Proyecto Provincial de Pastoral Juvenil Vocacional

PROYECTO PROVINCIAL DE
PASTORAL JUVENIL
VOCACIONAL
PREFECTURA DE PASTORAL JUVENIL VOCACIONAL

CLARETIANOS DE BÉTICA
2013
PROYECTO PROVINCIAL DE
PASTORAL JUVENIL
VOCACIONAL
PREFECTURA DE PASTORAL JUVENIL VOCACIONAL

CLARETIANOS DE BÉTICA
2013
PROYECTO PROVINCIAL DE PASTORAL JUVENIL VOCACIONAL
ÍNDICE
Presentación 5
1. Introducción 9
2. Aproximación a la realidad 11
3. Espiritualidad claretiana 18
4. Opciones de nuestra PJV 23
5. Objetivo 28
6. Líneas de acción 28
7. Planes y proyectos particulares 29
8. Destinatarios de nuestra PJV 30
9. Organigrama y coordinación de nuestra PJV 30
10. Aplicación y seguimiento de este proyecto 33

5
ÍNDICE
PRESENTACIÓN
El Beato Juan Pablo II, a comienzos del Tercer Milenio, afir-

maba con rotundidad que los jóvenes son para la Iglesia «un
don especial del Espíritu de Dios». Y añadía: «Si a los jóvenes
se les presenta a Cristo con su verdadero rostro, ellos lo experi-
mentan como una respuesta convincente y son capaces de aco-
ger el mensaje, incluso si es exigente y marcado por la Cruz»1.
En la misma línea se han expresado también los Papas Be-

nedicto XVI y Francisco. El primero, con motivo de la JMJ 2011
celebrada en Madrid, manifestaba la urgencia de ayudar a los
jóvenes a permanecer firmes en la fe y a asumir la bella aven-
tura de anunciarla y testimoniarla abiertamente con su propia
vida. Francisco, en su reciente encíclica Lumen Fidei, constata
cómo muchos jóvenes manifiestan la alegría de la fe y el com-
promiso de vivir una fe cada vez más sólida y generosa pues
aspiran a una vida grande2.
El nuevo Proyecto Provincial de Pastoral Juvenil Vocacional

que ahora presentamos quiere responder a la necesidad y al
reto que supone la evangelización de los jóvenes hoy, en el
contexto de un mundo continuamente en cambio, de una cul-
1. Juan Pablo II, Novo Millennio Ineunte, 9.

2. Cfr. Francisco, Lumen Fidei, 53.
6
tura globalizada y de una realidad marcada por una situación de

crisis y de creciente secularización.
Propiciar y acompañar a los jóvenes en su encuentro con

Cristo para suscitar la fe, transformar su vida y provocar la res-
puesta a su llamada, es el objetivo final de este proyecto que,
desde nuestra identidad claretiana, quiere ser el instrumento
que ayude a todos los agentes de pastoral (claretianos y laicos)
en la misión evangelizadora de los jóvenes.
Elemento clave del proyecto es la dimensión vocacional, des-

de la cual adquieren su verdadero sentido todas las acciones,
propuestas y opciones que aparecen en el mismo. La pastoral
vocacional sigue siendo urgencia y prioridad en nuestra misión,
pues estamos convencidos de que Jesucristo sigue llamando
a los jóvenes para que colaboren con Él en la realización del
proyecto de Dios. Una pastoral vocacional que «siente cada vez
más la necesidad de extender con valor a todos el anuncio y la
propuesta vocacionales»3.
El P. General, en su reciente carta circular Misioneros, nos

recordaba: «lo que se nos pide hoy es entrar en una relación
cercana que busca ayudar a los jóvenes a vivir en profundidad,
a sentirse queridos, a tomar conciencia de que tienen una mi-
sión importante que realizar en este mundo. Éste es también
el camino que permite entrar en un proceso de maduración de
la fe y de integración responsable en una comunidad cristiana…
En este contexto podrán crecer las vocaciones de servicio a la
Iglesia y a la sociedad. En este contexto crecerán también las
vocaciones a la vida religiosa y a nuestra Congregación, porque
en él se dan las condiciones necesarias para acoger positiva-
mente la propuesta vocacional claretiana»4.
3. Nuevas Vocaciones para una Nueva Europa, 13c.

4. Josep María Abella cmf, Misioneros, Roma 2012, pg. 79.
7
ÍNDICE
Agradecemos el esfuerzo y el trabajo de la Prefectura y el

Equipo de PJV y de todos los que con su reflexión, aportacio-
nes y experiencia han hecho posible este Proyecto. Deseamos
que, en los próximos años, su puesta en práctica posibilite en
nuestra Provincia un acercamiento mayor a los jóvenes que les
facilite el camino para encontrarse con Cristo y responder a su
llamada.
En este Año de la Fe, ponemos en manos del Corazón de

María -Madre, Maestra y Formadora- este nuevo Proyecto Pro-
vincial de Pastoral Juvenil Vocacional. Que ella guíe y aliente
nuestra misión y nos enseñe a hacer presente a Dios entre los
jóvenes a los que somos enviados, siempre desde la cordialidad
y la ternura. Que el fuego de la caridad que impulsó al P. Claret
y la memoria de nuestros mártires nos estimulen también en el
camino de la evangelización de las nuevas generaciones.
Félix Jesús Martínez Lozano, cmf

Superior Provincial
Sevilla, 16 de Julio de 2013

Festividad de Nuestra Señora del Carmen
164º Aniversario de la Fundación de la Congregación
9
INTRODUCCIÓN
1. INTRODUCCIÓN
1 Desde el año 1986 la cuestión vocacional ha sido determi-

nante para la Provincia Bética de los Misioneros Claretianos. En
aquel año, el XIII Capítulo Provincial quiso marcar el Desafío
Vocacional como uno de los retos prioritarios para el siguiente
sexenio. Entendía el Capítulo que la atención a este desafío
tenía que ir unida a una potenciación del servicio misionero a
los jóvenes. Como fruto de aquella conciencia, se creó en la
Provincia la Prefectura de Pastoral Juvenil Vocacional (PJV) que,
con sus órganos asesores, elaboró el Proyecto Provincial de PJV,
aprobado en el año 1989.
2 La atención prioritaria a la PJV en general y, en concreto, a

la Pastoral Vocacional, han sido ratificadas desde entonces por
los diversos Capítulos Provinciales y, sobre todo, por el mucho
trabajo misionero que se ha realizado en este terreno. Última-
mente, en el año 2010, el XVII Capítulo Provincial marcó como
una de sus tres prioridades el anuncio del Evangelio a quienes
no creen en Cristo5, y como otra la Pastoral Vocacional6. Ambas
cuestiones afectan directamente a la PJV, de forma que el Capí-
tulo pidió expresamente una revisión del Proyecto en una doble
línea: abrir nuevos caminos para llegar a aquellos jóvenes a los
que no llegamos y hacer más presente la dimensión misionera
y solidaria de la fe7. Acogiendo esta petición, el Consejo Per-
manente de PJV ha trabajado en la elaboración de este nuevo
Proyecto Provincial de Pastoral Juvenil Vocacional, que ahora
ofrecemos a la Provincia.
5. Cfr. XVII Cap. Prov. 28-42.

