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La escasez

La escasez se conceptualiza como la insuficiencia de diversos recursos -salvo el aire que

se considera un bien libre- tales como el agua potabilizada, los alimentos, las energías

transformadas, la vivienda y el vestido, entre otros, que se consideran fundamentales para

satisfacer la supervivencia; o de productos no básicos que suplen distintas necesidades en

las sociedades humanas en distintos ámbitos. Se define como uno de los fenómenos

fundamentales en la economía y, más aún, de ella nace el problema económico. Es aquella

situación que surge cuando, dada una relación entre medios y fines, estos resultan ser

cuantitativamente más que aquellos: de allí surge que esos medios son "escasos". En

economía definimos la escasez como un término relativo, debido a que se miden los

recursos en comparación a las necesidades que se pretenden satisfacer, y, en este sentido,

esos recursos son siempre insuficientes, limitados, o escasos para cubrir todas las

necesidades y todos los deseos.

Sin embargo, la escala de la escasez es diferente para las distintas personas o sociedades.

Por ejemplo, para un pobre o para un rico: mientras que el primero la sufre de forma

dramática, el segundo la vive como una frustración por tener que privarse de algún deseo.

En cualquier caso, y dado que las necesidades tienen un carácter cultural, la escasez existe

para todos, aunque a veces lo olvidemos y vivamos como si los límites no existieran. La

escasez económica se refiere al hecho real de la vida, de que solo existe una cantidad

limitada de recursos humanos y no humanos con los que los mejores conocimientos

técnicos no pueden producir más que una cantidad limitada de cada bien, en ningún lugar

de la tierra son tan abundantes las disponibilidad de bienes ni tan ilimitados los gustos de la

población.
La elección

Son las diferentes alternativas que se nos dan para elegir entre las mejores opciones que

se nos presenten en la vida cotidiana. De acuerdo a las condiciones de vida que se presenten

en el momento, nos vemos obligados a seleccionar la que creemos ser la mejor alternativa

de que contribuya al bienestar social de la familia. El hombre elige de acuerdo a las

circunstancias a un que en un futuro no sea la mejor selección, por tal circunstancia hay que

mirar nuevamente las diferente alternativas de selección que nos brinda el entorno social; lo

cual indica que la vida se mueve en un constante cambio en la forma de vivir porque nada

es constante, ya que la forma de vida es cambiante en todo momento. Con las necesidades

ilimitadas y los recursos escasos, nos enfrentamos al problema de la escasez, es cuando

debemos elegir cuál es la necesidad debemos satisfacer, esto hace que los necesidades más
importantes de la vida se han una toma de decisión y que cada elección significa sacrificar

una oportunidad.

El Costo de Oportunidad

El Coste de Oportunidad es el valor de la mejor alternativa posible a la que se renuncia

para llevar a cabo una acción o decisión económica. Cuando los individuos son racionales

toman multitud de decisiones en las que intervienen los costes de oportunidad de forma más

o menos consciente. Por ejemplo, cuando un estudiante es enviado a una universidad para

estudiar una carrera, sus padres no sólo deben haber tenido en cuenta el coste de la

matrícula o de su manutención fuera de su casa, sino también el coste del salario perdido

durante el tiempo que va a estar matriculado y que hubiera podido dedicar a trabajar. Si el

mercado funciona de forma eficiente, los costes de oportunidad deben estar debidamente

recogidos en los precios de las cosas y tenidos en cuenta a la hora de asignar los recursos a

un fin concreto, renunciando a dedicarlos a otra cosa.

Ejemplo de costo de oportunidad: un hombre se dispone a invertir sus ahorros. Un banco

le ofrece una tasa de interés del 15% para realizar un plazo fijo, mientras que otra entidad le

propone que invierta en bonos que brindan un interés del 12%. La persona decide invertir

su dinero en un plazo fijo; el costo de oportunidad, por lo tanto, será el 12% de ganancias

que le habrían dado los bonos. El coste de oportunidad, que también se denomina coste

económico, recoge tanto los costes explícitos en los que incurre un agente económico como

los costes implícitos de sus decisiones económicas. El costo de oportunidad se entiende

como aquel costo en que se incurre al tomar una decisión y no otra. Es aquel valor o
utilidad que se sacrifica por elegir una alternativa A y despreciar una alternativa B. Tomar

un camino significa que se renuncia al beneficio que ofrece el camino descartado.

