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UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA

FACULTAD DE ODONTOLOGÍA

POSTGRADO DE CIRUGÍA BUCAL

PROTOCOLO DE MANEJO DE PACIENTES CON ENFERMEDAD

TIROIDEA EN EL POSTGRADO DE CIRUGÍA BUCAL DE LA

UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA

Autor: Ursula Yendi Martín Falovo

Tutor: Dr. Raúl García Arocha

Caracas, junio del 2007


UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA

FACULTAD DE ODONTOLOGÍA

POSTGRADO DE CIRUGÍA BUCAL

PROTOCOLO DE MANEJO DE PACIENTES CON ENFERMEDAD

TIROIDEA EN EL POSTGRADO DE CIRUGÍA

BUCAL DE LA UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA

Trabajo especial presentado ante la ilustre

Universidad Central de Venezuela por el

Odontólogo Ursula Yendi Martín Falovo

Para optar al Título de Especialista en

Cirugía Bucal

Caracas, junio del 2007


LISTA DE CONTENIDOS Páginas

Dedicatoria iv

Agradecimientos v

Lista de contenidos vi

Lista de Tablas viii

Lista de Gráficos ix

Resumen x

I Introducción 1

II Objetivos 2

III Revisión de la literatura 3

1. Fisiología de la Glándula Tiroides. Generalidades 3

1.1 Síntesis y Secreción Hormonal Tiroidea. 5

1.2 Transporte Y Metabolismo Hormonal 9


1.3 Regulación de la Función Tiroidea 11

1.4 Acción de las Hormonas Tiroideas 13

1.5 Valores de Laboratorio (rangos normales) 14

2. Fisiopatología de la Glándula Tiroide 15

2.1 Bocio Difuso no Tóxico (Simple) 18

2.2 Hipotiroidismo 22

2.2.1 Hipotiroidismo Congénito 24

2.2.2 Hipotiroidismo Adquirido y Mixedema 26

2.2.3 Hipotiroidismo Autoinmunitario

(Tiroiditis de Hashimoto) 31

2.2.4. Diagnóstico del Hipotiroidismo 33

2.2.5. Tratamiento del Hipotiroidismo 34

2.3 HIPERTIROIDISMO 36

2.3.1. Enfermedad de Graves 40


2.3.2. Tormenta Tiroidea 44

3. Pruebas de la función tiroidea

(Hallazgos de laboratorio) 48

4- Aplicaciones terapéuticas de las hormonas

tiroideas 51

4.1- Hormonas tiroideas para restitución de la

función tiroidea 51

4.2- Fármacos Antitiroideos 54

5- Características clínicas bucales y manejo

del paciente con alteraciones de la Glándula

Tiroides en el área de Cirugía Bucal 56

5.1 - Características clínicas y manejo de pacientes

con Hipotiroidismo en el área de Cirugía Bucal 57

5.2- Características clínicas y manejo de pacientes

con Hipertiroidismo en el área de Cirugía Bucal 63


6- Protocolo de manejo en pacientes con hipotiroidismo

e hipertiroidismo en cirugía bucal 68

6.1- Pacientes con hipotiroidismo diagnosticado y bajo

tratamiento médico adecuado protocolo preoperatorio 69

6.2- Pacientes con hipotiroidismo no diagnosticado o

bajo tratamiento médico inadecuado 70

6.3- Protocolo para coma mixedematoso 71

6.4- Pacientes con hipertiroidismo diagnosticado y

bajo tratamiento médico adecuado 72

6.5- Pacientes con hipertiroidismo no diagnosticado

o bajo tratamiento médico inadecuado 73

6.6- Protocolo para tormenta tiroidea 74

IV Conclusiones 75

V Referencias Bibliográficas. 77
LISTA DE TABLAS Páginas

Tabla N° 1. Valores de Laboratorio. Fuente: Manual de

Medicina, Harrison, 16 edición. 2005 14

Tabla N° 2. Causas del Hipotiroidismo, Manual de Medicina,

Harrison 16 edición. 2005. 23

Tabla N° 3. Causas del Hipertiroidismo. Manual de Medicina,

Harrison 16 edición.2005. 36

Tabla N° 4 Resumen de las características clínicas presentes

en la enfermedad tiroidea 47

Tabla N° 5 Enfermedades relacionadas con Tiroiditis

de Hashimoto y exámenes complementarios.

Medicina en Odontología.

Manejo dental de pacientes con enfermedad

sistémicas. Segunda edición 2002 61

Tabla N°6 Resumen de las manifestaciones clínicas bucales

en la enfermedad tiroidea. 67
LISTA DE GRÁFICOS Páginas

Figura N° 1 Localización anatómica de la Glándula Tiroides. 3

http://www.cepvi.com/medicina/imagen/tiroides.jpg

Figura N° 2 Características clínicas de pacientes hipotiroideos 57

http://www.db.doyma.es

http://www.medspain.com
RESUMEN

Las hormonas tiroideas afectan los procesos metabólicos de casi todas

las células del organismo, siendo estas necesarias para crecimiento y

desarrollo físico y mental en recién nacidos y en la infancia.

Las alteraciones en la función tiroidea pueden manifestarse por dos vías,

el Hipotiroidismo congénito o adquirido y el Hipertiroidismo.

El hipotiroidismo congénito es consecuencia de ausencia de la glándula

tiroides o biosíntesis deficientes de hormonas tiroideas, provocando retardo

mental y deterioro del crecimiento físico, salvo que se instale un tratamiento

adecuado de sustitución hormonal en los primeros meses de vida.

El hipotiroidismo adquirido determina un descenso del índice

metabólico, influyendo sobre diversas funciones del organismo, a nivel

cardiovascular, gastrointestinal, muscular y otros.

El hipotiroidismo en ocasiones se acompaña por la acumulación de

mucopolisacáridos en el tejido conectivo del cuerpo, lo que recibe el nombre de

mixedema.
El coma mixedematoso es la expresión fatal del hipotiroidismo en un

estadío terminal.

El hipertiroidismo por lo contrario, induce un aumento en el indice

metabólico y alteraciones de las funciones corporales similares, a los estímulos

exagerados producidos por el sistema nervioso simpático.

Resulta de gran importancia para el cirujano bucal, el conocimiento de

las alteraciones sistémicas y bucales de los pacientes, producto de una

disfunción en la activada de la glándula tiroides, y el conocimiento necesario

para identificar los signos y síntomas presentes en un paciente, que se

relacionen con alteraciones tiroideas no diagnósticada.

En este trabajo se identifican las diversas etiologías de las alteraciones

tiroideas, características clínicas y sistémicas comunes presentes en el

hipotiroidismo e hipertiroidismo, diagnóstico, manejo y tratamiento de

emergencias en el área de cirugía bucal con pacientes comprometidos.


I INTRODUCCIÓN

Las alteraciones en la Glándula Tiroides afectan los principales órganos

del cuerpo, debido al control que posee esta sobre el metabolismo y la síntesis

de proteínas en casi todos los tejidos del organismo.

El hipotiroidismo y el hipertiroidismo son las dos alteraciones más

comunes de la glándula tiroides, y puede afectar a la población desde el

comienzo de la vida intrauterina hasta la vejez.

La relación de estas alteraciones con la presencia de otras

manifestaciones sistémicas como disfunción cardiaca, respiratoria, desarrollo

corporal y mental deficiente, obesidad o anorexia, pueden ser comunes e

indicativas de una alteración en la función de la glándula tiroides de estos

pacientes.

El cirujano bucal, debe adquirir los conocimientos necesarios para el

manejo de pacientes con alteraciones tiroideas, conducta ante las emergencias

que puedan ser desencadenadas bajo un tratamiento quirúrgico e identificar los

signos y síntomas presentes en pacientes no diagnosticados con disfunción de

la glándula tiroides.
OBJETIVO GENERAL

Adquirir los conocimientos necesarios para el diagnóstico y manejo de


pacientes con enfermedad tiroidea, durante procedimientos quirúrgicos en el
área de Cirugía Bucomaxilofacial, así como los cuidados postoperatorios
necesarios.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

Conocer los factores etiológicos de las alteraciones tiroideas.

Diagnosticar los diferentes problemas tiroideos, en base a sus


características clínicas, y exámenes de laboratorio.

Obtener conocimientos de la interacción de suplementos hormonales


tiroideos con medicamentos mas utilizados en el área de cirugía bucal.

Establecer las complicaciones que pueden ocurrir, durante


procedimientos en cirugía Bucomaxilofacial.

Determinar las características faciales, dentales, radiográficas en


pacientes con enfermedad tiroidea.
III REVISIÓN DE LA LITERATURA

1. Fisiología de la Glándula Tiroides. Generalidades

La glándula tiroides es un órgano situado anterior a la tráquea, entre el

cartílago cricoides y la escotadura yugular del esternón. Consta de dos lóbulos

simétricos adosados a los lados de la tráquea y la laringe que están unidos

entre sí por un istmo de 2 centímetros de diámetro (el cual se ubica anterior al

cartílago laríngeo), lo cual le confiere un aspecto en forma de escudo. El istmo

varía mucho en tamaño y localización, lo cual hace difícil su palpación en

algunos pacientes. 1, 6, 7, 9, 16

La glándula constituye una de las estructuras endocrinas de mayor

tamaño y pesa entre 10 y 20 gramos, y de consistencia blanda. .1, 6, 7, 9

Figura N° 1 Localización anatómica de la Glándula Tiroides.

http://www.cepvi.com/medicina/imagen/tiroides.jpg
Su desarrollo embrionario es a partir de una evaginación del epitelio

faríngeo y de algunos grupos celulares de las bolsas faríngeas laterales

durante la tercera semana de desarrollo fetal; esta posteriormente migra

caudalmente hasta su posición final El descenso del esbozo tiroideo en la

línea media da lugar al conducto tirogloso, el cual se extiende desde el

agujero ciego cerca de la base de la lengua hasta el istmo del tiroides. En

ocasiones, pueden encontrarse restos de tejido a lo largo de este trayecto, lo

que se conoce con el nombre “tiroides lingual”, quistes o nódulos tiroglosos,

o una estructura contigua al istmo tiroideo denominada Lóbulo Piramidal . En

general, esta estructura no es fácil de diferenciar, solo en las ocasiones

donde la glándula aumenta de tamaño. 2, 7, 9 ,12,16

En condiciones normales la síntesis de hormonas tiroideas comienza a

partir de la semana 11 de gestación. 9

La Glándula Tiroides se compone por numerosas estructuras diminutas

llamados folículos esféricos, los cuales están revestidos por un epitelio

cuboidal bajo o columnar y ocupados por una sustancia secretora denominada

coloide, la cual está formada por un complejo glucoproteína-yodo llamado

Tiroglobulina, (molécula glucoproteica de gran tamaño y contiene 140

residuos del aminoácido tirosina). Los folículos son considerados como las

unidades funcionales de la glándula tiroides. 3,9

En respuesta a la hormona estimuladora del tiroides (TSH) liberado en

la Hipófisis anterior, las células epiteliales foliculares de la tiroides pinocitan


coloide y por último convierten la Tiroglobulina en Tiroxina (T4) y menores

cantidades de Triyodotironina (T3). 3

Los derivados de la cresta neural del cuerpo último branquial dan origen

a las células medulares del tiroides. Estas células son las productoras de

calcitonina (hormona hipocalcemiante) y se encuentran distribuidas a nivel de

toda la glándula tiroides, aunque su mayor concentración es a nivel del tercio

superior y los dos tercios inferiores. Esta hormona promueve la absorción de

calcio por el sistema esquelético e inhibe la reabsorción de hueso por

osteoclastos. 2, 3, 6,16

1.1 Síntesis y Secreción Hormonal Tiroidea.

La síntesis de hormona tiroidea depende de la captación de yodo,

componente de T4 y T3, por el tiroides en cantidad adecuada; del metabolismo

normal del yodo en el interior de la glándula, y de la síntesis paralela de la

proteína receptora del yodo, la Tiroglobulina.