6. Cfr. XVII Cap. Prov. 43-57.
7. Cfr. XVII Cap. Prov. 33; 53.
10
3 Un cambio muy significativo aparece en este nuevo Proyec-

to: el sujeto. Nos incluimos en este sujeto no sólo los Misioneros
Claretianos, sino todos aquellos que trabajamos en la PJV, entre
los cuales hay numerosos Agentes de Pastoral Juvenil (APJ),
seglares en su mayoría, muchos de ellos miembros de la Fami-
lia Claretiana. Durante los años en que hemos trabajado con el
anterior Proyecto, todos hemos sido protagonistas activos del
mismo, hasta el punto de que Dios nos ha mostrado una forma
concreta de vivir la misión, que necesariamente es compartida.
Por eso, este proyecto es de todos, responsabilidad de todos.
Todos somos el sujeto. Todos los que trabajamos en él, los que
oramos por él, los que facilitamos la tarea de otros en él. Dios
nos confía esta misión como misión compartida, en la que quie-
re que todos seamos imprescindibles.
4 En nuestra Provincia hemos descubierto las ventajas de tra-

bajar desde un proyecto común. Para la PJV, éste es ahora el
proyecto desde el que trabajar en todas las posiciones claretia-
nas de Bética. Un proyecto realizado desde el Consejo Perma-
nente de PJV, consultado con los Responsables de PJV, revisado
por el Consejo Provincial de Pastoral y aprobado finalmente por
el Gobierno Provincial. Un proyecto amplio que contempla toda
la acción pastoral con jóvenes que realizamos en los distintos
ámbitos de nuestra misión. Es nuestra común oferta de evange-
lización para los jóvenes, la única que tiene la Provincia y la que
debemos facilitar desde todas nuestras estructuras.
5 Una última apreciación. La acción de este proyecto contem-

pla como destinatarios a niños, preadolescentes, adolescentes
y jóvenes. Aproximadamente, desde los 10 años (una vez que
muchos niños han hecho la primera comunión) hasta los 23
(últimos años de universidad). Pero, para facilitar la redacción,
utilizaremos el término “jóvenes” de forma genérica, para refe-
rirnos a todos estos destinatarios, aunque muchos de ellos no
entren sociológicamente en el concepto de “joven”.
11
APROXIMACIÓN A LA REALIDAD
2. APROXIMACIÓN A LA REALIDAD
6 Presentamos una mirada a la realidad juvenil de España, del

territorio de nuestra Provincia8 y del entorno de nuestras comu-
nidades y posiciones pastorales9.
EL CAMBIO
7 Vivimos en un mundo que experimenta profundas transfor-

maciones10, cambios rápidos y constantes que afectan notable-
mente a los jóvenes. Esta transformación se desarrolla con tal
fuerza en ellos y en su forma de vida que podríamos decir que
el cambio es precisamente el elemento que más caracteriza a
la juventud de hoy. Como evangelizadores, esta realidad nos
exige estar permanentemente atentos y flexibles, de forma que
nuestro anuncio sea verdaderamente comprensible.
LA CRISIS
8 La grave crisis económica es uno de los hechos que más

están marcando la realidad mundial y la realidad concreta de
nuestro entorno geográfico y de nuestros centros pastorales11.
La capacidad de consumo ha disminuido y han aumentado no-
tablemente las situaciones de pobreza y exclusión. El índice de
paro laboral se incrementa, siendo los jóvenes uno de los gru-
pos más perjudicados en esta situación. Las diferencias sociales
aumentan.
8. Cuando hablamos de nuestra Provincia, nos centramos en Andalucía, Canarias y Extremadura, ya
que en este proyecto no se contempla aún la acción pastoral con jóvenes en Zimbabue.
9. Presentamos en este análisis el estudio realizado por el Consejo Permanente de PJV en mayo,
octubre y diciembre de 2011. Compartimos el análisis de la realidad del Proyecto de PIJV de la Provincia
Claretiana de Santiago (junio 2011) y el que realiza en diciembre de 2011 el Plan Provincial de Pastoral
2011-2016 (en adelante PPP).
10. Cfr. PPP 2-3.
11. Cfr. PPP 5-6.
12
9 En muchas de nuestras posiciones nos encontramos con jó-

venes de clase media que hasta ahora han vivido una vida re-
lativamente cómoda y con poca tensión por su futuro. Ahora,
se enfrentan a una situación nueva en la que les invade una
creciente preocupación y desencanto por el futuro. La mayoría
se preparan académicamente para un porvenir que descubren
poco prometedor; algunos se ven abocados a dejar de estudiar
para buscar trabajo y ayudar a la familia.
LA SOCIEDAD ACTUAL
10 España es una sociedad cada vez más compleja y plural. Exis-

te una cultura globalizada de voluntad masificadora y de talante
permisivo. Los medios de comunicación social y la difusión de
las nuevas tecnologías extienden con máxima celeridad valores,
lenguajes y criterios distintos, diferentes y muchas veces contra-
puestos a nuestra concepción cristiana de la vida12.
11 La concepción tradicional de la familia, y la familia misma,

pasa por momentos de crisis, sufriendo muchas veces los más
pequeños las peores consecuencias de las rupturas familiares.
Por su parte, los jóvenes se encuentran desorientados y se en-
frentan solos a la búsqueda de sentido. Estamos ante una ju-
ventud que se valora poco, bien por la imagen que tienen de sí
mismos o bien por la imagen que han asumido por atribución
desde el mundo adulto. Los procesos madurativos son cada vez
más largos. Con frecuencia los jóvenes, temerosos ante un fu-
turo incierto, anclados en el presente y las relaciones de proxi-
midad, presentan dificultades para tomar decisiones claras y de
larga duración y se muestran reacios a adquirir compromisos
regulados y constantes. Son capaces de defender valores fina-
listas, pero no los valores instrumentales que permiten hacerlos
realidad. A menudo, parecen atrapados por el pragmatismo in-
mediatista y el relativismo moral, con una identidad débil y una
12. Cfr. PPP 7; 13.

