Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
4
Marco A. Becerril Flores
Hilda Lizbeth Pérez Herrera
Andrés Salas Casas
Contenido
• Introducción • Respuesta del huésped a la infección
• Características generales del parásito • Diagnóstico
• Ciclo biológico • Tratamiento
• Mecanismos patogénicos • Prevención
• Manifestaciones clínicas • Epidemiología
* “N. del E.: Las figuras marcadas en color rojo no aparecen en el impreso, pero el lector puede tener acceso a ellas en el Centro de Aprendizaje
en línea (On-line Learning Center)” vinculado con esta obra. La dirección de acceso es: <http://www.mhhe.com/medicina/becerril_parasi-
tologia4e> .”
Amibiasis 25
Debido a que en la fase de Entamoeba histolytica que resis- presentan cuatro núcleos, una pared celular de 125 a 150
te la desecación y temperatura menor a 37 °C se encuentra el nm de espesor y son muy resistentes a cambios ambientales.
quiste, éste representa la fase infectante del parásito. Los quistes Los quistes atraviesan el estómago, en donde son capaces de
tetranucleados (figura 4-2) contaminan alimentos y bebidas. tolerar los jugos gástricos; las enzimas hidrolíticas destruyen
la pared del quiste sin afectar su citoplasma y llegan has-
ta el íleon, en donde ocurre el desenquistamiento. De cada
Ciclo biológico quiste emergen ocho trofozoítos uninucleados denominados
La infección con E. histolytica inicia cuando una persona in- metaquísticos; se dividen por fisión binaria y se adhieren a
giere alimentos contaminados con materia fecal que contiene la mucosa intestinal, donde pueden vivir como comensales.
quistes maduros, los cuales tienen un diámetro de 8 a 20 μm, Cuando las condiciones son desfavorables, los trofozoítos se
Luz intestinal
Adhesión
pci
gr
col
Citólisis
Submucosa
Fagocitosis
N-ac-gl
Los microfilamentos amibianos les sirven a los trofozoí- de degradar IgA, IgG, IL-18 (clave en procesos inflamatorio,
tos para que puedan lisar a la célula blanco, ya que las cito- mediadora de la respuesta Th1, activadora de macrófagos y
calasinas B y D interfieren en su formación. El flujo trans- sección ifn) y subunidades del complemento como C3a
membranal de calcio es importante en la actividad lítica de y C5a. La EhCP5 también presenta actividad de enzima con-
los trofozoítos amibianos. vertasa de ILβ, la cual podría activar la cascada de las caspasas
La lisis de la célula blanco puede estar mediada, entre dentro de los hepatocitos causando apoptosis.
otros factores, por la actividad de cisteína proteasas, ya que
se ha observado que su secreción es un factor importante para Fagocitosis
determinar el grado de agresividad de los trofozoítos.
La fagocitosis tiene diversas funciones; muchos protozoarios
ingieren bacterias para cubrir sus requerimientos nutricio-
Amebaporo nales.
El amebaporo es un péptido compuesto por 77 aminoácidos Para E. histolytica, la fagocitosis puede ser de dos tipos:
y se conocen las isoformas A, B y C, las cuales se producen en a) uno no específico por medio del cual los trofozoítos ingie-
una proporción de 35:10:1. Las tres isoformas de la ameba- ren partículas como almidón, látex, hierro, etc., y el contac-
poro pertenecen a la familia de las proteínas del tipo saposina to inicial puede estar mediado por fuerzas electrostáticas, y
(saplip), que se caracterizan por tener un motivo conservado b) un mecanismo altamente específico donde intervienen
de residuos de cisteína unidos por tres puentes disulfuro que moléculas de superficie (adhesinas), que participan en el re-
permiten la interacción con lípidos. conocimiento y unión de los trofozoítos a la célula blanco.
