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Primera edición: 2007

INTRODUCCIÓN

Los trabajos que aparecen a continuación son el fruto de mi preo-


cupación por algunas cuestiones que enlazan el Derecho con la
moral. El fenómeno jurídico no aparece ni se desarrolla de forma
aislada, sino que de una forma u otra está vinculada a la moral.
Muchos problemas que nos preocupan como agentes morales que
somos pueden ser, de este modo, analizados a través del Derecho,
y de las diferentes formas que los ordenamientos jurídicos tratan de
afrontar tales cuestiones. En este sentido, estos trabajos reflejan
esta preocupación teórica. Algunos de ellos abordan cuestiones
que claramente tienen una vinculación jurídica como es el caso
de los castigos avergonzantes, la responsabilidad por el Holocausto
o la imposición jurídica de la moral, mientras que otros, están más
alejados, aunque no por ello, carezcan de relevancia jurídica, como
es el caso de la dignidad y del autorespeto, pues como es sabido,
hoy día la mayor parte de las constituciones recogen entre sus
principios fimdamentadores dichos valores.
Pero si tuviera que referirme al "contexto de descubrimiento" de
Rematados todos los derechos conforme a la ley 4 estos trabajos entonces es del todo ineludible referirme a la influen-
ISBN 978-968-476-656-
cia de varias personas. En primer lugar, Jorge Malem, profesor
de la extinta asignatura "Derecho Natural" cuando cursaba el
°José Luis Pérez Trivino primer curso de la carrera de Derecho en la Universitat Autonoma
O Distribuciones Fontamara, S. A. de Barcelona. Su inteligente forma de abordar la asignatura, los
Av. Hidalgo No. 47-b, Colonia del Carmen
Deleg. Coyoacán, 04100, México, D. F. problemas que planteaba, su carácter provocativo y sobre todo,
Tels. 5659.7117 y 5659•7978 Fax 5658.4282 su particular acercamiento a los estudiantes realizando diferentes
seminarios en los que, realmente, se nos incitaba a pensar críti-
Impreso y hecho en México
~ea' and ronde in Medro

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camente fueron decisivos en mi intención de dedicarme a la filosofía y virtudes humanas. No estoy convencido de haber aprendido en
del Derecho. Desde entonces, hace ya más de 20 años, hemos toda su magnitud tales virtudes, pero en cualquier ca-so, el fracaso
estado juntos, primero en la Universidad de Girona y des-pués en no es atribuible a ellos.
la Universitat Pompeu Fabra y constantemente he disfru-tado de Y por último, aunque es un tópico no es menos cierto, afirmar,
su amistad, de su inteligencia y de su constante apoyo. No creo que el trabajo científico es en algún sentido colectivo. Este es al
que haya forma literaria de agradecimiento por tal suerte. menos mi caso con relación al grupo de filosofía del Derecho de
De Ernesto Garzón Valdés poco podría yo añadir a los agrade- Universitat Pompeu Fabra. Todos sus integrantes, los estables,
cimientos y alabanzas a su inconmensurable papel en el desarrollo pero también los que nos han visitado durante estos años han
de la filosofía del Derecho en varios países, yen concreto, en Es- constituido un hábitat donde la reflexión y el debate colectivo con-
paña. La mayoría de los filósofos del Derecho que conozco en un tribuye de manera decisiva a mejorar los trabajos. Por ello, mi
momento u otro han expresado su afecto y han reconocido la in- más sincero agradecimiento, pues sin su colaboración intelectual
fluencia del "maestro". Por ello, al sumarme a esa lista de "agra- estos trabajos no habrían sido posibles.
decidos", sólo puedo añadir un dato biográfico que remite al im- En lo que hace referencia a los trabajos que se incluyen en
borrable impacto intelectual que me produjo el primer seminario este libro, en primer lugar aparece "Rant y la dignidad humana"
al que acudí a escucharlo. Todavía era estudiante y Jorge Mal em, (A propósito de Kant Estudios conmemorativos en el bicente-
organizador de tal seminario, tuvo la amabilidad de invitar a algunos nario de su muerte, coords. A. Castro, F. J. Contreras, E H. Llano,
alumnos. Los seminarios tenían lugar en un magnífico edificio J. M. Panca, Sevilla, Ed. Lagares, 2003) mi objetivo es ofrecer
que la U AB tenía en la parte alta de Barcelona, y todavía recuerdo una síntesis del pensamiento kantiano acerca de la dignidad
el entusiasmo con que tomábamos el tren para ir a escucharlo humana. Como es sabido, la reflexión kantiana sobre este tema
(creo recordar que el tema era la fundamentación de los deberes es, posiblemente laque ha tenido una mayor influencia en la filosofía
positivos generales) y para posteriormente gozar de su conver- política y moral desde la Ilustración. Mi interés se centra en abordar
sación. Desde entonces, han sido decenas los seminarios suyos a los principales presupuestos de su pensamiento acerca de la
los que he asistido y no deja de sorprender la lucidez con que pue- dignidad, por un lado, su separación respecto del mundo sensible
de abordar temas tan distantes como el comunitarismo, la igualdad, y las emociones, y por otro lado su conexión con la racionalidad,
la dignidad o la filosofía de Spinoza. Pero si crucial ha sido su la autonomía y la igualdad. La segunda parte del trabajo está
influencia intelectual, mayor ha sido su papel como referente de dedicada a una de las más relevantes críticas de la concepción
lo que debe un profesor universitario. Aquí, de nuevo, faltan kantiana de la dignidad, como es la de Bernard Williams que
palabras para agradecerle su labor. reivindica la vinculación del valor de los seres humanos con las
Pero sería injusto si en el capítulo de agradecimientos no citara emociones y el sentido que se dan así mismas las personas. Este
a varias personas más. José Juan Moreso y Ricardo Caracciolo han trabajo fue publicado en el volumen.
sido también desde hace mucho tiempo un constante apoyo. Siem- En "Penas y vergüenza" (Isonomía, 2001), me ocupo de un
pre que he ido a discutir con ellos me han proporcionado ideas tema novedoso en la literatura jurídica e iusfilosófica como es de
que mejoraban notablemente mis iniciales y tentativos proyectos los denominados "castigos avergonzantes", esto es, aquellos en los
de investigación. En ellos he visto no sólo filósofos del Derecho que la autoridad judicial delega su ejecución a un grupo social (o a
sino también personas de las qué aprender virtudes universitarias la víctima del delito) y en los que se coloca al condenado en una

