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Sucesiones Judiciales y Notariales a luz del nuevo Código Procesal Civil en Costa Rica

Pienso, que la concepción original del Código Civil, fue inspirada para cumplir como segunda parte
de la Constitución Política. En ella se ocupan, sobre todo en los primeros artículos, normas
fundamentales que propugnan especialmente el establecimiento de derechos de los individuos
diferenciándose del viejo orden. Desde la redacción de las letras instadas por el mismo Napoleón,
hasta la actualidad, es poco lo que han cambiado los Códigos Civiles de Latinoamérica,
especialmente en el campo de las sucesiones. Es una rama del derecho que ha evolucionado poco.
Y en nuestro país casi nada. Las sucesiones se han sostenido sobre los mismos andamios desde 1804.
No se han propuesto vigorosas reformas que renueven los estamentos de esta rama del Derecho.

En Costa Rica, de no ser por la introducción de la figura del Notario como director del proceso en las
sucesiones en esta sede, (Código Procesal Civil y Notarial) contaríamos únicamente con
modificaciones insignificantes. Huérfana de aquella idea de que el Derecho tiene el cometido de dar
respuesta a los fenómenos sociales que definen el cambio, al tenor de los tiempos, es que las
mutaciones, que inciden sobre la organización de las personas y las familias han sido francamente
escasas.

Una obsolescencia que da al traste con los fines que el Derecho, por cuanto en su forma más simple
de explicarlo, este persigue regular las conductas y comportamientos a fin de que se adecuen a la
norma. Es claro que en la actualidad, el concepto de familia es otro, la composición de lo miembros,
la división de los bienes y consecuentemente su forma de sucederlos, ha cambiado.

El rezago del Derecho de las sucesiones se refleja aún más en la vitrina de lo evidente si lo
comparamos con otras ramas, con el veloz, por ejemplo; Derecho de familia, que aunque más
actualizado, especialmente por la incidencia científica que lo inunda, adolece de otros vicios, pero
no siempre la dilación.

Está bien decir, que Las Sucesiones es el Derecho de los muertos que interesa mucho a los vivos. La
trasmisión intergeneracional de la propiedad, se ve asistida de aspectos, también ideológicos e
idiosincráticos. Y como tales mutan, se renuevan, cambian y nos corresponde visualizar esos
cambios a fin de darles análisis y determinar su procedencia. Tómese en consideración que sin bien
de manera tangencial a la materia de estudio, es cierto que guarda relación con aquellos cambios
que se visualizan en otros países como la aceptación de las reproducciones asistidas, composición
del matrimonio, etc.

Y esto es así porque no hay duda que si algo caracteriza al individuo en su esfera de relaciones,
actualmente, es que se puso creativo, por no decir ocurrente, y la variedad de alternativas de
convivencias que exigen tutela pueden ser tan inimaginables, como en algunos casos caprichosas.

En mi opinión, las relaciones más calamitosas y descarnadas, son rasgos distintivos de las relaciones
entre las personas en la actualidad. Y se debe de admitir, inciden en la trasmisión transgeneracional.

Referente a nuestro actual Código Procesal Civil, que es lo que nos ocupa en este ensayo, tampoco
se destacan grandes innovaciones, más bien cambios pequeños y poco significativos. Tampoco es
que se deba reclamar de otro modo, ya que se trata del análisis, de un Código Procesal Civil, y no
Civil. Pese a ello no hay duda que se extraña una conciencia, en general de modificación que
provoque transiciones más expeditas, especialmente cuando esta trasmisión se torna contenciosa.

Cambiar por ejemplo la figura del albacea, para que esta sea objetivo, imparcial, independiente, sin
interés hereditario, (con excepción de la sucesión testamentaria, que es designado por el causante),
para que el cargo lo ocupe, por ejemplo un abogado designado por el juez o el notario. Eso si sería
una modificación significativa. Esto por cuanto no es infrecuente que el albacea que tiene interés,
frecuentemente “secuestre el proceso” y “boicotee” el fluido tránsito del mismo.

