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En 1919 se hace cargo de una sección fija en la revista La

Nota en la que escribe sobre las mujeres y del lugar que


merecen en la sociedad.

Esta poeta argentina nacida en 1892 en Asimismo, escribe sobre el derecho al voto femenino y
Suiza es uno de los iconos de la literatura cuestiona las pesadas tradiciones que les impide a la
mayoría de mujeres a elegir un camino más allá del
posmodernista. Con una infancia difícil y
matrimonio.
con carencias y luego una vida con
recurrentes enfermedades, su poesía está De hecho, en sus artículos adopta un periodismo combativo
impregnada de lucha, audacia, amor y y en más de una ocasión enfatiza que lo primero que se
una reivindicación del género femenino. tiene que hacer para cambiar la situación de las mujeres es
romper con los tópicos, los arquetipos, los lugares comunes
que la sociedad patriarcal espera de ellas y para ello las
insta a demostrar que son seres pensantes.

En 1935 se le diagnostica un tumor del que fue


Alfonsina creció en un ambiente de estrechez económica y por operada, aunque el cáncer continuó y pasó por
ello, cerca de los once años, tuvo que abandonar sus estudios y períodos depresivos.
ayudar a su madre que trabajaba como modista.
En octubre de 1938 viaja a Mar del Plata. Le envía
Desde muy joven adquiere conciencia de que debe trabajar dos cartas a su hijo y un poema de despedida al
duro para ganarse el pan. Sin embargo, no le abandona su diario La Nación.
deseo de estudiar y en 1909 se matricula en la Escuela Normal
Mixta de Maestros Rurales de Coronda. Acaba con su vida suicidándose en la playa de la
Perla en Mar de Plata el 25 de octubre de 1938.
En esta época empieza a publicar sus primeros poemas en
revistas locales pero muy pronto, cuando le faltan pocos meses
para cumplir los veinte años, abandona Rosario y toma el tren
rumbo a Buenos Aires: embarazada de un hombre casado y
veinticuatro años mayor que ella, está decidida a empezar de
nuevo en la capital argentina. Desde ese momento hasta su
muerte, afrontará la vida como madre soltera pasando por alto
los prejuicios morales de una sociedad hipócrita y estrecha.
FRENTE AL MAR

Oh mar, enorme mar, corazón fiero Mar, yo soñaba ser como tú eres,

de ritmo desigual, corazón malo, allá en las tardes que la vida mía

yo soy más blanda que ese pobre palo bajo las horas cálidas se abría...

que se pudre en tus ondas prisionero. Ah, yo soñaba ser como tú eres.

Oh mar, dame tu cólera tremenda, Mírame aquí, pequeña, miserable,

yo me pasé la vida perdonando, todo dolor me vence, todo sueño;

porque entendía, mar, yo me fui dando: mar, dame, dame el inefable empeño

“Piedad, piedad para el que más ofenda”. de tornarme soberbia, inalcanzable.

Vulgaridad, vulgaridad me acosa. Dame tu sal, tu yodo, tu fiereza.

Ah, me han comprado la ciudad y el hombre. ¡Aire de mar!... ¡Oh, tempestad, oh enojo!

Hazme tener tu cólera sin nombre: Desdichada de mi, soy un abrojo

Ya me fatiga esta misión de rosa. y muero, mar, sucumbo en m pobreza.

¿Ves al vulgar? Ese vulgar me apena, Y el alma mía es como el mar, es eso,

me falta el aire y donde falta quedo, ah, la cuidad la pudre y la equivoca;

quisiera no entender, pero no puedo: pequeña vida que dolor provoca,

es la vulgaridad que me envenena. ¡que pueda libertarme de su peso!

Me empobrecí porque entender abruma, Vuele mi empeño, mi esperanza vuele...

me empobrecí porque entender sofoca, La vida mía debió ser horrible,

¡Bendecida la fuerza de la roca! debió ser una arteria incontenible

Yo tengo el corazón como la espuma. y apenas es cicatriz que siempre duele.

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