Você está na página 1de 19

EJERCICIOS DE CIUDADANÍA DESDE

LA ADOLESCENCIA Y JUVENTUD, EN EL MARCO DE


POLÍTICAS PÚBLICAS
Adriana Anacona Muñoz1

Resumen:
Esta ponencia se inscribe en el análisis de políticas públicas, a partir de la cual
se pretende reconocer las formas de participación ciudadana en la gestión públi-
ca, partiendo del interés de analizar las experiencias de participación de adoles-
centes y jóvenes en el caso de la Política Pública de Juventud del Valle del Cauca
(PPJV) y el Programa Proyecto Ciudadano (PPC) como experiencia de la Política
de Competencias Ciudadanas del Ministerio de Educación Nacional Colombiano.
Este escrito se encuentra asociado a los resultados de dos investigaciones: i)
la “Evaluación del Impacto Social Temprano Generado por el Programa Proyecto
Ciudadano en 46 Instituciones Educativas de 15 Municipios Colombianos”, aus-
piciado por Smurfit Cartón de Colombia entre el año 2003 y 2006 y desarrollado
por múltiples organizaciones a nivel nacional; ii) la “Evaluación de Funciona-
miento, Resultados y Efectos del Proyecto Jóvenes Construyendo Ciudadanía”
904

desarrollado por la Gobernación del Valle del Cauca, Corpovalle y AECID durante
los años 2006 a 2010 como parte de la implementación de la Política Publica de
Juventud del Valle del Cauca. La primera investigación contó con la autorización
de Smurfit Cartón de Colombia para optar al titulo de la maestría en políticas
públicas y la segunda hace parte del trabajo que promueven el grupo de inves-
tigación Gestión para el Riego Global, en la línea de diseño y evaluación de po-
líticas públicas.

Palabras Claves: Ciudadanía, Evaluación de Políticas Públicas, Perspectiva


de Derechos, Competencias Ciudadanas.

Introducción:
Promover el interés de adolescentes y jóvenes por los asuntos públicos a par-
tir del reconocimiento individual y colectivo como Sujetos de desarrollo, conlleva
a la apertura de espacios incluyentes desde diferentes ámbitos, entre ellos la
escuela, la familia y comunidad; reconociendo esta necesidad, el Ministerio de
Educación Nacional impulsa la política pública denominada Competencias Ciu-
dadanas, la cual pretende favorecer el desarrollo de estrategias pedagógicas
enfocadas a la Construcción de Ciudadanía; del mismo modo en el Valle del
Cauca a partir del proceso de formulación e implementación de la Política Pu-
1 Socióloga. Mg. Políticas Públicas. Integrante Grupo Investigación Gestión para el Riesgo Global. Docente, Universidad Santiago de
Cali. adrianacona@sense.org.co / adrianacona@gmail.com
blica de Juventud y con este el desarrollo del proyecto “Jóvenes Construyendo
Ciudadanía”2 se intenta promover ejercicios de convivencia, paz, participación
y emprendimiento de juventud, panorama que permite preguntarse acerca del
tipo de relación que se establecen entre los diferentes actores: adultos, adoles-
cencia, juventud; relación entre “lo publico y lo privado”.
De este modo, este escrito pretende dar cuenta de las formas de participación
ciudadana en la gestión pública, partiendo del interés de analizar las experien-
cias de participación de adolescentes y jóvenes en el caso de la Política Pública
de Juventud del Valle del Cauca (PPJV) y el Programa Proyecto Ciudadano (PPC)
como experiencia de la Política de Competencias Ciudadanas del Ministerio de
Educación Nacional Colombiano. Para ello, en un primer momento se presenta el
contexto del problema, seguido trae algunos referentes teóricos que orientan el
análisis, en un tercer momento se expone la ruta metodológica, para finalmente
presentar algunos resultados y conclusiones.

Contexto del Problema


En el contexto de democratización del Estado, centrada en el ciudadano e in-
terés general, se presume que éste debe desempeñar un papel más protagónico
en la provisión y estrategias de desarrollo; rompiendo con el esquema de Estado
subsidiario, es decir la democratización del Estado, exige -entre otros aspec-
tos- que los Estados deban “ser capaces de participar con responsabilidad en el

905
concierto internacional para proveer bienes públicos globales como la estabilidad
financiera, el control de las pandemias y la seguridad climática” (CEPAL, 2010).
En la actualidad se reclama permanentemente un rol del Estado bajo el es-
quema de gobierno “abajo hacia arriba”, al tiempo que se cuestiona no lo logros
sino el enfoque de la Nueva Gerencia Pública, en la medida que permite mayor
eficiencia administrativa y financiera de los Estados, pero en menor proporción
la suficiencia de relación ética, social y política entre éstos y la sociedad, por
consiguiente hay quienes consideran (Aguilar, L. 1993a, 1993b, 2008) que este
enfoque debe ser complementado por el de Gobernanza, en el cual se destaca
las relaciones en red entre actores estratégicos públicos, privados, sociedad civil
y el tercer sector, quienes articulados en distintos niveles intentan brindar sa-
tisfacción a intereses generales y dar mayor posibilidad de gobernabilidad a la
sociedad.
El panorama se vuelve aún más complejo cuando sumado a los valores, ex-
pectativas y demandas de los Estados, en los ejercicios de gobernanza para la
gestión pública se le brinda mayor peso al enfoque de derechos, como es el caso
del proceso de diseño e implementación de la Política Pública de Juventud del

2 El nombre completo del proyecto es Fortalecimiento de los Procesos de Participación Social y Convivencia Pacífica de la Juventud
Vallecaucana, reconocido como “Jóvenes Construyendo Ciudadanía”, desarrollado durante tres fases (2007-2010) por Corpovalle, la
Gobernación del Valle del Cauca y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, AECID.
Valle del Cauca3 (PPJV en adelante-) a partir del Proyecto “Jóvenes Construyen-
do Ciudadanía (JCC en adelante) y la intervención realizada con el programa
denominado “Proyecto Ciudadano” (PC en adelante) que durante el año 2003 a
2006 se realizó en 46 instituciones educativas en 15 municipios colombianos, en
donde se pone de manifiesto que el papel del Estado es el de garantizar la exis-
tencia de una serie de oportunidades y servicios que favorezcan el desarrollo y
bienestar de la población joven del departamento, en la medida que se considera
que las políticas públicas deben ser “un conjunto de prácticas, decisiones y pro-
cesos político-administrativos e instituciones que transforman, reforman y dan
vida al discurso con el fin de materializarlo en realidades concretas tanto para
los individuos como para las colectividades” (Roth, A.N, 2006)
La existencia de garantías e implementación en ambos procesos en un esque-
ma aparentemente de gobernanza, giró en torno a la relación entre adolescen-
tes, jóvenes, organizaciones juveniles, organizaciones del tercer sector, entes
territoriales, en el primer caso PPJV: la Gobernación del Valle, Corpovalle y AE-
CID, y en el segundo caso: alcaldías y sus dependencias.
Con deficiencias en la aplicación del enfoque, pero con indicios de lo que con
esta política sucede, la evaluación de carácter comprensivo de la PPJV realizada
durante el 2009 y 2010 (Anacona, et al, 2010) y la evaluación de impacto reali-
zada al PC durante el 2006; permitieron identificar que las significaciones de ser
joven, ser ciudadano o ciudadana, ser un sujeto político, representar y vivenciar
906

