Somos de varios colores y de todas las medidas, con gustos diferentes y comidas preferidas.
Algunos van apurados
que casi los ves volar pero alguien muy especial será el último en llegar. Segundo grado • Unidad 1 Eres realmente especial, único, alguien sin par, desde el color de tu pelo hasta en tu forma de hablar.
Por eso nunca lo olvides:
ámate de verdad, tú eres alguien especial una persona sin igual.
Segundo grado • Unidad 1
La niña invisible Adaptación (Colección Derechos del Niño)
Había una vez una niña que se llamaba Blanca. Su
casa estaba ubicada al pie de dos cerros, cerca de un río. En uno de los cerros estaba el Pueblo Verde y en el otro el Pueblo Azul. Los niños de Pueblo Verde lo pasaban muy bien. Los que no lo pasaban muy bien eran sus animales, por los golpes que recibían. Los niños de Pueblo Azul vivían muy contentos. Las que no vivían nada de contentas eran las plantas, porque las cortaban y pisaban. Además, los niños de Pueblo Verde y los niños del Pueblo Azul no eran amigos. Tenían por costumbre pelearse entre sí. Segundo grado • Unidad 1 Blanca era amiga de los animales y de las plantas, pero también quería ser amiga de los niños azules y de los niños verdes. Los niños de Pueblo Verde no la querían, porque no era verde y los niños de Pueblo Azul no la querían, porque no era azul. Blanca se sentía cada día más sola.
Segundo grado • Unidad 1
Aunque lo había intentado todo, aquellos niños no querían ser sus amigos. Un día llegó a llorar tanto que las lágrimas que salían de sus ojos la borraron y se volvió invisible…
Segundo grado • Unidad 1
Los niños verdes y los niños azules vivían buscando maneras de hacerse daño mutuamente. Como Blanca se había vuelto invisible, ella les desarmaba todas las trampas y armas para atacarse unos a otros. Nadie entendía qué era lo que pasaba. Entonces los niños verdes tuvieron que inventar nuevos juegos para divertirse juntos y los niños azules también hicieron lo mismo. Blanca intentaba que los juegos de los niños fueran menos violentos.
Segundo grado • Unidad 1
Después de algún tiempo se dieron cuenta que era mucho más divertido jugar que pelearse.
Los niños verdes y los niños azules acabaron por
hacerse amigos. Se dieron un gran abrazo y desde ese día acostumbran a jugar juntos. Aquel día, Blanca dejó de ser invisible.
Segundo grado • Unidad 1
El pez globo Autor: Alfredo Parra Adaptación: Arcenia Medina Wilma Venega
Un día, los peces de los arrecifes se sintieron ame-
nazados, porque miles de atunes llegaron desde muy lejos hasta ese lugar. Cansados por el viaje y ham- brientos los atunes decidieron alimentarse de los pobres pececitos. Al enterarse los demás animales, asustados huían o se ocultaban en los arrecifes. Solo unos cuantos va- lientes como el viejo tiburón, su ayudante el pez pi- loto, la tortuga marina, un cardúmen de sardinas y el pez globo se animaron a atacar a los enemigos. Segundo grado • Unidad 1 Al amanecer formaron la brigada de ataque. El viejo tiburón se paseaba mirando la formación. Al pasar delante del pez globo le dijo con voz de mando: -¿Dónde está su uniforme, soldado? -Ninguno me cabe, señor - habló el pez globo aver- gonzado. - ¡Pero sí tengo mi sombrero! - dijo el pez. El viejo tiburón respondió disgustado: - Usted sería un bocado apetitoso para el enemigo por ser tan gordo. Usted no sirve para la guerra, soldado. Todos se rieron de él. Luego iniciaron la marcha ha- cia el combate. Segundo grado • Unidad 1 El pez globo se quedó mirando con pena cómo sus amigos se alejaban del lugar. De nada sirvió su valor. Entonces se hinchó como un globo, subió a la superficie y se dejó llevar por la corriente. Las olas le llevaron más rápido de lo que podían nadar sus amigos. Pasó sobre sus amigos y en un abrir y cerrar de ojo llegó donde estaban los atunes. Ahí recordó lo que dijo el viejo tiburón y se le ocurrió una brillante idea. Se arriesgaría a pasar cerca del enemigo para desviarlos del lugar.
