Você está na página 1de 11

ARQUITECTURA "NEOCLÁSICA EN

LIMA (1820-1860)
Víctor Rafael Velezmoro Montes

INTRODUCCIÓN

A diferencia de las otras dos bellas artes -pintura y escultura-, la arquitectura tiene la
capacidad de poder asimilar el paso del tiempo y los cambios de gusto, reflejándolos en
su decoración exterior e interior y en las repentinas -y perdurables- modificaciones
estructurales, tornándola en un incondicional documento histórico de primer orden. Así,
por ejemplo, las investigaciones arqueológicas realizan una "cuadrícula de análisis" que
permite estudiar diversos niveles estratigráficos a un mismo tiempo, al descubrir un
monumento antiguo, estableciendo etapas de desarrollo al relacionar construcciones de
épocas variadas con los utensilios hallados en ellas y que tienen distinta calidad y
técnica.

"..la obra de arquitectura acumula sedimentariamente las experiencias de quienes la


concibieron en su origen y la usaron y transformaron a través del tiempo" (GUTIERREZ,
1990:251)

Velarde considera que, para el planeamiento desarrollo de una arquitectura local, se


hace necesaria la presencia de seis factores relacionados entre sí, ellos son: geográfico,
climatológico geológico, religioso, social e histórico; una buena definición y
planteamiento de estos elementos, hará que la obra arquitectónica adquiera un
carácter definidamente local y original (1978: 11).

A este punto se quiere llegar con la presente investigación. La generación de un arte propio no
es posible -en el específico caso de la arquitectura- por medio de una implantación de estilo y
técnicas constructivas, es todo un proceso, que llevará al encuentro de los mejores materiales
y técnicas para construir en el lugar y en donde se pueda fusionar los distintos modelos
culturales persistentes en la sociedad (en nuestro caso los aportes hispanos y andinos).

Se cree que la irrupción de la Independencia en el Perú, motivó la adopción del estilo


Neoclásico -ya establecido por bando real en Lima como estilo "oficial" de la Corona- por su
mensaje de libertad y democracia, adoptándolo como modelo de arquitectura nacional, pero,
en la práctica, su uso se confinó exclusivamente a la decoración y ornamentación de los
antiguos solares coloniales, perdiendo su carácter original y concibiendo una arquitectura
localista muy particular.

Debido a este carácter decorativo del Neoclasicismo en Lima, el presente estudio se ha


propuesto hacer una búsqueda de aquellos elementos representativos de este estilo en
algunos solares limeños de principios de la República. Cabe anotar que el calamitoso estado
de algunos impidió una mayor muestra fotográfica para comentar.

El procedimiento del estudio es simple: primero se hará un breve análisis sobre el término
clásico y la idea de clasicismo que se tenía en Europa -debido a que es ahí donde aparece y
desde donde se expandió-, para entender el significado que luego tuvo en el Perú. Después se
hará una revisión de los elementos más comunes utilizados, en base a impresiones
fotográficas tomadas en algunas casas del centro de Lima. Por último, se relacionarán los
comentarios con la teoría para concretar un corpus orgánico explicativo a modo de conclusión.

DEL CLASICISMO GRIEGO AL


"IDEAL" CLÁSICO

Para comprender, el significado que tiene el término clásico en arte, se debe tener en cuenta
que toda cultura (universal, americana o andina) siempre cumple un proceso -o "tiempo de
vida"- el cual consta de tres etapas: Arcaísmo (periodo de formación, donde las imágenes y la
identidad cultural se van forjando), Clasicismo (etapa de mayor esplendor, donde la cultura ha
sintetizado todo el conocimiento adquirido hasta entonces y presenta un arte sin influencias de
ningún tipo, siendo más bien, ejemplo para otras en estado de germinación) y Decadencia
(como su nombre lo indica, etapa de transición en la que pierde su presencia y entra en un
proceso de fusión con otra cultura o se desintegra). Esta etapa Clásica e una duración corta
(tal vez un siglo) frente a los milenios que pueden durar las otras dos.

