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Prueba anticipada es para el nuevo ordenamiento procesal penal aquélla practicada antes
del juicio, con intervención del juez en condiciones que permiten la contradicción,
cuando fuere de temer que no podrá practicarse en el juicio oral o que pudiera motivar
su suspensión.
Si bien el artículo 393°.1 del nuevo Código Procesal Penal establece que el juez penal
no puede utilizar para la deliberación pruebas diferentes a aquéllas legítimamente
incorporadas en el juicio, ello no significa que únicamente pueda ser objeto de
valoración la prueba practicada en el juicio —esto es, los llamados actos de prueba—,
sino también la prueba anticipada y la prueba pre constituida, a las cuales el artículo
325° del nuevo Código otorga el carácter de actos de prueba. Es por ello que el
legislador ha empleado la frase “pruebas incorporadas en el juicio”, en lugar de
“pruebas practicadas en el juicio”. Se trata, sin duda, de una equiparación, en el
entendido de que determinadas fuentes de prueba no podrán estar disponibles para su
práctica en el juicio y que solamente es posible incorporarlas mediante su lectura para
su ulterior debate.
La prueba anticipada debe ser actuada con los requisitos que corresponderían a su
práctica en el juicio, especialmente la inmediación ante el juez, con citación de las
partes y con plena intervención de éstas. El principio de contradicción exige que se
brinde a la defensa la posibilidad de comparecer en la práctica de la prueba anticipada
(art. 244°.1). Se trata de un requisito esencial para su ulterior valoración; sin embargo,
el Código ha establecido una excepción para el caso de la existencia de un peligro
inminente de pérdida del elemento probatorio (fuente de prueba) y su actuación no
admita dilación, en cuyo supuesto, a pedido del fiscal, el juez decidirá su realización de
inmediato, sin traslado alguno (art. 244°.4).
A) La prueba testimonial
El segundo motivo está relacionado con la coacción que pueda sufrir un testigo, sea
de forma directa o indirecta; en este último caso, la violencia o amenazas puede
recaer sobre un familiar o inclusive sobre su abogado. Consideramos que no basta
invocar el riesgo de violencia o amenazas, sino que deben concurrir indicios
racionales del uso de la violencia o de las amenazas; obviamente, bastará con los
intentos de ejercer la violencia para que la solicitud de prueba anticipada sea
admitida (ejemplo: el testigo, su familiar o su abogado sufre un atentado).
El tercer motivo se refiere a la compra del testigo, mecanismo al que recurren los
acusados con poder económico —lícito o ilícito— con la finalidad de eliminar la
prueba de cargo en su contra. No es necesario que el testigo haya sido comprado;
basta con que se le haya ofertado o prometido el pago u otra utilidad con el
propósito de que no declare o lo haga falsamente. Se requiere sin duda la versión del
propio testigo o una prueba que demuestre el intento de comprarlo.
B) El examen de perito
En el caso del examen del perito, su anticipación probatoria puede darse por los
mismos motivos de urgencia y riesgo que para el examen de los testigos. No
obstante, el artículo 242°.1.a estatuye que el interrogatorio formulado al perito,
puede incluir el debate pericial cuando éste sea procedente.
Un problema relacionado con el examen del perito como prueba anticipada, consiste
en determinar si también pueden ser objeto de anticipación la operación pericial y el
informe pericial. Consideramos que lo que se anticipa es el examen del perito, esto
es la información que este último deba brindar en el juicio, y no la práctica de la
pericia o la elaboración del informe, ya que las pericias son esencialmente actos
realizados en la investigación. Sin duda, la situación es diversa si se ofrece prueba
pericial en la fase intermedia para su actuación en el juicio. En tal supuesto, podría
estimarse procedente, en la medida que exista el riesgo de no disponibilidad del
órgano de prueba y se acredite la urgencia de su práctica anticipada. El perito puede
ser coaccionado o comprado para asegurar la no realización o la falsedad de la
pericia o el informe.
Coincidimos con GÓMEZ DE LIAÑO cuando afirma que el nuevo Código Procesal
Penal parece haber confiado demasiado en la utilidad del careo, ya que en realidad
no se trata de un auténtico acto de prueba; sus beneficios son a veces discutibles y es
un acto sumamente delicado en el que el juez debe poner la mayor atención,
comportándose con el más riguroso escrúpulo.
Los reconocimientos pueden recaer sobre personas (art. 189°), cosas (art. 191°),
voces, sonidos y cuanto pueda ser objeto de percepción sensorial (art. 190°). El
artículo 189°.3 estatuye que si la diligencia de reconocimiento de personas es
presenciada por el juez de la Investigación Preparatoria, se considerará un acto de
prueba anticipada . Estimamos que debió considerársele prueba preconstituida antes
que prueba anticipada, ya que ésta requiere que la realice el juez con todas las
garantías del juicio y básicamente con la contradicción y no que, debido a la
ausencia del abogado defensor, el juez se limite a presenciar el reconocimiento.
La inspección tiene por objeto comprobar las huellas y otros efectos materiales que
el delito haya dejado en los lugares y cosas o en las personas (art. 192°.2). Sin duda,
las huellas y otros efectos materiales del delito, bien sea por el transcurso del tiempo
o por no estar bajo custodia de la autoridad los bienes inmuebles o muebles, pueden
no estar disponibles para su actuación en el juicio, de donde resulta indispensable
acordar su actuación anticipada. Por ello, en la doctrina se ha sostenido que se trata
de una diligencia típicamente sumarial o de un acto de investigación
1.3 Procedimiento
Una vez presentada la solicitud de actuación probatoria, el juez correrá traslado por
dos días para que los demás sujetos procesales puedan formular sus consideraciones
sobre la petición. La actuación anticipada puede ser aplazada a pedido del fiscal,
cuando indique las causas por las que la práctica de la prueba anticipada podría
perjudicar los actos de investigación inmediatos. En el término de dos días, el juez
decide sobre la admisibilidad de la solicitud o si aplaza su diligenciamiento. En
casos de urgencia, el juez puede abreviar los términos para su actuación o realizarla
sin traslado a las partes, cuando exista peligro inminente de pérdida del elemento
probatorio y su práctica no admita dilación. Para tal efecto deberá formular el
pedido al fiscal y designar defensor de oficio para que controle el acto, si resulta
imposible comunicar al defensor de elección.
En la audiencia, las pruebas deben ser practicadas con las formalidades establecidas
para el juicio oral. Si por algún motivo la práctica de la prueba no concluye en la
misma audiencia, ésta puede ser aplazada para el día siguiente hábil o para un
tiempo mayor, de ser el caso. El acta de la audiencia y demás elementos y
documentos agregados al cuaderno de prueba anticipada serán remitidos al fiscal
1.4 Recurso
Conforme al artículo 246° del nuevo Código Procesal Penal, procede el recurso de
apelación contra la resolución que: a) decreta la actuación de la prueba anticipada,
b) la que desestime o disponga el aplazamiento de su práctica, y c) la que decida la
realización de la diligencia bajo el supuesto de urgencia. La citada disposición legal
establece que el recurso de apelación es con efecto devolutivo, especificación que
estimamos superflua, habida cuenta que el recurso de apelación siempre confiere a
la Sala Penal Superior el conocimiento del asunto de la resolución impugnada.