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ANTROPOLOGÍA

Conocimiento humano en general


1- Fenomenología de la interioridad
La interioridad es la nota específica del hombre respecto al animal: ella hace que el hombre sea
hombre. El hombre tiene como atributo esencial la interioridad, y eso lo distingue del animal.
Por ejemplo lo podemos ver en un zoológico con los monos que solo mirando y escuchando alrededor
de la jaula que llegan desde el exterior. Podemos ver que el animal vive en constante temor del mundo,
es decir lo que lo rodea es lo que lo gobierna a cada momento; lo llevan como un títere de aquí para
allá. El animal no distingue su existencia, no vive desde sí mismo, sino que siempre está atento a lo
otro.
La actitud del hombre es diferente. Aunque él también vive en el mundo y está rodeado por las cosas,
su atención no esta tan ocupada que no le permita un momento de sosiego para estar consigo mismo.
El hombre puede separarse de las cosas y entrar dentro de sí.
La diferencia esencial es, pues, que el hombre puede separase de las cosas que lo rodean y, sometiendo
su facultad de un giro radical –incomprensible zoológicamente-, volverse de espaldas al mundo,
meterse dentro de sí y ocupares de sí mismo.

2- La intima unión de las dos dimensiones del conocimiento humano sensible e


intelectual.
Este conocimiento, que llamamos conocimiento propiamente humano, está documentado también por
la capacidad de juzgar, y razonar. El hombre formula juicios, leyes generales; el hombre razona, es
decir, llega a determinadas ideas reflexionando sobre otras.
En el cuadro dela antropología dualista se hablará no solamente de una distinción de dos formas de
conocimiento, sino de dos conocimientos distintos: sensible e intelectual.
No hay en el hombre un conocimiento sensible del todo idéntico al animal, como no hay un
conocimiento intelectual puramente espiritual e independiente del cuerpo.
Los conocimientos sensible e intelectual no indican, por tanto, dos conocimientos distintos, sino solo
dos aspectos, verdaderos y reales, del único conocimiento humano. Esto significa que la distinción
entre el conocimiento sensible e intelectual se ha de abandonar.
El conocimiento sensible pone el acento sobre el hecho de que el único conocimiento humano tiene
una dimensión o componente sensible. El conocimiento intelectual, por su parte, pone el acento sobre
el hecho de que el mismo conocimiento humano racionaliza y conceptualiza la realidad.
Más en concreto podemos decir que todo conocimiento sensible está premiado de racionalidad y todo
conocimiento intelectual humano está influido por la sensibilidad.

3- Funciones generales del conocimiento


Función de adquisición
Mediante esta función el hombre incorpora intencionalmente en su estructura mental innumerables
objetos, sean externos o internos.

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Función de representación
Gracias a esta función el hombre retiene los conocimientos adquiridos, los evoca en el momento
oportuno y los reconoce.
Función de producción
Se llega a la nueva creación de nuevas formas, conceptos, y juicios.

4- Estructura del conocimiento humano


Por estructura se entiende un conjunto de elementos relacionados e, uno con el otro de una manera
determinada, de modo que no se puede definir un elemento sin definirse a los otros.
- Dimensión sensible de conocimiento humano
Primera fase: las sensaciones externas.
Segunda fase: la percepción interna
- Dimensión intelectual del conocimiento humano
Tercera fase: conceptualizar
Carta fase: juzgar
Quita fase: razonar

Conocimiento sensible
La psicología habla generalmente de funciones, mientras que en antropología filosófica hablamos de
las facultades.
La facultad, es en sentido escolástico, el principio próximo de operación. Podemos llamar facultad al
ojo, al oído, memoria, porque son el principio próximo de ver, oír, de recordar.