13
baja autoestima, tentados a conformarse con la búsqueda ins-

tantánea del placer y con serias dificultades para hacer frente de
forma asertiva a la vida de cada día. Entre los jóvenes, la familia
es la institución y el espacio donde se dicen las cosas más im-
portantes para orientarse en la vida13, pero la familia, la escuela
y la parroquia –instituciones tradicionales de socialización- pier-
den gradual y progresivamente la función privilegiada que han
ejercido en la formación y maduración de niños y jóvenes14.
12 El fenómeno de la inmigración es ya una realidad plenamente

asentada en nuestro país y en el territorio de nuestra Provin-
cia15. Aporta enriquecimiento cultural y amplitud de perspecti-
vas, pero también suscita actitudes de rechazo. La realidad en
sí pone en evidencia la organización injusta de nuestro mundo.
Para las personas inmigrantes, el cambio de entorno puede su-
poner una pérdida de las propias raíces y una desintegración de
la familia. Por las condiciones laborales, muchos niños y jóvenes
de estas familias pasan solos mucho tiempo.
13 La solidaridad y los valores humanos se han revalorizado mu-

cho en nuestra cultura y calan especialmente en los jóvenes.
Las experiencias de contacto con las realidades más duras de
nuestro mundo les marcan especialmente, pero frecuentemente
no se traducen en un compromiso estable.
14 Se produce también entre los jóvenes una tendencia al aban-

dono del compromiso político, unido a una falta de identificación
con los representantes y partidos. En esta situación parecen to-
mar cierta relevancia algunas propuestas políticas alternativas,
pero siguen siendo minoritarias.
13. Cfr. PPP 9.
14. Cfr. PPP 8.
15. Cfr. PPP 4.
14
LA VIVENCIA DE LA FE
15 Cultural y sociológicamente encontramos una creciente secu-

larización que ha conducido a un panorama de descristianiza-
ción16. Se intenta prescindir de cualquier referencia a la expe-
riencia religiosa y cristiana, se cuestiona el carácter público de
la fe y de la Iglesia y muchos bautizados se acaban situando en
la indiferencia religiosa como actitud de vida17.
16 Sin embargo, esta secularización no ha supuesto el final del

hecho religioso. Éste sigue manteniendo una presencia signifi-
cativa en la sociedad española actual, pero desde una transfor-
mación tan seria que nos sitúa al final de un ciclo evangelizador.
17 Convivimos con paradojas llamativas. A pesar de lo dicho

anteriormente, triunfan costumbres, vivencias y tradiciones cris-
tianas que muestran las raíces confesantes de nuestra cultura y
que en una parte importante de la geografía de nuestra Provin-
cia cobran una importancia singular18. La mayoría de la sociedad
española ha sido bautizada y sin embargo carece de una fe
personalizada y adulta.
18 La mayor parte de las familias no educa a sus hijos en la fe

y uno de cada dos jóvenes españoles afirma que la religión no
tiene ninguna importancia en su vida. El mapa religioso juvenil
español presenta tres ámbitos bien diferenciados: un reducido
grupo de jóvenes católicos que se sienten Iglesia; un grupo más
numeroso que se considera católico aunque casi nunca, o sólo
ocasionalmente, asiste a la Iglesia; y un grupo cada vez más
numeroso que se declara indiferente, agnóstico o ateo. Los jó-
venes cristianos suelen encontrarse en minoría incluso entre su
grupo cercano de amigos.
16. Cfr. PPP 11.

17. Cfr. PPP 22.
18. Cfr. PPP 20.
15
19 Los jóvenes de nuestras posiciones, en general, muestran

una cierta simpatía por la experiencia religiosa vivida con noso-
tros, que, no obstante, no es impedimento para que se sientan
afectados por lo que hemos dicho de los jóvenes españoles de
forma genérica. El número de quienes se vinculan a nuestras
plataformas pastorales generalmente se ha reducido. Es difícil
que entren en procesos de fe y, en ocasiones, quienes lo hacen
corren el peligro de ver sus momentos de catequesis, celebra-
ción y compromiso como una actividad más –y ni siquiera la
más importante- entre tantas otras como les son ofertadas. Su
continuidad es desigual. Con frecuencia hay una desconexión
entre la fe que viven y expresan en nuestros centros pastorales
y la vida que transcurre fuera de ellos. Y, en ciertos momentos
de cambios importantes en su vida, como el paso a la universi-
dad o al mundo laboral, no son pocos quienes se desvinculan de
los procesos de crecimiento y de las labores pastorales.
20 El trabajo constante que hemos realizado durante muchos

años ha favorecido que hoy podamos constatar que, a pesar del
ambiente de secularización, hay muchas luces en la vivencia de
fe de los jóvenes:
21 • Descubrimos un grupo importante de jóvenes que,

con paciencia y una adecuada pedagogía, pueden en-
trar en el silencio y la profundidad, buscar el rostro de
Dios y anhelar momentos de oración y serenidad que
tan difícilmente encuentran en su vivir cotidiano.
22 • Están necesitados de espiritualidad y la propuesta

cristiana, bien presentada e iniciada, puede saciar dicha
necesidad.
23 • Están necesitados de crecimiento y de opciones que

den sentido a su vida y, si se les acompaña en la fe, son
capaces de buscar la voluntad de Dios para orientar su
vida, procurando la radicalidad y la coherencia, a pesar
16
de las dificultades que conlleva el seguimiento. Los jó-

venes están abiertos al acompañamiento personal que
hace posible este crecimiento en el Evangelio.
24 • Están necesitados de identificación y son capaces de

expresarse como cristianos en sus contextos hostiles,
en una actitud que llega a ser incluso transgresora en
nuestra sociedad. Se atreven a comprometerse para ser
sal y luz en un mundo que necesita ser nuevo. El ca-
risma claretiano se presenta para ellos como una forma
válida y atractiva de situarse en la Iglesia y de vivir la
misión y el compromiso.
25 • Las experiencias significativas de fe, ya estén den-

tro de un proceso o ya sean puntuales, siguen siendo
momentos privilegiados de anuncio del Evangelio, que
influyen profunda y positivamente en quienes las viven.
26 • Tienen una gran capacidad de compasión ante el su-

