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CAPÍTULO Amibiasis

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Marco A. Becerril Flores
Hilda Lizbeth Pérez Herrera
Andrés Salas Casas

Contenido
• Introducción • Respuesta del huésped a la infección
• Características generales del parásito • Diagnóstico
• Ciclo biológico • Tratamiento
• Mecanismos patogénicos • Prevención
• Manifestaciones clínicas • Epidemiología

de vista patogénico los agentes se llaman en realidad E. histo-


Preguntas de evaluación inicial
lytica, cuando es patógeno, y E. dispar si no lo es.
1. De las fases de E. histolytica, ¿por qué sólo el trofozoíto
ocasiona daño en un tejido?
2. ¿Por qué los portadores asintomáticos son los causantes Reseña histórica
de que la amibiasis no desaparezca de una región? El descubrimiento y la descripción inicial de la amibiasis se
3. ¿De qué forma la colagenasa que produce E. histolytica
contribuye a la disentería en una persona infectada? deben al médico ruso Fedor Lösch en 1873, quien sugirió
4. En caso de amibiasis hepática, ¿qué tratamiento se reco- que existía una relación entre E. histolytica y la amibiasis, al
mienda? infectar un perro con el parásito obtenido de un paciente.
5. ¿Por qué la prevalencia de personas seropositivas a E. his- Sin embargo, no logró reproducir la enfermedad y fue hasta
tolytica es menor que la prevalencia estudiada mediante
exámenes coproparasitoscópicos?
1891 cuando Councilman y La Fleur descubrieron la evidencia
clínica y patológica de la asociación de E. histolytica con
la disentería y el absceso hepático en humanos.
Introducción En 1893, Quincke y Roos descubrieron al parásito en su
forma de quiste. Más tarde, en 1913, Walter y Sellards de-
La amibiasis es una infección humana producida por el pro- terminaron que la transmisión de la enfermedad ocurre por
tozoario Entamoeba histolytica y afecta sobre todo al intesti- los quistes y no por los trofozoítos, que los portadores asinto-
no grueso, si bien puede dañar otras regiones del cuerpo. El máticos son los reservorios y responsables de la transmisión,
nombre científico del parásito se compone a partir de cuatro además de que existe un grupo de individuos de alto riesgo y
términos griegos que significan: Ent- “intestino”; ameba- que hay diferencias de virulencia en los parásitos.
“amoeba”, hist- “tejido” y lisis- “destrucción”, y por sí solo ex- En 1925 Emile Brumpt sugirió que había dos especies:
plica la naturaleza de la enfermedad que provoca. En verdad, una capaz de causar enfermedad invasora, Entamoeba histo-
el trastorno implica una destrucción de los tejidos intestina- lytica, y otra que nunca causa la enfermedad, a la que llamó
les. El protozoario se denomina ameba, pero se ha extendido Entamoeba dispar.
el uso menos riguroso de “amiba” y por consiguiente a la Sin embargo, las observaciones de Brumpt no fueron
enfermedad se le conoce como “amibiasis”. Desde el punto reconocidas en su momento, sino hasta la década de 1970-
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24 Parasitología médica • Capítulo 4

1979, cuando se acumularon observaciones que apoyaban la a)


hipótesis de Brumpt sobre la existencia de dos organismos
distintos. Tras la acumulación de datos bioquímicos, inmu-
nológicos y genéticos, en 1993 se publicó la descripción for-
mal de E. histolytica, separándola de E. dispar.
De estos hechos resalta, en primer lugar, la peculiar e
inteligente manera de pensar de Lösch quien tuvo la idea
de comprobar la infección de la amiba al inocular al perro
mediante vía rectal para provocar la disentería y observar úl- b)
ceras intestinales. El método científico señala que en ocasio-
nes es necesario experimentar y, aunque en la actualidad las
comisiones de ética y de protección de animales juzgarían
de modo desfavorable su método, fue la forma que este in-
vestigador ideó para demostrar que este parásito es el agente
causal de la disentería. A pesar de que falleció el animal con
disentería, Lösch siguió con su investigación hasta demostrar
la presencia del protozoario como causante de la enfermedad.
Figura 4-1. Fotografías de trofozoítos y quistes de E. histolytica.
a) Se observan trofozoítos que emiten seudópodos en examen di-
Características generales recto en fresco a partir de cultivo axénico (1 000 x). b) Se observa un
quiste tetranucleado teñido con Lugol a partir de muestras de heces
del parásito (100 y 400). c) Fotografía de trofozoítos de E. histolytica. Se observa
Durante su ciclo de vida, E. histolytica presenta distintos es- un trofozoíto que emite su seudópodo (1 000 x).
tados morfológicos sucesivos; no obstante, las dos fases más
importantes del parásito son: 1) el quiste, que es la fase de Cuando el trofozoíto se encuentra en un ambiente desfa-
resistencia (forma infectiva) y donde el parásito permanece vorable, se desprende de la mucosa e inicia el enquistamien-
inmóvil; 2) el trofozoíto, que es la fase móvil en la que se re- to en la luz del intestino grueso. Durante este proceso las
produce y durante la cual es capaz de causar daño al huésped células pierden movilidad, adquieren una forma esférica, se
(forma invasiva). deshidratan y excretan parte de las reservas alimenticias pre-
En el trofozoíto se distinguen dos capas: el ectoplasma, sentes en vacuolas digestivas, con lo que forman el prequiste,
que es hialino y se encuentra en estado de “gel”, y el endo- fase en la cual se comienza a sintetizar un polisacárido cons-
plasma, que está en fase “sol” y contiene los organelos del tituido de N-acetilglucosamina (quitina), que se deposita en
parásito (figura 4-1 a, b, c).* su superficie, teniendo como consecuencia la pérdida de mo-
El movimiento de los trofozoítos se debe a que en su vimiento y que cese su reproducción. Después se reproducen
ectoplasma se encuentran proteínas de actina y miosina, las sus núcleos, sintetizándose otro a partir del que posee el tro-
cuales se contraen en el extremo contrario a la dirección de fozoíto (quistes uninucleados inmaduros). Los quistes inma-
su desplazamiento. En esta fase, que le permite desplazarse duros presentan divisiones nucleares sucesivas y dan origen
debido a que su citoplasma se proyecta en dirección de su al quiste maduro tetranucleado que se elimina con las heces.
movimiento, se le denomina seudópodo. Durante este proceso el metabolismo del parásito no
El cambio de un estado morfológico a otro tiene lugar se detiene: parte de sus carbohidratos son almacenados en
por las condiciones y el medio en el que se encuentre. Mien- forma de glucógeno, el cual se emplea para obtener energía
tras que el trofozoíto se halle en un ambiente favorable en cuando se desenquista.
el que el pH se aproxima a 7.0, la temperatura es de unos Luego se reproducen sus núcleos; primero se sintetiza
37 °C, existe suficiente hidratación del medio y los nutri- otro a partir del que posee el trofozoíto, que en ese momento
mentos necesarios están disponibles, los productos resultan- se le conoce como quiste inmaduro binucleado; después se
tes de su metabolismo y la energía que obtiene se emplearán duplican los dos núcleos y entonces se observa un quiste ma-
en la reproducción del parásito. duro tetranucleado. La figura 4-2 ilustra esa transformación.

