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Escrito por Rodrigo Moreno, director del Departamento de Historia de la

Universidad Adolfo Ibañez (Chile) y profesor de historia invitado por EY Perú.


La publicación, editada por EY Perú, presenta un análisis orientado al mundo
de los negocios sobre el viaje a América de Cristóbal Colón y su papel como
emprendedor. Luego de una investigación de más 10 años, desarrollada
incluso en la ciudad de Sevilla, el libro reúne datos inéditos y teorías que
descartan lo históricamente conocido, como la antigua creencia acerca de que
Cristóbal Colón llegó a América con reos de las cárceles de España, que murió
pobre cuando en realidad murió desacreditado pero con recursos económicos,
o que su viaje fue financiado con las joyas de la reina Isabel cuando realmente
se financió a través de un préstamo privado bajo la aprobación de la reina, ya
que en esa época -al igual que hoy- ya existían los financiamientos. El libro de
Cristóbal Colón trata de alejarse de muchos de los mitos que casi todos
conocemos y que provienen de nuestra enseñanza en el colegio. Uno de ellos,
por ejemplo, es lo que conocemos sobre la forma en que se financió el
proyecto, que según lo que muchos creemos, se hizo por medio de las joyas de
la reina. En realidad, el financiamiento del proyecto tuvo mucho que ver con su
red de contactos, que lograron conectarlo con inversionistas que respaldaron el
proyecto. Otro de los mitos que esclarece el libro es sobre la tripulación que
acompañó a Colón en sus viajes ¿realmente se trataban de presidiarios y gente
de mal vivir? El autor nos cuestiona lo siguiente a modo de respuesta
“¿pondrías en manos de personas no calificadas, un proyecto de tanta
importancia y valor?” pues para lograr el éxito de su proyecto, en realidad sí
contó con recursos humanos diestros y muy bien seleccionados en la
“marinería”. En todo el libro se analiza cómo Cristóbal Colón gestionó su
proyecto, con el cual buscaba principalmente tener beneficios económicos y no
“probar que la tierra era redonda”, como muchas veces se ha dicho. El autor
resalta las características de Colón como un emprendedor que, ya en ese
entonces, tuvo que encargarse de formar un “start up”, hacer un planeamiento
estratégico y un plan de negocios, de la gestión de recursos humanos, de
gestar una “asociación público-privada” con un contrato de concesión, de toma
de decisiones, de tasas internas de retorno y del “reporte corporativo a la
corona española” inclusive, entre otros conceptos aplicables al empresariado y
a través de los cual el autor presenta relaciones y paralelismos entre los
conceptos empresariales del siglo XXI y la “empresa de Colón”. Lo analiza
como un ser humano con habilidades para hacer empresa, pero se le cuestiona
el liderazgo que tuvo y la buena administración de su empresa una vez que
estuvo en marcha.

¿Qué es una startup?

Este término, utilizado actualmente de manera constante en el mundo


empresarial, se relaciona con empresas emergentes que tienen una
fuerte relación laboral con la tecnología. Se trata de negocios con
ideas innovadoras, que sobresalgan en el mercado apoyadas por las
nuevas tecnologías.
Una Startup es una organización humana con gran capacidad de
cambio, que desarrolla productos o servicios, de gran innovación,
altamente deseados o requeridos por el mercado, donde su diseño y
comercialización están orientados completamente al cliente. Esta
estructura suele operar con costos mínimos, pero obtiene ganancias
que crecen exponencialmente, mantiene una comunicación continua y
abierta con los clientes, y se orienta a la masificación de las ventas.

¿Por qué son importantes?

Cada startup está respaldada por una idea que busca simplificar
procesos y trabajos complicados, con el objetivo de que el mercado
tenga una experiencia de uso simplificada y fácil.