frimiento y la exclusión, y el Evangelio –Jesús- da cauce
a dicha capacidad. Cuando los jóvenes, adecuadamente
acompañados, se encuentran con el sufrimiento, pue-
den vivir también una experiencia de Dios.
27 • Tienen una gran necesidad y capacidad de sentirse

aceptados y queridos, y en nuestra pastoral es posible
crear espacios comunitarios de acogida desinteresada,
sencillo reflejo del cariño de Dios.
LA RESPUESTA VOCACIONAL19
28 La Pastoral Vocacional ha sido señalada repetidamente como

una tarea prioritaria dentro de nuestra misión y, en concreto,
19. Cfr. La Pastoral Vocacional de los Claretianos en Europa. Propuestas finales sobre Pastoral Voca-
cional del Encuentro Europeo de Apostolado, Buckden - Inglaterra (febrero 2011).
17
dentro de nuestra PJV. Se han realizado numerosos esfuerzos

en este terreno y hemos acogido agradecidos los frutos que Dios
ha ido enviando. No obstante, el número de jóvenes que han
consagrado su vida a Dios como Misioneros Claretianos o dentro
de la Familia Claretiana es menor del que es necesario para rea-
lizar el anuncio del Evangelio en esta parte del mundo. El des-
censo vocacional es un desafío a nuestra vida y a nuestra pas-
toral20. Y nos lleva a una revisión constante del modo de orientar
toda nuestra pastoral y, en concreto, la Pastoral Vocacional.
29 En nuestros centros pastorales, generalmente, los plantea-

mientos vocacionales no provocan rechazo. Se está avanzando
en una presentación cada vez más clara e interpelante del ca-
risma claretiano. A diferencia de otros momentos, hoy se puede
hablar con normalidad de la cuestión vocacional y es posible
realizar la propuesta vocacional específica, si bien tal propuesta
no suele encontrar el terreno fértil en el que enraizar, y muchos
jóvenes reaccionan como si no fuera con ellos.
30 Cuando la propuesta es acogida y cuestiona la vida del joven,

este hecho suele coincidir con personas, momentos y ámbitos
pastorales en los que se está cuidando de forma especial la
interioridad y la experiencia de encuentro con Dios. Interpelan
también con fuerza las experiencias acompañadas de contacto
con el sufrimiento del mundo y con las personas que consagran
su vida a hacer presente el amor de Dios en ese sufrimiento. La
autenticidad y sinceridad en la vida y el acompañamiento cer-
cano, gratuito y desinteresado de los jóvenes aparecen también
con frecuencia como un elemento presente.
20. Cfr. PPP 35.

18
3. ESPIRITUALIDAD CLARETIANA
31 El Padre Claret, bajo la inspiración del Espíritu Santo, tuvo

una clara conciencia de ser llamado y enviado por Dios, a se-
mejanza de los apóstoles, a proclamar el Evangelio a toda cria-
tura. Este anuncio del Evangelio, empleando todos los medios
posibles, es su rasgo más característico. Y para ello, desde sus
tiempos de Misionero Apostólico por Cataluña y Canarias, buscó
asociar a otros a su misma misión. El 16 de julio de 1849, en Vic
(Barcelona), junto con otros cinco sacerdotes que compartían
su misma inquietud evangelizadora, fundó “una congregación
de sacerdotes que fuesen y se llamasen Hijos del Inmaculado
Corazón de María”21: los Misioneros Claretianos. No será la úni-
ca realidad a la que dio lugar, sino que de él surgieron también
otras ramas de lo que hoy llamamos la Familia Claretiana:
• En 1847 escribió un librito titulado Las religiosas en

sus casas o Hijas del Santísimo e Inmaculado Corazón
de María, que un siglo después daría lugar al Instituto
Secular Filiación Cordimariana.
• Años más tarde, en Cuba, ayudó a Mª Antonia París a

fundar las Religiosas de María Inmaculada para la Ense-
ñanza o Misioneras Claretianas.
• Convaleciente del atentado sufrido en Holguín (Cuba)

el 1 de febrero de 1856, tuvo el “pensamiento de la
Academia de San Miguel”22, donde el movimiento de
Seglares Claretianos encuentra su inspiración inicial.
32 La misión claretiana se extiende por el mundo entero y con-

voca a muchas personas y grupos, cada uno con una vocación y
estilo de vida específicos, todos los cuales constituyen la Familia
21. Antonio Mª Claret, Autobiografía (AUT), 488.

22. AUT 581.
19
ESPIRITUALIDAD CLARETIANA
Claretiana. Sintetizamos aquí algunos rasgos de la espiritualidad

claretiana que compartimos quienes formamos esta familia.
LA MISIÓN EVANGELIZADORA EN LA IGLESIA
33 Nuestra espiritualidad es una espiritualidad misionera, en la

que la acción evangelizadora es fuente principal y en la que, a
su vez, toda acción evangelizadora toma su vigor y dinamismo
de una seria y profunda espiritualidad. Claret sintetiza su espi-
ritualidad con el ejemplo del compás, estar centrado en Dios y
desde Él proyectarse hacia fuera: “Me figuraré que mi alma y
mi cuerpo son como las dos puntas de un compás; y mi alma,
como una punta, está fija en Jesús, que es mi centro; y que
mi cuerpo, como la otra punta del compás, está describiendo el
círculo de mis atribuciones y obligaciones con toda perfección
en la tierra y de la Eternidad en el Cielo”23.
34 El elemento de donde arranca esta espiritualidad de Claret es

su sentido de filiación divina, es decir, su amor filial a Dios que
lo llevó a hacer suya la preocupación de Cristo por las cosas del
Padre. Para él, Dios es ante todo Padre. De aquí hace derivar
sus actitudes. Claret entiende que, por el amor que tiene a Dios,
no puede despreocuparse de lo que les ocurre a los hombres,
que son sus hermanos. “No los puedo abandonar, sino trabajar
por ellos para que se salven”24. El P. Claret expresa las múltiples
razones que tiene para preocuparse y entregarse al bien del
prójimo: “Yo te amo porque Dios quiere que te ame. Te amo
porque Dios me lo manda. Te amo porque Dios te ama. Te amo
porque eres criado por Dios a su imagen y para el Cielo…”25.
35 Hoy, quienes heredamos el espíritu de Claret nos sentimos en-

viados a continuar la misión evangelizadora de Jesucristo, llevando
23. “Propósitos de 1866” en: José Mª Viñas y Jesús Bermejo (ed.), San Antonio María Claret. Autobio-
grafía y escritos complementarios, Editorial Claretiana, Buenos Aires 2008, pg. 713.
24. Cfr. AUT 158; 208.
25. AUT 448.
20
el amor de Dios mediante las palabras y las obras, especialmente