Atendiendo a lo anterior, el clasicismo griego comprende solamente desde los años 450 a 420
a. C., periodo conocido como "Época de Pericles". Tradicionalmente, la historia considera el
periodo Clásico desde el 480 hasta el 330 a.C., pero lo cierto es que, para el arte, no
representa un solo bloque, pues se puede encontrar hasta tres fases evolutivas: 1° el "estilo
severo" de carácter austero y realista, 2° el "gran clasicismo" y 3° el clasicismo del siglo IV
a.C., de mayor gusto aristocrático. En este "Gran Clasicismo", la presencia única de Atenas
frente a las demás ciudades-estado egeas tanto en las artes como en la política, la afirman
como el eje directriz. Así se inicia una serie de construcciones de gran magnitud y fineza "que
van a tener una repercusión definitiva en el destino tanto del arte griego en particular como
del de Occidente en general" (PASQUIER, 1986: 16).

La principal característica de este periodo es la subordinación de las artes a la razón, logrando


alcanzar la madurez y equilibrio -punto culminante en el camino del perfeccionamiento-,
conseguido por la observación de la naturaleza, la abstracción y la medida dentro de
proporciones ideales1. Entre los principales ejemplos de ésta época -en arquitectura-
tenemos: el Templo de Hefastos (Teseión) en Atenas, el Templo de Poseidón en Cabo Sounion
y los grandiosos monumentos de la Acrópolis de Atenas: el Templo de Atenea Nike, el
Erecteion, la columnata o Propileos y el Partenón, síntesis de la cultura griega, levantado por
Iktinos, Kallíkatres y Fidias en honor a la diosa Atenea.

Roma, heredera de la civilización y las artes griegas, mantuvo e incrementó las características
esenciales para la creación de un arte occidental, lamentablemente, Roma Imperial fue pronto
desarticulada por la ineficacia de los césares, así como por la invasión bárbara, originando el
milenio cristiano medieval, el cual "olvidó" los avances conseguidos por sus predecesores
tanto en las artes como en la ciencia.

El inicio de la Edad Moderna Universal corresponde -para la historia del arte- con el
Renacimiento (s.XV-XVI), periodo en el cual se da un vuelco total al conocimiento. El hombre
se interesa por sí, se introspecta (antropocentrismo), observa la naturaleza desde una
perspectiva científica y el arte es el mejor instrumento de observación (Ej. Leonardo Da Vinci).
A partir de es periodo, el hombre occidental, retorna el bagaje cultural greco-romano y
reconstruye su mundo manteniéndose en contacto con ese clasicismo olvidado.
Esa búsqueda incesante de su origen lleva Occidente, al final del siglo XVIII, a idealizar es
etapa -desde entonces denominada como "clásica"- y a revalorar los logros del Imperio
Romano como de las ciudades Griegas en las artes, política y la filosofía. Este hecho se
acentuó más -en arte- con el descubrimiento de las ciudad romanas de Pompeya y Herculano
(a.C.1750), el traslado a Inglaterra de numerosos frisos del Partenón ateniense y los escritos
del historiógrafo alemán J. J. Winckelmann acerca de Grecia, Roma y el clasicismo.

La idealización clásica no sólo se da en el campo del arte, sino que se impregna tanto en la
filosofía (aparece la Ilustración y el positivismo) como en la política (aparece la democracia
como modelo ideal del Estado). Es así que, desde Francia, todo Occidente se empieza a llenar
de obras arquitectónicas, escultóricas y pictóricas con un acentuado carácter clásico este es el
periodo de nominado como "Neoclasicismo", un retomar los modelos e ideales grecorromanos
en su esencia primaria, un volver a los orígenes. Europa y América se llenan de obras
significativas dentro de este estilo artístico: por ejemplo, en arquitectura el Capitolio de los
Estados Unidos y la biblioteca de Munich; en pintura la obra de J.J. David así como las
Academias de Pintura de España y Francia en las cuales predomina el "correcto dibujo"; y en
escultura, el mejor representante de éste periodo es Cánova.