la democracia, la convivencia y reconocer los derechos económicos, políticos y


civiles de los jóvenes sin distinción de género ni grupo étnico, inciden en la for-
ma cómo se representa y configura la ciudadanía desde los/las adolescentes y
jóvenes en los procesos de diseño e implementación de políticas públicas
Situación que obliga a indagar acerca de lo que históricamente para el país
y el mundo significa ser joven, y cómo se representa y significa la participación
de los jóvenes en las políticas públicas, en un contexto contradictorio como el
colombiano, que no escapa a las lógicas burocráticas de modos de gobernar,
intereses, discursos y prácticas políticas; dificultades directas por lucha de inte-
reses, rivalidades políticas y generación de alianzas o acuerdos del mismo tipo,
en un sistema de poder, es decir la PPJV y el PC aparecen con un enfoque y
discurso de derechos de unos sujetos sociales que históricamente se les ha res-
tringido las formas de participación ciudadana en contraste con unas acciones y
prácticas de gobernanza en su diseño e implementación las cuales han facilitado
que actores juveniles hagan parte de la gestión pública departamental, munici-
pal y en algunos casos nacional.

3 Se encontraron evidencias que varios de los/las jóvenes que participaron del programa Proyecto Ciudadano auspiciado por Smurfit
Cartón de Colombia entre el año 2003 y 2006 y desarrollado por múltiples organizaciones a nivel nacional, también participan y son
actores visibles de la Política Publica de Juventud del Valle del Cauca.
Referentes Teóricos
Estado y Democracia
Boanaventura De Souza (1998) en el texto “Lo social y lo político en la pos-
modernidad”, identifica y cuestiona la relación entre Estado y los individuos,
trazando una redefinición de la relación entre lo político y lo social, a través
de un recuento histórico sobre la manera como se aborda la relación entre los
individuos sociales y el Estado. Por su parte, Taylor (2001), en el texto El multi-
culturalismo y la “política del reconocimiento”, permite abordar la discusión del
reconocimiento de los adolescentes y jóvenes como sujetos de derechos, en la
medida que es el reconocimiento el que permite la formación de la identidad, y
con ello, el ejercicio de ciudadanía. Taylor manifiesta que la identidad se define a
través de proceso dialógicos, por tanto la identidad es construida mediante una
comunicación permanente que se define como “otros significantes”; esos otros
significantes son: la familia, los pares, el colegio, la universidad, el entorno so-
cial– como es el caso de esta investigación-, en la media que permiten estructu-
rar el modo de pensar y vivir “el mundo”.
La noción de reconocimiento legitima los proceso de socialización de los indi-
viduos, “la identidad depende, en forma crucial, de mis relaciones dialógicas con
los demás” (Taylor, 2001)
Taylor argumenta que en la modernidad el concepto de identidad hace surgir

907
la política de la diferencia, distanciándose de la Política de la dignidad igualitaria,
en la que todos están en un mismo nivel de derechos, una misma “canasta”. La
política de la diferencia, solicita que la identidad única de los individuos o de los
grupos sea reconocida como un hecho distintivo de todos los demás. Para el
caso del reconocimiento de la adolescencia y la juventud permite reevaluar la
identidad de ser adolescente y ser joven, reconociendo la diferencia, y en ese
sentido, valorar las capacidades y potencialidades de los seres humanos. Aun-
que es un tema reciente para la humanidad, no hace más de 50 años que las
mujeres son tenidas en cuenta, ahora con respecto a los adolescentes y jóvenes
es una discusión actual.
Al hacer un recorrido por la diferencia entre la política igualitaria y la política
de la diferencia, Taylor logra concluir que no se trata de referirse al reconoci-
miento del valor igualitario de los individuos, sino que se “trata4 de saber si la
supervivencia cultural será reconocida como meta legítima, si los objetivos co-
lectivos se tolerarán como consideraciones legítimas en la revisión judicial o para
otros propósitos de la política social”. Agrega además que, “la exigencia radica
en permitir que las culturas se defiendan a sí mismas dentro de unos límites ra-
zonables… que todos reconozcamos el igual valor de la diferentes culturas, que
no sólo las dejamos sobrevivir, sino que reconozcamos su valor”.
Aunque el autor cuestiona las exigencias o demandas que se plantean en

4 Taylor utiliza los verbos en tiempo pasado, pero para darle sentido a la conclusión se utilizan los verbos en tiempo presente.
su argumentación, logra ser importante para la discusión: i) la manera como
se concibe el reconocimiento, ii) el valor a la diferencia, iii) la participación de
“otros significantes” como imágenes susceptibles de estudio, iv) el valor que se
brinda la igualdad y más aún al multiculturalismo, v) los niveles de afectación
que tiene este reconocimiento en la educación – multicultural.
Por otra parte, Norberto Bobbio (1994) en texto El futuro de la democracia,
manifiesta que la única forma de referirse a la democracia es en “cuanto contra-
puesta a todas la formas de gobiernos autocráticos, es considerarla caracteriza-
da por un conjunto de reglas que establece quién está autorizado para tomar
decisiones colectivas y bajo qué procedimientos” (Bobbio, 1994).
En este texto se evidencian los problemas de la implementación de la demo-
cracia, es decir, se encarga de los problemas internos de la democracia, que
permite: i) justificar algunos hechos históricos de los estados, y ii) cuestionar la
realidad local Colombia y la esperanza en gestar realmente un Estado democrá-
tico.
Aborda de este modo, las seis falsas promesas y los tres obstáculos principa-
les en la realización de la democracia, advirtiendo que en Bobbio el Estado Libe-
ral es el supuesto histórico y jurídico del Estado democrático. Sin embargo, son
interdependientes en dos formas: i) “en la línea que va del liberalismo a la de-
mocracia, en el sentido de que son necesarias ciertas libertades para el correcto
ejercicio del poder democrático, ii) en la línea opuesta, la que va de la demo-
908