a los más alejados y a los más empobrecidos. Con un profundo
sentido eclesial, queremos ser colaboradores de los pastores en el
ministerio de la Palabra, ofreciendo al mundo la belleza materna
de una Iglesia que engendra nuevos hijos al Evangelio.
JESUCRISTO
36 Nuestra vida se puede definir como una progresiva identifica-

ción con Cristo evangelizador. Así lo vive Claret. Él vive su espi-
ritualidad como un proceso que parte de una profunda sintonía
de amistad con Cristo, a quien identifica como: el Hijo preocu-
pado por las cosas del Padre, el Hijo ungido para evangelizar a
los pobres, el Hijo del hombre que no tiene donde reclinar la
cabeza y es signo de contradicción, el Hijo de María, el Envia-
do por el Padre y ungido por el Espíritu, que comparte con los
Apóstoles su vida y misión.
37 Claret vive su vida como una consagración plena a Jesucristo.

Quiere seguirle e imitarle más de cerca en su vida evangélica al es-
tilo de los Apóstoles, trabajando y sufriendo para llevar a la huma-
nidad la gloria del Padre. Este afán por seguir más de cerca a Cristo,
le lleva no sólo a imitar su conducta, sino también a asimilar su
espíritu, de manera que llega a experimentar que Cristo vive en él.
LA EUCARISTÍA
38 La Eucaristía ocupa un lugar preponderante en la vida espiri-

tual y apostólica de Claret. La celebración eucarística es el mo-
mento más intenso de su unión personal con Cristo. La oración
ante el Santísimo le ayuda a mantener esos sentimientos y a de-
sarrollar sus actividades en un espíritu sacrificial profundamente
compenetrado con el misterio redentor de Cristo y de la Iglesia26.
26. Cfr. AUT 265; 694; 756; 767.

21
ESPIRITUALIDAD CLARETIANA
39 La vivencia eucarística tiene para Claret un sentido misione-

ro. Es un hombre entregado a anunciar el Evangelio por todo
el mundo. Esta dimensión misionera brota de su unión e iden-
tificación con Cristo, de la contemplación asidua del misterio
eucarístico, contemplación que le conduce a que la Eucaristía se
haga vida de su vida.
40 Para nosotros, la celebración de la Eucaristía sigue siendo hoy

el eje de nuestra espiritualidad y la fuerza de nuestro camino. La
Eucaristía es el centro generador de nuestra vida y de nuestra
misión. El núcleo de toda oración cristiana está en la Eucaristía.
La celebración eucarística nos muestra que oramos por Cristo,
con Él y en Él. La Eucaristía nos ayuda a sabernos y sentirnos
Iglesia. A la vez, la contemplación de Jesús en la Eucaristía libe-
ra nuestros corazones de los miedos y del egoísmo y nos lleva
a un decidido compromiso a favor de los hermanos que sufren
y están oprimidos.
LA PALABRA
41 Claret es interpelado por la Palabra de Dios. Lo es porque la

lee y medita continuamente, buscando en ella la voluntad de
Dios. Es muy aficionado a la Palabra y a su lectura diaria, de tal
modo que la Biblia llega a ocupar un lugar preferente a lo largo
de toda su vida. Es uno de los ejes de su espiritualidad. En ella
encuentra estímulos para descubrir su vocación y para desarro-
llarla. Claret asimila la Escritura en orden a cumplir el mandato
de Jesús de anunciar la Buena Noticia a todos los pueblos. La
propagación de la Biblia, la recomendación de la lectura diaria
de la Escritura y la predicación de la Palabra de Dios expresan
su afán por realizar este anuncio.
42 Su vocación de misionero apostólico no se comprende sin los

relatos vocacionales de los profetas y apóstoles. Para nosotros,
la clave vocacional de lectura de la Palabra de Dios es también
un elemento que tenemos en cuenta hoy.
22
43 El amor y la lectura asidua de la Palabra de Dios están tan

enraizados en la vida de Claret que se convierten para nosotros
en un rasgo de familia: como María, escuchamos la Palabra,
intentamos cumplirla y la anunciamos a todos. Somos oyentes y
servidores de la Palabra.
EL CORAZÓN DE MARÍA
44 Claret tiene desde su infancia un gran amor a la Virgen Ma-

ría. En su juventud siente algunas intervenciones de la Virgen
que lo mueven a amarla más y a propagar por todas partes su
devoción27. La fundación de los Hijos del Corazón de María la
atribuye a la Virgen, a quien pone como Patrona de la Con-
gregación. Claret explica lo que entiende por un Hijo del Cora-
zón de María: “Un Hijo del Inmaculado Corazón de María es un
hombre que arde en caridad y que abrasa por donde pasa. Que
desea eficazmente y procura por todos los medios encender a
todos en el fuego del divino amor. Nada le arredra; se goza en
las privaciones; aborda los trabajos; abraza los sacrificios; se
complace en las calumnias; se alegra en los tormentos y dolores
que sufre y se gloría en la cruz de Jesucristo. No piensa sino
cómo seguirá e imitará a Cristo en orar, en trabajar, en sufrir,
en procurar siempre y únicamente la mayor gloria de Dios y la
salvación de los hombres”28.
45 Hoy seguimos sintiendo la acción materna de María en la

vida de cada uno de nosotros. Como Claret, también nosotros
la llamamos Madre, Maestra, Formadora. De ella aprendemos a
acoger la Palabra, a darle un cuerpo de compromiso en la vida
y a comunicarla con generosidad. Bajo su amparo crecemos en
fraternidad y trabajamos en la acogida del Reino de Dios. María
nos lanza para colaborar en la misión materna de la Iglesia, en-
27. Cfr. AUT 71; 95-98.

