista ha sido registrada e indizada en el catálogo Latindex (Sistema
Regional de Información en Línea para Revistas Científicas de América Latina, el
Caribe, España y Portugal), por lo que se encuentra expedita para ser evaluada y
solicitar su indización en SciELO Perú y otras, que estamos seguros se logrará
próximamente.
En este número, ofrecemos seis artículos de diversa temática y una entrevista.
La idea, a partir de este número, es publicar entrevistas a reconocidos antropólogos
peruanos y extranjeros que permitan acercar al lector al conocimiento de la situación
actual y los aportes que brinda la antropología en el contexto nacional y
latinoamericano.
El primer artículo titula “Pozos, invernaderos y molinos de viento: un análisis de
proyectos fracasados en el Altiplano peruano” escrito por Ralph Bolton & Jhuver
Aguirre, en el que presentan distintas experiencias de proyectos fracasados o fallidos
en algunas comunidades altiplánicas, generado por la impertinencia de propuesta y/o
ejecución, así como por el descuido de algunas ONG, la no continuidad de los
proyectos y/o la dejadez de los propios beneficiarios que se desentienden de los
mismos una vez culminado el proyecto. El artículo además de su carácter etnográfico,
nos lleva a la reflexión de lo que se debe hacer en el campo de la Antropología Aplicada
para evitar errores como los que se presentan.
Oscar Paredes Pando en el artículo “El Inca Garcilaso de la Vega en el mundo de
las identidades”, presenta una reseña analítica y reflexiva sobre la vida de Gómez Suárez
de Figueroa, hijo del Capitán español Sebastián Garcilaso de la Vega y de la ñusta Isabel
Chimpu Oqllo, prima de los incas Atao Wallpa y Waskar, nacido el 12 de abril de 1539, y
Resumen
Los antropólogos aplicados han tenido interés durante mucho tiempo en conocer
las razones del fracaso de muchos proyectos de desarrollo; sin embargo, a pesar
de la importancia de este tipo de investigación, son pocos los informes publicados
sobre algunos fracasos de los mismos. En la medida en que las ONG y las
agencias gubernamentales analizan sus fracasos, los resultados rara vez se
comunican en la literatura profesional. A lo largo de los Andes, la gente está
acostumbrado al ciclo recurrente: la propuesta de un proyecto, el entusiasmo de la
comunidad, la implementación del proyecto y su eventual abandono. El paisaje
rural del Altiplano está llena de la evidencia física de proyectos fallidos y
esperanzas frustradas: por ejemplo, invernaderos sin techo, pozos con bombas
que no funcionan y sistemas de calefacción pasiva rotos. En este trabajo, tratamos
de identificar algunos de los factores que contribuyen a este proceso tan
derrochador de los escasos recursos.
Palabras clave: Altiplano, desarrollo, fracasos, proyectos.
Abstract
Anthropologists have for many years had an interest in the reasons for the failure
of many development project. Despite the importance of this type of
investigation, few studies of failures have been published. To the extent that
NGOs and government agencies analyze their failures, the results are rarely
communicated in the professional literature. Throughout the Andes, people are
accustomed to the recurring cycle: project proposal, community enthusiasm,
project implementation, and eventual abandonment of the project. The rural
landscape of the Altiplano is littered with the physical evidence of failed projects
and frustrated hopes: for example, greenhouses without roofs, well with pumps
that do not function, and broken, passive home heating systems. In this article we
try to identify some of the factors that contribute to this process which is so
wasteful of scarce resources.
Keywords: Altiplano, development, failures, projects.
Antecedentes
La Asociación Americana de Antropología (AAA) tiene subgrupos basados en
especialidades. Los más grandes de estos grupos son llamados "secciones" y los
más pequeños son "grupos de interés". Uno de los grupos de interés más nuevos,
tiene como objetivo el estudio de las organizaciones sin fines de lucro. En la
reunión anual de la AAA en noviembre próximo, el grupo de interés de las ONG
ha organizado un simposio titulado "¿Esperanza abandonada? Cuentos etnográficos de
Sitios de Construcción y Ruinas de las ONG”. El resumen para el simposio señala que
las ONG tienden a mostrar en sus imágenes de propaganda a niños sonrientes,
cultivos florecientes, animales sanos y nuevas escuelas y clínicas bien equipadas.
No muestran imágenes de las escuelas sin techo y sin alumnos, o de bombas de
agua que no funcionan por falta de reparaciones. El resumen se refiere a la
ubicuidad de estos sitios, de proyectos fallidos, al que llama "ruinas". En este
artículo queremos analizar algunos proyectos fallidos, ruinas, que se encuentran
en el Altiplano peruano, pero es importante subrayar que este fenómeno no es
exclusivo del Perú, se trata de un problema global. Las ONG y las agencias
gubernamentales quienes buscan formas de mejorar las condiciones de vida en el
Altiplano a través de los años han implementado una variedad de proyectos en las
áreas de salud, nutrición, producción artesanal, agricultura, ganadería y vivienda.
Debemos preguntar hasta qué punto estos proyectos han sido exitosos o
fracasados. ¿Se puede justificar los gastos que se han invertido en éstas labores o
no?
Los Molinos de Viento de Pilcuyo y Pucachupa
En la década de 1960, Luis Gallegos fue técnico de desarrollo comunal del
Programa Puno-Tambopata (PPT), del Plan Nacional de Desarrollo del Sur del
Perú; casi veinte años más tarde, Gallegos (1983) describió un evento que tuvo
lugar en el distrito de Pilcuyo, en el sector aymara del Altiplano peruano cuando él
trabajaba con el PPT. La región alrededor del lago Titicaca frecuentemente sufre
diversos desastres naturales, los que infligen un tremendo daño a la subsistencia
de sus pobladores. Las sequías, las granizadas, las inundaciones de las tierras
cercanas al lago y las heladas son algo común. En 1966, una sequía amenazaba la
zona y las agencias gubernamentales diseñaron un plan para combatir el problema
en la comunidad de Pilcuyo, escavando un pozo e instalando un molino para así
suministrar agua a los campos de cultivos.
asistían a las charlas. Esto motivó que el Ministerio de Agricultura no destine más
presupuesto al proyecto, razón por la cual no se terminó con la construcción de
los reservorios ni la compra de las tuberías. Aunque algunos lugareños mencionan
que no saben por qué el gobierno cortó el presupuesto, ya que incluso el
presidente de la República Ing. Alberto Fujimori tenía que llegar para la
inauguración.
En la actualidad, muchos de los molinos han sido vendidos por los
comuneros; algunos dejaron que el viento vacíe todo el agua hasta que absorba
piedras y tierra, malográndose el sistema de succión, otros dejaron que el viento
los haga caer y venden las piezas de vez en cuando a los “cachineros” (personas que
compran cosas usadas) de Juliaca. Los entrevistados mencionan que sólo una
persona amarró la mariposa y que lo conserva en buen estado para venderlo,
pidiendo 5,000 soles por el molino en buen estado.
En las entrevistas realizadas, pudimos notar un factor importante que quizá
fue determinante en el surgimiento del conflicto al momento de la construcción:
los molinos, fueron instalados en líneas rectas respetando distancias, las familias
que estaban cerca a los molinos instalados, debían organizarse para coordinar
entre ellos el buen uso de los mismos. Es así que empezaron a surgir algunas
rencillas, y agravándose las que ya había entre vecinos, pese a que el proyecto aún
no estaba en funcionamiento. Esto es uno de los posibles factores que provocó
desinterés de parte de los comuneros beneficiarios.
La idea del proyecto era excelente, asumiendo que la calidad del agua a extraerse
del lago fuera buena y no salada (algo de lo cual no estábamos seguros). El
microclima de Ccotos podía permitir dos cosechas por año si se contaba con agua
de riego. El proyecto se puso en marcha. Los campesinos suministraron la mano
de obra, excavando un canal en un terreno rocoso. La agencia gubernamental
proporcionó el cemento para revestir el canal y la Alianza para el Progreso apoyó
con víveres para quienes trabajaban en él a través del programa Alimentos para la
Paz. Partí de la comunidad antes de que el proyecto hubiese quedado terminado.
Tengo entendido que el sistema de riego funcionó durante algún tiempo, pero se
malogró la bomba y alguien la robó, jamás se la encontró ni se la reemplazó. Y fue
así como el proyecto llegó a su fin, a pesar del considerable esfuerzo realizado y de
los gastos incurridos, el proyecto fue un fracaso.
el río Virú estuviera seco. Eventualmente se cavó un pozo, pero el proyecto fue
abandonado debido a la falta de interés de la población local así como a su
oposición, a pesar que se habían quejado durante años de la falta de agua y de
haber solicitado este mismo proyecto durante años. Holmberg analizó los
múltiples factores responsables por el fracaso del proyecto. Su informe puede
servir como un modelo para el tipo de evaluación requerida en el caso de los
proyectos que fracasan. Entre los factores importantes, Holmberg menciona
conflictos entre los partidos políticos en la zona, entre pequeños y grandes
propietarios, la ausencia de liderazgo efectivo, ciertas creencias mágico-religiosas
tradicionales y la falta de consultar a la gente local sobre sus conocimientos
técnicos de la situación del agua en la región.
Los pozos a los que se cava pero no funcionan son algo ubicuo en el
Altiplano y, tal vez también, en otras partes de los Andes. Las bombas se malogran
y no se las repara. Las reparaciones necesarias pueden involucrar una pieza de
metal pequeña y barata, pero nadie asume la responsabilidad de hacerlo. Hemos
visto estas bombas malogradas y fuera de funcionamiento en una tras otra
comunidad en las cuales trabajamos. Los pozos pueden estar en uso, empleándose
sogas y baldes para extraer el agua, pero los baldes se colocan en el suelo y cuando
Se han publicado informes recientes acerca del éxito de este tipo de programa,
implementado en el Altiplano por agencias gubernamentales y algunas ONG
(Aparicio, 2014; Kusimayo 2014). Podría ser demasiado pronto para saber si los
supuestos resultados serán sostenibles o no. Algunos proyectos que parecen
exitosos durante el primer mes o año, a menudo resultan ser un fracaso después
de un par de años. Por ejemplo, en la comunidad de Chijnaya se donó estos
“sistemas de calefacción” a los pobladores, fueron instalados, pero la mayoría de
aquellos con quienes hablamos sobre estos aparatos consideran que son inútiles,
que no funcionan. En efecto, se les conoce en broma como sistemas de
“chirifacción” (de chiri, el vocablo quechua para frío) y no de “calefacción”. Algunos
sostienen que después de instalado el sistema, las casas son más frías y no más
calientes. Incluso en el caso de funcionar estos sistemas tal como se afirma, será
interesante ver si los beneficiarios les hacen sus respectivos mantenimientos y/o
reparaciones cuando los materiales usados en su construcción se gastan o
malogran.
Invernaderos
Si consideramos los invernaderos como algo análogo, la prognosis podría
no ser buena. Durante más de cincuenta años, los médicos, los nutricionistas y los
expertos en desarrollo rural han señalado la necesidad de mejorar la dieta de los
campesinos del Altiplano incrementando el consumo de vegetales y frutas. Una
solución propuesta siempre es la construcción de invernaderos donde se pueda
cultivar cebollas, zanahorias, lechugas y otros vegetales para su consumo local. Es
posible que en el Altiplano haya algunos invernaderos que sí funcionan, pero
personalmente sólo hemos visto sus cascarones abandonados, usualmente con el
techo desmantelado o arrastrado por el viento. Esta es otra idea aparentemente
buena que no parece funcionar en la mayoría de los contextos del Altiplano. Un
ejemplo reciente fue el invernadero construido en el Centro Poblado de Chijnaya
con miras, no al cultivo de hortalizas, sino más bien para producir hierbas nativas
para el mercado. Este proyecto fue financiado por una ONG que buscaba
comercializar los productos. Pero sea cual fuere la razón, lo cierto es que la ONG
desapareció del lugar y hoy en día el invernadero no tiene techo y se encuentra
abandonado. Otra inversión desperdiciada.
Mencionan que esto duró algo de 5 años, puesto que había supervisores del
proyecto que insistían en que esto funcione. Cada cierta temporada les entregaban
semillas. Cuando terminó el proyecto, esto quedó sin uso. Uno de los factores que
influye es la dejadez de parte de los padres en seguir con el cuidado del huerto.
