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MUJERES VICTIMAS DE LA VIOLENCIA

Presentado por:

ANA LUCIA RODRIGUEZ GALVIS

ZULMA PILAR BARBOSA MORENO

SARA JULIANA ALVARADO PONTON

WILLIAM DE JESUS AVENDAÑO MONTES

ALEXANDER CABRERA DIAZ

Profesor:

JHON CARLOS BUITRAGO

POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO

ETICA EMPRESARIAL

BOGOTA D.C

2014
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TABLA DE CONTENIDO

Pág.
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TEMA

Por años la mujer ha sido denominada como el sexo débil al ser comparada con el hombre ya

que al parecer desde antiguas épocas se subestimaba por su debilidad ante ciertas cargas de

trabajo físico que ellas no podían realizar sometiéndose al poder de su cónyuge quien llevaba los

honores al hogar. Esta vulnerabilidad indiscutiblemente ha marcado la vida de dicho género ya

que involuntariamente se ha visto involucrada en situaciones violentas en diversos campos como

el hogar al ser maltratadas por sus esposos, el trabajo y la universidad por el sinnúmero de acosos

y chantajes sexuales y el conflicto armado el cual predomina notablemente puesto que es el

diario vivir de un País que lucha por sus derechos de ser libre. Dichos tipos de violencia han

puesto en marcha muchos campos de acción correctivos que hoy en día se disparan al contemplar

las cifras incalculables de tal situación. Las mujeres víctimas de la violencia es un asunto de

todos como integrantes de una sociedad moral y ética que se preocupa por los derechos de cada

individuo; en nuestro proyecto como estudiantes de Ética Empresarial daremos un paso al frente

sobre lo que como colaboradores podríamos propiciar a partir de múltiples investigaciones,

definiremos e identificaremos el principio de tal lucha enfatizando la violencia sobre la mujer

frente al conflicto armado en nuestro País.

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JUSTIFICACION

El presente trabajo conlleva a la investigación sobre mujeres víctimas de la violencia con el

propósito de dar a conocer los daños que sufren diariamente miles de ellas abordando las

posibles soluciones para este conflicto.

La violencia contra la mujer nos involucra como integrantes de una sociedad y debemos

concientizarnos de la problemática que no solo es vista en nuestro país, sino a nivel mundial, lo

podemos observar en nuestras viviendas, barrio o comunidad en compañeras, amigas, vecinas,

tías y hasta hermanas que tal vez necesiten una solución oportuna, sin embargo puede que sea un

tema que nos sea indiferente por no vernos directamente implicados. En ambos casos la

responsabilidad social es nuestro compromiso como seres humanos al relacionarnos con los

demás individuos. Debemos saber que las víctimas de violencia a nivel nacional son hombres y

mujeres, sin embargo el interrogante es por qué se evidencia más en la mujer, como si existiera

una jerarquía que se impusiera sobre ellas y les impidiera conocer y ejercer sus derechos.

Reflexionando como testigos directos de este gran problema entendemos que dicha violencia

con la ética no tiene relación alguna ya que todo acto que no se realice por voluntad propia o esté

ausente de la libertad, va en contra de los principios.

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Más que como estudiantes y participes del tema que escogimos, trataremos de indagar humana y

responsablemente sobre qué haríamos para no quedarnos al margen y ayudar eficazmente a las

afectadas por este fenómeno, tal vez encontrando una solución no tan política y más social con

acompañamiento a nivel psicológico y en lo posible integridad en su bienestar físico, educativo

y laboral.
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PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

¿Por qué en pleno siglo XXI, en una sociedad moderna que lucha por la liberación femenina

y la igualdad de género, sigue creciendo la violencia contra la mujer?

El maltrato que sufren las mujeres se da en varios niveles y en muchos ámbitos, es un

problema que tiene ya un trasfondo cultural por la educación, las tradiciones que cada sociedad

ha heredado por generaciones y por el conflicto armado que se vive en nuestro país desde hace

ya más de 60 años.