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_
situación que normalmente provoca vergüenza. Este tipo de casti- colectivos conducentes ala producción de resultados dañosos y por
gos lleva aplicándose desde hace más de una década en EE.UU y otro lado, el altruismo que también se puede dar en dichas cir-
recientemente otros países europeos los están incorporando. In- cunstancias. Para ello tomo como marco de análisis el Holocausto,
cluso en España, el presidente de la CC.AA de Castilla-La Mancha hecho histórico que permite mostrar ejemplos tanto de niveles de
propuso que se utilizaran para los condenados por violencia do- participación como de altruismo. De hecho, hay un importante
méstica. La tesis que trato de defender es que estas medidas debate sobre la responsabilidad de los diferentes tipos de parti-
pueden tener razones que avalen su viabilidad (menor coste eco- cipantes, desde los perpetradores directos hasta los "meros es-
nómico, mayor grado de eficacia preventiva, etc.), pero no superan pectadores", como también acerca de los "salvadores". Para esta-
el test de la dignidad. Esto es, a diferencia de lo que ocurre con la blecer el diferente grado de responsabilidad en la participación en
cárcel, estos castigos que tratan de provocar vergüenza están el Holocausto, como para distinguir distintos tipos y grados de
vinculados conceptualmente con el propósito de degradar a los actitud altruismo tomo en consideración distintos criterios que
condenados. Y esto, en una concepción de la dignidad basada en favorecen una mejor comprensión de los tipos de participación y
intereses críticos supondrían una afectación injustificable al prin- de altruismo. Respecto de la participación analizo tres factores: el
cipio de igual respeto y consideración. conocimiento, la actuación y la aceptación del régimen nazi y su
En "El autorespeto en Rawls" (Revista de Ciencias Sociales. política de exterminio respecto de los judíos y otros grupos de
Homenaje a John Rawls, Chile, Universidad de Valparaíso, 2003) víctimas, de la diferente combinación de estos factores surgen
trato de mostrar el novedoso análisis que lleva a cabo Rawls acerca ocho distintos casos de participación. De forma análoga, en el
del autorespeto y su lugar en una sociedad bien ordenada. Rawls altruismo, tomo en consideración si había motivación pura, si hubo
ha sido sin lugar a dudas quien ha revitalizado el asunto del auto- éxito en la salvación de personas y si tales actos comportaron
respeto para la filosofía política y moral y ha generado una intere- sacrificio para los "salvadores". De nuevo, la combinación de estos
sante discusión, en especial, en cómo la falta ola disminución de este criterios nos permite tener un panorama mucho más preciso de
bien afecta a los grupos marginados. Ahora bien, el acercamiento los diferentes tipos de salvadores que hubo durante el Holocausto.
rawlsiano no es suficientemente claro y profundo. En mi opinión, Este trabajo será publicado en la revista Doxa en el alio 2006.
una adecuada caracterización de la concepción rawlsiana del au- "En Derechos Humanos, re lativismo y protección jurídica de
torespeto y, en especial, de las consecuencias que de ella se extraen la moral en el Convenio Europeo de Derechos Humanos" (Doxa,
requiere tomar en consideración algunos desarrollos teóricos pos- 1995) en el que trato demostrar, a partir del análisis jurisprudencial
teriores a la aportación realizada en Una teoría de la justicia. En del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, una cierta incon-
efecto, el examen más detallado de la obra rawlsiana no sólo ha des- sistencia en el propósito de protección de los Derechos Humanos
velado algunos problemas internos en su concepción; sino qué tarnz " por parte del Convenio. En principio, el Convenio configura los Dere-
bién ha puesto de relieve su eventual descuido de ciertos aspectos chos Humanos con un significado, y alcance propio e indepen-
que se consideran relevantes en la caracterización del autorespeto. diente de las eventuales interpretaciones que realicen los órganos
En el trabajo "El Holocausto y la responsabilidad altruismo y estatales. Sin embargo, los redactores del Convenio no pensaron que
dilemas trágicos" mi propósito es analizar dos cuestiones relevantes los Derechos Humanos constituyeran una categoría absoluta, sino
a la hora de analizar la responsabilidad de los individuos en si- que por el contrario, pocos derechos se libran de algún tipo de
tuaciones trágicas: los diferentes tipos de participación en los actos restricción en el propio texto del COnvenio. Una de las cláusulas

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restrictivas es "la protección de la moral" cuyo significado concreto
en cada caso queda principalmente en manos de las autoridades es-
tatales. La tesis que trato de mostrar es que esta delegación, a las au-
toridades estatales ha generado dos consecuencias jurídicas y
morales discutibles: el relativismo y el moralismo legal.

KANT Y LA DIGNIDAD HUMANA

De las diferentes concepciones acerca de la de dignidad hu-


mana, la noción kantiana es, posiblemente, la que ha tenido una
mayor influencia en la filosofía política y moral desde la Ilustración
hasta la actualidad.' Kant articula en su teoría moral un particular
sentido del valor de la dignidad de las personas que ha entrado a
formar parte de manera protagonista en nuestra tradición cultural
acerca del sentido intrínseco del valor de la vida humana. Su apor-
tación, tanto, al diseño moral y político de nuestras sociedades, a
través de los principios y derechos constitucionales que acogen
aquella noción parece incuestionable, aunque por otro lado, tam-
bién es cierto que la interpretación de su pensamiento acerca de
la noción de dignidad y de los derechos humanos dista de ser
•-pacífica.' Dada de la complejidad del pensamiento kantiano sobre

'No obstante, hay otras interpretaciones como la de Jesús González Pérez


que entronca la idea de dignidad con el pensamiento cristiano. Véase La dignidad,
de ¡apersono. Madrid, Civitas, 1986.
Wolff ha señalado que el principio kantiano de la humanidad como un fin
en sí mismo parece contener el "corazón de la moral". R.P. Wolf, The Autonomy
of Reason, Nueva York, Harper, 1973, p. 175, citado por Leslie Mulholland,
Kant's System of Riglus, Nueva York, Columbia University Press, 1990, p: 103.
'Sobre la diversidad de interpretaciones sobre su concepción de la libertad,
José Luis Colomer ha señalado que: "su pensamiento político [...] ha sido
estimado en términos tan irreconciliables como para merecer calificativos tan
dispares como los de 'filosotia de la libertad' o de 'la sumisión', como la 'úl-
tima teorización del Antiguo Régimen' o como 'umbral de la contemporaneidad'.
José Luis Colomer Martin-Calero, "Inmanuel Kant", en Fernando Vallespín.