cracia al liberalismo, en el sentido de que es indispensable el poder democrático


para garantizar la existencia y la persistencia de las libertades fundamentales”
(Bobbio, 1994).
Este autor entra a cuestionar la palabra “transformación”, refiriéndose a apli-
cación democrática; manifestando que: “desde la izquierda la democracia se ha
transformado en un régimen semi-anárquico, y desde la derecha la democracia
parlamentaria se esta transformado en régimen autocrático.
Otro autor que aborda el concepto de democracia es John Rawls (1994), en el
texto Liberalismo Político, propone combinar la noción de libertad y de igualdad,
es decir, que la libertad debe estar asociada a la igualdad, en donde esta última
contenga dos aspectos fundamentales: “la igualdad de oportunidades y la nece-
sidad para la libertad de conducir a la reducción de las desigualdades”.
Así inicia la discusión sobre justicia y sobre la función de la estructura básica,
que puede ser o las instituciones o una sociedad contenida en sí misma. Esto es,
sin tener relaciones con otras.
Para Rawls la concepción política de la justicia difiere de las doctrinas mora-
les, y es precisamente la crítica que le hacen otros autores como Alain Touraine,
pues no brinda un lugar importante a la concepción de valores y moral de los
individuos, que en uno o en otro nivel logran influir fuertemente en la conducta
como actores sociales. No obstante, es al final de la lectura cuando encontra-
mos la “reflexión” –argumentos- sobre la forma como existe complementariedad
entre nuestros juicios y nuestra vida práctica, sólo a partir de su articulación es
que podemos comprender la dimensión de la política de la justicia sustentada en
la libertad y la igualdad.
Pedro Santana (1995) en el texto La democracia de los modernos. Conside-
raciones sobre democracia, Estado y Mercado. En “Las Incertidumbres de la
Democracia”, hace un recorrido histórico y filosófico de la democracia, partiendo
de los orígenes, hasta llegar al caso colombiano; y en este último en particular,
más que describir, realiza una reflexión crítica acerca del problema de la legiti-
mación del gobierno y el problema de la corrupción y clientelismo político que ha
marcado la historia de nuestro país. El texto recoge los principales argumentos
de quienes han analizado y conceptualizado la relación entre sociedad, Estado y
democracia, pese a esto, se detiene en detalle a explicar las falsas promesas de
la democracia descritas antes desde Norberto Bobbio.

Ser ciudadano o ciudadanía


La ciudadanía es un concepto jurídico esencialmente “convencional”, es decir
“no hay una definición verdadera y una falsa, sino, cuando más solo una defi-
nición más o menos oportuna producto del “acuerdo” sobre el concepto en un
momento determinado”. (Gordon, y Fraser, 2008). Las definiciones varían según
el autor, su corriente teórica y campo de conocimiento. Ante tanta multiplicidad,
en esta investigación se abordaron las definiciones y autores que se considera-

909
ron de mayor relevancia para permitir considerar la ciudadanía como un proceso
de construcción social y cultural que varía según los contextos en los que los
adolescentes y jóvenes interactúan cotidianamente (Anacona, 2009).
La discusión de la noción de ciudadanía aparece con frecuencia en tres ámbi-
tos de discusión: i. En el ámbito de la justicia, en el cual se discuten los princi-
pios de derechos que permiten definir el estatus de ser ciudadano; ii el ámbito
de la tensión entre “la identidad moral que presupone el concepto de ciudadanía
y las demandas en favor de la protección de las diferencias nacionales y étnico-
culturales que plantea la “política del reconocimiento”; y ii. En el ámbito de la
participación política, en el sentido de que la virtud cívica requiere el compromiso
activo con los derechos y las obligaciones políticos de los ciudadanos. (Gordon, y
Fraser, 2008). En resumen la Tabla 1 presenta los conceptos que han orientado
esta investigación.
Tabla 1. DEFINICIONES DE CIUDADANÍA
CONCEPTO

Se encuentra asociado a un estatus que se


Ciudadanía
THOMAS MARSHALL otorga a los miembros de una comunidad, en
clásica
igual nivel de beneficios y obligaciones.
Forma a través de la cual las minorías y las
mayorías aseguran el acceso a los derechos
fundamentales, siendo una condición que
homogeniza y garantiza la diversidad.
Ciudadanía Es “diferenciada” en función del grupo
WILL KIMLYCKA
diferenciada sin perder sus principios fundamentales
de libertad e igualdad; permitiendo el
reconocimiento de los “derechos colectivos”,
los cuales implican heterogeneidad,
extensión y complejidad.

NANCY FRASER Y
ADELA CORTINA
LINDA GORDON

Se caracteriza por el
reconocimiento de la
capacidad personal que
tienen ciertos individuos La ciudadanía es primariamente una relación
para gobernarse política entre un individuo y una comunidad
Ciudadanía por sí mismos y política, en virtud de la cual el individuo es
política disponer de los bienes. miembro de pleno derecho de esa comunidad
Esta dimensión es y le debe lealtad permanente. (Heathert, en
excluyente, en tanto Cortina, A. 1990:39-40)
implica como requisito
910

tener determinada
edad.
Se caracteriza por
la “potestad que la
Condición de una persona por la cual
persona ejerce de
pertenece a una sociedad civil. Cortina
manifestar voluntad
expresa que el ser humano es ante todo un
Ciudadanía eficaz para tener
“miembro de una sociedad civil, parte de un
Civil atendidas sus
conjunto de asociaciones esenciales para su
necesidades básicas
socialización y para el cotidiano desarrollo de
siempre que ellas
su vida”.
fueran amenazadas o
violadas”.
“Se caracteriza
por dotar a todas Cortina toma como referencia el concepto
las personas de la de Thomas H. Marshall, destacando la
capacidad de demandar protección de los derechos civiles (libertades
la protección de sus individuales), políticos (participación política)
derechos y por lo tanto y sociales (trabajo, educación, salud, calidad
Ciudadanía
relacionarse con el de vida) de los ciudadanos. De esta manera,
social
Estado ya no como concluye que la ciudadanía es el hecho
cliente, sino como de saberse y sentirse ciudadano de una
ciudadano”. (Gordon, comunidad, lo cual motiva a los individuos a
L. Fraser, N. consulta trabajar por ella. (Cortina, A. 1998: 104-105,
en línea Noviembre 04 134,174)
2008)
Se entiende como la pertenencia de los
individuos a una comunidad a partir de
Ciudadanía
procesos de inscripción en un sistema de
legal
registro social, como el documento de
identidad. (Cortina, A.1998: 66 y ss.)
Se define como la participación activa y
responsable en las decisiones económicas de
la ciudad, que no se dirige exclusivamente
Ciudadanía
a la obtención de beneficios materiales sino
económica
como grupo humano que es; se propone
satisfacer necesidades humanas con calidad
y propiciar armonía y cooperación.