Segundo grado • Unidad 1
Los atunes comenzaron a perseguirle enloquecidos, malgastando sus últimas fuerzas. ¡Cómo querían comérselo! Pero, sin que los atunes se dieran cuenta el pez globo les dirigió muy lejos del arrecife. Luego el noble pez globo, cansado, pero feliz, volvió al arrecife. Había salvado a todos sus amigos.
Segundo grado • Unidad 1
El leñador sincero Autor: Esopo Adaptación Fábula “Mercurio y el leñador” Arcenia Medina Wilma Venega
Había una vez un pobre leñador que vivía con su fa-
milia en el bosque. Todos los días salía con su hacha al hombro muy contento a trabajar. Cortaba y vendía leña para comer. Un día, después de su dura faena, decidió tomar agua y descansar. Al agacharse para alcanzar el agua, el hacha resbaló y cayó en el río.
Segundo grado • Unidad 1
El pobre leñador se lamentó y dijo: - Sin el hacha no puedo cortar leña, ¿cómo voy a ali- mentar a mi familia? De repente, del agua apareció un pez enorme con voz amable que le dijo: - ¿Por qué lloras?
Segundo grado • Unidad 1
El leñador le contó su historia. Al pez se le ablandó el corazón y se metió en el agua. Al rato apareció con un hacha de oro, pero el leñador no la aceptó porque no era la suya. El pez dejó el hacha sobre el pasto y se volvió a zambullir. Cuando nuevamente salió, le dijo: -¿Es ésta tu hacha? - ¡Nooo! ¡Esa hacha es de plata! - contestó el leñador.
Segundo grado • Unidad 1
El pez dejó nuevamente el hacha en la orilla del río y volvió a sumergirse. Al rato apareció con el hacha perdida en la mano. - ¡Esa es la mía!- dijo contento el leñador. - Esta es tuya, lo mismo que las dos anteriores - dijo el pez señalando las hachas.
Segundo grado • Unidad 1
El buen hombre, asombrado, le dijo: - ¿Quién eres tú? El pez le contestó que era el rey del río y que en recompensa por su honestidad y esfuerzo le rega- laba las demás hachas. El leñador volvió a su pueblo muy contento pensando en todo lo bueno que le lle- varía a su familia.
Segundo grado • Unidad 1
El león y el ratón Autor: Esopo Adaptación
Érase una vez un ratón que salió de su casa y se
encontró con un enorme león. El león tenía hambre y se lo quería comer. - ¡Por favor, león, no me comas! Puede que un día me necesites. El león le respondió: - ¿Cómo quieres que te necesite, con lo pequeño que eres? El león se apiadó al ver lo pequeño que era el ratón y lo soltó. Un día, el ratón escuchó unos rugidos terribles. Era el señor león. Cuando llegó al lugar, encontró al león atrapado en una enorme red blanca que habían puesto los hombres para cazarlo. Segundo grado • Unidad 1 - ¡Yo te salvaré! – dijo el ratón con voz amable. - ¿Tú? Eres demasiado pequeño para tanto esfuerzo. El ratón empezó a roer la cuerda de la red y el león quedó libre.
Segundo grado • Unidad 1
El león brincaba contento. Desde aquella noche, los dos fueron amigos para toda la vida.
CUENTOS DE HADAS PARA NIÑOS Una colección de fantásticos cuentos de hadas para niños.: Cuentos para dormir únicos, entretenidos y relajantes que transmiten muchos valores y hacen que la gente se entusiasme con la lectura