La estructura de la Tiroglobulina fomenta la yodación y en concreto, la

formación de T4 y T3. Por su parte, la secreción de una cantidad normal de

hormona exige una tasa de síntesis hormonal normal para la hidrólisis de la

tiroglobulina y la liberación de hormonas activas.


El yodo penetra en la tiroides en forma de yoduro inorgánico, cuya

fuente es el yoduro procedente de la desyodación, bien de las hormonas

tiroideas o bien de agentes iodados que el paciente pudo haber consumido en

los alimentos, el agua o fármacos. 2

El yoduro es eliminado del plasma por la tiroides, los riñones y las

glándulas salivales y gastrointestinales; sin embargo, el yoduro que pasa a las

secreciones gastrointestinales se reabsorbe, por lo que la depuración neta

depende únicamente de la glándula tiroides y del riñón. De hecho, la tiroides y

los riñones compiten por el yoduro plasmático. 2

La síntesis y secreción de las hormonas tiroideas activas se puede

dividir en cuatro etapas secuenciales. La primera consiste en el transporte

activo del yoduro hasta la célula tiroides y la luz folicular. Este proceso tiene

lugar a una velocidad que supera la difusión pasiva de yoduro fuera de la

glándula; como consecuencia la tiroides mantiene un gradiente de

concentración de yoduro (relación entre la concentración tiroidea y plasmática)

de magnitud considerable. La energía para el transporte de yoduro depende

del metabolismo oxidativo en el interior de la glándula.

La segunda etapa de la biosíntesis hormonal comprende la oxidación del

yoduro a una forma de mayor valencia capaz de yodar los residuos tirosilo de la

Tiroglobulina sintetizada dentro de la célula folicular.


La oxidación del yoduro se efectúa por la enzima peroxidasa tiroidea

(TPO), que utiliza el peróxido de hidrógeno generado durante el metabolismo

oxidativo glandular.

Las yodaciones orgánicas ocurren en la interfase célula-coloide, sobre

todo en la tiroglobulina recién sintetizada que sufre exocitosis hacia la luz

folicular.

En esta fase se forman las sustancias precursoras monoyodotirosina

(MYT) y diyodotirosina (DYT), que se unen al péptido y no poseen actividad

hormonal. Más adelante, estas yodotirosinas sufren una condensación

oxidativa, nuevamente bajo el efecto de la peroxidasa. Esta reacción de

acoplamiento ocurre dentro de la molécula de Tiroglobulina, apareciendo

diversas yodotironinas, como la T4 y la T3.

La mayor parte de la tiroglobulina permanece durante un tiempo dentro

de la glándula y sirve como forma de almacenamiento de la hormona tiroidea,

aunque se detectan cantidades mínimas de Tiroglobulina en sangre.

Las hormonas activas se liberan en sangre mediante pinocitosis de la

sustancia coloidal folicular en el borde apical de las células. Durante este

proceso se forman gotas coloidales, que se unen con los lisosomas tiroideos

formando “Fagolisosomas”.
La Tiroglobulina es hidrolizada por las proteasas y peptidasas dentro de

estos fagolisosomas. La etapa final consiste en la liberación de las dos

yodotironinas libres hacia la circulación, T4 en un 90 % y T3 en un 10 %. 2,6, 9

La glándula tiroides es la única fuente de T 4 endógeno; en cambio la

secreción tiroidea solo produce un 20% de T 3; el resto es generado en los

tejidos extra-glandulares gracias a la extracción enzimática de 5’-yodo del anillo

externo de la T4.

Las yodotirosinas inactivas liberadas por la hidrólisis de la tiroglobulina

sufren una desyodación por efecto de una enzima intratiroidea, la yodotirosina

deshalogenasa. En condiciones normales el yoduro liberado se reutiliza para la

síntesis de hormona, aunque una pequeña proporción se pierde por la sangre;

esta proporción aumenta en algunas circunstancias especiales. 2,6, 9

1.5 Transporte Y Metabolismo Hormonal

La T4 y la T3 se unen a una globulina fijadora de hormona tiroidea y

otras proteínas plasmáticas, para ser transportadas en la sangre. La T4 se

une en orden decreciente de intensidad a la Globulina Fijadora de Tiroxina

(TBG), a la prealbúmina fijadora de T4 (transtiretina, TTR) y a la albúmina. Las

hormonas tiroideas unidas a proteínas, representa un depósito importante, el

cual disminuye a medida que el cuerpo requiere de hormona libre. 2. 9


Las Lipoproteínas de alta densidad transportan aproximadamente el 3%

de T4 y el 6% de la T3 circulantes.

Existen tres proteínas fijadoras de hormona tiroidea principales: la

globulina fijadora de hormona tiroidea (TBO), trasporta alrededor del 70% de la

cantidad total de T3 y de T4, y representa el principal factor determinante de la

unión en condiciones normales. La T 4 y las proteínas de unión interactúan

según el equilibrio reversible de unión, en el que la mayor parte de la hormona

está ligada y una pequeña proporción se encuentra libre (aproximadamente el

0.03%); la prealbúmina fijadora de tiroxina ((TBPA), transporta alrededor del

15% la cantidad total de T4 circulante, y su contribución a la hormona libre es

semejante a la de la globulina fijadora de tiroxina, debido a su mayor constante

de disociación.

La T3 no se une de forma significativa a la prealbúmina fijadora y su

unión a la globulina fijadora de tiroxina es entre diez y veinte veces menor que la

de la T4. Por tanto la proporción normal de T 3 libre (aproximadamente 0.3%) es

ocho a diez veces mayor que la de T4; y la albúmina, fija alrededor de un15 %

la cantidad total circulante de T4 y T3.

La hormona que llega al tejido es únicamente la fracción libre o no ligada

y, por eso, el estado metabólico se correlaciona más estrechamente con la

concentración de hormona libre que con la concentración de hormona total en


el plasma; la regulación homeostática de la función tiroidea permite un

mantenimiento de la concentración normal libre. 2,6,9.

La T4 y la T3 sufren diversas reacciones después de penetrar en el

interior de la célula, que conduce en última instancia a su eliminación o

inactivación.

Las hormonas tiroideas se metabolizan fundamentalmente por la

extracción secuencial de cada átomo de yoduro (monodesyodación) y la

obtención final del núcleo de tironina, libre de yodo.

Las vías de desyodación son responsables aproximadamente del 70%

del metabolismo de T4 y T3. En el caso de la T4, la vía metabólica más

importante es la 5’-monodesyodación, por lo cual se genera la T3.

Aproximadamente el 30% de la T 4 se convierte en T3, que posee una

potencia metabólica tres veces superior; por eso, casi todo el efecto metabólico

de la T4 se atribuye a la acción de su producto T 3. Normalmente, la formación

extraglandular de T3 es responsable del 80% de los niveles sanguíneos y de la

producción global; el resto procede de la secreción tiroidea. 2, 6,9

1.6 Regulación de la Función Tiroidea

La función tiroidea está regulada por dos mecanismos generales, el

primero supratiroideo y el segundo intratiroideo. El mediador más importante


de la regulación supratiroidea es la Tirotropina (hormona estimuladora del

tiroides, TSH), una glucoproteína secretada por las células basófilas

(Tirotrópicas) de la hipófisis anterior. La TSH estimula la hipertrófia e

hiperplasia del tiroides; acelera la mayor parte del metabolismo intermediario

tiroideo; aumenta la síntesis de ácidos nucleicos y proteínas, incluida la

tiroglobulina, y estimula la síntesis y secreción de hormona tiroidea.

La secreción de TSH depende a su vez, de dos mecanismos opuestos

en la célula tirotrópica. La hormona liberadora de tirotropina (TRH), tripéptido

de origen hipotalámico, estimula la producción hipofisaria de TSH, la cual a su

vez estimula secreción y síntesis de hormonas tiroideas.

La secreción de hormona tiroidea es regulada por un sistema de

retroalimentación hipotálamo-hipófisis-tiroides. En este procedimiento, la

hormona liberadora de tirotrofina (TRH), producida a nivel del hipotálamo,

controla la liberación de TSH a través de la glándula hipófisis anterior. La

actividad global de la glándula tiroidea es aumentada por la TSH, mediante el

aumento de la degradación de la tirolobulina y la liberación de hormona tiroidea

desde los folículos a la circulación sanguínea, lo que activa la bomba de

yoduro, aumenta la oxidación del yoduro y el acoplamiento entre este y la

tirosina, incrementando la cantidad de células foliculares y el tamaño de estas

células.
Los efectos producidos por la TSH sobre la liberación de hormonas

tiroidea, tienen lugar en curso aproximado de treinta minutos. El resto de los

efectos se manifiestan después de días o semanas.

El árbitro principal del efecto de la hormona tiroidea dentro de la hipófisis

es la T3, tanto la generada localmente a partir de la T4 intrahipofisaria como la

derivada del depósito de T3 libre del plasma.

La regulación intratiroidea de la función de la tiroides es también muy

importante. Los cambios del yodo orgánico glandular producen cambios

recíprocos de la actividad del transporte de yoduro del tiroides y controlan el

crecimiento, la captación de aminoácidos, el metabolismo de la glucosa y la

síntesis de ácidos nucleicos. Estas acciones se manifiestan en ausencia de

estimulación de TSH y se pueden denominar autorreguladoras. 2, 6, 9

1.7 Acción de las Hormonas Tiroideas

Las hormonas tiroideas modifican el crecimiento y maduración de los

tejidos, la respiración celular, el gasto energético total y el recambio de casi

todos los sustratos, vitaminas y hormonas, incluidas las propias hormonas

tiroideas, y actúan uniéndose a los receptores nucleares, denominados

receptores de hormona tiroidea. 2


Algunas acciones hormonales sobre el metabolismo celular pueden

localizarse en las mitocondrias, para influir sobre el metabolismo oxidativo, en

la membrana plasmática y en el retículo endoplasmático para regular la

actividad de la ATPasa del calcio y el flujo transcelular de sustratos y cationes.

La hormona tiroidea T3 presenta una afinidad mayor (entre 10 a 15

veces más) a sus receptores, en comparación con T 4, lo que explica su mayor

potencia hormonal. La producción hormonal tiroidea es mayor en T 4 que T3,

aunque los receptores son ocupados principalmente por T 3, lo que sugiere la

conversión de T4 en T3 en los tejidos periféricos, mayor cantidad de T 3 en el

plasma, y mayor afinidad de los receptores por T3. 2, 6


1.5 Valores de Laboratorio (rangos normales)

Los resultados de las pruebas de laboratorios se toman bajo el Sistema

Internacional de Unidades (SI), utilizado a nivel mundial, y resultados en

Unidades Convencionales, utilizado por la mayoría de los laboratorios clínicos.

Nombre de la prueba. Unidades SI Unidades


Sistema internacional convencionales
de unidades
Hormona estimulante 0.5 – 4.7 mU/L 0.5 – 4.7 µU/Ml
del tiroides (TSH)
Índice de fijación de Cociente 0.83 – 1.17 0.83 – 1.17
hormonas tiroideas mol
Índice de tiroxina (libre) 4.2 – 13 4.2 – 13

Tiroglobulina 0 – 60 µg/L 0 – 60 ng/mL

Tiroxina, libre (T4) 10.3 – 35 pmol/L 0.8 – 2.7 ng/dL

Tiroxina, total (T4) 58 – 140 nmol/L 4.5 – 10.9 µg/dL

Triyodotironina, libre (T3) 0.22 – 6.78 pmol/L 1.4 – 4.4 pg/mL

Triyodotironina, total (T3) 0.92 – 2.78 nmol/L 60 – 181 ng/dL

Tabla N° 1. Valores de Laboratorio.