Capaz de tolerar, respetar o integrar las


diferentes culturas de una comunidad
Ciudadanía
política, de tal modo que no hayan culturas
intercultural
dominantes y donde se presente el diálogo
entre las diversas culturas.

Reconocimiento de circunstancias especiales


que están presentes en determinados grupos
diferenciados, porque, en ocasiones, aquellas
Ciudadanía circunstancias especiales impiden que los
fragmentada individuos pertenecientes a dichos grupos
o puedan ejercer sus derechos de forma igual a
diferenciada como la ejercen otros individuos, en los que
no confluyen las referidas especialidades. De
lo contrario, se seguiría generando un sutil
mecanismo de exclusión.

Fuente: Elaboración en Documento Lineamientos de PP Población en Contexto diversidad sexual


y género con registro de información de Anacona, A. 2009.

911
Análisis de la gestión publica y ciudadanía

Existen diferentes nociones de política pública (PP en adelante), para el caso


de esta investigación “la política pública se refiere a las decisiones que toma un
gobierno con el fin de responder de diferente manera a los problemas y de-
mandas de la sociedad” (Roth, 2002), entendiendo dos niveles de demanda: el
primero asociado a proceso explícitos de participación ciudadana y solicitud de
respuesta estatal en los diferentes momentos del Policy Cycle; el segundo aso-
ciado a la participación en la identificación de una problemática solo en algunos
momentos del Policy Cycle. Aunque ambos niveles tienen un significado distinto
de participación ciudadana, contienen el actor social como sujeto importante en
la definición de la respuesta estatal. (Anacona, 2009)
Anotando que una PP no termina con la definición o la aprobación de la mis-
ma, sino por el contrario en el Policy Cycle, y tal como lo refiere Wayne Parson
(2010) la implementación de una PP es “la continuación de la formulación de las
políticas públicas por otros medios.
Este autor, demuestra que es reciente el análisis que involucra la interacción
entre “los políticos, los administradores y los proveedores de servicios” y más
reciente la inclusión de otros actores como la sociedad civil, el sector público y
el tercer sector, pretendiendo ser “un tema olvidado por el análisis y la investi-
gación: un “eslabón perdido” en el proceso de políticas públicas” (Parson, 2010),
resulta pertinente reconocer que en el campo de la gestión pública y producto
de la democratización del Estado, es posible abordar el análisis de lo que ocurre
con la implementación de las PP en la medida que son “un mecanismo social
que los gobiernos incorporan en su proceso de toma de decisión, en la tanto que
demanda un flujo de decisión en torno a un problema que ha sido considerado
público y que ha ingresado en la agenda del Estado y debe ser enfrentado con
las competencias constitucionales y legales de los gobiernos ” (Muller, 2002), y
que por tanto, es de interés analizar la forma cómo a través de las instituciones
Estatales se generan o no espacios y proceso de toma de decisión conjunta con
la sociedad y otros actores y de qué manera estos procesos favorecen o no ejer-
cicios de ciudadanía.
Autores como Dror (1974) comprenden que la labor del analista de políticas,
incluyendo la fase de implementación de la política, esto parece consustancial al
hecho de que el analista no pueda desarrollar su función al margen del proceso
político propiamente dicho. Autores como Wildavsky (1979) consideran que el
“policy analysis” es un subcampo aplicado, cuyo contenido no puede determi-
narse a partir de una disciplina (científica), sino por todo aquello que parezca
apropiado a las circunstancias del momento y el tipo de problema a resolver. Por
tanto, un analista de políticas debe poseer un carácter creativo y artesanal en
el modo como aborda, analiza y favorece soluciones para el problema objeto de
estudio. Se trata entonces, de asumir los principios que enuncia Wrigt Mills en
912

“La Artesanía Intelectual”, aquellos que favorecen la aproximación entre medios


y fines en un ámbito complejo de relación de lo político, lo administrativo y ge-
rencial.
En el caso colombiano, las políticas públicas parten de un modelo de gerencia
denominado como “Nueva Gerencia Pública”, que promueve como principio la
descentralización del poder, criterios de transparencia, eficiencia y eficacia en
la aplicación de los recursos y presentación de los resultados. Este enfoque de
gestión por resultados, que aunque operativamente facilita el análisis de las po-
líticas en términos evaluativos, impone nuevos modelos de análisis y evaluación
de los resultados de las políticas y exige reconocer con mayor peso a los sujetos
que en ellas participan.
De este modo se pone en cuestión la tradición disciplinar de analizar las po-
líticas públicas desde el actor estatal tal como ocurría en los años 80 en Colom-
bia. Así, En el contexto de apertura económica, y la reducción del tamaño del
Estado y el impulso de estrategias de políticas públicas sociales, característica
de regulación, concertación y mediación de los conflictos sociales acontecida en
los años 90 (Otálvaro, 2007).
Así, el método de gobernabilidad denominado gobernanza facilita el análisis
en el diseño e implementación de políticas públicas (PP en adelante), debido
a que es en este que aparecen una serie de relaciones entre los ciudadanos y
el Estado a partir de una administración consensuada de aparentes relaciones
horizontales, generando redes de cooperación entre la administración pública
local, las organizaciones privadas y el tercer sector; relaciones de participación y
comunicación política, las cuales van a depender de los intereses, expectativas,
valores y creencias de los actores implicados en torno a resolver los conflictos y
interpretar las demandas establecidas en las PP. (Aguilar 1993a, 1993b).
Por su parte, el enfoque derechos aparece en este análisis en la medida que
implica que la administración pública se deba ejecutar de “abajo hacia arriba”,
al tiempo que reconoce las limitaciones en el ejercicio de la gestión pública,
pero promueve la responsabilidad del Estado, organizaciones y sociedad civil con
base en las obligaciones nacionales e internacionales establecidas en las metas
del milenio. Igualmente reconoce que aunque en el enfoque de desarrollo huma-
no existen diversas posturas políticas y filosóficas todas ellas consideran que se
debe otorgar poder a los sectores excluidos en la medida que sean reconocidos
como titulares de derechos que obligan al Estado.
Este enfoque reconoce a las personas como Sujetos con capacidad de deman-
dar democráticamente el reconocimiento no sólo en el contenido de las políticas,
sino en la participación del diseño, puesta en marcha, evaluación y seguimiento
de la política pública local; de este modo reconoce que ser titular de derechos y
titular de deberes no es una etiqueta o figura argumentativa, sino que es un rol
que como Sujetos, compromete y exige apropiación del sentido de desarrollo de
la localidad y nación a la cual pertenece, de este modo con el ejercicio de inves-

