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Universidad Nacional

Pedro Ruiz Gallo


FACULTAD DE INGENIERÍA CIVIL, SISTEMAS Y
ARQUITECTURA

ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERÍA CIVIL

CURSO:

Redacción y Comunicación

TRABAJO:

Artículo de lectura

TEMA:

Emociones y sus reflejos en el cuerpo humano

DOCENTE:

Llanos Díaz Elmer

ALUMNO:

Silva Vásquez Edinson Leonard

Lambayeque – 20 de julio del 2015


EMOCIONES Y SUS REFLEJOS EN EL CUERPO HUMANO

Edinson Silva Vásquez

Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo

Las emociones son reacciones psicológicas y fisiológicas que representan una


reacción a ciertos estímulos del individuo ante algún suceso o recuerdo
importante, o al percibir a una persona, objeto o quizá un lugar.

Estas emociones alteran la atención y generan cambios en la conducta del


individuo, a algunos de estos cambios de les llaman sentimientos, y estos
sentimientos originan una respuesta fisiológica en el cuerpo humano, es decir,
las emociones organizan rápidamente las respuestas de distintos sistemas
biológicos, incluidas las expresiones faciales, los músculos, la voz, etc. Para
establecer un medio interno óptimo para un comportamiento más efectivo.

De acuerdo a esto Freud (1915) nos da su concepto de emoción:

“La emoción es la percepción de los cambios fisiológicos y movimientos


corporales”

Según Freud, la emoción contiene dos elementos distintos: por un lado,


las descargas de energía física; por otro lado, ciertos sentimientos. La unión de
estos dos aspectos nace de la repetición de una experiencia particular que
debe colocarse en la prehistoria, no del individuo, sino de la especie. La
experiencia original que se encuentra en la base de la afectividad es el deseo
sexual de la infancia que permanece reprimido e inconsciente. El objeto o la
persona que produce la emoción debe ser relacionada con este deseo. Cuando
la energía instintiva que reside en el subconsciente es alta, hay necesidad de
descargarla hasta conducirla a un nivel normal. Si la descarga no se produce a
través de los canales apropiados (la conducta sexual), se usan entonces las
válvulas de seguridad, es decir, las emociones.
Sobre las emociones, Salovey y Mayer (1990) opinan lo siguiente:

“La inteligencia emocional incluye la habilidad para percibir con precisión,


valorar y expresar emoción; la habilidad de acceder y/o generar
sentimientos cuando facilitan pensamientos; la habilidad de comprender la
emoción y el conocimiento emocional; y la habilidad para regular las
emociones para promover crecimiento emocional e intelectual”.

Salovey y Mayer definen además las emociones como un conjunto de


“metahabilidades” que pueden ser aprendidas y estructuran el concepto en
torno a cinco dimensiones básicas referidas al conocimiento de las emociones,
a la capacidad de autocontrol, a la capacidad de automotivación, al
reconocimiento de las emociones de los demás y al control de las relaciones.
La inteligencia emocional al parecer aumentaria la competencia social, a través
de la empatía y el control emocional, incrementando la sensación de eficacia
en las acciones que se acometen.

Como ya se mencionó anteriormente, estas emociones se manifiestan en el


organismo a través de cambios fisiológicos que implican mayor o menor
actividad en ciertas zonas del cuerpo. Esto ha sido comprobado por un grupo
de investigadores de la Universidad de Aalto de Finlandia, que han
desarrollado un interesante estudio sobre las emociones humanas, que nos
desvela una interesante formulación que en cierto modo, todos intuíamos ya.
Este estudio nos dio una idea de lo que pasa al sentir emociones como miedo,
amor, vergüenza, etc. y se manifestó mediante el llamado mapa de las
emociones humanas, que trata de explicar dichos cambios de actividad en el
organismo.