Fuente: Manual de Medicina, Harrison, 16 edición. 2005


2. Fisiopatología de la Glándula Tiroides

Los niveles elevados de hormona tiroidea, influyen sobre las funciones

vitales de los órganos del cuerpo.

Las principales funciones de la hormona tiroidea son acelerar el

metabolismo y la síntesis de proteínas, siendo también imprescindible para el

desarrollo y crecimiento (mental, físico y sexual) de los niños.

El metabolismo de los tejidos corporales, es acelerado por acción de

las hormonas tiroideas, a excepción de la retina, el bazo, los testículos y los

pulmones.

El índice metabólico basal puede aumentar entre un 60 a 100 %, en

presencia de una cantidad significativa de T 4, en relación con los valores

normales. Debido a esta aceleración, ocurre un aumento del consumo de

glucosa, grasas y proteínas. Aumenta el catabolismo hepático del colesterol,

por la movilización de los lípidos desde el tejido adiposo.

En el Hipotiroidismo el nivel sérico de colesterol se encuentra

aumentado, en cambio en el Hipertiroidismo se encuentra disminuido.

La fatiga muscular asociada con el hipertiroidismo, se debe a que las

proteínas musculares son delgadas y utilizadas como combustible.


La absorción de la glucosa a nivel de la luz intestinal, se incrementa

por la aceleración del metabolismo, que a su vez también interfiere en el

consumo de vitaminas (mayor), aumentando el riesgo de carencia de

vitaminas.

La función tiroidea se encuentra estrechamente ligada a la función

respiratoria y cardiovascular. El aumento del consumo de oxigeno y la

producción de productos metabólicos finales, son resultado de una

aceleración del metabolismo, lo que lleva a una vasodilatación. El aumento

del flujo sanguíneo es importante en la piel para disipar el calor corporal. En

estos pacientes existe un aumento del volumen sanguíneo, del volumen

minuto cardíaco (aumenta la frecuencia y contractilidad cardíaca para

compensar) y de la ventilación, con el fin de cuidar el flujo sanguíneo y el

oxigeno a los tejidos corporales.

Las funciones gastrointestinales son estimuladas por las hormonas

tiroideas, induciendo un aumento en la motilidad y secreción gastrointestinal,

produciendo diarreas frecuentes. En el hipertiroidismo existe un aumento del

apetito, el cual es estimulado por la elevación en los niveles séricos de

hormonas tiroideas, que junto al incremento del índice metabólico, el

paciente tiende a la pérdida de peso, a pesar del consumo aumentado de

calorías.
Las hormonas tiroideas ejercen un efecto pronunciado sobre el tono

muscular y sobre el control nervioso funcional. El descenso en la producción

de hormonas tiroideas (hipotiroidismo), ocasiona lentitud en las reacciones

musculares, por el contrario un aumento en los niveles de hormonas tiroideas

(hipertiroidismo) induce a reacciones más enérgicas de los músculos.

El desarrollo normal del cerebro en los lactantes, está estrechamente

ligado a la secreción de hormonas tiroideas, por lo cual una disminución de

estas (hipotiroidismo) podría ocasionar alteraciones en el desarrollo psíquico

y físico. En el hipertiroidismo se observa nerviosismo, ansiedad y trastornos

del sueño, en estos pacientes.

Existe interrelación entre el sistema nervioso simpático y las hormonas

tiroideas. Los síntomas como taquicardia, palpitaciones, sudoración excesiva,

inquietud, ansiedad y diarrea, observadas en el hipertiroidismo, son

indicativos de una sobreactividad de la división simpática del sistema

nervioso autónomo.

2.1 Bocio Difuso no Tóxico (Simple)

Bocio, o crecimiento simple de la tiroides, es la enfermedad tiroidea

más común y se define como el agrandamiento de la glándula tiroides en

ausencia de nódulos y no producido por procesos inflamatorios ni

neoplásicos, ni asociado inicialmente a tiroxicosis o mixedema. A medida


que progresa el trastorno, desaparece la uniformidad de la arquitectura de

la glándula tiroides. 2, 3, 4, 6

En ocasiones puede denominarse Bocio Simple por la ausencia de

nódulos, o Bocio Coloide, por la presencia de folículos uniformes llenos de

coloide.

El Bocio Difuso a nivel mundial se debe con mayor frecuencia al

déficit de yodo, y recibe el nombre de Bocio endémico cuando este afecta a

más del 5 % de la población, y en aquellas regiones no endémicas, recibe el

nombre de Bocio Esporádico y su etiología suele ser desconocida.

Cuando la aparición del bocio ocurre en los adolescentes recibe el

nombre de Bocio Juvenil.

En general, está descrita la aparición del bocio con una tasa de mayor

porcentaje en el sexo femenino que masculino, y esto es asociado a la mayor

prevalencia de enfermedades autoinminitarias subyacentes y el aumento de

las necesidades de yodo asociados a la gestación. 6

En la glándula tiroides se produce una hipertrofia uniforme, hiperplasia

y aumento de la vascularización, debido a una proliferación del epitelio

folicular y al aumento de folículos tiroideos, ocasionando un aumento de

tamaño de esta, lo que refleja un esfuerzo compensador para atrapar yoduro,


y producir hormona suficiente en condiciones donde la síntesis hormonal es

ineficaz. Esto se logra en muchas ocasiones, aunque en algunos casos, este

mecanismo compensador no logra que se produzca la cantidad necesaria de

hormonas tiroideas. 2, 5, 6

En este déficit hormonal puede producirse un aumento de la secreción

de la hormona TSH por parte de la glándula pituitaria, o encontrarse valores

normales de esta. 2, 5, 6

La etiología más común es la deficiencia de yodo, que está asociada

a la baja ingesta de este en la dieta diaria, o debido a la pérdida de este a

través de la excreción urinaria (los niveles urinarios de yodo (< 100 µg/L) son

un argumento a favor del déficit de yodo), lo cual ocurre con mayor

frecuencia en la pubertad, el embarazo y la lactancia. 2, 6,

Otras de las etiologías son los defectos de la vía biosintética hormonal,

donde se producen anomalías en los pasos para la síntesis hormonal,

incluidos el transporte de yodo, la síntesis de tiroglobulina, la organificación y

el acoplamiento y la regeneración de yoduro. Igualmente la ingestión de

sustancias bociógenas (verduras de la familia Cruciferae, como por ejemplo

coles de Bruselas, repollo y coliflor) ya que interfieren en la fase del

metabolismo de las hormonas tiroideas, pueden alterar la captación del yodo

por parte de la hormona tiroidea, interferir en la liberación de las hormonas, lo

que ocasiona que no se cubra la demanda a los tejidos periféricos. 2, 3, 5, 6


Cuando la alteración de la glándula tiroides presenta una evolución de

corto plazo, existe la posibilidad que el aumento de tamaño disminuya hasta

alcanzar su anatomía original de forma espontánea. Sin embargo, si la

alteración ha sido duradera o es permanente, la glándula queda definitivamente

aumentada de tamaño. 5

Cuando la función tiroidea se conserva, la mayoría de los bocios

cursan asintomáticos. Las características clínicas dominantes se deben al

agrandamiento de la glándula tiroides, de manera simétrica, no hipersensible,

generalmente de consistencia blanda y sin nódulos palpables, originando

evidentes efectos antiestéticos en el paciente.2, 5, 6

En ocasiones el agrandamiento de la glándula tiroides, puede causar

síntomas como , dificultad para tragar, toser, ronquera, sensación de presión

en el cuello, obstrucción de las vías respiratorias por desplazamiento de la

traquea y del esófago cuando se hace muy voluminoso, compresión de

vasos sanguíneos de grueso calibre a nivel del cuello y parte superior del

tórax. 2,3, 5,

En algunos de los casos, los pacientes pueden desarrollar dentro del

bocio un nódulo hiperfuncional y cursar con Hipertiroidismo, lo que recibe el

nombre de Síndrome de Plummer , aunque esta no cursa con las respectivas

manifestaciones de esta enfermedad. El agrandamiento producido por el

bocio se acompaña de hipotiroidismo variable en las regiones donde el déficit


de yodo es intenso. En la mayoría de los casos los hijos de padres con bocio

padecen de cretinismo, asociado o no con bocio.

La realización de pruebas de función tiroidea en todos los pacientes

que presente bocio difuso es recomendada. No es infrecuente, en especial

cuando hay déficit de yodo, que encontremos en los resultados de los

exámenes una T4 total baja, con un T3 y un TSH normal, lo que nos refleja

un aumento en la conversión de T4 en T3. 2 ,3,6

En el diagnóstico de bocio difuso, la utilización de la gammagrafía

tiroidea, no suele ser necesaria, y la ecografía tiroidea es indicada cuando

en la evaluación clínica del paciente es detectado un nódulo palpable. 6

El tratamiento del bocio difuso consiste en la administración de yodo o

de hormonas tiroideas, lo cual induce una regresión variable del bocio,

dependiendo también del tiempo que haya estado presente y del grado de

fibrosis desarrollada. La cirugía en estos pacientes está rara vez indicada. 6


2.2 HIPOTIROIDISMO

El hipotiroidismo es definido como cualquier trastorno funcional o

estructural a nivel de la glándula tiroides que interfiera con la producción

adecuada de hormonas tiroideas. 2,15

El hipotiroidismo puede ser congénito el cual se instala antes del

nacimiento, y se encuentra presente al nacer, o adquirido que se presenta

en una fase posterior de la vida como consecuencia de una enfermedad

primaria de la tiroides (existiendo déficit en la secreción de hormona tiroidea)

o secundario a trastornos hipotalámicos o hipofisarios. 8,9,15

Las causas más comunes del hipotiroidismo se clasifican en la

siguiente tabla.
1- Primario

Hipotiroidismo autoinmunitario Tiroiditis de Hashimoto, Tiroiditis


atrófica.
Tratamiento con Yodo, tiroidectomía
Iatrogénico total o subtotal, irradiación externa del
cuello para tratamiento de linfoma o
cáncer.
Exceso de yodo (incluido los medios de
Fármacos contraste a base de yodo y la
amiodarona), litio, antitiroideos, ácido p-
aminosalicílico, interferón α y otras
citocinas, aminoglutetimida.

Ausencia o ectopía de la glándulas


Hipotiroidismo congénito tiroides, dishormogenesis, mutación del
gen receptor de la hormona estimulante
del tiroides (TSH-R)
Déficit de yodo
Amiloidosis, sarcoidosis, , cistinosis
Trastornos infiltrantes hemocromatosis, esclerodermia, tiroiditis
de Riedel.

2- Transitorio

Tiroiditis silente, incluida la tiroiditis


puerperal
Interrupción de tratamiento con
Tiroxina, en pacientes con tiroides
intacto
Tiroiditis subaguda
Interrupción de tratamiento con En pacientes con glándula tiroides
Tiroxina intacta.
Tras la administración de Yodo o de
la tiroidectomía subtotal para la
enfermedad de Graves.