Por último, no puede obviarse dos aspectos importantes originados por la presencia de este
estilo artístico: primero, el Neoclasicismo surgió como respuesta racional y lógica a los
excesos decorativos y económicos producidos por el Barroco y principalmente el Rococó (arte
cortesano, frívolo y de gusto exquisito). Frente a ellos, el Neoclasicismo se identificaba con lo
moderno, con las ideas de adelanto de cultura y de razón, de lógica constructiva y austeridad.
Segundo, muchos monarcas y estados usaron este estilo para su "gloria" personal,
identificando su gobierno con algunos de los ideales propugnados (un claro ejemplo fue
Napoleón Bonaparte).

¿ARQUITECTURA "NEOCLÁSICA" CIVIL


EN LIMA?

Según García Bryce, la arquitectura peruana del último siglo y medio puede clasificarse en
cuatro periodos: 1. "Arquitectura Republicana" (1800-1870/80), 2. "Periodo Académico"
(1870/ 80-1920/30), 3. "Búsqueda de un arte nacional" (1920/30-1947), 4. "Arquitectura
Moderna" (1947-hoy). El término "Arquitectura Republicana puede ser tanto la arquitectura
que se hacía en 1821 como la de hoy". Él mismo indica que, hacia 1800 el estilo neoclásico
apareció en Lima gracias a la presencia del presbítero Matías Maestro, comerciante con dotes
de arquitecto, quien llegó a Lima hacia 1790 y que pronto vistió los hábitos eclesiásticos.

La arquitectura colonial hasta ese entonces se caracterizó por el decisivo empeño en


demostrar el equilibrio de poderes que ostentaban por un lado la Iglesia y por otro, el
gobierno colonial. Es por esto que las mejores y mayores obras sobrevivientes en Lima de
aquella época, y que se encuentran en el centro de la ciudad, en un radio de 126 manzanas,
son las grandes "iglesias conventuales" -el término es del Padre A. San Cristóbal- entre ellas:
San Francisco, San Pedro, Santo Domingo, San Agustín y La Merced; las iglesias menores o
parroquiales como: San Sebastián, Trinitarias, Monserrate, Jesús María, Nazarenas, Carmen
Alto y Cocharcas, y la Catedral, por la parte eclesiástica; mientras que por lado de la Corona
se tiene el antiguo edificio del Cabildo, la Plaza Mayor, el Tribunal del Santo Oficio, los
antiguos Hospitales de Santa Ana y San Bartolomé y los paseos así como las obro públicas.
La Corona española no necesitaba de transmitir un ideal acerca del gobierno colonial, esto
debido a que como gobierno absolutista, la persona del rey estaba representada en todos los
lugares, gracias a la bien elaborada estructura burocrática. Además, el arte -tanto en el Perú
como en los demás virreinatos- tuvo una función evangelizadora. La corona española, baluarte
del catolicismo, mantuvo los postulados dispuestos por el Concilio de Trento (s.XIV), la
Contrarreforma Católica, y por esto el gobierno se preocupó por dar apoyo al clero, y el clero
como las distintas órdenes religiosas evangelizaba en nombre de Dios y del Rey de España. Al
respecto, se recoge una cita de Majluf:

"En la época de la colonia., la plaza mayor era el foco social y político de la ciudad, siendo las
fachadas de la alcaldía y de la catedral las que dominaban el espacio urbano. Símbolos de
poder, no significaron sin embargo, símbolos públicos" (1994:9).

Es debido a este comportamiento -y bajo la protección del Arzobispo de Lima Mons. Gonzáles
de la Reguera- que la tarea de Matías Maestro se dirigió a la reconstrucción de varios altares y
retablos en las distintas iglesias de Lima, obras que han llegado hasta la actualidad; entre
ellas se tiene: el Altar Mayor de la Catedral de Lima (180 S), Altar Mayor de San Francisco y la
Capilla del Milagro para los franciscanos'- además realizó como obras civiles, el antiguo
Anfiteatro Anatómico a iniciativa-de Hipólito Unanue y por último, su obra de mayor
envergadura: el Panteón o Cementerio General de Lima (1808).