El amebaporo en la amiba se encuentra en estructuras La fagocitosis de E. histolytica es un proceso multifacto-
similares a los lisosomas, de donde puede viajar a fagosomas rial en el que intervienen varios eventos, entre ellos la adhe-
o ser secretado al medio extracelular, donde se encarga de sión, la polimerización de ciertas proteínas del citoesqueleto,
dañar la membrana de las células blanco. El mecanismo la acción de enzimas digestivas y la exocitosis.
de acción de este péptido consiste en permeabilizar la mem-
brana mediante su inserción en la bicapa lipídica, donde se une
a fosfolípidos aniónicos; una vez unido a los fosfolípidos,
Amibiasis intestinal
se dan interacciones entre los mismos péptidos formadores En los casos sintomáticos, la intensidad es muy variable. La
de poros, es decir, una interacción péptido-péptido; ello tie- forma más clásica, aunque no la más frecuente, es la disen-
ne como resultado la formación de una molécula de mayor térica. Lo más habitual es que en un inicio muestre una sin-
tamaño, la cual da paso a un flujo anormal de iones y otras tomatología poco intensa, con anorexia, astenia, dolor abdo-
moléculas; en consecuencia, se crea un desbalance en el me- minal, alteraciones en el tránsito del intestino y diarrea no
dio intracelular que trae como resultado la muerte celular sanguinolenta. Estos síntomas reflejan simplemente la exis-
por choque osmótico. tencia de un proceso irritativo del colon y se trata de una fase
inicial de la enfermedad que puede prolongarse varios meses.
Cisteína proteasas
Un factor importante en la lisis celular inducida por la amiba
Amibiasis extraintestinal
son las cisteína proteasas. A la fecha se han reportado 20 ge- Mediante mecanismos moleculares aún no bien caracterizados,
nes que codifican para cisteína proteasas (EhCP1-EhCP19 y la los trofozoítos pueden atravesar la mucosa intestinal inva-
EhCP112), pero sólo ocho de ellas se han expresado in vitro. diendo los vasos sanguíneos de los tejidos más próximos y
La EhCP1 (27-35kDa), la EhCP2 (35kDa) y la EhCP5 (29kDa) son capaces de diseminarse hacia diferentes órganos causando
componen 90% de la actividad total de las proteasas del tipo abscesos, sobre todo en hígado.
cisteína en la amiba. Las EhCP1, 2 y 3 participan en la destruc- El absceso hepático amibiano es la manifestación ex-
ción de la matriz extracelular, donde degradan fibronectina, traintestinal más frecuente; habitualmente los pacientes se
laminina y colágeno, lo cual tiene como resultado la separación presentan con un cuadro clínico agudo o crónico, con dolor
entre células, facilitando así la invasión; además se sabe que abdominal en hipocondrio derecho asociado a síntomas cons-
estas tres proteasas participan en la fagocitosis. titucionales (pérdida de peso, mialgias y malestar general) y
La EhCP5 es la proteasa del tipo cisteína más estudiada fiebre; los síntomas gastrointestinales y la ictercia son raros.
de E. histolytica; se sabe que contribuye a la evasión de la La complicación más común es su rotura con extensión a pe-
respuesta inmune montada por el hospedero, ya que es capaz ritoneo, pleura o pericardio; también se han descrito fístulas
28 Parasitología médica • Capítulo 4
Incidencia
¿En cuáles organismos se conserva la proteína?
Los portadores funcionales a menudo tienen patrones de incidencia similiares
Apicomplexa
– Plasmodium yoelii
Theileria parva
– – Theileria annulata
Eucariota
Cryptosporidium hominis
– – Cryptosporidium parvum
–
Tetrahymena thermophila
Stranenopiles
Phytophthora sojae
– Phytophthora ramorum
–
Thalassiosira pseudonana
– Phaeodactylum tricornutum
–
Dictyostelium discoideum
–
Anoebozoa
Entamoeba histolytica
Leishmania infantum
–
Trypanosoma brucei
Trichomonas vaginalis
ICP2
cp112
EHI_196580
EHI_193300
EHI_051730
rab8
dpp
Búsqueda de textos
Ingreso:
Base de datos
Co-ocurrencia
Experimentos
Fusión génica
Co-expresión
[Homologar]
ICP2 Inhibidor 2 de cisteína proteasa (EhICP2); inhibe el extracto de
Puntuación
Vecindario
trofozoíto soluble (123aa)
Portadores funcionales:
cp112 Cisteína proteasa (446 aa) 0.653
EHI_196580 Fosforibulocinasa/proteína de la familia de uridina cinasa (257 aa) 0.450
EHI_193300 Fosforibulocinasa/proteína de la familia de uridina cinasa (260 aa) 0.450
EHI_051730 Fosforibulocinasa/proteína de la familia de uridina cinasa (393 aa) 0.450
rab8 Familia Rab GTPasa (199) 0.446
dpp Dipeptidil-peptidasa (665 aa) 0.443
Figura 4-6. String de Entamoeba histolytica, con la finalidad de conocer las diferentes cisteína proteasas de este organismo, se realizó una
búsqueda en la plataforma www.expasy.org/
y dna circular de diferentes tamaños que van desde 5 a el tratamiento por lo general resulta en una recuperación