Demanda

Cuando se habla de demanda, se refiere a la cantidad de bienes o servicios que se

solicitan o se desean en un determinado mercado de una economía a un precio específico.

La demanda que una persona, una familia, una empresa o un consumidor en general tiene

de un determinado producto o servicio puede estar influenciada por un gran número de

factores que determinarán la cantidad de producto solicitado o demandado o, incluso, si

éste tiene demanda o no. Algunos de estos factores son las preferencias del consumidor, sus

hábitos, la información que éste tiene sobre el producto o servicio por el cual se muestra

interesado, el tipo de bien en consideración y el poder de compra; es decir, la capacidad

económica del consumidor para pagar por el producto o servicio, la utilidad o bienestar que

el bien o servicio le produzca, el precio, la existencia de un bien complementario o

sustituto, entre otros.

Curva de la Demanda

Es una curva que muestra las cantidades de un bien que un consumidor está dispuesto a

pagar y puede hacerlo, para comprar a diferentes niveles de precios. Es importante aclarar

que estos factores no son estáticos, pues pueden cambiar a través del tiempo o en un

momento determinado. En el análisis económico se tiende a simplificar este panorama

manteniendo en niveles constantes todos los factores con excepción del precio; de esta

forma, se establece una relación entre el precio y la cantidad demandada de un producto o


servicio. Esta relación se conoce como la curva de demanda. La forma típica de esta curva

se presenta a continuación.

La pendiente de la curva es un punto importante que se debe analizar. Está pendiente

determina cómo aumenta o disminuye la demanda ante una disminución o un aumento del

precio. Este concepto se denomina la “elasticidad” de la curva de demanda. En general, la

ley de la demanda indica que existe una relación inversa entre el precio y la cantidad

demandada de un bien durante un cierto periodo; es decir, si el precio de un bien aumenta,

la demanda por éste disminuye; por el contrario, si el precio del bien disminuye, la

demanda tenderá a subir (existen excepciones a esta ley, dependiendo del bien del que se

esté hablando).

Determinantes de la Demanda

Precio del bien: Al aumentar el precio de un bien disminuye la cantidad demandada y

viceversa.

Precio de bienes sustitutos: Si el precio de un bien Y, un bien sustituto del bien X,

aumenta, entonces la demanda del bien X va a aumentar, y si el precio del bien Y (bien
sustituto de X) disminuye, la demanda de X va a disminuir. Por ejemplo, si aumenta el

precio de los cassetes de audio, podrá aumentar la demanda de discos compactos.

Precio de bienes complementarios: Si el precio de un bien Y, un bien complementario

al bien X, aumenta, entonces la demanda de X va a disminuir y viceversa. Por ejemplo, si

aumenta el precio de la gasolina, podría disminuir la demanda de autos que usan gasolina,

pues la gente preferirá vehículos que usen combustibles más baratos.

Ingreso de los consumidores: En los bienes normales, al aumentar el ingreso de los

consumidores la demanda por un bien va a aumentar y viceversa. Por el contrario en los

bienes inferiores, al aumentar el ingreso del consumidor, la demanda del bien va a

disminuir.

Gustos y preferencias: al aumentar las preferencias por un bien (ya sea por moda,

temporada, etc.) la demanda del mismo va a aumentar.

Población: Al aumentar la población es de esperar que la demanda por un bien aumente

ya que existe mayor número de consumidores con la misma necesidad.

Precios futuros esperados: Si se espera que el precio de un bien aumente a un cierto

plazo, la demanda inmediata de este bien va a aumentar. Por otra parte, si se espera que el

precio disminuya en el futuro la demanda va a disminuir ahora, pues la gente pospondrá su

decisión de compra hasta que el precio baje.