Ninguno de estos invernaderos funciona en la actualidad. En la comunidad de
Jallahua, incluso las paredes y hasta el cimiento del invernadero fue desarmado
para la construcción de viviendas. De acuerdo a las entrevistas, estos “módulos”
tuvieron un costo aproximado de 8,000 dólares cada uno. No podemos afirmar
que todo fue un fracaso, ya que el mobiliario continua siendo utilizando en los
ambientes de educación inicial.
En el año 2008 también se hizo nuevamente invernaderos, pero con la
finalidad de producir yerbas medicinales, aproximadamente 10 en todo el distrito
de Pucará. Este proyecto fue financiado por la GTZ alemana, hoy denominada
Cooperación Alemana de Desarrollo (GIZ). También duró el tiempo que el
proyecto estaba activo (alrededor de tres años). Este proyecto tenía la intensión de
producir yerbas medicinales como salvia, sábila, manzanilla, muña y otros. Incluso
hacían productos filtrantes de estas yerbas, y fue hasta ganador de un premio
otorgado por el Congreso de la República. Pero todo esto fue sólo por un
momento. En la actualidad, ninguno de los invernaderos funciona, todos están
con los techos caídos.
La más reciente experiencia, en cuanto a construcción de invernaderos, del
cual se viene haciendo un estudio más detallado, es la que fue ejecutado por
CARITAS – Puno, financiado por el Grupo Scotiabank. Este fue un proyecto
muy difundido, mostrándose como uno de los más exitosos; incluso lo difundían
como un gran logro en los televisores de las salas de espera del banco.
El proyecto en mención fue ejecutado en 2013 entre los meses de abril a
diciembre, su denominación oficial fue “Reducción de Riesgos en Familias de
Pucará”. El objetivo del proyecto fue reducir los efectos de las bajas temperaturas
a través de cuatro componentes: Viviendas Saludables, Salud, Seguridad
Alimentaria y Gestión de Riesgos. Esto se desarrolló en las comunidades de La
Unión, Pucarayllu, Alto Pucarayllu, Ccochapata, Sapanccota y Sorapampa. La
cantidad proyectada a beneficiar fue de 138 familias en las seis comunidades
mencionadas. Todas estas comunidades están ubicadas en una altura aproximada
de 3900 a 4300 msnm. La población se dedica principalmente a la crianza de
alpacas y a trabajos eventuales en los pueblos y ciudades cercanas. La
investigación se realizó en la comunidad de Pucarayllu, lugar donde se
construyeron 25 huertos familiares, de los cuales el 100% de ellos no funciona.
Cocinas ecológicas
El paisaje del Perú rural está literalmente cubierto de proyectos fracasados: los
que se iniciaron pero no se terminaron, y los que sí se terminaron pero no
recibieron mantenimiento. Uno encuentra proyectos abandonados dispersos por
todo el Ande, en una comunidad tras otra. Sin duda son muchas las razones detrás
de esta deplorable situación. El estudio de los proyectos fracasados nos ayudará a
comprender las razones por las cuales los planes salen mal. Está claro, sin
embargo, que un factor importante asociado con estos malos resultados es el
hecho que muchas ONG y agencias gubernamentales no mantienen una
presencia sostenida en las comunidades donde llevan a cabo un proyecto. Su
participación es a menudo de corto plazo y queda limitada a este único proyecto.
De este modo, cuando aparecen los problemas, no hay nadie que asuma la
responsabilidad de solucionar la deficiencia.
pero sin éxito todavía. Por ejemplo, el Proyecto Nuñoa construyó un prototipo de
cobertizo portátil para proteger las crías de las alpacas. Pero al parecer, después de
instalar el prototipo, nadie hizo un seguimiento de su eficacia, y de acuerdo con el
director de esa ONG, nada se supo de la experiencia4.
políticas y así por el estilo. Cada caso involucrará una combinación singular de
causas, pero al compararlos podremos establecer algunos principios generales que
afectan los desenlaces. Tal vez estos “estudios de caso” podrían pasar a formar
una serie regular publicada en línea en la página web del Colegio Profesional de
Antropólogos del Perú, o en alguna otra página de antropología. Proponemos
que una vez que contemos con un número suficiente de estudios de caso,
celebremos una conferencia para examinar este problema y publicar un volumen
con los mejores casos. Esta información debiera ser de considerable importancia
para todo antropólogo aplicado, pero tal vez sobre todo para los que trabajan en
una ONG o en agencias del gobierno involucradas en la promoción del desarrollo
y la inclusión social.
En este examen hemos enfatizado la necesidad de investigar los fracasos,
pero al mismo tiempo es esencial analizar aquellos proyectos que sí tuvieron éxito.
Ello será importante para comparar los éxitos y fracasos, a fin de poder establecer
así cuáles son los factores significativos que llevaron a un desenlace y no a otro. Se
deben estudiar los fracasos y los éxitos en las mismas comunidades. Este tipo de
investigación de corto plazo podría llevarse a cabo fácilmente como prácticas de
los estudiantes de antropología, como proyectos de curso o como temas de tesis.
Es de esperar que los resultados lleven a mejoras en el diseño y la implementación
de proyectos aplicados, a un mejor desempeño de las ONG y de las agencias del
gobierno en sus esfuerzos por mejorar la vida de la población de las comunidades
pobres, y a una mayor efectividad y sostenibilidad. La situación actualmente
existentente resulta desalentadora tanto para los pobladores como para las
agencias que suministran asistencia. El desperdicio de recursos de tiempo, energía
y financieros resulta indefendible. A los antropólogos aplicados les tocará un
papel importante a la hora de corregir esta situación. Es especialmente importante
que los antropólogos participen más activamente en el diseño de proyectos desde
el inicio. Aun bajo las mejores circunstancias, los recursos que podrían verse
dedicada a ayudar a las comunidades pobres son limitados. Es importante
utilizarlos de forma óptima.
Referencias bibliográficas
Aparicio, Galo Martín (2014). Casas calientes contra el frío andino. El País: El Periódico
Global. Rescatado de
http://elpais.com/elpais/2014/06/25/planeta_futuro/1403689551_322
622.html
Bolton, Ralph (2011) [1972]. “El Caso del Gringo Malévolo”. En: R. Bolton,
No Somos Iguales: Agresión, Autoridad y Conflicto en el Altiplano Peruano, (pp. 259-
292). Lima: Editorial Horizonte.
Bolton, Ralph, Aguirre, Jhuver y Ann Stromberg, Ann (2016). “Micropréstamos
en el Perú rural: el modelo Chijnaya de fondos rotativos”. En: J. Ávila y R.
Bolton (eds.), Antropología Aplicada en el Perú de Hoy: Estudios de Casos, (pp. 51-
84). Lima: Editorial Horizonte.
Gallegos Arreola, Luis (1983). “En Pilcuyo no funcionó el molino”. En: Album de
Oro: Monografía del Departamento de Puno. Tomo 10, pp. 103-105.
Holmberg, Allan R. (1952). “The Wells that Failed: An Attempt to Establish a
Stable Water Supply in the Viru Valley, Peru”. En: E. Spicer (ed.), Human
Problems in Technological Change, (pp. 113-123). Nueva York: John Wiley &
Sons.
Kusimayo (2014). Página de la ONG Kusimayo. Rescatado de :
www.facebook.com/media/set/?set=a.559679960746845.1073741830.19
8792450168933&type=1
2
Oscar Paredes Pando
Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco
Resumen
La niñez y parcialmente la juventud del Inca Garcilaso de la Vega (1616-2016),
transcurrió entre nobles subordinados y aventureros de poder creciente; hijo del
triunfante Capitán, y de la ñusta prima del Inca. Conforme crecía, su forzada
españolización negaba el mundo de su madre. Toda una vida muy compleja,
siempre acompañada de contrariedades. Fue testigo de la grandeza del Cuzco, a la
vez, de su saqueo y destrucción; también conoció a los responsables de la muerte
de su tío Atao Wallpa. Las deslealtades entre los castellanos, tal vez, le permitió
entender a los intrusos; era notorio el propósito de desindianizarlo, mucho más
cuando aprendía a rezar, también el latín que le hacía soñar en ir a Salamanca.
Seguramente conforme crecía, llegaban algunas preguntas, elementales de
formular, pero complejas de responder: ¿quién soy? ¿Inca? No, no, ¿mestizo? Tal
vez, tal vez, ¿español? Imposible, imposible. Entre afirmar y negar, siempre juntas,
como entre el Capitán y la ñusta Isabel, aquel “ñuqanchis” y “ñuqayku” sería toda
una ecuación cultural sin resolver, aunque nunca renunció heredad alguna. Los
conflictos los llevaba a su interior de manera muy consciente, inclusive palpando
las distancias de aquel “español” antes de su partida, a indígena, allá lejos.
¿Entonces, el pregonado mestizaje donde quedaba?
Abstract
The chilhood and a part of the youth of Inca Garcilaso de la Vega (1616-2016)
was among subordinated nobles and adventurers of increasing power. He was the
son of a triumphant Captain and an Inkan princess, cousin of the Inka. His
forced hispanized upbringing negated his mother's world. He had a complex a
life, always accompanied by setbacks. He witnessed the greatness of Cuzco, at the
same time their looting and destruction. He also met the responsibles for the
death of his uncle Atao Wallpa. The disloyalties among the Spaniards, perhaps,
allowed him to understand the intruders. The purpose to take his Indianess away
was noticeable, even more when he learned how to pray, and learn the Latin
language that made him dream to travel to Salamanca. Surely as he grew up, some
questions came to him, basic questions but very complex to answer: Who am I?
Inka? No, no, Mestizo? Spanish? Impossible, impossible. Between confirming or
negating, always a pair, just as Captain and ñusta the inclusive ñuqanchis and the
exclusive ñuqayku were a constant unresolved cultural quandary, although he did
not renounce to any inheritance. He consciously took the conflicts into himself,
even sensing the distance between the Spanish identity before his departure and
the Indigenous identity far away. Where then, was the announced miscegenation
or mestizaje?
Keywords: identities, Inka Garcilaso de la Vega.
Introducción
Juntamente con catorce universidades del mundo, desde la Presidencia de la
Comisión de Cultura de la Municipalidad del Cusco, el 2009, me correspondió
conducir el Programa de Conmemoración del Cuatricentenario de la edición de
los “Comentarios Reales” del Inca Garcilaso de la Vega3, evento que por su
dimensión internacional fue registrado y apoyado por la UNESCO, entidad que a
la vez tuvo la gentileza de otorgarme la medalla “Simón Bolívar”, gesto que me
compromete a estudiar y conocer mejor a quien sentó las bases de nuestro país.
La alta especialización de los ponentes, me permitió entender la dimensión
de aquella obra, sin embargo, como antropólogo buscaba entender al hombre y
persona que gestó aquel monumental legado, pues era evidente las complejidades
sociales y culturales que tuvo que enfrentar a lo largo de su vida, gran parte de
todo ello, se “reduce” en la cuestión de la identidad y lo identitario, aspecto
inherente a la condición humana.
Tal vez, al contrastarnos con los demás, nos conocemos y comprendemos
mejor, descubriendo nuestras particularidades; desde luego, como seres humanos,
todos somos iguales, pero diversos.
Nuestro punto de partida, fue la naciente estructura política surgida a partir
de 1529, años antes de lo ocurrido en Caxa Marka, cuando se creó y adjudicó a
Francisco Pizarro la Gobernación de Nueva Castilla en América del Sur. Estaba
sancionada la decisión de los grandes cambios, siendo tan solo cuestión de
tiempo, hasta que llegó noviembre de 1532 y Atao Wallpa fue muerto. Así, la
historia, nos entregaba una peculiar partida de nacimiento cuya validez ya se
prolonga más de quinientos años.
Una y otra vez tenemos que regresar a aquel tiempo y espacio, a manera de
inicio para explicar muchos de nuestros problemas, además, los procesos sociales
son un continuum con diversas velocidades, todo un reto para las ciencias
4
sociales, como escribe Hugo Neira : “desde abajo estamos ingresando con nuevas
capas emergentes a la globalización, donde la sociedad peruana se mueve más
rápidamente que sus antropólogos”.