Pero, ¿cómo fue la adopción de este estilo artístico en la decoración particular ¿qué motivó
tanto a liberales, conservadores y aristócratas a derrumbar sus vicios balcones mudéjares y
portadas barrocas, para levantar otras tantas pero rectilíneas, decoradas solamente con
dentículos, capiteles y cornisas?

La presencia de este estilo en las diversas ciudades hispanoamericanas, se debió a la ruptura


de un proceso, el proceso de conformación de una "cultura americana" (una cultura en que
confluyera los aportes hispanos sobre la base andina). Si bien irrumpió como una moda
"oficial" desde la metrópoli que permitió el derrumbe de valiosas obras de arte levantadas en
todas las principales ciudades -consecuentes con una de las "cualidades" de este estilo, su
antihistoricismo-, la necesidad de "crear" un tipo de construcción en la cual se percibiera los
ideales de Libertad, Igualdad y Fraternidad para las nacientes repúblicas, motivó pues, la
adopción de este estilo artístico, claro que adaptado solamente a la decoración exterior e
interior, pues los planos estructurales y distributivos de las grandes casas solariegas,
mantuvieron su disposición original.

Es así que fueron derruidos balcones, portadas, altares y retablos mudéjares y barrocos,
trayendo al suelo los decorados de pan de oro, la fina ebanistería, los enredados arabescos de
las techumbres y celosías, destrucción realizada sin embarazo alguno pues se tenía la
convicción de que los objetos derrumbados no tenían un valor artístico más allá del
meramente histórico, actitud que ciertamente refleja el carácter austero y hasta radical del
neoclasicismo. Dato curioso es que incluso se llegó a considerar como español la mayoría de
las construcciones del "barroco popular"' (GUTIERREZ, 1990:256)

Por eso, cuando se trata de arquitectura civil limeña neoclásica, se encuentran diversos
escollos por resolver. García Bryce, tomando como ejemplo dos casonas muy importantes y
conservadas como son: el "Palacio" Torre Tagle y la Casa de Oquendo (u Osambela), las
cuales se fechan entre finales del XVIII y comienzos del XIX, explica que el clasicismo se vio
en el diseño de puertas, rejas y balcones donde alcanzan un mayor grado de pureza al usar
formas severas, rectilíneas y de carácter grecorromano pero que se operaran mayores
cambios en la distribución, las dimensiones y las proporciones de las pieza- (1967:49). Este
enunciado se puede comparar con la transformación sufrida por otro solar de esa época, la
Casa Riva Agüero, la cual, a pesar de su claro sentido colonial, presenta grandes balcones y
ventanales con óculos y lunetos superiores entre los cuales se aprecian pilastras con capiteles
y una cornisa con decoración de dentículos en el borde superior.

Existió una intención distinta en el momento de su construcción -se destaca una mayor
luminosidad- si la comparamos con las pequeñas ventanas del primer piso originales en su
disposición (ver Foto N°1). Un balcón contemporáneo al descrito (ver Foto N°2) presenta las
mismas características (¿acaso fue realizado por la mismo carpintería?): ventanas
rectangulares con remates de lunetos, pequeñas pilastras pareadas con capitel, es un bello
ejemplar pues presenta las lunas coloreadas muy de moda a comienzos de siglo. El balcón
corrido de la Escuela Nacional de Música (ver Foto N°3), es un ejemplo claro de neoclasicismo
decorativo limeño, este elemento de grandes dimensiones presenta tunas estrecha: y
alargadas, rematadas en lunetos, esbeltas pilastras de capitel Jónico, recuadros inferiores y
una elaborada greca en el entablamento superior rematada por una comisa con dentículos,
este tipo de balconearía es lo que caracteriza al primer período republicano.

Foto N°2: Casa Riva Agüero


Foto N°3: La Casona Villegas o Casa Canevaro, perteneciente a la Escuela Nacional de música.