La Ley de la Demanda

La demanda se define como la cantidad y calidad de bienes y servicios que pueden ser

adquiridos en los diferentes precios del mercado por un consumidor (demanda individual) o

por el conjunto de consumidores (demanda total o de mercado), en un momento


determinado. La demanda puede ser expresada gráficamente por medio de la curva de la

demanda. La pendiente de la curva determina cómo aumenta o disminuye la demanda ante

una disminución o un aumento del precio. Este concepto se denomina la elasticidad de la

curva de demanda. En relación con la elasticidad, la demanda se divide en tres tipos:

Elástica, cuando la elasticidad de la demanda es mayor que 1, la variación de la cantidad

demandada es porcentualmente superior a la del precio. Inelástica, cuando la elasticidad de

la demanda es menor que 1, la variación de la cantidad demandada es porcentualmente

inferior a la del precio. Elasticidad unitaria, cuando la elasticidad de la demanda es 1, la

variación de la cantidad demandada es porcentualmente igual a la del precio.

Siempre y cuando las condiciones no varíen (ingresos de los consumidores, gustos,

precios de los bienes complementarios y sustitutos, distribución del ingreso, tamaño de la

población, etc.), la cantidad que se demande de un bien en el mercado, varía en razón

inversa de su precios.

Los determinantes de la demanda individual

Los precios posibles del satisfactor.

Los ingresos de los compradores.

Los gastos de los compradores.

Los precios de los bienes complementarios.

Los precios de los bienes sustitutos.

Preferencia del consumidor.


La demanda aumenta cuando la curva se desplaza hacia la derecha y hacia arriba, este

aumento puede estar determinado por:

 Aumento en el ingreso de los consumidores.

 Disminución del precio de los bienes complementarios.

 Aumento del precio de los bienes sustitutos.

 Cambios en las preferencias de los consumidores.

La demanda disminuye cuando la curva se desplaza hacia la izquierda y hacia abajo, esta

puede ser determinada por:

 Disminución del ingreso de los consumidores.

 Aumento del precio de los bienes

complementarios.
 Disminución del precio de los bienes sustitutos.

 Cambios en las preferencias de los consumidores.

Oferta

Cuando se habla de oferta se hace referencia a la cantidad de bienes, productos o

servicios que se ofrecen en un mercado bajo unas determinadas condiciones. El precio es

una de las condiciones fundamentales que determina el nivel de oferta de un determinado

bien en un mercado. La relación entre el precio de un bien y la cantidad ofrecida de éste se

puede ver gráficamente a través de la curva de oferta. La forma típica de esta curva se

presenta a continuación.

Sin embargo, la cantidad ofrecida no es necesariamente igual que la cantidad que en

realidad se vende si los consumidores no quieren comprar la cantidad que una empresa

tiene pensando vender, los planes de venta de la empresa se verán frustrados. Al igual que

la cantidad demandada, la cantidad ofrecida se expresa como cantidad por unidad de

tiempo. La curva de oferta, llamada S en la figura, muestra como varia la cantidad ofrecida

de un bien cuando varía su precio. Tiene pendiente positiva, cuanto más alto es el precio,

más pueden y quieren las empresas producir y vender.


Curva de la oferta

Es una curva que muestra las cantidades de un bien que un vendedor está dispuesto a

vender a diferentes niveles de precios alternativos, suponiendo que todos los demás

determinantes permanecen constantes.

La pendiente de la curva de oferta, al igual que en la curva de demanda, es un punto

importante a analizar. Está pendiente determina cómo aumenta o disminuye la oferta ante

una disminución o un aumento del precio del bien. Esta es la “elasticidad” de la curva de

oferta. La ley de la oferta establece que, ante un aumento en el precio de un bien, la oferta

que exista de ese bien va a ser mayor; es decir, los productores de bienes y servicios
tendrán un incentivo mayor para ofrecer sus productos en el mercado durante un periodo,

puesto que obtendrán mayores ganancias al hacerlo. En los mercados, los compradores

reflejan sus deseos en la demanda y los vendedores buscan obtener ganancias al ofrecer

productos que los consumidores o compradores estén buscando; es decir, que estén

demandando. Esta demanda y oferta de mercancías actúan como fuerzas que permiten

determinar los precios con los cuales se intercambian las mercancías.

Determinantes de la oferta

El precio del bien: al aumentar el precio del bien va a aumentar la cantidad ofrecida y

viceversa.