La eliminación de la primogenitura como prioridad en el beneficio de la herencia, desechada


precisamente por el Código Napoleónico, fue, por ejemplo una nota distintiva de aquella norma. Es
como se ha dicho que se requieren la revisión de los órdenes sucesorios así como la inserción de
cambios más significativos y especialmente actuales. Las cosas han cambiado, pero en el Derecho
de la sucesiones, desde las épocas de los romanos, lo cambios no han sido vertiginosos.

Procedamos ahora a un análisis del tema a la luz del nuevo código Procesal civil.

El PROCESO SUCESORIO se encuentra regulado, en el nuevo código (que llamaremos Código


Promulgado) en el TITULO II CAPÍTULO I, del nuevo Código. (Art. 115 y siguientes)

Algunas novedades que se han introducido, se refieren a la atractiva definición en la procedencia


del mismo proceso, es decir, definir la finalidad de la tramitación de un sucesorio. Es así como el
proceso, dice el nuevo Código, se inicia con la determinación de su propósito. Es procedente el
proceso sucesorio;

• Para constatar y declarar la existencia de los sucesores del causante.

• Determinar el patrimonio relicto.

• Acabar la indivisión de bienes sucesorios.

• Determinar el patrimonio relicto.

• Y dotar a la sucesión de representación.

En este último aspecto no debemos olvidar que es el albacea quien representa a la sucesión con
facultades de apoderado general judicial, teniendo atribuciones de administración y representación
no de disposición (su inscripción se contempla en artículo 466 inciso 4 Código civil) Siendo que el
plazo, con el nuevo código para aceptar el cargo es de tres días y no de cinco.

La Prueba del fallecimiento sigue la forma tradicional, es decir por medio de certificación, sin
embargo el nuevo código cobija, aquello que a nivel de excepción contiene el actual, cual es (art 899
C-.P.C. vigente) que se podrá probar por otros medios. Siendo que (ambos Códigos) antes de la
declaratoria de herederos, se deba contar con la certificación de defunción oficialmente emitida. La
atinada razón de sostener esta excepción, obedece a que en algunos casos, cuando se investiga la
causa de muerte con especial sospecha, la certificación de defunción, es frecuente, se dilate para
ser extendida en ocasiones varios meses después de la muerte. Y por lo que sabemos, el inicio del
proceso no puede esperar. Esto, repetimos siempre y cuando se pueda demostrar el fallecimiento
o la declaratoria de muerte de manera fehaciente.

Conviene hacer mención de otras Novedades:

– Se elimina lo relativo al fuero de atracción. Lo cual es conveniente ya que procesalmente


enmarañaba los procesos de manera, en algunos casos, más que inconveniente, y sin justificación
alguna. Es decir, con el nuevo código, el proceso sucesorio no atrae a los otros para que sean
tramitados ante el mismo juzgador.

– Se eliminan de las juntas de herederos, se sustituyen por audiencias. Tal y como se está estilando,
se procede a citar a una audiencia (art 133.2) a los interesados, a efectos de fijar la base para la
partición. También se cita a una audiencia referente a la apertura del testamento cerrado. Potestad
vedada para el Notario (en ambos Códigos) Conviene recordar que la audiencia puede celebrarse
en una o varias sesiones (art 50 del código promulgado) se trata de espacios de concentración donde
se verifiquen de manera oral, aunque cuando convenga con respaldo documental, todas aquellas
circunstancias pertinentes para el acto y al proceso. La oralidad, como se sabe es el norte a seguir y
la tendencia procesal imperante.

– Las eventuales oposiciones se tramitaran en vía incidental.

– Medidas cautelares, dictadas aun de oficio. Nos referiremos a esta más adelante.

Legitimación.

Al igual que el Código actual, el promulgado, dota de legitimación a cualquiera que tenga interés. Es
decir cualquiera que tenga interés puede solicitar la apertura.

El Tribunal puede prevenir al sucesor que acepte la herencia.

Etapas del proceso. Se vislumbran las siguientes etapas del proceso:

La solicitud. Requisitos.

