Martín Santomé el personaje principal de este relato de 50 años a punto de jubilarse se
encuentra opaco y desdichado. Nos lleva a la historia de sus emociones y sentimiento escritos en un diario. Tiene una familia de tres hijos; Esteban, Jaime y Blanca. Sin una acompañante, eh aquí una de las razones por las cuales se siente solo e incompleto. Su esposa Isabel, fallece apenas cuando tenía 28 años y de esta manera se le complica ser padre y madre a la vez. La relación que lleva con sus hijos es forjada y obligada. Su relación mejor llevada es la que tiene con Blanca, ya que se tiene la confianza y comunicación para hablar de lo que sea. Ella le cuenta a su padre acerca de su relación con su nuevo novio y como ella va creciendo como mujer día a día. Por otro lado tenemos a su hijo que es tosco y altanero que cree que se las sabe todas, y por último un hijo homosexual quien huye porque no se siente correspondido en su propio hogar. Uno de los conflictos de Santomé fue hacerse cargo de un hogar completamente solo. Queda muy poco tiempo para su jubilación y eso le emociona ya que no lo ve como un descanso total, sino una oportunidad para trabajar en lo que el gusta y desea. Tras las malas circunstancias que se le van presentando. En una de esas tardes que se sentaba a observar mujeres y a degustar las piernas y la belleza de ellas, se topa con una que nunca antes había visto, y he aquí el inicio de su historia. La vida de Santomé era dura y compleja, lo único que el deseaba era poder ver a esa muchacha que vio de piernas largas, delgada, pelo lacio y ojos grandes. Martín cada día que pasa sigue perdiendo las ganas de trabajar de ser alguien y deja sus aspiraciones y motivaciones de lado. Y de repente en un día singular, se presentan tres nuevos trabajadores entres los cuales se encontraba Laura Avellaneda, joven de 24 años, justo con las mismas cualidad de aquella mujer que había visto sentado tomando su taza de café. Estaba seguro que era ella. Desde entonces Santomé hace partícipe a Avellaneda en su diario, y la menciona a diario, sin darse cuenta que no solo había atracción. Sin embargo no podía explicarse porque se sentía tan confundido con alguien tan joven, sabía lo complicado que iba a ser expresar o confesar sus sentimientos. Por lo cual decide pedirle que salga con ella después de un día de trabajo largo. Ella acepta y van juntos por un café. Santomé decide desnudar sus sentimientos sin miedo a que ella no corresponda.. cuando de repente se da cuenta que ambos corresponden, y entonces la vida de Santomé tuvo color y tranquilidad. Pasan muchísimos meses y Santomé está más feliz y vivo que nunca. Decide alquilar un apartamento para hacer de él su lugar de amor, decide sorprender a Avellaneda con esta tremenda sorpresa y ella queda estupefacta al respecto; sin palabras. Estaba nerviosa y su cuerpo estas tembloroso, pero pudo agradecerle con un gesto de amor. Todo parecía estar bien y caminando a un paso seguro. Juntos disfrutaban la vida, los momento en el trabajo y cada noche que pasaban juntos. Las comparaciones de Santomé, acerca de Isabel y Avellaneda eran intensas, él reconocía que las amaba tanto por esas caderas que lo traían loco. Cuando su hija se entera que Avellaneda es su secretaria y la edad, empieza a dudar acerca de Avellaneda y del amor que siente hacia su padre. De la misma forma el tiempo pasó, y las ansias de Santomé por estar con ella se crecían aún más. Y en esta ocasión donde ambos disfrutan de un café; es la última vez que Santomé puede verse con Avellaneda. El día siguiente Avellaneda se ausenta a la oficina, y así mismo con los días que faltan del mes. Santomé está volviéndose loco, porque no tiene respuesta de ella. Cuando de repente recibe una llamada desconsolante, y se entera que Avellaneda había estado enferma de resfríos, y ella murió. Y estas fueron las últimas noticias de Avellaneda. La vida de Martín Santomé estaba destinada a ser vivida en la miseria de sus emociones más intensas y honestas. OPINIÓN: Esta novela muestra la intensidad de nuestros sentimientos, emociones, y la fragilidad de la vida y como esta siempre de la mano con obstáculos, golpes, y circunstancias que nos llevan a dudar acerca de lo que hacemos día con día, sin embargo el impresionante como el autor nos transmite las ganas de vivir una tregua, a compartir y disfrutar lo que tenemos con cada persona que nos rodea. Pero más que otra cosa nos enseña que cada instante que estamos vivos nos corresponde amar para ser inmensamente felices.