Hoy en diversos estudios y organizaciones mundiales, nacionales, estatales y municipales se

preocupan por brindar un equilibrio en lo que se refiere a la igualdad de género. Igualmente, la

Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH, ha podido verificar que la violencia y la

discriminación contra las mujeres todavía son hechos aceptados en las sociedades de nuestro

continente, y que obviamente incluye a nuestro país, lo cual se refleja en la respuesta de

funcionarios de la administración de la justicia hacia las mujeres víctimas de violencia y en el

tratamiento de los casos ¹.

Existe asimismo la tendencia de observar los casos de violencia contra las mujeres como

conflictos domésticos que deben ser resueltos sin la intervención del Estado y las normas

internacionales que buscan la eliminación de todas las formas de violencia contra las mujeres y

el acceso a la justicia, que lejos de solucionar la problemática jurídica, está es generando tal
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violencia y por ello la gran necesidad de ir transformando esas prácticas que lo único que hacen

es victimizarlas en medio del conflicto vivido en nuestros país.

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¹ACNUR. Balance de la política pública de prevención, protección y atención al

desplazamiento interno forzado en Colombia: Agosto de 2002–agosto de 2004.

Bogotá: ACNUR, 2004

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ESTADO DEL ARTE

En los últimos años se han establecido Comisarias de mujeres en América Latina que son

atendidas por personal policial femenino capacitado y entrenado para recibir las denuncias de

mujeres maltratadas contemplando una serie de tratamientos diferenciados y tomando medidas

contra sus agresores. Estas comisarias aunque en su gran mayoría han sido creadas por el

gobierno, deben sobresalir en la sociedad como principal contribuyente y vocera para la

solución de los conflictos; entre otros la violencia hacia la mujer. A medida que se estudia el

caso de la mujer y se alcanza gran reconocimiento, también se va planteando la necesidad de

crear centros e instituciones que ofrezcan niveles educativos óptimos para ellas, incentivándolas

a enfrentar el problema y a empezar de cero.

Considerando que en la última década miles de mujeres que han sido maltratadas ahora son

pertenecientes a grupos solidarizados con el género, gracias al apoyo de diversos programas que

protegen sus derechos, se crearon más de 100 constituciones que incluyen garantías de igualdad

de género y destacando 125 países que tipifican la violencia como delito. En medio de los

debates de alto nivel la Asamblea General de la ONU, ONU Mujeres incluye ciertos

compromisos a los líderes mundiales para que se involucren a las mujeres en la justicia y se

creen políticas que rechacen la violencia de género.

Hoy en día se han presentado diversas oportunidades para crear nuevas transformaciones, al

desarrollarse una creciente incorporación de la mujer en la vida pública en ámbitos económico,

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social, cultural y comunitario. Ellas han conquistado ciertos grados de libertad e independencia

que acompañan su mayor participación en la sociedad.

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MARCO TEÓRICO

“La sujeción de la mujer al hombre es un apriorismo: no se funda en ningún dato

experimental contradictorio, y por consecuencia es irracional. El origen de la sujeción de la

mujer es la esclavitud primitiva y las costumbres bárbaras del género humano en su cuna. –

Mejoramiento del estado social, aparente solo en lo que respeta a la mujer. –La situación actual

de ésta es el único vestigio que va quedando de ese estado primitivo de fuerza y esclavitud”. Tal

afirmación la plantea John Stuart Mill en su libro La esclavitud femenina con lo cual postula una

explicación lógica de donde desprende que no hay una derivación normal y consecuente que sea

suficiente para poner al hombre por encima de la mujer y dar por hecho subestimación.