1. El nombre, las calidades y el último domicilio del causante.

2. Los nombres, calidades, domicilio y si constare, la dirección de los presuntos herederos.

3. Si hay personas menores de edad, personas con capacidades especiales o ausentes.

4. Si se tiene noticia de la existencia de testamento.

5. Prueba del fallecimiento del causante.

6. Una lista provisional de los bienes del causante y su valor aproximado. Si la gestión no cumple
con los requisitos, se prevendrá su corrección en el plazo de cinco días, bajo apercibimiento de
inadmisibilidad.
Resolución inicial de apertura. Incluye todo aquel elenco documental requerido para la apertura.
Cumplidos todos los requisitos, se decretará la apertura del procedimiento sucesorio y se dispondrá
el emplazamiento por quince días a los sucesores e interesados para que comparezcan a aceptar la
herencia y hacer valer sus derechos. Tómese nota que ya no es por treinta días como lo estipula el
Código aún vigente. La publicación se hará por una vez en el Boletín Judicial. El emplazamiento será
notificado a los sucesores cuyos nombres y dirección consten en el expediente. Se llamará al albacea
testamentario o, en su defecto, se designará al que actuará hasta la conclusión del sucesorio. Deberá
aceptar el cargo tácita o expresamente dentro del plazo de tres días y si no lo hace se designará a
otra persona. Se proveerá lo concerniente a la representación de los ausentes, a las personas
menores de edad o personas con capacidades especiales. Además, con la consecuente emisión y
publicación del edicto y las notificaciones a interesados, cuando sea el caso. En el sucesorio en sede
notarial, varia esta figura para ser reemplazada por una sola escritura que involucra la solicitud
(principio de rogación) y la apertura en un solo instrumento, además de la aceptación del cargo de
albacea.

– Inventario y avaluó. Lo que conlleva la constatación del activo o el pasivo. (Si bien son etapas
distintas, sin embargo para efectos procesales se las tienen como una sola.)

– Declaración de sucesores.

– Audiencia. Como dijimos se elimina la Junta de interesados.

– Partición Final y la consecuente adjudicación de bienes.

Medidas Cautelares para Aseguramiento de bienes

– El Tribunal, aun de oficio podrá adoptar medidas cautelares para necesarias para la preservación
del haber sucesorio. Lo que puede ser antes, o durante el procedimiento. En cuyo caso podría
proceder a:

– Anotar en el Registro el proceso al margen de las fincas, por las razones de seguridad, que estime
conveniente.

– Comunicaciones a los bancos y oficinas públicas y privadas para inmovilizar los bienes.

– Incluso aviso a la autoridad de la policía podrá poner los sellos y vigilar la integridad de patrimonio.
Entre otras ya que la norma es amplia y no taxativa.

Testamento cerrado.

– Debe presentarse necesariamente al tribunal la Solicitud y Testimonio de la escritura.

– Se convocará a una audiencia a la que deberán comparecer el notario y los testigos. -A esta
audiencia podrá asistir cualquiera que se crea con interés. Conviene aclarar que el testamento
cerrado no se puede proceder a la apertura en sede Notarial.

Testamento abierto no auténtico y testamento privilegiado


– Se procederá a su comprobación, siguiendo un trámite similar al anterior. Al igual que lo señalado,
el notario carece de competencia para hacerlo en esa sede.

Resolución inicial.

Se procede a dictar resolución que da inicio al proceso. Prevé el nuevo Código, que cuando el
testamento fuere inválido el tribunal lo declarará y en la misma resolución ordenará la tramitación
del sucesorio como testamentario. En caso contrario se ordenará tramitar la sucesión como
legítima. Lo señalado es una introducción conveniente, ya que la práctica estaba siendo aplicada por
decisiones jurisprudenciales, no generalizadas, que en ocasiones, prevenía tal situación y no resolvía
como comanda el actual código.

Procesos pendientes y posteriores.

El establecimiento de un proceso sucesorio en ningún caso afectará la competencia para el


conocimiento de los procesos pendientes o posteriores que interesen:

Al causante.

A la sucesión o sus herederos.

Prejudicialidad.

