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SALUDO

BUENOS DIAS AUTORIDADES DEL PLANTEL, PERSONAL DOCENTE,


ADMINISTRATIVO Y DE APOYO, QUERIDOS ESTUDIANTES.
Con mucho respeto, cariño y amor vamos a orar al Señor, creador del
cielo y de la tierra y a la Virgen Santísima para mantenernos en la
presencia de Dios a lo largo del día.
TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN.

1) ORACION A LA REINA DEL CIELO participa la niña Moserrat


Muquinche.
REINA DEL CIELO
V. Alégrate, Reina del cielo; aleluya.
Todos: Porque el que mereciste llevar en tu seno; aleluya.
V. Ha resucitado, según predijo; aleluya
Todos: Ruega por nosotros a Dios; aleluya
V. Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya.
Todos: Porque ha resucitado Dios verdaderamente; aleluya.

ORACIÓN.
Oh Dios que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo,
te has dignado dar la alegría al mundo, concédenos que por su Madre,
la Virgen María, alcancemos el gozo de la vida eterna. Por el mismo
Jesucristo, Nuestro Señor.
Todos: Amén.

2) LECTURA DEL EVANGELIO, a cargo del niño Anthony Nata


“PADRE, QUE ELLOS SEAN UNO, COMO NOSOTROS”.
DEL EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN.

En aquel tiempo, Jesús levantó los ojos al cielo y dijo:” Padre santo,
cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno, como
nosotros. Cuando estaba con ellos, yo cuidaba en tu nombre a los que
me diste; yo velaba por ellos y ninguno de ellos se perdió, excepto el
que tenía que perderse, para que se cumpliera la Escritura.
Pero ahora voy a ti, y mientras estoy aún en el mundo, digo estas
cosas para que mi gozo llegue a su plenitud en ellos. Yo les he
entregado tu Palabra y el mundo los odia, porque no son del mundo,
como yo tampoco soy del mundo. No te pido que los saques del
mundo, sino que los libres del mal. Ellos no son del mundo, como
tampoco yo soy del mundo.
Santifícalos en la verdad. Tu Palabra es la verdad. Así como tú me
enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo. Yo me santifico
a mí mismo por ellos, para que también ellos sean santificados en la
verdad.

PALABRA DEL SEÑOR.


3) REFLEXIÓN

Muchas veces en nuestra vida en comunidad olvidamos la importancia


de la comunión fraternal entre hermanos. La confundimos con pasar
buenos momentos juntos en reuniones o eventos. La unidad que Jesús
reclama al Padre para nosotros es mucho más profunda y tiene
alcance eterno.
Jesús nos quiere unidos en un solo cuerpo, conformando una unidad
con misión sobre la tierra: que le conozcan a Él y a quien le envió, y la
magnitud del amor que movilizó su proyecto para la humanidad.

Cada vez que nuestra boca se abre para criticar a un hermano estamos
rompiendo con esa unidad.

Cada vez que nuestras necesidades son más importantes que las de
quien está a nuestro lado estamos despreciando el valor de la unidad
que Jesús estimó tanto como para subir a la cruz por ella.
Cada vez que dejamos pasar la necesidad de un hermano sin ofrecerle
nuestra ayuda, estamos perdiendo una oportunidad de dar a conocer
al Cristo.
Cada vez que nuestro pensamiento nos estima mejores o minimiza al
otro, estamos tratando con desprecio a aquél que Dios amó como a su
propio Hijo.

La unidad que Jesús pidió al Padre antes de ser entregado requiere de


amor por el hermano, de misericordia por el que se equivoca, de dolor
por el que se pierde. Requiere dejar de lado el yo y dar lugar a Cristo
para que viva en nosotros, sólo de esta forma podremos ser uno en Él.
Siempre habrá un cuerpo que en unidad perfecta cumpla con el
cometido divino, no nos apartemos de él, no nos perdamos ese
privilegio.

Mantengámonos atentos a no perjudicar esa unidad perfecta en nada,


pues tuvo caro precio para Cristo, que pagó por esa unidad no con
cosas corruptibles como el oro y la plata sino con su preciosa sangre.

Por Jesús conocemos el sentido de nuestra vida; personas de caridad,


porque sólo en la caridad podemos guardar la unidad.
4) COMPROMISO a cargo del niño Elias Velasco

Padre bueno y misericordioso: nos unimos a la oración de tu Hijo para


pedirte que nos santifiques en la verdad, y nos ilumines con tu Palabra
en nuestra misión.
AMÉN.

5) ORACIÓN a cargo de la niña Camila Jaramillo


Todos nos ponemos en actitud de oración, vamos a decir la oración
que Jesús nos enseñó:
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el
cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos
dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén

ORACIÓN A LA VIRGEN DE LA MERCED, QUE NOS PROTEJA CON SU


SANTO BENTIDO.
¡Oh, Señora mía! ¡Oh, Madre mía de la Merced!
yo me ofrezco todo a vos;
y en prueba de mi filial afecto
os consagro en este día
mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón;
en una palabra, todo mi ser.
Ya que soy toda vuestra, Oh Madre de bondad,
guardadme y defendedme como hija
y posesión vuestra. Amén.

6) JACULATORIAS participa el niño Kevin Achachi

7) AGRADECIMIENTO Se agradece la participación de todos ustedes y de


los niños de cuarto año de Educación General Básica en este
momento de oración. GRACIAS. QUE TENGAN UN BUEN DIA.

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