60 kb. anatómica y funcional de la parte afectada, con muy poca o
E. histolytica posee un genoma rico en A + T con abun- ninguna cicatrización.
dantes palíndromos repetidos, así como gran heterogeneidad Las cepas de E. histolytica pueden efectuar todos, al-
genética entre clonas relacionadas genéticamente. gunos, uno o ninguno de los mecanismos anteriores. En la
Tras el advenimiento del proyecto de genoma humano actualidad se ha reclasificado a E. histolytica en dos grupos:
iniciado en 1990 se dio lugar a una nueva era en la investiga- uno patógeno y otro no patógeno. Al primer grupo se le ha
ción genómica, al ofrecer una gran cantidad de información dado propiamente el nombre de E. histolytica y al segundo
que ha tenido impacto en diferentes áreas de la investigación el de E. dispar. Desde el plano bioquímico, se ha tratado de
científica. encontrar moléculas que permitan separarlas en patógenas y
El Proyecto del Genoma Humano ha estimulado el desa- no patógenas, y lo anterior se ha logrado con “cimodemos”
rrollo de la genómica comparativa, cuyo propósito es enten- (poblaciones del microorganismo que pueden diferenciarse
der cómo las especies han evolucionado y cuál es la función por la síntesis de moléculas que estructuralmente son distin-
de los genes y las regiones no codificantes del genoma, me- tas, pero que realizan la misma función enzimática, lo que
diante el análisis y la comparación de genomas de diferentes significa que difieren desde el punto de vista genético pero
especies. Definir la estructura y función de los genes huma- no desde el fisiológico).
nos favorecerá el desarrollo de estrategias para predecir, pre- ¿Qué factores se han determinado como importantes
venir y combatir enfermedades humanas. Hasta el momento para que alguien padezca absceso hepático amibiano (aha)?
se ha completado la secuencia de los genomas de varios orga- La amibiasis tiene una distribución mundial, pero sólo al-
nismos, entre los que destacan algunas especies: mosca de la gunas personas desarrollan absceso hepático. La presencia de
fruta, gusanos, ratón, rata, perro, un gran número de hongos, HLA-DR3 (antígeno leucocitario humano) DR3 (es un com-
el mosquito transmisor del paludismo, así como del parásito ponente del gen alelo del haplotipo AH8.1), se ha asociado
que lo causa, el arroz, la semilla de la mostaza, una larga lista con mayor susceptibilidad para presentar la enfermedad. En
de bacterias, virus y por supuesto el genoma de la amiba. la mayoría de los casos, afecta a varones jóvenes.
Esta información, al ser analizada en diferentes bases de Se estima en 50 millones de infecciones anuales la inci-
datos, permite generar mayor conocimiento acerca de la pa- dencia mundial del absceso amibiano. En Europa y Estados
togenicidad de este organismo, y algunas de las proteínas Unidos los casos suelen circunscribirse a inmigrantes y via-
que son cruciales en sus factores de virulencia, tales como jeros procedentes de países donde la enfermedad es endémi-
algunas ATPasas, cisteína proteasas, entre otras. ca. El absceso hepático amibiano (aha) y otras enfermedades
En una búsqueda avanzada en cualquier base de datos amibianas extraintestinales son siete a 10 veces más frecuen-
de bioinformática es posible acceder a las secuencias de estas tes en la edad adulta, entre los 20 y 40 años, predominando
proteínas y obtener datos acerca de su conformación atómica en el sexo masculino; sin embargo, las razones de género aún
y molecular, estructura y datos bioquímicos, secuencias nu- no se han podido explicar.
cleotídicas o aminoacídicas, etcétera. Otras condiciones que afectan a la inmunidad mediada
por células, tales como extremos en la edad, embarazo, tera-
pia con corticosteroides, neoplasias y desnutrición aumentan
Absceso hepático la posibilidad de presentar afectación hepática.
