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Presentación

Universidad Abierta para Adultos Uapa

Materia
Historia del derecho y de las ideas politicas

Facilitador
Miguel Puello Maldonado

Estudiante
Rodrigo castillo

Sección
50

Matricula
12-1125

Tema
Actividad 2
La expresión Derecho representa una realidad que consiste en una
gran multiplicidad de normas jurídicas que difieren entre sí desde
muy diversos puntos de vista, no sólo por la diferente época histórica
en que fueron creadas, sino también por su ámbito de aplicación, por
su jerarquía, por la materia que regulan, etc.
No es fácil determinar cuáles son las formas de la normatividad
jurídica que han de ser consideradas como "fuentes formales" del
Derecho más representativa. Lo único que puede afirmarse es que las
"costumbres", las "leyes", los "estatutos", los "pactos", los
"precedentes judiciales", la "doctrina jurídica", los "principios de
Derecho", las "sentencias", las "resoluciones"... han sido hasta ahora
las formas expresivas utilizadas con más frecuencia.
«Las fuentes del ordenamiento jurídico español son la ley, la
costumbre y los principios generales del derecho.» (Artículo 1.1.
Código Civil)
El ordenamiento jurídico español reconoce a otros sujetos sociales
como agentes creadores de normas jurídicas: la Unión Europea, la
organización o comunidad internacional, los jueces, a través de sus
providencias, autos y sentencias y, en especial, el Tribunal Supremo,
al originar la "doctrina legal". Igualmente son creadores del Derecho
las Sociedades, Asociaciones y Organizaciones sindicales o
profesionales, por cuanto establecen sus propios Estatutos.
Y, en este sentido, la ley aparece tradicionalmente como la forma
característica del Estado, la costumbre como propia de la Sociedad y
sus grupos, la doctrina jurídica como construcción específica de los
juristas teóricos, los contratos como privativos de los particulares, las
decisiones jurisdiccionales como producto exclusivo de los jueces.
La doctrina jurídica es lo que piensan los distintos juristas respecto
de los distintos temas del derecho, respecto a las distintas normas.
Carece de toda fuerza obligatoria, aunque es importante fuente
mediata del derecho y su valor depende del prestigio del jurista que
la ha emitido o formulado.
La jurisprudencia es el conjunto de los fallos de los tribunales
judiciales que sirven de precedentes. Todas las sentencias conforman
la jurisprudencia, aunque no es una fuente obligatoria de derecho.
La existencia de distintos tribunales dentro de la misma jurisdicción,
lleva implícita la posibilidad de que una misma ley sea interpretada
por ellos en diferentes sentidos. La suerte de los litigantes dependerá
entonces de la sala o tribunal que decida en definitiva el caso.
La jurisprudencia es obligatoria para las partes, pero no con relación
a terceros ajenos al litigio. Cuando ha sido dictada por el tribunal de
ultima instancia, hace cosa juzgada. La jurisprudencia no tiene
fuerza obligatoria para los jueces. Por mas que sea reiterada y
uniforme, los jueces pueden apartarse de ella e interpretar la ley
según su ciencia y conciencia.
«Si una cuestión civil no puede resolverse, ni por las palabras, ni por
el espíritu de la ley, se atenderá a los principios de leyes análogas; y
si aún la cuestión fuere dudosa, se resolverá por los principios
generales del derecho, teniendo en consideración las circunstancias
del caso.» (Art. 16)
Los jueces fallan en nombre de la ley, pero en la práctica la
jurisprudencia es una fuente muy rica de derecho.
juris prudens = jurisprudente
El jurisprudente es el enterado en derecho.
doctrina
Una doctrina es un conjunto de ideas o creencias que se dan por
ciertos y que se inculcan mediante la enseñanza (adoctrinar /
catecismo o doctrina cristiana).
teoría
Una teoría es un conjunto de ideas que dan explicación de algo y
son tenidas por verdaderas mientras no aparezcan nuevos datos
que las falsifiquen (según Karl Popper, una teoría que no sea
falsificable es, de por sí, falsa).
«La ideología es el conjunto de ideas que caracterizan a un
individuo, una colectividad o una época; el ideario es el conjunto de
las obras en las que se contiene una determinada ideología;
la doctrina es la ideología encaminada hacia la acción y la
conversión.
Las diferencias son notorias entre: abogado es defensor; letrado,
hombre de leyes; jurisconsulto, hombre de consejo; jurista,
hombre experto en derecho y crítico de códicos; procurador es el
que representa a alguien en un tribunal; legista, el que estudia leyes
y jurisprudencia; jurisperito o legisperito, el que las conoce en un
grado suficiente para asesorar a los demás; cuando no las conoce
más que superficialmente, es un leguleyo; y si merece un suspenso
en el tema, y es además un enredador, es un rábula o picapleitos.»
[Albaigès, Josep M.: Diccionario de palabras afines – con explicación
de su significado preciso. Madrid: Espasa-Calpe, 2001, p. 419 y p. 5]