Precio de los recursos e insumos empleados en la producción del bien: Al aumentar

el precio de los insumos de un bien, su oferta va a disminuir y viceversa. Al hablar del

precio de los recursos e insumos se refiere al precio del trabajo (salarios), precio de

materias primas, precio de energía, tasas de interés, etc.

La tecnología de producción: al mejorar la tecnología en la producción, la oferta de un

bien aumentará.

Precios futuros esperados: Si se espera que a corto plazo el precio del bien producido

aumente, la oferta aumentará, y viceversa.

Número de oferentes: Al haber un mayor número de oferentes la oferta de un bien

aumentará y viceversa.

La Ley de la Oferta
La ley de oferta refleja la relación entre la demanda que existe de un bien en el mercado

y la cantidad del mismo que es ofrecido en base al precio que se establezca. En concreto,

determina la cantidad de un bien o servicio en particular que es ofrecido por los productores

teniendo en cuenta su precio. Habitualmente la relación existente entre esta cantidad y la

variable del precio será directa o positiva al contrario que en la Ley de Demanda. Por

definición, tal y como se desarrolla el concepto de oferta, ante un aumento en el precio, la

cantidad ofertada aumenta. Del mismo modo ocurre en el caso contrario, donde la relación

directamente proporcional se mantiene, y ante una reducción de precio ocurrirá

simultáneamente una disminución de cantidad ofrecida. Esto ocurre porque los productores

exigen al menos un cierto precio para ofrecer determinada cantidad de bienes.

Cuanto más precio haya y más retribución reciba, obviamente mayor cantidad de

producto estará dispuesto a ofrecer. En otras palabras, encontrarán mayores incentivos para

ofrecer sus productos o servicios en el mercado. Para el productor de un bien, la cantidad

que este ofrezca dependerá del precio de venta. Del mismo modo que también estará

influido por los costes de producción, los cuales por sí mismos, dependen de la tecnología,

los costes de trabajo y otros costes propios del proceso de producción. Es el principio

básico sobre el que se sustenta la economía de mercado. La ley de la oferta y la demanda

refleja la relación entre la demanda que existe de un bien en el mercado y la cantidad del

mismo que es ofrecido en base al precio que se establezca. Se tiene que considerar que el

mercado es de libre competencia, existen negociaciones entre los oferentes y los

demandantes y se permite el libre tráfico de mercancías. La teoría dice que hablando dentro

de un mercado de competencia perfecta, el precio de un bien se situará en un "punto de

equilibrio" donde la demanda sea igual a la oferta. Ese punto de equilibrio es el precio al
que los consumidores están dispuestos a comprar el bien. La ley de oferta afirma: Con todo

lo demás constante, cuando mayor es el precio del bien, mayor será la cantidad ofrecida. Un

precio más alto lleva a una mayor cantidad ofrecida del bien, debido a que el costo de

producir una unidad adicional del bien aumenta conforme aumenta la cantidad producida.

Para inducirlos a incurrir en un costo más alto y aumentar la producción, se debe

compensar a las empresas con un precio mayor.

El Punto de Equilibrio

El Punto de Equilibrio (Pe) es el nivel de actividad en el cual se cubren todos los costos

sin incurrir en pérdida ni en beneficio. Se distinguen tres puntos de equilibrio: el inferior, el

superior y el tangente. En el mercado se encuentran los oferentes y demandantes que darán

lugar a un precio y una cantidad de equilibrio, es decir: un equilibrio de mercado, en ese

equilibrio, el precio y la cantidad tienden a mantenerse, siempre que todos los demás

factores permanezcan constantes, $hasta que algún cambio altere la oferta y la demanda. El

precio y la cantidad de equilibrio se encuentran en el nivel en el que la cantidad ofrecida

voluntariamente es igual a la demandada voluntariamente. En un mercado competitivo, este

equilibrio se halla en la intersección de las curvas de oferta y demanda, al precio de

equilibrio no hay ni escasez ni excedentes. Para hallar el nivel correcto del precio y la

cantidad, debemos manejamos como un intermediario es decir: tratar de encontrar un precio

en que sean iguales las cantidades que se desean comprar y vender.