La infección hepática resulta de la migración de trofozoí- El tratamiento de los abscesos hepáticos amibianos es
tos a través de la vena porta. En el absceso el parénquima mediante el uso de imidazoles como el metronidazol (durante
hepático está completamente sustituido por restos necróti- 7-10 días, 750 mg/8 h en adultos), seguido de un agente in-
cos con escasos trofozoítos y células inflamatorias. La lisis traluminal, como la paromomicina (durante otros siete días,
de los neutrófilos por las amebas libera productos tóxicos 500 mg/8 h), con 90% de éxito y en las fallas de este tipo de
no oxidativos que contribuyen a la destrucción del tejido. tratamiento el paciente es sometido a una laparotomía; pero
El color del fluido puede variar de amarillento hasta café recientemente la punción percutánea y la laparoscopia están
oscuro, con apariencia de pasta de anchoas. Los trofozoí- ganando terreno en la resolución de esta enfermedad.
tos sólo se encuentran en la pared del absceso. Una carac-
terística notable de la mayoría de las lesiones amibianas
es su poca tendencia a estimular la proliferación de tejido
Manifestaciones clínicas
conjuntivo o de sanar con formación de cicatriz. Esto es De acuerdo con los mecanismos patogénicos, es posible ase-
particularmente evidente en lesiones grandes, en las que verar que la amibiasis es variable en relación con los síntomas
30 Parasitología médica • Capítulo 4
que causa en el humano. De esta manera, la amibiasis pue- La colitis ulcerativa se puede confundir con la for-
de ser asintomática y sintomática. Para el primer caso cabe ma idiopática, enfermedad de Crohn, tuberculosis, ade-
afirmar que la persona está infectada por Entamoeba dispar y nocarcinoma y otros tumores intestinales. El diagnóstico
en el segundo caso por E. histolytica. Los parásitos pueden diferencial se basa en la ausencia de regeneración epitelial
establecerse sólo en el intestino grueso, pero las cepas más (seudopólipos) o proliferación de tejido conectivo (esteno-
patógenas son capaces de invadir otros órganos a través de va- sis y cicatrización). Las úlceras amibianas rara vez sangran.
sos sanguíneos, lo cual significa que la amibiasis sintomática Además, los parásitos no invaden el intestino delgado, de
puede ser intestinal y extraintestinal. tal forma que las lesiones sólo se presentan en el colon.
La colitis no disentérica crónica puede manifestarse
Amibiasis intestinal con años de diarrea sanguinolenta intermitente y no es po-
sible diferenciarla de la colitis ulcerosa. Los síntomas son
En este caso llegan a presentarse las siguientes condiciones: inespecíficos, puede haber náuseas, vómitos, malestar ge-
a) colitis no disentérica crónica, b) disentería o megacolon neral, dolor abdominal difuso o sólo diarreas —al inicio
tóxico, c) ameboma o granuloma amebiano, d) colitis fulmi- pastosas y poco frecuentes (4v/d), luego líquidas y cons-
nante con perforación, d) apendicitis y e) rectocolitis aguda. tantes—.
Los sitios más a menudo infectados por E. histolytica en El megacolon tóxico ocurre por uso inadecuado de
el intestino grueso son ciego, sigmoide y recto, quizá por- corticoides cuando se confunde colitis amibiana con una
que son regiones en las que hay menos tránsito intestinal. A enfermedad inflamatoria intestinal.
causa de estos mecanismos, los trofozoítos causan necrosis al La disentería fulminante es rara y casi siempre se
epitelio intestinal, penetran la mucosa y se dirigen hasta la diagnostica en personas de edad avanzada y en desnutridos
submucosa, punto en el cual se extienden en sentido perpen- o individuos que viven en zonas donde hay escasa o nula
dicular respecto de la dirección de su penetración, es decir, amibiasis. En estos casos se advierte destrucción intensa de
provocan una úlcera; por lo regular, la lesión que ocasionan la pared intestinal. Con mucha frecuencia hay perforaciones
tiene la forma de cuello de botella (figura 4-7). Alrededor múltiples en zonas muy extensas que se desarrollan hasta
del sitio de penetración se produce un foco inflamatorio que peritonitis.