* “N. del E.: Las figuras marcadas en color rojo no aparecen en el impreso, pero el lector puede tener acceso a ellas en el Centro de Aprendizaje
en línea (On-line Learning Center)” vinculado con esta obra. La dirección de acceso es: <http://www.mhhe.com/medicina/becerril_parasi-
tologia4e> .”
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Debido a que en la fase de Entamoeba histolytica que resis- presentan cuatro núcleos, una pared celular de 125 a 150
te la desecación y temperatura menor a 37 °C se encuentra el nm de espesor y son muy resistentes a cambios ambientales.
quiste, éste representa la fase infectante del parásito. Los quistes Los quistes atraviesan el estómago, en donde son capaces de
tetranucleados (figura 4-2) contaminan alimentos y bebidas. tolerar los jugos gástricos; las enzimas hidrolíticas destruyen
la pared del quiste sin afectar su citoplasma y llegan has-
ta el íleon, en donde ocurre el desenquistamiento. De cada
Ciclo biológico quiste emergen ocho trofozoítos uninucleados denominados
La infección con E. histolytica inicia cuando una persona in- metaquísticos; se dividen por fisión binaria y se adhieren a
giere alimentos contaminados con materia fecal que contiene la mucosa intestinal, donde pueden vivir como comensales.
quistes maduros, los cuales tienen un diámetro de 8 a 20 μm, Cuando las condiciones son desfavorables, los trofozoítos se

Trofozoíto Prequiste Quiste Quiste Quiste


inmaduro con inmaduro maduro
un núcleo binucleado tetranucleado

Ambiente favorable Ambiente adverso


Figura 4-2. Transformación de trofozoíto en quiste.

Figura 4-3. Ciclo biológico y de transmisión de Entamoeba histolytica.


26 Parasitología médica • Capítulo 4

desprenden de la mucosa e inician el enquistamiento en la Adhesión


luz del intestino grueso.
El quiste maduro tetranucleado se elimina con las heces La adhesión a células epiteliales requiere de un mecanismo
y puede ser ingerido por otro individuo, lo que completa el específico donde se involucran moléculas presentes en la su-
ciclo biológico y de transmisión de E. histolytica (figura 4-3). perficie del parásito (adhesinas) y moléculas en la superficie
El hecho de que una persona aloje amibas en su intestino de la célula blanco (receptores).
no implica en todos los casos la aparición de molestias, las La adhesión es el primer mecanismo de patogenicidad
cuales dependen de la virulencia de las amibas y el estado de la amiba y regula la lisis de las células del hospedero de
del huésped. manera dependiente de contacto. En la adhesión participan
Desde el punto de vista del parásito, no todas las ami- dos proteínas con actividad de lectina; las lectinas son proteí-
bas son patógenas. Algunas son más agresivas que otras. Un nas glucosiladas localizadas en la membrana plasmática del
individuo infectado por cepas de amibas no patógenas no parásito, las cuales participan en la adhesión y en el control
evidencia síntomas, aunque tampoco se deshace fácilmente de la migración de los trofozoítos. Una de ellas es inhibida
de ellas. A estos pacientes se los conoce como potadores asin- por oligosacáridos de N-acetil-glucosamina; la otra lectina se
tomáticos. Otras personas pueden recuperarse de la infección inhibe por galactosa y N-acetil-glucosamina.
de modo espontáneo por mecanismos aún desconocidos. No Otras proteínas que participan en la adhesión de los tro-
obstante, cuando una persona se infecta con cepas patógenas fozoítos a la célula blanco son: la adhesina, la proteína rica en
las consecuencias son de mayor consideración, ya que pueden serinas de E. histolytica (srehp), el complejo ehcpadh y las
llevar a la muerte de la persona. Para entender este punto es proteínas de 90, 70, 50 y 24 kDa.
necesario conocer la patogenia de las amibas (mecanismos a
través de los cuales lesionan al huésped infectado). Citólisis dependiente de contacto
No se conoce bien el mecanismo exacto por medio del cual
Mecanismos patogénicos los trofozoítos amibianos lisan a la célula blanco, pero se sabe
El mecanismo patogénico de las amibas se da, aparentemen- que la temperatura es un factor importante para que el pro-
te, en tres pasos principales: la adhesión, el efecto citopático ceso se efectúe, ya que a 37 °C se observa el óptimo de dicho
dependiente de contacto y la fagocitosis (figuras 4-4 y 4-5). mecanismo.

Luz intestinal
Adhesión

pci
gr
col
Citólisis

Submucosa
Fagocitosis
N-ac-gl

Figura 4-4. Mecanismos patogénicos que emplea E. histolytica du-


rante una lesión intestinal. Abreviaturas: col, colagenasa; gr, glóbulos
rojos; N-ac-gl, galactosa–N-acetil-D-galactosamina; pci, proteína Figura 4-5. Mecanismo patogénico de las amibas: adhesión, efecto
formadora de canales iónicos. citopático dependiente de contacto y fagocitosis.
Amibiasis 27