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estas cuestiones y los límites de espacio de un trabajo de estas
=“1
caracteríticas, en lo que sigue trataré de esbozar cuáles son sus
principales ideas acerca de la dignidad humana, sin la pretensión
Kant atribuye dignidad a cosas que, aunque están relacionadas,
de llevar a cabo un examen completo, sino más bien una recons- son diferentes:
trucción de su pensamiento. Dicho en breves palabras, mi propósito
será analizar la concepción kantiana de la dignidad humana sobre • 1) a la humanidad (la naturaleza racional, la naturaleza humana);
la base de que su contenido es la idea de humanidad y que, en ese 2)a la moralidad (la ley moral);
sentido, se trata de una propiedad que poseen todos los seres 3) a las personas (seres racionales);
humanos, y que es de carácter incondicional e incomparable. En 4) a las personas que se conforman a los deberes;
segundo lugar, examinaré los que pueden ser considerados los 5)a la disposiciones morales (la búsqueda del deber).5
principales presupuestos de esta caracterización de la dignidad: la
escisión respecto del mundo sensible y de las emociones y, por
De esta diversidad de referencias, interesará examinar aquí la
otro lado, la conexión con la racionalidad, la autonomía y la igual-
primera de ellas, es decir, la humanidad como contenido de la
dad.' En último lugar, abordaré una de las más importates
dignidad. En este sentido, las referencias a la dignidad humana
revisiones de la concepción kantiana de la dignidad como es la de
presupondrán que su contenido es la humanidad. De esta manera,
Bernard Williams. Del contraste de estas dos visiones espero que
se puede interpretar que la segunda formulación del imperativo
salga una mejor comprensión de la naturaleza y alcance de la
categórico expresa el principio de dignidad: "Obra de tal modo
visión kantiana de la dignidad.
que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de
cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca so-
lamente como un medio".6 Kant parece seguir un proceso para
• • • • • • •
(ed.), Historia de la teoría política,
Madrid, Alianza ed. 1991, p. 228. Sobre la Thomas E, Bill, Dignity and Practica( Reason in Kant's Moral Theory,
misma cuestión de la dispar interpretación de las reflexiones kantianas sobre la li-
lthaca-Londres, Cornell University Press, 1992, pp. 43 y ss.
bertad y su repercusión sobre la teoría de los derechos humanos puede con-
6 1mmanuel Kant, Fundamentación de la metalisica de las costumbres,
sultarsc Antonio Enrique Pérez Luño, "El papel de Kant en la formación histórica
Madrid, Espasa-Calpe 1983 (trad. M. García Morente) p. 84. Ver una análisis
de los derechos humanos" en Gregorio Peces Barba, Eusebio Fernández, Rafael
De Asís, Historia de los derechos fundamentales. detallado de los imperativos categóricos en John Rawls, Lecciones de la historia de
Madrid, Dykinson, 2001, p. la posó& moral; Barcelona, Paidós, 2001 [Harvard UP, Cambridge, 2000]
462. Véase también en la misma obra el texto de Francisco Contreras Peláez,
(trad. Andrés de Francisco). La primera formulación es "Obra como si la máxima
"La libertad en el pensamiento de Kant", pp. 483-577.
de tu acción debiera tornarse, por tu voluntad, ley universal de la naturaleza".
Margalit señala una lista más larga de los componentes que, en opihión de
La tercera formulación es la de la autonomía: "Obra según la máxima que pueda
Kant, dan valor a la humanidad, y que justifican el respeto a los seres humanos:
hacerse así misma al propio tiempo ley universal (para toda persona razonable
"1) ser una criatura que determina los fines, es decir, una criatura que da valor
y racional)". Como señala Rawls, aunque Kant afirme que las formulaciones
a las cosas; 2) ser una criatura con capacidad "de autonomía; 3) ser capaz de
son equivalentes, es posible ver que existen diferencias. Por ejemplo, en la
perfeccionarse, de lograr cada vez más una mayor perfección; 4) tener la capaci-
primera formulación y cn la tercera el punto de vista es el del agente. mientras
dad de ser un agente moral; 5) ser racional; 6) ser la única criatura capaz de trascen-
que en la segunda el imperativo categórico "nos hace concebimos, a nosotros mismos
der la causalidad natural". Avishai Margalit, La saciedad decente, Barcelona Paidós,
y a las demás personas, como afectados por la acción que nos proponemos llevar a
1997 [Harvard UP, Cambridge. 1996] (trad.. C. Castells), p. 61.
cabo. Esto es, nosotros y los demás nos contemplamos como pasivos". John
Rawls, Lecciones de la... op. cit., p. 201.

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obtener el principio de humanidad como principio supremo de la [erizar como morales y otras serían más bien intelectuales. Las
moral. En primer lugar, sugiere que el principio supremo de la primeras son las que posibilitan que las personas tengamos una
moral debería ser un imperativo categórico, un principio vinculante buena voluntad y carácter moral. Las segundas son las capa-
con independencia de las inclinaciones que pudieran tener los seres cidades que han de desarrollar la cultura. La combinación de am-
humanos. En segundo lugar, si hay un principio moral supremo, bas facultades son las que nos caracterizan como personas razo-
entonces hay un bien objetivo e incondicional. Yen tercer lugar, nables y racionales.'l
este bien objetivo e incondicional es la humanidad.' En segundo lugar y precisando mejor el contenido de la dignidad,
En efecto, la idea expresada en el enunciado "la humanidad Kant se refiere al principio de la humanidad, el cual se puede ca-
misma es una dignidad"' parece cumplir con los requisitos de ser
• racterizar como la capacidad de establecer fines. En opinión de Kant,
"un fin necesario para todas las voluntades de seres racionales" ser un agente racional incluye el establecimiento de fines para el
y ser un elemento "objetivo o válido para todo ser racionar.' Así mismo. Esta capacidad que se distribuye igualmente entre todos
pues, en conexión directa con la noción de fin en sí mismo, Kant los seres racionales es la que en sí misma posee un valor absoluto,
introduce la idea de dignidad de la persona humana: y en ese sentido, puede servir de fundamento de las leyes morales.
Korsgaard ha incidido en este punto en su reconstrucción del
La humanidad misma es una dignidad; porque el hombre no pue- pensamiento kantiano sobre el principio de humanidad.12 "Los seres
de ser utilizado únicamente como medio por ningún hombre (ni
humanos se distinguen de los animales por el hecho de que el
por otros, ni siquiera por sí mismo), sino siempre a la vez como
principal determinante de sus acciones es la razón práctica más
fin, y en esto consiste precisamente su dignidad (la personali-
que el instinto"»
dad), en virtud de la cual se eleva sobre todos los demás seres
del mundo que no son hombres y sí que pueden utilizarse, por Korsgaard insiste en que lo característico de la humanidad
consiguiente, se eleva sobre todas las cosas.' reside en la capacidad que poseen, los agentes humanos, de fijarse
racionalmente fines a sí mismos.
Hay varios aspectos que deben destacarse en la caracterización En tercer lugar, concebida de esta manera, la humanidad como
de la dignidad. En primer lugar, Kant parece concebir la humanidad contenido de la dignidad, es un fin en sí mismo, un valor incondi-
como un conjunto de facultades propias exclusivas de los seres cional e incomparable, y por ello, el ser humano, como poseedor
humanos. Estas facultades son de dos tipos. Unas se podrían carac- de dicha propiedad," se convierte en insustituible, porque no es sus-

" "La humanidad en nosotros no es más que nuestras facultades de la razón


' Samuel Kerstein, Kants Search of the Supreme Principie of Marality,
y el pensamiento, y del juicio y la sensibilidad moral". John Rawls, Lecciones
Cambridge, Cambridge University Press, p. 47.
sobre la... op.cit., p. 208.
"Immanuel Kant, Fundamentación de la... op. cit., pp. 90-93. Immanuel
" Christine Korsgaard, "Kant's Formula of Humanity" en Creating the
Kant, La metafísica de las costumbres, Madrid, Tecnos, 1994 (trad. Adela Kingdom of Ends, Cambridge, Cambridge University Press, 1996, p. 116.
Cortina y Jesú Con ill). p. 335. José Luis Colomer Martín-Calero. La teoría ' 3 Ibid., pp. 110-111.
de la justicia de Immanuel Kant, Madrid, Centro de Estudios Cons-
"No voy a entrar en el examen de la cuestión de la ambigüedad con la que
titucionales, 1995, p. 74.
Kant caracteriza esta propiedad de los seres humanos. Mulholl and desarrolla,
"José Luis Colomer Martín-Calero, La teoría de... op. cit., p. 75.
en detalle, la controversia acerca de si el valor absoluto es algo natural a todo ser
Immanuel Kant, La metafísica de las... op. cit., p. 335.
humano o bien es algo que debe ser logrado. Leslie Mulholland, Kant.1Sysiem...
op. cit., pp. 104-105.