Económicamente podemos decir que el equilibrio es el momento donde las fuerzas

opuestas del mercado se compensan entre sí, que hace que en los mercados planes de los

compradores y los vendedores concuerden entre sí, a esta combinación la llamaremos punto

de equilibrio. Es el punto donde el precio es el mismo para los compradores y los


vendedores además de que la cantidad de demanda y la cantidad de oferta es igual para

ambos agentes económicos.

Equilibrio: ocurre en el precio (Pe) en donde cantidad demandada = cantidad ofrecida.

En Pe todos los vendedores dispuestos a vender podrán vender y todos los compradores

dispuestos a comprar podrán comprar.


En la gráfica se representan los dos primeros, por los dos puntos (inferior y superior) que

interceptan la curva de costo medio total con la línea de precio.

El punto de equilibrio inferior se calcula dividiendo el costo fijo total entre la diferencia

del precio y el costo variable medio.

Formula: Pe = CFT / (P - CVM)

El punto de equilibrio superior se calcula dividiendo el costo variable total entre la

diferencia del precio y el costo fijo medio.

Formula: Pe = CVT / (P - CFM)

El punto de equilibrio tangente se representa cuando la línea de precio intercepta a la

curva de costo medio total en su punto mínimo. El punto de equilibrio tangente se calcula

dividiendo el costo total entre el precio.

Formula: Pe = CT / P
El mercado tiende al equilibrio

Si el precio P es mayor que el precio de equilibrio Pe, o sea P > Pe, entonces se da un

excedente, el cual hará que el precio tienda a la baja:

Si el precio P es menor que el precio de equilibrio Pe, o sea P < Pe, entonces se da una

escasez, la cual hará que el precio tienda al alza:


Si el precio P es igual al precio de equilibrio Pe, o sea P = Pe, entonces el mercado

permanece estable, sin cambio:

La Teoría del Consumidor

Las preferencias incluyen un catálogo de la forma como un individuo puede ordenar las

distintas posibilidades de consumo. La descripción de esa ordenación constituye sus

preferencias. En efecto, las preferencias se definen como una relación ordinal de distintos

estados entre los que el individuo puede elegir. Dada una alternativa entre dos bienes o

conjuntos de bienes, el individuo debe saber cuál es el par de la comparación que prefiere.

Las preferencias se representan como una ordenación y no como una relación cardinal. De

esta manera, se señala, no hay necesidad de manifestar la intensidad de preferencias como

tampoco resulta necesario especificar una magnitud que indique cuántas veces se prefiere

un elemento de la comparación al otro. Cuando el individuo afirma que un conjunto de


bienes (A) es preferible a otro conjunto de bienes (B) se entiende que prefiere A que B, de

esta manera se entiende que el individuo considera que estará mejor en la situación A que

en la B. La descripción de estas 5 preferencias asume que los individuos tienen preferencias

(y creencias) bien formadas. Existen axiomas que modelan las preferencias y describen el

comportamiento de los individuos. Estos axiomas son: Completitud, Transitividad y

Continuidad. Se señala que las preferencias son Completas lo que significa que el individuo

tiene toda la información disponible sobre dos situaciones A y B dadas cualesquiera, y por

tanto, siempre podrá especificar con exactitud una de las tres posibilidades siguientes:

1) “A es preferible a B”

2) “B es preferible a A”

3) “A y B son igual de atractivas”.

¿Cómo se traduce lo anterior? Se supone que la indecisión no paraliza a los individuos;

es decir, éstos comprenden totalmente las dos alternativas y siempre son capaces de decidir

cuál de las dos es la deseable. El supuesto también excluye la posibilidad de que un

individuo pueda afirmar que A es preferible a B y también que B es preferible a A.

También se supone al tener información perfecta sobre todas las alternativas de consumo

disponibles no tienen posibilidades de fallar eligiendo alternativas incorrectas. Un segundo

axioma es que las preferencias son Transitivas, esto es que si un individuo afirma que “A es

preferible a B” y que “B es preferible a C”, entonces también afirmará que “A es preferible

a C”. Este supuesto plantea que las elecciones internas de un individuo son consistentes.