La antigua plazuela de Santo Domingo (hoy Pérez Aranibar) evoca -a pesar de las
remodelaciones y la dejadez- un rincón limeño republicano de otros tiempos, con balconería
corrida de corte más bien rectilíneo y sin mayor decoración (tal vez de épocas tempranas). El
último ejemplo de balcón republicano (ver Foto N°5), muestra 2 ejemplares gemelos que
presentan las características mencionadas anteriormente; lo interesante es el espacio central
creado a propósito que ha sido decorado con una pilastra con basa, capitel dórico y óculo
central dispuesta, lateralmente y encima de una balaustrada (decoración colonial), la cornisa
superior lisa, es el elemento que integra todo el conjunto en uno solo.

Pero no sólo los balcones van a ser los receptores del nuevo estilo, los ideales clásicos de
simetría, orden, línea y pureza se verán reflejados en los patios porticados de los solares con
la presencia de delgadas columnas clásicas, así como grecas, entablamentos y pilastras
hechas todas de madera. Las columnas básicamente fueron delgadas y alargadas, el capitel
preferido fue el jónico, pero también se usó el toscano -de forma cóncava y poco gruesa-, en
un comienzo el fuste (o cuerpo de la columna) fue liso, la basa y escocia apoyadas sobre un
banco cuadrado y dispuestas sobre un pedestal (ver Foto N°6) que le daba mayor altura -
debido a que los solares coloniales eran de doble altura en su primera planta-, poco a poco fue
desapareciendo ese pedestal y engrosando el fuste, apareciendo el capitel jónico de cuatro
aristas (ver Foto N°7) el cual sostenía el corredor superior de manera directa. Un tercer
ejemplo lo encontramos en el patio de la Sociedad Geográfica de Lima, al parecer casona
construida en plena época republicana debido a que presenta la misma altura la primera con
la segunda planta y la disposición ordenada y simétrica de columnas, ventanas y corredores
(ver Foto N°8)- aquí las columnas vuelven a ser esbeltas, de diámetro menor y aparece el
capitel toscano con un pequeño banco cuadrado que soporta el borde del corredor superior
transformada en entablamento liso con dentículo y cornisa 6 ; éste es un precioso ejemplo de
la arquitectura limeña del siglo pasado. Por último, el cuarto patio republicano escogido
corresponde -a mi parecer-a un ejemplo tardío (1860-1870) pero que guarda el orden y la
distribución original del solar (ver Foto N'9). En este ejemplo, la austeridad y pureza de
formas del neoclásico han sido contrapuestas con el exquisito decorado de la baranda -hecho
en fierro forjado-, las columnas delgadas con capitel toscano y con el fuste decorado con
estrías gruesas superiores y finas en el tercio inferior, soportan el corredor gracias a una
especie de zapata (cuya presencia se da en los solares coloniales) que a la vez es una viga del
techo. El borde del corredor ha sido decorado con comisa, dentículos y triaglifos (rectángulo
con tres incisiciones y relieves dispuestos a una ordenada distancia) en el entablamento,
repitiéndose esta decoración en la parte superior de los muros, trabajo realizado en una fina y
delicada yesería. El arco que decora el zaguán de ingreso ha sido decorado con una moldura
lisa y una enjuta triangular a cada lado adornada por un óvalo y guirnalda en su interior, todo
realizado en yesería.

Un punto a destacar, es el de la disposición simétrica de ventanas con respecto a las portadas


en las fachadas de los diversos solares y tal vez, la distribución axial -es decir en eje directriz-
en las plantas de dichas casas solariegas (aunque la modificación no es tan notoria, debido a
que en el renacimiento se propuso un tipo de axialidad que muchas casas coloniales aún
presentan, por ejemplo la "Casa de Pilatos").