Para la mujer, igualdad significa obtener sus derechos libremente, aquellos que le han sido

negados como resultado de la discriminación histórica, sustentada culturalmente, de la que ha

sido objeto a todos los niveles, pero también significa que se le amplíen sus opciones y que se

vea libre de cualquier tipo de violencia. Existen grandes dificultades y resistencias para

incorporar en los proyectos elementos que se desprenden de la estratificación de género presente

en nuestras sociedades y que competen a todas las mujeres sin distinción. Actualmente se ha

abierto paso cada vez con mayor fuerza a la necesidad de desarrollo, otorgándole un sentido más

amplio. La opción de equidad en el desarrollo, en todos los niveles de la sociedad, requiere

contemplar el estado real de las mujeres dado el carácter de vulnerabilidad que presentan, la

necesidad de considerar además otros aspectos como por ejemplo el nivel de seguridad ante la

violencia, las garantías de respecto a los derechos humanos, la posibilidad de contar con
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educación pero también con recreación y el despliegue de las capacidades humanas de elegir y

optar ante cualquier situación de la vida.

En 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la declaración sobre la

eliminación de la violencia contra la mujer, y en él la define como “todo acto de violencia por

razones de sexo que tenga o pueda tener como resultado un daño, un sufrimiento físico, sexual o

psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos la coacción o la privación

arbitraria de la libertad, tanto si se produce en la vida pública como en la privada” y lo anterior

abarca la violencia física sexual y psicológica que se produce en el seno de la familia y en la

comunidad en general.

De acuerdo a la revisión Violencia contra la mujer en la pareja: determinantes y respuestas

socio sanitarias, de las doctoras Isabel Ruiz Pérez, Pilar Blanco Prieto y Carmen Vives Cases,

hoy en día la violencia contra la mujer termina siendo un problema de salud pública porque va en

aumento debido a su alto índice de mortalidad, aproximadamente un tercio de mujeres en el

mundo son víctimas de maltratos, violaciones y asesinatos, este tipo de problemas para quienes

salen con vida termina siendo la principal causa para que la vida de una personas en este caso de

una mujer sea más corta ya que causa lesiones físicas y psicológicas irreversibles, adicional a

ello estas mismas lesiones afectan la vida de sus hijos y terminan extendiéndose al conjunto de la

sociedad. La violencia contra la mujer especialmente la domestica y el abuso sexual, trae consigo

muchas consecuencias negativas para la salud física por las lesiones traumáticas que van desde

cortes y hematomas a lesiones graves que causan incapacidad permanente, el embarazo no

deseado, problemas ginecológicos, el dolor pélvico asociado con las enfermedades inflamatorias,
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la hipertensión, las cefaleas, el síndrome de colon irritable, la fibromialgia que es el dolor

osteomuscular crónico. Las relaciones sexuales forzadas sea con la pareja o con un extraño

pueden originar aparte de embarazos no deseados puede originar infecciones venéreas, ò VIH.

Cuando la violencia ocurre incluso en el embarazo no solo afecta a la mujer sino también al hijo

gestante, ò al recién nacido, produciendo abortos, partos prematuros y lesiones fetales, así como

el bajo peso al nacer.

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OBJETIVOS

Objetivo general

Establecer y analizar los factores que influyen en la violencia contra la mujer mediante una

investigación que conlleve a la propicia solución sin alterar las funciones propias del Estado sino

creando un compromiso de bienestar como sociedad involucrada y preocupada por el caso.

Objetivos específicos

Analizar por qué se viene presentado este fenómeno repetitivamente determinando que zonas se

caracterizan por mayores casos de Violencia contra la mujer.

Concientizarnos como sociedad y saber que también hacemos parte de la problemática

independientemente de si somos o no víctimas directas.

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Crear conciencia del daño que se viene presentando a nivel físico y psicológico en contra de las

mujeres, clasificando que agentes influyen más para que sean vulnerados sus derechos y deberes.

CUERPO DEL TRABAJO

Introducción

1. Capitulo

2. Capitulo

3. Capitulo
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CONCLUSIONES
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BIBLIOGRAFIA