Las preferencias son Continuas, esto quiere decir que si un individuo afirma que “A es

preferible a B”, entonces las situaciones que se “acercan” convenientemente a A también


serán preferibles a B. Se trata de un axioma relativamente técnico que permite analizar las

respuestas de los individuos ante los cambios relativamente pequeños de los ingresos y los

precios. Se señala que con este supuesto se descartan ciertos tipos de preferencias

discontinuas que están en el límite y serían un problema para expresa, en términos

matemáticos, una teoría de la elección señala que no existen expectativas, sino

observaciones veraces sobre las cestas de consumo, debido a la ausencia de interacción

entre los agentes que implica que los resultados posibles son los reales y se aceptan como

tales. Por lo tanto, los individuos no fallan.

Sus creencias son sólo consistentes, es decir, son creencias subjetivas débiles, y esto se

cumple con los axiomas de transitividad y el de completes. Los axiomas de las preferencias

de los individuos permiten demostrar, formalmente, que los individuos son capaces de

ordenar todas las situaciones posibles, clasificándolas del menos a la más deseable. Esta

clasificación es la utilidad. La característica importante de esta clasificación es que es

ordinal y no cardinal. Es decir, si una persona prefiere la situación A a la B, entonces se

supone que la utilidad que asigna a la opción A, que se escribe como U(A), es mayor que la

utilidad que asigna a B, U (B). No importa saber cuánto prefiere la situación A que la B,

simplemente interesa que prefiere A en lugar de B, y en consecuencia práctica se sabe que

A le reporta mayor utilidad que B.

¿La utilidad de un individuo sólo depende de los bienes materiales que consume?

La respuesta es obvia: no. Sin embargo, por cuestiones “practicas” se argumenta que se

tiene que estrechar el enfoque. En efecto, “una práctica común” consiste en dirigir la

atención en las elecciones entre opciones cuantificables pero manteniendo constantes todos

los demás factores que afectan el comportamiento. En el análisis económico de las


elecciones para maximizar la utilidad los economistas recurren al supuesto ceteris paribus

(manteniendo todos los demás factores como constantes), a efecto de facilitar el análisis de

las elecciones en un contexto simplificado. Se supone que las preferencias de los individuos

están representadas por una función de utilidad de la forma:

U(X1, X2, . . . , Xn)

Donde X1, X2, . . . , Xn son las cantidades de cada uno de los n bienes que podrían

consumirse en un periodo. Esta función es única y estable hasta que una transformación de

la misma altere el orden. Con los axiomas de Complitud, Reflexividad y Transitividad de

las preferencias mencionados es posible construir Curvas de Indiferencia para representar

los distintos tipos de preferencias de los consumidores. Una curva de indiferencia

representa todas las combinaciones alternativas de X y Y con las cuales un individuo

obtiene el mismo bienestar, ceteris paribus. Un individuo obtiene la misma utilidad si

consume, por ejemplo, la combinación de bienes X1, Y1 o la combinación X2, Y2 mientras

ambas combinaciones estén en la misma curva de indiferencia. De esta manera, Una curva

de indiferencia (o superficie de indiferencia, si se habla de n dimensiones) muestra un

conjunto de paquetes de consumo que no hacen diferencia para el individuo.

Se señala además que la pendiente de una curva de indiferencia es negativa y demuestra

que si el individuo renuncia a cierta cantidad de Y, entonces tendrá que ser compensado

con una cantidad adicional de X para permanecer indiferente entre las cestas de bienes. La

curva de indiferencia está construida de manera que la pendiente empieza siendo

infinitamente negativa y aumenta hacia 0, es decir, su pendiente aumenta a medida que X

aumenta. Se trata de una representación gráfica del supuesto de que los individuos estarán

cada vez menos dispuestos a renunciar a cantidades de Y para obtener más de X. En este
punto, Nicholson (2006) sostiene que la idea de la curva de indiferencia tiene una ventaja

comparada sobre el enfoque de la utilidad marginal: el orden en el que los individuos

clasifican las canastas de bienes y las funciones de utilidad que implican esas

clasificaciones no son observables ni medibles. Todo lo que interesa saber acerca de las

preferencias de los individuos debe provenir del comportamiento que se observa cuando

reaccionan ante variaciones de sus ingresos, de los precios y de otros factores. El enfoque

de la utilidad marginal describe las preferencias usando el concepto de utilidad. Un

incremento en la cantidad consumida de un bien genera un aumento en la utilidad total del

individuo pero provoca una disminución en su utilidad marginal. Por el contrario, la curva

de indiferencia describe las preferencias usando los conceptos de preferencia e indiferencia

para describir un mapa de indiferencia.

