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Karen Paola Monterrosa Barranco CC. 1.118.821.904.

Universidad Santo Tomas,


Maestría Planeación para el Desarrollo.

Presentación: Restrepo Juan C. (201g). El rescate de las finanzas territoriales.


Revista debate político, Fascículo 14. Bogotá.

Este ensayo tiene como eje central, escenario de la descentralización, el déficit


fiscal y endeudamiento territorial; profundiza sobre las finanzas corrientes de las
entidades territoriales y el impacto frente a temas de descentralización y
normatividad legal existente. Se identifica las principales reformas tributarias, se
analizan brevemente los rubros de los ingresos corrientes (tributarios, no tributarios
y transferencias), y el impacto frente algunas variables como fiscalización, sectores
económicos y disparidades regionales.

El texto nos deja nos muestra un análisis del estado y realidad de los entes
territoriales en relación con su autonomía fiscal precisando cuales son las fuentes
de ingresos y tributación del estado nacional, departamental y municipal, haciendo
énfasis en los tributos territoriales en relación con su estructura, características y
fundamentación legal, al igual que se describe en forma detallada en lo atinente a
las transferencias de la nación a los entes territoriales traducidas hoy a través del
Sistema General de Participaciones.

De acuerdo con lo anterior, una de las tareas del estado es la consecución de


recursos, pero por otra está la de su asignación a través de los gastos, en procura
de la función de redistribución del ingreso, de tal forma en el texto precisan la
estructura, alcances y características de los gastos regulares del estado en el
contexto territorial, relacionados con los gastos de funcionamiento, servicio de la
deuda y la inversión.

Así mismo el autor nos infiere como la gestión de los ingresos está relacionada con
la capacidad de las entidades territoriales de acceder a los recursos necesarios para
sufragar los gastos propios de la inversión y el funcionamiento de la administración;
en este sentido, se debe tener claridad de la estructura del presupuesto de rentas y
de recursos de capital compuesto por Ingresos corrientes, recursos de capital,
fondos especiales, contribuciones parafiscales, y los ingresos de los
establecimientos públicos municipales , así como de la importancia de los tributos
en la misma, de tal forma que con base en el conocimiento de las fuentes de
financiación se puedan formular estrategias para aumentar el recaudo y así generar
los ingresos suficientes para cubrir la programación establecida en los diferentes
planes de las entidades territoriales.

Es así como según Juan camilo Restrepo a partir de la gestión de las crisis
financieras, hace interesante entrar a analizar los actores y roles que configuran la
estructura administrativa así como la toma decisiones y los elementos que
determinan las acciones ejecutadas en los planes de rescate, cuyos resultados en
algunas ocasiones son beneficiosos para los agentes que tienen intereses en los
rendimientos de los mercados financieros. En su libro “el rescate de las finanzas
territoriales” el autor esta temática, iniciando con una descripción antecedentes del
manejo fiscal de las entidades territoriales y las estrategias de acción elaboradas
por diferentes actores e instituciones para “salvar la economía”.

Igualmente se hacen algunas reflexiones sobre las medidas que permiten regular
las dinámicas de gestión en el tema de las finanzas territoriales, concentrándose en
forma prioritaria en identificar las tendencias generales de las principales fuentes de
recursos de los gobiernos subnacionales, en este sentido, en general, los procesos
de entrega de funciones y recursos a los territorios van acompañados de una gran
prevención sobre los efectos negativos que de él se derivan.

Si bien se defiende en el texto que la descentralización política y fiscal fortalece la


democracia, al acercar las decisiones estatales al ámbito local, y puede hacer más
eficiente el uso de los recursos públicos puesto que los mandatarios locales tienen
una mayor capacidad para leer las preferencias de sus ciudadanos, entre otras
razones. Así, de obtenerse buenos resultados con los programas sociales
ejecutados por los gobiernos territoriales estos además, tendrán un mayor
reconocimiento social y apropiación por parte de las comunidades, profundizándose
así la autonomía territorial.

Igualmente, se argumenta que un acelerado proceso de descentralización puede


generar problemas como pereza fiscal, un aumento de la dependencia de las
transferencias intergubernamentales, un aumento desbordado del gasto público,
malos resultados fiscales de departamentos y municipios con el consecuente
aumento del endeudamiento y del déficit fiscal territorial, entre otros efectos

A partir de esto, las entidades territoriales se convierten en los principales


protagonistas en el manejo de las finanzas públicas a los cuales la Constitución les
encomendó la concertación de los planes de Desarrollo regionales con el plan de
desarrollo nacional para optimizar uso de los recursos.