El miedo, es la sensación de angustia ante algún peligro o desconfianza al


creer que ocurrirá algún suceso no esperado.
Goleman (2010) nos cuenta una historia con respecto a esta emoción en su
libro inteligencia emocional:
“…fue una terrible tragedia. Matilda Crabtree, una niña de catorce años,
quería gastar una broma a sus padres y se ocultó dentro de un armario
para asustarles cuando éstos, después de visitar a unos amigos, volvieran
a casa pasada la medianoche. Pero Bobby Crabtree y su esposa creían
que Matilda iba a pasar la noche en casa de una amiga. Por ello cuando,
al regresar a su hogar, oyeron ruidos. Crabtree no dudó en coger su
pistola, dirigirse al dormitorio de Matilda para averiguar lo que ocurría y
dispararle a bocajarro en el cuello apenas ésta salió gritando por sorpresa
del interior del armario. Doce horas más tarde, Matilda Crabtree fallecía.
El miedo que nos lleva a proteger del peligro a nuestra familia constituye
uno de los legados emocionales con que nos ha dotado la evolución. El
miedo fue precisamente el que empujó a Bobby Crabtree a coger su
pistola y buscar al intruso que creía que merodeaba por su casa. Pero
aquel mismo miedo fue también el que le llevó a disparar antes de que
pudiera percatarse de cuál era el blanco, antes incluso de que pudiera
reconocer la voz de su propia hija”.(p. 9)

Como se muestra en este párrafo, a veces esos impulsos creados por las
emociones nos llevan a realizar actos a veces no deseados y causar lo que se
mostró anteriormente.
En cuanto a lo fisiológico, según el mismo Goleman, el miedo nos genera lo
siguiente:

“….en el caso del miedo, la sangre se retira del rostro (lo que explica la
palidez y la sensación de «quedarse frío») y fluye a la musculatura
esquelética larga —como las piernas, por ejemplo- favoreciendo así la
huida. Al mismo tiempo, el cuerpo parece paralizarse, aunque sólo sea un
instante, para calibrar, tal vez, si el hecho de ocultarse pudiera ser una
respuesta más adecuada. Las conexiones nerviosas de los centros
emocionales del cerebro desencadenan también una respuesta hormonal
que pone al cuerpo en estado de alerta general, sumiéndolo en la
inquietud y predisponiéndolo para la acción, mientras la atención se fija en
la amenaza inmediata con el fin de evaluar la respuesta más
apropiada.”(p. 10)
El enojo, es aquella sensación que uno experimenta al ser ofendido por uno u
otro individuo y que, según el mapa de las emociones humanas esta sensación
haría aumentar la actividad en la parte superior de nuestro cuerpo, incluyendo
los miembros superiores, como con ansias de hacer trizas a aquello que inicio
nuestra ira. Goleman (2010) nos dice lo siguiente:

“El enojo aumenta el flujo sanguíneo a las manos, haciendo más fácil
empuñar un arma o golpear a un enemigo; también aumenta el ritmo
cardiaco y la tasa de hormonas que, como la adrenalina, generan la
cantidad de energía necesaria para acometer acciones vigorosas”.(p. 10)

Felicidad, es el estado de ánimo por el cual una persona se siente satisfecha


de haber logrado algún objetivo o gozar de lo que desee esa persona.

Según Goleman:

“Uno de los principales cambios biológicos producidos por la felicidad


consiste en el aumento en la actividad de un centro cerebral que se
encarga de inhibir los sentimientos negativos y de aquietar los estados
que generan preocupación, al mismo tiempo que aumenta el caudal de
energía disponible. En este caso no hay un cambio fisiológico especial
salvo, quizás, una sensación de tranquilidad que hace que el cuerpo se
recupere más rápidamente de la excitación biológica provocada por las
emociones perturbadoras. Esta condición proporciona al cuerpo un
reposo, un entusiasmo y una disponibilidad para afrontar cualquier tarea
que se esté llevando a cabo y fomentar también, de este modo, la
consecución de una amplia variedad de objetivos.”(p. 10 ).