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ceptible de ser evaluado como lo es una mercancía a través del materiales que pueda producir. Los seres humanos, en cuanto
establecimiento de un precio ("no puede autoenajenarse por ningún agentes con razón práctica, tienen dignidad. Como entes racio-
precio")." Kant piensa en la idea de precio en términos de "valor nales, son fines en sí mismos. La naturaleza humana tiene un
relativo" y en términos de equivalencia. Las personas, en cuanto valor en sí misma. Esto nos otorga una estatus especial como
agentes morales, no son mercancías y no pueden ser intercam- personas y agentes morales.
biadas entre sí.
No es casualidad que la idea de dignidad humana esté conecta-
da en la obra kantiana con su idea del "reino o dominio de los fines": II
"La moralidad es la única condición bajo la cual un ser razonable
y racional puede ser fin en sí mismo; porque sólo por ella es posi-
La concepción kantiana de la dignidad no puede entenderse
ble ser miembro legislador en el dominio de los fines".'6
completamente si no se hace referencia al marco teórico donde se
Tal y como lo interpreta Rawls, Kant establece que la perte-
incardina. Para ello, expondré las siguientes conexiones:
nencia de los individuos a este reino exige cumplir con algunas con-
diciones. Y una de ellas es la personalidad moral o las facuTtade's 1)la dignidad y el mundo inteligible;
de la razón práctica. En este contexto, Kant distingue entre las 2) la dignidad y las emociones;
cosas que tienen precio de mercado y las que tienen un precio de 3)la dignidad, la autonomía y la racionalidad;
afecto. La vida humana forma parte del segundo ámbito. La razón . 4) la dignidad y la igualdad;
por la que no estamos en venta por ningún precio es que somos
5) la dignidad, los derechos y la no interferencia.
dignos» La dignidad no es una propiedad que tenga un valor
relativo, sino un valor interno o intrínseco, en el sentido de que
no depende de hechos contingentes, com'o tampoco puede ser
LA DIGNIDAD Y EL MUNDO INTELIGIBLE
caracterizada como un fin que los individuos tengan porque lo
desean o simplemente quieren. No es un elemento cualquiera en
La noción de dignidad es deudora de una particular concepción
el balance de razones para actuar, sino que más bien es una razón
de la naturaleza de los seres humanos, según la cual las personas
que vence a cualquier otra." Por ello mismo, la atribución o la ne-
tendrían una naturaleza dual, por un lado pertenecen al mundo
gación de la dignidad no se ve alterada por las ventajas o efectos
inteligible y, por otro, al mundo sensible. La concepción kantiana
del individuo es fragmentaria: estamos divididos. En efecto, Kant
15 Immanuel Kant, La metafísica de... op. cit., p. 335. Immanuel Kant,
4

Fun- distingue entre el ser humano visto como persona y el ser humano
damentación de... op. cit.. p. 92. Más en detalle sobre este punto, Adela Cortina, visto como sistema de la naturaleza.'9 Como seríala, Contreras
"Dignidad y no precio: Más allá del economicismo", en Esperanza Guisan,
Esplendor y miseria de la ética kantiana, Barcelona, Anthropos, 1988.
'Citado por John Rawls, Lecciones sobre la... op. cit., p. 228. 19 Immanuel Kant,
Crítica de la razón pura, México, Porrúa 1987 ((rad. M.
" Robín S. Dillon, en "Introducción" en Robín Dillon (ed.), Dignity, García Morente y M. Fernández Nufiez) pp. 347-348. Sobre esta cuestión de
Character and Self-Respect Nueva York, Routledege, 1996. p. 16. la persona vista como fenómeno y como noúmeno.
yen concreto, sobre cómo
la Thomas E. HUI, Digna.), and Practica! op. cit., p. 43.
juega la idea de libertad en la teoría kantiana, puede verse F. Contreras Peláez,
"La libertad en..." op. cit., en esp., pp. 488-498.

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afectan contingentemente a los seres humanos. Así, por ejemplo,
Peláez, en Kant habría "una doble ciudadanía ontológica del hom-
Kant abstrae las condiciones sociales diferentes, así como las
bre: sometido al determinismo causal —como todos los demás obje-
desigualdades y distinciones sociales." En virtud de este proce-
tos naturales— en este mundo [...] pero quizás también libre [...]
so de abstracción, la teoría moral está en disposición de ofrecer
en cuanto habitante del misterioso mundo nouménico"."
un tratamiento hacia todas las personas basado en el igual respeto.
El pensamiento kantiano sobre la dignidad está influido prin-
En la caracterización del agente moral kantiano su naturaleza se
cipalmente por la división entre el mundo sensible y el mundo
establece al margen de la psicología moral, de las relaciones socia-
inteligible. Esta separación parece ser una reminiscencia de la
les y de nuestra comprensión de la identidad personal.
distinción cristiana entre lo espiritual y lo terrenal. Kant considera
que el mundo sensible es el ámbito de la naturaleza, que es externo
en el sentido de estar afectado por los objetos. Nuestros deseos,
Ish DIGNIDAD Y LAS EMOCIONES
sentimientos y emociones forman parte del mundo sensible. En
cambio, el mundo inteligible está relacionado con el mundo interior.
En el punto anterior se ha visto que las emociones tienen su
Como se verá más adelante, existe una estrecha conexión entre
lugar en el mundo sensible. Esta es la parte de nuestra naturaleza
la dignidad y la autonomía, y precisamente Kant acaba caracte-
que compartimos con los animales, la esfera de la carencia de li-
rizando la dignidad alejada del mundo sensible porque, dada la au-
bertad. Kant piensa que nuestros sentimientos y emociones están
tonomía de la voluntad, el agente moral puede escapar de las de-
siempre amenazando con controlar y determinar nuestra conducta.
terminaciones del mundo sensible. Esto explica porqué para Kant,
No podemos fiarnos de ellos porque son variables. Nos distraen
el valor moral y la dignidad son esencialmente interiores y están
de la ley moral y de nuestros deberes. Sólo podemos depender de
separados del desarrollo empírico, cotidiano de nuestras vidas.
la razón en el establecimiento de los fines y propósitos a perseguir."
En efecto, Kant invoca la dicotomía fundamental entre el mun-
Kant sostiene que existe una cierta incompatibilidad entre una ac-
do humano y el animal, que es un espejo del mundo racional y
ción gobernada emocionalmente y la consideración de una persona
empírico. Es la facultad racional la que fundamentalmente define
como un agente moral. Los argumentos en los que se basa para
nuestra humanidad y la que garantiza la posibilidad de nuestra
afirmar esto son los siguientes:
libertad. En sentido opuesto, la vida moral apenas tiene nada que
•Las emociones son demasiado "caprichosas", en el sentido de
ver con el cumplimiento de nuestros deseos y necesidades en nues-
que una persona puede sentirse inclinada a ser benévola con una
tras vidas cotidianas. No sólo estamos divididos, sino que el hombre
(natural) debe reverenciar a la persona (moral).2.1 Al aprender cómo . 12."El concepto de dignidad humana se halla también estrechamente vinculado,
respetarnos a nosotros mismos estamos elevando implícitamente en el pensamiento de Kant, a las nociones de persona y de personalidad [...]
Pero, al propio tiempo, determinó una concepción marcadamente individualista
ciertos aspectos de nosotros y subordinando otros.
de la dignidad y de los derechos de la personalidad en ella basados, que fueron
Para la teoría kantiana resulta perfectamente posible llevar a concebidos como un catálogo completo y cerrado de facultades y poderes del
cabo un proceso de abstracción de aquellas circunstancias que hombre abstracto desasido de sus nexos sociales y comunitarios", A.E. Pérez
Luño, "Sobre los valores fundamentadores de los derechos humanos", en Javier
Muguerza el al., El fundamento de los derechos humanos, Madrid, Debate, p.
" lbid., p. 494.
2 281.
'' Víctor Seidler. Kan:, respect asid injustice, Londres, Routledge and Kegan "Véase un examen más detallado de esta cuestión en V ictor Seidler, Kant,
Paul, 1986. p. 37. Respea asid... op. cit. p. 38.