La antigua Plazuela de San Marcelo (hoy Plazuela María Laos de Miró Quesada), felizmente
"rescatada" por la Municipalidad de Lima, presenta el mejor ejemplo de disposición simétrica
al estilo neoclásico, la edificación es de una pureza insuperable en el orden de sus ventanas
superiores con balcones abiertos personales, decorados únicamente con remates triangulares
y semicirculares; las dos pilastras lisas, anchas y con capitel dórico a los lados del portón de
entrada se contraponen a las delgadas, con estrías y de madera, que decoran la ventana
central del conjunto) la cual presenta un balcón abierto salido con balaustrada; complementa
el conjunto neoclásico el remate triangular superior a modo de tímpano que recuerda al
presentado en el Partenón ateniense (ver Foto N°10). Compárese los balcones personales con
los presentados en la Foto N°11 (que no tiene decoración) y el de la Foto N°12, el cual
presenta un delicado trabajo de guirnaldas y calado en el borde superior del marco, así como
una cornisa individual, además de la balaustrada. En cuanto al interior de los edificios, la
mayoría presentan una distribución amplia, con gran entrada de luminosidad y -en el caso de
segundos pisos- (ver Foto N'13) la presencia de barandales y marcos de puerta en madera
rectilíneos y sin mayor decoración. Cabe destacar en este ejemplo, la presencia de una torreta
abierta en el techo a modo de mirador, especie de cúpula octagonal que permitía mayor
entrada de luz.
Para terminar, se menciona un ejemplo resaltante que no ha sido posible clasificar y una
aclaración. El primero corresponde a un posible frente de fábrica o almacén (ver Foto N°14),
el cual evoca elementos neoclásicos como son la pilastra de fuste estriado y capitel corintio así
como la cornisa superior delgada y con dentículos; pero a la vez, tiene elementos decorativos
"art noveau", el jarrón sobre pedestal que decora la balaustrada superior, el trabajo de
guirnalda y rosetón sobre el portón de entrada y el remate de voluta con un mascarón
antropomorfo sobre la pilastra. Por la presencia de estos últimos elementos, puede
considerarse como un edificio construido en la transición entre el neoclásico y el "eclecticismo"
de finales del siglo pasado, o en todo caso, la adaptación de la decoración de acuerdo al gusto
del siguiente periodo.

En cuanto a la aclaración, ésta corresponde a la actual fachada del edificio que en la


actualidad ocupan la Biblioteca del Congreso y el Museo del Tribunal de la Santa Inquisición
(ver Foto N°15). La fotografía permite apreciar el "adosamiento" de la fachada a una
estructura plenamente colonial. El antiguo edificio presenta una cúpula de media naranja
sobre un cuadrado (denominada "cúpula sobre pechinas") con un remate a modo de pináculo;
la remodelación realizada en este Siglo7 le acondicionó un frente a modo de temple griego:
gigantescas columnas dóricas estriadas, entablamento con triglifos y remate superior de gran
tímpano. Surge así, una tremenda contradicción no prevista para quienes hicieron la
remodelación, es verdad que el edificio funcionó como Congreso de la República durante todo
el siglo pasado, pero antes, fue concebido y funcionó por casi 300 años como Tribunal del
Santo Oficio de la Inquisición y ese recuerdo es mucho más fuerte que una fachada
democrática y de ideales universales como es el estilo griego.

CONCLUSIONES

La particularización de los elementos mencionados, y su ubicación dentro de los ejemplos


citados para la presente investigación, afirman la tesis de considerar la arquitectura neoclásica
civil limeña de la primera mitad del siglo XIX, como decorativa y localista, debido a que
mantuvo un "sabor" a la vieja Lima andaluz que construyeron los conquistadores, esto debido
a que se limitó a la decoración exterior mas no a un cambio estructural y distributivo de los
solares, o en todo caso, a la creación de un tipo de arquitectura especial -como es el caso de
Francia y Alemania-, donde villas, palacios y edificios particulares fueron orientados dentro de
un neoclasicismo racional y lógico que se preocupó tanto por lo exterior como por lo interior.
En pocas palabras, surgieron de mentes donde si hablan calado los ideales y valores clásicos
de quienes las concibieron.

