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Papeles del Psicólogo

ISSN: 0214-7823
papeles@correo.cop.es
Consejo General de Colegios Oficiales de
Psicólogos
España

Arce, Ramón; Fariña, Francisca


Peritación psicológica de la credibilidad del testimonio, la huella psíquica y la simulación: el sistema de
evaluación global (seg)
Papeles del Psicólogo, vol. 26, núm. 92, septiembre-diciembre, 2005, pp. 59-77
Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos
Madrid, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=77809202

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Papeles del Psicólogo, 2005. Vol. 26, pp. 59-77 Sección Monográfica
l

PERITACIÓN PSICOLÓGICA DE LA CREDIBILIDAD DEL TESTIMONIO,


LA HUELLA PSÍQUICA Y LA SIMULACIÓN: EL SISTEMA DE
EVALUACIÓN GLOBAL (SEG)

Ramón Arce* y Francisca Fariña**


* Departamento de Psicología Social, Universidad de Santiago de Compostela
**Área de Psicología Básica, Universidad de Vigo

El presente trabajo presenta un procedimiento de detección de la mentira y el engaño en procesos judiciales adaptado al sis-
tema judicial español: el Sistema de Evaluación Global. El S.E.G. resulta de un compendio de diversas estrategias de análisis
de la fiabilidad (CBCA y Reality Monitoring) y validez de la declaración (SVA y SRA) a la vez que de la huella psicológica y
de la simulación de la misma. Además, para poder obtener unos protocolos susceptibles del presente análisis se revisan y pre-
sentan los diversos modos productivos y efectivos en la obtención de la declaración con adultos, menores, discapacitados así
como la entrevista clínico-forense para la valoración del daño psíquico y de la simulación.

This paper presents a protocol adapted to the Spanish judicial system for the evaluation of malingering and deception in testi-
mony, the Global Evaluation System (GES). The GES is the product of a combination of different strategies of assessment of the
reliability (CBCA and Reality Monitoring) and validity (SRA and SVA) of the statements, as well as the evaluation of the psy-
chological injury and malingenring. Moreover, this procedure has been validated for different cases and witness (children,
adults and handicapped), thus we review the productive and effective interview protocols for the estimation of the credibility
and the psychological injury.

L
a formación de juicios legales y la subsecuente cio a llevar a cabo. No obstante, la credibilidad de los
plasmación de los mismos en sentencias judicia- testigos aporta el valor escalar más elevado en el juicio
les, que constituyen la pieza angular del Sistema alcanzado tanto por jurados (Arce, Fariña y Real, 2000)
Judicial (Sallmann y Willis, 1984), descansan en las dos como por jueces (Arce, Fariña, Novo y Seijo, 2001) y es
dimensiones básicas formuladas por los Modelos de Inte- la pieza clave para alcanzar juicios contrapuestos (p. e.,
gración de la Información: la fiabilidad y la validez (Os- la asignación de una alta credibilidad al testimonio de la
trom, Werner y Saks, 1978). Sucintamente, un juicio es víctima es un predictor muy robusto de culpabilidad en
una evaluación de las pruebas en una dimensión. Los tanto la falta de credibilidad en el testimonio de la vícti-
juicios están basados en un conjunto de creencias sobre ma pronostica fehacientemente un juicio de inocencia).
las pruebas (v. gr., inferencias sobre los motivos del acu- La estimación de la credibilidad de un testimonio viene
sado, las capacidades) que son relevantes para la di- a ser la apreciación de la exactitud que el testigo o una
mensión de evaluación, de tal modo que cada creencia parte de su declaración le inspira al evaluador y le indu-
tiene un peso que incide en la evaluación de la prueba ce a creer que los hechos sucedieron tal y como declara
para la dimensión de juicio. Este peso es conocido como (Mira, 1989). Para la estimación de la credibilidad se
el valor escalar de la creencia. Ahora bien, no toda cre- han formulado dos modelos: el modelo subjetivo o social
encia contribuye por igual a la valoración de la prueba. y el modelo objetivo o científico (Vrij, 2000). Por modelo
Dicha contribución es el resultado de la estimación de la social se entiende el recurso a indicadores subjetivos no
fiabilidad y validez de la creencia. La fiabilidad en la validados científicamente de credibilidad, en tanto el
Sala de Justicia viene definida fundamentalmente por la modelo objetivo presupone la asunción de criterios em-
credibilidad de los testigos. Por su parte, la validez está píricos de credibilidad. En la práctica judicial diaria tan-
determinada por la relevancia de la prueba para el jui- to los expertos, esto es, jueces y magistrados (Piñeiro,
2005) como los legos en derecho, o sea, jurados (Arce,
Correspondencia: Ramón Arce. Facultad de Psicoloxía. Departa-
mento de Psicoloxía Social, Básica e Metodoloxía. Universidade
Fariña y Seijo, 2003) se sirven de criterios subjetivos pa-
de Santiago de Compostela. 15706 Santiago de Compostela. Es- ra la estimación de la credibilidad de los testimonios que
paña. E-mail: psarce@usc.es. no son eficaces en la correcta clasificación de la exacti-