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persona, y no con otra, por razones que se pueden basar en su cam- dad de la naturaleza humana y de toda naturaleza razonable y
biante estado de ánimo. Pero esto parece irracional. racionar."
•A las emociones se las experimenta pasivamente: son algo La idea de dignidad humana es inseparable de la idea de un
que nos sucede, y el valor moral es algo que se vincula a lo que ser racional que tiene la capacidad de dictarse leyes a sí mismo.
hacemos libremente cuando somos activos. En este sentido, Pérez Luño señala que "la dignidad constituye,
•La inclinación de una persona a experimentar las emociones en la teoría kantiana, la dimensión moral de la personalidad, que
es el producto de una. causación natural y en este sentido; •se • tiene por fundamento la propia libertad y autonomía de la per-
distribuye fortuitamente.' sona"» La autonomía se despliega en lo que este mismo autor
Esta concepción provoca que en la naturaleza humana, donde denomina autodisponibilidad, esto es, la carencia de impedi-
hay un ámbito inteligible y otro sensible, exista una jerarquía en el mentos externos y en la autodeterminación, la "libre proyección
que el primero es el único que actua como fuente de humanidad y histórica de la razón humana"?
de dignidad. Esto lleva a subordinar nuestros deseos, emociones Por ello, dada la distribución de la autonomía entre todos los
y sentimientos frente a la racionalidad, a la vez que identificamos seres humanos, Kant deriva que todos somos iguales en dignidad
nuestro yo con lo que exige la ley moral. Los deseos, sentimientos, independientemente de nuestro estatus social, de nuestras carac-
emociones pueden llegar a ser fuentes de nuestra felicidad, pero terísticas naturales o de nuestros méritos personales." De hecho,
no de nuestra dignidad. según Kant, 'siendo "la libertad, el valor interno del mundo, el su-
mmum bonum"," la moral trata de hacer compatibles la conducta
libre y los fines esenciales de la humanidad."
LA DIGNIDAD, LA AUTONOMÍA Y LA RACIONALIDAD "La autonomía está presente en todas las personas, aunque
haya individuos particulares que ejerzan esta capacidad deficita-
Para la ética kantiana la facultad de la razón es la que permite riamente o que no sean plenamente racionales"." Pero a pesar
el acceso a la ley moral y define nuestra individualidad. La racio- de un ejercicio incorrecto de la autonomía que lleva a realizar ac-
nalidad es una facultad independiente separada de nuestros deseos, ciones inmorales, la dignidad queda intacta. Los individuos
emociones y sentimientos. Además, tal facultad es la que da un seguimos siendo dignos aunque hagamos un uso inmoral de nuestra
sentido "de dignidad de la naturaleza humana". Esto es lo que per- autonomía. Sin embargo, el mal uso de la autonomía no es gratuito:
mite a Kant identificar nuestra capacidad de desarrollar vidas nuestra conciencia de la dignidad puede resultar dañada y, en
morales con nuestra facultad de razonar. Esta es la única fuente
de nuestra libertad humana."
Por otro lado, la autonomía es la que hace a una personásujeto 26 Immanuel Kant, Fundamemación de la... op. cit., p. 94.
AntonM Enrique Pérez Lurio, "El papel de Kant..." op. cit., p. 471.
de la ley moral: "La autonomía es, pues, el fundamento de la digni- 27

24 Nem.
27 Robin Di on, "1 n trod ucc i ón"... op. cit.. p. 15.

3" Immanuel Kant, Lecciones de ética, Barcelona. Critica. 1988 [trad. R.


Rodríguez Aramayo], p. 159.
" Bernard Williams, "La moral y las emociones- en Problemas del yo,
Ibid.. p. 162.
México, UNAM. 1986 [1973] (trad., .I. Holguera). pp. 295-297.
"Victor Seidler, Kant, respect and... op. cit.. p. 20. "Rabin Dil Ion, "Introducción" en Robin Dillon. (ed.) en Dignity. Character
and Sel f-Respect, Londres-Nueva York. Routicdge, 1995, p. 16.