Ahora que estoy escribiendo mi primer libro sobre la experiencia


de emprender y estaba buscando referencias históricas, encontré
una verdadera inspiración en Cristóbal Colón. No Richard
Branson. Bill Gates o Steve Jobs. Ellos merecen una gran
admiración sin duda alguna pero contaban con las facilidades y el
conocimiento de la sociedad actual y una infraestructura
financiera. Colón, sin embargo, empezó su proyecto en aquellos
tiempos que muchos consideraban la tierra plana y tenía escasos
recursos para argumentar el potencial de sus viajes.

Éstas son las razones por las cuales considero Colón el mejor
emprendedor de la historia.

1. Se pasó 7 años intentando convener a la Banca Genovesa que el


plan era viable y no lo consiguió (¿Te suena?)

2. Hizo diferentes pitch a los Venture Capital de la época, o sea


los reyes y nobles, algunos no le creyeron como los portugueses y
otros si, como los Reyes Católicos de España.
3. Como buen emprendedor minimizó las dificultades y se fue
con provisiones para 60 días.

4. Se equivocó en la visión final de producto. Él iba a abrir una


ruta a las Indias y acabo en un continente nuevo, América.

5. Cometió errores de cálculo tremendos, el diámetro de la tierra


que calculó era solo de 3.000Km en vez de 6.374Km o sea un
pequeño error de mas del 50% como algún plan de negocio.

6. Solo tenia el 10% de los beneficios. Vamos, accionista


minoritario sin derechos de arrastre (drag along en ingles) ni nada
que se le parezca

7. Lideró un equipo de marineros casi sin provisiones en la última


etapa antes de llegar a América, supongo que al borde del motín

8. Cuando los inversores se dieron cuenta de la magnitud de la


plusvalía intentaron quitarle poder y beneficios

9. Parece ser que cuando la empresa creció no fue demasiado


buen gestor

Como cualquier otro emprendedor.

Así que, ¿qué es lo que deberíamos aprender de la historia de la


persona que consiguió la mayor plusvalía en la historia con su
proyecto?
¿Quién fue el primer emprendedor de la historia? ¿Dónde podemos encontrar los
orígenes de la palabra emprender? Los chicos de Venturebeat se lanzan a la piscina y
afirman que bien mirado, Cristóbal Colónsi no fue el primer emprendedor de la
historia, probablemente fue uno de los primeros. Y si lo pensamos, tiene cierto sentido.
Cristóbal Colón pasó casi siete años intentando convencer a los banqueros genoveses
(que casi podríamos definirlos como los primeros Business Angels de la historia) de
que tenía un plan de negocio viable. Al no convencer a su primera fuente de
financiación, tuvo que recurrir a una segunda (los reyes Isabel y Fernando) para esta vez
sí, disponer de los fondos disponibles para poner en marcha su “empresa”.
Como muchos emprendedores, subestimó los riesgos del viaje (ya que en las carabelas
sólo llevaba provisiones para 60 días) y como muchos otros, tenía la confianza y la
obstinación necesarias para seguir adelante cuando todos desconfiaban de su visión. Sin
querer mitificar la figura de Colón, que como muchas otras presenta tantas luces como
sombras, es cierto que podemos reconocer en él a un emprendedor genuino que nos
puede enseñar algunas cosas.

La confianza puede ser un imán para el dinero


Si analizamos la historia de la humanidad, encontraremos a pocos hombres que hayan
mostrado más confianza en sus posibilidades de éxito que Cristóbal Colón. Aunque
estuviese en un principio equivocado (no se podía llegar a Asia sin antes toparse con
América), demostró tener la suficiente convicción como para embarcar en la aventura
a los Reyes Católicos, en un momento en el que las arcas de la Corona no estaban
precisamente bollantes.
Hoy en día, los emprendedores necesitan volver a tener ese tipo de confianza, en sus
proyectos y en ellos mismos. Cuanta más confianza mostremos, mayores serán las
posibilidades de convencer a un inversor de que nuestro proyecto merece la pena.