Aquellos tiempos y espacios, se han convertido en referentes obligatorios,
aparentemente con nuevos inicios, resultantes de ciertas condiciones históricas,
con otros actores, caso de los aventureros castellanos y europeos en general,
quienes, luego de degollar o ahorcar al Inca Atao Wallpa, tomaron la
determinación de hacer de la Gran ciudad del Cusco, la mayor metrópoli del
continente; ciudad que simbolizaba a aquella sociedad, cultura y también al poder
en todas sus expresiones, para el efecto los aventureros quisieron otorgarle otro
comienzo con el acto de fundación, pretensión que lastimosamente selló el real
inicio del conflicto, aquello, ocurriría el 23 de marzo de 1534, atrevimiento que
buscaba negar la fundación mítica de la Ciudad “Cabeza de los Reynos del Perú”,
luego levantada por Pachacuti (Betanzos, 1999).
Si bien somos parte de una formación social, el Cusco, es el Cusco, expresa
todo un proceso social, tiene otro principio, menos difuso y sin perderse
demasiado en la leyenda, su misma dinámica fue distorsionada a partir de la
4 Neira, Hugo. ¿Cómo pensar esa tumultuosa emergencia?, Lima, El Comercio, 29 de mayo de 2016.
mayoría de los registros nacidos en el siglo XVI, distorsiones que nos exige toda
un replanteamiento, como una re lectura de todo lo ocurrido.
Los castellanos ya en el Cusco, “dueños de solares e indios”, se paseaban
sobre sus caballos, habiendo convertido la ciudad sagrada en un centro de
operaciones: transcurría el tiempo, iban y regresaban, entre triunfos y derrotas,
uno de ellos fue el Capitán Sebastián Garcilaso de la Vega, quien, en una
oportunidad, constató en las proximidades del Qorikancha, ya bautizado como
Santo Domingo, a un grupo de indios nobles ataviados con decoro y hasta con
lujo, ellos, tal vez buscaban cierta protección. El Capitán vio que sobresalía un
rostro juvenil en aquel grupo compacto, se trataba de la ñusta Isabel Chimpu
Oqllo, nada menos que prima de los incas Atao Wallpa y Waskar; la jovencita
empezó a inquietar al aventurero, éste luego frecuentaría el hogar de la india
noble, la hizo madre, así, nació el 12 de abril de 1539, el niño Gómez Suárez de
Figueroa; pasaron los años, abandonó aquel nombre para firmar y hacerse
conocer por siempre como Garcilaso Inca de la Vega, tal cual se le conoce.
Aquella determinación, no fue simple cambio de nombre, fue un acto que se
enmarca en las complejidades de la identidad. ¿Cómo surgió y se desenvolvió en
aquel hombre? En las siguientes líneas ensayaremos algunas respuestas.
5 Ideología, término formulado por Destutt de Tracy (1796), también ingresaría como matriz analítica hasta
nuestros días, aunque el contenido epistemológico otorgado, lo hiciera más complejo.
6 Fue tanta la capacidad de resistencia del mundo andino al propósito evangelizador de occidente, que en 1538,
el III Concilio Limense, dispuso el aprendizaje obligatorio de la lengua general (quechua o aymara) por parte
de los curas; asimismo la enseñanza obligatoria del castellano y el latín en los Colegios Reales.
de la madre acrecentaría su prestigio y jerarquía frente a “los otros”, los indios aún
de su generación, no necesariamente hijos de una ñusta de la nobleza.
Aquella pretensión del padre, en el fondo ahondaba la situación conflictiva
de Gómez Suárez de Figueroa. Su madre de una sociedad acosada, sojuzgada
pero de trayectoria gloriosa y digna, el padre, activista de la aventura y conquista,
quien cada vez desde el Cusco tomaba distancia de los demás, así, los indios
fueron quedando en sus pueblos, mientras que la ciudad cambiaba de perfil
urbano. El Cusco con solares, resultado de la distribución o “repartija”; otra de
las consecuencias, fueron las distancias sociales, los indios cada vez desprovistos
de sus derechos, pero con más obligaciones.
Se dice, manteniendo las jerarquías políticas, económicas y raciales,
mientras los naturales tributaran y sirviesen en la encomienda y en la mita, les era
permitido vivir de manera relativamente autónoma, conservando algunas de sus
instituciones sociales a condición de sujetarse a la fe cristiana. Esta situación se
daría probablemente al concluir la resistencia en Vilcabamba, por lo que no fue
conocida por Gómez Suárez de Figueroa, debido a su temprana ausencia, pero
muy bien informado a pesar de la distancia,
Obviamente fue en la morada de la madre india y noble, y la del padre
castellano y dominante, que empezaría la natural inquietud por su identificación
e identidad: ¿Quién soy? ¿Inka? No, no ¿Mestizo? Tal vez, tal vez ¿Español?
Imposible, imposible. Preguntas que empezaba a rondar su privilegiado cerebro.
Sin duda, debía establecer diferencias para definirse. Tal vez, también
buscaría contrastarse “con sus iguales”, quienes siendo hijos de los aventureros
en indias nobles, no merecían atención alguna de sus padres, como que sí él fue
recibiendo. La estructura naciente sería muy compleja, otros niños, hijos de
soldados sin jerarquía especial pero entre los mismos conquistadores y en “indias
comunes”, o hijos de padres desconocidos, de padres muertos en batallas, en fin
todo un enmarañado social, sobre todo por la línea paterna.
Bajo aquellas condiciones, a momentos Gómez Suárez de Figueroa, habría
de identificarse con su sentimiento de sí, cerca al mundo de su madre. Y a
momentos con la imagen del “otro”, o sea, su padre el Capitán, soldado
triunfante, pero en circunstancias perseguido, que llegó a ser Corregidor y Justicia
Mayor del Cusco, de quien aquel “hijo natural” fue su "escribiente de cartas".
La escuela parroquial habría de ser la institución donde se fue avizorando o
representando la composición de la sociedad, seguramente en su mayoría
quechua hablantes, cuyos padres pertenecían a la esfera dominante. Mientras
Estos abordajes son necesarios para las nuevas lecturas e inclusive para un
replanteamiento de la cuestión de las identificaciones e identidades, evitando así
todo subjetivismo. Hoy, no debemos seguir empantanándonos en estos temas
mediante dudosas categorías, como lo es la “aculturación”, que supone procesos
simples en la relación de dos o más culturas, donde determinados elementos
culturas fluyen sin dificultad alguna en uno u otro sentido; así, el resultado, sería
también las mutuas adaptaciones, lo que no es así, por cuanto, lo que existe es un
flujo hegemónico en uno u otro sentido, y que al final se forja una estructura
jerárquica, donde la cultura subordinada ingresa en un proceso de pérdida de
muchos de sus elementos.
En casos extremos aquella “aculturación” deriva en etnocidio, es lo que
sucedió con 1/5 de los pueblos de nuestro continente, que han dejado de hablar
su lengua indígena o “aborigen”, o con los 44 pueblos indígenas que utilizan
7
como única lengua el castellano . Desde luego, efecto no generalizable, pues,
depende de la capacidad de respuesta o resistencia de determinadas sociedades, de
ahí que luego de 500 años de presencia de occidente, hoy, la base socio-cultural
indígena de Centro y Sud América, está representado por 420 lenguas indígenas
en uso, donde además 5 Naciones étnicas superan el millón de habitantes:
Quechua, Nahualt, Aimara, Maya y Kiché.
Si nuestro país, es hoy, una sociedad pluri y multicultural, muy a pesar del
etnocidio y del genocidio de los quinientos años transcurridos, es debido a la
capacidad de resistencia de nuestras culturas, muchas de cuyas prácticas aparentan
un sometimiento a lo ajeno, pero que en el fondo, son un modo de garantizar su
existencia.
Gómez Suárez de Figueroa y su generación fueron gradualmente unos más
que otros en la búsqueda del “quien soy”, para así forjar una “conciencia del yo”.
Obviamente en el caso de nuestro personaje, nacido en el Cusco, centro del
mundo andino, aquel niño fue creciendo, atestiguando, y recibiendo la gran
herencia de una sociedad muy bien organizada.
Con los hechos ya conocidos y ocurridos durante el siglo XVI, todo
empezó a desgajarse, naciendo las preocupaciones de:
¿Quiénes somos?
¿Quiénes son los otros”?
7 Oscar Paredes Pando. Primer Diálogo de la Justicia Intercultural: Bases para la Institucionalización del Espacio
del Diálogo Intercultural. Conferencia disertada en la Corte Superior de Justicia del Cusco. Octubre, 08 de
2016.
Conclusiones
1. La primera generación de descendientes de los castellanos o hijos de los
conquistadores, entre ellos el Inca Garcilaso de la Vega, fueron víctimas del
complejo entrecruzamiento de categorías y narrativas identitarias acerca de
“él”, “nosotros”, “nosotros mismos” y “otros”.
8 Además de traducción, del italiano, de los Tres Diálogos de Amor del platónico León Hebreo (Madrid, 1590),
redacta la Relación de la descendencia de Garci-Pérez de Vargas (Lisboa, 1605), a cuya familia pertenece por
su padre; tan luego vendría su Relación de La Conquista de La Florida (1605). Toda aquella fructífera tarea es
coronada con los Comentarios Reales de los Incas (Lisboa, 1609) y la Conquista del Perú (1613). A final de su
vida, concluye con su último libro, Historia General del Perú, como segunda parte de los Comentarios, cuya
publicación fue póstuma (Córdoba, 1617), texto que hicimos re editada desde la Municipalidad Provincial del
Cusco.
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aliens/ gittcus/02.11.2016 /17.00 horas.
2
Victor Maqque
University of Notre Dame
Resumen
El período Tardo-colonial en el altiplano andino es mayormente conocido por los
famosos eventos como las Reformas Borbónicas, las grandes insurrecciones
indígenas y los efectos de la sangrienta represión colonial. Esa narrativa nos hizo
creer que el fracaso de esas insurrecciones y la eliminación de los caciques,
significaron el triunfo del gobierno colonial y la decapitación de las sociedades
andinas. En este ensayo demuestro que el factor fundamental para el
debilitamiento y eventual eliminación de los caciques fue la participación política
directa de estas comunidades. Así mismo, que las comunidades indígenas del
altiplano no fueron decapitadas políticamente, al contrario, lograron transformar
su cultura política desde abajo. Esta fue la formación de las bases de la cultura
política de las comunidades Indígenas. Este proceso explica en parte la
sobrevivencia de las comunidades, su participación en los procesos de la
independencia y en la historia sucesiva de la región.
Palabras clave: caciques, comunidades indígenas, cultura política,
política desde abajo.
Abstract
The Late-colonial Andes period had been mostly known for the Bourbon
Reforms, the massive “Age of Andean insurrections,” and the effects of the
bloody colonial repression. The defeat of the insurrections and the concurrent
erasure of the cacique figures had been mostly perceived as the triumph of the
colonial power and the decapitation of the Andean societies. In this essay I
demonstrate that it was the collective political participation of the communities
the fundamental factor for the erosion and eventual elimination of the caciques.
Thus, rather than being decapitated, the communities themselves carried out a
remarkable transformation of their political culture from below. This process
shows the formation of the basis of these communities' political culture and
explains, in part, their survival and their active participation during the
independence wars and subsequent history of the region.
Key words: caciques, indigenous communities, caciques, political culture,
politics from below.
Introducción
En 1754, la acción conjunta de las communidades de Anansaya y Urinsaya
del pueblo de Guaqui, ubicado al sudeste del lago Titicaca, muestra el cambio de
curso de la resistencia campesina ante las autoridades coloniales. El cacique y un
grupo de indios de la comunidad de Anansaya acusaron a don Pedro Marquez, el
3
cura local, de ser un opresor. Ellos contaron que el cura Marquez los obligó a
“cuidar sus ganados, trabajar en su residencia y sus tierras sin pago alguno y con
amenazas de severos castigos si no obedecían.” También dijeron que el cura
ordenó trasladar a todas las doncellas de la comunidad a su residencia. El cacique y
los comuneros consideraron que estas demandas eran extremadamente abusivas y
decidieron iniciar una denuncia formal. A escondidas viajaron a la ciudad de La
Paz y con ayuda de un abogado, amigo del cacique, presentaron una denuncia ante
la corte eclesiástica. Enseguida, la corte emitió una notificación para el cura
Marquez, que el mismo cacique se ofreció a llevar. El cacique sabía que en esos
días el cura se encontraba en el lugar llamado Tiahuanaco. Allí, en efecto encontró
3 Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia (en adelante ABNB), Expedientes Coloniales (en adelante EC) Nro.
49, (1754) “Comunidad de Guaqui contra caciques.” Denuncia presentada por Don. Sebastián Calisaia, Don.