Los microfilamentos amibianos les sirven a los trofozoí- de degradar IgA, IgG, IL-18 (clave en procesos inflamatorio,
tos para que puedan lisar a la célula blanco, ya que las cito- mediadora de la respuesta Th1, activadora de macrófagos y
calasinas B y D interfieren en su formación. El flujo trans- sección ifn) y subunidades del complemento como C3a
membranal de calcio es importante en la actividad lítica de y C5a. La EhCP5 también presenta actividad de enzima con-
los trofozoítos amibianos. vertasa de ILβ, la cual podría activar la cascada de las caspasas
La lisis de la célula blanco puede estar mediada, entre dentro de los hepatocitos causando apoptosis.
otros factores, por la actividad de cisteína proteasas, ya que
se ha observado que su secreción es un factor importante para Fagocitosis
determinar el grado de agresividad de los trofozoítos.
La fagocitosis tiene diversas funciones; muchos protozoarios
ingieren bacterias para cubrir sus requerimientos nutricio-
Amebaporo nales.
El amebaporo es un péptido compuesto por 77 aminoácidos Para E. histolytica, la fagocitosis puede ser de dos tipos:
y se conocen las isoformas A, B y C, las cuales se producen en a) uno no específico por medio del cual los trofozoítos ingie-
una proporción de 35:10:1. Las tres isoformas de la ameba- ren partículas como almidón, látex, hierro, etc., y el contac-
poro pertenecen a la familia de las proteínas del tipo saposina to inicial puede estar mediado por fuerzas electrostáticas, y
(saplip), que se caracterizan por tener un motivo conservado b) un mecanismo altamente específico donde intervienen
de residuos de cisteína unidos por tres puentes disulfuro que moléculas de superficie (adhesinas), que participan en el re-
permiten la interacción con lípidos. conocimiento y unión de los trofozoítos a la célula blanco.
El amebaporo en la amiba se encuentra en estructuras La fagocitosis de E. histolytica es un proceso multifacto-
similares a los lisosomas, de donde puede viajar a fagosomas rial en el que intervienen varios eventos, entre ellos la adhe-
o ser secretado al medio extracelular, donde se encarga de sión, la polimerización de ciertas proteínas del citoesqueleto,
dañar la membrana de las células blanco. El mecanismo la acción de enzimas digestivas y la exocitosis.
de acción de este péptido consiste en permeabilizar la mem-
brana mediante su inserción en la bicapa lipídica, donde se une
a fosfolípidos aniónicos; una vez unido a los fosfolípidos,
Amibiasis intestinal
se dan interacciones entre los mismos péptidos formadores En los casos sintomáticos, la intensidad es muy variable. La
de poros, es decir, una interacción péptido-péptido; ello tie- forma más clásica, aunque no la más frecuente, es la disen-
ne como resultado la formación de una molécula de mayor térica. Lo más habitual es que en un inicio muestre una sin-
tamaño, la cual da paso a un flujo anormal de iones y otras tomatología poco intensa, con anorexia, astenia, dolor abdo-
moléculas; en consecuencia, se crea un desbalance en el me- minal, alteraciones en el tránsito del intestino y diarrea no
dio intracelular que trae como resultado la muerte celular sanguinolenta. Estos síntomas reflejan simplemente la exis-
por choque osmótico. tencia de un proceso irritativo del colon y se trata de una fase
inicial de la enfermedad que puede prolongarse varios meses.
Cisteína proteasas
Un factor importante en la lisis celular inducida por la amiba
Amibiasis extraintestinal
son las cisteína proteasas. A la fecha se han reportado 20 ge- Mediante mecanismos moleculares aún no bien caracterizados,
nes que codifican para cisteína proteasas (EhCP1-EhCP19 y la los trofozoítos pueden atravesar la mucosa intestinal inva-
EhCP112), pero sólo ocho de ellas se han expresado in vitro. diendo los vasos sanguíneos de los tejidos más próximos y
La EhCP1 (27-35kDa), la EhCP2 (35kDa) y la EhCP5 (29kDa) son capaces de diseminarse hacia diferentes órganos causando
componen 90% de la actividad total de las proteasas del tipo abscesos, sobre todo en hígado.
cisteína en la amiba. Las EhCP1, 2 y 3 participan en la destruc- El absceso hepático amibiano es la manifestación ex-
ción de la matriz extracelular, donde degradan fibronectina, traintestinal más frecuente; habitualmente los pacientes se
laminina y colágeno, lo cual tiene como resultado la separación presentan con un cuadro clínico agudo o crónico, con dolor
entre células, facilitando así la invasión; además se sabe que abdominal en hipocondrio derecho asociado a síntomas cons-
estas tres proteasas participan en la fagocitosis. titucionales (pérdida de peso, mialgias y malestar general) y
La EhCP5 es la proteasa del tipo cisteína más estudiada fiebre; los síntomas gastrointestinales y la ictercia son raros.
de E. histolytica; se sabe que contribuye a la evasión de la La complicación más común es su rotura con extensión a pe-
respuesta inmune montada por el hospedero, ya que es capaz ritoneo, pleura o pericardio; también se han descrito fístulas
28 Parasitología médica • Capítulo 4

Incidencia
¿En cuáles organismos se conserva la proteína?
Los portadores funcionales a menudo tienen patrones de incidencia similiares

No hay homologación Secuencia de


detectable conservación al 100%

+ Grupo Fungimetazoa (91 taxa)


+Viridiplantae (12 taxa)
Plasmodium knowlesi
– Plasmodium vivax
– Plasmodium falciparum

Apicomplexa
– Plasmodium yoelii
Theileria parva
– – Theileria annulata

Eucariota
Cryptosporidium hominis
– – Cryptosporidium parvum

Tetrahymena thermophila

Stranenopiles
Phytophthora sojae
– Phytophthora ramorum

Thalassiosira pseudonana
– Phaeodactylum tricornutum

Dictyostelium discoideum

Anoebozoa
Entamoeba histolytica
Leishmania infantum

Trypanosoma brucei
Trichomonas vaginalis
ICP2
cp112
EHI_196580
EHI_193300
EHI_051730
rab8
dpp

Búsqueda de textos
Ingreso:

Base de datos
Co-ocurrencia

Experimentos
Fusión génica

Co-expresión

[Homologar]
ICP2 Inhibidor 2 de cisteína proteasa (EhICP2); inhibe el extracto de

Puntuación
Vecindario
trofozoíto soluble (123aa)

Portadores funcionales:
cp112 Cisteína proteasa (446 aa) 0.653
EHI_196580 Fosforibulocinasa/proteína de la familia de uridina cinasa (257 aa) 0.450
EHI_193300 Fosforibulocinasa/proteína de la familia de uridina cinasa (260 aa) 0.450
EHI_051730 Fosforibulocinasa/proteína de la familia de uridina cinasa (393 aa) 0.450
rab8 Familia Rab GTPasa (199) 0.446
dpp Dipeptidil-peptidasa (665 aa) 0.443