3- Secundario

Tumores, cirugía o irradiación


Hipopituitarismo hipofisiaria, trastornos infiltrativos,
Síndrome de Sheean, traumatismos,
formas genéticas de déficit de
hormonas hipofisarias combinadas

Déficit o inactividad aisladas de TSH

Enfermedades hipotalámicas Tumores, traumatismos, trastornos


infiltrativos, idiomáticas.
Tabla 2. Causas del Hipotiroidismo, Manual de Medicina, Harrison 16 edición.
2.2.1 Hipotiroidismo Congénito

El hipotiroidismo congénito afecta aproximadamente 1 de cada 5000

recién nacidos, y se observa en la etapa de la lactancia Puede presentarse

de manera transitoria, ocurriendo esto por la presencia de anticuerpos

presentes en la madre, bloqueantes frente al TSH-R (receptor de hormona

estimuladora de tiroides), o por administración de antitiroideos, aunque en la

mayoría de los casos el hipotiroidismo es permanente.2, 6 , 7, 9

El 85 % de los casos de hipotiroidismo neonatal, son producto de la

ausencia congénita de la glándula tiroides, del 10 al 15 % son por errores

congénitos de la síntesis de hormona tiroidea o secreción deficiente de TSH,

y un 5 % está mediado por anticuerpos contra el receptor de hormona

estimuladora de tiroides. 2, 6,7, 9

En los casos de ausencia congénita de la glándula tiroides, el neonato

presenta al momento del nacimiento características y funciones normales,

debido a la presencia de hormonas tiroideas provenientes de la madre. 9

Las manifestaciones del hipotiroidismo congénito no tratado, son

llamadas bajo el término genérico de Cretinismo, aunque este término no

sea válido para aquellos casos donde el recién nacido presente un desarrollo

normal, y en quién se instauró un tratamiento sustituto de hormona tiroidea

poco tiempo después del nacimiento. 9


Las hormonas tiroideas son vitales para el desarrollo y crecimiento

normal del cerebro, el cual alcanza el 50% durante los primeros seis meses

de vida. 9

Las características clínicas principales en el hipotiroidismo del recién

nacido no tratado son ictericia prolongada, dificultades en alimentación,

protrusión de la lengua, hipotonía, hernia umbilical, desarrollo deficiente del

sistema esquelético y del sistema nervioso central, retraso mental, rasgos

faciales burdos, hipertelorismo, piel seca, y alopecia. 6,7, 9,15

Debido a las grandes consecuencias originadas por el hipotiroidismo

neonatal, se han establecido en los países desarrollados programas

especializados y dirigidos a la detección de esta alteración congénita, por

medio de pruebas de cribado neonatales, la cual se basa en la determinación

de los niveles de TSH o de T4, en muestras de sangre, tomadas por una

punción realizada a nivel del talón del recién nacido, y se realizan por lo

general en la sala neonatal. Una vez obtenido el diagnóstico, los pacientes

son sometidos a terapias de sustitución de T4 durante un año, siendo las

dosis ajustadas a las necesidades, bajo un control intensivo de los niveles de

TSH.

Los tratamientos administrados precozmente con T4 (durante las

primeras seis semanas de vida), conllevan en la mayoría de los casos a un

desarrollo intelectual normal. 7, 9


2.2.2 Hipotiroidismo Adquirido y Mixedema

El Hipotiroidismo que cursa en un estadio más avanzado de la infancia

y en la adultez, induce a un enlentecimiento generalizado a nivel de los

procesos metabólicos y al mixedema. 9, 6

El hipotiroidismo puede ser consecuencia de la destrucción o la

disfunción de la glándula tiroides (hipotiroidismo primario), secundario a un

trastorno a nivel hipofisario o a un trastorno terciario debido a una disfunción

del hipotálamo. 8,9

El hipotiroidismo primario, se presenta con mayor frecuencia en la

población en comparación con el secundario y terciario. Esto es debido a

una tiroidectomía (extirpación quirúrgica de la glándula tiroides) o a la

ablación de la glándula tiroides por radioterapia. Al igual que tratamientos

realizados con agentes bociógenos, como por ejemplo carbonato de litio

(utilizado en pacientes con estados maníaco-depresivos), y los fármacos

antitiroideos, que proporcionados en dosis continuas, pueden producir un

bloqueo de la síntesis hormonal tiroidea, provocando un hipotiroidismo con

bocio. 8, 9, 15

El comienzo del hipotiroidismo puede ser gradual y el paciente puede

ser consciente de sus síntomas unas vez que se restablece como eutiroideo.
El hipotiroidismo afecta casi la totalidad de los órganos sistémicos, y

sus principales manifestaciones clínicas se relacionan con dos factores: el

estado hipometabólico resultante de la deficiencia de hormona tiroidea y el

compromiso mixedematoso de los tejidos corporales.

El estado hipometabólico asociado al hipotiroidismo se asocia con el

aumento de peso, fatiga, debilidad, intolerancia al frío, y a medida que

avanza la enfermedad los síntomas aumentan y se observa letargo, dificultad

para concentrarse y mala memoria, piel seca y rugosa la cual adquiere una

tonalidad amarillo pálido debido a la acumulación de depósitos de caroteno,

cabello grueso y quebradizo, disnea, voz ronca, calambres musculares,

disminución de la motilidad gastrointestinal que provoca estreñimiento,

flatulencia y distensión abdominal. 6,7,8,9,15,21

El mixedema se define por la presencia de edema no depresible, el

cual es originado por la acumulación de un mucopolisacárido hidrófilo a nivel

del tejido conectivo de todo el cuerpo.

Esta acumulación de líquido le otorga un aspecto abotagado

característico al rostro, con párpados edematosos y la lengua aumenta de

tamaño. 6,9

El líquido mixedematoso puede acumularse a nivel de los espacios

intersticiales de cualquier órgano del cuerpo. A nivel pulmonar, las funciones


suelen ser normales, aunque puede originarse disnea debido a un derrame

pleural, deterioro de la función de los músculos respiratorios, reducción del

impulso ventilatorio o apnea del sueño. 9 ,10

La acumulación o depósito de mucopolisacáridos a nivel del corazón

desencadena una disminución en la contractilidad miocárdica y en la

frecuencia del pulso, lo que conduce a una reducción del volumen sistólico y

a bradicardia. El aumento de la resistencia periférica puede estar asociado a

un cuadro de hipertensión, principalmente diastólica. El flujo sanguíneo se

desvía de la piel provocando, disminución de la temperatura corporal a nivel

de las extremidades. En un 30% de los pacientes, se observa derrames

pericárdicos. 6, 9,10, 23

El líquido puede invadir otras cavidades serosas y el oído medio,

produciendo sordera de conducción.

Es frecuente en estos pacientes la aparición del síndrome del túnel

carpiano y otros síndromes de atrapamiento, al igual que el deterioro en la

función muscular, acompañado de rigidez, calambres y dolor.

La líbido en ambos sexo se encuentra disminuida, y puede haber

oligomenorrea o amenorrea. La fertilidad también se encuentra afectada, y la

incidencia de abortos espontáneos aumenta.


La expresión potencialmente fatal del hipotiroidismo en estadio

terminal es el coma mixedematoso.

Los factores principales que predisponen al desarrollo del coma

mixedematoso son la exposición al frío, traumatismos, infecciones y

administración de fármacos, y afecta con mayor frecuencia a las mujeres de

edad avanzada con hipotiroidismo crónico de diversas causas.

La incidencia de mortalidad por coma mixedematoso en el pasado

representaba entre un 60 - 70 %. Hoy en día el rango de mortalidad se

redujo en 20 – 25 %, debido al diagnóstico y manejo clínico temprano de la

enfermedad. 18

La fisiopatología desencadenante del coma mixedematoso

comprenden tres mecanismos principales:

1- Retención de dioxido de carbono por disminución del impulso

ventilatorio con hipoventilación alveolar lo que aumenta la

hipoxia.

2- Desequilibrio hidroeléctrico.

3- Hipotermia, que se produce en el 75% de los pacientes.


El coma mixedematoso se caracteriza por un estado de consciencia

deprimido (coma), hipotermia (de 23 a 32.2 º C), hipoventilación, incremento

de la resistencia vascular periférica con el objeto de conservar la temperatura

central, ocasionando en algunos casos cardiomegalia e hipertensión diastólica,

la cardiomegalia obliga a descartar un derrame pericárdico y trastornos

metabólicos graves que comprenden hiponatremia, hipoglucemia y acidosis

láctica.

Los pacientes con hipotiroidismo grave, presentan una disminución en el

metabolismo de sedantes, analgésicos y compuestos anestésicos, por lo cual

la acumulación de estas sustancias puede desencadenar el coma.

El tratamiento del coma mixedematoso se basa en el manejo agresivo

de todos los factores desencadenantes, tales como tratamiento para trastornos

cardiorrespiratorios, la hiponatremia y la hipoglucemia. En los estados de

hipotermia, la evaluación debe realizarse con un termómetro de registros bajos,

y la colocación de recalentamiento activo del cuerpo, está contraindicada,

debido al riesgo de inducir una vasodilatación con colapso vascular resultante,

por lo cual debe conservarse el calor (calentamiento con mantas) de forma

pasiva. Debe ser incluido en el tratamiento la administración de levotiroxina

200 µg y liotironina 25 µg en bolus intravenoso único seguidos de un

tratamiento diario con levotiroxina 50 - 100 µg/día y liotironina 10 µg/cada 8

horas, junto a hidrocortisona 50 mg/cada 6 horas, para la falta de reserva

suprarrenal, soporte ventilatorio, y tratamientos de los factores

desencadenantes. 6,7,8,9,10,15
2.2.3 Hipotiroidismo Autoinmunitario (Tiroiditis de Hashimoto)

Las causas más frecuentes del hipotiroidismo autoinmunitario son la

Tiroiditis de Hashimoto, o tiroiditis bociosa, ya que puede estar asociada a

bocio, o tejido tiroideo residual mínimo, llamado tiroiditis atrófica, en fases más

avanzadas de la enfermedad.

La tiroiditis de Hashimoto, es un trastorno autoinmune, asociado a la

destrucción total de la glándula tiroides por un proceso inmunológico, donde los

anticuerpos antireceptor de TSH bloquean la acción de TSH y de esa manera

se produce el hipotiroidismo. 3, 9

Es diagnosticada con mayor prevalencia en el sexo femenino que

masculino con una incidencia de 5:1. Se presenta con frecuencia en

poblaciones donde el consumo diario de yodo en la dieta es alto, como por

ejemplo en Japón. Se detecta en pacientes con un promedio de edad

comprendido entre los 60 años en adelante y representa más del 90 % de los

casos de hipotiroidismo. 2, 8,9

La tiroiditis de Hashimoto coexiste con frecuencia con otras

enfermedades inmunitarias como el lupus eritematoso sistémico, artritis

reumatoidea anemia perniciosa, síndrome de Sjőgren, hepatitis crónica activa,

insuficiencia suprarrenal, diabetes mellitus y enfermedad de Graves. 2, 3, 6,15

En la tiroiditis de Hashimoto existe una infiltración linfocítica en la

glándula tiroides con formación de centros germinales, atrofia de los folículos

tiroideos acompañada de metaplasia oxífila, ausencia de coloide y fibrosis leve


o moderada. Los mecanismos que conducen a la destrucción de los folículos

tiroideos están mediados por la células T, aunque los anticuerpos TSH-R

(antireceptor de TSH), pueden contribuir con la disfunción tiroidea, mediante

la fijación del complemento o la inhibición de la función de las células tiroideas. 6

Al comienzo de la enfermedad, se conserva el estado metabólico, pero a

medida que se va reduciendo la reserva tiroidea, se produce el aumento de

TSH en el suero. A medida que avanza la enfermedad, sobreviene la

insuficiencia tiroidea, inicialmente subclínica, por sustitución progresiva del

parénquima tiroideo por linfocitos o tejido fibroso.

La característica clínica principal de la tiroiditis de Hashimoto, es la

presencia del bocio tiroideo, y a medida que se desarrolla la enfermedad,

aparecen progresivamente los síntomas y signos desarrollados durante el

hipotiroidismo.

