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Clonaciòn en Extinsion

La clonación de especies extintas ha sido un sueño para muchos científicos. Uno de los objetivos
previstos para la clonación fue el mamut lanudo (Mammuthus primigenius), pero los intentos de
extraer ADN de mamuts congelados no han tenido éxito, aunque un equipo ruso-japonés está
trabajando en ello.

En 2001, una vaca llamada Bessie dio a luz a un gaur (Bos gaurus) clonado, una especie en
peligro, pero el ternero murió después de dos días.

En 2003, un banteng (Bos javanicus) fue clonado con éxito, además también fueron clonadas con
éxito tres gatos monteses africanos (Felis silvestris lybica) a partir de embriones congelados.
Éstos éxitos han dado esperanzas sobre la posibilidad de que otras especies extintas puedan ser
clonadas. De cara a esta posibilidad; las muestras de tejidos del último bucardo (Capra pyrenaica
pyrenaica) fueron congelados rápidamente tras su muerte.

Los investigadores también están considerando la clonación de especies en peligro de extinción


como el panda gigante (Ailuropoda melanoleuca), el ocelote (Leopardus pardalis) y el guepardo
(Acinonyx jubatus).

En 2002, los genetistas del Museo Australiano anunciaron que habían replicado el ADN del lobo
marsupial o tilacino (Thylacinus cynocephalus), extinto hace 65 años con la reacción en cadena
de la polimerasa. Sin embargo en el año 2005, tuvieron que parar el proyecto ya que las células
no se habían conservado bien.

Uno de los obstáculos en el intento de clonar especies extintas es la necesidad de mantener el


ADN en perfecto estado, muy bien conservado.

Clonacion en peligro de extension

Actualmente existen miles de especies animales que están en peligro de extinción, algunas más
críticas que otras pero que, si no se interviene, finalmente se terminarán perdiendo. La
clonación de especies vivas, puede significar una luz de esperanza para animales que, de otra
manera desaparecerían.

El logro de los japoneses hace más sencilla la clonación, sobre todo en mamíferos, los más
complicados y en los que el éxito de reproducción natural y artificial era escaso. Ya no se
requieren células madre o especiales, basta con leucocitos, los que son muy fáciles de obtener,
ya sea de animales jóvenes o adultos.

El hecho de que estos animales obtenidos mediante clonación puedan seguir reproduciéndose
en un ambiente natural, ayudaría a reconstruir ecosistemas, saliendo del laboratorio para volver
a sus hábitat.

Si bien la clonación avanzó mucho desde los tiempos de la oveja Dolly, todavía queda ver los
resultados a largo plazo y en animales más grandes que un ratón y, que se encuentren expuestos
al mundo exterior.
Científicos quieren resucitar 24 especies extinguidas

Un grupo de prestigiosos científicos acaba de presentar un proyecto que pretende devolver a la


vida 24 especies ya extinguidas.

El anuncio público se produce después de dos reuniones a puerta cerrada que tuvieron lugar en
la Universidad de Harvard (febrero de 2012) y en la sede de la National Geographic Society en
Washington (octubre de 2012).

Podéis consultar la lista de las 24 especies candidatas en esta página web.

Según la especie, los científicos planean tres rutas diferentes para revivirlas:

1) “Des-evolucionar” desde una especie existente. A lo largo de nuestra historia, los humanos
hemos “guiado” la evolución de muchas especies (por ejemplo, las vacas) escogiendo para la
reproducción los ejemplares que más nos convenían. Ahora se trataría de hacer lo mismo, pero
en dirección contraria.

2) Clonación desde tejidos que se conserven de la especie extinta y combinación con óvulos que
puedan implantarse en una especie evolutivamente cercana.

3) Técnicas avanzadas de manipulación y modificación genética como las que desarrolla George
M. Church en la Universidad de Harvard.

Por ahora, quien más se ha acercado a revivir una especie extinguida es un equipo español
dirigido por Alberto Fernández-Arias. En el año 2003, Fernández-Arias y sus colaboradores
consiguieron clonar un bucardo, una especie extinguida tres años antes. Pero la cría sólo
sobrevivió 10 minutos debido a una malformación genética en el pulmón. Los avances
biotecnológicos de la última década hacen pensar que este problema no se repetiría si el
experimento volviese a realizarse hoy. Pero Alberto Fernández-Arias y su equipo se quedaron sin
financiación (para una vez que somos referentes científicos a nivel mundial, desaprovechamos la
oportunidad).

Además de los desafíos técnicos, los científicos tambien debatieron sobre las implicaciones
morales. Hank Greely, profesor de ética en Stanford, no duda en apoyar el proyecto:

“Todos estamos de acuerdo en la lucha para evitar la extinción de las especies que hoy existen,
¿verdad? Entonces ¿por qué no devolver a la vida aquellas que desaparecieron? Así podríamos
deshacer parte de los daños que hemos causado en planeta”.

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