Gerónimo Quispe Caguana, Don. Francisco Quespi Caguana, Don. Esteban Poma, indios principales y
originarios del ayllu Anansaya en Guaqui. Este es un extracto de un largo y complejo caso de litigación de estas
comunidades de Guaqui contra el cura local, sus caciques y el corregidor.
4 Durante la colonia, el ayudante del cacique era conocido legalmente como el “segunda persona.” La mayoría
de documentos coloniales sin embargo, tendían a llamarlo simplemente “segunda.” De aquí en adelante
también usaré el mismo título “segunda.”
5 ABNB, EC Nro. 49, (1754) “Comunidad de Guaqui contra caciques.”
6 Jilacatas (en idioma Aymara) en el periodo Tardo colonial se refería a comuneros escogidos para cargos de
servicio a la comunidad que durante la colonia eran considerados de menor jerarquía que el cacique. Los
jilacatas desempeñaban ese cargo por un año.
7 Véase también “The Indian Peasantry” de Bonilla (1987) y “From Two Republics to One Divided”, Thurner
(1997). Para un estudio comparativo de las luchas indígenas en India contra el régimen colonial inglés, ver los
trabajos de historiadores del sudeste asiático como “Peasants in India's non-Violent Revolution” Mukherjee
(2004), “Elementary Aspects of peasant Insurgency” Guha (1999), “Weapons of the Weak” Scott (1985),
“Imagined Communities” Anderson (1991) y “The Nation and its Fragments” Chatterjee (1993).
comercio libre (1778) entre Buenos Aires y España distorcionó los mercados
locales; que junto con los movimientos masivos de insurreción indígena y la
subsecuente represión colonial, contribuyeron a una coyuntura Tardo-colonial
convulsiva.8 Las comunidades en el altiplano habían litigado por tributo, mano de
obra, tierras y otras demandas desde inicios de la Colonia, pero la presión del
régimen colonial era sin precedentes. Por ejemplo, Sergio Serulnikov (2013, p. 20-
21), un influyente historiador argentino, documentó la suba del impuesto a las
9
ventas del 2% al 4% en 1772, y al 6% en 1776. Las aduanas impusieron impuestos
a artículos de uso frecuente como la coca y el aguardiente. Como en niguna otra
región, en el altiplano los corregidores como don Miguel Portillo de Huancané
impusieron el nefasto reparto de mercancias a indios, castas, mestizos y
españoles.10
La resistencia de las comunidades se fue transformando en acciones de
mobilización colectiva, litigios más numerosos y mayores demandas de
autonomía. Estas acciones revelan la transformación en la práctica política de las
comunidades. A lo largo de la colonia la práctica política de las comunidades
indígenas estaba caraterizada por la centralidad de la figura del cacique, era él
generalmente quien decidía y hablaba a nombre de la comunidad. Sin embargo,
gradualmente desde mediados del siglo XVIII, los comuneros se involucran
colectivamente en los esfuerzos de resistencia, ejerciendo una práctica política
directa. Los expertos en estudios Tardo-coloniales, generalmente han ignorado
estas transformaciones en la base de las comunidades por enfocarse en eventos
históricos “prominentes” como las Reformas Borbónicas, la gran “era de las
insurrecciones andinas” y sus resultados.11 Los comuneros en el altiplano
8 Para un mayor estudio de los aspectos económicos, políticos y los efectos de las Reformas Borbónicas véase:
Lynch (1986), Jacobsen (1993). Para México véase Guardino (2005). Para Perú véase O'Phelan, (1999),
O'Phelan (1997), Walker (1999), Sala I Vila (1996), Cahill (2001), Spalding, (1970); Spalding, (1973); Stavig,
and Schmidt, (2008); y Serulnikov, (2003).
9 En ese momento el impuesto a las ventas se denominó alcabala. Véase tambien O'Phelan, (1985:, p. 177).
10 La palabra Reparto fue frecuentemente usado en vez de la frase completa reparto de mercancías que se usaba
en declaraciones orales y algunos documentos legales. Véase también O'Phelan, (1997, p. 17). ARP Sección
Tributos (1764) “Repartimiento de mercancías, en Guancane”. Portillo forzó sus repartimientos de mercancias
desde 1760 a 1764 en cada comunidad campesina y pueblo español en la provincia de Azángaro. Los
productos que Portillo distribuyó más frecuentemente fueron: mulas, paño de Quito, ropa de castilla y ropa de la
tierra.
11 Para un examen exhaustivo de la convulsionada coyuntura Tardo-colonial véase Stern (1987, pp. 34-93),
O'Phelan (1985), Sala I Vila, (1996). Un texto clásico en esto es el de Golte (1980), Fisher, (2003, p. 94). Véase
también Alberto Flores Galindo (1976); Thomson, (2002); Walker (2016). También importante ver el estudio
general de toda Hispanoamérica de Perez (1979). Perez argumentó que los movimientos anteriores a 1760,
fueron dirigidos mayormente por sectores populares y mestizos urbanos y que los posteriores a 1760 son
liderados por movimientos indígenas rurales.
percibieron que las crecientes demandas y los abusos de las élites y funcionarios
coloniales estaban eliminando las bases de subsistencia de sus comunidades. Las
ideas de respeto a los mecanismos de reciprocidad comunal y mayor autonomía
estaban al centro de sus motivaciones de mobilización de las comunidades y
alimentaron sus litigios por generaciones. En las siguientes secciones intento
mostrar estos elementos en juego en esta naciente cultura política de las
comunidades indígenas del altiplano.
12 Murra argumentó que la función real de la reciprocidad y redistribución fue organizado al nivel de la comunidad
y no a nivel del Estado Inca como fue considerado anteriormente. Entonces más que un Estado benefactor,
explicó que el régimen Inca mantuvo señores étnicos y comunidades semi autónomas con sus propias
prácticas de reciprocidad y redistribución.
13
se reunieron y eligieron a su alcalde. Los alcaldes juraron frente al sub-delgado y
entraron a la misa solemne. El sub-delegado de La Paz en 1785 pidió que los curas
observen las elecciones porque él no podía estar presente en cada lugar al mismo
tiempo.14 En semejanza al sistema de cargos del altiplano, cada comunero que fue
elegido asumió su responsabilidad de servir como alcalde de su comunidad por un
año.
Estas acciones involucraron mucho más gente de lo que aparecen en los
documentos, mobilizaron a la mayoría de la comunidad. Este fue un proceso
organizado de incursión política de los sectores subalternos. Como vimos en el
caso de Guaqui, al inicio de este ensayo, los comuneros de Anansaya y sus líderes
emergentes reinventaron su participación desde abajo. Ellos mismos decidieron
continuar con su litigio contra el cura Marquez, incluyeron a su cacique como
adversario y unieron fuerzas con la comunidad vecina de Urinsaya. Su
colaboración consistió no solamente con gente, sino también con recursos
comunales. La comunidad de Anansaya usó sus contactos previos en La Paz,
proveyó fondos para pagar el costo de los trámites en las cortes; mientras que la de
Urinsaya proveyó comida, “una suma de pesos” y mulas. Como escribió Guha
(1999: 5) esta fue una versión altiplánica de incursión política desde abajo por
medio de un complejo proceso de activismo legal, dentro y fuera del sistema legal
colonial.15
Este involucramiento colectivo explica por qué las comunidades
continuaron usando fondos comunales para cubrir vacíos dejados por miembros
fallecidos, ausentes o cuando algunos no pudieron contribuir. Temprano en la
colonia, según Murra (2002, p. 249), las comunidades andinas tuvieron unos
fondos comunales llamados sapsi (de comunidad). Los fondos sapsi fueron la base del
sistema de redistribución. Recientemente, de la Puente (2015, pp. 19-54) ha
demostrado que los fondos sapsi “proveyó la base material para las litigaciones de
gran escala y de alcance comunal.” Aunque las condiciones materiales y sociales
en el altiplano cambiaron para la época Tardo colonial, las comunidades
continuaron produciendo y usando fondos comunales.
Las comunidades altiplánicas Tardo-coloniales intensificaron sus luchas en
defensa y conservación de sus recursos comunales. Durante las insurreciones la
mayoría de poderosos caciques y los sectores de élite se unieron a las fuerzas
16
coloniales. Los comuneros que se unieron a las fuerzas rebeldes saquearon y
quemaron las casas de los hacendados, se distribuyeron animales y retomaron
17
tierras que ellos identificaron que habían sido despojados de la comunidad. En
efecto, después de las insurrecciones de 1780-81 en muchos lugares del altiplano,
la posesión de la tierra había cambiado drásticamente. Muchos litigios por tierras
muestran a familias de hacendados acusando a las comunidades de haber invadido
sus tierras durante las insurecciones.
16 Por ejemplo las familias de poderosos caciques como los Chuquiguanca; los Cachicatari; los Mangoturpo; los
Romero; y los Calahumana. Véase en, Stavig and Schmidt (2008, p. 71), como Diego Chuquiguanca en el
vortex de las rebeliones Chuquiguanca envió una carta al Corregidor de Azángaro, a media noche, revela los
planes de ataque recibido en una misiva de Túpac Amaru II. Chuquiguanca con esta movida mostraba su
lealtad a la corona y a las autoridades coloniales y urgió al Corregidor a organizar la defensa en la que él
prometió todo su apoyo. La mayoría de estos caciques leales a la corona huyeron de la zona y abandonaron
sus casas y animales durante las rebeliones. Sin embargo, al terminar las revueltas los que sobrevivieron
pudieron recuperar sus posesiones y su autoridad con el respaldo del régimen colonial. Los Chuquiguanca
reinaron en Azángaro por generaciones. Finalmente cuando el colapso del régimen colonial era inminente se
subieron al movimiento por la independencia y uno de ellos fue electo al congreso republicano. Véase también
Walker (2015: 96) y Cahill (2002, p. 156).
17 La mayoría de Españoles, mestizos y autoridades coloniales escaparon de la región hacia Arequipa, La Paz, e
incluso Buenos Aires abandonando sus propiedades. Véase Jacobsen (1993, p. 46).
18 ARP. Sección Intendencia (SI) caja 02, Folio 25, (1806). “Comunidad de Cabanilla contra Bartolomé Calisaya.”
era no solo posibilidad de ahorro de tiempo y dinero para las comunidades, sino
hasta de prestigio.
El manejo de información y mecanismos de operación desde adentro fue
crucial. En 1754 tres caciques en San Agustín de Toledo (Paria), fueron acusados
por corrupción en el manejo de la mita a Potosi.19 Los segundas de tres
comunidades aymaras revelaron cómo sus caciques ofrecían exhoneración de la
mita de Potosí a quienes podían pagar 52 pesos. Como evidencia, ellos incluyeron
una larga lista de nombres, los montos pagados y cómo los que habían pagado
fueron sacados de las listas de la mita. Estas evidencias y las mobilizaciones
masivas frente a la Corte Real de Charcas presionó a los jueces a actuar. Los jueces
ordenaron una investigación y detuvieron ese mismo día a uno de los caciques que
se encontraba en la ciudad.
Similarmente, dos comunidades Quechua de Llaulli (Azángaro), en 1791 se
unieron y enfrentaron a sus caciques, los poderosos hermanos don Thomas y don
Domingo Mangoturpo, Blas Condori, el segunda de la communidad de Anansaya
de Llaulli, inició el movimiento y pronto fue seguido por la comunidad de
20
Urinsaya. Ellos acusaron a los Mangoturpo por haber sido nombrados
ilegalmente en el puesto de cacique, comportamiento abusivo y malversación de
tributos. Los comuneros de Anansaya presentaron al intendente una lista de siete
21
páginas con los nombres y las cantidades que cada comunero pagó por tributo.
Ellos insistieron que estos montos eran solo de los tributarios naturales y que los
montos cobrados a forasteros, sobrinos (residentes temporales) y niños, en otro
documento adjunto, no fueron reportados a la caja real. 45 comuneros, entre ellos
principales y personas del común dieron testimonios orales en voz de toda la
comunidad. Ellos aseguraron que los comuneros de Urinsaya contribuyeron con
montos similares y que ambos reportes de tributo deberían de ser comparados
con los montos que realmente los caciques entregaron en caja. Las comunidades
altiplánicas trasformaron el drama social alrededor de las litigaciones en
movimientos políticos masivos dentro y fuera de las cortes. Aunque estos masivos
movimientos comunales efectivamente influyeron frecuentemente el resultado de
sus casos, la aplicación de los mandatos de los jueces en la práctica fue un asunto
mucho más difícil.