28. Cfr. AUT. 494. La versión que presentamos aquí está tomada de las Constituciones de los Misio-
neros Claretianos (1988), 9.
23
OPCIONES DE NUESTRA PJV
gendrando nuevos hijos para el Evangelio. Y nos recuerda que sin

corazón, sin ternura y sin amor no podemos realizar esta misión29.
4. OPCIONES DE NUESTRA PJV
46 Nuestra respuesta a la realidad que esbozamos anteriormen-

te está marcada necesariamente por los rasgos carismáticos que
acabamos de presentar. En comunión con la Iglesia, y desde
nuestra identidad, afrontamos la Pastoral Juvenil Vocacional
desde las siguientes opciones30:
47 a. Por una PJV que favorece de forma prioritaria la expe-

riencia de Dios de los jóvenes. Esta opción implica:
-- Considerar la búsqueda del encuentro con Dios

como un eje transversal a toda la acción pastoral.
-- Señalar momentos y ámbitos específicos del proyec-

to en los que se inicia y se propone la experiencia
de Dios.
-- Propiciar la personalización de esta experiencia de

Dios desde un adecuado acompañamiento personal
del joven.
-- Cuidar esta dimensión en la vivencia de los agentes

y en su formación y capacitación pastoral.
29. Cfr. XXII Capítulo General CMF, En Misión Profética, Roma 1997, 20.
30. Algunas de estas opciones se encuentran reflejadas en las dimensiones y prioridades de nuestra
misión: PPP 45-47.
24
48 b. Por una PJV que fomenta y cree en la corresponsabili-

dad de los jóvenes en la Iglesia31. Esta opción implica:
-- Aplicar un Proyecto de Acompañamiento y Madura-

ción en la Fe en el que los jóvenes caminen como
protagonistas de su mismo proceso.
-- Suscitar y formar agentes específicos para cada plan

o proyecto particular.
-- Fomentar la presencia de los jóvenes en los órganos

de corresponsabilidad de la pastoral32.
49 c. Por una PJV activa en la Nueva Evangelización, que

vive la fe en una dimensión de anuncio de Dios33 en el
actual mundo de increencia, indiferencia y descristianiza-
ción34. Esta opción implica:
-- Contagiar la alegría de creer y el entusiasmo de

testimoniar y comunicar la fe35 en los procesos de
maduración y en la formación de agentes.
-- Revisar nuestra dedicación, estructuras y plantea-

mientos apostólicos, para hacer posible un servicio
misionero a la realidad juvenil de nuestra zona36.
-- Establecer iniciativas para que nuestro anuncio del

Evangelio llegue a todos, tanto a quienes se acer-
can a nuestras propuestas pastorales como a quie-
nes se muestran indiferentes ante la fe.
-- Conocer la realidad de los jóvenes que debemos
31. Cfr. PPP 51.

32. Cfr. XVII Cap. Prov. 64.
33. Cfr. Sínodo sobre la Nueva Evangelización, Instrumentum Laboris, 6 y 9.
34. Cfr. XVII Cap. Prov. 28-29; 33-34; PPP 50.
35. Cfr. Benedicto XVI, Porta Fidei, 7.
25
evangelizar y adaptar a dicha realidad nuestra forma

de ofrecer el mensaje íntegro del Evangelio.
-- Suscitar y formar Agentes Misioneros de Jóvenes

que trabajen en el anuncio misionero del evangelio
a los jóvenes a los que habitualmente no llegamos37.
50 d. Por una PJV con una fuerte clave eclesial y comunita-
ria. Esta opción implica:
-- Favorecer la inserción, identificación y comunión de

los jóvenes con la Iglesia en sus distintas expresio-
nes: Iglesia universal, Iglesia local, parroquia, centro
pastoral…
-- Exigir a los agentes una adecuada vivencia comuni-

taria.
-- Presentar la llamada de Dios a seguir a Jesús en co-

munidad, invitando expresamente a hacerlo desde
el carisma claretiano.
51 e. Por una PJV orientada vocacionalmente, que anima a

cada joven al seguimiento de Jesús buscando y acogiendo
la voluntad de Dios sobre su vida38. Esta opción implica:
-- Imprimir una orientación vocacional a todo el Pro-

yecto de PJV, que marque el objetivo a seguir, que
sea transversal al mismo y que se haga presente
habitualmente en los procesos y experiencias pro-
puestos.
-- Presentar profunda y gradualmente las llamadas bí-

blicas, la vocación de María, la figura de Claret y

38. Cfr. XXIV Capítulo General CMF, Hombres que arden en caridad (HAC), Roma 2009, 19; 60; XVII
Cap. Prov. 48-51. PPP 50; 53.
26
la vocación claretiana, tanto en los procesos de fe

como en la formación de agentes.
-- Potenciar el acompañamiento personal y hacer un

seguimiento especial de los jóvenes abiertos a la
propuesta vocacional, ayudándoles a madurar su
opción por la vida seglar o consagrada.
-- Abordar de forma específica las diferentes voca-

ciones en la Iglesia, incluida la vocación conyugal,
y mostrar de forma comprensible e interpelante la
vocación consagrada y, en concreto, la vocación del
misionero claretiano39.
-- Fomentar una adecuada cultura vocacional, cuidan-

do en nuestra pastoral los elementos que favorecen
el florecimiento de vocaciones consagradas.
52 f. Por una PJV desde la perspectiva de los pobres, exclui-

dos y amenazados en su derecho a la vida, como clave
para transformar la realidad desde el evangelio40. Esta op-
ción implica:
-- Proponer experiencias acompañadas que acerquen a

los jóvenes a realidades de exclusión, marginación
y pobreza, ayudando a descubrir la voz de Dios en
ellas41.
-- Cuestionar el estilo de vida de los agentes para que

sea más coherente con la vida cristiana que presen-
tamos42.
-- Proponer la dimensión profética del carisma clare-

40. Cfr. XVII Cap. Prov. 39; 52-54. PPP 50.
27
tiano como clave transformadora de la propia vida

y de la realidad43.
-- Educar a los jóvenes en el compromiso sociopolítico.
53 g. Por una PJV concienciada e implicada en la misión uni-

versal de la Iglesia. Esta opción implica:
-- Explicitar habitualmente la dimensión universal de

la Iglesia y de su misión como un rasgo caracterís-
tico de nuestro carisma.
-- Potenciar las campañas eclesiales y congregaciona-

les que ayudan a cultivar esta dimensión.
-- Proponer experiencias de sensibilización misionera

en otras iglesias y zonas de la Congregación, espe-
cialmente en el tercer mundo.
54 h. Por una PJV en misión compartida y en comunión con

las Iglesias Locales, con la Familia Claretiana de Iberia y
con los demás organismos claretianos de Europa44. Esta
opción implica:
-- Nombrar responsables seglares de PJV en las posi-

ciones que, en corresponsabilidad con los Respon-
sables Claretianos, coordinen el funcionamiento de
este Proyecto.
-- Asegurar la presencia de seglares en el Consejo Per-

manente de PJV.
-- Colaborar con el movimiento de Seglares Claretia-

nos en aquellos asuntos que sean de común interés.
43. Cfr. HAC 58.3.