La presencia de un bocio asimétrico en la tiroiditis de Hashimoto, puede

confundirse como diagnóstico diferencial con bocio multinodular tóxico o

carcinoma de tiroides, aunque se detecten anticuerpos tiroideos. 6,15

2.2.4. Diagnóstico del Hipotiroidismo

El diagnóstico del hipotiroidismo es basado en la realización de la

anamnesis, el examen físico del paciente y los estudios de laboratorio.

En los exámenes de laboratorio la presencia de un nivel sérico de T4, T3

y T4 libre reducido, es característica de cualquiera de las variedades del


hipotiroidismo, un nivel sérico de TSH elevado, es un marcador sensible

característico del hipotiroidismo primario.

Las pruebas para la determinación de anticuerpos tiroideos, son

indicadas cuando se sospecha de la presencia de tiroiditis de Hashimoto, y

consiste en la determinación de anticuerpos antiperoxidasa tiroidea (anti-TPO).

Estos anticuerpos se encuentran elevados en un 90-95 % de los

pacientes que presentan hipotiroidismo de mecanismo autoinmunitario.

La biopsia por aspiración con aguja fina, se indica para la determinación

de bocio asociado a hipotiroidismo, lo cual confirma la presencia de tiroiditis

autoinmunitaria.

Otros hallazgos de laboratorio relacionados con el hipotiroidismo son los

niveles elevados de creatinina fosfocinasa, colesterol sérico, triglicéridos, la

presencia de anemia (monocítica o macrocítica), y el electrocardiograma se

observa bradicardia, complejos QRS de baja amplitud y ondas T invertidas o

aplanadas.

Las prueba de estimulación con hormona liberadora de tirotropina (TRH),

son utilizadas para la diferenciación de una lesión hipofisiaria (hipotiroidismo

secundario) de una lesión hipotalámica (hipotiroidismo terciario). 6,7,8,9,15

2.2.5. Tratamiento del Hipotiroidismo

El tratamiento de hipotiroidismo, cosiste en administrar levotiroxina

sódica, debido a su potencia y acción prolongada.


La absorción de levotiroxina ocurre a nivel del intestino delgado y es

variable e incompleta, ya que solo el 50 – 80 % de la dosis es absorbida. La

toma del medicamento debe ser realizada en ayuno.

En adultos mayores de 60 años, sin signos de cardiopatía puede

comenzarse con una dosis de levotiroxina (T4) de 50 – 100 µg diarios. En los

pacientes que presenten cardiopatía isquémica diagnósticada, la levotiroxina

(T4) comienza con una dosis de 12.5 a 25 µg/ día, y debe ser ajustada en

incrementos de 12.5 a 25 µg con intervalos de 6 a 8 semanas, tomando en

cuenta los niveles de TSH, hasta alcanzar valores normales.

Las mujeres en tratamiento con levotiroxina, y que quedan

embarazadas, debe controlarse el nivel de TSH en cada trimestre, ya que

puede ser necesario el aumento de la dosis entre un 30 a 40 %. El desarrollo

del sistema nervioso del feto, puede verse afectado, en los casos donde no se

reconozca ni sea tratado el hipotiroidismo materno. 6,7,8,9,15,17


2.3 HIPERTIROIDISMO

La exposición de niveles elevados de hormona tiroidea circulante (T4 y

T3 libres) en los tejidos, conduce a manifestaciones clínica, fisiológicas y

bioquímicas , lo cual es conocido como Tirotoxicosis, como consecuencia de

una hiperactividad de la glándula tiroides, o hipertiroidismo. 2,7, 8, 9, 12, 19

El exceso de hormona tiroidea es causado por diversos factores los

cuales son descritos en el siguiente cuadro:

Enfermedad de Graves

Hipertiroidismo primario Bocio multinodular tóxico

Adenoma tóxico

Exceso de yodo
Tiroiditis subaguda

Destrucción de la glándula tiroides Tiroiditis silente

Amiodarona

Radiación
Tirotoxicosis facticia

Fuentes extratiroideas de hormona Estroma ovárico


tiroidea
Carcinoma folicular funcionante
Adenoma hipofisario secretor de TSH

Hipertiroidismo secundario Síndrome de resistencia a la hormona


tiroidea

Tirotoxicosis del embarazo


Tabla N° 3. Causas del Hipertiroidismo. Manual de Medicina, Harrison 16 edición.
Las principales causas de tirotoxicosis son el hipertiroidismo causado

por la enfermedad de Graves, el bocio multinodular tóxico y los adenomas

tóxicos.

El aumento del consumo de oxigeno, la utilización de combustibles

metabólicos secundaria al estado hipermetabólico y el incremento asociado de

la actividad del sistema nervioso simpático, son manifestaciones del

hipertiroidismo.

La relación que existe entre los signos y síntomas del hipertiroidismo con

la estimulación excesiva del sistema nervioso simpático, indica que la hormona

tiroidea puede aumentar la sensibilidad del organismo por las catecolaminas, o

inclusive actuar como una seudocatecolamina.

Las manifestaciones clínicas que se presentan en el hipertiroidismo,

debido al exceso de hormona tiroidea, lo cual aumenta el metabolismo basal,

son irritabilidad, nerviosismo, fatiga, calambres musculares, temblor muscular

fino, intolerancia al calor, sudoración excesiva, palpitaciones, cansancio y

debilidad, pérdida de peso con aumento del apetito, piel delgada, caliente y

húmeda, las uñas pueden separarse del lecho ungueal, cabello delgado con

aspecto sedoso, retracción anormal palpebral y reducción en la frecuencia de

parpadeo, por lo cual presentan aspecto de mirada fija. Los signos

cardiovasculares son taquicardia, hipertensión sistólica, soplo sistólico y

fibrilación auricular.
A nivel gastrointestinal existe hipermotilidad, diarrea y malabsorción. 2, 3,

6, 7, 8, 9, 12, 13, 19, 20, 22, 24

El diagnóstico de hipertiroidismo es basado tanto en las características

clínicas como en la realización de pruebas de laboratorio. La medición de las

concentraciones de TSH en suero, junto con la cuantificación de T 4 libre, son

las pruebas más verídicas para el diagnóstico de hipertiroidismo.

Las concentraciones de T4 libre se encuentran aumentadas, por lo que

las concentraciones de TSH, las cuales son extremadamente sensibles ante T 4

libre, se encuentran disminuidas (hipertiroidismo primario).

Las concentraciones de TSH, no son un valor indicativo confiable de

función tiroidea, cuando los pacientes presentan tirotoxicosis por enfermedad

hipotalámica o hipófisis, (ejemplo, el adenoma hipofisario secretor de TSH).

El incremento de las concentraciones circulantes de T 3 (toxicosis T3), y

los valores disminuidos de T4, son indicativo de hipertiroidismo en algunos

pacientes, por lo cual resulta de gran utilidad la medición directa de T 3 sérica.

La finalidad del tratamiento de hipertiroidismo es reducir los niveles de

hormona tiroidea.

Esto puede ser realizado mediante la abolición de la glándula tiroides

con yodo radioactivo, siendo este uno de los tratamientos más utilizados

(contraindicado en el embarazo), la resección quirúrgica parcial o total de la

glándula o la administración de fármacos que supriman la función tiroidea, lo


que trae como consecuencia una disminución de las hormonas tiroideas sobre

los tejidos periféricos.

Los antitiroideos inhiben la formación de hormonas tiroideas, al interferir

en la incorporación de yodo hacia residuos tirosil de la tiroglobulina. Los más

utilizados son propiltiouracilo (inhibe la desyodación periférica de tiroxina hacia

triyodotironina) y el metimazol.

La administración de fármacos bloqueantes de los receptores beta-

adrenérgicos (ejemplo propanolol (20 – 40 mg cada 6 horas), metroprolol,

atenolol (acción prolongada, 50 mg al día) y nadolol, son también utilizados

para bloquear los efectos que produce el hipertiroidismo sobre el sistema

nervioso simpático, y son administrados junto con antitiroideos como el

propiltiouracilo y el metimazol. Esta combinación de medicamentos impide que

la glándula tiroides convierta el yodo en su forma orgánica (hormonal),

bloqueando la conversión de T4 en T3 a nivel de los tejidos.

En pacientes con intolerancia al propiltiuracilo y el metimazol, puede

administrarse agentes de contraste yodados, por vía oral, y bloquear la síntesis

de hormona tiroidea, por lo tanto la conversión periférica de T 4 y T3.

Todos los pacientes con fibrilación auricular, deben recibir tratamiento

anticoagulante con warfarina. 2,3,6,7,8,9,12,17


2.3.1. Enfermedad de Graves

La enfermedad de Graves es causada por un trastorno autoinmune,

que se caracteriza por la estimulación anormal de la glándula tiroides, por

anticuerpos estimulantes de la tiroides (inmunoglobulinas tiroestimulantes

(TSI)) actuando sobre los receptores normales de TSH, resultando un

incremento en la liberación de hormonas tiroideas.

Se presenta en la mayoría de los casos, en pacientes adultos jóvenes

con una incidencia entre los 20 y los 40 años, siendo el sexo femenino cinco

veces más afectado que el sexo masculino.

Se identifica por una tríada de manifestaciones que incluyen

tirotoxicosis, por crecimiento difuso hiperfuncional de la glándula tiroides,

dermopatía infiltrativa localizada (con menor frecuencia), la cual afecta

alrededor del 5 % de los pacientes, y es frecuente en las caras anterior y

lateral de las piernas, por lo que recibe el nombre también de mixedema

pretibial. Las lesiones se presentan como placas de color rosado o violáceo,

inflamadas, no induradas y con aspecto de “piel de naranja”. La acropaquia

tiroidea se presenta en menos del 1 % de los pacientes, y da el aspecto de

dedos en palillo de tambor. Y por último la oftalmopatía, la cual afecta hasta

un tercio de los pacientes, y es consecuencia de la activación mediada por

citocinas de los fibroblastos del tejido retroorbitario, con acumulación de

glucosaminoglucanos, produciendo retención de agua y edema. Los

trastornos oculares primarios que se presentan son la sensación de arena en


los ojos, lagrimeo excesivo y molestias oculares. A medida que avanza la

enfermedad los síntomas aumentan y se produce diplopia, parálisis de los

músculos extraoculares, compromiso del nervio óptico con cierto nivel de

pérdida de visión y ulceraciones corneanas por el deficiente cierre de los

párpados sobre el globo ocular protruyente (exoftalmia). 3,6,9,12

La enfermedad de Graves puede estar asociada a otros trastornos

autoinmunitarios, como son la anemia perniciosa, miastenia grave, lupus

eritematoso sistémico, diabetes tipo I y enfermedad de Addison. 3,9

El diagnóstico de la enfermedad de Graves es realizado por la

evaluación clínica del paciente y por las pruebas de laboratorio. En las

pruebas de laboratorio el nivel de TSH se encuentra suprimido y los niveles

de hormonas tiroideas libres y totales están aumentados.

Del 2 al 5 % de los pacientes presentan valores aumentados de T 3

(toxicosis por T3). El estado inverso de toxicosis por T 4, con T4 libre y total

aumentada y T3 normal, se observa cuando el hipertiroidismo se debe a un

exceso de yodo, que proporciona sustrato en exceso para la síntesis de

hormona tiroidea. 6

Los pacientes con la enfermedad de Graves reciben tratamiento con

antitiroideos o con yodo radioactivo, y son pocos los casos donde se indica

una tiroidectomía subtotal. Los antitiroideos principalmente utilizados son el

carbimazol o el metimazol (indicados al principio, en una dosis aproximada


de 10 – 20 mg / 2 a 3 veces al día) y el propiltiouracilo (indicado al principio

una dosis entre 100 – 200 mg cada 6 – 8 horas, ajustando a 50 a 100

mg/día).