Derecho y jurisprudencia

«Derecho:
Etimológicamente, la palabra “derecho” deriva de la voz latina
“directus”, que significa lo derecho, lo recto, lo rígido. Sin embargo,
para mencionar la realidad que nosotros llamamos derecho, los
romanos empleaban la voz “ius”.
La palabra derecho puede tomarse en tres acepciones distintas. En
primer lugar, designa el conjunto de normas o reglas que rigen la
actividad humana en la sociedad, cuya inobservancia está
sancionada: Derecho objetivo. En segundo lugar, designa esta
palabra las facultades pertenecientes al individuo, un poder del
individuo: Derecho subjetivo. En tercer lugar, el derecho como
equivalente a justicia, como portador del valor justicia. [...]
El objetivo de reglamentación de las normas jurídicas es el
comportamiento humano. Pero no es el derecho el único conjunto de
normas que regulan la vida del hombre. Junto a él existen unas reglas
morales que pretenden igualmente dirigir las relaciones del hombre
en la sociedad.
Existen diversos criterios para llegar a una adecuada distinción entre
derecho y moral. El derecho, sin ser esencialmente coactivo, posee la
característica de coercibilidad, mientras que la moral no es coercitiva.
Sin embargo, la diferencia más clara entre ambos conceptos procede
del carácter de individualidad de la moral y de alteridad del derecho.
El derecho regula los actos del hombre en cuanto ser social, que vive
en sociedad, y cuyos actos trascienden a otros. En cuanto norma
jurídica, el derecho se caracteriza por su coercitividad y su alteridad.
El deber moral es un deber dirigido hacia mí, que soy libre de
cumplirlo o no; el deber jurídico es un deber dirigido hacia los otros,
que son libres de impedirme o no impedirme el cumplimiento de mi
deber; por ello, el derecho viene definido como la coordinación
objetiva de las acciones posibles entre varios sujetos, según un
principio ético que las determina, excluyendo impedimento (Del
Vecchio).
El dereho incorpora unos valores a la sociedad, valores que
fundamentalmente son dos: la justicia y la seguridad jurídica.»
[Diccionario jurídico. Madrid: Espasa-Calpe, 1997, p. 524]

«Jurisprudencia:
Conjunto de soluciones dadas por ciertos Tribunales, requiriéndose
dos al menos idénticas sustancialmente sobre una cuestión
controvertida para que exista doctrina legar o jurisprudencia
emanada del T. S.
Si la actividad de los órganos jurisdiccionales se limitara a aplicar la
ley en el sentido más literal del vocablo anterior, apenas si la función
judicial tendría otra importancia que la derivada de ese mismo
contenido; por lo que en materia tan importante como es el tema de
las fuentes del Derecho y sus relevancia sería escasa. Pero ni el
Derecho es sólo ley, ni tampoco la norma legal puede prevenir todas
las situaciones y modalidades de conflictos en las relaciones humanas
(menos aún sus particularidades relevantes), debido, precisamente,
a su carácter posterior a una situación experimental previa, que
surge ex novo. Esta limitación de la ley, que surge de su propia
mecánica, obliga a prevenir otros instrumentos de adecuación en la
solución de conflictos. De ahí que, en trance de subsidiariedad, el
ordenamiento jurídico consigne otras fuentes, que pone a disposición
del juzgador, para que éste pueda hallar a su alcance medios para
emitir la sentencia, pero también para alcanzar un mayor grado de
realización práctica de la justicia. Así, el intérprete no sólo aplica la
ley (art. 1.6 C.C.), conforme al sistema de fuentes (art. 1.7 C.C.),
sino que con su labor reiterada complementa el ordenamiento jurídico
(art. 1.6 C.C.). [...]
Cuando se alude a la jurisprudencia, concebida como doctrina que se
deduce de los fallos reiterados (art. 1.6.C.C.), el propio concepto es
diverso según sistemas, e incluso el valor que deba dársele es
discutido.
Roma, por ejemplo, dio valor reverencial a las sentencias de los
jueces. El edicto pretorio, como proyección normativa a que el juez
habría de ajustarse, unido al poder de imperium para llenar lagunas
legales mediante la aequitas, explican la potestas reconocida a la
jurisprudencia romana (tanto al fallo judicial como sobre todo a la
explicación razonada del iurisprudens, que no es el iudex.
La Edad Media señala el comienzo de un periodo de crisis al valor
reconocido a la jurisprudencia en la etapa anterior, aunque hubo
países, como España, en que subsistió vigorosamente. La crisis se
agudizó en el tiempo por consecuencia del conjunto de ideas
absolutistas y centralizadoras del poder, que reservan a la autoridad
del monarca la facultad de interpretación.
La Revolución francesa no modificó el estado de la cuestión,
limitándose a cambiar al rey por la nación. No se autorizó la
interpretación del Codex, y sólo como consecuencia de la disparidad
surgida entre ley y vida, es que la jurisprudencia inicia su
reconocimiento como valor práctico y autorizado. No obstante, con la
excepción del Código suizo, que atribuye al juez facultades para
elaborar la norma en ausencia de disposición legal concreta, en los
sistemas legislativos modernos el valor de la jurisdición es
restringido, al menos formalmente.
Son, no obstante, varios los sistemas jurídicos en que la
jurisprudencia asume funciones y relevancia diversas, pudiendo
distinguir:
a) Sistema anglosajón o del precedente judicial.
b) Sistema continental europeo o de jurisprudencia constante.
c) Sistema hispanoamericano o de jurisprudencia constante. [...]
En nuestro Derecho, la pretensión de que la jurisprudencia sea fuente
del Derecho ha sido defendida y propugnada como reacción contra la
Escuela de la Exégesis, al resaltarse que el sentido literal de la ley no
logra efecto benéfico alguno, debiendo siempre adecuarse dicho
sentido a las exigencias del momento y a las circunstancias en que
se aplica.» [o. cit., p. 880]

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