conduce a edema redondeado con centro necrótico, lo que da El ameboma casi nunca se identifica, el organismo re-
una apariencia de lesión en forma de botón de camisa (úlceras acciona de forma exagerada contra la amiba y forma tejido
nodulares). Las úlceras miden entre 0.1 y 0.5 cm de diáme- de granulación que da lugar a zonas de estrechez, como un
tro. El centro necrótico suele estar lleno de tejido mucoide y pequeño tumor. Es una forma segmentaria rara de colitis
algunas veces hay sangre. Es común que el ciego y el colon amibiana crónica, es más común en ciego y colon ascen-
ascendente muestren úlceras irregulares, más que nodulares, dente y se presenta como una masa abdominal sensible que
que miden 1 a 5 cm de longitud, son serpiginosas y su cu- puede confundirse con un carcinoma de colon. Se localiza
bierta es de fibrina; se observa engrosamiento de la pared de en ciego y colon ascendente. La mucosa se observa delgada
la mucosa. y ulcerada, pero las siguientes capas de la pared intestinal
están engrosadas, edematosas y hemorrágicas. El peritoneo
está comprometido.
En la apendicitis amibiana se reconocen úlceras no-
dulares, con inflamación supurativa aguda. En resumen,
las cepas patógenas de E. histolytica utilizan diversos meca-
nismos para causar necrosis en el tejido infectado, lo cual
conduce a la formación de úlceras. Lo anterior genera una
reacción inflamatoria de grado y consecuencias variables.
La rectocolitis aguda tiene un cuadro de comienzo
agudo con diarrea disentérica, deposiciones sanguinolentas
y con mucosidades, de alta frecuencia (7 a 10 v/día). Acom-
pañado de dolor en hemiabdomen inferior o fosa ilíaca iz-
Submucosa quierda, así como tenesmo cuando hay compromiso rectal.
En ocasiones se acompaña de fiebre (33%), compromiso del
Figura 4-7. Lesión en forma de botón de camisa y cuello de botella. estado general y pérdida de peso.
Amibiasis 31
drio, que contiene solución salina isotónica, o bien la muestra tipo de amibiasis, intestinal asintomática, moderada o seve-
se observa directo en fresco entre portaobjetos y cubreobjetos ra, o extraintestinal (cuadro 4-1).
bajo el microscopio a 40×. El movimiento de los trofozoítos Para la amibiasis intestinal se emplean medicamentos
confirma el diagnóstico. A esta prueba se la conoce como que eliminan los quistes, como son iodoquinol, furoato de
“amiba en fresco”. diloxanida, paromomicina. En caso de rectocolitis invasora
Se puede confirmar el daño mediante rectosigmoidoscopia. se recomienda el empleo de metronidazol más un agente in-
Si la muestra es pastosa, se solicita una técnica de concentración. traluminal (para evitar la posibilidad que queden quistes). En
En casos de sospecha de amibiasis extraintestinal, por amibiasis extraintestinal se utiliza metronidazol. También se
ejemplo a nivel hepático, se lleva a cabo una prueba sero- pueden emplear 8-hidroxiquinolinas, dehidroemetina y clor-
lógica en la que se detectan anticuerpos mediante pruebas hidrato de emetina. Se está empleando la nitazoxanida con
inmunológicas, como elisa, inmunofluorescencia indirecta excelentes resultados en la forma intestinal, y tal parece que
o hemaglutinación indirecta; sin embargo, tienen una sensi- también es eficaz en la forma extraintestinal en tres tomas,
bilidad de entre 85 y 90%; por ello sólo esta prueba no per- una diaria de 500 mg, y en niños 100 mg diarios, con menos
mite el diagnóstico absoluto, se tienen que tomar en cuenta efectos colaterales que el metronidazol.
los antecedentes clínico-epidemiológicos. Se evalúa el daño Entre los compuestos de 8-hidroxiquinolinas se encuen-
mediante placa radiográfica, ultrasonido o gammagrafía, que tran yodoquinol (diyodohidroxiquinoleína) y clioquinol (yo-
no es específico de amibiasis, pues muchas otras causas origi- doclorhidroxiquinolona). Algunos recomiendan 20 días. El
nan daños intestinales y hepáticos. clioquinol se suministra en dosis de 500 a 750 mg tres veces
al día durante 10 días. En cantidades excesivas se puede cau-
sar neuritis óptica. Estos compuestos actúan como quelantes
Tratamiento sobre el hierro e impiden que lo utilice la amiba. No es re-
Una vez diagnosticada la amibiasis, debe instituirse un es- comendable en pacientes con intolerancia al yodo o daños
quema terapéutico, que depende del estado del paciente, el hepáticos, así como en personas con problemas anorrectales.