19 ABNB. EC. 3ra parte 1749-1775, Exp. 137 (1754). “Comunidades de San Agustín de Tholedo (sic), Provincia
de Paria contra sus Caciques.”
20 ARC. Fondo Real Audiencia, Exp.105 (04), (1791): 83ff. “Segunda y comunidad de Llaulli contra hermanos
Mango Turpo.”
21 El monto total fue de 1,330 pesos.
Conclusiones
Las largas y a veces aparentemente contradictorias intervenciones de las
comunidades del altiplano fueron políticamente más significativas de lo que
previamente se consideró. Por ejemplo, los académicos que estudiaron los
factores econónicos enfatizaron que la región del altiplano al final de las
insurrecciones sufrió una depresión económica por la destrucción de las
haciendas, obrajes y sus componentes. También, la mayoría de expertos que se
enfocan en los aspectos políticos de las insurrecciones y sus efectos, sugirieron
que estos violentos eventos terminaron en una devastadora derrota de las
comunidades. Ellos resaltaron los miles de muertes, la captura y cruel ejecución de
los líderes, sus familiares y muchos de sus colaboradores.24 Así, resumiendo esta
historiografía el historiador David Cahill (2002, p. 164), señaló que con todos
estos efectos la sociedad indígena fue virtualmente decapitada.
Es innegable que la violencia fue devastadora; sin embargo, eso no fue
todo. Las comunidades lograron mantener aspectos básicos de la estructura social
comunal. Ellos mantuvieron algunas posesiones colectivas, tierras, animales y
22 ABNB. SGI, 210, (1782). “Cacicazgo de Guaycho, Omasuyos” La comunida de Guaycho recién había sido
remecido por la rebelión de Túpac Katari, que había sido capturado y ejecutado junto a su familia y
colaboradores en mitad de noviembre de 1781, en Peñas, La Paz.
23 Ibid. “Le hice saber en alta voz el decreto antecedente de principio a fin y dando a entender su contexto en la
lengua aymara quedaron cerciorados…”
24 Véase por ejemplo, Stern, (1987, p. 35), también O'Phelan (1985, p. 210).
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Archivo Regional de Puno (ARP)
Archivo Regional del Cuzco (ARC)
Resumen
Este trabajo aporta evidencias que confirman la idea de que el mito no existe como
generalmente ha sido concebido en la literatura antropológica, sino que más bien
puede ser entendido como un enunciado performativo construido sobre la base del
diálogo, como parte del proceso permanente de actuación y transformación de la
realidad de las sociedades tradicionales. Para ello, utilizando los principales
conceptos de la teoría de la función pragmática del lenguaje, se analiza un corpus
conformado por diálogos sobre tradición oral con pobladores del distrito de
Cañaris (provincia de Ferreñafe, en la sierra del departamento de Lambayeque)
para estudiar los contextos y usos de módulos narrativos sobre temas míticos que
tienen un carácter principalmente performativo.
Palabras clave: actos de habla, Cañaris, mitos, narrativa, enunciado performativo
.
Abstract
This article provides evidence that confirms the idea that myth does not exist as
has generally been conceived in anthropological literature, but, rather can be
understood as a performative statement built on the basis of dialogue, as part of
the ongoing process of acting and transforming the reality of traditional societies.
To do this, using the main concepts of the theory of pragmatic function of
language, a body composed of dialogues on oral tradition with residents of the
district of Cañaris (province of Ferreñafe, in the highlands of the department of
Lambayeque) is analyzed to study the contexts and uses of narrative modules on
mythic themes that have a primarily performative character.
Keywords: oral traditi, Cañaris, myths,performative statements, speech acts.
Introducción
Uno de los cambios más importantes en la teoría y método del estudio de la
mitología, proviene de la influencia, que desde la lingüística, aportó el análisis de la
función pragmática del lenguaje. Los trabajos de lingüistas fundamentales como
Ludwig Wittgenstein (1958) y J.L. Austin (1955), que desde la década de 1950
cambiaron las principales nociones en el estudio del lenguaje, lograron trascender
los temas de esta disciplina, e influenciaron el estudio de la forma de entender y
sobre todo recopilar la tradición oral. Esta renovación se construye sobre la base
de tres conceptos, que constituyen los elementos clave de los avances de la
antropología lingüística actual: los actos del lenguaje (la identificación de los
llamados enunciados performativos con los que el habla permanentemente
produce hechos concretos que modifican la realidad); los juegos del lenguaje (es
decir la comprensión del uso social de la palabra incluyendo acciones, contextos y
situaciones en que los que se habla, con lo que se busca formar significados que
van más allá de lo estrictamente gramatical); y, la emergencia dialógica de la
cultura (los hechos culturales son producidos a través del diálogo entre
interlocutores diversos).
Usando una metodología construida sobre la base de este marco teórico, en
este artículo realizamos un análisis de diálogos recogidos en el distrito de Cañaris
(provincia de Ferreñafe, en la sierra del departamento de Lambayeque), en los
cuales se trata de describir algunos elementos básicos del uso de módulos
narrativos sobre motivos míticos, que los cañarenses estarían utilizando sobre la
base de su función pragmática en sus diálogos cotidianos.
Austin llama performativas a este tipo de expresiones, e identifica que tienen las
siguientes características básicas: no describen ni registran nada en absoluto, no
registran ni cuentan hechos pasados, futuros o probables, tampoco pueden ser
verdaderas o falsas.
Alessandro Duranti (2000) describe el aparato analítico de Austin para
entender por el cual los enunciados pueden convertirse en actos sociales. Cuando
hablamos realizamos tres tipos de actos. En primer lugar, el acto locutivo se
refiere al hecho concreto de hablar. El significado del acto locutivo es entendible
según el contenido de la proposición que es dicha. Por su parte, el acto ilocutivo se
refiere a los hechos que ocurren por el acto de haberse pronunciado la oración.
Finalmente los actos perlocutivos, se refieren a aquellos que ocurren fuera o más
allá de los actos que conciernen directamente a lo que dice el acto locutivo.
3
que la literatura llama el segundo Wittgenstein? La clave de este debate que ocurre
al interior de la misma obra del autor es la introducción de la diferencia entre
significado y referente de una proposición, lo cual abrirá el análisis del sentido
pragmático del lenguaje:
En el Tractatus, el filósofo austriaco expuso que el significado de los términos
consiste en sus referencias, en los objetos por ellos representados; en las
Investigaciones explicó que no es lo mismo significado y referente (48): el
referente es el objeto del significado, y más bien el significado de un término
depende del uso que tenga en un determinado lenguaje […]. A partir de este
supuesto, presenta el autor su teoría de los juegos lingüísticos, que se refiere a las
diferentes maneras de emplear los términos; esos juegos son los determinantes
del significado de aquellos (López, 2012, p. 127).
Wittgenstein observa un hecho que supondrá una contradicción radical con su
propia obra anterior: las diferentes maneras de emplear los términos que ocurren
en el habla cotidiana, es decir, que un mismo término puede tener diversos
significados, según condiciones externas al sentido literal de la proposición en
cuestión. En investigaciones, el autor desarrolla el criterio referencial del
significado -lo que un término quiere realmente decir según las intenciones del
hablador- y “desvincula el lenguaje de las condiciones de verdad, para anclarlo a
condiciones de justificación. Las palabras y las oraciones formadas con ellas no
deben ya enunciar hechos o tener estrecha correspondencia con los objetos; más
bien estas palabras, enunciados o argumentos son parte de un armazón
lingüístico, en el que el uso4 se constituye como el criterio de validez para su
significatividad” (López, 2012, pp. 120-130). Tenemos entonces que los
hablantes, lejos de utilizar las palabras y oraciones como representaciones fijas de
partes de la realidad, realizan permanentemente cambios de significado de las
palabras de acuerdo a contextos muy específicos, usándolas con nuevas reglas
cada vez, como especie de herramientas cuyas funciones pueden cambiar
rápidamente. Las personas crean nuevos significados, “ya que el lenguaje es más
bien un conjunto de procedimientos para hacer uso de las palabras en vinculación
con diversas actividades. Es a esto precisamente a lo que llamó 'juegos del
lenguaje'” (ibíd., p. 130).
3 En la literatura, el denominado primer Wittgenstein corresponde a lo que este autor sostiene en el Tractatus
Logicus Philosophicus, mientras que el Segundo Wittgenstein a los desarrollos de Investigaciones Filosóficas.
Ambas obras significan dos etapas muy distintas en la evolución del pensamiento de este autor fundamental.
4 El destacado es nuestro.
2. Cañaris
El distrito de Cañaris fue creado el 17 de febrero de 1951 y actualmente
5
cuenta con una población total de 13,038 habitantes asentados en 38 caseríos , de
los cuales 6,609 (51%) son varones y 6,429 (49%) son mujeres (Instituto Nacional
de Estadística e Informática: 2007). Esta población predominantemente joven
(solo el 11% supera los 50 años) está asentada mayormente en los anexos y
caseríos del distrito. Está ubicado a una altitud de 2,262 m.s.n.m., pero las tierras
de sus caseríos y anexos abarcan altitudes que van de los 1,000 a los 4,000
m.s.n.m., por lo que cuenta con diversas zonas climáticas que permiten cultivos
tanto tropicales, como los propios del clima altoandino: café, frutas, caña de
azúcar, maíz, habas, cebada, papas, trigo, coca, olluco, quinua, entre otros.
A pesar de la amplia historia de esfuerzos de la población de Cañaris por
vincularse con la sociedad regional y hasta nacional, esta población pudo
experimentar solo recientemente, un proceso de real acercamiento con el Estado
y con la sociedad nacional de alguna forma- sin precedentes, por lo menos en el
marco de nuestra historia republicana, pero que lamentablemente ocurrió a partir
de un conflicto en el que la población de Cañaris tuvo que defender y luchar por
su derecho a la toma de decisiones propias, en contra justamente del Estado y
otros actores de la sociedad nacional.
Desde 2012, la CC de San Juan de Cañaris vive un conflicto por la actividad
minera que pretende desarrollar la empresa Candente Copper Perú S.A. De
hecho, el conflicto con la minería parece ser uno de los principales hitos en la
historia reciente de Cañaris, y que involucra además a otros distritos y centros
poblados de esta región andina. Hacia julio de 2012, la empresa inicia los trabajos
de exploración del proyecto minero Cañariaco, que pronto determina el rechazo
de la población local. A pesar de los esfuerzos de la Dirección Regional de Energía
y Minas, que demanda al gobierno central la organización de charlas informativas
en 46 localidades del distrito, la oposición de la población fue en aumento durante
todo 2012, desembocando en un paro indefinido que empezó el 20 de enero de
2013 iniciado por 500 comuneros y que los pobladores decidieron mantener por
más de un año (El Comercio 2014).
5 En la actualidad Cañaris cuenta con 38 caseríos incluyendo la capital distrital los cuales son: Illambe,
Mollepampa, Atupampa, Mitobamba, Sigues, Quirichina, Shin shin, Alcanfor, Quinua, Tute, Pamaca,
Mamagpampa, Taurimarca, Huacapamapa, Pandachí,, Chillasqui, Suchco, Saucepampa, Congona, Casa
quemada, Sauce, Huallabamba, Naranjo, Machucará, Espinal, San Cristobal, Pozuzo, Rodeopampa, Palo
Blanco, Santa Lucía, La Sucha, Hualte, T. P. Verde, Hierba Buena, Corralpampa y Cangrejera.
6 Para introducirse en el conocimiento de esta área, es muy útil el trabajo de Rivera Andia (2014), que presenta
una bibliografía exhaustiva de estudios sobre la sociedad de la sierra de Lambayeque, respecto a manifesta-
ciones culturales, patrimonio material e inmaterial, historia, iniciativas de desarrollo, política, lenguaje, etc. Ade-
más, referencias a materiales audiovisuales sobre música, folklore y hasta medio ambiente.
7 El Alto Marañón es una región del noroeste del Perú, que comprende el área de influencia de la naciente de
este río, desde aproximadamente los 3,800 m.s.n.m. hasta los 1,000 m.s.n.m. en su llegada a la amazonía.