913
tigación aquí propuesto se intenta indagar a cerca de qué tan cierto llega a ser
este panorama.
Debido a que se cuestiona la pretensión de que cuando un ente territorial es-
tablece su desarrollo con enfoque de derechos humanos asume el reto de reco-
nocer las normas de derechos como resultados deseables y los principios como
condiciones de proceso, le apuesta a cambiar su realidad; es una apuesta que
implica poner en juego recursos de toda índole, no sólo voluntad, sino interés,
compromiso, gestión y articulación. Reconociendo la realidad política, social y
económica de Colombia, dar cuenta de este tipo de compromiso, implica ir más
allá del establecimiento de resultados de cobertura -tal como se define en la ac-
tualidad en buena parte de las políticas públicas nacionales-, es poder analizar
desde un esquema de análisis comprensivo e interpretativo las relaciones de
articulación y sinergias de Estado, sociedad, empresa privada, y organizaciones
del tercer sector como titulares de obligaciones y como titulares de derechos y
en este caso implica reconocer las diferentes dimensiones de lo qué es e implica
ser ciudadano.

Ruta Metodológica
Es importante mencionar que el campo del análisis de la gestión pública no es
ajeno a la discusión entre los dos grandes paradigmas básicos de la investiga-
ción en ciencias sociales. Autores como Patton promueven la aplicación de me-
todologías mixtas; este autor argumenta que la puesta en juego de métodos de
corte cuantitativo y cualitativo puede ser independiente del paradigma que re-
presentan. (Patton 1982 en Solarte, 2008). “Dada la complejidad de la realidad
es necesario triangular métodos de diferente corte, por cuanto estos conforman
descripciones generales de la realidad, más no prescriben como determinarla”
(Solarte, 2008). Por tanto, el uso de un método u otro va a depender del tipo de
problema que se desee abordar, no tanto del paradigma que lo funda.
En ambas evaluaciones se utilizó la triangulación de métodos como una forma
de acercarse a la realidad observada. Reconociendo la complejidad de los dos
procesos PC y JCC en el marco de la Política Pública de Juventud del Valle del
Cauca, es decir la producción y reproducción interpretativa de lógicas de acción
que involucran sujetos sociales (adolescentes, jóvenes y adultos) en un contexto
de lo publico en el marco de relaciones de intercambio, aparentemente, hori-
zontales entre actores que participan en el diseño e implementación de políticas
públicas, en donde cada actor puede atribuir a su acción y a la acción del otro
una significación distinta de su experiencia durante el proceso acerca de aquello
que lo hace participar. Metodológica y analíticamente se partió de considerar que
la realidad social es resultado de la reflexión y actuación práctica permanente de
los actores (Giddens, 1987), pues las acciones sociales deben ser estudiadas a
través de un esquema de referencia, es decir, teniendo en cuenta las reflexiones
914

que los sujetos realizan, sus propósitos y pensamientos en el momento de la


propia acción social.
Se consideró que el empleo del esquema de referencia permite al investigador
llevar a cabo un ejercicio de distinción de la diferencia (Pintos, 1997), es decir,
realizar un ejercicio de comparación de las diversas observaciones que los ac-
tores implicados hacen en su contexto cotidiano, para buscar lo latente en sus
narraciones y poder ir señalando y delimitando lo observado. De este modo se
pasa de lo que no se conoce a lo que se puede conocer en los actores que in-
terpretan su realidad y sus acciones, con el fin de develar las interpretaciones y
percepciones que los actores implicados producen de sus acciones y su existen-
cia social en ambos procesos.
Por esta razón, se propuso desarrollar una evaluación que combinó un conjun-
to de esquemas de distinción, a partir de la aplicación de técnicas cuantitativas
y cualitativas de investigación que permitieron recoger información respecto al
funcionamiento, resultados y efectos alcanzados. En el caso de PC durante los
tres años de ejecución (2003- 2006) del programa en 46 instituciones educa-
tivas en 15 municipios, periodo que contó con la participación de más de 2900
adolescentes de los grados noveno, decimo y once, 100 profesores, 8 ONG`s,
15 alcaldías y varias empresas privadas, en los departamentos de Atlántico,
Bolívar, Antioquía, Risaralda, Quindío, Valle del Cauca y Bogotá. En el caso del
JCC - PPJV, durante las tres fases de ejecución (2005 a 2010) conjunta entre la
Gobernación del Valle, Corpovalle y AECID, participaron más de 5000 jóvenes
de los 42 municipios del departamento, 44 organizaciones juveniles y diferentes
organizaciones del tercer sector.

El modelo de evaluación que en ambos procesos investigativos se acogió fue


la evaluación comprensiva, en la medida que se definió un amplio espectro de
acción que debía dar cuenta de los procesos desarrollados en el periodo de in-
tervención, el cual parte de reconocer lo planeado en contraste con los resulta-
dos según los ámbitos de intervención.

Este modelo de evaluación reconoce a los actores implicados como actores


esenciales de la evaluación, pues es hacia su nivel de satisfacción o no a la que
está orientada la revisión rigurosa del programa o proyecto. Para ello la evalua-
ción tuvo en cuenta como principio básico, la participación y el reconocimiento
de la presencia de las voces de los diferentes actores implicados, especialmente
los adolescentes y jóvenes como sujetos y objetos de la intervención desarro-
llada.