Contempla el nuevo código que se suspenderá el proceso sucesorio hasta la resolución definitiva
cuando se presente demanda sobre;

Calidad de sucesores.

Validez o eficacia del testamento.

El mismo efecto tendrán las demandas que afecten al patrimonio o sobre la existencia, extensión o
preferencia de créditos, siempre.

Acumulación de procesos sucesorios.

Solo será procedente, al igual que en la actualidad;

1. Cuando exista comunidad de bienes.

2. Identidad de herederos.

Cuando se abran varios procesos sucesorios en forma separada sobre el mismo causante:

Se acumularán a aquel en que primero se declaró la apertura. Y como novedad curiosa, aquel judicial
se acumulará al notarial cuando sea procedente.

Emplazamiento.
Se varía el plazo para el emplazamiento a fin de aceptar la herencia, siendo que este será de quince
días (artículo 126.3 código promulgado)

Vale la pena adelantarse para aclarar que la declaratoria de herederos puede variarse hasta antes
de la distribución del activo. Es decir se constata mejor aquello de terceros con mejor derecho. Esto
por cuanto como se sabe la resolución que declara herederos y legatarios por su naturaleza, es
modificable en cualquier oportunidad dentro del proceso sucesorio, siempre y cuando no hubiese
llegado a aprobar la cuenta partición o hubiese concluido el proceso por convenio extrajudicial (Res,
26-01- 2003. Tribunal Superior Civil de Heredia. 9: 30 del día 5 de febrero del 2003.

Albacea. Nombramiento.

Prevalecerá el nombramiento del testamentario. En su defecto, el designado en el proceso que


primero se declaró la apertura. Al igual que en la actualidad, el albacea escoge al Abogado de la
sucesión. Los Honorarios, se pagarán al finalizar sus gestiones. Sin embargo se admiten adelantos.
Al igual que en la actualidad, corren por cuenta de la sucesión. En las sucesiones sin fines
patrimoniales, los honorarios del albacea y su abogado correrán por cuenta del interesado.

Las oposiciones se conocerán por vía incidental.

Declaratoria de sucesores

Transcurrido el emplazamiento y resueltas las oposiciones a la condición de sucesores, se hará la


declaratoria de herederos y legatarios. Si en cualquier momento, antes de la distribución del activo,
se apersonaren quienes reclamen la calidad de sucesores, cuyo igual o mejor derecho sea evidente,
el tribunal podrá modificar la declaratoria.

Avalúo.

También como novedad, hay que agregar que cuando los inmuebles, vehículos u otros bienes
tengan asignado un valor tributario o fiscal actualizado en los últimos dos años o se tratare de bienes
cotizados en bolsa, ese se tendrán como valor real. En los demás casos se nombrará perito. Esto a
mi juicio conlleva un desatino que entraña el Código Promulgado. Debió eliminarse del todo lo
referente al avaluó emitido por perito, con excepción a aquellos que exista contención, o resulte
conveniente justipreciar los bienes por este medio. Las municipalidades deben de tutelar la
actualidad de los valores de los bienes.

Cuando se nombre perito, el dictamen se pondrá en conocimiento de los interesados por el plazo
de cinco días. Si se formularen objeciones y éstas fueren procedentes, se nombrará un nuevo perito.
El tribunal fijará el precio definitivo, tomando en cuenta los informes técnicos.

Exclusión e inclusión de bienes.


Para excluir e incluir bienes en el proceso sucesorio, tendrá legitimación cualquiera que tenga
interés directo. Se seguirá el procedimiento incidental, salvo que la solicitud provenga del albacea.

Constatación y cancelación del pasivo

Deber de legalizar.

Todos los acreedores comunes, excepto los separatistas, deben reclamar su crédito en el proceso,
indicando en forma detallada los montos pretendidos y acompañando la documentación de
respaldo.

Los que tengan sentencia firme favorable deberán acreditarlo. Únicamente tienen el carácter de
acreedores separatistas aquellos que tengan garantía real o equiparable, hasta donde alcancen las
garantías. Para cobrar cualquier saldo en descubierto, lo deben hacer dentro del proceso sucesorio
conjuntamente con los demás acreedores comunes.