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Sección Monográfica PERITACIÓN DE CREDIBILIDAD Y SIMULACIÓN

tud del testimonio. Por ello, la Sala de Justicia ha de acu- la simulación. Finalmente, integraremos todo ello en un
dir a técnicos que valoren de un modo empírico la credi- procedimiento adaptado al contexto legal español que
bilidad de los testigos mediante técnicas productivas y evalúa la realidad de la huella de memoria y la huella
científicamente validadas. Al respecto, una revisión de la psíquica con el control de la simulación: el Sistema de
literatura puso de manifiesto que los procedimientos lle- Evaluación Global.
vados a cabo por psicólogos basados en el análisis de
contenido de las declaraciones eran los más efectivos, LA OBTENCIÓN DE LA DECLARACIÓN
clasificando correctamente, en contextos de simulación Las herramientas fundamentales para la obtención de
(o sea, con testigos simulados en casos de laboratorio), información de los testigos son los interrogatorios y en-
entre el 65% y el 85% de las declaraciones, en tanto que trevistas. Es bien sabido que el éxito de dicha entrevista
en estudios de campo (esto es, en condiciones de reali- o interrogatorio va a depender de factores tales como
dad) la eficacia llegaba al 100% (Vrij, 2000). No obs- la pericia del entrevistador, el grado de colaboración
tante, estos instrumentos presentan algunas limitaciones del entrevistado, el tiempo transcurrido desde el suce-
que es preciso encarar. Primera, las categorías de los di- so, y, evidentemente, del tipo de entrevista (véase Me-
versos procedimientos propuestos para el análisis de mon y Bull, 1999). Los interrogatorios conforman el
contenido no son homogéneas inter-sistemas. Segunda, instrumento por excelencia de la obtención del testimo-
no suelen cubrir a todo tipo de testigos (generalmente se nio en las actuaciones policiales y judiciales, pero la
proponen para niños). Tercera, estos procedimientos no declaración obtenida mediante éstos no es productiva
van acompañados de protocolos de actuación, a la hora para la aplicación de los sistemas de análisis de la cre-
de obtener la declaración, adecuados para cada contex- dibilidad basados en el contenido de las declaraciones.
to (menores, adultos, discapacitados). Cuarta, dichos Asimismo no todos los tipos de entrevitas son válidas
procedimientos no analizan la totalidad de la tarea judi- para estos fines. De facto, las entrevistas dirigidas o se-
cial (se suelen centrar en la supuesta víctima, obviando midirigidas pueden introducir información engañosa en
al supuesto agresor, que puede ser la víctima real). las narraciones de los eventos de personas sinceras (p.
Quinta, los mismos no se orientan a la búsqueda de la e., Loftus, Korf y Schooler, 1988), de modo que las dis-
huella psicológica del crimen: el trastorno de estrés pos- toriones no serían fruto de la mentira, sino de la infor-
traumático. Sexta, no incluyen metodologías adecuadas mación introducida por el entrevistador. En
para la evaluación clínica en el contexto forense en el consecuencia, se precisa de entrevistas en las que el
que debe sospecharse simulación, esto es, la mentira clí- entrevistador no mediatice la información a recuperar
nica. Séptima, los sistemas basados en el análisis de por el testigo. Las entrevistas en formato narrativo de
contenido de las declaraciones propuestos para el estu- discurso libre, tal como la entrevista cognitiva, se ajus-
dio de la credibilidad son técnicas semi-objetivas que tan a estas demandas. Sobre éstas, Köhnken, Milne,
precisan ajustarse para alcanzar una mayor objetividad. Memon y Bull (1999), tras una revisión de la literatura,
Partiendo del estado de la literatura sobre la evalua- observaron que facilitaban una mayor tasa de recupe-
ción empírica de la credibilidad del testimonio y con el ración de información, sobre todo correcta (36%), pero
objetivo de afrontar las limitaciones previamente enume- también incorrecta (17,5%). Ahora bien, esto no signi-
radas, hemos creado (Arce y Fariña, 2002, 2005, en fica que la exactitud global sea mayor en un tipo de
prensa) un protocolo psicológico forense, fruto de nume- entrevista que en otro. De hecho, el porcentaje prome-
rosos estudios propios y de la práctica profesional, en el dio de información correcta es en el formato de entre-
que abordan la tarea en su totalidad, el Sistema de Eva- vista policial (esto es, interrogativa) del 82%, en tanto
luación Global. Para su desarrollo revisaremos incial- en la entrevista cognitiva se cifra en el 84%. En esta lí-
mente y de un modo somero los procolos de obtención nea se han propuesto formatos de entrevista narrativa
de la declaración, que constituyen requerimientos sine ajustados al contexto y a las capacidades del entrevis-
qua non se pueden aplicar los sistemas categoriales de tado. A continuación revisamos brevemente cada uno
análisis de contenido. Posteriormente, presentaremos los de ellos.
sistemas de análisis de la credibilidad basados en el
análisis de contenido más productivos y efectivos. En ter- LA ENTREVISTA COGNITIVA1
cer lugar presentaremos un protocolo de evaluación de La entrevista cognitiva comprende cuatro técnicas gene-
la huella psíquica del acto delictivo y de la detección de rales de recuperación de memoria:

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RAMÓN ARCE Y FRANCISCA FARIÑA Sección Monográfica

a) La primera técnica consiste en reconstruir mental- que su declaración sea lo más sincera y productiva
mente los contextos físicos y personales que existie- posible.
ron en el momento del crimen (o del hecho a c) La tercera técnica, el cambio de perspectiva, trata de
recordar), esto es, la reinstauración de contextos. animar al testigo a que se ponga en el lugar de la
Esto implica que al testigo se le pida que trate de si- víctima, o de otro testigo del suceso, incluso del sos-
tuarse mentalmente en el lugar del suceso teniendo pechoso, y que informe de lo que vio o hubiera vis-
en cuenta: to desde esa perspectiva, si estuviera ocupando el
- Elementos emocionales (p.e., trata de recordar lugar de esa persona. Esta técnica se apoya en los
cómo te sentías). estudios de Bower (1967), quien advirtió que los su-
- Elementos secuenciales (v. gr., piensa en lo que jetos, al imaginarse los personajes de una historia,
estabas haciendo en ese momento). recordaban más detalles propios de la perspectiva
- Características perceptuales (vbgr., retoma la im- del personaje con quien se habían identificado, que
gen de la escena del crimen y haz un dibujo de de otros personajes. De esta manera se obtiene una
la habitación ¿A qué olía? ¿Qué oías?). segunda versión de la entrevista, desde una pers-
La razón que subyace a esta primera técnica es el pectiva diferente.
principio de codificación específica de Tulving, esto d) El último componente es la instrucción que invita al
es, la información contextual de un suceso se codifi- recuerdo desde diferentes puntos de partida, el re-
ca junto con el evento y se conecta asociativamente cuerdo en orden inverso. En otras palabras, se pre-
(Tulving y Thompson, 1973). A su vez, la recupera- tende que el individuo narre los hechos desde un
ción verbal del suceso depende del grado en que orden diferente a como se desarrollaron (v. gr., des-
los índices ambientales de la situación a recuperar de el final al principio, desde el medio, hacia atrás)
se solapen con propiedades previamente codifica- con el objetivo de recuperar pequeños detalles que
das (Tulving,1983). Esta primera técnica de la en- puedan haberse perdido al hacer una narración de
trevista cognitiva es similar a la usada por parte de los hechos siguiendo la secuencia temporal que és-
jueces y policía, la llamada reconstrucción de los tos tuvieron. Esta técnica intenta reducir los efectos
hechos, con la salvedad de que la reconstrucción en que los conocimientos previos, las expectativas y los
la entrevista cognitiva se realiza de forma mental. esquemas producen en el recuerdo y, además, pue-