Resultados
• El programa Proyecto Ciudadano (PC) favoreció el reconocimiento de las
capacidades que los adolescentes y jóvenes tienen para exigir sus derechos

915
colectivos y asumir de acuerdo con su nivel de responsabilidad sus deberes
en la búsqueda de un bienestar comunitario. Igualmente se observó que a
pesar de las dificultades que genera el sistema de reconocimiento de dere-
chos de infancia, adolescencia y juventud y de la participación ciudadana
en Colombia, la posibilidad que tienen los adolescente de pertenecer a un
grupo, es precisamente lo que les facilita incorporarse a la comunidad po-
lítica “no sólo en calidad de individuos, sino como grupo, lo que hace que
sus derechos dependan, en parte, de su propia pertenencia al grupo”. (KI-
MLYCKA, 1996: 240)
• Es preciso, mencionar que el proceso desarrollado por el programa PC es
un ejemplo de la discusión entre el concepto clásico de ciudadanía (libe-
ralismo ortodoxo) y el modelo clásico de ciudadanía con un concepto de
ciudadanía más tolerante y respetuosa de las diferencias. Porque si bien,
se dan logros afortunados para los estudiantes participantes, es precisa-
mente su roll como estudiante y la situación de infancia la que hace que
profesores, rectores, cooperadores5 y auspiciadores cuestionen el tipo de
ciudadanía a la que le quieren apostar con esta propuesta. Sin embargo
este proceso no es consciente, por el contrario en cada región y en cada
Institución Educativa se manifestó la existencia de una concepción de ciu-
5 Durante el proceso de evaluación se denominó cooperantes a las organizaciones de tercer sector que apoyaban el desarrollo del PC
en cada región
dadanía que reconoce al otro como sujeto de derechos, fundamentado en
la multiculturalidad, esto no fue del todo cierto, dado que en varios casos
se evidenciaron concepciones de ciudadanía tradicional –ubicada sólo des-
de el campo jurídico- que generan situaciones de tensión entre adultos,
adolescentes y jóvenes, que para el desarrollo del programa se lograron
sortear, pero que para el caso de la sostenibilidad del mismo y proyección
de los participantes se convierte en una discusión que se tiene que dar am-
pliamente. En este caso se sugiere que la discusión de ser ciudadano este
en el marco de lo que refiere Charles Taylor: una ciudadanía que reconoce
que la identidad es una comprensión de quiénes somos, dimensión que nos
brinda reconocimiento social y público ante los demás.
• El programa PC dota a los participantes de “la capacidad de demandar pro-
tección de sus derechos y de relacionarse con el Estado como ciudadano no
como cliente (Ciudadanía Social), así mismo reconoce la capacidad perso-
nal de los estudiantes para relacionarse con su comunidad como miembro
pleno de derecho de esa comunidad, basado en el principio de lealtad per-
manente (ciudadanía política). De igual forma por las significaciones que
los participantes han atribuido a su experiencia en el programa se puede
referir otro tipo de ciudadanía, aquella que es capaz de “tolerar, respetar o
integrar las diferentes culturas de una comunidad política” y reconocer las
culturas y actores dominantes como posibilidad de diálogo de la diversidad
916

(Ciudadanía intercultural). De este mismo modo el programa PC contri-


buye a reconocer a los niños, niñas y adolescentes como pertenecientes
a un grupo “diferenciado” con posibilidades y capacidades de ejercer sus
“derechos de forma igual a como la ejercen otros individuos, en los que no
confluyen las especialidades” promoviendo la posibilidad de general meca-
nismos de inclusión (ciudadanía fragmentada).

• En el proyecto Jóvenes Construyendo Ciudadanía (JCC) – el cual le da de-


sarrollo a los lineamientos de la PPJV, se resaltó la percepción y valoración
que realizaron los jóvenes y otros actores, de su incidencia en espacios de
toma de decisión, convivencia pacifica y generación de emprendimiento. En
el proceso de evaluación se encontró que una de las instancias en las cua-
les los jóvenes demuestran su capacidad de incidencia es en los espacios
de definición y concreción de la PPJV, es en la formulación de los Planes de
Desarrollo y en los de la Política de Juventud de algunos municipios; en los
CMJ, a nivel departamental en el CDJ, la Constituyente Juvenil. En los mu-
nicipios algunos hicieron o hacen parte de los Concejos Municipales, la JAC,
la JAL6, organizaciones de apoyo y voluntariado comunitario en diferentes
temas: convivencia, arte, cultura, SSR, medio ambiente.
6 CMJ: Consejos Municipales de Juventud, CDJ: Consejo Departamental de Juventud, JAC: Junta de Acción Comunal, JAL: Junta de
Acción Local, SSR: programa de Salud Sexual y Reproductiva.
• La implementación de una política pública, es una de las fases de mayor
complejidad dentro del ciclo de la PP, dado que implica reconocer no sólo
las prescripciones de aquellos que han diseñado los lineamientos orienta-
dores de la misma, sino también lo que ocurre con la interpretación de los
mismos, la existencia y capacidad de recursos de quienes se comprometen
a implementarlos.
• Ambos proyectos generaron y fortalecieron competencias comunicativas,
afectivas, cognitivas y argumentativas, representadas en las capacidades
y habilidades de liderazgo, capacidad para la estructuración y argumenta-
ción de ideas, conocimientos entorno al reconocimiento como sujetos de
derechos, pensamiento critico y reflexivo sobre su papel como ciudadanos.
• En PC los adolescentes y jóvenes en todas las regiones reconocieron en
que el Estado no es el único que tiene la capacidad de intervenir en asun-
tos de conflicto comunitario, manifestando que “las políticas públicas, así
como las soluciones de los problemas, las tiene que diseñar la comunidad
al decir qué problemas tienen en general para que el Estado se encargue
de solucionarlas […]. El Estado es el que tiene que apoyar a la comunidad
para solucionar los problemas, lo que no pueda hacer” [Estudiantes Simón
Bolívar Líneas: 24-26/29-31].
• En JCC se encontraron dos apreciaciones, en cuanto al papel que cumplen
los jóvenes en sus municipios: i) Los funcionarios entrevistados, así como