La sensación
El conocimiento sensible puede definirse, como el contacto concreto e inmediato con la realidad. El
acto por el cual se realiza tal conocimiento recibe el nombre de sensación.
La sensación es el acto psíquico cognoscitivo a partir de un estímulo. Es el conocimiento inmediato
y concreto de una cualidad material, externa o interna a nuestro cuerpo, que se obtiene mediante la
respuesta del órgano de un sentido externo a un estímulo físico, químico o mecánico. La capacidad
de obtener estos conocimientos se llama sensibilidad.
El proceso de la sensación comprende tres fases:
La acción del estímulo físico, químico o mecánico: generalmente es distinto para cada tipo de
sensación. Este estimulo excitando una parte del sistema nervioso periférico, produce una alteración
o cualidad en el mismo, distinta al mismo estimulo, que consiste en una excitación-reacción del
organismo.
Excitación-reacción: surge el acto psíquico propiamente dicho.

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La simple aprehensión intencional de un objeto o de una cualidad. Por consiguiente se le puede
designar con el nombre de física (estimulo), fisiológica (excitación), psicofisiológica (sensación).
En cuanto a la sensación, tiene cuatro características:
- La causalidad.
- La intensidad.
- La duración.
- La extensión.

Lo sensible
Las cualidades y los objetos inmediatamente percibidos por los sentidos externos se denominan con
el nombre genérico de sensibles; este término va más allá de los sentidos externos y se aplica también,
a los sentidos internos. Los objetos sensibles se dividen en dos grupos:
Sensible per accidens
Son captados inmediatamente por el sujeto, no por razón de sí mismo, sino en cuanto existe unidos a
aquello que viene captado por sí mismo. No modifican por si mismos el órgano sensorial, sino que
son captados por su unión a lo que es captado por sí mismo. (Veo lo dulce mirando un terrón de
azúcar; o bien que oigo a mi amigo cuando solamente escucho su voz)
Sensibles per se
Son los que por sí mismos modifican los órganos sensoriales. Son de dos especies: propio y común.
a) Sensible propio
Es aquel que por sí mismo y primariamente modifica el sentido y es percibido por un sentido de tal
manera que ningún otro lo percibe.
b) Sensible común
Modifica por sí mismo el sentido pero de manera secundaria, esto es, en cuanto que siempre acompaña
al sensible propio; los sensibles comunes, reducibles la extensión y al movimiento, se dan como
modalidad de los sensibles propios. Se le llama sensible común porque puede ser percibido por
diversos sentidos.
Ambos se perciben en el mismo acto.
La percepción interna
La palabra <<percepción>> tiene un significado muy amplio y se aplica en la dimensión sensible de
nuestro conocimiento como a la intelectual.
Podemos definir la percepción como el proceso cognoscitivo que nos presenta sensiblemente los
objetos en forma totalizante y unitaria. Es un proceso, es decir, un conjunto de capacidades y actos,
mediante los cuales, no solamente percibimos los objetos sensibles, sino que los percibimos en un
todo organizado, configurado y estructurado.

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Conocimiento intelectual
Este es un hecho simplemente incuestionable, pues nadie puede poner en duda seriamente que el
hombre elabora conceptos abstractos y universales, que afirma o niega la realidad a través de juicios
y llega a conocimientos por medio de razonamiento.
1- Objeto común de la inteligencia
El objeto común o adecuado es propio de toda inteligencia, sea esta humana, angélica, o divina. El
objeto común de la inteligencia no puede ser otro más que el ser.
Esto quiere decir que el ser es de suyo inteligible y que toda inteligencia está de suyo abierta al ser.
2- Objeto propio de la inteligencia
El conocimiento humano se realiza por medio de una imagen. De ahí que el objeto propio y
proporcionado sea la quidditas (esencia) de las cosas materiales representadas por la imaginación
como abstracta y universal.
3- Objeto indirecto de la inteligencia
Ella misma, sea por reflexión sobre el acto de conocer, sea por connaturalidad; las cosas singulares
por reflexión, y las cosa inmateriales por analogía.
La simple aprehensión o abstracción
Es la primera operación de la inteligencia. Por medio de ella se aprende algo, sin afirmar o negar nada
de ello.
Abstraer es considerar por separado un aspecto determinado de una cosa.
La abstracción en sentido estricto es la consideración de la naturaleza o esencia de un objeto
particular, independientemente de sus cualidades particulares. Puede ser total o formal la abstracción.
Los grados de abstracción son: físico, matemático y metafísico.