Figura 4-6. String de Entamoeba histolytica, con la finalidad de conocer las diferentes cisteína proteasas de este organismo, se realizó una
búsqueda en la plataforma www.expasy.org/

hepatobronquiales, absceso pulmonar, derrame pleural reac- Genoma. Bioinformática


tivo, trombosis de la vena hepática y obstrucción de la vena
cava inferior. El diagnóstico del absceso hepático amibiano de E. histolytica
se realiza por un cuadro clínico sugestivo, evidencia image- E. histolytica presenta una gran variabilidad fenotípica tanto
nológica del absceso (ecografía o tac), serología positiva para en cepas como en clonas. Los trofozoítos en cultivo cambian
E. histolytica y respuesta al tratamiento con nitroimidazoles. de fenotipo, pierden la virulencia cuando se cultivan en me-
Algunos estudios muestran que al llegar los trofozoítos al dio axénico, la cual recuperan al ser inoculados en hígado
hígado son rodeados por neutrófilos. La lisis de los neutrófilos de hámster; pueden aumentar o disminuir su capacidad de
y de los histiocitos de la periferia da origen a la necrosis; estas fagocitosis y presentar resistencia variable a la lisis por com-
células son reemplazadas en forma progresiva por macrófagos plemento humano. Clonas obtenidas de una misma pobla-
y células epitelioides hasta desarrollar un granuloma, lo que ción también presentan estos cambios, lo cual indica la gran
indica que el proceso de lisis de los hepatocitos es combinado variabilidad genética en este parásito.
y se debe tanto la capacidad histolítica de la amiba como a la El genoma de E. histolytica presenta un bajo contenido
lisis de los neutrófilos. de G + C (22.4%); está compuesto de cromosomas lineales
Amibiasis 29

y dna circular de diferentes tamaños que van desde 5 a el tratamiento por lo general resulta en una recuperación
60 kb. anatómica y funcional de la parte afectada, con muy poca o
E. histolytica posee un genoma rico en A + T con abun- ninguna cicatrización.
dantes palíndromos repetidos, así como gran heterogeneidad Las cepas de E. histolytica pueden efectuar todos, al-
genética entre clonas relacionadas genéticamente. gunos, uno o ninguno de los mecanismos anteriores. En la
Tras el advenimiento del proyecto de genoma humano actualidad se ha reclasificado a E. histolytica en dos grupos:
iniciado en 1990 se dio lugar a una nueva era en la investiga- uno patógeno y otro no patógeno. Al primer grupo se le ha
ción genómica, al ofrecer una gran cantidad de información dado propiamente el nombre de E. histolytica y al segundo
que ha tenido impacto en diferentes áreas de la investigación el de E. dispar. Desde el plano bioquímico, se ha tratado de
científica. encontrar moléculas que permitan separarlas en patógenas y
El Proyecto del Genoma Humano ha estimulado el desa- no patógenas, y lo anterior se ha logrado con “cimodemos”
rrollo de la genómica comparativa, cuyo propósito es enten- (poblaciones del microorganismo que pueden diferenciarse
der cómo las especies han evolucionado y cuál es la función por la síntesis de moléculas que estructuralmente son distin-
de los genes y las regiones no codificantes del genoma, me- tas, pero que realizan la misma función enzimática, lo que
diante el análisis y la comparación de genomas de diferentes significa que difieren desde el punto de vista genético pero
especies. Definir la estructura y función de los genes huma- no desde el fisiológico).
nos favorecerá el desarrollo de estrategias para predecir, pre- ¿Qué factores se han determinado como importantes
venir y combatir enfermedades humanas. Hasta el momento para que alguien padezca absceso hepático amibiano (aha)?
se ha completado la secuencia de los genomas de varios orga- La amibiasis tiene una distribución mundial, pero sólo al-
nismos, entre los que destacan algunas especies: mosca de la gunas personas desarrollan absceso hepático. La presencia de
fruta, gusanos, ratón, rata, perro, un gran número de hongos, HLA-DR3 (antígeno leucocitario humano) DR3 (es un com-
el mosquito transmisor del paludismo, así como del parásito ponente del gen alelo del haplotipo AH8.1), se ha asociado
que lo causa, el arroz, la semilla de la mostaza, una larga lista con mayor susceptibilidad para presentar la enfermedad. En
de bacterias, virus y por supuesto el genoma de la amiba. la mayoría de los casos, afecta a varones jóvenes.
Esta información, al ser analizada en diferentes bases de Se estima en 50 millones de infecciones anuales la inci-
datos, permite generar mayor conocimiento acerca de la pa- dencia mundial del absceso amibiano. En Europa y Estados
togenicidad de este organismo, y algunas de las proteínas Unidos los casos suelen circunscribirse a inmigrantes y via-
que son cruciales en sus factores de virulencia, tales como jeros procedentes de países donde la enfermedad es endémi-
algunas ATPasas, cisteína proteasas, entre otras. ca. El absceso hepático amibiano (aha) y otras enfermedades
En una búsqueda avanzada en cualquier base de datos amibianas extraintestinales son siete a 10 veces más frecuen-
de bioinformática es posible acceder a las secuencias de estas tes en la edad adulta, entre los 20 y 40 años, predominando
proteínas y obtener datos acerca de su conformación atómica en el sexo masculino; sin embargo, las razones de género aún
y molecular, estructura y datos bioquímicos, secuencias nu- no se han podido explicar.
cleotídicas o aminoacídicas, etcétera. Otras condiciones que afectan a la inmunidad mediada
por células, tales como extremos en la edad, embarazo, tera-
pia con corticosteroides, neoplasias y desnutrición aumentan
Absceso hepático la posibilidad de presentar afectación hepática.
La infección hepática resulta de la migración de trofozoí- El tratamiento de los abscesos hepáticos amibianos es
tos a través de la vena porta. En el absceso el parénquima mediante el uso de imidazoles como el metronidazol (durante
hepático está completamente sustituido por restos necróti- 7-10 días, 750 mg/8 h en adultos), seguido de un agente in-
cos con escasos trofozoítos y células inflamatorias. La lisis traluminal, como la paromomicina (durante otros siete días,
de los neutrófilos por las amebas libera productos tóxicos 500 mg/8 h), con 90% de éxito y en las fallas de este tipo de
no oxidativos que contribuyen a la destrucción del tejido. tratamiento el paciente es sometido a una laparotomía; pero
El color del fluido puede variar de amarillento hasta café recientemente la punción percutánea y la laparoscopia están
oscuro, con apariencia de pasta de anchoas. Los trofozoí- ganando terreno en la resolución de esta enfermedad.
tos sólo se encuentran en la pared del absceso. Una carac-
terística notable de la mayoría de las lesiones amibianas
es su poca tendencia a estimular la proliferación de tejido
Manifestaciones clínicas
conjuntivo o de sanar con formación de cicatriz. Esto es De acuerdo con los mecanismos patogénicos, es posible ase-
particularmente evidente en lesiones grandes, en las que verar que la amibiasis es variable en relación con los síntomas
30 Parasitología médica • Capítulo 4