917
el equipo de técnico de trabajo y los mismos jóvenes, tuvieron una alta
valoración acerca del papel que desempeñaron y desempeñan los jóvenes
en el departamento; destacaron el papel de algunos jóvenes; hicieron re-
ferencia a casos específicos de aquellos que por su papel en el proceso, hoy
hacen representación en instancias nacionales e internacionales, en temas
de juventud y derechos humanos; asimismo, valoran la capacidad de ges-
tión, la motivación y esfuerzo de los jóvenes. ii) Se cuestionó el papel y la
incidencia que los jóvenes tuvieron y tienen en sus municipios. Se formuló
como ejemplo recurrente que para el caso de Cali y Tulúa, los jóvenes que
se encontraban en el proceso no hayan influido directamente en formula-
ción de la política pública municipal de juventud.
• Al respecto, se hicieron varias reflexiones que coincidieron en que esta si-
tuación estuvo asociada a la manera como la institucionalidad pública mu-
nicipal respaldó y garantizó el proceso, y por otra parte, con los intereses
particulares de los jóvenes y sus organizaciones.
• En el proceso del Valle del Cauca existieron dos sentidos distintos de lo qué
implica la inserción al desarrollo económico, ambos referidos al empren-
dimiento y que pueden ser considerados como una forma de ciudadanía
económica y social: una relacionada con la tendencia de emprendimientos
productivos ligada a la generación de ingresos, que no fue ajena a los in-
tereses y expectativas de algunos de los/las jóvenes vinculados al proceso,
y otra referida a las expresiones y experiencias de creatividad, sentido y
cultura juvenil como promotoras de convivencia y constructoras de paz,
desarrolladas por los/las jóvenes, organizados/as o no. Dichas expresiones
y experiencias, pueden ser representadas y garantizadas a futuro como
emprendimientos productivos

Conclusiones
• En Colombia al igual que en algunos otros países “la transformación del
papel de los adolescentes y jóvenes ha sido un proceso histórico que les
ha permitido emerger legalmente como sujetos de derechos, pero que per-
manentemente se enfrenta a actitudes y prácticas que los reducen a ser
considerados como objetos o propiedad de los adultos y que les niegan su
capacidad de aportar en la sociedad”. Por tanto, “La noción de niñ@s y
adolescentes como sujetos sociales de derechos es lo que refleja, según J.
J. Pérez (1994) el reconocimiento del papel activo que éstos pueden tener
frente a su realidad y su capacidad para contribuir en el desarrollo propio,
el de su familia y su comunidad”. (Morfín y Corona, 2001)
• En este sentido, surgen diferentes propuestas de trabajo de investigación
y/o intervención alrededor del planeta que pretender contribuir a este tipo
de reconocimiento cultural, social, político y económico de ser adolescente
o de ser joven.
918

• Es importante advertir que los adolescentes y jóvenes en este análisis son


vistos como sujetos sociales que están en proceso de construcción de su
identidad ciudadana y política en virtud al dialogo en algunas ocasiones
tenso con los otros, es decir están en proceso de aprendizaje de los códi-
gos que facilitan la comunicación con su entorno y otros sistemas; espe-
cialmente con adultos que por la tradición de considerar a los adolescentes
y jóvenes como aquellos que “no saben o que hay que proteger en todo”,
desconocen la capacidad de estos para establecer diálogos intergeneracio-
nales que desde el reconocimiento de su roll pretende aportar a los proce-
sos de solución de problemáticas de sus contextos cercanos.
• Producto de la experiencia de estas evaluaciones y la trayectoria laboral
que en el tema se ha desarrollado durante más de siete años, se sugiere
de manera expresa que toda propuesta que se promueva en el marco del
enfoque de derechos y desarrollo y competencia ciudadanas, implique que
los adultos se cuestionen frente a sus valores y significaciones sobre lo qué
para ellos significa ser ciudadano, este primer nivel de reflexión crítica im-
plicaría no sólo abordar sus imaginarios sobre ciudadanía sino también la
manera como los adultos establecen relaciones con los niños, niñas, ado-
lescentes y jóvenes en el fomento de la cultura ciudadana.
• Queda como lección aprendida que los adolescentes y jóvenes con unas
herramientas y motivaciones en ciudadanía, van más allá de un proyecto
de intervención, algunos hacen parte de las Juntas de Acción Comunal,
Organizaciones Juveniles de barrio y comunas, voluntariados, programas
de otras organizaciones, Consejos Municipales de Juventud, para el caso
del Valle del Cauca muchos hicieron parte de ambos proyectos, y algunos
integran instancias a nivel nacional e internacional que trabajan por el re-
conocimiento de los jóvenes como sujetos de derechos.
• Las limitaciones de ambos procesos no son tanto de los adolescentes y jó-
venes como de la voluntad política de quienes están convocados a gobernar
(administración publica e instancias de gobierno). Ambos proyectos mere-
cen estimulo constante, para ello demostrar con ejemplo el ejercicio de la
ciudadanía es un deber de aquellos que se comprometan a implementarlo.
• En este sentido es reconocido por los expertos en la materia que la imple-
mentación de una política que promueva la ciudadanía desde la infancia,
adolescencia y juventud implica la reflexión y discusión de: i) la relación
que se establece entre adultos, niños, niñas, adolescentes y jóvenes ii) los
principios de democracia, participación y ciudadanía que se deseen fomen-
tar, iii) la revisión del ejercicio de ciudadanía de los adultos, iv) el imagi-
nario que se tiene de la infancia y la juventud, v) la presencia de múltiples
intereses en los contextos escolares y locales; vi) la intencionalidad real
para la generación o no de criterios y sentido de pertenencia que brindan

919
sentido al ejercicio de ciudadanía de estos actores.
• Por consiguiente implica reconocer que la implementación de este tipo de
políticas va más allá del cumplimiento de una norma, da cuenta de las rea-
lidades y anhelos culturales, sociales, políticos y económicos de quienes en
las regiones se permiten trabajar por modos de ser ciudadano en el país.
• Con pretensión, o no, ambos proyectos logran en diferentes nivel de signi-
ficación generar una líneas iníciales que permiten replantear las relaciones
entre Estado, infancia, adolescencia y juventud entre ese “mundo adulto
con el mundo de los otros”, a partir de la generación de espacios de re-
flexión colectiva en donde los actores se enfrentan a la necesidad de ana-
lizar en profundidad la realidad cotidiana y proponerse realizar acciones de
cambio de la misma.