Las fases del conocimiento intelectual


1- La conceptualización
<<Conceptualización>> significa generación; es el acto de comprender la esencia de una cosa y de
producir internamente aquel ser nuevo, de naturaleza inmaterial y universal, que se llama concepto.
Nace de un maravillarse, de un preguntarse a partir de los datos del conocimiento sensible, pero que
va más allá de esos datos. El concepto es el fruto del acto de conceptualizar. Surge a partir de los
datos, es una organización de los datos y contiene los datos esenciales, prescindiendo de todas las
particularidades individuales; por ello es abstracto y universal.
La conceptualización responde a la pregunta ¿qué es esto?, mediante el concepto.

2- El juicio
El juicio es el acto por el cual la inteligencia afirma o niega algo.
Santo Tomás define al juicio como: “una acto de la inteligencia por medio del cual la mente une o
separa dos miembros con l afirmación o la negación”.

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Verneaux por su pate comenta que “el Juicio es un acto por el cual la inteligencia afirma como real
una identidad entre dos conceptos distintos”.
El juicio no es solamente la unión de conceptos, sino que lo propio del juicio está en la afirmación,
expresada en la cópula <<es>>.
El juicio es el acto perfecto de la inteligencia, pues es la capacitación y la afirmación del ser.
Afirmamos lo que la cosa es y que la cosa es.
Hecha la conceptualización, se pasa al juicio para afirmar o negar lo que se ha conceptualizado. El
juicio responde a la pregunta ¿es así? Mediante la aserción: <<esto es un árbol>>.

3- El razonamiento
El razonamiento es una actividad propia y característica del hombre se explica por la imperfección
del conocimiento humano.
El razonamiento es una actividad psíquica de orden cognoscitivo, cuyo fin es la formulación del
juicio, no en virtud de la evidencia inmediata de la relación que une el sujeto y el predicado, sino en
razón de un nexo necesario que el conocimiento humano capta en la verdad supuesta de los juicios
dados y el nuevo juicio que va a formular.

Querer humano
1- El concepto de tendencia. Difusiones y divisiones.
En general se define el querer como una inclinación o una tendencia.
La tendencia es una actividad natural que tiene un fin; por ello lo específico es el fin. Los escolásticos
lo designaron con el nombre de <<apetito>>.
Para evitar cualquier confusión, se necesita además advertir que la palabra tendencia se pued entender
en dos sentidos:
- Acción: tenemos el ejercicio del tender.
- Capacidad activa: la facultad de la cual proviene el ejercicio.

a) Tendencia psíquica
Se llaman apetitos elícitos, y aun procedimiento de la naturaleza o esencia del ser, lo hacen no solo
gracias a ella, sino por medio de un acto elícito, de conocimiento que presenta al sujeto de modo
intencional, es decir psíquico, el objeto de la tendencia.
Dentro de ella se distinguen otras tantas dimensiones o niveles:
Las tendencias sensibles o apetito sensible, que orientan al sujeto hacia el objeto presentado por el
conocimiento sensible.
Se clasifican de la siguiente manera:
- Innatas (instinto) y adquiridas (los hábitos)
- Concupiscibles
- Irascibles

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Tendencias intelectuales o voliciones que lo dirigen hacia los objetos presentados por el conocimiento
intelectual.
b) Tendencia no psíquica
Pertenecen todas aquellas en las cuales no intervienen por nada el conocimiento, procediendo éstas
inmediatamente de la naturaleza misma del ser. A estas se les llaman normalmente apetitos naturales.
Por ejemplo la piedra tiende a caer, la planta a crecer…