que causa en el humano. De esta manera, la amibiasis pue- La colitis ulcerativa se puede confundir con la for-
de ser asintomática y sintomática. Para el primer caso cabe ma idiopática, enfermedad de Crohn, tuberculosis, ade-
afirmar que la persona está infectada por Entamoeba dispar y nocarcinoma y otros tumores intestinales. El diagnóstico
en el segundo caso por E. histolytica. Los parásitos pueden diferencial se basa en la ausencia de regeneración epitelial
establecerse sólo en el intestino grueso, pero las cepas más (seudopólipos) o proliferación de tejido conectivo (esteno-
patógenas son capaces de invadir otros órganos a través de va- sis y cicatrización). Las úlceras amibianas rara vez sangran.
sos sanguíneos, lo cual significa que la amibiasis sintomática Además, los parásitos no invaden el intestino delgado, de
puede ser intestinal y extraintestinal. tal forma que las lesiones sólo se presentan en el colon.
La colitis no disentérica crónica puede manifestarse
Amibiasis intestinal con años de diarrea sanguinolenta intermitente y no es po-
sible diferenciarla de la colitis ulcerosa. Los síntomas son
En este caso llegan a presentarse las siguientes condiciones: inespecíficos, puede haber náuseas, vómitos, malestar ge-
a) colitis no disentérica crónica, b) disentería o megacolon neral, dolor abdominal difuso o sólo diarreas —al inicio
tóxico, c) ameboma o granuloma amebiano, d) colitis fulmi- pastosas y poco frecuentes (4v/d), luego líquidas y cons-
nante con perforación, d) apendicitis y e) rectocolitis aguda. tantes—.
Los sitios más a menudo infectados por E. histolytica en El megacolon tóxico ocurre por uso inadecuado de
el intestino grueso son ciego, sigmoide y recto, quizá por- corticoides cuando se confunde colitis amibiana con una
que son regiones en las que hay menos tránsito intestinal. A enfermedad inflamatoria intestinal.
causa de estos mecanismos, los trofozoítos causan necrosis al La disentería fulminante es rara y casi siempre se
epitelio intestinal, penetran la mucosa y se dirigen hasta la diagnostica en personas de edad avanzada y en desnutridos
submucosa, punto en el cual se extienden en sentido perpen- o individuos que viven en zonas donde hay escasa o nula
dicular respecto de la dirección de su penetración, es decir, amibiasis. En estos casos se advierte destrucción intensa de
provocan una úlcera; por lo regular, la lesión que ocasionan la pared intestinal. Con mucha frecuencia hay perforaciones
tiene la forma de cuello de botella (figura 4-7). Alrededor múltiples en zonas muy extensas que se desarrollan hasta
del sitio de penetración se produce un foco inflamatorio que peritonitis.
conduce a edema redondeado con centro necrótico, lo que da El ameboma casi nunca se identifica, el organismo re-
una apariencia de lesión en forma de botón de camisa (úlceras acciona de forma exagerada contra la amiba y forma tejido
nodulares). Las úlceras miden entre 0.1 y 0.5 cm de diáme- de granulación que da lugar a zonas de estrechez, como un
tro. El centro necrótico suele estar lleno de tejido mucoide y pequeño tumor. Es una forma segmentaria rara de colitis
algunas veces hay sangre. Es común que el ciego y el colon amibiana crónica, es más común en ciego y colon ascen-
ascendente muestren úlceras irregulares, más que nodulares, dente y se presenta como una masa abdominal sensible que
que miden 1 a 5 cm de longitud, son serpiginosas y su cu- puede confundirse con un carcinoma de colon. Se localiza
bierta es de fibrina; se observa engrosamiento de la pared de en ciego y colon ascendente. La mucosa se observa delgada
la mucosa. y ulcerada, pero las siguientes capas de la pared intestinal
están engrosadas, edematosas y hemorrágicas. El peritoneo
está comprometido.
En la apendicitis amibiana se reconocen úlceras no-
dulares, con inflamación supurativa aguda. En resumen,
las cepas patógenas de E. histolytica utilizan diversos meca-
nismos para causar necrosis en el tejido infectado, lo cual
conduce a la formación de úlceras. Lo anterior genera una
reacción inflamatoria de grado y consecuencias variables.
La rectocolitis aguda tiene un cuadro de comienzo
agudo con diarrea disentérica, deposiciones sanguinolentas
y con mucosidades, de alta frecuencia (7 a 10 v/día). Acom-
pañado de dolor en hemiabdomen inferior o fosa ilíaca iz-
Submucosa quierda, así como tenesmo cuando hay compromiso rectal.
En ocasiones se acompaña de fiebre (33%), compromiso del
Figura 4-7. Lesión en forma de botón de camisa y cuello de botella. estado general y pérdida de peso.
Amibiasis 31

Amibiasis extraintestinal Después de una amibiasis hepática o pulmonar, los pará-