El pago se hará a prorrata si fuere necesario, salvo motivo legal de preferencia.

Procedimiento.

Si hubiere acreedores legalizaste, se pondrán los créditos reclamados en conocimiento de todos los
interesados, por el plazo de cinco días. Si no hubiere objeciones se resolverá lo que corresponda
sobre la existencia, extensión y preferencia de los créditos. De lo contrario, la oposición se
substanciará por el procedimiento incidental.

Cancelación del pasivo y entrega de legados.

Los créditos serán pagados, de ser posible, una vez firme la resolución que los tiene por reconocidos.
Si fuere necesario se dispondrá la venta de bienes que se elijan al efecto, la que llevará a cabo el
albacea, pudiendo autorizarse por precio inferior al avalúo cuando las circunstancias lo ameriten.

La entrega de los legados se dispondrá siempre y cuando los intereses de los acreedores queden
garantizados con el resto de los bienes.

Los acreedores y legatarios, de común acuerdo, podrán tomar disposiciones para el pago de lo que
a ellos corresponda.

Administración

Posesión de los bienes inventariados


Con la aceptación del cargo el albacea entra de pleno derecho y sin formalidad alguna en la posesión
de los bienes y ejercerá su gestión y administración hasta su entrega a los sucesores. El cónyuge
sobreviviente o el conviviente de hecho al que la ley le confiera derechos y los hijos que en ella
vivan, podrán continuar habitando la casa que ocupaban en el momento del fallecimiento del
causante, mientras no resulte adjudicada a otra persona.

En mi opinión se requiere medios expeditos, de reposicionamiento de los bienes para a fin de ser
ejercidos por el albacea, ya que pienso no hay suficiente claridad en el tema, estos estamos a lo que
la practica judicial se antoje.

Cuando los bienes inmuebles estén en poder de terceros en virtud de situaciones de hecho
consentidas por el causante por largo tiempo, y conforme al ordenamiento jurídico sea necesario
plantear una acción judicial para recuperarlos, no se entregarán al albacea en administración ni en
posesión.

Legajo de administración.

Todo lo relativo a la administración se tramitará en legajo separado. En el caso de que lleguen a


existir varios albaceas, se formará un expediente para cada uno. No podrán involucrarse en esos
legajos peticiones propias del expediente principal.

Rendición periódica de cuentas.

Cuando el patrimonio sea susceptible de gestión o administración, el albacea debe rendir cuentas
periódicas, documentadas y detalladas, justificando los ingresos y los egresos. Una vez presentadas
se pondrán en conocimiento de los interesados. El tribunal determinará de acuerdo con las
circunstancias la periodicidad con que deben rendirse las cuentas y la forma de custodia del dinero,
lo que también constituye una modificación a lo que establece el código vigente, siendo que esta
rendición de cuentas debe darse mensualmente (Art. 936 del Código actual)

Plan de administración.

En las sucesiones testamentarias, deberá cumplirse con las indicaciones incluidas en el testamento
sobre la forma de administración. Si no existieren disposiciones al respecto y en las sucesiones
legítimas, dentro de los quince días siguientes a la aceptación del cargo, el albacea deberá presentar
un plan de administración, justificando los gastos que se contemplen. Ese deber se podrá dispensar
según la naturaleza de los bienes o la importancia del patrimonio. Acerca del plan se conferirá
audiencia a los interesados por cinco días, transcurrido el cual se resolverá sobre su aprobación.

Productos de la administración.

Los productos de la administración deberán ser depositados conforme se hubiere ordenado, previo
rebajo de los gastos autorizados o que necesariamente deban haberse hecho para su obtención. El
albacea, salvo disposición en contrario de los interesados, está obligado a velar porque esos
productos se mantengan colocados en depósitos nominativos o a plazo en bancos del sistema
bancario nacional, en forma tal que no dificulte la partición.

Autorizaciones.

Cuando el albacea requiera autorizaciones, se oirá por tres días a los interesados y luego se resolverá
lo que corresponda.