Es además, la felicidad, la emoción que hace aumentar la actividad en todas


las zonas de nuestro cuerpo, así lo dice el mapa de las emociones humanas
que ya ha hecho estudios de acuerdo a estas emociones

El amor, es el sentimiento de afecto y apego hacia una persona o determinada


circunstancia, uno le desea lo mejor para aquella persona.
En su libro: inteligencia emocional, Goleman nos narra la historia del amor de
unos padres hacia su hija, frente a cierta circunstancia:
“…Ahora, los últimos momentos de las vidas de Gary y Mary Jane
Chauncey, un matrimonio completamente entregado a Andrea, su hija de
once años, a quien una parálisis cerebral terminó confinando a una silla
de ruedas. Los Chauncey viajaban en el tren anfibio que se precipitó a
un río de la región pantanosa de Louisiana después de que una barcaza
chocara contra el puente del ferrocarril y lo semidestruyera. Pensando
exclusivamente en su hija Andrea, el matrimonio hizo todo lo posible por
salvarla mientras el tren iba sumergiéndose en el agua y se las
arreglaron, de algún modo, para sacarla a través de una ventanilla y
ponerla a salvo en manos del equipo de rescate. Instantes después, el
vagón terminó sumergiéndose en las profundidades y ambos perecieron.
La historia de Andrea, la historia de unos padres cuyo postrero acto de
heroísmo fue el de garantizar la supervivencia de su hija, refleja unos
instantes de un valor casi épico. No cabe la menor duda de que este tipo
de episodios se habrá repetido en innumerables ocasiones a lo largo de
la prehistoria y la historia de la humanidad, por no mencionar las veces
que habrá ocurrido algo similar en el dilatado curso de la evolución.
Desde el punto de vista de la biología evolucionista, la autoinmolación
parental está al servicio del «éxito reproductivo» que supone transmitir
los genes a las generaciones futuras, pero considerado desde la
perspectiva de unos padres que deben tomar una decisión desesperada
en una situación límite, no existe más motivación que el amor.”(p. 8)

Como se muestra en este párrafo, es el amor lo que nos impulsa a hacer las
cosas que ni nosotros mismos imaginamos que podemos hacer. Además es el
amor el que genera estos cambios en nuestro organismo:

“El amor, los sentimientos de ternura y la satisfacción sexual activan el


sistema nervioso parasimpático (el opuesto fisiológico de la respuesta de
«lucha-o-huida» propia del miedo y de la ira). La pauta de reacción
parasimpática —ligada a la «respuesta de relajación»— engloba un
amplio conjunto de reacciones que implican a todo el cuerpo y que dan
lugar a un estado de calma y satisfacción que favorece la convivencia. El
arqueo de las cejas que aparece en los momentos de sorpresa aumenta
el campo visual y permite que penetre más luz en la retina, lo cual nos
proporciona más información sobre el acontecimiento inesperado,
facilitando así el descubrimiento de lo que realmente ocurre y permitiendo
elaborar, en consecuencia, el plan de acción más adecuado.”(p. 11)
Estas son pues, las principales emociones y la forma en que nuestro organismo
reacciona al tener estas sensaciones que crea nuestra conciencia ante debidas
circunstancias o encuentros con ciertos recuerdos o personas que generan
estas emociones.

Referencias

 Goleman D. (2010) inteligencia emocional, p. 8. Buenos Aires, Argentina

 Goleman D. (2010) inteligencia emocional, p.9. Buenos Aires Argentina

 Goleman D. (2010) inteligencia emocional, p.10-11. Buenos Aires, Argentina.

 http://lamenteesmaravillosa.com/el-mapa-de-las-emociones-humanas/

 http://www.cubadebate.cu/noticias/2014/01/03/estudio-revela-zonas-del-cuerpo-
donde-se-reflejan-las-emociones/#.Va0qD_l_Oko

 http://saludnatural.biomanantial.com/como-el-enojo-y-las-emociones-afectan-tu-
salud/

 http://bienestar.salud180.com/salud-dia-dia/efectos-fisicos-del-miedo-en-tu-cuerpo

 http://www.recursosdeautoayuda.com/emociones-positivas-y-negativas-en-el-cuerpo-
humano/

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