Muchas veces, cuando te sientes decaída o con el ánimo “ por el piso” , lo menos que tienes

son deseos de arreglarte y lucir bien. Piensa por un momento la imagen poco atractiva que
puedes proyectar si además de sentirte mal por dentro, no te maquillas, no te arreglas el
cabello o no combinas bien la ropa que llevas puesta. ¡Fatal! ¿No?

Seguramente, acaba de pasar por tu mente una película de un sin número de veces que has
ido deprimida a la oficina: te pusiste lo primero que viste en el clóset y saliste corriendo a
trabajar. Está comprobado que arreglarse y llevar un buen estilo le levanta el ánimo y la
autoestima a cualquiera, además de hacer a una mujer más respetada en el ambiente laboral.
Recuerda que para lucir un buen estilo no hay que ser delgada, ni ser la más alta, tampoco
tienes que gastar mucho dinero en ropa y zapatos; es cuestión de demostrar que te interesa
lucir bien. Mantente con buen estilo y te sentirás mejor.

Ideas para cuando estés desanimada:

 Maquíllate; añadir un poco de color a tu rostro lo iluminará.

 Trata algo diferente; atrévete a usar algo que nunca has llevado puesto, como un color de
uñas oscuro o un lápiz labial rojo intenso.
 Ve a la librería, hojea las revistas de moda y aprende a combinar las piezas que tienes en tu
clóset. Cuando vayas de compras, no adquieras más de los mismos colores y estilos de
vestimentas que ya tienes.
 Mímate; saca una cita para un facial o un masaje. Si tu presupuesto está apretado puedes
visitar una escuela de cosmetología, allí los precios son muy económicos en comparación con
los costos de los spas y salones de belleza.
 Busca lugares repletos de paz, como un lago o la playa donde te puedas sentar a pensar y
decidir lo que puedes hacer para dejar el desánimo a un lado y lograr lo que quieres.
 Ponte linda. Se trata de sentirte bien contigo misma y si así te sientes tu autoestima crecerá y
será el motor para proyectar lo que quieras ser.

Y Dios creó al ser humano a su imagen;

lo creó a imagen de Dios.
Hombre y mujer los creó.
Génesis 1:27 |

Que la belleza de ustedes no sea la externa, que consiste en adornos tales como
peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos lujosos. Que su belleza sea más
bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un
espíritu suave y apacible. Ésta sí que tiene mucho valor delante de Dios.
1 Pedro 3:3-4

"¿O no sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo, el cual está en
vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido
comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro
espíritu, los cuales son de Dios." 1 Corintios 6:19, 20