Incluye áreas de por lo menos 5 departamentos: Huánuco, Ancash, La Libertad, Cajamarca y Amazonas.
señor fundador había considerado tener aquí su hogar, su casa. Otras de las
figuras de esta misma elaboración establecen el “paso del Inca por Incahuasi”,
donde podía descansar, y donde esparció su lengua el quechua que los
incahuasinos hasta el día de hoy orgullosamente conservan.
Es interesante el testimonio de don Mariano de La Cruz Flores, natural del
caserío de Canchachalá, que el autor de este mismo repaso de la presencia del Inca
en la sierra de Lambayeque, recogiera en 1988. Aquí la población sugiere que “la
capital del Tahuantinsuyo iba a ser cambiada de sede y fundada en el caserío de
Marayhuaca, donde existen las bases de un amplio palacio” (Ibíd.: 85). Pero el
mito del cual se deduce esta afirmación, cuenta la historia de tres hermanos reyes:
Kolka (rey negro), Shulka (rey blanco) e Indio (rey Inca). Kolka y Shulka luchan y
persiguen al rey Inca, apresándolo en Cajamarca donde es decapitado. Se trata
evidentemente de una versión del conocido mito de Inca Rey o Incarri (Ibíd, p.
87), pero con elementos relacionados con el territorio del actual distrito de
Incahuasi. Sevilla encuentra incluso la referencia a una solución alternativa al
hecho histórico de la lucha entre Huáscar (Cusco) y Atahualpa (Tumibamba), que
finalmente establecería la preeminencia de los territorios de la sierra norte;
considera que esta versión del mito “plantea una nueva visión de la historia del
Tawantinsuyo que tiene como eje el norte. El mito del inca se reestructura en el
norte y busca establecer una nueva utopía” (Ibíd., p. 88).
Por otro lado, cabe mencionar la alusión al Rey Inca de Cañaris que Sevilla
también recoge de conversaciones con pobladores esta vez del mismo Cañaris.
En su entrevista a don Víctor Huamán Reyes, en 1995, escucha una nueva versión
del personaje que venimos reseñando: “El Rey Inca de Kañaris era analfabeto y
como no sabía escribir manda respuesta en una madeja de hilo, el rey español no
sabía lo que decía la madeja de hilo y manda tropa para que lo lleven bonito para
reconocerlo y le llevaron su cabecita” (1998, p. 92). En este caso, el autor
interpreta la versión del mito como una reivindicación del derecho a la escuela y
del proceso de castellanización, ya que encuentra una clara referencia al
analfabetismo del Rey Inca.
Finalmente, Pedro Alva Mariñas reflexiona sobre la importancia del
registro de Pachacamac -una de las divinidades más importantes del panteón
andino, en particular de la costa y sierra central- en un lugar muy distante de su
original hallazgo y difusión: la sierra de Lambayeque, específicamente en Cañaris.
De la misma forma que la figura mítica del Inca resuelve cuestiones históricas y de
la identidad de los incahuasinos, la presencia de Pachacamac -en la tradición oral
que lo encuentra luchando y venciendo a Ninamascha- representa para el autor de
este registro, una prueba de la “probable relación entre las culturas Wari y/o
Pachacamac (tal vez otras) de la región central con la región norte, en este caso
Lambayeque, en épocas anteriores a la conquista de los incas” (Alva, 1995, p. 235).
que tuvimos con pobladores de Cañaris, para presentar luego una interpretación
del significado desde la visión del uso pragmático del lenguaje.
Una de las personas que nos abrió las puertas de su hogar y nos brindó su
tiempo para dialogar es el Sr. Jorge Barrios Reyes, quien nos habló de lo que su
abuelo le contó sobre el Ashkay. Es importante diferenciar que estamos
enfrentando dos juegos de lenguaje: JL1 (correspondiendo a la conversación que
tuvo Jorge con su abuelo cuando era aún un niño) y JL2 (correspondiendo al
diálogo actual de Jorge con el investigador). Jorge trató de recordar aquello que le
contó su abuelo, cómo lo hizo, y algunos otros elementos de aquella conversación.
Si bien no es posible recuperar el JL1 en sus detalles menores, si podemos hacer
una aproximación de lo que le dijo el abuelo.
Como hemos visto, de acuerdo a Austin (1955) cuando una persona
dialoga siempre usa enunciados performativos. Ya que el abuelo de Jorge contó
esto en un diálogo con él, hacemos una aproximación de las frases equivalentes,
pero en su versión performativa:
ABUELO: - [Te digo que] dos niños perdieron su oveja y fueron a buscarla al
bosque.
ABUELO: - [Te digo que] en el bosque se encontraron con una vieja.
ABUELO: - [Te digo que] la vieja llevó a los niños a un cerro que tenía una
casa de lujo.
ABUELO: - [Te digo que] en la casa, la vieja les quiso hacer comer piedras
como si fueran papas.
ABUELO: - [Te digo que] la mujer se comió a la niña, pero su hermanito
escondió su corazón que había dejado en la mesa.
ABUELO: - [Te digo que] el niño huyó engañado a la vieja ayudado por el
toyo.
ABUELO: - [Te digo que] la vieja desesperada salió a perseguir al niño.
ABUELO: - [Te digo que] el niño fue ayudado por animales como el venado,
el añash y el cóndor.
ABUELO: - [Te digo que] finalmente el niño llegó hasta Dios a quien entregó
el corazón de su hermanita.
ABUELO: - [Te digo que] Dios ordenó reunir a los familiares de la vieja con el
engaño que comerán un gallo.
ABUELO: - [Te digo que] Dios mató a todos los familiares, pero la vieja logró
escapar.
ABUELO: - [Te digo que] Dios hizo del corazón de la niña dos perritos a
quienes llamó: Toteres y Volveres.
ABUELO: - [Te aseguro que] ese perrito que anda por acá es nuestro corazón.
ABUELO: - [Te digo que] de regreso el niño se encontró con la vieja y le soltó
los perritos para que la asusten.
ABUELO: - [Te digo que] cuando llegó a la casa, la madrastra le pegó a su
perrito.
ABUELO: - [Te digo que] el niño lloró y le rogó a la madrastra que no le pegue
porque son sus hermanitos.
ABUELO: - [Te advierto que] por eso no le pegues al perro porque es nuestro
corazón.
JORGE: - [Acepto que] está bien lo que dices abuelo.
JORGE: - [Te prometo que] no volveré a patear a los perritos.
Esta sería un retrato simple del JL1 al que no tenemos acceso. Como
podemos ver, es como un bosquejo que hacen los dibujantes de las personas,
cuyos detalles reales por ahora no importan siempre que no perdamos de vista
conservar el acto ilocutivo real que estamos buscando. Al pensar en la escena de
este diálogo y lo que nos cuenta Jorge en nuestra charla actual, podemos suponer
que los niños acataban la prohibición de no patear a los animales, o que olvidaban
la historia y seguían haciéndolo en sus juegos. El abuelo, para seguir en su misión
de convencerlos, o les volvía a contar la historia de la niña y su corazón
transformado en dos canes, o reducía todo eso en unas cuantas frases. Poco a
poco, el módulo narrativo pasaba a ser parte de la conversación cotidiana entre el
abuelo y sus nietos cuando se trataba del tema de los pequeños perros. Así, podía
referirse a todo el módulo narrativo con frases como: ¡No patees a los perritos!
¿No sabes que son del corazón de un niñita?
Justamente en el diálogo que tuvimos con otro poblador de Cañaris, el Sr.
Juan Lino Huamán, nos enteramos que en su caso era la abuela quien les hablaba
con esta historia y reducía la narración a una sola frase, a modo de refrán. Nos
dice: “Desde ese refrán, viene eso pe, cuiden a los animales porque es el hígado de
la mujer, de la niña que lo comió el Ashkay”. Podemos ver que en realidad, Juan
encuentra el origen del refrán en aquella historia, y reflexiona sobre eso en la
conversación que tuvo con el investigador actual. Pero de la misma forma que
Jorge, Juan cuando era niño no fue quien preguntó por la historia del Ashkay, sino
que fue la abuela que usaba esta historia para detener sus juegos en los que pateaba
a los canes. Entonces podemos estar seguros que en el acto de dialogar, el módulo
narrativo era reducido a una sola frase, que jugaba el rol de una sentencia con un
gran contenido que los niños ya conocían, y que no era necesario reproducir.
Aquella frase bien podría ser:
(I) No patees a los perros porque ellos fueron hechos por Dios del
corazón de una niña.
Esta frase constituye claramente una prohibición. De hecho, tenemos aquí
un enunciado performativo cuyo acto ilocutivo es prohibir que los niños pateen a
los perros. Construimos entonces su forma performativa:
(IA) [Te prohíbo] que no patees a los perros porque ellos fueron hechos
por Dios del corazón de una niña.
Este enunciado es una jugada de aquellos juegos de lenguaje. Manteniendo
la referencia a la metáfora de juego de Wittgenstein, consideramos que algunas
jugadas pueden resultar mejores que otras y determinan al ganador de una
competencia. De la misma forma, este tipo de enunciados -que son las jugadas de
los que dialogan- constituyen una especie de “jugadas maestras” a los que las
personas mayores recurrían para ser convincentes. Aparentemente, con este tipo
de sustento -la historia- hacían que los niños obedezcan y acaten la prohibición. El
enunciado performativo con que las personas mayores referían el módulo
narrativo, naturalmente podía variar e implicar acciones también diferentes según
el verbo performativo -y el acto ilocutivo en cuestión-. Por ejemplo, enunciados
equivalentes a (IA), que significaban lo mismo serían:
(IB) [Te advierto que] no patees a los perros porque ellos fueron hechos
por Dios con el corazón de una niña.
(IC) [Te juro que] los perros fueron creados del corazón de una niña, no
debes patearlos.
(ID) [Te recuerdo que] los perros fueron creados del corazón de una niña,
no debes patearlos.
(IE) [Te aviso que] si vuelves a patear a los perros, Dios se enojará porque
él los hizo del corazón de una niña.
Incluso podría variar en el detalle del órgano del que se cuenta que Dios
hizo a los dos canes; en el caso de Juan Lino Huamán, el niño logra robar el hígado
de su hermanita, no el corazón:
(IF) [Te advierto que] no patees a los perros porque ellos fueron hechos
por Dios con el hígado de una niña.
O generar reflexiones con otro tipo de elaboración como la del mismo Juan
Lino:
Cuando yo tuve […] adulto todavía me contaba mi abuelita, desde ahí mi abuelita que en
vida fue, que en paz descanse también nos enseñaba eso, no golpee al animalito, cuídelo,
porque muchos en ves veo al animal le pegan, o con palo, no sé, pucha a mí me […] algo
que me, lo siento bastante que […] como si me doliera o como si me pegaran” o la del
profesor Justo Huamán: fíjate cómo Dios creó al perrito para defensa de uno,
prácticamente el perrito es nuestro cuerpo, nuestro hígado, entonces […].
En estos casos, los enunciados podrían comparar el cuerpo y la vida de un
pequeño animal con la de un ser humano:
(IG) [Te advierto que] patear a los perros es como maltratar a uno mismo.
Tenemos diferentes actos ilocutivos: una advertencia, un juramento, un
recuerdo, un aviso, otra advertencia. La lista de formas del enunciado
performativo puede ser muy amplia. Pero debemos señalar que si bien todas estas
frases tienen diversos actos ilocutivos, todas tienen una misma misión: lograr que
los niños no pateen a los animales, que en gran medida es el conjunto de actos
perlocutivos en cuestión. Por otra parte, es esta misión la que constituye el uso
social de estas frases, y por lo tanto, el significado real de este lenguaje.