Bibliografía
ABAD, Miguel
2002 “Las políticas de juventud desde la perspectiva de la relación entre
convivencia, ciudadanía y nueva condición juvenil”, en Última Década, N°
16, marzo de 2002, CIDPA, Viña del Mar.
AGUILAR, L.F.
1993a La hechura de las políticas. Miguel Ángel Porrúa, México.
1993b La implementación de las políticas. Miguel Ángel Porrúa, México.
2007 “Gobernanza y Gestión Pública”, Capítulo 1 Gobernanza. México: FCE.
Pág. 35-136.
ANACONA, Adriana, BEDOYA Liliana, et al.
2010 Evaluación del Proyecto Jóvenes Construyendo Ciudadanía. Gober-
nación del Valle, Corpovalle, AECID, Sense. Santiago de Cali: Editorial Uni-
versidad Santiago de Cali.
ANACONA, Adriana
2009 Evaluación del impacto social temprano generado por el programa
proyecto ciudadano en 46 instituciones educativas de 15 municipios colom-
bianos. Tesis de Maestría, Universidad del Valle.
BENEDICTO, Jorge y MORAN, María Luz
2002 La construcción de una ciudadanía activa entre los jóvenes. Instituto
de la Juventud, Madrid.
BOBBIO, Norberto
1994 El futuro de la democracia. Fondo de Cultura Económica. Primera
edición, Segunda reimpresión. Bogotá. Capítulo 1. pág. 13-31.
CUERVO, Jorge Iván
2007 Las políticas públicas: entre los modelos teóricos y la práctica guber-
920

namental (una revisión a los presupuestos teóricos de las políticas públicas


en función de sus aplicación a ala gestión pública colombiana” En Ensayo
sobre Políticas Públicas. Universidad Externado de Colombia. Bogotá. Pág.
65-95
DUARTH, Jean- Jacques y MONCKEBERG, Nicolás
2004 “Participación ciudadana y Política: dos miradas” en Foco Nº3, Expansiva.
DE SOUZA SANTOS, Boanaventura
1998 Lo social y lo político en la posmodernidad. Siglo del Hombre Editores –
Ediciones Uniandes- Universidad de los Andes. Bogotá. Capítulo 4, 5. Pág.
85-160.
DÍAZ Gómez, A.
2005 “Representaciones sociales juveniles sobre la democracia”, en Re-
flexión Política, N° 13, junio, año/vol. 7, Universidad Autónoma de Bucara-
manga, Bucaramanga, Colombia. Pág. 180-191.
FRASER, Nancy
1997 Iustitia Interrupta. Título original: Justice interruptus: critical reflections
on the “postsocialist” condition. 1997 Traducido por Magdalena Holguín,
Isabel Cristina Jaramillo, Isabel Cristina Jaramillo Vélez. Siglo del Hombre
Editores, Consulta en Línea: http://books.google.com.co/books?id=C4E8so
qB3UcC&printsec=frontcover. Fecha Consulta: septiembre 20 de 2008
Gobernación del Valle del Cauca & Centro para el Desarrollo y Evaluación de
Políticas y Tecnología en Salud Pública, CEDETES.
2006 Fortalecimiento de los procesos de la participación social y convi-
vencia pacífica de la juventud vallecaucana, Fase I (Formulación de proyec-
to). Santiago de Cali: Gobernación del Valle del Cauca.
GORDON, Linda y FRASER, Nancy
1992 Tipos de Ciudanía. Isegoría, - isegoria.revistas.csic.es Consulta en Línea:
http://66.102.1.104/scholar?hl=es&lr=&q=cache:mbdpuzBZq4AJ:historico.
asambleaconstituyente.gov.ec/blogs/mesa_9/files/2008/02/ciudadania-
universal.pdf+linda+gordon%2Bla+ciudadan%C3%ADa.
Fecha: noviembre 04 de 2008

GUENDEL, Ludwig
2000 La política pública y la ciudadanía desde el enfoque de los derechos
humanos: La búsqueda de una nueva utopía. Política social: vínculo entre
Estado y sociedad. Editor científico: Sergio Reuben Soto. Editorial Universi-
dad de Costa Rica.
HERRERA, Martha, Infante, A Raúl, et al.
2005 “La Construcción De Cultura Política en Colombia”. Capitulo 1. Pers-
pectivas analíticas en torno a las relaciones entre cultura política y educa-

921
ción. Universidad Pedagógica Nacional. Bogotá. Pág. 15- 51
MORFIN Stoopen, M; CORONA Caraveo, Yolanda
2001 “Participación infantil y juvenil”. Colectivo Mexicano de Apoyo a
la Niñez (COMEXANI). Edición y publicación: UMA XOCHIMILCO UNICEF-
COMEXANI. México 2001. Monografía. Disponible en línea: http://www.
uam.mx/cdi/partinfantil/cap1.pdf. abril de 2004
PARSONS, Wayne
2007 Políticas Públicas “Una introducción a la teoría y la práctica del análi-
sis de las políticas públicas”. Capítulo 4. Análisis de la implementación y los
resultados. Traducción de Atenea Acevedo. México: FLACSO, Sede Acadé-
mica de México. Pág. 481 a 629.
RAWALS, John
1996 Liberalismo Político. Fondo de Cultura Económica. Primera edición. Primera
reimpresión. Bogotá. Conferencia. Pp. 29-65
ROTH D, André-Nöel
2009 “Análisis y evaluación de políticas públicas” Debates y experiencias
en Colombia. Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales. Universidad
Nacional. Bogotá.
2006 Discurso Sin Compromiso. Ediciones Aurora. Bogotá D.C., Colombia.
2002 “Políticas públicas. Formulación, interpretación y evaluación”. Edicio-
nes Aurora, Bogotá, Septiembre.
SANTANA, Pedro
1995 La democracia de los modernos. Consideraciones sobre democracia,
Estado y Mercado. En “Las Incertidumbres de la Democracia”. (Compila-
dor). Ediciones Foro Nacional por Colombia. Bogotá. Pp. 414-471.
SOLARTE, Pazos L.
2004 Las evaluaciones de las políticas públicas en el Estado Liberal. Pro-
grama Editorial de la Universidad del Valle. Santiago de Cali, octubre.
SUBIRATS, Joan
2001 “Los nuevos mecanismos participativos y democracia: promesas y
amenazas” en Joan Font Ciudadanos y decisiones públicas, Barcelona: Ariel.
2001. Pág. 33-42
TAYLOR, Charles
2001 (1993) El multiculturalismo y la “política del reconocimiento”. Fondo de
cultura económica. México. Pp. 43 - 109.
VELÁSQUEZ Fabio y GONZÁLEZ, Esperanza
2004 “Qué ha pasado con la participación ciudadana en Colombia”. Fun-
dación Corona, Fundación Social, Fundación Foro Nacional Por Colombia,
Corporación Región, Corporación Transparencia Por Colombia, Corporación
922

Viva La Ciudadanía, Banco Mundial, Cider - Universidad De Los Andes, Con


El Apoyo De La Inter American Foundation, Iaf. Editado Fundación Corona.
Bogotá D.C.

Você também pode gostar