La realización de pruebas de laboratorio de función tiroidea, debe ser

realizada cada 3 a 4 semanas posterior al inicio del tratamiento, lo cual

permite realizar los ajustes necesarios para el mantenimiento de niveles

normales de T4.libre.

Del 1 al 5 % de los pacientes con tratamiento, presentan efectos

secundarios tales como erupción cutánea, urticaria, fiebre y artralgias. Otro

porcentaje de pacientes (< 1 %) pueden presentar hepatitis, un síndrome

análogo al lupus eritematoso sistémico y agranulocitosis,

Todos los pacientes bajo tratamiento deben recibir información

adecuada sobre los posibles síntomas de una agranulocitosis, y sus

complicaciones que comprenden: fiebre, dolor de garganta y ulceras en la

boca, por lo cual deben suspender los medicamentos hasta la realización de

un hemograma completo, que descarte la presencia de agranulocitosis.

La utilización de propanolol en dosis entre 20 – 40 mg cada 6 horas, o

betabloqueantes de acción más prolongada como el atenolol, en dosis de 50

mg al día, pueden atenuar los síntomas adrenérgicos.


El uso de lágrimas artificiales y de cinta adhesiva para el cierre

completo de los ojos durante el sueño, puede mejorara los síntomas de

sequedad corneal. Los pacientes con exoftalmo progresivo con quemosis, la

oftalmoplejía o la pérdida de visión, están generalmente bajo tratamiento con

elevadas dosis de prednisona. 3, 6,7,8,9,12

2.3.2. Tormenta Tiroidea

La crisis o tormenta tiroidea fue descrita en 1947, como una forma

extrema y potencialmente fatal de tirotoxicosis, donde la respuesta del

paciente es totalmente desproporcionada en relación al estímulo excitador,

poniendo en peligro la vida del paciente. En la actualidad se presenta con

menor frecuencia debido a los progresos de diagnóstico y tratamiento.

La tormenta tiroidea se presenta en pacientes con hipertiroidismo no

controlado o con tratamiento inadecuado, y en aquellos que no han sido

diagnosticados.

Los factores desencadenantes de la tormenta tiroidea se relacionan

con estrés, infecciones (por lo general respiratorias), cetoacidosis diabética,

traumatismos físicos y emocionales, intervenciones quirúrgicas,

enfermedades cerebrovascular aguda, tromboembolismo pulmonar,

enfermedad intestinal isquémica, hipoglicemia, suspensión de medicación


antitiroidea, tiroiditis por radiación, enfermedades cardiovasculares, o

tratamientos con yodo radioactivo.

Las manifestaciones clínicas de la tormenta tiroidea se basan en

cuadro de fiebre intensa (hasta 41 centígrados o más), debilidad,

sudoración, náuseas, vómitos, signos de abdomen agudo, hipovolemia,

alteraciones cardiovasculares como taquicardia, insuficiencia cardíaca

congestiva y angina de pecho, las cuales representan el 30% de la

mortalidad de los pacientes, incluso con tratamiento, disfunción nerviosa

como ansiedad, inquietud y delirio.

El mecanismo patogénico específico de cómo una tirotoxicosis

compensada desencadena en tormenta tiroidea, aun no esta definido,

aunque el incremento en los valores de hormona tiroidea circulante por

eliminación del tratamiento antitiroideo, el uso terapéutico de yodo, o cirugía

en pacientes con tirotoxicosis, pueden preceder a una crisis tiroidea.

La exacerbación de los síntomas no presenta relación con los valores

bioquímicos de las hormonas tiroideas, por los cual en la tormenta tiroidea el

diagnóstico es clínico.

En las pruebas de laboratorio podemos encontrar niveles de T 4

elevados, niveles de T3 elevados, normales o bajos, hipercalcemia

moderada, enzimas hepáticas alteradas, leucocitosis con desviación a la


izquierda, aun en ausencia de infecciones, fosfatasa alcalina elevada

secundaria a un aumento de la remodelación ósea y otros valores derivados

del factor o enfermedad desencadenante.

El tratamiento de la crisis tiroidea comprende la aplicación de

compresas frías para el enfriamiento periférico, reposición de líquidos,

glucosa y electrolitos, administración de betabloqueantes (ejemplo

propanolol) para reducir la conversión de T4 en T3 y disminuir los efectos

negativos sobre la función cardiovascular. También la utilización de

glucocorticoides (hidrocortisona) sustituye la insuficiencia suprarrenal relativa

inhibiendo la conversión periférica de T4 en T3.

El bloqueo de la síntesis de hormona tiroidea puede realizarse

administrando propiltiouracilo o metimazol.

Para el control de la temperatura se recomienda la administración de

Acetaminofen, ya que los salicilatos inducen un aumento en los niveles de

hormona tiroidea libre mediante el desplazamiento de la hormona de las

proteínas transportadoras.

Las medidas adicionales incluyen la administración de antibióticos en

casos donde exista infección, colocación de oxígeno si lo requiere el paciente

y manejo de la ansiedad con precaución de no encubrir los signos presentes

en el paciente que puedan indicar una evolución favorable o desfavorable.

3,6,8,9,11.
RESUMEN DE LAS CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS PRESENTES EN LA

ENFERMEDAD TIROIDEA

HIPOTIROIDISMO HIPERTIROIDISMO
Anemia Dolor abdominal
Cardiomegalia Diplopia
Intolerancia al frío Arritmias
Cretinismo (en niños) Niveles de fosfatasa alcalina y
transaminasas elevados
Cabello seco Fatiga
Niveles elevados de Cabello fino
Transaminasas
Niveles de Creatinina elevados Bocio
Hiperlipidemia Intolerancia al calor
Hipotensión Hipercalcemia
Hipertelorismo Incremento del apetito
Electrocadiograma T invertida Aumento del pulso
Letargia Nerviosismo
Mixedema Palpitaciones
Parestesia Proptosis
Rango respiratorio reducido Psicosis
Taquicardia Taquicardia
Escalofríos Tremor
Aumento de Peso Piel seca
Pérdida de peso

Tabla N° 4 Resumen de las características clínicas presentes en la enfermedad

tiroidea
3. Pruebas de la función tiroidea (Hallazgos de laboratorio)

Existen una gran variedad de pruebas de laboratorio que contribuyen al

diagnóstico de los trastornos de la glándula tiroides.

Los niveles de TSH varían, en respuesta a las alteraciones que se

producen a nivel de T4 y T3 libres, por lo cual las pruebas tiroideas consisten

en establecer en primer lugar si la TSH se encuentra suprimida, normal o

elevada.

Un nivel de TSH normal puede excluir como diagnóstico en algunos

casos una anomalía primaria de función tiroidea. De lo contrario un nivel de

TSH anormal, debe llevar a la determinación de los niveles de hormona tiroidea

circulante para confirmar el diagnóstico de hipotiroidismo (niveles de TSH

elevados) o hipertiroidismo (niveles de TSH suprimidos). 6,7,9

En la actualidad se encuentran disponibles los radioinmunoanalisis para

T4 y T3 séricas totales, debido a la elevada unión que presentan estas a

proteínas, y por los numerosos factores que influyen en esta unión

(enfermedades, fármacos, factores genéticos). Debido a esto, es importante

medir los niveles de hormona tiroidea libre o no unida, lo que corresponde con

los niveles de reserva hormonal biológicamente disponible.


Cuando los niveles de globulina de unión a tiroxina (TBG) se encuentran

aumentados por concentraciones elevadas de estrógenos (embarazo,

anticonceptivos orales, tratamiento hormonal sustitutivo) los niveles hormonales

tiroideos están elevados, y reducidos cuando la unión a TBG se encuentra

disminuida.

Existen otros factores como los trastornos genéticos, enfermedades

agudas, que causan anomalías en las proteínas de unión a las hormonas

tiroideas, y algunos fármacos (fenitoína, carbamazepina, salicilatos,

antiinflamatorios no esteroideos) interfieren en la unión a hormonas tiroideas.

En la tirotoxicosis, los valores de T4 libre son suficientes para la

confirmación del diagnóstico, aunque está descrito que el 2 – 5% de los

pacientes presentan los valores de T3 elevados (tirotoxicosis por T 3 ). Por este

motivo, los pacientes con niveles de TSH suprimidos y T4 normal, debe

evaluarse los valores de T3 libre.

La realización de diagnósticos con valores de TSH únicos, puede inducir

a errores, sobretodo sino se realizan pruebas de los niveles de T4 libre, ya que

cualquier enfermedad no tiroidea puede influir en los niveles de TSH, como por

ejemplo un tumor hipofisario secretor de TSH, resistencia a la hormona tiroidea

y los artefactos de análisis.


La secreción de TSH menor a 0.1mU/L, indican tirotoxicosis, sin

embargo en el primer trimestre de embarazo, el tratamiento de hipertiroidismo y

respuesta a ciertos medicamentos, pueden producir supresión de la TSH.

Los niveles de TSH no deben tomarse en cuenta para un diagnóstico de

función tiroidea, en aquellos pacientes diagnosticados con enfermedad

hipofisaria.

La enfermedad tiroidea autoinmune se detecta por la medición de

anticuerpos circulantes frente a la peroxidasa tiroidea (TPO) y la tiroglobulina

(Tg) (0 – 60 ng/mL). Del 5 al 15 % de la población femenina eutiroidea y un 2%

del sexo masculino eutiroideo presenta anticuerpos tiroideos, por lo cual

presentan mayor riesgo de desarrollar enfermedad tiroidea.

El 80 % de los pacientes que presentan enfermedad de Graves, o

pacientes con hipotiroidismo autoinmunitario, poseen anticuerpos contra la

peroxidasa tiroidea (TPO) en niveles elevados.

En la enfermedad de Graves las inmunoglobulinas estimuladoras del

tiroides son anticuerpos que estimulan al receptor de la hormona estimuladora

del tiroide, y pueden ser determinados mediante bioanálisis o análisis de

detección de unión de anticuerpos al receptor. La utilización de estos análisis,

es para determinar niveles elevados de TSI en mujeres en el último trimestre

de embarazo, y descartar la posibilidad de tirotoxicosis neonatal.


Los valores de tiroglobulina son utilizados en el seguimiento de paciente

con cáncer de tiroides. Posterior al tratamiento de tiroidectomía total de la

tiroides o radioablación, los valores de tiroglubulina deben ser indetectables,

por lo contrario indicaría una ablación incompleta de la glándula tiroides o un

cáncer recurrente.

La ecografía de la Glándula Tiroides es utilizada para el diagnóstico de

nódulos tiroideos, cuando la exploración física es limitada, para control del

tamaño del nódulo, como guía en biopsias por aspiración con aguja fina,

aspirar lesiones quísticas y evaluación de cáncer de tiroides recurrente. 6, 9

4- Aplicaciones terapéuticas de las hormonas tiroideas.

4.1 - Hormonas tiroideas para restitución de la función tiroidea.

Las hormonas tiroideas como la Levotiroxina sódica (tiroxina), es la

más indicada y utilizada para la restauración de los niveles normales de

hormonas tiroideas y restitución de las funciones de la glándula tiroides

durante el hipotiroidismo, debido a su potencia constante y acción

prolongada.

La absorción de la levotiroxina sódica es a nivel del intestino delgado,

siendo esta variable e incompleta entre un 50 a 80 %, aunque puede


aumentar cuando el medicamento es suministrado con el estómago vacío (se

recomienda en ayunas). Otros medicamentos como complemento de hierro

e hidróxido de aluminio pueden tener influencia negativa en la absorción a

nivel del intestino delgado.