sitos pueden invadir el cerebro, habitualmente el lóbulo
Los parásitos se pueden desplazar hacia diferentes órganos, izquierdo, e inducir necrosis cerebral única o múltiple,
más a menudo a hígado, piel y mucosas, pulmón, riñón y ce- con dimensiones de 2 a 5 cm de diámetro, que son lesiones
rebro. Por lo general, la amibiasis cutánea se presenta en va- amarillentas con hemorragias.
rones homosexuales y pacientes con disentería. Se inicia con
úlceras en la región perineal y perianal con bordes irregulares
y necrosis en su base; se trata de lesiones muy dolorosas.
Respuesta del huésped
En casos de infección de ciego y colon ascendente por a la infección
amibas llega a producirse perforación hacia la cavidad peri- El huésped se defiende del parásito a través de mecanismos
toneal y precipitar una peritonitis; otras veces la perforación inmunológicos y no inmunológicos. Así, por ejemplo, en-
toma la dirección de vísceras huecas, como vesícula biliar, tre los mecanismos no inmunológicos está la producción
estómago, intestino delgado o bien el retroperitoneo, que de mucinas que produce una capa viscosa de moco con la
desencadena la diseminación a suprarrenales y riñón. finalidad de proteger al intestino; otro mecanismo es la mo-
El absceso hepático es la anomalía más común de la ami- tilidad intestinal y la presencia de microbiota endógena del
biasis extraintestinal y se produce porque los trofozoítos se hospedero.
diseminan por vía hematógena al hígado, en particular al ló- Los mecanismos inmunológicos involucran tanto al sis-
bulo derecho. Hay síntomas intestinales de manera invariable, tema inmune innato como al adaptativo.
por ejemplo, amibiasis ulcerativa del colon, cuando se desa-
rrollan abscesos hepáticos. En el tejido hepático se presentan
focos de necrosis por los trofozoítos. Martínez Palomo sugiere
Respuesta inmune innata
que en vez de denominarlo absceso hepático, debería llamarse del huésped
“necrosis ulcerativa hepática”, ya que en las lesiones hay más La respuesta innata es la primera en hacer frente a la los tro-
células nucleadas y eosinófilos, con material granular, que fozoítos de E. histolytica. Después de que penetran al epitelio,
polimorfonucleares, con material amarillento y consistencia las vías clásicas y alternas del complemento defienden al hos-
cremosa y espesa; en ocasiones es café si hay hemorragia. pedero de la invasión por el parásito.
Los trofozoítos se encuentran en los bordes irregulares La vía alterna del complemento se activa por C3, C5 y
de la lesión. El tamaño varía de 5 a 15 cm y casi siempre hay por la cisteína proteasa de 56 kDa de la amiba. A C3 y C5 se
sólo uno; no obstante, en necropsias se han observado múl- les considera potentes agentes quimiotácticos porque favore-
tiples abscesos. En el absceso hepático se llega a presentar cen el reclutamiento y activación de las células inflamatorias.
la siguiente sintomatología: fiebre 85-90%, dolor en cua- La cisteína proteasa degrada las anafilotoxinas C3a y C5a,
drante superior derecho 84-90%, hepatomegalia 30-50%; y la subunidad pesada de la lectina Gal/GalNAc impide el
pérdida de peso 33-50%; diarrea 20-33%; en la mayoría de ensamblaje de C8 y C9 para la formación del complejo de
los casos no hay diarrea concomitante. Como está cerca de la ataque a la membrana, previniendo así la lisis del parásito
cúpula diafragmática, puede perforar el diafragma (empiema mediada por complemento.
amibiano). La complicación más temida y severa es que el Existen otras células inflamatorias que también par-
absceso se rompa en comunicación con el pericardio y produ- ticipan en la respuesta inmune innata, como los neutrófilos,
cir pericarditis hasta ir a la forma fulminante: taponamiento que son las primeras células en llegar al sitio que ha sido
cardiaco y muerte. Puede experimentarse remisión y rege- ocupado por la amiba y probablemente son reclutados por
neración, aunque es posible la rotura que se dirige a cavidad la actividad quimiotáctica de un péptido de la membrana
peritoneal (que produce peritonitis) o la abertura hacia otras del parásito. También participan otras células, como los ma-
vísceras o cavidad torácica. La diseminación puede ocurrir crófagos, células nk y células nkt; por otro lado, también
por rotura o continuidad. se ha encontrado que los neutrófilos aumentan su actividad
Si hay rotura a cavidad torácica pueden presentarse in- amibicida cuando son estimulados por interferón gamma
fecciones pleuropulmonar, pericárdica y mediastínica. En (ifn-y), factor de necrosis tumoral alfa (tnf-α), lipopolisa-
la infección pulmonar el paciente realiza expectoraciones cárido (lps) o antígenos amibianos. Es común que los neu-
con presencia de material necrosado. Si la afección se con- trófilos no logren eliminar la infección amibiana debido a
fina al lóbulo izquierdo del hígado, entonces se extiende a que el parásito provoca la apoptosis y la lisis de los mismos.
la cápsula de Glisson, se adhiere al diafragma y se propaga Los macrófagos reconocen los componentes de la super-
a tórax, detrás del pericardio, con pericarditis consecuente. ficie de los trofozoítos a través de los receptores tipo Toll
32 Parasitología médica • Capítulo 4

(tlr)-2 y tlr-4.16. El lipopéptido fosfoglucano (lppg) de


la amiba es reconocido por los macrófagos a través de estos
receptores; esta interacción favorece la activación del factor
nuclear kappa B (nf-κB) y la liberación de interleucina (il)-8,
il-10, il-12p40 y tnf-α. Los macrófagos también recono-
cen el ácido desoxirribonucleico (dna) de E. histolytica, a
través del tlr-9; esto favorece la producción de tnf-α.

Respuesta inmune adaptativa


del huésped
Tanto la respuesta inmune humoral como la celular parti-
cipan en la defensa del hospedero contra la invasión por E.
histolytica. La producción de IgA contra el dominio de reco- Figura 4-8. Tejido hepático infectado por trofozoítos de E. histolytica
nocimiento de carbohidratos de la lectina Gal/GalNAc, se ha en el que se observa escasa reacción inmunitaria; en la parte inferior
relacionado con protección contra la infección y el desarro- se ve un trofozoíto rodeado de un halo de necrosis del tejido (1 000
llo de enfermedad. Los niños que forman estos anticuerpos y 400×).