44. Cfr. XVII Cap. Prov. 64; PPP 52; 72.
28
-- Participar en los órganos de coordinación de la PJV

de los Misioneros Claretianos de Europa y de la Fa-
milia Claretiana de Iberia, y en las actividades que
se propongan.
-- Colaborar desde las posiciones con la PJV de las igle-

sias locales, en la medida de nuestras posibilidades.
5. OBJETIVO
55 Propiciar y acompañar, desde nuestra identidad claretiana, un

encuentro del joven con Cristo que suscite la fe, un proceso que
la haga madurar transformando su vida y un discernimiento y
una respuesta vocacional.
6. LÍNEAS DE ACCIÓN
56 a. Colaborar en la animación de la vivencia vocacional de

los Misioneros Claretianos y de sus comunidades desde la
perspectiva de la PJV.
57 b. Coordinar y animar el trabajo en equipo y en misión
compartida dentro de la PJV local y provincial, integrándo-
lo dentro del conjunto de la acción misionera.
58 c. Suscitar y formar específicamente los agentes necesa-
rios para alcanzar los objetivos de este proyecto.
59 d. Acercarnos a los jóvenes que se sitúan en la increencia,
indiferencia y descristianización, y ofrecerles cauces que
29
PLANES Y PROYECTOS PARTICULARES
favorezcan el encuentro con Cristo que suscita la fe.

60 e. Acompañar la maduración de la fe de los jóvenes de
nuestras posiciones, guiándoles hacia el encuentro con
Dios que llama y transforma la vida.
61 f. Hacer una oferta pastoral coordinada a todos los jóve-
nes que están en nuestras estructuras educativas.
62 g. Promover una acción pastoral coordinada y sistemática
que proponga la vocación consagrada claretiana, presen-
tándola adecuadamente, y acompañando a los jóvenes en
su discernimiento y respuesta vocacional.
7. PLANES Y PROYECTOS PARTICULARES
63 Para llevar a cabo el objetivo final desde las líneas de acción

señaladas, se establecen los siguientes instrumentos:
64 I. Proyecto Enciende: Primer Anuncio del Evangelio a los

preadolescentes, adolescentes y jóvenes45.
65 II. Proyecto Claret Joven: Acompañamiento y maduración

en la fe de preadolescentes, adolescentes y jóvenes46.
66 III. Proyecto Corazón: Formación de Agentes de PJV47.
67 IV. Plan de Animación y Pastoral Vocacional48.
68 V. Plan Marco de Pastoral de los Colegios Claretianos de Bética49.
45. Cfr. línea de acción d.

46. Cfr. línea de acción e.
47. Cfr. línea de acción c.
48. Cfr. líneas de acción a y g.
49. Cfr. línea de acción f.
30
8. DESTINATARIOS DE NUESTRA PJV
69 Son destinatarios de nuestra PJV:
• Los niños, preadolescentes, adolescentes y jóvenes;

• Sus agentes evangelizadores;
• Los Misioneros Claretianos
70 Preferentemente de nuestras comunidades y posiciones
apostólicas y de su entorno.
9. ORGANIGRAMA Y COORDINACIÓN DE
NUESTRA PJV
71 La Pastoral Juvenil Vocacional de los claretianos de Bética

cuenta con la siguiente estructura y, sobre todo, con las perso-
nas que la forman:
a. Prefectura de PJV
72 Desde el año 1986, todos los Capítulos Provinciales de los

Claretianos de Bética, a propuesta de los Superiores Provin-
ciales, han optado por incluir en la estructura de gobierno un
Prefecto de PJV que sea consultor provincial. Es elegido por el
Capítulo Provincial y sus funciones son:
• Ayudar al Superior Provincial en la coordinación y ani-

mación de la PJV de la Provincia.
• Animar a los claretianos en su vivencia vocacional y

en su trabajo en la PJV.
31
ORGANIGRAMA Y COORDINACIÓN
• Coordinar los ámbitos comunes con otras instancias

de la misión de la Provincia (prefecturas, secretariados,
proclades).
• Coordinar el trabajo en común con los Prefectos y

Coordinadores de PJV de las demás provincias claretia-
nas de Iberia y de la Familia Claretiana.
• Coordinar el Equipo de PJV, formando parte del mismo.
b. Consejo Permanente de PJV
73 Es el órgano prioritario de consulta, evaluación y decisión

dentro de la PJV. Es nombrado por el Prefecto de PJV, teniendo
en cuenta criterios de representación geográfica y de sectores
apostólicos, así como de capacitación para la función propia que
ha de realizar. En él han de estar presentes los seglares y los
misioneros en formación. Forma también parte de él también
el Prefecto de Apostolado. Las funciones de este consejo son:
• Asesorar al Prefecto de PJV y ejercer de órgano con-

sultivo de la Prefectura.
• Hacer la evaluación y el seguimiento del Proyecto de

PJV y de su funcionamiento en las posiciones y a nivel
provincial, a través de sus reuniones, que se celebran
tres veces al año.
c. Equipo de PJV
74 Es una de las posiciones y actividades existentes en nuestra

Provincia: un equipo itinerante, ubicado en una comunidad con-
creta pero cuya dedicación es provincial. Está coordinado por el
Prefecto de PJV, que forma parte del mismo. Sus funciones son:
• Trabajar en la animación y seguimiento del Proyecto

32
de PJV, realizando acciones encuadradas en el mismo y

encaminadas a su mejor funcionamiento. Estas acciones
pueden ser tanto de carácter local como de carácter
provincial.
• Reflexionar y buscar los caminos actuales y adecua-

dos para la PJV, proponiendo nuevas acciones en con-
sonancia con el Proyecto.
• Dedicar tiempo prioritario a las acciones de pastoral

vocacional y de formación de APJ.
• Asegurar la siembra y la propuesta vocacional, así

como el acompañamiento de los jóvenes con inquietu-
des vocacionales, en coordinación con los responsables
locales de PJV.
d. Responsables de PJV
75 En cada posición existe un Misionero Claretiano, responsable

de PJV. Existe también, siempre que sea posible, un responsa-
ble seglar que está en coordinación con el responsable claretia-
no. Sus funciones son:
• Organizar y coordinar la PJV de su centro pastoral.
• Velar por la formación de los APJ a través del Proyec-

to Corazón y de otras actividades formativas, en diálogo
con el EPJV.
• Coordinar con el Equipo de PJV su presencia en dicha

posición, así como la participación de los jóvenes del
lugar en las actividades provinciales.
• Coordinar con el Equipo de PJV el acompañamiento

personal de los jóvenes con inquietudes específicas ha-
cia la vocación consagrada.
33
APLICACIÓN Y SEGUIMIENTO
• Mantener la conexión y comunión de la PJV local con

los otros ámbitos del centro pastoral y con la PJV pro-
vincial, así como con la pastoral juvenil diocesana.
e. Agentes de Pastoral Juvenil

76 Son los encargados de llevar adelante el funcionamiento co-
tidiano de este Proyecto de PJV. Cada plan o proyecto particu-
lar tiene sus agentes, que cuentan con unas exigencias y una
formación adecuadas a la tarea que han de realizar, y que se
estructura desde el Proyecto Corazón.
77 Todos ellos saben que actúan desde este proyecto provincial.