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23
este sentido, la percepción y evaluación de nosotros mismos como Cuando Kant afirma que el respeto por las personas es respeto
agentes que hemos realizado actos inmorales puede hacemos por la ley moral, esta afirmación se debe entender como una
perder "reverencia" hacia nosotros mismos." manera de garantizar la igualdad y también la imparcialidad: no
Con esta rígida separación, Kant pretende garantizar la podemos juzgar a las personas en virtud de nuestras emociones y
autonomía de ¡amoral y de nuestra dignidad como seres morales sentimientos, favoreciendo de esta forma a una en detrimento de
frente al mundo sensible, al mundo de las emociones. No resulta otras porque sí. Esta concepción kantiana es importante frente al
extraño entonces que, como resultado de su concepción, haya un desafio de los privilegios sociales y del favoritismo y, en este
rechazo frontal a la hipótesis de que nuestros sentimientos y sentido, es parte de la herencia que la corriente racionalista ha
emociones puedan ser fuente de la dignidad aportado a la ética.
Con esta caracterización, Kant suministra a la tradición del
pensamiento liberal la idea según la cual la dignidad sirve para
LA DIGNIDAD Y LA IGUALDAD expresar nuestro sentido de la igualdad entre los seres humanos.
Por ello, no resulta extraño afirmar que, en virtud de la común
Según Kant, los seres humanos son iguales porque compar- dignidad que todos poseemos, debemos ser respetados porque
ten la cualidad de "un absoluto valor interior" con otras personas. somos seres humanos. Toda persona merece igual respeto en
De esta forma, Kant ayuda a establecer una vinculación entre cuanto ser humano y en cuanto poseedora de dignidad» El
ese valor que es la dignidad y el derecho a ser tratados como concepto de dignidad garantiza una igualdad entre las personas al
iguales. margen de las relaciones sociales de poder y subordinación y, en es-
Nuestro sentido de la igualdad con los otros deviene una igual te sentido, tiende a confirmar la idea que las personas poseen
subordinación a la ley moral. En este sentido, nuestra percepción igual capacidad para desarrollar sus vidas morales.
de la igualdad está relacionada con la universalidad y la racio-
nalidad, ya que por un lado la dignidad es una propiedad que es
común entre los seres humanos, y por otro lado, porque la digni- LA DIGNIDAD, LOS DERECHOS Y LA NO
dad se fundamenta en la racionalidad. Es nuestra relación con la INTERFERENCIA
ley moral la que permite que nos podamos ver como iguales. Es-
to es lo que empuja a los individuos a identificarse con su
En la noción kantiana de dignidad hay implícita una concepción
"naturaleza inteligible", puesto que es la fuente de la igualdad. No
de los derechos en la que estos funcionan como protección de los
hay forma de que nadie adquiera ventaja o una posición de
individuos frente a las eventuales interferencias externas. En
supremacía sobre nosotros en sus relaciones con la ley moral.
efecto, somos respetuosos con la dignidad de los otros dejándoles
perseguir los fines y propósitos, que han elegido autónomamente.
"Robin Di llon, "Introducción"... op. cit., p. 16-17. Por cierto, Kant otorga
importancia a este tipo de consideración hacia nosotros mismos, pues constituye
la motivación psicológica para respetar a los otros individuos: "Quien contraviene
los deberes para consigo mismo tiene poco a la humanidad y no queda en
34 Victoria Camps, "La dignidad según Kant" en
situación de poner en práctica los deberes con los demás", Immanuel Kant, Historia, lenguaje, sociedad.
Lecciones de ética....op. cit., pp. 158 -I 64. • . . .. • ••Homenaje
• • •
a Emilio Lledo, Barcelona, Critica, 1989, p. 417.

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25
La idea de no usurpar o invadir los derechos de otras pérsónas. és
pueden llegara ser una interferencia en la consecución de esos
central en el universo moral y político kantiano." Kant cree que
fines. Su concepción de la felicidad es individualista y alcanzarla
la gente debe ser libre para perseguir sus propios fines. La gente
requiere que nos dejen solos, pero con una adecuada protección
busca satisfacción y cumplimiento en la persecución de sus fines en
frente a la eventualidad de las interferencias. En sentido meta-
la medida que es libre para elegirlos, determinarlos y perseguirlos:
fórico, podría decirse que cada persona estaría rodeada por un
"La perfección de otro hombre como persona consiste precisa-
anillo de derechos que sirven para la protección frente a los de-
mente en que él mismo sea capaz de proponerse su fin según su
más." Esto revela la profunda conexión entre nuestro respeto
propio concepto del deber, y es contradictorio exigir (proponerme
por los otros y el reconocimiento de sus derechos.
como deber) que yo deba hacer algo que no puede hacer ningún
otro más que él mismo"."
El respeto por la dignidad implica a no interferir en la vida de
BERNARD WILLIAMS Y LA CONEXIÓN ENTRE
los otros. Nuestro deber de respetar la dignidad se debe entender
DIGNIDAD Y EMOCIONES
como un deber negativo: el deber del libre respeto hacia otros,
aunque como mero deber de virtud, se considera como un deber
La teoría moral kantiana ha recibido en los últimos años diversos
estricto [...] puesto que es propiamente sólo negativo, consiste en
embates en los que se han criticado diversos puntos de su pensa-
no elevarse por encima de otros."
miento." Uno de estos embates ha provenido de B. Williams que,
Esto es muy parecido al deber jurídico de no invadir los derechos
sin separarse radicalmente de la doctrina liberal, ha centrado su
de otros en el sentido de que ambos son negativos: nos dicen lo
atención en la crítica de la concepción kantiana del agente moral.
que no debemos hacer y además, "nos ordenan no rebajar lo suyo
La exposición de esta concepción permitirá por vía negativa tener
a nadie"." El respeto de los demás hacia nuestra persona no es
una visión más amplia de los rasgos y de las consecuencias de la
algo que debamos ganar, sino algo que nos es debido. No significa
visión kantiana de la dignidad.
que tengamos que venerar a los otros.
Kant articula una tradición que mira al individuo persiguiendo
"En este punto, Seid ler interpreta que en un nivel fundamental para Kant,
fines que se establece a sí mismo. En su opinión, la moral es una
las personas no necesitan realmente de los otros. Nuestras vidas tienen sentido
cuestión de individuos que deciden cuál es la acción moral. La sólo como individuos. Kant, en definitiva, presenta la idea de respeto como
teoría moral está enfocada a los principios de la acción individual. autosuficiencia: respetar a los otros es básicamente no interferir en sus vidas.
Sólo en Doctrina de la virtud,
Esto garantiza y legitima la prevalencia de la noción de autonomía Kant parece cuestionar esta idea, ya que descubre
que hay formas de dependencia humana que crecen en la organización de la vida
moral. Esta caracterización tiende a asumir que los otros son o
social y que cuestionan la noción de autonomía de la moral. Víctor Seidler, op.
cit. En este mismo sentido, Contreras Peláez afirma que en la filosofía política

" Por esta razón, en términos generales se ha interpretado a Kant corno un y jurídica kantiana "impera más bien una atmósfera liberal `darwinista' de
paladín de los derechos liberales de índole civil y política. En extenso puede competición y autoafimmción individual". E, Contreras Peláez, "La libertad
en..." op. cit., en esp. p. 510.
verse F. Contreras Peláez,"La libertad en..." op. ca., p. 527.
36 1mmanuel Kant, Aletafisica de... op. cit.. p. 237.
4" Omito referirme aquí a las críticas internas a la propia concepción kantiana,
"Immanuel Kant, ibid., p. 318, véase F. Peláez Contreras. "La libertad como por ejemplo el hecho de que sitúe la libertad (fundamento de la dignidad)
en..." op. cit., en esp. pp. 507-535. en el mundo nouménico, lo cual genera que el concepto se vea afectado por la
"Immanuel Kant, Metalisica de op. cit., p. 318. dificultad de comprender al noúmeno en su propio pensamiento. Véase F.
Contreras Peláez, "La libertad en..." op. cit., en esp., pp. 496-497.