tienen 85% menos reinfecciones que aquellos niños que no


poseen la IgA específica. En contraste, los anticuerpos IgA e litud con el cd59 humano, que es un antígeno que se en-
IgG séricos contra la lectina no parecen conferir protección. cuentra en los leucocitos que participan en la inhibición del
E. histolytica requiere de la activación de células T ensamblaje del complejo de ataque a la membrana C5b-C9
específicas del huésped, lo que conduce a la producción de del complemento. Las proteinasas de cisteína degradan las
las citocinas apropiadas y una citotoxicidad directa sobre anafilotoxinas C3a y C5a y son capaces de degradar a la IgA
la amiba. Para esto, las células T deben interactuar con las secretora y la IgG humanas, lo que impide la opsonización
células presentadoras de antígenos. Las células dendríticas de los trofozoítos.
son activadas por la lectina Gal/GalNAc, lo que provoca
un aumento en la expresión de moléculas coestimuladoras Diagnóstico
como cd80, cd86 y cd40 y de moléculas del cmh-ii. Tam-
bién la lectina favorece la producción de citocinas de tipo El diagnóstico se basa en hallazgos clínicos, pruebas de labo-
Th1, como la il-12 y el tnf-α; esto permite a las células ratorio y estudios de gabinete.
dendríticas estimular con mayor facilidad a las células T La amibiasis intestinal se diagnostica con exámenes co-
colaboradoras de tipo 1 (Th1). proparasitoscópicos: estudio directo en fresco si la muestra
En realidad, las amibas no activan una intensa respuesta es líquida, con revisión de moco y sangre. Se puede practicar
inmunológica y escasa reacción inflamatoria. La respuesta ce- colonoscopia, que consiste en realizar un raspado o biopsia
lular es baja, lo que explica la discreta reacción inflamatoria del borde de las úlceras (crateriformes, pequeñas, planas,
(figura 4-8). superficiales con bordes indeterminados y exudado blanco
Se sabe que los protozoarios son capaces de fagocitar leuco- amarillento).
citos del huésped; éste sintetiza anticuerpos, en particular IgG Es importante considerar que hay otras enfermedades
e IgA, cuya capacidad protectora es débil; aunque pueden tener cuyos síntomas se pueden confundir con amibiasis, de tal
valor diagnóstico, no contribuyen a eliminar a los parásitos. modo que debe considerarse el diagnóstico diferencial, por
ejemplo una infección por Shigella, Campylobacter, Salmonella,
Yersinia y E. coli invasoras; colitis ulcerosa y enfermedad de
Mecanismos del parásito Crohn; colitis isquémica; tuberculosis intestinal; cáncer
que contrarrestan la respuesta de colon.
En casos de amibiasis cutánea presente en recién nacidos
del huésped se recomienda el empleo de cucharilla rectal, instrumento
El parásito emplea varios mecanismos para evadir la reac- en forma de vara de vidrio de unos 30 cm de largo y 0.5
ción inmunitaria. Se han descrito mecanismos de evasión, los cm de diámetro cuyo extremo es aplanado. El dispositivo se
cuales escapan de los mecanismos de resistencia del huésped introduce en el recto unos 5 cm y se gira varias veces;
en el intestino; por ejemplo, la lectina amibiana tiene simi- se deposita el contenido colectado dentro en un tubo de vi-
Amibiasis 33

drio, que contiene solución salina isotónica, o bien la muestra tipo de amibiasis, intestinal asintomática, moderada o seve-
se observa directo en fresco entre portaobjetos y cubreobjetos ra, o extraintestinal (cuadro 4-1).
bajo el microscopio a 40×. El movimiento de los trofozoítos Para la amibiasis intestinal se emplean medicamentos
confirma el diagnóstico. A esta prueba se la conoce como que eliminan los quistes, como son iodoquinol, furoato de
“amiba en fresco”. diloxanida, paromomicina. En caso de rectocolitis invasora
Se puede confirmar el daño mediante rectosigmoidoscopia. se recomienda el empleo de metronidazol más un agente in-
Si la muestra es pastosa, se solicita una técnica de concentración. traluminal (para evitar la posibilidad que queden quistes). En
En casos de sospecha de amibiasis extraintestinal, por amibiasis extraintestinal se utiliza metronidazol. También se
ejemplo a nivel hepático, se lleva a cabo una prueba sero- pueden emplear 8-hidroxiquinolinas, dehidroemetina y clor-
lógica en la que se detectan anticuerpos mediante pruebas hidrato de emetina. Se está empleando la nitazoxanida con
inmunológicas, como elisa, inmunofluorescencia indirecta excelentes resultados en la forma intestinal, y tal parece que
o hemaglutinación indirecta; sin embargo, tienen una sensi- también es eficaz en la forma extraintestinal en tres tomas,
bilidad de entre 85 y 90%; por ello sólo esta prueba no per- una diaria de 500 mg, y en niños 100 mg diarios, con menos
mite el diagnóstico absoluto, se tienen que tomar en cuenta efectos colaterales que el metronidazol.
los antecedentes clínico-epidemiológicos. Se evalúa el daño Entre los compuestos de 8-hidroxiquinolinas se encuen-
mediante placa radiográfica, ultrasonido o gammagrafía, que tran yodoquinol (diyodohidroxiquinoleína) y clioquinol (yo-
no es específico de amibiasis, pues muchas otras causas origi- doclorhidroxiquinolona). Algunos recomiendan 20 días. El
nan daños intestinales y hepáticos. clioquinol se suministra en dosis de 500 a 750 mg tres veces
al día durante 10 días. En cantidades excesivas se puede cau-
sar neuritis óptica. Estos compuestos actúan como quelantes
Tratamiento sobre el hierro e impiden que lo utilice la amiba. No es re-
Una vez diagnosticada la amibiasis, debe instituirse un es- comendable en pacientes con intolerancia al yodo o daños
quema terapéutico, que depende del estado del paciente, el hepáticos, así como en personas con problemas anorrectales.

Cuadro 4-1 Cuadro terapéutico de la amibiasis.

Tipo de amibiasis Antiparasitario Dosis pediátrica Dosis en adulto

30-40 mg/kg/día, en 3 dosis, 600 mg/día por 20 días


Yodoquinol (de elección)
por 20 días

Quinfamida 3.4 mg/kg/día por 5 días 300 mg/día por 7 días


Asintomática 20 mg/kg/día repartido en 3 dosis/día 500 mg/día, por 10 días
Diloxanida
por 10 días

25-35 mg/kg/día repartido en 3 dosis, 25-35 mg/kg/día repartido en 3 dosis,


Furoato de paromomicina
por 7 días por 7 días

35-50 mg/kg/día, en 3 días por 7-10 500-750 mg/día por 7-10 días
Metronidazol
días

Tinidazol >3 años, 50 mg /kg/día, una Tinidazol 2 g/día por 3 días; yodoquinol
dosis/día por 3 días; yodoquinol 20 600 mg/día por 20 días
Moderada Tinidazol seguido de iodoquinol
mg/kg/día repartido en 3 dosis/día
por 10 días

25-35 mg/kg/día repartido en 3 dosis, 25-35 mg/kg/día repartido en 3 dosis,


Furoato de paromomicina
por 7 días por 7 días

35-50 mg/kg/día, en 3 días 750 mg/día por 7-10 días


Metronidazol
por 7-10 días

>3 años, 50 mg /kg/día, una dosis/día 2 g/día por 3 días; yodoquinol


Severa intestinal
Tinidazol seguido de yodoquinol por 3 días; yodoquinol 20 mg/kg/día 600 mg/día por 20 días.
o extraintestinal
repartido en 3 dosis/día por 10 días

25-35 mg/kg/día repartido en 3 dosis, 25-35 mg/kg/día repartido en 3 dosis,


Furoato de paromomicina
por 7 días por 7 días
34 Parasitología médica • Capítulo 4