Esta afirmación se sustenta en base a razones que están fuera del ámbito artístico
propiamente dicho. La Independencia del Perú no supuso grandes transformaciones sociales ni
económico-estructurales, al debelarse la propuesta de la ansiada "República de Indios", que
tuvo su máximo exponente en la figura de José Gabriel Condorcanqui -Túpac Amaru II-, se dio
paso a una revolución más intelectual y política8 originada por el círculo de patriotas criollos y
que permitió el ingreso de las fuerzas libertadoras tanto del Sur (al mando del General José de
San Martín) como del Norte (dirigida por el Libertador Simón Bolivar), que dio origen a la
denominada por Macera, "República de Blancos".
Fueron pues los criollos -aristócratas y burgueses comerciantes- quienes se adueñaron del
poder político y económico manteniendo sus costumbres coloniales hasta muy avanzado el
siglo, ya que recién con la apertura del Perú al mercado europeo -por la venta del guano a
consignatarios y luego por los contratos con firmas europeas- ingresaron los gustos franceses
e ingleses y la ciudad empezó a poblarse de construcciones que dejaron de lado la típica
disposición de casas con zaguán, patio principal, segundo patio alrededor del cual se ubicaban
las habitaciones y salas principales y corral posterior. Así se levantaron edificios y
monumentos concebidos de manera distinta, con un enfoque más determinado hacia el ideal
de "la gran ciudad". Así aparecen la plaza del Dos de Mayo, el hospital del Dos de Mayo, la
Penitenciaria y el Palacio de la Exposición (1872) dando inicio a una serie de edificios de clara
intención moderna pero dentro de un "eclecticismo" singular, es decir, aceptando influencias
de distintos estilos y materiales que poco a poco se fueron alejando de los nativos como son:
la piedra, el hierro y más tarde el concreto.

Esa gran transformación sufrida por Lima durante el último tercio del siglo pasado, marca el
total distanciamiento de un tipo de arquitectura que, a pesar de la innovación de elementos,
mantenla una misma línea estructural y decorativa. Si bien el neoclasicismo suponía un
adelanto racional y lógico, un uso exclusivo de la línea y la decoración austera -en donde
radica su belleza-, frente a lo exaltado y apasionado del barroco, en nuestra ciudad se dio con
mucha mesura y tratando de adaptarla a un gusto que tenía en plena Independencia, mucho
de colonial y aristócrata.

Tanto el clasicismo como el neoclasicismo concibieron los edificios sustentándolos más que en
muros, sobre columnas (que vendrían a simbolizar a los individuos), es por eso que este
elemento fue el preferido y el más resaltante del conjunto. La creación de espacios interiores
amplios y bastante altos, permitían una mayor concentración de personas, una mejor acústica
y además mejor iluminación de los ambientes. ¿Encontramos algunas de estas características
en los ejemplos de edificios civiles mencionados-, ciertamente que no, pues la mayoría de los
edificios que presentan dichos elementos como decoración fueron viviendas de particulares
transformadas nunca un edificio público concebido y edificado teniendo en cuenta tales
intenciones9.

En todo caso -y para el bien de todos-, hablando desde la óptica de la historia del arte, esta
asimilación fue exitosa, pues concibió un tipo de arquitectura singular y muy propia de Lima
que la distinguió entre las demás ciudades del país como del continente; arquitectura que
lamentablemente hoy, tanto la dejadez como el olvido y el desgano, no sólo de las
autoridades como de los vecinos, están desmoronando a grandes pasos.

NOTAS

(1) Tomado de: FELICES A., Dora; Lecciones sobre Arte de la Antigüedad Clásica. Escuela de
Arte FLCH-UNMSM-1992. Separata, 16 pp.

