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I. INTRODUCCIÓN
Los efectos del cambio climático son tangibles al igual que las acciones de
contrarrestarlo. Estas acciones pueden ser de mitigación, para prevenir emisiones de
gases de efecto invernadero (GEI) o reducir su concentración atmosférica, o adaptación,
para adaptarse al clima real o esperado y su efectos (IPPC, 2015). Actualmente, tanto la
mitigación como la adaptación son ampliamente aceptadas como acciones
interrelacionadas para abordar el cambio climático. Sin embargo, cualquier medida de
adaptación puede tener impactos ambientales no deseados (Klein, et al., 2005). La
adaptación al cambio climático está en la intersección de la ciencia, las comunidades y
toma de decisiones, con diferentes escalas espaciales y temporales (Carlson &
McCormick, 2015).
I. FUNDAMENTO TEÓRICO
Potencial Energético Mundial
Figura 1. El consumo mundial de energía primaria, el consumo de carbón y las emisiones de CO2
del consumo de energía de 1980 a 2035.
Por el contrario, la biomasa y los residuos son la energía dominante fuentes en el sector
de la construcción residencial en China debido a su uso para calefacción y cocina. El
sector residencial en China consume más de 5 veces la energía consumido por el sector
de servicios. Por lo tanto, cambiar las fuentes de combustible tradicionales a las
opciones de combustible modernas es crucial para reducir la energía general utilizada,
en gran parte en áreas rurales. Además, el carbón representa el 14,3% de la energía final
de la construcción china uso: un nivel mucho más alto que el de los EE. UU. Y EE. UU.
La electricidad para el calor comercial aumentó considerablemente durante la última
década. En 2013, La electricidad representó el 57% del consumo total de energía de
edificios en China. En la E.U., el consumo final de energía está dominado por la
electricidad y el gas natural, similar a las tendencias en los Estados Unidos. La biomasa
y otras energías renovables representan el 9% del uso final de la energía del edificio,
principalmente para fines de calefacción.
Figura 2. Consumo final de energía en la construcción por tipo de combustible en los EE. UU., China y la
U.U., 2010 (Fuente de datos: IEA).
El Perú es un país privilegiado por la diversidad de recursos energéticos que posee, tanto
renovables como no renovables. Dentro de los recursos energéticos no renovables están
las reservas de petróleo crudo que, si bien se han reducido en las últimas décadas, han
desempeñado en años anteriores un papel muy importante en el abastecimiento de la
demanda, principalmente del parque automotor y en la generación térmica de
electricidad.
Entre las fuentes no renovables, el gas natural (especialmente con el inicio del proyecto
Camisea en el año 2004) ha cubierto parte del déficit en la producción de petróleo crudo,
desplazando por medio de sus derivados la generación térmica con petróleo diésel e
incursionando progresivamente en los sectores industrial, comercial, transportes y
residencial. Finalmente, el carbón mineral se emplea en la generación térmica, un
ejemplo es la Central de Ilo que importa este recurso principalmente de Colombia.
Dentro de esta estrategia, sin duda, las energías renovables y dentro de ellas la
bioenergía va a desempeñar un papel muy importante. Nuestro país al estar cerca de la
línea ecuatorial dispone de un potencial apreciable de energía solar, que en el caso de
las zonas alto andinas puede alcanzar los 6 - 6,5 kWh/m2 día.1
Por otro lado, en el litoral tenemos un potencial eólico que llega a los 22.000 MW. De
igual forma en la zona sur, el potencial geotérmico según estudios preliminares podría
llegar a los 3.000 MW, aunque esta cifra requiere ser verificada con los estudios de
factibilidad que demanda desarrollar la fase de perforación que necesita cuantiosas
inversiones (alrededor de 5 a 10 millones de dólares por pozo perforado).
Sin embargo, hay que tener presente que las energías renovables no convencionales aún
tienen una participación marginal en el abastecimiento de la demanda, pues sus costos
están por encima de las tecnologías tradicionales, aunque su tendencia es a disminuir
(en algunas más que otras), además el mercado de proveedores para ellas es limitado
en nuestro país; esta es la razón por la que su crecimiento debiera ser gradual y en la
medida que el desarrollo tecnológico haga que los costos se hagan cada vez más
asequibles.