La vida media de la levotiroxina sódica es prolongada (siete días), por

lo cual, cuando se realizan ajustes en las dosis, no se alcanza nuevas cifras

de estado estable de la hormona hasta cuatro a seis semanas. Por ende el

control de cuantificación de hormonas estimulantes del tiroides en sangre no

debe realizarse antes de cuatro a seis semanas posterior al cambio de dosis.

En pacientes con edad avanzada (mayores de 60 años), las dosis de

levotiroxina sódica diaria deben ser bajas, para evitar la exacerbación de

cardiopatías subyacentes y no diagnósticadas.

En pacientes con hipotiroidismo, bocio, hipotiroidismo autoinmune, o

síntomas de hipotiroidismo, la levotiroxina sódica es altamente recomendada

para el tratamiento.

La Liotironina sódica (triyodotironina) está indicada cuando se desea

un inicio de acción rápida, como por ejemplo en el coma mixedematoso

originado por un hipotiroidismo no controlado.


Posterior a la administración de Liotironina sódica (triyodotironina), las

respuestas metabólicas pueden ser detectadas en cuatro a seis horas,

ocasionándo un aumento de la temperatura de la piel e incremento de la

frecuencia del pulso y temperatura.

El índice metabólico es restituido en un 40 % a las 24 horas posterior a

la administración de altas dosis de Liotironina sódica, alcanzado el 100% en

dos días o menos.

La administración de hormonas tiroideas como Levotiroxina sódica y

Liotironina sódica durante el coma mixedematoso, es realizada por vía

intravenosa, debido a que la absorción en esta condición clinica es incierta

en todo el intestino. Las dosis de hormonas tiroideas son administradas con

base a la estabilidad hemodinámica, presencia o no de cardiopatías y el

grado de desequilibrio de electrolitos del paciente.17

4.2 - Fármacos Antitiroideos.

Los fármacos antitiroideos son utilizados para inhibir la formación de

hormonas tiroideas, interfiriendo en la incorporación del yodo hacia residuos

tirosil de la tiroglobulina y en la oxidación del yodo.

Los antitiroideos como el propiltiouracilo bloquean la síntesis de

hormonas tiroideas, e inhibe la desyodación periférica de tiroxina hacia


triyodotironina. En cambio el Metimazol no posee los mismos efectos, e

incluso puede actuar como antagonista en la acción inhibidora del

propiltiouracilo.

La absorción del propiltiouracilo administrado por vía oral se presenta

en un tiempo de 20 a 30 minutos, y su vida media es alrededor de 75

minutos, mientras que el metimazol presenta una vida media en sangre de

cuatro a seis horas.

La eliminación de los medicamentos y sus metabolitos aparece en su

mayor parte en la orina. El metimazol como el propiltiouracilo cruzan la

barrera placentaria, y pueden encontrarse en la leche materna.

Los antitiroideos se utilizan como tratamiento de hipertiroidismo de la

siguiente manera:

1- Como tratamiento definitivo, para control e impedir una remisión

espontánea de la enfermedad de Graves.

2- Administrados junto con yodo radioactivo, acelerando así la

recuperación, mientras se esperan los efectos de la radiación.

3- Control del trastorno antes de una intervención quirúrgica.


Las reacciones adversas de estos fármacos están descritas como

relativamente bajas, aunque se han reportado casos de agranulocitosis, en

una proporción de 1:500 pacientes, y está más relacionada con las dosis

administradas de metimazol que de propiltiouracilo. La instauración de una

agranulocitosis está dada en las primeras semanas o meses de tratamiento.

Debido a la rapidez con que puede presentarse la agranulocitosis en los

pacientes, las pruebas periódicas de cuantificación de leucocitos, son poco

útiles, por lo cual los pacientes deberán informar acerca del comienzo de los

signos y síntomas, como dolor de garganta y fiebre. La agranulocitosis es

reversible una vez suspendidos los medicamentos antitiroideos.

Durante los episodios de tormenta tiroidea, la utilización de propiltiuracilo

está indicada con mayor preferencia, debido a su efecto adicional de

inhibición de la desyodación periférica de tiroxina hacia triyodotironina. La

administración de estos fármacos pueden ser por vía nasogástrica o vía

rectal de ser necesario. 17

5. Características clínicas y manejo del paciente con alteraciones

de la Glándula Tiroides en el área de Cirugía Bucal

La enfermedad tiroidea controlada, es aquella en la cual el paciente se

encuentra bajo un seguimiento médico estricto de los niveles de hormona

tiroidea, por un tiempo prolongado, y no presenta síntomas de la enfermedad.


Los pacientes en situación eutiroidea deben ser controlados al menos

dos veces al año por su medico tratante. Los antecedentes y la cantidad de

dosis de levotiroxina sodica en pacientes afectados por hipotiroidismo pueden

ser utilizados como indicativo del grado de control del paciente.

El profesional de la salud bucal debe estar en total conocimiento de los

signos y síntomas que se presentan en la enfermedad tiroidea, de manera de

que pueda identificar cualquier complicación y calcular el nivel en el cual esta

condición esta controlada. Si surge la sospecha de una enfermedad tiroidea no

controlada, deben ser suspendidos todos los tratamientos de Cirugía Bucal y

Maxilo - Facial de elección, hasta que sea realizada la interconsulta médica con

el endocrinologo o médico internista, y sea controlado el paciente.

5.1 Características clínicas y manejo de pacientes con

Hipotiroidismo en el área de Cirugía Bucal

Los pacientes con hipotiroidismo, presentan un estado hipometabólico

debido a la deficiencia en la secreción de hormona tiroidea.

En el hipotiroidismo congénito se observa en el paciente la piel de la

cara gruesa, seca y arrugada, los labios lucen abultados y la boca entreabierta,

lo cual es ocasionado por macroglosia y maloclusión.


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Figura N° 2 Características clínicas de pacientes hipotiroideos

La maloclusión, es debida al poco desarrollo en el crecimiento de estos

pacientes, lo cual influye en el desarrollo mandibular, siendo este menor al del

maxilar, y puede estar en ocasiones acompañada de alteraciones en el

crecimiento y desarrollo de los cóndilos.

Los cambios que ocurren a nivel de la base del cráneo, producen un

aumento en la dimensión trasversal de los maxilares.

La predisposición de estos pacientes al hábito de respirador bucal es

alta. Las encías se observan con un aspecto esponjoso o pueden presentar

una hiperplasia secundaria a la resequedad que ocasiona la respiración bucal.

La exfoliación y erupción dentaria es retardada, tanto en la dentición

temporal como permanente. En ocasiones, la hipocalcemia produce un retardo

en la cronología dental y la dentina puede presentarse con hipoplasia


adamantina, y presentar cambios a nivel radicular que incluyen apariencia de

raíces cortas, con ápices permanentemente abiertos y cámaras pulpares

amplias, debido al retardo en la formación de la dentina.

Otros de los hallazgos en cavidad bucal incluyen disgeusia (pérdida del

gusto), alteraciones periodontales, debido a una deficiente higiene bucal

(pacientes con hipotiroidismo congenito), y retraso en la cicatrización de los

tejidos.

En el hipotiroidismo adquirido, los pacientes presentan cambios

cutáneos como resequedad de la piel, y la acumulación de líquido (mixedema)

que le confiere al rostro una apariencia de plenitud, acompañada por el

agrandamiento de los labios, nariz y pabellones auriculares.

A nivel intrabucal se observa macroglosia, que induce a la respiración

bucal, lo que ocasiona resequedad de las mucosas y aumenta el riesgo de

caries y enfermedad periodontal.

Los pacientes con hipotiroidismo son susceptibles a las enfermedades

cardiovasculares por arterosclerosis y elevados niveles de colesterol (LDL).

Antes del tratamiento bucal debe informarse el cirujano bucal, acerca

del estatus de la condición cardiovascular del paciente. En pacientes con

fibrilación auricular (dependiendo de la arritmia) y patología valvular debe

indicarse antibiótico terapia profiláctica antes de cualquier procedimiento


quirúrgico, y disponerse de pruebas de coagulación en aquellos pacientes

tratados por indicación médica con anticoagulantes orales y con reemplazos de

hormona tiroidea.

Debido a la deficiencia metabólica celular que presentan los pacientes

hipotiroideos, los procesos reparativos son defectuosos, lo que aumenta el

riesgo de infecciones locales, generales o de ambas. Por lo cual los

procedimientos quirúrgicos bucales y los tratamientos periodontales, pueden

presentar resultados desfavorables durante el postoperatorio, aumentando el

riesgo del paciente a nivel sistémico. (coma mixedematoso).

Los pacientes con tiroiditis de Hashimoto, están asociados con otras

enfermedades sistémicas que deberán ser controladas ante cualquier

intervención quirúrgica.

En la tabla que se presenta a continuación se nombran las

enfermedades mas relacionas con tiroiditis de Hashimoto y los exámenes

complementarias que se sugieren en los pacientes, antes de cualquier

procedimiento en cirugía Bucal, evitando así complicaciones postquirúrgicas,

como el retardo en la cicatrización, alta susceptibilidad a procesos infecciosos

y riesgo de sangrado.
Enfermedades asociadas Exámenes complementarios
Control de glicemia
Diabetes Mellitus Hemoglobina Glucosilada
Interconsulta con médico tratante.
Biometría Hemática
Anemia Perniciosa Interconsulta con médico tratante.

Hematología Completa
Artritis Reumatoide Exámenes de coagulación
Interconsulta con médico tratante.
Hematoligía Completa (contaje de
Lupus Eritematoso Sistémico fórmula blanca)
Biometría Hemática (si existe afección al
sistema sanguíneo)
Interconsulta con médico tratante.
Hematología Completa (transaminasas,
Hepatitis Crónica Activa bilirrubina sérica, fosfatasa alcalina)
Exámenes de coagulación (PT, PTT,
IRN)
Interconsulta con médico tratante.
Valoración clínica
Síndrome de Sjőgren Puebas de laboratio para detección de
anticuerpos antinucleares
Interconsulta con médicos tratantes.
Insuficiencia Suprarrenal Biometría Hemática
Interconsulta con médico tratante.
Tabla N° 5 Enfermedades relacionadas con Tiroiditis de Hashimoto 2, 3, 6, 14, 15
Debido a que los pacientes con hipotiroidismo son susceptibles a

fármacos depresores del sistema nervioso central, barbitúricos, analgésicos, y

anestésicos, dichos medicamentos deben utilizarse en dosis bajas. 7, 12,13, 14

El uso de anestésicos locales, en caso de requerirse un tratamiento

quirúrgico no electivo en pacientes no controlados, será proporcionado bajo

estricto control y cuidado, debido a los efectos adversos de los anestésicos

locales sobre el sistema nervioso central (inquietud, temblor, convulsiones

clónicas), cardiovascular (taquicardia, fibrilación ventricular), y músculo liso

(relajación de la musculatura vascular y bronquial), los cuales pueden ser

potenciados, debido a los procesos metabólicos disminuidos, en estos

pacientes. 7, 12,13,14

En una revisión de la literatura realizada por Jhonson y colegas se

examinó los efectos de la epinefrina en pacientes que han tenido

hipotiroidismo. En pacientes controlados con mínimo compromiso

cardiovascular, no se ha encontrado interacción significativa. En pacientes con

enfermedad cardiovascular como la insuficiencia cardiaca congestiva, o que

han tenido un control irregular, la anestesia local con epinefrina debe ser

utilizada con precaución. 7

Los pacientes con hipotiroidismo neonatal, se presentan poco

colaboradores, debido a su estado mental y corporal, por lo cual los

tratamientos deberán ser realizados bajo sedación o anestesia general. Estos


pacientes deben estar controlados por su médico tratante, presentar niveles

normales de hormona tiroidea (eutiroideos), y el tratamiento adecuado en

caso de presentar otras enfermedades sistémicas relacionadas. La

valoración del Anestesiólogo, del Cirujano Bucal o Maxilofacial, junto con el

médico tratante es de suma importancia, debido a la susceptibilidad de estos

pacientes ante los anestésicos y depresores del sistema nervioso central.

