Reseña:
Diversidades, saberes y Trabajo social en perspectiva intercultural y decolonial
Esperanza Gómez Hernández 2014
Introducción:
Esperanza Gómez Hernández es una
trabajadora social de la universidad de
Antioquia Colombia, docente e investigadora
del “Grupo Cultura, política y desarrollo
social”. En esta ocasión nos brinda un análisis
e invitación para incluir una crítica
intercultural y decolonial en un trabajo social
latinoamericano inscrito que ha renacido en
un sociedad occidentalizada.
Para inicial es de vital importancia la primera
mirada a la que nos invita la autora, saber
que Las reivindicaciones sociales has sido
sometidas a cambios contantes, lo que
conduce a nuevas formas de ver lo social. El
trabajo social y otras ciencias sociales que
comparten la posibilidad de tener
acercamiento con los individuos, con
quienes realiza su acción profesional, deben
concebir la importancia de replantear sus
bases epistémicas, metodológicas y teóricas.
(Gómez 2014)
El trabajo social latinoamericano en busca de
nuevos aportes, acordes con la demanda
social, ha tenido un acercamiento a estudios
interculturales y decoloniales, que brindan
herramientas epistemológicas para la
comprensión de pueblos colonizados.
(Gómez 2014). Encuentra la autora una
dificultad que comparto en la búsqueda del
trabajo social por entender las diversidades y
hacer de su ejercicio profesional incluyente,
para lograr condiciones de vida digna; pero
al mismo tiempo una contrariedad con
algunos organismos como la UNESCO que
determina en gran medida la intervención.
En este sentido es preciso entender las
diversidades humanas según el discurso de la
UNESCO, análisis que la autora nos brinda
para llegar a una postura crítica de acuerdo a
la perspectiva decolonial.
Las diversidades como cuestión social
En un contexto de posguerra (1945) las
naciones unidas, busco reconocer a todos los
pueblos del mundo e impulso el respeto de
la esencia cultural de cada uno. Desde sus
inicios propone la igualdad de derechos y
oportunidades y el acceso al conocimiento
científico “especialmente para los países sub
desarrollados” (UNESCO, 1976). Este
discurso fue encaminado a la idea de
evolución y progreso, pero también de
libertad conservación de la costumbres de
las minorías. Con dos estrategias clave para
resolver la injusticia social, una es la
educación inclusiva, porque según la
organización, corrige desigualdades,
brindando oportunidades de desarrollarse en
un mundo moderno, tecnológico e
informático; además facilita la participación
al plantear la coexistencia y el intercambio
de saberes y la libertad de elección por que
le da puerta abierta a otras identidades no
tradicionales. (Gómez 2014)
La UNESCO pretende la conservación de los
saberes locales pero en pro de la
productividad de bienes y servicios
realmente necesarios, los saberes y valores
de la ciencia universal deben ser aprendidos
por los pueblos que no los conocen y que por
ende los hace subdesarrollados.
Hacia una crítica intercultural y decolonial a
los discursos de diversidad y la importancia
del saber
La autora no puede dejar de reconocer lo
novedoso de los discursos de la UNESCO,
pero tampoco puede dejar pasar la critica
hacia la imposibilidad de construir identidad
sin lazos sociales y las construcción de la
definición de cultura muchas veces deja por
fuera el poder político, además si la UNESCO
habla de un no reconocimiento de otros
saberes reconoce que hay una desigualdad,
que hay unos saberes que discriminan otros,
pero no habla de esos saberes
colonizadores, sin embargo si deja ver su
clara línea de diferenciación entre lo
moderno y antiguo, a partir del progreso
humano y social gracias a los recursos
tecnológicos e informáticos que podrían
brindar los pueblos desarrollados a los
subdesarrollados.
Lo que quiere expresar a grandes rasgos la
UNESCO es un hecho que preocupa a Gómez
la instrumentalización del saber indígena una
“diversidad” que no cuestiona ni coloca
límites al saber hegemónico que fortalecen
el capitalismo, nunca se habla de la
necesidad de deconstruir y desnaturalizar el
deber ser que solo favorece a la cultura
dominante (Fornet-Betancourt, 2009) desde
tiempos de colonización. Los discursos de la
UNESCO crea abismos, polarizaciones y
prejuicios entre la cultura tradicional y la
cultura moderna, las primeras solo son
inscritas en el modelo de desarrollo cuando
se relacionan con saberes de la cultura
moderna de otro modo seguirán en el lado
de lo atrasado. Este discurso supone lleva
insertado obligatoriamente un cambio de
todo lo atrasado a lo nuevo, a lo moderno
deja ver el enfoque desarrollista de la
UNESCO que le impide al ejercicio
profesional del trabajo social entender las
múltiples realidades.
Síntesis intercultural y decolonial del
trabajo social
Para entender la diversidad de seres y de
saberes, Gómez plantea revisar las
comprensiones de lo social influenciado por
el mundo capitalista, moderno y colonial.
Además hacer desde el Trabajo Social un
análisis de lo que significa vivir bien, o vida
digna, conceptos relevantes para la profesión
en una época de trascendencia y nuevas
preguntas por lo social. Una propuesta para
el trabajo social es que sea una disciplina
que se desacomode de su tradición
adaptativa a las políticas sociales, de un
desarrollo que protege al capitalismo.
(Gómez, 2014). Para esto es necesario
descolonizar nuestra comprensión de lo
social, ya que seguirá existiendo una
polarización si no se cambian cogniciones
como desarrollado y sub desarrollado,
porque esas sociedades que se consideran
como atrasadas, no vivían en pro de
conservar sus conocimientos si no en
cambiarlos por los de las sociedades
avanzadas
En el conocimiento
El asunto del trabajo social es reconocer las
diversidades humanas desde la cimentación
de bases epistemológicas solidas que
sustenten este ideal. No se puede negar que
las ciencias sociales han basado sus teorías
en cuestiones monolíticas, monoculturales y
universales que alimentan el
posicionamiento como valido del
conocimiento occidental. Debemos construir
un Trabajo Social que reconozca el
conocimiento local pero también sus fuentes
que son ancestrales, reconocer su historia, su
espacio y su tiempo
La autora resalta una preocupación por la
importancia que el trabajo social debería dar
a reconocer dentro de la historia del trabajo
social, una construcción en un proceso de
“doble colonización externa e interna” es
decir que la disciplina, poco se ha nutrido de
la historia de las colectividades y se ha
estado preocupando por establecerse como
profesión de individuos de ayudan a otros,
(Gómez, 2014). Según Gómez es necesario ir
mas allá de los necesitados, vulnerados y
marginados y rebuscar en una historia más
allá de las individualidades; buscar procesos
conjuntos de luchas emancipadoras. Si bien
es cierto, el trabajo social debe hacer una
reflexión de las bases teóricas que lo
cimientan y buscar movimientos para
transformación social, no debe dejar de lado
su preocupación por el individuo necesitado
porque para “decolononizar la idea del
“profesional solitario que brinda ayuda” se
alcanza con la resignificacion y
desnaturalización de la diversidad desde las
minorías, que precisamente son los
vulnerados y desfavorecidos, claro que se
necesitan movimientos emancipadores, pero
ellos también hacen parte de ese
movimiento.