(2) J. J. Winckelmann. Historia del Arte en la antigüedad 1750. Propuso la tesis de relacionar
la calidad artística (el "genio" artístico) con la comodidad y buena disposición del medio
geográfico. Según este connotado historiador y arqueólogo, Grecia y Roma tuvieron un arte
más desarrollado por su cercanía al Mediterráneo, su clima templado, sus excelentes cultivos,
frente a otras culturas que debieron luchar contra un sol abrasador (Egipto) o un frío invernal
(Normandía) que impidió una dedicación mayor al trabajo artístico.
(3) Hoy en día este cementerio lleva su nombre: "Presbítero Maestro". La parte edificada
corresponde actualmente a la cuarta puerta; el diseño se distribuyó sobre una planta
cuadrada, cuatro ejes axiales con camino central y delante de ellos, mausoleos
simétricamente dispuestos alrededor de la capilla.

(4) Según el Padre Antonio San Cristóbal, la arquitectura barroca americana, "mestiza" o
popular, incluye las construcciones realizadas Arequipa, Puno (Collao), y Bolivia; cuyas
principales características son: el tallado planiforrne de la piedra, la profusión de elementos
míticos prehispánicos y la follajería de la localidad en evidente "horror al vacío".

(5) Columnas cuadradas, sin volumen, que generalmente van adosadas al muro; en realidad
son contrafuertes decorados que soportan el peso de los techos de los edificios, es una
creación neoclásica.

(6) Dentículos, pequeños cuadrados dispuestos uno tras otro (a modo de dientes) en el borde
superior del entablamento. Entablamento; espacio liso de gran grosor en el cual se ubicaban
los frisos y las metopas en los antiguos temples griegos. Cornisa, borde superior del conjunto
que sobresale a modo de voladizo.

(7) Entre paréntesis, lamentablemente no he podido hallar la fecha exacta de la remodelación.


Supongo que debió ser al construirse el edificio del Congreso -primera mitad de nuestro siglo-
o en todo caso al remodelarse el edificio para funcionar como Museo de la Santa Inquisición.

(8) Asumo el término entendiéndolo como el cuerpo de acciones tomadas para conseguir un
beneficio determinado. La mayoría de los precursores independentistas de nuestra patria
fueron aristócratas quienes, a la cabeza de Dn. J. de la Riva Agüero, conformaron el círculo
"Amigos de Lima".

(9) Hoy en día, y son construcciones realizadas en nuestro siglo, dos edificios públicos acaso
presentan algunas de las características mencionadas para el neoclasicismo: el Palacio de
Justicia -copia de la Corte Suprema de Bruselas- y el hospital Arzobispo Loayza (1924), tanto
la fachada como la distribución interior que presenta influencias del urbanismo francés de
comienzos de siglo.

FOTOGRAFÍAS

Foto N°1: Balconería en la fachada del "Palacio" Torre Tagle.


Foto N°2: Casona del actual Instituto Riva Agüero/PUC.
Foto N°3: Balcón de fabricación similar al anterior y engalanado con vidrios coloreados.
Foto N°4: Balcón neoclásico: Escuela Nacional de Música - antiguo local.
Foto N°5: Ex plazuela de santo Domingo, hoy Pérez Aranibar.
Foto N°6: Balconería unida por cornisa superior con espacio central abierto.
Foto N°7: Fuste y basa apoyadas sobre banco elevado con aristas redondeadas.
Foto N°8: Capitel de cuatro aristas. La moldura es de yeso.
Foto N°9: Columnas esbeltas del primer patio. Sociedad Geográfica de Lima.
Foto N°10: Columnas que corresponden al primer patio de una casona convertida en galería
comercial.
Foto N° 11: Ex Plazuela de san Marcelo, hoy María Laos de Miró Quesada
Foto N°12: Balcón personal abierto que presenta un trabajo de vidriería similar al de la foto
N°3.
Foto N°13: Balcón personal abierto. La infausta intervención del hombre ha hecho que pierda
su color original
Foto N°14: Hall de distribución interna en el segundo piso del inmueble. El uso efectivo de la
luz amplía el espacio.
Foto N°15: Detalle de pilastra. Obsérvese el trabajo de molduras en yesería para recrear la
decoración.
Foto N°16: Fachada de ingreso al actual Museo de la Santa Inquisición. Obsérvese el
"adosamiento" al antiguo edificio.

Você também pode gostar