Es esta equivalencia de actos que se buscan realizar con el lenguaje, lo que
nos lleva a sostener de que las narraciones de mitos, o de partes de ellos, son en
realidad enunciados performativos complejos, es decir, actos de lenguaje para
influir la realidad. De hecho, la serie de hechos que se desencadenan pueden
quedar fuera de control de quien las dice, lo cual concuerda con la definición de
actos perlocutivos, pero el fin último de estos actos, lo que estamos llamando
misión, es el mismo; todos los enunciados dichos de diferentes formas y en
diferentes diálogos contribuyen a aquella misión: cuidar a los animales. Primero,
en los diálogos familiares, se trata de transformar la realidad familiar o producir
actos dentro del ámbito de ella; en este caso el abuelo de Jorge ha querido que los
perros de su chacra vivan tranquilos y cuiden las ovejas. Luego, fuera de la casa de
Jorge, por ejemplo en el hogar de Juan Lino, la abuela está hablando para lograr el
mismo objetivo en su casa. Si el módulo narrativo, o mejor dicho la frase que lo
refiere, se disemina en la comunidad -como de hecho ha ocurrido por nuestras
conversaciones- entonces existiría un consenso en la sociedad local de Cañaris
sobre no patear a los canes que cuidan la chacra, sino más bien cuidarlos porque
ayudan en las tareas del campo.
madero. Luego es encontrado por una mujer que lo lleva a casa, pero el Lalucho es
un personaje sumamente pícaro, pues ya en el camino a casa, fastidia a la mujer,
tocándole indebidamente, y más aún cuando quieren usarlo para prender el fogón
causa demasiada dificultad llenando de humo la casa. Tal como fue recogido en las
visitas de campo, el módulo narrativo tiene dos etapas bien diferenciadas, la
segunda parece una digresión de la primera. En realidad, la historia empieza con la
caída de una estrella del cielo en una quebrada, la cual es una mujer que un hombre
toma por esposa. La mujer muere y va de regreso al cielo; el hombre viudo inicia la
travesía para ir a buscarla. En el cielo, fracasa en esta búsqueda y es enviado de
regreso a la Tierra. Como vemos la conversión en un madero pícaro que fastidia a
las mujeres parece como una segunda parte o un segundo bloque narrativo.
Este módulo narrativo fue notificado primero por Jorge Barrios. Luego de
varias preguntas, Jorge menciona: “dice que lalucho más antes, mis abuelos, dice
que no vale pa cortar pa la leña, es malo decían, y no lo utilizaban, pero ahora
nosotros lo utilizamos ya, por motivo que falta leña, jajaja”. De hecho Jorge nos
asegura que actualmente consideran que esta madera no tiene tales dificultades
para prender. Cuando conversamos con el profesor Justo Huamán, nos decía que
naturalmente conocía el arbusto, pero que no conocía su historia, ni que había
sido en realidad un hombre pícaro que cayó del cielo; tampoco consideraba en un
primer momento que sea malo como leña. Sin embargo, fue interrumpido por su
esposa que participaba muy pasivamente en la conversación. Hablaron en
quechua y el resultado fue que a ella sí le habían contado toda esta historia de
Lalucho, que efectivamente se trataba de un hombre que estaba tirado en camino
en forma de madero, y que fue cargado por una mujer. Luego, Justo empezó a
recordar todas las molestias que en la vida cotidiana causaba esta especie de
arbusto:
Ah, fastidia, por eso eh, eh yo he visto a las mujeres, a mi mamá esa madera […] no
cuadra, no, no escogían para leña; “solamente la Lalucho no más es un poco medio
fastidioso, fastidioso, hasta en el roce, no se quema rápido sus hojas.
Más aún, la dificultad que supone este arbusto cuando se trata de las labores
culturales para preparar un terreno para sembrar:
Si es por ejemplo en una chacra, quiere ser chacra que pue de repente es puro Lalucho, muy
difícil para que se queme; Ah, sí hay dos, tres matas de árboles de Lalucho que han
tumbado, eso no se seca que casi, aunque lo quema ahí está normal.
Podemos suponer aquí, que el personaje que cae del cielo, que es un
hombre viudo que buscaba a su mujer, es aprovechado para convertirlo en el
terrible pícaro que fastidia a las mujeres, que no sirve para prender leña y que causa
demasiadas dificultades a los que trabajan el chaleo. Todo esto no sería otra cosa
que una referencia a la peculiar propiedad húmeda de este arbusto, por lo que
nunca acaba de secar. En este caso, entonces el módulo narrativo puede ser
enunciado como:
(2A) [Te advierto que] no uses lalucho para leña porque es el hombre que
se convirtió en madero que demora en secar.
Sin embargo, podemos pensar también que el uso social de este enunciado
no consistía siempre en una advertencia, o en cualquier clase de imperativo. Podría
ser usado también para el acto básico de conversar, de participar en una charla.
Por ello, otras formas serían:
(2B) [Te digo que] es un lalucho que fastidia a las cocineras.
(2C) [Te digo que] ese lalucho que hace llorar a las mujeres.
(2B) [Te digo que] ese lalucho es una madera que hace trabajar por demás.
5. Conclusiones
Entender el lenguaje como “acto” ha significado la consolidación de una
nueva forma de entender el “significado” de lo que es dicho. Es posible pensar
que el significado de un producto cultural no debe buscarse en lo que dice, sino en
lo que hace, en lo que es capaz de hacer, o en todo caso en lo que sus productores
desean hacer con él. El significado de un mito no corresponde al texto del mito -
ya sea que este texto lo encontremos transcrito, nos lo sea contado en una visita de
campo, o lo leamos en la producción literaria de un autor individual- sino que está
más bien escrito en la acción de decirlo en determinadas circunstancias, a
determinadas personas y con determinadas palabras. Esta acción, este acto del
habla, se produce como reacción a otros actos similares, producidos por una serie
de interlocutores con quienes permanentemente el primer interlocutor desea
realmente dialogar, por lo que su propio acto de habla tiene una misión, un fin, y
con ello, tiene un uso, que se define estrictamente en la cotidianeidad de la vida
social de estos mismos dialogantes. Con ello, el significado corresponde al uso
social, más aún, el significado es exactamente este uso social. O de otra forma, lo
que significa un mito es lo que se quiere hacer con decirlo.
Cuando las personas dicen un mito, básicamente no están contando una
historia, sino que esencialmente están actuando. Una de estas actuaciones puede
ser el hecho simple de hablar, en otras oportunidades se habla para convencer,
pero también para advertir, amenazar, mentir u odiar, etc. Pero en todos los casos,
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Recuperado de http://www.uruguaypiensa.org.uy/imgnoticias/765.pdf
Introdução
A utilização de plantas para cura de doenças constitui uma prática utilizada
por muitos povos indígenas como saber transmitido de geração em geração. As
plantas são manipuladas e utilizadas de diversas maneiras e uma delas é em forma
de rapé. Embora ele seja utilizado por muitos povos indígenas do Brasil, não se
sabe precisamente quais são as concepções, significados e formas de utilização do
mesmo por distintas etnias distribuídas em diferentes territórios do país.
Sabe-se que a experiência da doença e as práticas de cura adotadas entre os
povos indígenas distingue-se completamente dos sistemas de representação e das
formas de atenção à saúde construídas e historicamente instituídas pelos não-
indígenas. Estas particularidades se fundam nas diferenças socioculturais e, como
tal, exigem a compreensão e a construção de caminhos de diálogos entre as
distintas racionalidades. Com efeito, a superação do modelo biomédico de
atenção e formação em saúde passa necessariamente pelo entendimento e
reconhecimento de outros sistemas de pensamento e práticas terapêuticas cujo
diálogo de saberes se dá entre racionalidades diferentes.
8 Nota del editor: el SUS es el sistema público de salud de Brasil, instituido en 1988, que ofrece a todos los
ciudadanos acceso integral, universal y gratuito a los servicios de salud.
Metodologia
Trata-se de uma pesquisa participante, de abordagem qualitativa, cujos
instrumentos adotados incluíram entrevistas semi-estruturadas e diário de campo.
Os sujeitos da pesquisa foram constituídos por pajés, lideranças e membros de
comunidades indígenas das etnias Kulina, Kaxinawá, Huni Kuin e Nawa
(situados no Acre), etnia Potiguara situada no estado da Paraíba e etnias Baniwa e
Tukano, situadas no Amazonas. Ao total foram realizadas 23 entrevistas. A coleta
de dados foi realizada em comunidades indígenas dos Potiguara (PB), bem como
em reuniões e encontros de lideranças indígenas realizados em Brasília,
especialmente durante o Acampamento Terra Livre, realizado em 2015. Após a
coleta de dados, as entrevistas foram transcritas e submetidas ao processo de
análise com base na Análise de Conteúdo de Bardin (1977), que conduziu à
apreensão de três categorias: “Rapé e medicina tradicional”; “Paricá e cosmovisão
indígena”; “Transcendência e cura”.
Considerações Finais
A pesquisa evidenciou que os entrevistados do povo Potiguara atribuem ao
rapé o significado específico medicinal, diferentemente dos demais. Por outro
lado, os povos Baniwa e Tukano traduzem sentidos indissociados da cosmovisão
indígena e conexão entre as dimensões física e espiritual vinculadas à ideia de
proteção e harmonização das relações entre o homem e a natureza.
Por fim, os povos do Acre parecem revelar uma espécie de fusão entre as
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Pimpinella_anisum.htm
Sociedade Brasileira de Farmaconosia (2009). Histoquimica do cravo. Recuperado de
Resumen
En el presente artículo tratamos sobre el abuso sexual que comete el varón a las
adolescentes o niñas menores de edad, como una demostración de su poder. En la
mayoría de casos, la violación sexual es cometida por familiares directos o
espirituales de la víctima (padrastro, tíos, primos, amigos o parientes), en el propio
hogar y abusando de la confianza que tienen con la víctima. Esta realidad es una
demostración del poder que tienen los parientes mayores sobre las menores de
edad, aunque pretendan justificarse expresando que fueron provocados por
efectos del alcohol o por insinuación de la víctima. Las formas de organización
social y familiar disgregadas son factores que facilitan el abuso sexual, debido a la
desintegración familiar, a relaciones de convivencia informal, a la pobreza y a
pérdida de control sobre los varones.
Palabras Clave: cultura sexual, desviación social, daño físico, daño psicológico,
violencia sexual.
1. Introducción
Desde el punto de vista de la Criminología, es importante establecer los
factores causales de tipo social y antropológico que intervienen en la
consumación de delitos de violación sexual en la región Puno, para ofrecer
información estadística que dé cuenta de la gravedad de esta problemática social,
en el que los sectores más vulnerables de la sociedad son objeto de maltratos
físicos y psicológicos que afectan el desarrollo futuro de la personalidad, así como
la secuela de traumas psicológicos que afecta la personalidad y todas las formas de
vida de las afectadas en esta región. Un factor influyente constituyen las
costumbres y tradiciones, así, como otras expresiones culturales de la sociedad
andina respecto a la sexualidad y a los derechos sexuales de sus integrantes,
principalmente en lo que se refiere a la condición subordinada de las mujeres, en
lo que comúnmente se conoce como machismo.
En esa perspectiva el presente trabajo aborda aspectos sobre la
subordinación que existe por parte del varón hacia la mujer que lo lleva a cometer
el abuso sexual que se presentan en diversos ámbitos, contextos, así como lograr
identificar el perfil y las características socio culturales de las víctimas.
2. Metodología
El tipo de investigación es aplicada desde que la recolección de
información, tanto teórica como empírica se orientará a exponer los casos
La desviación social
Recogiendo los postulados de Durkheim (1986), la desviación es una avería
o la no conformidad en el orden social. Para este investigador social las altas tasas
3
de desviación en la sociedad son el resultado de la anomía , una condición de
“anormalidad” pérdida o ausencia de normas, reglas sociales que gobiernan el
orden social que son aceptadas dentro de una sociedad. Cuando la anomia se
impone, los deseos humanos enloquecen. También opinaba que había
demasiadas inconsistencias y ambigüedades en las sociedades modernas. No
resulta muy claro calificar de “desviadas” ciertas conductas cuando éstas vulneran
lo que Durkheim consideró, “estados fuertes y definidos de conciencia social”,
pues estos estados generan una lectura del mundo en términos de integración y
prohibición, que definen lo necesario y lo permitido, los espacios de “Tótem y
Tabú” (Durkheim, 1982, p. 1986).
3 El modelo explicativo del comportamiento desviado propuesto por la teoría estructural –funcionalista consiste
en interponer la desobediencia a las reglas sociales como una contradicción entre la estructura social y cultural
(Villavicencio, 1997).
4 Esta novedosa teoría propuesta, se la debemos a Frank Tannenbaum, quien ya en 1938 fue el primero que
observó y propuso que “los jóvenes delincuentes llegaban a ser malos porque eran definidos como malos” en
su libro “Crimen y Comunidad” pero no le dio la elaboración necesaria como teoría.