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Williams señala que el precio que debe pagar Kant por mante-
sus contribuciones y de sus logros. En las relaciones profesionales
ner coherentemente su concepción es la separación de la moral • • • • • .• • • -
yen el mundo del trabajo las actividades y los logros de las per-
de las contingencias humanas, pues la moral kantiana se enraíza,
sonas son, normalmente, sometidas a crítica bajo una variedad de
como se ha visto antes, en una concepción del agente moral de
criterios técnicos.
características trascendentales y no empíricas:
En cambio, el enfoque humano es aquel que abstrae los diversos
roles que pueda desempeñar la persona y se centra en las personas
La enorme consistencia de la concepción kantiana se adquiere a
un precio que generalmente se estará de acuerdo en calificar de como tales. Lo que es relevante aquí es contemplar a tal individuo
elevado. La separación del valor moral de todas las contingencias desde la perspectiva de lo que es para él vivir una vida y realizar
sólo se consigue haciendo de la característica humana de un las acciones con ese sentido»
agente moral o racional, una característica trascendental, la Williams ejemplifica estas dos Percepciones de los seres hu-
capacidad que un hombre tiene de disponer libremente como un manos de la siguiente manera. Desde el punto de vista tecnológico
agente racional no depende de ninguna capacidad empírica que
pueda tener —y, en concreto, no depende de capacidades empíricas ... alguien que ha pasado su vida intentando construir cierta
que los hombres puedan poseer en desigual grado— porque en la máquina que no podría de ningún modo funcionar es, sim-
concepción kantiana, la capacidad de ser un agente racional no plemente, un inventor fracasado y, al recopilar un catálogo de
es ella misma una capacidad empírica!' todos aquellos esfuerzos que han contribuido a la suma de los
logros técnicos, uno debe excluirlo. El hecho de qué se dedicara
Antes de exponer con más detalle las diferencias que separan a esa inútil tarea con esfuerzo coa stante es simplemente
a Williams de Kant, parece preciso ver aquellos aspectos en los que irrelevante!'
muestran un cierto acercamiento. Y uno de estos aspectos, es la
similitud entre la idea de humanidad kantiana y la idea de Williams Pero desde un punto de vista humano, la valoración no tiene
acerca del enfoque humano. por qué ceñirse o reducirse a sus contribuciones técnicas, profe-
En efecto, Williams distingue entre lo que el llama la actitud sionales o por cómo ha vivido estéticamente su vida. Es más, el
profesional y el enfoque humano. Con esta distinción, Williams hecho de que una persona se haya dedicado con sacrificio y perse-
rechaza aquella concepción sobre la naturaleza de la evaluación verancia a la búsqueda de un fin [..1 claramente no es irrelevante:
moral en la que el elemento central, de tal juicio, viene dado por la el personaje nos interesa no sólo como un inventor fracasado,
posición social o la competencia técnica de las personas. Williams sino como alguien que deseaba ser un inventor afortunado"»
objeta el trascendentalismo kantiano, pero también se opone a es- Esta forma de ver y valorar a las personas que sugiere Williams,
ta otra deformación de la evaluación moral que reduce al individuo puede estar cerca de la idea de Kant expresada en el principio
a uno o varios aspectos parciales de su vida. "tratar a cada hombre como un fin en sí mismo, y nunca como un
La actitud profesional o técnica es la que observa y valora a simple medio". En este sentido, la concepción del respeto, Williams
las personas bajo la etiqueta de su profesión o desde una perspec-
tiva estética y, en ese sentido, lo enjuicia y cataloga en virtud de
"Ibid., op. cit., p. 308.
. "Ibid., op. cit., p. 309.
Bernard Williams, "La idea de..." en Problemas del yo, op. cit., p. 307.
44 Idem.

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está cerca de la de Kant cuando introduce su idea del esfuerzo
de identylcación con que debe ser tratada cualquier persona."(a respuestas emocionales ante estímulos externos pueden cambiar
como consecuencia de operaciones reflexivas que puede llevar a
una persona) no debería mirársela como la superficie a la cual se
cabo el mismo individuo y, de este modo, aplicar algún sentido de
puede aplicar una etiqueta dada, sino que uno debería intentar ver
la proporción a sus reacciones sin abandonar del todo la motivación
el mundo (incluyendo la etiqueta) desde su punto de vista"."
moral." Williams apunta la necesidad de distinguir entre las emo-
Aunque ésta es una explicitación que dista mucho de ser com-
ciones y las sensaciones corporales ya que las primeras se di-
pleta y clara, apunta a que tenemos el deber de respetar (de realizar
ferencian de las segundas en que presentan "incorporadas —ge-
el esfuerzo de identificación) a cualquier persona, lo cual nos lleva
neralmente, aunque no inevitablemente—una referencia a un objeto
a abstraer de nuestra visión los títulos, los roles, los logros de cada
persona, que no son más que los signos de la desigualdad social, y puede decirse que suponen un pensamiento"." Es por ello que
los individuos con un cierto grado de competencia racional pueden
política y técnica. El deber de respeto prohíbe que nuestras acti-
llegar a controlar sus emociones. El pensamiento, en definitiva,
tudes centrales hacia las personas sean mediatizadas por los
influye en las emociones.
criterios de merecimiento o por los criterios de valoración social,
técnica, profesional vigentes en un grupo social. Kant sostiene que las personas difieren enormemente en su
configuración moral: la inclinación de una persona a experimentar
Ahora bien, más allá de esta aproximación, Williams parece
las emociones es el producto de una causación natural y en este
sostener una concepción muy diferente a la kantiana en lo que
sentido, se distribuye fortuitamente. Los gestos humanos surgen
concierne a la naturaleza del agente moral, yen conexión con ello
naturalmente en unas personas, pero no en otras. Por esta razón,
estaría lo que podríamos interpretar que es su noción de dignidad.
Kant piensa que hacer depender el valor moral de tales rasgos del
En efecto, en lugar de construir una concepción de agente moral
carácter (que están psicológicamente determinados), sería hacer
sobre una base trascendente, a Williams le parece preferible partir
de una noción de agente que tenga a la vez una base empírica y de la capacidad del valor moral una especie de ventaja natural.
Esto sería incompatible con lanoción de la moral y además, también
que permita ademas conservar la idea de igualdad de todos los
seres humanos." sería injusto. En este punto se ve claramente la diferencia entre la
concepción moral del mundo antiguo y la heredada del cristianismo.
Un primer punto donde se puede observar la diferencia en-
Para éste último, el valor moral se debe separar de cualquier ven-
tre el enfoque kantiano y el de Williams sobre la noción de agente
taja natural. Esto conduce a la conclusión de que la fuente del
moral se refleja en el papel que atribuyen a las emociones. Frente a
pensamiento y de la acción moral tiene que localizarse fuera del yo
la idea kantiana de que las emociones son demasiado caprichosas,
empíricamente condicionado.
Williams responde que Kant postula una idea demasiado ingenua
Frente a este argumento, Willliams sostiene que las conside-
de las emociones, ya que parece sugerir que no hay ningún mo-
raciones humanas que se basan en características humanas no
do de regular la propia respuesta emocional a la luz de otras consi-
pueden dejar de tener una base empírica. Los seres humanos es-
deraciones. Sin embargo, esto no es necesariamente así, pues las
tán sujetos, de una manera u otra, a condiciones empíricas, a su

" Mem. “Véase un examen más detallado en William Lyons, Emoción, Barcelona,
"!bid., p. 308. Anthropos, 1993 (trad. Inés Jurado). -
"Bernard Williams, "La moral y..." op. cit., p. 293.