A. Energia Solar
C. Energía Hidroeléctrica
El Perú cuenta con cuencas hidrográficas cuyas aguas son factibles para ser usadas
en generación eléctrica, así mismo, países como Brasil se encuentran interesados en
desarrollar proyectos.
D. Energía Geotérmica
E. Energía Eólica
Los Estados que cuentan con recursos energéticos poseen el poder de la oferta o son
objeto de la política exterior de aquellos países que demandan esos recursos
energéticos y que poseen el poder de la demanda. Tampoco se puede ignorar a los
países de tránsito que tienen poder de decisión sobre el transporte de los recursos
energéticos y, por ende, son parte esencial de la política energética internacional.
Hasta la fecha, los Estados de Oriente Próximo, Rusia, Noruega y Venezuela cuentan con
las mayores reservas naturales en petróleo y gas. Algunos de estos se agruparon muy
pronto en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) (Organization of
the Petroleum Exporting Countries, OPEC), con el fin de controlar una parte sustancial
de la oferta energética global y fijar el precio internacional.
Aumenta el número de países que, en vista del cambio climático global, de las nuevas
perspectivas económicas y de un abastecimiento energético sustentable seguro,
invierten en infraestructura y desarrollo de energías renovables locales. Más de 145
países poseen hoy normas legales que promueven el uso de energías alternativas y una
mayor eficiencia energética. Han dejado de ser una excepción los Estados pioneros
como Alemania que con su política energética sustentable apuntan a una reconversión
prácticamente total de su sector energético hasta 2050 para orientarlo hacia las
energías renovables. Estados Unidos y China cuentan hoy con importantes capacidades
locales en materia de energías renovables. Asimismo, Estados latinoamericanos más
pequeños como Costa Rica son los primeros en anunciar en la región el objetivo de
satisfacer la demanda energética en un ciento por ciento con energías renovables
En noviembre del año 2014, el Ministerio de Energía y Minas (Minem) publicó el Plan
Energético Nacional 2014-2025. En el mencionado documento se presentan
proyecciones de la demanda de energía en el horizonte 2014-2025 para dos escenarios
de crecimiento económico: un escenario optimista (escenario base) y un escenario
conservador (escenario alternativo). En el escenario optimista se espera un crecimiento
económico promedio anual de 6.5%, mientras que en el escenario conservador se
espera un crecimiento económico promedio anual de 4.5%.
En la figura 8 se muestran las proyecciones de la demanda de energía final para los
escenarios anteriormente descrito.
Conclusiones
Este trabajo presenta la relación entre las energías renovables, las emisiones de carbono
y el crecimiento económico mundial. Las energías renovables plantean una geopolítica
distinta, más propicia para mejorar la seguridad energética de los países implicados,
pero geopolítica al fin y al cabo, por lo que es necesaria una reflexión estratégica.
Más allá de problemas coyunturales como los experimentados durante la crisis actual,
las energías renovables tienen un papel fundamental que jugar en la lucha contra el
cambio climático. Todos los escenarios prospectivos futuros muestran cómo, para
alcanzar los niveles deseables de reducción de emisiones de gases de efecto
invernadero, es imprescindible descarbonizar casi totalmente el sector eléctrico y
abandonar en gran parte el uso de los combustibles fósiles en el resto de los sectores.
Si bien la alternativa más deseable para ello es la eficiencia energética, esta tiene un
límite, y a partir de él deben ser las energías renovables las que permitan alcanzar la
reducción buscada.
Las tecnologías con más potencial de reducción de coste, como la solar fotovoltaica,
deberían apoyarse mediante instrumentos de cantidad de forma que el coste del apoyo
no sea excesivo. En cualquier caso, el objetivo último de cualquier política de promoción
debe ser autodestruirse, es decir, que no sea necesaria debido a que la tecnología en
cuestión ya sea competitiva.
Referencias Bibliográficas
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Klein, R., Schipper, L. & Dessai, S., 2005. Integrating mitigation and adaptation into climate and
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