De igual manera debemos destacar el hecho que la mayoría de las entidades tienen
limitaciones para ponerse a tono con los cambios institucionales, dada la
dependencia financiera de los recursos transferidos por la Nación y su débil
capacidad administrativa y de gestión financiera que se refleja en la asignación
ineficiente del gasto.

Los entes territoriales disponen de diferentes fuentes para financiar su desarrollo a


partir del Sistema de Financiamiento Territorial, como son las rentas propias, las
transferencias, la cofinanciación proveniente de otros niveles administrativos, los
recursos del crédito y los recursos privados, que pueden ser incorporados a los
presupuestos territoriales respetando su autonomía, pero para su aplicación, se
debe asociar la gestión territorial con instrumentos modernos de planificación,
mediante la coincidencia entre la planificación y el área financiera, lo cual se logra
con la armonización y sujeción de los presupuestos de las entidades territoriales a
los procedimientos de elaboración, aprobación y ejecución de los planes de
desarrollo, mediante la Planificación Financiera.
El autor se centra en el manejo de las finanzas públicas, mediante las cuales se
pueden afectar algunos indicadores de la economía, tales como el ahorro, la
inversión o el consumo público y privado; a manera de ejemplo, cuando los ingresos
son mayores que los gastos existe un superávit público, es decir, el gobierno cuenta
con un ahorro que se puede canalizar a incrementar la inversión y el consumo. En
contraposición a esta situación favorable que predomina en el sector público, el
sector privado se afecta en sus niveles de ahorro, inversión y consumo. La situación
contraria se da cuando los gastos del gobierno son mayores a sus ingresos
provocando un déficit público. En este caso el ahorro, la inversión y el consumo del
sector público se reducen y se incrementan los del sector privado. Mediante las
finanzas públicas el Estado cumple con las funciones de asignación, redistribución
y estabilización de la actividad económica. La Hacienda Pública tiene en cuenta la
forma en que se utilizan, administran y supervisan los recursos que se invierten en
el gasto público.

El autor nos deja inferir que el proceso de descentralización fiscal, las reformas a
la distribución de recursos mediante la ley general de participaciones, el impulso a
las políticas de mejora de la eficiencia en la aplicación de los recursos, el sistema
de gestión de calidad, las reformas a la ley de presupuesto, al estatuto de
contratación estatal, el sistema de planeación, entre otros cambios, han contribuido
a mejorar el ambiente para el desarrollo de las políticas públicas en las entidades

Sin embargo, los cambios en los equipos de gobierno traen como consecuencia la
necesidad de capacitación de los servidores públicos en esas y otras materias, lo
que representa una oportunidad para las instituciones de educación superior en la
oferta académica orientada a robustecer los cuadros administrativos de las
entidades municipales y departamentales, en la búsqueda de un servicio público
más eficiente, oportuno, ético, transparente, participativo, inclusivo y de adecuada
cobertura.

En resumen, los gastos públicos son erogaciones realizadas por los gobiernos para
dar respuesta a las demandas sociales identificadas por medio de la provisión de
bienes públicos, para esto requiere disponer de recursos suficientes básicamente
para tres propósitos: financiar el funcionamiento del aparato administrativo
necesario para poner en ejecución las acciones de intervención, cubrir las
obligaciones financieras adquiridas por la entidad territorial, y para efectuar las
inversiones, por lo que en el presupuesto los gastos se encuentran clasificados en
funcionamiento, servicio de la deuda e inversión.

La asignación prioritaria del gasto público a inversión en sectores sociales (salud,


educación, saneamiento básico, servicios públicos esenciales, etc), constituye un
mecanismo de redistribución de la riqueza, porque los que más se benefician de él
son quienes no poseen los recursos económicos necesarios para acceder a unas
condiciones de calidad de vida mínimas; en este sentido el gasto público se
constituye en un instrumento de política económica, porque la inversión que permite
realizar puede potencialmente influir en la dinamización de la economía por vía de
la formación de capital, el incentivo a la inversión de otras fuentes y a la generación
de empleo.

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