La curva de indiferencia más alta es preferible a una más baja. No requiere del concepto

de utilidad, puesto que un individuo es indiferente a las combinaciones de bienes en todos

los puntos de una curva de indiferencia, estas combinaciones proporcionan siempre la

misma cantidad de utilidad total. Una curva de indiferencia es una curva de utilidad

constante.

Ahora ¿cuál es la elección óptima del individuo? ¿Cómo debe escoger la asignación

de sus ingresos entre dos bienes?

La respuesta es crucial para el entendimiento de la microeconomía actual. Un individuo

se enfrenta a una decisión entre una serie de posibles alternativas, éste escogerá la que le

produzca la mayor utilidad, y por tanto, maximizará su la utilidad. La hipótesis fundamental

en la maximización de la utilidad es que los individuos están limitados en lo que pueden

adquirir por el monto de sus ingresos. De las combinaciones de bienes que un individuo
puede obtener, éste escogerá la que más prefiera (la mejor) siempre en función de los que

sus recursos le permiten. Esta elección óptima “es la combinación de su restricción

presupuestaria que se encuentra en la curva de indiferencia más alta”. En esta teoría de la

elección se afirma que el individuo que busca maximizar su utilidad, dado que tiene una

cantidad fija de ingresos disponibles para gastar, comprará las cantidades de bienes que

agoten todos sus ingresos y que, mentalmente, representen una tasa de un intercambio

cualquiera de dos bienes que sea igual a la tasa que les permite intercambiar uno de esos

bienes por el otro en el mercado. Más formalmente, el principio de maximización se

establece de la siguiente manera: deberá igualarse la tasa a la cual el individuo puede

intercambiar un bien por otro en el mercado y la tasa de precios, es decir, para maximiza su

utilidad el individuo hará que su Tasa Marginal de Sustitución de Y por X sea igual a la

proporción del precio de X con relación al de Y (Px/Py). La igualación de la tasa personal

de intercambio y la tasa de intercambio fijada por el mercado es un resultado que

comparten todos los problemas de maximización de la utilidad individual.

¿De donde proviene la relación de precios relativos? Si suponemos que un individuo

tiene I dólares para asignar entre el bien X y el bien Y. Si Px es el precio del bien X y Py es

el precio del bien Y, entonces el individuo estará restringido por:

PxX+PyY=I

Es decir, no puede gastar más de I en los dos bienes en cuestión. Si gasta todo su ingreso

I en el bien X, entonces comprará I/Px unidades de X. De otra parte, si gasta todo en Y,

entonces comprará I/Py unidades de Y. Podemos ver, fácilmente, que la pendiente de la

restricción es –Px/Py. Está pendiente muestra cómo el individuo puede cambiar Y por X en

el mercado. Si Px =2 y Py =1, entonces intercambiará 2 unidades de Y por una de X.


Ahora si sobreponemos la restricción presupuestaria de un individuo sobre el mapa de

sus curvas de indiferencia es posible mostrar el proceso de maximización de la utilidad. El

individuo no sería racional si eligiera un punto por debajo de la restricción presupuestal; es

decir, puede obtener un nivel de utilidad más alto con tan sólo gastar un poco más de la

porción de sus ingresos que no ha gastado. El supuesto de que no hay saciedad implica que

la persona debe gastar todos sus ingresos para obtener de ellos la utilidad máxima. Por otra

parte, si la persona reasigna sus gastos podrá estar en mejor posición. En puntos fuera de la

restricción presupuestaria quedan descartados porque sus ingresos no son lo bastante altos

11 como para adquirirlos.