Asumir riesgos
Como muchos emprendedores, Colón subestimó los riesgos que tenía lanzarse a su
aventura atlántica. Calculaba que la Tierra tendría una circunferencia máxima de 3.000
kilómetros, un error que finalmente fue clave para poder descubrir otras cosas.
De la misma forma, muchos emprendedores subestiman los riesgos que supone poner en
marcha su proyecto. Imbuidos de un optimismo casi ciego, están convencidos de que
nada puede salir mal y se atreven a llegar a puntos donde muchos otros habrían
renunciado. Esto por supuesto, no les garantiza el éxito, pero desde luego les hace ver
las cosas de una forma diferente.

Liderazgo
Una vez más, la absoluta confianza que tenemos en nuestro proyecto es lo que va a
determinar nuestro liderazgo. La absoluta confianza que Colón tenía en su proyecto fue
capaz de contagiar a muchos “incautos” que se lanzaron a lo desconocido con una
única promesa como recompensa.
Incluso en los momentos más duros, cuando la tripulación estuvo a punto de amotinarse,
Colón fue capaz de convencerles de que la vegetación y las aves que de vez en cuando
se acercaban a las naves, eran la prueba viviente de que Asia estaba ya al alcance de la
mano.

Hoy en día, la mayoría de los emprendedores tienen en algún grado, esta capacidad de
inspirar confianza en los demás, se instarles a seguir cuando parece que todo se
posiciona en su contra.

Internacional.- El día de hoy, se conmemora la muerte del almirante, navegante,


cartógrafo y virrey Cristobal Colón, tras su accidental descubrimiento de
América se hizo famoso y a más de 500 años de su muerte podemos decir que su
trabajo nos dejó algunas lecciones prácticas para la vida emprendedora en
nuestros días.

Notas relacionadas:
¿Quieres emprender un negocio? considera estos 5 factores antes de hacerlo
3 preguntas ancestrales que te darán confianza antes de emprender un nuevo
proyecto
4 ideas para negocios que puedes emprender

Cada día, más jóvenes tienen inclinación por fundar su propia empresa; en
México, las personas que emprenden, entre los 18 y 24 años, representan el 14.8
por cientodel total del país, de acuerdo con Monitor Global de la Actividad
Emprendedora 2013.

Sin embargo, aún cuando el interés por emprender incrementa año con año, los
niveles de fracaso son altos. De acuerdo con el Centro para el Desarrollo de la
Competitividad Empresarial de México, el 75 por ciento de los emprendedores
fracasan antes de cumplir los dos años con su negocio.

¿Quién dijo que emprender es fácil? Por eso apreciemos algunos puntos de
iniciativa, que el navegante genovés implementó a lo largo de su vida.
Convicción
Colón, convencido de tener un negocio rentable y viable, pasó casi siete años
tratando de convencer a los banqueros de Génova, de que le otorgaran recursos
para partir en dirección a Asia Occidental, a realizar dicho negocio.

Negociación
Tras su fracaso, logró persuadir a los reyes católicos, Isabel y Fernando, quienes
le otorgaron los fondos necesarios para emprender su viaje, además pudo pactar
bajos costos.

Asumir riesgos
Como sucede en la actualidad, los emprendedores se lanzan a la aventura, sin
pensar en las consecuencias que sus actos puedan tener; Colón subvaloró los
peligros que una travesía tan larga podía tener, así como desconocía lo que
lograría al realizar ese viaje.

Liderazgo
Su convicción y confianza hacia su proyecto, contagió a muchas personas el
interés por descubrir lo anónimo, y así fue como tres carabelas zarparon hacia
rumbo desconocido, con Cristobal Colón como cabecilla de la aventura.

Crear historia
El fracaso que tuvo al anclar en el destino equivocado, lo llevó a plantearse la
teoría de que la Tierra tenía forma de pera, además descubrió un continente del
cual se desconocía su existencia. El impacto de su llegada a América, cambió la
historia.

Esto nos enseña que para emprender se requiere de confianza y valor, pero sobre
todo persistencia; y aún cuando se tenga un proyecto viable, nunca se sabrá con
certeza el destino que pude tener, pues es posible obtener resultados inesperados;
aunque por supuesto, esto no garantiza el éxito, pero sí un cambio en el
pensamiento.

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