Sueños Lucidos

Llegamos de un día cansado de trabajo o quizá de escuela, cenamos, nos

vestimos de manera cómoda, o en su defecto, lo más desnudos posibles. Nos
cepillamos los dientes, hacemos una parada obligatoria al baño y nos dirigimos a
nuestra habitación. Sacudimos un poco la cama y las sábanas, esponjamos la
almohada, nos cubrimos, damos un par de brincos para acomodarnos y cerramos
los ojos.

El cuerpo comienza a relajarse en cada respiro, y mientras es menos el

ritmo cardiaco, es más la actividad cerebral. No sabemos cómo pasa con
exactitud. Sólo pasa y es mágico, quizá. Comienza el viaje a través de nosotros
mismos.

Los sueños son una puerta a un universo en el cual no existen las leyes que
nos rigen en el mundo diurno que conocemos. Es mucho más que eso. Son el
pase gratis a una de las experiencias más sensacionales que un ser humano
pueda tener, sea bueno o malo, éste último conocido como pesadilla. Dada cual
sea la situación, pueden contener un mensaje o sólo ser un revoltijo de imágenes
abstractas que pasan por nuestra mente.

Se escuchan comentarios por las calles de gente que afirma con todo su
ser que no sueñan, esto es mentira, todo mundo sueña sin excepción alguna, sólo
hay que aprender a desarrollar la retentiva para poder albergar el sueño incluso
después de habernos despertado. Este puede estar con nosotros hasta 20
minutos después de haberlo tenido, de ahí en adelante, si no se apunta o se
recuerda, puede distorsionarse o en peores casos, desvanecerse.
 En la práctica de los sueños, existe un ramo muy interesante llamado
Onironáutica. Las personas que llevan a cabo esto se les conocen como
onironautas, y poseen la habilidad de despertar dentro de un sueño y manipularlo
a su antojo. A este episodio nocturno se le conoce como sueño lúcido. Como tal,
es la peculiaridad de poder despertar dentro del mismo y controlar a voluntad
todas las características del ambiente.

La idea es difícil de creer, pero es posible llegar a experimentarlo. Se debe

seguir una serie de pasos y consejos para que sea una realidad esta experiencia,
al parecer de muchos, única e inigualable. Hay que tener en mente que una vez
que se comienza a hablar del tema, las probabilidades son altas de esa misma
noche (o incluso durante la siesta) tener uno.

En muchas culturas se ocupa este tipo de sueño para poder llegar a un

estado de “iluminación”, en el cual se dice que el alma sale del cuerpo para poder
viajar a través del cosmos y obtener de esta forma los conocimientos que rondan
por el universo. Algunos han podido rebasar un nivel de concentración tan alta que
no necesitan alimentarse para poder sobrevivir, todas las necesidades básicas se
reprimen con el adecuado control de la mente.

Para aquellos que no practican a tal grado el arte de navegar en los sueños,
existen muchos beneficios de los cuales podemos sacar bastante provecho de
ellos. La sanación es una de ellas, tanto física como mental, para esto es crucial
liberal tensión del cuerpo, alejarse de gente tóxica, llevar un régimen alimenticio
saludable, poner en práctica al menos un ejercicio de meditación, y sobre todo,
tratar de dormir siempre la misma cantidad de horas.

Para aquellos que tuvieron reciente una partida de un ser querido, es

posible poder contactar con ellos, no es necesario una médium. Somos energía
materializada en seres de carne y hueso, cuando nos vamos de este mundo, un
rastro de nosotros queda en alguna parte del universo. Al dormir podemos llegar a
saber de ellos sin problema alguno, sólo debemos mantenerlos en la mente para
poder soñarlos y saber cómo se encuentran en ese mundo desconocido.

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 Si se quiere saber acerca de un tema o de un artista que igualmente haya
pasado a otro plano, podemos hacer contacto por medio de un sueño lúcido.
Quizá son cosas poco digeribles al momento, pero una vez que se comienza a ser
onironauta, las posibilidades son ilimitadas. Muchos artistas llegaron a tener ideas
mientras dormían, uno de ellos fue Paul McCartney. Él tuvo un sueño en el cual
escuchó la melodía de una canción que no había escuchado antes, se despertó de
un brinco, tomó su guitarra y comenzó a tocar la canción que hoy se conoce como
Let It Be.

Matemáticas, pintura, música, poesía, películas, esculturas, etc. Todo es

posible conseguir mediante esta práctica, como por ejemplo aprender algo al
grado de destacar en ello. Sólo es cuestión de dominar nuestro pensamiento y
empeñarnos en lo que exactamente anhelamos mejorar.

Al estar dentro de un mundo en el cual no existen las leyes físicas de este

universo, podemos llevar a cabo múltiples “súper poderes”, por ejemplo, el deseo
del humano desde tiempos de antaño, el poder volar. Se recomienda que al estar
dentro de un sueño lúcido, se comience despacio, primero levitando al ras del
suelo, y después, se inicie una planeación lenta. Si queremos rebasar el “límite de
velocidad”, por así decirlo, nuestra mente lo detectará como algo inusual y nos
regresará al sueño lineal. Esto pasa porque no hay un registro como tal en el
cerebro de que podamos volar, por ende, al ser una actividad desconocida para
nuestro cuerpo, nos lleva a la etapa inicial del sueño.

También existe la capacidad de poder atravesar paredes dentro de los

muros del sueño (si es que existen construcciones), algo que muchos desean
hacer gracias a las películas de súper héroes que vemos hoy en día. Hay una muy
curiosa, que es la posibilidad de transformarnos en cualquier persona u objeto,
podemos ser lo que sea, un dragón, un perro, una cubeta, los hombres a veces
desean saber qué se siente estar dentro del cuerpo de una mujer y viceversa. En
fin, no hay reglas, es nuestra misma capacidad la que manipulamos a nuestro
antojo.

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 A pesar de vivir en un mundo que cada día avanza con la tecnología y
aparatos caros y ostentosos, se debe procurar la naturaleza del ser humano, que
a veces se nos olvida. Es importante destacar que una vida llena de presiones,
nos llevará a un deceso no muy agradable, en cambio, si se quiere optar por un
estilo más calmado, llegaremos al mismo fin que todos vamos a tener en algún
momento, pero más felices.

El estar en contacto con nosotros mismos, y no hablo de salir al bosque

para ver las mariposas y los enormes árboles, sino por medio de la meditación,
nos abre puertas detalles fantásticos que habitan dentro de nuestro ser. Debemos
quitar prejuicios y formas de pensar muy vanas que no llevan a nada, sólo a la
perdición del mismo. Aún le falta mucho al ser humano llegar más allá de lo que
está en el conocimiento colectivo, y para que esto suceda, pasarán miles de años.

De esta forma, los sueños son la fuente de inspiración de muchas

personas, digan mucho o nada. Mientras conserven ese misticismo que los
caracteriza, seguirán en la mira de muchos científicos por tratar de entender lo que
pasa en ellos. Al final, son parte de nosotros, y el poder descubrirlos es tarea de
cada uno de nosotros que habita esta tierra. Quizá es ahí donde se hallan los
secretos del buen vivir que tanto hemos esperado.