35-50 mg/kg/día, en 3 días por 7-10 500-750 mg/día por 7-10 días
Metronidazol
días
Tinidazol >3 años, 50 mg /kg/día, una Tinidazol 2 g/día por 3 días; yodoquinol
dosis/día por 3 días; yodoquinol 20 600 mg/día por 20 días
Moderada Tinidazol seguido de iodoquinol
mg/kg/día repartido en 3 dosis/día
por 10 días
ción, así como el grado de transmisión del parásito entre las se producen en casos de amibiasis invasiva; por cada cin-
personas de una región. En México, la cifra más frecuente co portadores asintomáticos hay uno con síntomas. De cada
de prevalencia de infección varía entre 10 y 20% cuando 1 000 infectados hay un caso al año de amibiasis hepática.
se realizan estudios coproparasitoscópicos; sin embargo, al Esto depende de las regiones, sobre todo por sus condiciones
utilizar pruebas serológicas las frecuencias varían alrededor higiénicas, educativas y económicas. Las zonas de alta po-
de 10%. Quizá lo anterior se explique porque la gente infec- breza no cuentan con baños ni agua, y en los lugares de bajo
tada arroja quistes en forma intermitente y la mayor parte nivel educativo la gente desconoce cómo puede infectarse y
de los infectados es portador asintomático. Los anticuerpos es frecuente que su higiene sea deficiente.
1. ¿Cómo se evalúa la virulencia de una cepa? Arya R., Mehra A., Bhattacharya S. et al. Biosynthesis of
2. ¿Por qué no desaparece la amibiasis? Entamoeba histolytica proteophosphoglican in vitro. Mol
3. ¿Por qué no hay vacunas y buenos fármacos contra la Biochem Parasitol 26(1):1-8. 2003.
amibiasis?
Atías A. Parasitología médica. Chile: Ed. Mediterráneo, 1999.
Beaver P.C., Jung R.C., Cupp E.W. Parasitología clínica. 2a.
ed. México: Editorial Salvat, 1990.
Respuestas a las preguntas
de la evaluación inicial Dagci H., Ustun S., Taner M.S. et al. Protozoon infections
and intestinal permeability. Acta Trop 81(1):1-5. 2002.
1. Porque utiliza mecanismos patogénicos como la produc-
Gatti S., Petithorg J.C., Ardoin F. et al. Asymptoma-
ción de colagenasa y proteínas formadoras de canales
iónicos.
tic amoebic infection: Entamoeba histolytica or Enta-
2. Porque en ausencia de síntomas no se prescribe trata- moeba dispar? That is the question. Bull Soc Pathol Exot
miento y no se eliminan los parásitos, los cuales se arro- 94(4):304-307. 2001.
jan junto con las heces y se contamina el ambiente. Heckendorn F., N’Gorn E.K., Felger I. et al. Species-spe-
3. La colagenasa es una enzima que destruye la coláge-
cific field testing of Entamoeba spp. in an area of high en-
na, una molécula que constituye el tejido intercelular
del tejido conjuntivo. Los trofozoítos se desplazan por
demicity. Trans R Soc Trop Med Hyg 96(5):521-528. 2002.
la submucosa, ya que allí hay tejido conjuntivo y causan Martínez Palomo A. Amebosis. México: Ed. Panamericana,
alteraciones del funcionamiento del intestino grueso que 1989.
conducen a la diarrea.
4. Empleo de dehidroemetina. Nok A.J., Rivera W. Characterization of sialidase from Enta-
5. Porque en seropositivos se detectan anticuerpos contra el moeba histolytica and possible pathogenic role in amebosis. Para-
parásito, los cuales se sintetizan sólo en casos de amibia- sitol Res 89(4):302-307. 2003.
sis invasiva. Hay menos casos de amibiasis invasiva que Sánchez-Pobre P., Sáénz-López S., Salto E. et al. Absceso
intestinal, la cual se diagnostica mediante estudios copro-
hepático amebiano sobreinfectado sin antecedentes epide-
parasitoscópicos.
miológicos. Rev Esp Enferm Dig 96(11):796-800. 2004.
Willhoeft U., Buss H., Tannich E. The abundant polya-
denylated transcript 2 dna sequence of the pathogenic
protozoan Entamoeba histolytica represents a nonauto-
nomous non-long-terminal-repeat retrotransposon-like
element which is absent in the closely related nonpathoge-
nic species Entamoeba dispar. Infect Immun 70(2):6798-
6804. 2002.