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3
historia psicológica, existiendo evidentes variaciones individuales,
de los arreglos sociales. Esta conciencia sobre su rol social es en
bien sea de sensibilidad, de persistencia, de imaginación, de in-
gran parte el resultado de una estructura social concreta.
teligencia o de buen sentido. Y por supuesto, también hay dife-
El acercamiento de Williams a la noción de dignidad apunta a
rencias entre los individuos en lo que concierne a sus sentimientos
otra característica que también lo distancia de la perspectiva kan-
o a su fuerza de voluntad.
ti ana. En efecto, en Kant existe una estrecha vinculación entre la
En su opinión, difícilmente podremos establecer otros conceptos autonomía y la dignidad en el sentido de que la primera es el fun-
relevantes de una concepción moral si no se toma como base un
damento de la segunda. Sin embargo, esta ligazón no parece tan
concepto empírico. ¿Cómo podremos establecer los distintos grados fuerte en Williams. El respeto hacia las personas no se acaba en
de responsabilidad si se parte de una concepción de agente moral
respetar su autonomía, esto es, parece que no basta con esfor-
kantiano donde todos los individuos son iguales, libres y racionales?
zarse por comprender los fines y propósitos individuales y propios
Estas presuposiciones constituyen para Williams un serio obstáculo
de una persona. Si sólo fuera esto, se dejaría fuera de nuestra com-
porque aunque no impiden, dificultan el establecimiento de los di-
prensión común un aspecto central de lo que entendemos por dig-
ferentes tipos o grados de responsabilidad que dependen de varia-
nidad y por el deber de respeto. En efecto, existen ocasiones en
bles como la libertad y la capacidad de control racional de los
las que una persona puede elaborar sus propios fines y establecer
diferentes agentes."
los medios para su consecución, pero son tales que no podríamos
El valor que justifica el deber de respetar, de tratar de iden-
dejar de contemplar estas circunstancias como ejemplos de cruel-
tificarse con el punto de vista distintivo de cada persona radica en
dad o de humillación. En estos supuestos es perfectamente posible
lo que aquí podría entenderse como dignidad. Es en este punto
que un individuo consienta voluntariamente esa forma de compor-
donde Williams parece distanciarse de la concepción kantiana que
tamiento degradante y de sumisión. Pero precisamente, es un sig-
ubica la dignidad humana en el aspecto noumenal, y en este sentido,
no de explotación o degradación extrema que quienes sufren tal
abstracto y trascendental de los seres humanos. Williams pare-
situación no se vean a sí mismos de modo diferente a como los
ce ofrecer una aproximación a la noción de dignidad con estas
ven los explotadores, o bien que no se perciban como nada en
palabras: "los hombres son seres conscientes que necesariamente
concreto o bien acepten pasivamente el papel que se les ha
tienen intenciones y propósitos, y ven lo que están haciendo a una repartido.51
cierta luz"."
En opinión de Williams, es necesaria una definición de dignidad
En este sentido, Williams incide en un punto que había pasado que permita ampliar el campo de comportamientos vedados más
completamente desapercibido a Kant: la conciencia de los hombres
allá del respeto a la autonomía individual. No sólo se ha de intentar
sobre sí mismos y sobre su papel en la sociedad no es una cons- comprender la conciencia (el conjunto defines, propósitos y medios
trucción monológica del propio sujeto, sino que en parte es producto
que se integran a su plan de vida) de una persona o realizar el es-
"'• fuerzo de identificación, sino que también se debe respetar la con-
ciencia humana en sí misma: "uno no puede suprimir o destruir la
" La crítica podría ser más profunda si se atiende que los agentes morales
poseedores de dignidad son noúmenos, pues entonces ¿cómo establecer la conciencia"."
separabilidad e identidad de los agentes? ¿Dónde entroncar el propio punto de
vista que caracteriza al agente moral?
SI ídem.
s°Bernard Williams, "La idea de..." op. cit., p. 309.
" 'bid., op. cit., p.310.

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Recapitulando lo expuesto hasta el momento, puede decirse atribuimos a la vida humana considerada desde un punto de vista
que el examen de la noción de agente moral de Wil liams permite noumenal, Williams parece alinearse en una tradición de pen-
destacar dos aspectos ligados a la noción de dignidad, y que deri- samiento acerca de lo que es la agencia moral en el que se destaca
vati vamente, da ocasión de observar hasta qué punto pertenece a el valor de las vidas humanas como entes individuales y con un
la tradición moral kantiana y hasta qué punto se aleja de ella. Por sentido acerca del propio valor, lo que incluye el desarrollo de las
un lado, Williams parece acercarse a la concepción kantiana de la propias capacidades, y el desarrollo de un plan de la vida buena.
dignidad cuando hace una defensa del valor humano que se basa La conciencia del propio y exclusivo valor como seres humanos
en lo que él denomina los juicios basados en consideraciones huma- es, entonces, un presupuesto para que los individuos puedan realizar
nas (y no en las consideraciones técnicas). Todos los seres humanos con éxito sus planes y propósitos más esenciales.
. . .
deben ser vistos a esta luz, lo cual permite enlazar el valor de los se-
y
res humanos con la idea de igualdad humana. No es un valor más
en el cálculo de preferencias de los individuos de forma que puedan
prescindir o disponer libremente.
Sin embargo, Williams se aparta de las tesis centrales kantia-
nas en lo que se refiere a su caracterización de los seres humanos
pues da lugar a una noción de dignidad demasiado abstracta. Los se-
res humanos no somos tal y como nos caracteriza Kant. En es-
pecial, Williams parece reprochar a Kant su olvido de la relevan-
cia moral de las emociones, así como de las exigencias morales
que dimanan de capacidades humanas tales como la de sufrir,
sentir do lor,53 ya que ello supone un descuido de dichos aspectos
centrales de lo que entendemos por ser un agente moral. Y en
virtud de la naturaleza que pretende Kant no podemos enfrentamos
a los problemas que se dan en el mundo ordinario, como por ejem-
plo, la graduación de la responsabilidad. No podemos caracterizar
el respeto que debemos a las personas sin incluir los aspectos emo-
cionales de los individuos, como tampoco excluyendo la idea de que
cada individuo expresa un particular punto de vista, a la luz del cual
se evalúan a sí mismos y eligen sus propósitos y fines más
relevantes.
En conclusión, Williams pone énfasis en el valor individual y
concreto que los seres humanos se dan a sí mismos. De esta for-
ma, si Kant trata de caracterizar la dignidad como el valor que

"!bid., p. 305.

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