La voluntad
Es una facultad o una capacidad de producir actos: estos actos son llamados: querer, actos volitivos,
volición, etc.
La voluntad es la facultad de producir actos volitivos, es decir, actos que se dirigen conscientemente
hacia un objeto presentado como bueno por el conocimiento intelectual.
La voluntad, como la inteligencia, tiene una naturaleza espiritual. Primero porque su objeto, el bien
concebido por la inteligencia, no es material y, segundo, porque también es capaz de querer su acto
de querer.
La inteligencia mueve a la voluntad per modus finis, mientras que la voluntad mueve a la inteligencia
per modus agentis.
En cuanto a las pasiones, estas pueden influir indirectamente a la voluntad, ya sea modificando las
disposiciones subjetivas (cólera, miedo, falta de atención) o las objetivas (presentando un bien por la
imaginación para que sea querido necesariamente).
Descripción del acto voluntario
Santo Tomás nos ofrece un agudo análisis del acto voluntario. Cuando éste es competo, aunque no
siempre lo es, comprende doce fases:
1) El punto de partida es la concepción de un objeto como bueno (inteligencia)
2) La veleidad o complacencia espontanea de la voluntad (voluntad)
3) La complacencia provoca un examen más atento del objeto como bueno aquí y ahora
(inteligencia)
4) La intención de conseguir el bien. El bien se constituye entonces como termino o fin
(voluntad)
5) Búsqueda de los medios adecuados para conducirnos al fin (inteligencia)
6) Consentimiento en los fines
7) El consentimiento provoca el examen de los medios, llamados deliberación (inteligencia)
8) Elección de un medio, excluyendo los demás. Aquí radica el acto central de la voluntad.
9) Ordenación de las actividades a realizar.
10) La voluntad mueve las facultades necesarias
11) Ejecución
12) Goce o disfrute del bien concebido.

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La libertad
La libertad es vista hoy en día como un valor máximo, uy muchos esfuerzos del hombre van
encaminados a ella, ésta no es ni una sustancia, ni una facultad, ni un acto, sino unas características
de algunos actos voluntarios: la sustancia es el hombre, la facultad es la voluntad, el acto procede de
esta facultad y en algunos casos este acto es libre.
La libertad en general, expresa la ausencia de coacción y por ello pueden distinguirse los siguientes
puntos:
Libertad física: todos los seres pueden gozar o ser privados de esta libertad. (Ej. La piedra cae, la
planta crece, el pájaro vuela, el hombre se mueve, etc.) La conciencia de esta libertad se ha formado,
sobre todo, en la lucha contra la tiranía y la opresión.
Libertad elección: es la capacidad que tiene el hombre para decidir una cosa u otra, de hacer o no
hacer una acción cuando subsiste y todas las condiciones requeridas para obrar. Es el control de la
situación de tal modo que la voluntad posee el dominio completo de sí y de los ´propios actos. (Ej.
Tengo todo lo necesario para comprar un libro y un traje).
Toma dos formas:
- La libertad de acción: de obrar o no obrar.
- La libertad de especificación: de hacer esto o aquello.
Libertad moral: significa ausencia de obligación moral, licitud, posibilidad de hacer esto o aquello
sin pecar. La forma más elevada de esta libertad moral es la libertad de espíritu la que habla la
tradición cristiana a partir de San Pablo. Es la libertad de los santos: el dominio de la razón –iluminada
por la gracia en los pensadores cristianos- sobre las pasiones e instintos.
Como se ve, la libertad tiene aquí un sentido plenamente positivo: no dice indeterminación al bien;
no la posibilidad de escoger entre el bien y el mal, sino sobre todo la imposibilidad de escoger el mal.
Negación de la libertad
Muchos pensadores a lo largo de la historia han considerado la libertad como un hecho abstracto y la
han separado de la experiencia concreta de la libertad.
De ahí han surgido los distintos tipos de determinismo.
- Determinismo físico o materialista:
Las leyes físicas que rigen el universo mecánicamente rigen también nuestro comportamiento.