La diloxanida se prescribe sólo en portadores de quistes pleuropulmonares, pericarditis y amibiasis cerebral. En


durante 10 días. No hay efectos secundarios graves, sólo mo- caso de abscesos hepáticos amibianos (aha) el tratamien-
lestias digestivas leves como flatulencia. to es fundamentalmente médico. Su objetivo es tratar la
La dehidroemetina actúa sobre la síntesis de proteínas enfermedad invasiva hepática y erradicar la colonización
de las amibas. Se recomienda como vía de administración intestinal, lo que se consigue con la administración de me-
la intramuscular profunda, una inyección diaria de 1 mg/ tronidazol durante 7-10 días (750 mg/8 horas en adultos),
kg de peso por 10 días. Los efectos secundarios son dolor y tanto en la enfermedad invasiva intestinal como en el aha.
molestias musculares, y en raras ocasiones problemas car- Esto debe seguirse de la administración de un agente intra-
diacos, razón por la cual se recomienda seguimiento elec- luminal, por ejemplo, de paromomicina, durante otros siete
trocardiográfico. días. La mayoría de los aha responden a este tratamiento.
El metronidazol actúa sobre los ácidos nucleicos de las La punción-aspiración del absceso, con colocación o no de
amibas y se administra por 10 días. Su resultado se observa drenaje percutáneo, está indicada en las siguientes circuns-
desde el tercer día, pero para asegurar el éxito se sugiere un tancias: en casos de duda diagnóstica con el absceso piógeno;
régimen no menor de cinco días. Sólo en casos graves se indi- absceso amibiano sobreinfectado; lesiones grandes (diáme-
ca por vía intravenosa. A veces hay alteraciones gastrointes- tro superior a 5 cm), o localizadas en lóbulo izquierdo por
tinales y se experimentan reacciones desfavorables al ingerir su riesgo de ruptura; ausencia de respuesta al tratamiento
bebidas alcohólicas. Es carcinógeno en animales de experi- médico (tras 5-7 días) o riesgo de ruptura inminente. En
mentación y no debe suministrarse en pacientes embaraza- ausencia de estas situaciones, debería evitarse su punción
das, menos aún durante el primer trimestre del embarazo, ni con el fin de evitar sobreinfecciones del aha. El tratamiento
en mujeres lactantes. quirúrgico sólo es preciso cuando existen complicaciones,
¿Qué está indicado en las diferentes afecciones amibia- por ejemplo, ruptura o sobreinfección no controlada médi-
nas? Debido a que no hay un medicamento que actúe con to- camente.
tal eficacia contra una forma amebósica, a lo largo del tiempo
los médicos han recomendado combinaciones de ellos o bien Prevención
el empleo de uno en ciertas ocasiones:
Debe considerarse el comportamiento humano que inte-
1. Para portadores asintomáticos o pacientes con síntomas
rrumpa el ciclo de transmisión. Si el parásito entra por vía
intestinales como diarrea se recomienda como primera
bucal, debe evitarse que las amibas se encuentren en ali-
elección yodoquinol o quinfamida y si no están disponi-
mentos y bebidas, y el contacto con materia fecal (descon-
bles, diloxanida o nitazoxanida.
taminar los alimentos con cloro). Hay que hervir el agua
2. En casos de colitis amibiana aguda (disentería amibiana)
para la preparación de bebidas y lavar de manera adecuada
se administra metronidazol además de dehidroemetina;
los utensilios para comer (cubiertos, vasos, platos, etc.). No
otra alternativa es dehidroemetina junto con yodoquinol
debe defecarse al ras del suelo ni arrojar papel higiénico usa-
y nitazoxanida.
do dentro de botes; después de defecar, el papel higiénico
3. Para amebomas se prescribe dehidroemetina, y en su de-
usado se debe ir junto con el agua de la taza del baño, o de
fecto, metronidazol, nitazoxanida o yodoquinol.
lo contrario las moscas pueden trasladar los quistes de ami-
4. En abscesos hepáticos puede suministrarse metronidazol
bas a los alimentos. Las manos se limpian antes de comer y
para pequeños o únicos; este fármaco, además de la de-
después de ir al baño. No deben manipularse los alimentos
hidroemetina, se emplea en abscesos múltiples. En casos sin lavarse antes las manos y hay que evitar las prácticas
graves también está indicado por vía intravenosa. sexuales de tipo bucal-anal. La defecación debe realizarse al
5. En la amibiasis cutánea se prescribe metronidazol con la menos en letrinas.
adición de dehidroemetina; no está confirmado el resul-
tado con nitazoxanida.
Se recomienda repetir la observación en heces un mes
Epidemiología
después. Si el parásito reaparece, entonces se sugiere admi- Hay dos preguntas que tienen verdadera importancia: ¿cuán-
nistrar yodoquinol. En casos de disentería desaparecen las ta gente está infectada con amibas? y ¿por qué es esencial
úlceras intestinales. conocer esta enfermedad parasitaria?
La intervención quirúrgica se indica si hay compli- La prevalencia de una infección (frecuencia) se refiere
caciones graves: apendicitis amibiana, amebomas, colitis al porcentaje de personas infectadas en una comunidad y
amebiana fulminante, absceso hepático y complicaciones representa la magnitud de sujetos infectados en una pobla-
Amibiasis 35

ción, así como el grado de transmisión del parásito entre las se producen en casos de amibiasis invasiva; por cada cin-
personas de una región. En México, la cifra más frecuente co portadores asintomáticos hay uno con síntomas. De cada
de prevalencia de infección varía entre 10 y 20% cuando 1 000 infectados hay un caso al año de amibiasis hepática.
se realizan estudios coproparasitoscópicos; sin embargo, al Esto depende de las regiones, sobre todo por sus condiciones
utilizar pruebas serológicas las frecuencias varían alrededor higiénicas, educativas y económicas. Las zonas de alta po-
de 10%. Quizá lo anterior se explique porque la gente infec- breza no cuentan con baños ni agua, y en los lugares de bajo
tada arroja quistes en forma intermitente y la mayor parte nivel educativo la gente desconoce cómo puede infectarse y
de los infectados es portador asintomático. Los anticuerpos es frecuente que su higiene sea deficiente.

Preguntas para reflexionar Bibliografía

1. ¿Cómo se evalúa la virulencia de una cepa? Arya R., Mehra A., Bhattacharya S. et al. Biosynthesis of
2. ¿Por qué no desaparece la amibiasis? Entamoeba histolytica proteophosphoglican in vitro. Mol
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1. Porque utiliza mecanismos patogénicos como la produc-
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3. La colagenasa es una enzima que destruye la coláge-
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na, una molécula que constituye el tejido intercelular
del tejido conjuntivo. Los trofozoítos se desplazan por
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