Venta de bienes.

Cuando sea procedente la venta de bienes se hará con base en avalúo pericial. Previa audiencia a
los interesados se podrá autorizar disminuciones en el precio, si hubiere dificultades para realizar la
venta.

Si se trata de efectos públicos o de comercio, el albacea podrá utilizar los sistemas de negociación
establecidos para la venta de esos valores.

El tribunal podrá autorizar la venta anticipada de bienes sin dar audiencia a los interesados, cuando
se trate de bienes perecederos o sea evidentemente necesario y útil.

Cuando se disponga en forma judicial, se estará a lo dispuesto para el remate, en cuyo caso, si se
declara insubsistente la subasta, el depósito de participación se abonará íntegro a la sucesión como
daños y perjuicios.

Adelanto de rentas para alimentos.

A solicitud de interesados, se podrá ordenar que de los productos de la administración se les


entreguen sumas de dinero a los sucesores que lo necesiten, para la satisfacción de alimentos, hasta
la cantidad que respectivamente pueda corresponderles, como renta líquida de los bienes a que
tengan derecho. Corresponde al albacea ejecutar lo resuelto en los términos previstos por el
tribunal.

Cuenta final.

Todo albacea debe rendir cuenta de su administración, dentro de los quince días siguientes a la
finalización de su gestión, salvo que todos los interesados fueren mayores de edad y capaces y lo
hubieren eximido. El código vigente establece esta obligación, pero otorga un plazo de treinta días.
La cuenta se revisará en el legajo de administración siguiendo el procedimiento incidental. Si no
existe oposición, no hay discrepancia con los estados presentados y no contraviene la ley, se
aprobará la cuenta. En caso contrario se improbará la cuenta presentada y se prevendrá al albacea,
formularla nuevamente.

En todo lo que sea pertinente, se aplicarán las reglas de la ejecución de sentencias de rendición de
cuentas, lo que se hará en el mismo proceso. Para esos efectos se nombrará un albacea específico.
Remoción del albacea

El albacea puede ser removido, de oficio o a petición de parte interesada, cuando no cumpla con los
deberes de su cargo con corrección y diligencia o proceda indebidamente en el ejercicio de sus
funciones con perjuicio de los intereses de la sucesión. La remoción se tramitará en la vía incidental.

Tal variación, aunque pequeña, nos da la esperanza para que los jueces actúen valientemente a fin
de remover un albacea que no está haciendo su trabajo. A diferencia de lo que ocurre en la
actualidad, que su remoción es casuística y sujeta al criterio del despacho en que se tramita la
sucesión. En el código promulgado, puede decretarse de oficio. Lo que actualmente sucede en
lagunas ocasiones, y otras no.

Adjudicación de bienes sucesorios sometidos a regímenes especiales

En procesos sucesorios en que existan bienes sometidos a regímenes especiales, en los cuales sea
necesaria la autorización previa de un ente público para su transmisión, firme la declaratoria de
herederos se gestionará la aprobación ante el ente correspondiente. De existir otros bienes no
sometidos a regímenes especiales, el procedimiento de distribución o partición se suspenderá en
espera del resultado de la autorización, salvo acuerdo unánime de los herederos para que, de ser
procedente, se realicen particiones parciales.

La Sucesión en sede Notarial dentro del Nuevo código.

Sin embargo el más significativo de los cambios, es que lejos de articular con mayor precisión,
legislar con más agudeza, inferir mejores conceptos jurídicos, se elimina en el nuevo código lo
correspondiente al sucesorio extrajudicial… (¿Implícitamente lo remite al Código Notarial?) Lo que
no creo que sea oportuno. Es decir se elimina lo concerniente los artículos 945 y siguientes del
Código Procesal Civil. Esto, repito, lejos de ser una colaboración, deja ciego al proceso notarial de
andamios necesarios para su tramitación.

Hemos sugerido reformas legales, concretamente la reforma del Código Notarial con la finalidad de
poder suplir lo referente a la conducción del proceso sucesorio en esta sede, ya que repito el nuevo
Código Procesal Civil lo desterró.

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