- Determinismo bilógico (fisiológico): Las condiciones genéticas y bioquímicas de nuestro


organismo determinan de antemano nuestro obrar.
- Determinismo psicológico: Los conocimientos y afectos, los impulsos y tendencias del
subconsciente nos determinan.
- Determinismo sociológico: El obrar nos determinado por la presión del ambiente: familia,
educación, costumbres, etc.
- Determinismo teológico: Dios con su poder y su saber absoluto determina de antemano
nuestra obra (predestinación).

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Pruebas
No son pruebas en sentido estricto, pues la libertad no puede demostrarse. En ellas se trata más bien
de demostrar su evidencia.
Prueba fenomenológica o psicológica: la libertad es un hecho fundamental de nuestra existencia,
atestiguando por el testimonio de nuestra conciencia. Poniendo atención a los actos cotidianos se
descubren estos momentos:
- Deliberación: hecho de experiencia que algunas veces antes de obrar se da un tiempo de
exploración, búsqueda sobre el objeto que se va a elegir.
- Juicio práctico: después de la deliberación se da un juicio de orden práctico que presenta al
objeto como un valor conveniente para mí en este momento.
- Elección: se obra de acuerdo a la elección realizada.
Prueba moral: es un hecho que la vida humana se desarrolla en medio de las leyes, exhortaciones,
premios, castigos, alabanzas y reproches: todo aquello que compone la vida moral o ética.
Prueba metafísica: parte de la naturaleza de la voluntad. Tiende necesariamente al bien como
conocido. Pero el bien conocido del hombre es finito y contingente, no el bien absoluto. Si el hombre
conociera adecuadamente el bien supremo tendría a él necesariamente.

El significado humano de la libertad


Esta dada en nuestra esencia. Pero la realización concreta de la libertad es una permanente conquista.
La libertad es la capacidad del hombre de irse perfeccionando, de tomar su propio destino en la mano.
Además la libertad no es solo algo dado, sino una tarea a realizar, una idea, una aspiración. La libertad
está intrínsecamente ligada a la responsabilidad. El hambre debe de ser capaz de justificar sus
elecciones. La libertad muestra una de las cualidades más esenciales del ser humano. Por la libertad
el hombre se caracteriza como ontológicamente abierto, es decir, susceptible de variaciones y
gestaciones.
La libertad tiene como finalidad dignificar al hombre, pues lo pone al mando de su propia vida y
destino (incluso el destino sobrenatural, si se la considera el ámbito religioso); la libertad ayuda a la
consecución del bien total de la persona, siempre por supuesto por medio de la elección de bienes
particulares.

La afectividad: sentimientos y emociones


La afectividad significa, no una vida psíquica separada de la vida cognoscitiva y tendencial, sino un
aspecto de la misma vida psíquica, distinto del que ofrecen el conocimiento y la tendencia.
a) El sentimiento
Es el aspecto puramente subjetivo de nuestra vida psíquica constituida de conocimientos y tendencias.
Se clasifican los sentimientos de dos modos:
- Inferiores: llevan siempre consigo una conmoción somática del organismo.
- Superiores: se pueden clasificar según los conocimientos o tendencias que acompañan. Si se
mira al objeto del conocimiento, éste puede ser presentado como verdadero, como bello o
como bueno.