Respecto a la mujer
Para Meentzen (2007) en general, las mujeres están en una desventaja en relación
con los hombres indígenas por varias razones: la división del trabajo tiende a
recargar a las mujeres con gran número de tareas de mayor duración y con la
responsabilidad de la alimentación y el cuidado de la salud de los miembros de la
familia, de la limpieza de la ropa, de la casa, etc. Ellas también tienden a encargarse
de traer leña, agua y de alimentar a los animales. Además, en muchos pueblos las
mujeres son productoras agrícolas, ganaderas o recolectoras. Se piensa que las
mujeres suelen ser de carácter débil, dependientes del esposo o del hombre,
emocionalmente son frágiles, inestables en sus decisiones. Para Pierre Bourdieu
(1998) la dominación masculina manifiesta que la diferencia sexual no requiere ser
fundamentada, pues ésta se da en la práctica cotidiana, y se evidencia en el mundo
social como una condición disminuida, que es continuamente confirmada y
legitimada en el sistema mítico-ritual y mediante las prácticas mismas que la
determina y legitima. A las mujeres se les atribuyen tareas domésticas, es decir,
privadas y ocultas o invisibles como es el cuidado de los niños y los animales,
trabajos de agricultura, preparación de alimentos, etc.
Respecto al varón
En nuestra vida cotidiana el hombre se caracteriza por realizar la fuerza física,
muchos de ellos no requieren apoyo de nadie, supuestamente son comprendidos
dentro de la cultura dominante y tiene todas las condiciones para su pleno
ejercicio. Según Bourdieu (1998, p. 27), los hombres, al estar situados del lado del
exterior, lo oficial, lo público, la ley, lo seco, lo alto, lo discontinuo, se arrogan
todos los actos breves, peligrosos y espectaculares que, como el degüello de una
res, la labranza o la cosecha, por no hablar del asesinato o la guerra, marcan
La perspectiva de género
En la actualidad es necesario e importante conocer la perspectiva de género en
cuanto a la explicación de los roles sociales y de las diferencias entre sexos. Lo
importante es poner de manifiesto que las tareas asignadas tradicionalmente a
hombres y mujeres no tienen su origen en la naturaleza (biológico) sino en la
sociedad (género), por eso el género surge del producto cultural y no está
relacionado al cuerpo físicamente. De hecho, el género constituye una de las
formas de diferenciación que se encuentra estructurada en las sociedades. Al ser
construidas socialmente, estas se modifican, cambian y se transforman (UNFPA,
2006).
5
El Plan Nacional de Igualdad de Género 2012-2017 estableció la igualdad
de género como la igual valoración de los diferentes comportamientos,
aspiraciones y necesidades de los hombres y las mujeres. En una situación de
igualdad real, los derechos, responsabilidades y oportunidades de los varones y
mujeres no están sujetos a su naturaleza biológica, ambos tienen las mismas
condiciones y posibilidades para pedir que se cumplan sus derechos y ampliar sus
capacidades de desarrollo personal, que contribuirá al desarrollo social y sus
beneficios.
5 Plan Nacional de Igualdad de Género 2012-2017 Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables Ministra de
la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Lima, pp.17.
Tabla 1
Registro de los delitos contra libertad tramitados
en Juliaca de 2010 a 2013
DELITO 2010 2011 2012 2013 Tota l
Violación de la libertad sexual ( Agravante: a mano armada, 9 5 2 9 25
con concurso de más de dos personas, prevalencia de
posición, etc.).
Violación de la libertad sexual (Tipo base). 74 107 52 93 326
Violación de persona bajo autoridad o vigilancia. 1 2 1 4
Violación de persona en estado de inconsciencia (Agravante: 2 2
agente se aprovecha de su profesión, ciencia u oficio.).
Violación seguida de muerte o lesión grave 2 4 6
Violación sexual de menor ( entre 14 años y menos de 18 85 69 105 48 307
años)
Violación sexual de menor de edad (mayor de 10 y menor de 142 147 188 146 623
14 años de edad)
Violación sexual de menor de edad (menor de 10 años) 45 51 63 73 232
Violación sexual de menor de edad seguida de muerte o 11 2 13
lesión grave.
Total general 367 383 415 373 1538
Características Sí No Total
Familia de convivientes 34 02 36
Familias parentales 33 03 36
Castellano hablante 31 05 36
Violadas por familiar 33 03 36
Hacinamiento de vivienda 35 01 36
Fuente: Ficha Psicológica. 2013.
Tabla 3
Características socioculturales de la violación sexual
en adolescentes (14 - 18 años)
Características Sí No Total
Familia de convivientes 24 12 36
Familia parentales 16 20 36
Estudios secundarios 30 06 36
Tienen enamorado 14 22 36
Relaciones sexuales previas 25 11 36
Gustan de fiesta 28 08 36
Recibió curso de orientación sexual 26 06 36
Fuente: Ficha Psicológica. 2013.
Conclusiones
1. La mayoría de casos de violación sexual a menores de edad son ejecutados
principalmente por familiares de la víctima (tíos, padrastros, primos u
otros), ocurriendo en el propio hogar, abusando de la confianza o
inocencia de la víctima que una vez ultrajada sexualmente, muchas veces es
chantajeada para no dar a conocer que fue víctima de violación,
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Fuller, Norma. (1998). Identidad Masculina en el Perú Urbano. Lima: Fondo
En ese tiempo cuando presentaste tu tesis ¿cuáles eran los temas más
recurrentes de tus compañeros en antropología?
Eran estudios de casos, trabajos de campo, trabajos descriptivos, a mí me costó
mucho convencer a mis colegas de que había que hacer una reflexión teórica sería,
como la que intentaba hacer Lévi-Strauss en última instancia, no todo es trabajo
de campo, trabajo de campo para qué, normalmente se hace un trabajo de campo
y el marco teórico se improvisa a último momento, eso es lo que sucede siempre.
Uy! ¿Marco teórico? ¿Qué ponemos? Y ponemos cualquier cosa, la teoría de
moda en algún momento.
Las publicaciones que tienes justamente versan sobre todos estos temas,
¿cuáles son los temas que tratan o has tratado o los que te hayan
interesado a lo largo de estos años?
En principio, los primeros libros eran más bien de resumen y crítica teórica,
porque yo me críe en un momento en que todavía se creía en la Antropología
Cognitiva, el análisis componencial norteamericano. Acá había en Argentina
mucha influencia norteamericana, a diferencia de lo que fue en Brasil, siempre fue
Francia el país de referencia en reproducción teórica y nada más, en que, 3 países
eran los centros mundiales: Estados Unidos; luego Francia e Inglaterra. En
Inglaterra han sido muy pocos los antropólogos de extraordinaria calidad, pero
son los antropólogos que cuando llegan a viejos, se apresuran por trasladarse a los
Estados Unidos, ningún antropólogo importante se quedó en Inglaterra: Víctor
Turner, Mery Douglas, el mismo Bateson, terminaron en Estados Unidos.
Luego de este primer tema o de esta primera área teórica ¿qué temas has
continuado?
Precisamente después me fui inclinando a complejidad y a hacer modelos
computacionales de orden complejo y esto es algo que recién se va elaborando en
la década del 80 y 90, y hay otros antropólogos que han trabajado esos temas en
Estados Unidos, como por ejemplo, en nuestro grupo hay un antropólogo
norteamericano que se llama Michael Agar que trabajó modelos basados en la
gente para comprender cosas muy duras como el tráfico de droga en el Bronx, no
son temas teóricos nada más, sino que son de una importancia práctica
fundamental. Cuando uno entra en la página del FBI o de las agencias de
investigación de Estados Unidos, enseguida se ve cual es el aporte antropológico a
esas instituciones, el análisis de redes a la cabeza, o sea cuando se tejen estrategias
para cazar a Osama Bin Ladem, por ejemplo; para penetrar en redes de
narcotráfico, lo primero que se emplea son redes sociales y los únicos que saben
manejarlas son los antropólogos.
Luego de las décadas de los 80 y los 90, en los años 2000 ¿continuaste con la
misma temática?
No, yo siempre voy cambiando de temática, primero que nada porque siempre
tengo que seguir al cruce, he seguido al cruce de más o menos 15 teorías, que son
las últimas modas, cada una de las cuales me demandó un libro distinto y donde lo
primero que señalo es que esto es una moda, hay que tratarla como una moda,
esto se va a pasar de moda algún día, nos vamos a encontrar con el fenómeno de
que los que profesaron esa moda, niegan haberla profesado, es como una especie
de síndrome muy adolescente, muy infantil subirse a la última moda.
¿Podemos decir que los aportes que estás dando a la antropología están
sirviendo más a otras disciplinas ?
No, están sirviendo mucho a los antropólogos, yo tengo muchos doctorandos en
el extranjero, tengo unos cuantos ya a los que estoy orientando en el sentido de
aplicar estas cosas a problemáticas antropológicas fundamentalmente, estoy
llevando la antropología a otras partes porque también en algún momento
empecé a especular del hecho de que la antropología ya como tal no era muy
seguro de que siguiera existiendo durante mucho tiempo, acá tuvimos que
soportar la globalización que penetró mucho más allá de lo que podemos creer.
Cuando yo estaba en Bali, por ejemplo, donde hice trabajo de campo y bueno
todos los rituales, todas las ceremonias tenían que esperar que terminaran el
partido del Campeonato Mundial de Fútbol, o que terminara el teleteatro
latinoamericano, venezolano, mexicano, argentino que estaban viendo todos los
balineses, todos sabían cómo formaba el equipo de la selección Argentina, que yo
no lo sabía, y me enteraba ahí; estábamos estudiando ceremonias y músicas que
registré muchísimas en Bali, que resulta ser que suenan todavía hoy muy exóticas,
muy balinesas, pero de hecho el género más popular de Bali la inventó un artista
austriaco que estaba radicado en Ubud, tengamos en cuenta que cuando en África
los diversos países declaraban la independencia las músicas que adoptaban el
pueblo, la gente, los que iban a bailar el sábado por la noche en Lagos, en Kinsasa,
en Dakar, era música latinoamericana, eran calipsos, era chachachá, era rumba, el
primer himno nacional en el Congo era con chachachá.
Al leer tus libros, al leer lo que escribes uno pensaría que son cosas
totalmente nuevas pero lo que hablas son categorías que ya vienen un poco
de antaño, pero de repente los antropólogos no les hemos prestado
atención.
Lo que pasa es que a cosas que sabíamos de antes, de golpe se descubre que tiene
un sentido nuevo, siempre manejábamos redes sociales, pero en 1997 Barabási de
la universidad de Indiana en Estados Unidos, estudio la red más grande que había
que es la Web o la Internet y se dio cuenta que esa red tenía estructuras complejas
que aparecen también en otros fenómenos, que son reciliencia, capacidades de
recuperación frente a ataques, robustez, lo que se llama el efecto San Mateo que el
que tiene más va a seguir teniendo cada vez más y el que tiene menos se le va a
quitar hasta lo poco que tiene por eso se llama efecto San Mateo, se descubrió que
había fractalidad en las redes complejas, es algo muy nuevo, esto tiene 15 años y a
partir de ahí se va a ir redefiniendo todo lo que se conoce día tras día.
Lo poco que puedas conocer, o lo que leíste del Perú ¿qué opinión te merece?
Yo he trabajado en más universidades latinoamericanas que cualquier otra
persona que conozca, nomas de Colombia serán 8 universidades por lo menos,
estoy permanentemente en la universidad de Caldas en Manizales y he trabajado
en la universidad Central, en la Javeriana, y en el Perú en particular prácticamente
nada, la primera invitación que me hicieron a Perú fue la que me hicieron ustedes
en Puno, o sea en México me invitan 2 o 3 veces al año, en Colombia otro tanto, en
Chile han tardado un poco, pero ya viste que fui hace un par de años a Santiago de
Chile al Congreso de la Asociación Latinoamericana de Antropología y, en
Europa, estoy empezando a trabajar, ya he ido, estuve trabajando en cuatro
NORMAS EDITORIALES
Libro impreso: Apellido, nombre del autor (Año de publicación). Título del libro en
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Tubino, Fidel (2015). La interculturalidad en cuestión. Lima: Fondo Editorial de la
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De Palabra y Obra en el Nuevo Mundo (pp. 409-438). España: Siglo XXI
Editores.
Artículos de revista impresa: Apellido, nombre del autor (Año de publicación).
Título del artículo. Nombre de la revista, volumen (número), número de páginas
inicial y final.
Daniel, Camila (2015). Nuevas rutas Sur-Sur: las dinámicas migratorias de
peruanos en Brasil. Antropología Andina Muhunchik-Jathasa, 2(1), 7-22.