Es evidente que la posición de máxima utilidad se encuentra en el punto donde dada una

combinación X*, Y* sobre la curva de indiferencia puede adquirirlo con I pesos; y no

puede adquirir un nivel más alto de utilidad. Ese punto tiene que ser el de tangencia entre la

restricción presupuestaria y la curva de indiferencia. Así, el resultado intuitivo queda

demostrado; es decir, para alcanzar la utilidad máxima, el individuo debe gastar todos sus

ingresos y la TMS debe ser igual a la tasa de precios de los bienes.

1) El individuo gastará el monto total presupuestado para los dos bienes. Se supone que

no tirará el dinero.

2) Supongamos que el individuo está consumiendo actualmente alguna combinación de

A y B para lo cual la TMS es igual a 1, es decir, está dispuesto a renunciar a una unidad de

A a cambio de una unidad adicional de B. Ahora supongamos que el precio del bien A es

de $1 y el de B es $0.50. Su relación de precios es $0.50/$1= ½.


El individuo puede obtener una unidad de B en el mercado entregando solo una media

unidad de A. En esta situación, la TMS del individuo no es igual a la relación de precios de

mercado de los bienes y es posible mostrar que alguna otra combinación de bienes

proporciona más utilidad. Supongamos ahora que el individuo consume una unidad menos

de A, por lo que ahora puede comprar una unidad de B adicional (a un precio de $0.50) y

queda también como antes, dado de que se supuso que la TMS es igual a 1. Sin embargo,

aún queda por gastar $0.50 que se puede gastar en A o B (o una combinación de ambos).

Este consumo adicional hace que el individuo se sienta claramente mejor que en la

situación 12 adicional. Por tanto, si el individuo elige una combinación de bienes para la

cual la TMS difiere de la relación de precios, puede hacerse un cambio beneficioso similar

en los patrones del gasto. Esta reasignación continua hasta que la TMS sea igual a la

relación de precios, momento en el cual se alcanza la utilidad máxima. Resumiendo lo

expuesto. Los libros de texto de microeconomía intermedia utilizan el término utilidad para

referirse a la satisfacción que los individuos obtienen de sus actividades económicas. Se

afirma que para fines prácticos, sólo se abordan algunos factores que afecta la utilidad,

suponiendo que otros factores importantes “se mantienen constantes”, de manera que las

preferencias y las elecciones de los individuos pueden estudiarse de manera simple. El

concepto de utilidad resulta útil para representar la ordenación que hacen los individuos de

sus preferencias.

Las curvas de indiferencia muestran a su vez los distintas combinaciones que el

individuo considera igualmente atractivos. Niveles de utilidad más altos son representados

por curvas de indiferencias más altas. De igual manera, la pendiente de la curva de

indiferencia muestra la disposición de los individuos al intercambio entre los bienes,


quedando igualmente satisfechos. La pendiente es negativa porque muestra el grado hasta

el cual el individuo está dispuestos renunciar de un bien para obtener más del otro. Otro

supuesto importante es que los individuos están restringidos por su presupuesto. Cuando un

individuo elije entre dos bienes, su restricción presupuestal es una línea recta. La pendiente

negativa de esta recta representa la relación de precios de los dos bienes, es decir muestra

los precios relativos del mercado, lo que uno de los bienes vale en términos del otro. Para

alcanzar la utilidad máxima el individuo tendrá que gastar todos sus ingresos disponibles y

elegir un paquete de bienes de tal modo que la TMS entre dos bienes sea igual a la tasa de

los precios de mercado de dichos bienes. Además de las condiciones de tangencia que

constituyen las condiciones de primer orden para alcanzar un máximo con restricciones,

debe garantizarse que estas condiciones también sean suficientes, el mapa de curvas de

indiferencia del individuo debe exhibir una TMS decreciente. En términos matemáticos, la

función de utilidad debe ser estrictamente cuasi cóncava. Una consecuencia del supuesto de

la maximización de la utilidad con restricciones es que las elecciones óptimas del individuo

dependerán, implícitamente, de los parámetros de la restricción presupuestaria. Es decir, las

elecciones observadas serán funciones implícitas de todos los precios y los ingresos.

Por tanto, la utilidad también puede ser una función indirecta de estos parámetros. El

análisis anterior se puede ampliar para n bienes el principio de maximización de la utilidad

resulta ser el mismo que con dos bienes. Para este caso se utilizan las matemáticas y sus

técnicas de optimización.

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