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b) La emoción
Es como un sentimiento interior que lleva consigo una conmoción orgánica, ya sea antecedente,
concomitante o consecuente a la emoción misma.
Mecanismo emotivo
En él se encuentran cuatro fases:
1) La ocasión: un suceso puede provocar la emoción. Un dolor, una enfermedad, regalo, éxito,
gozo.
2) La disposición: el humor o el estado de ánimo influyen mucho sobre nuestras emociones.
3) La causa: es el modo en el que el sujeto relaciona el objeto presentado.
4) Los efectos: por medio del sistema nervioso autónomo, pone al organismo en tensión para
defender la emoción.
c) El placer y el dolor
Se puede tomar la palabra de placer y dolor en dos sentidos.
En un sentido amplio: indica el aspecto agradable o desagradable del querer sentimiento, ya sea
inferior o superior.
En sentido más estrecho: se usan para indicar sólo de los aspectos de los sentimientos inferiores.
La distinción es acertada porque el placer y el dolor que llamamos <<físicos>> están conectados a
hechos orgánicos, mientras que el placer y el dolor que llamamos <<>morales>>, que llamamos más
bien gozo o tristeza aunque pueden ir acompañados de conmociones orgánicas, tienen su causa
inmediata en a las actividades superiores.

Cuerpo y persona (corporeidad)


El cuerpo no es algo que solo poseo; el cuerpo que vivo en primera persona soy yo mismo. Mi cuerpo
no es solamente un modo de relacionarme con el mundo, sino la condición indispensable para poder
habitar y vivir mi propia vida en el mundo. No tengo otro modo de conocer mi cuerpo que vivirlo.
1 La persona corpórea
La corporeidad representa el modo específico de existir del espíritu humano: el cuerpo revela al
hombre y manifiesta la persona. Las palabras del génesis hablan claramente “ahora sí, esto es huesos
de mis huesos y carne de mi carne”. Gn 2,23
La homogeneidad somática (semejanzas que hay entre el hombre y la mujer sin quitar sus
características), no obstante la diversidad sexual, es tan evidente que el hombre (varón) la expresa
rápidamente al reconocer al otro hombre (mujer) semejante a él.
Todo esto sería imposible sin una intuición humana sobre el significado del propio cuerpo. (Es capaz
de distinguir al otro cuerpo porque principalmente reconoce su propio cuerpo)
La estructura de la corporeidad le permite ser el autor de una actividad específicamente humana.
El cuerpo humano caracteriza al individuo, y cada uno se reconoce como individuo porque posee un
cuerpo. La unidad entre espíritu y cuerpo es tal que no existen actos humanos que puedan realizarse
independientemente sólo en el cuerpo o sólo en el espíritu. (Es decir el cuerpo es fundamental para

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poder determinar la parte espiritual porque se va a manifestar en un cuerpo y un cuerpo nunca va a
estar solo siempre estará envuelto en lo espiritual)
- El lenguaje del cuerpo
Todas las partes del cuerpo intervienen en el lenguaje corporal, el rostro y la mano han adquirido un
papel privilegiado.
El rostro es la identidad visible de la persona y cada uno se reconoce por su propio rostro. El rostro
es la identidad misma de un ser. Es donde se va a manifestar la personalidad y donde mejor aparecen
las etapas de la vida del hombre.
La mano es la expresión más elevada del lenguaje táctil. El contacto de la mano, o del brazo alrededor
de los hombros de alguien, puede expresar un menaje más vivo y directo que desenas de palabras.
(Son privilegios para hombre en cuanto al lenguaje corporal porque ellos manifiestan a la persona, el
rostro porque tiene sentido cada uno de los gestos, y la mano por el contacto presente en el tacto,
porque el tacto siempre manifiesta aspectos de la persona: gusto, cariño, amor.)
2 ¿Tengo un cuerpo o soy mi cuerpo?
Tengo un cuero y soy mi cuerpo; pero no tengo un cuerpo como si éste fuera un objeto externo a mí;
ni tampoco soy un cuerpo en su identidad tal que no me permita la posibilidad de distinguirme de él.
Se puede decir que mi cuerpo en mi modo de ser, como lo es mi espíritu.
3 valor moral del cuerpo humano
El hombre al mismo tiempo es cuerpo y espíritu. (Los actos del hombre van a tener estas dos
dimensiones) Estas verdades fundamentales son muy importantes para la reflexión moral. En efecto,
el hombre es sujeto moral, (porque con liberad y voluntad toma las decisiones que comprometen la
vida ética).
La naturaleza humana expresa la dignidad de la persona, por eso la libertad es nuestra, hacía nosotros
mismos, hacia nuestro cuerpo y hacia los demás cuerpos encuentra límites en la exigencia del ser en
cuanto espíritu encarnado. (Somos nosotros nuestra misma naturaleza. Por esto mi libertad hacía mi
cuerpo o hacia otro cuerpo está limitado porque hay una exigencia que se funda en el espíritu
encarnado)
La vida corporal participa de la dignidad, entonces cualquier amenaza a la vida corporal (cuerpo) es
amenaza a la persona. (Tocar el cuerpo es tocar la dignidad de la persona).
La moralidad surge de que el hombre es un ser espiritual, pero el espíritu humano esta encarnado;
forma con el cuerpo un solo ser substancial. Por eso corporeidad es integral en la moralidad.
El valor del cuerpo no depende del estado físico en el que se encuentra sino que es un cuerpo humano;
el cuerpo de una persona. (Esto quiere decir que la calidad de vida no depende de la salud o el vigor
físico, es calidad de vida por el hecho de ser vida humana)