5.2 Características clínicas y manejo de pacientes con Hipertiroidismo en

el área de Cirugía Bucal

En el hipertiroidismo el paciente presenta un estado hipermetabolico

debido a la elevada secreción de hormonas tiroideas.

Antes de que el cirujano bucal realice cualquier procedimiento electivo en

pacientes con hipertiroidismo, debe estar familiarizado con las manifestaciones clínicas

presentes y las posibles complicaciones sistémicas. 7,12,14,20

Una cuidadosa historia clínica, exámenes de laboratorio y un minucioso

examen clínico son las herramientas que tiene el Cirujano, para determinar el

compromiso de disfunción tiroidea en el paciente.

A demás, el hipertiroidismo cursa con mayor susceptibilidad a

enfermedades cardiovasculares como taquicardia, hipertensión sistólica, soplo

cardiaco y fibrilación auricular, el cirujano debe prestar especial cuidado a la

historia cardiaca del paciente. 7,12,14,20


En pacientes mayores de 70 años, el hipertiroidismo cursa con

anorexia, fibrilación e insuficiencia cardiaca congestiva, en pacientes jóvenes,

la principal manifestación es la enfermedad de Grave, y esta puede estar

asociada también con síndrome de Sjögren´s y lupus eritematoso sistémico,

mientras que a una edad media el hombre y la mujer presentan más

comúnmente el bocio nodular tóxico.

La evaluación del estado físico del paciente, y la presencia de síntomas

como taquicardia, pulso irregular, sudoración, hipertensión, tremor, anorexia, y

otros asociados con hipertiroidismo, puede llevar al cirujano a la sospecha de

una enfermedad tiroidea no controlada, por lo cual debe posponerse cualquier

intervención quirúrgica electiva.

En estos pacientes se observa una exfoliación prematura de los dientes

deciduos con erupción dentaria precoz, que a su vez es acompañada de un

alto índice de susceptibilidad a los procesos cariosos y enfermedades

periodontales. 7,12,14,20

En algunos de los casos se observa tejido tiroideo funcional

extraglandular (principalmente el parte posterolateral de la lengua) llamado

tiroides lingual.
A nivel de los maxilares, se observa en el examen radiográfico

ensanchamiento del patrón trabecular, disminución de la lámina dura y

presencia de osteoporosis. 7,12,14,20

Otros hallazgos aunque no muy frecuentes, son las úlceras orofaríngeas

recurrentes, las cuales son ocasionadas por una agranulocitosis secundaria

originada por los fármacos antitiroideos (carbimazol o metimazol), los cuales

también aumentan el porcentaje de riesgos a infecciones.

Los fármacos como la aspirina, anticonceptivos orales y

antinflamatorios no esteroideos, disminuyen los procesos de fijación de T 4 a la

globulina de unión en el plasma (TBG), lo cual produce un aumento del T 4 libre

en pacientes con tratamiento tiroideo y puede conducir a una tirotoxicosis

grave (tormenta tiroidea).

Otros de los efectos producidos por la aspirina, glucocorticoesteroides,

dopamina y heparina, son el incremento en los niveles de TSH, por lo cual

puede dificultar el diagnóstico de hipertiroidismo primario.

En los pacientes que no presentan alteraciones sistémicas secundarias,

ni terapias con anticoagulantes, los tratamientos de cirugía bucal electivos,

pueden ser considerados de bajo riesgo, siempre y cuando los valores de

hormonas tiroideas estén controlados (eutiroideo), y los niveles de ansiedad y

estrés sean bajos en el paciente, evitando así el posible desarrollo de una

tormenta tiroidea durante el acto quirúrgico. 7,12,14,20


Citas cortas y el control del estrés es de suma importancia para los

pacientes con hipertiroidismo. La cita debe interrumpirse si aparecen síntomas

o signos de crisis tirotóxica, y el acceso a la emergencia médica debe estar

disponible. Se recomienda el monitoreo del paciente antes, durante y después

de la cirugía.

Posterior al tratamiento quirúrgico, debe ser administrada una adecuada

analgesia postoperatoria, tomando en cuenta el hipermetabolismo que

presentan estos pacientes.

La medicación con hormona tiroidea es necesaria, y en caso de que el

procedimiento quirúrgico este cerca de la primera semana de tratamiento, la

interconsulta con el medico endocrino tratante es indispensable. 7,12,14,20


RESUMEN DE LAS MANIFESTACIONES ORALES EN LA ENFERMEDAD
TIROIDEA

HIPERTIROIDISMO HIPOTIROIDISMO
Incremento en la susceptibilidad Macroglosia
a caries
Enfermedad Periodontal Glositis
Presencia de tejido Erupción dentaria retardada
extraglandular tiroideo
Exfoliación y Erupción dentaria Enfermedad Periodontal
precoz
Ensanchamiento del patrón Reabsorción de tejido óseo
trabecular y disminución de la
lámina dura a nivel de maxilares
Osteoporosis Disgeusia (pérdiad del gusto)

Tabla N° 6 Resumen de las manifestaciones clínicas bucales en la

enfermedad tiroidea.
6.0- PROTOCOLO DE MANEJO EN PACIENTES CON HIPOTIROIDISMO E

HIPERTIROIDISMO EN CIRUGIA BUCAL

Antecedentes de Enfermedades de
Historia Clínica
la Glándula Tiroides
Amnanesis
Medicamentos
Hormona estimulante del tiroides
(TSH)
Tiroxina, libre (T4)
Tiroxina, total (T4)
Examenes de Laboratorio Triyodotironina, libre (T3)
Triyodotironina, total (T3)
Pruebas de Coagulación
Otros
(Asociados a enfermedades
secundarias)
Evaluación Clínica Palpación a nivel del área del
cuello
Zona anterior
Interconsulta con Médicos Endocrinólogo
Asociado con enfermedades
Tratantes
sistémicas secundarias
Infantes Evaluación para tratamiento bajo

(hipotiroidismo congénito) Sedación o Anestesia General


6.1- PACIENTES CON HIPOTIROIDISMO DIAGNOSTICADO Y BAJO

TRATAMIENTO MÉDICO ADECUADO.

PROTOCOLO PREOPERATORIO

HIPOTIROIDISMO HIPOTIROIDISMO

Atención del paciente Primera hora de la mañana

Administración de Hormona Ingerir en Ayuno

Tiroidea

Administración de Pacientes comprometidos

Antibióticoterapia Alteraciones Cardiovasculares

Monitoreo del paciente Preoperatorio – Intraoperatorio

Postoperatorio

Utilización de fármacos

Analgésicos – Barbitúrico Dosis normales

Anestésicos

Control Postquirúrgico Evitar infecciones locales o

generales agudas
6.2- PACIENTES CON HIPOTIROIDISMO NO DIAGNOSTICADO O

BAJO TRATAMIENTO MÉDICO INADECUADO

HIPOTIROIDISMO HIPOTIROIDISMO

Pacientes no controlados o mal Evitar Procedimientos

controlados Quirúrgicos

Utilización de fármacos Evitar administración debido

depresores del Sistema Nervios al estado Hipometabólico de

Central los pacientes.

(Analgésicos – Barbitúrico

Anestésicos)

Control de Infecciones Bucales Disminuye proceso de

cicatrización

Riesgo de Coma

Mixedematoso

Valoración del Estadio Clínico

(Signos , Síntomas, Pruebas

Tiroideas)

Remitirlo para Evaluación Endocrinólogo o Médico

tratante
6.3- PROTOCOLO DE MANEJO EN PACIENTES CON HIPOTIROIDISMO EN

CIRUGIA BUCAL

PROTOCOLO PARA COMA MIXEDEMATOSO

Monitoreo de Signos Vitales

Tensión Arterial

Frecuencia Cardíaca

Frecuencia Respiratoria

Saturación de Oxigeno

Administración de Oxigeno

Intubación – Ventilación Mecánica

Recalentamiento Corporal Pasivo

(colocación de mantas)

Toma de Vía Endovenosa

Administración de Ringer Lactato

(hipotensión)

Administración de Dextrosa

(hipoglucemia)

Traslado del Paciente

Centro Hospitalario
6.4- PACIENTES CON HIPERTIROIDISMO DIAGNOSTICADO Y BAJO

TRATAMIENTO MÉDICO ADECUADO

PROTOCOLO PREOPERATORIO

Atención del paciente Primera hora de la mañana

Citas Cortas

Administración de Antitiroideos Ingerir en Ayuno

Administración de Pacientes comprometidos

Antibióticoterapia Alteraciones Cardiovasculares

Monitoreo del paciente Preoperatorio – Intraoperatorio

Postoperatorio

Utilización de fármacos Pacientes Controlados

Anestésicos Dosis normal

Epinefrina

Control Postquirúrgico Antibióticos

Analgésicos

Pacientes Controlados Sedación

(estado eutiroideo) Anestesia General


6.4- PACIENTES CON HIPERTIROIDISMO NO DIAGNOSTICADO O BAJO

TRATAMIENTO MÉDICO INADECUADO

Procedimientos Quirúrgicos No realizar

Infecciones Agudas Evitar

Evitar administración de Se potencia el efecto secundario

Adrenalina u otras Aminas Cambios: ritmo-frecuencia-gasto

Presoras (en anestesicos Cardíaco

locales, cordones de retracción

gingival

Valoración del Estadio Clínico

(Signos , Síntomas, Pruebas

Tiroideas)

Remitirlo para Evaluación Endocrinólogo o Médico tratante


6.5- PROTOCOLO DE MANEJO EN PACIENTES CON HIPERTIROIDISMO

EN CIRUGIA BUCAL

PROTOCOLO PARA TORMENTA TIROIDEA

Colocación de Compresas Frías

Administración de Acetaminofen

(control del aumento de la temperatura)

Monitoreo de Signos Vitales

Tensión Arterial

Frecuencia Cardíaca

Frecuencia Respiratoria

Saturación de Oxigeno

Administración de Oxigeno

Vía Endovenosa

Administración de Ringer Lactato y Dextrosa

Administración de Betabloqueantes

Propanolol

Reducir conversión de T4 en T3

Reduce efectos colaterales cardiovasculares

Hidrocortisona (100-300mg)

Solución Glucosada I.V

Traslado del Paciente Centro Hospitalario


IV CONCLUSIONES

Los trastornos sistémicos más comunes relacionados con las

alteraciones de la glándula tiroides, son las alteraciones metabólicas del

organismo, las funciones cardiovasculares y gastrointestinales y los efectos

producidos a nivel neuromuscular.

La capacidad de identificar las características Maxilofaciales presentes

en pacientes que desconocen la presencia de enfermedad tiroidea, y referirlo

para manejo y tratamiento adecuado.

Canalizar a padres y representantes ante la obtención de hallazgos

clínicos relacionados con enfermedad tiroidea en sus hijos, y así prevenir

complicaciones sistémicas a futuro.

El conocimiento obtenido por el cirujano sobre las características más

comunes de las patologías tiroideas, puede prevenir complicaciones durante el

acto quirúrgico o tratar las emergencias relacionadas a la enfermedad.

La capacidad de identificar las características Maxilofaciales presentes

en pacientes que desconocen la presencia de enfermedad tiroidea, y referirlo

para manejo y tratamiento adecuado.


Canalizar a padres y representantes ante la obtención de hallazgos

clínicos relacionados con enfermedad tiroidea en sus hijos, y así prevenir

complicaciones sistémicas a futuro.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Hernández Méndez, Dr. Emilio de la Peña Folgar

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