Comparten el carisma claretiano y han comprendido que “tam-
bién hoy es necesario un compromiso eclesial más convencido
en favor de una nueva evangelización para redescubrir la alegría
de creer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe.
El compromiso misionero de los creyentes saca fuerza y vigor del
descubrimiento cotidiano de su amor, que nunca puede faltar”50.
10. APLICACIÓN Y SEGUIMIENTO DE ESTE

PROYECTO
78 Aplicar este Proyecto Provincial de PJV supone asumir sus

orientaciones en las programaciones comunitarias y pastora-
les, así como las acciones básicas de los proyectos particulares,
atendiendo a las características de cada comunidad de Misione-
ros Claretianos y de cada posición.
50. Benedicto XVI, Porta Fidei, 7.

34
79 Corresponde al Prefecto Provincial de PJV y al Equipo de PJV

discernir con las comunidades y posiciones las acciones más
adecuadas para su aplicación y evaluar las programaciones des-
de la perspectiva de la PJV.
80 La Prefectura de PJV, con el Equipo de PJV y el Consejo Per-

manente de PJV, aportará sugerencias, materiales y experien-
cias que sirvan de apoyo a las acciones de PJV que, desde este
Proyecto, se realicen en las comunidades y posiciones. También
organizará y coordinará acciones a nivel provincial.
81 Habitualmente se evaluará el proceso de aplicación de este

Proyecto. Dicha evaluación se realizará desde los siguientes ám-
bitos, con diversa periodicidad:
• Superior Provincial y Gobierno Provincial. En el Con-

sejo Provincial.
• Consejo Permanente de PJV. Tres veces al año.
• Encuentro de Responsables de PJV. Una vez al año.
82 Este Proyecto Provincial se tendrá en cuenta en la evaluación

de las Programaciones Comunitarias y Pastorales y en la distri-
bución del personal.
Elaborado por el Consejo Permanente de Pastoral

Juvenil Vocacional, este Proyecto fue aprobado
por el Gobierno Provincial en el Consejo
del día 20 de junio de 2013.

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PROYECTO PROVINCIAL DE

PREFECTURA DE PASTORAL JUVENIL VOCACIONAL

PREFECTURA DE PASTORAL JUVENIL VOCACIONAL

2. Aproximación a la realidad 11

3. Espiritualidad claretiana 18

4. Opciones de nuestra PJV 23

6. Líneas de acción 28

7. Planes y proyectos particulares 29

8. Destinatarios de nuestra PJV 30

9. Organigrama y coordinación de nuestra PJV 30

10. Aplicación y seguimiento de este proyecto 33

El Beato Juan Pablo II, a comienzos del Tercer Milenio, afir-

En la misma línea se han expresado también los Papas Be-

El nuevo Proyecto Provincial de Pastoral Juvenil Vocacional

1. Juan Pablo II, Novo Millennio Ineunte, 9.

tura globalizada y de una realidad marcada por una situación de

Propiciar y acompañar a los jóvenes en su encuentro con

Elemento clave del proyecto es la dimensión vocacional, des-

El P. General, en su reciente carta circular Misioneros, nos

3. Nuevas Vocaciones para una Nueva Europa, 13c.

Agradecemos el esfuerzo y el trabajo de la Prefectura y el

En este Año de la Fe, ponemos en manos del Corazón de

Félix Jesús Martínez Lozano, cmf

Sevilla, 16 de Julio de 2013

1 Desde el año 1986 la cuestión vocacional ha sido determi-

2 La atención prioritaria a la PJV en general y, en concreto, a

5. Cfr. XVII Cap. Prov. 28-42.

3 Un cambio muy significativo aparece en este nuevo Proyec-

4 En nuestra Provincia hemos descubierto las ventajas de tra-

5 Una última apreciación. La acción de este proyecto contem-

6 Presentamos una mirada a la realidad juvenil de España, del

7 Vivimos en un mundo que experimenta profundas transfor-

8 La grave crisis económica es uno de los hechos que más

9 En muchas de nuestras posiciones nos encontramos con jó-

10 España es una sociedad cada vez más compleja y plural. Exis-

11 La concepción tradicional de la familia, y la familia misma,

12. Cfr. PPP 7; 13.

baja autoestima, tentados a conformarse con la búsqueda ins-

12 El fenómeno de la inmigración es ya una realidad plenamente

13 La solidaridad y los valores humanos se han revalorizado mu-

14 Se produce también entre los jóvenes una tendencia al aban-

15 Cultural y sociológicamente encontramos una creciente secu-

16 Sin embargo, esta secularización no ha supuesto el final del

17 Convivimos con paradojas llamativas. A pesar de lo dicho

18 La mayor parte de las familias no educa a sus hijos en la fe

16. Cfr. PPP 11.

19 Los jóvenes de nuestras posiciones, en general, muestran

20 El trabajo constante que hemos realizado durante muchos

21 • Descubrimos un grupo importante de jóvenes que,

22 • Están necesitados de espiritualidad y la propuesta

23 • Están necesitados de crecimiento y de opciones que

de las dificultades que conlleva el seguimiento. Los jó-

24 • Están necesitados de identificación y son capaces de

25 • Las experiencias significativas de fe, ya estén den-

26 • Tienen una gran capacidad de compasión ante el su-

27 • Tienen una gran necesidad y capacidad de sentirse

28 La Pastoral Vocacional ha sido señalada repetidamente como

dentro de nuestra PJV. Se han realizado numerosos esfuerzos

29 En nuestros centros pastorales, generalmente, los plantea-

30 Cuando la propuesta es acogida y cuestiona la vida del joven,

20. Cfr. PPP 35.

31 El Padre Claret, bajo la inspiración del Espíritu Santo, tuvo

• En 1847 escribió un librito titulado Las religiosas en