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Corporeidad y cristianismo
Visión equidistante de los 2 extremos opuestos:

 desprecio espiritualista-dualista (se exalta demasiado a la parte espiritual y se deja a un lado


lo material (cuerpo)).
 divinización materialista-vitalista. (en este caso se le da mucha importancia a lo que viene
siendo la parte del cuerpo y se despresa la parte del espíritu. Se le da más importancia al
cuerpo).
Los tres elementos de la visión cristiana:

 Imagen de Dios
 Caído por el pecado
 Redimido por Cristo
Sexualidad humana
La sexualidad humana es algo constitutivo de la persona humana, no es algo que yo poseo sino es
algo que yo mismo soy. (No puedo decir tengo sexo, sino que soy una persona sexuada).
a) Punto de vista de la biología
La pertenencia al sexo masculino o femenino queda determinada, desde la concepción, por factores
genéticos, gonádicos, hormonales y morfológicos. En bilogía se habla de:
- Sexo cromosómico
Hombre y mujer tiene 46 cromosomas
La mujer por la fórmula 44 +XX y el varón por la fórmula 44 +XY.
- Sexo gonádico
Los cromosomas van a producir según el caso los masculinos: testículos en las femeninas: ovarios.
- Sexo genital
Lo caracteriza el pene o vagina. Cada uno con sus características.
b) Punto de la persona
La sexualidad humana no es solamente un conjunto de estructuras materiales. Siendo la persona
cuerpo y alma, existe una relación intrínseca entre sexo y persona y las diferencias anatómicas y
fisiológicas influyen en la vida psíquica del hombre y de la mujer. (En este punto se trata de ver que
no solo se va a determinar al hombre con la parte biológica sino que se involucra también la parte
psíquica y espiritual).
La sexualidad es el punto de unión del tú y del yo. (Porque nuestra sexualidad no está cerrada)
El hombre es un ser moral
Hay muchas diferencias en la valoración de lo que es bueno o malo, condicionadas por las situaciones
históricas y por la cultura. Este dato es conocido por todo hombre. (Sea de cualquier país al que
pertenezca, época que haya vivido incluso a la cultura que pertenezca).

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La experiencia morales universal.
Esta capacidad de discernir el bien y el mal en las propias acciones es la que funda la diferencia del
hombre y el animal. (Por ejemplo un león no se va a preguntar si es bien o mal matar a una gacela,
en cambio el hombre, aun en caso de necesidad, se preguntara sobre la bondad o maldad del acto).

Bibliografías:
- R. Lucas, Lucas. “El hombre, espíritu encarnado”. Ediciones sígueme. Salamanca 1999.
- R. Lucas, Lucas. “Explícame la persona”. Edizioni art 2010.

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