b) La segunda técnica, el recuerdo libre, consiste en pe- de ser efectiva para elicitar detalles adicionales
dirle al testigo que narre todo lo sucedido, absoluta- (Memon, Cronin, Eaves y Bull, 1993). No en vano,
mente todo, incluyendo la información parcial e como señalan Bower y Morrow (1990), tendemos a
incluso detalles que considere banales para la in- recordar el esquema o modelo mental que nos for-
vestigación, porque éstos pueden llevar a otros, mamos de un evento más que el evento mismo.
asociados entre sí en la memoria, que sean relevan- La aplicación de la entrevista cognitiva no está limitada
tes. Esta estrategia se presenta especialmente impor- a la reproducción de un suceso de episodio único, ya
tante a la hora de combinar la información de que permite extender su utilización para recordar hechos
diferentes testigos. Además, los pequeños detalles, que ocurren frecuentemente de una manera similar
en ciertos casos, pueden producir buenas pistas. (Mantwill, Köhnken y Ascherman, 1995). La entrevista
Con estas dos instrucciones, recuperación de la cognitiva incluye, a su vez, técnicas suplementarias tales
imagen mental de los hechos e informar de todos como:
los detalles accesibles, se obtiene una primera ver- a) Gimnasia memorística para la recuperación de la
sión de lo sucedido. Esta declaración, por tanto, es apariencia física: ¿Te recordó el intruso a alguien a
de tipo narrativo, dejando al testigo hablar sin inte- quién conozcas? ¿Había algo inusual en su apa-
rrupciones ni preguntas. Es preciso señalar que, en riencia?
todo momento, ha de procurarse un ambiente pro- b) Nombres: Trata de recordar la primera letra del
picio para la concentración del testigo, sin ruidos ni nombre, recorriendo una a una todas las letras del
personas que lo distraigan, y es obvio que el entre- alfabeto.
vistador ha de ganarse la confianza del testigo para c) Objetos: Describe los objetos que había dentro y fue-

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Las entrevistas han de grabarse para los posteriores análisis de contenido

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Sección Monográfica PERITACIÓN DE CREDIBILIDAD Y SIMULACIÓN

ra de la habitación ¿Parecían pesados de llevar? vo y familiar, las habilidades de memoria que exhiben
d) Conversaciones y características del habla: ¿Se utili- los menores son superiores a cuando se trata de un con-
zaron palabras extranjeras o inusuales? ¿Advertiste texto desconocido y vacío de significado (Bauer y Mand-
algún acento? ¿Tartamudeaba? ler, 1990). En otras palabras, en estos contextos la
e) Número de matrículas de automóviles: ¿Te recorda- información que restauran no es necesariamente menos
ron los números o las letras de la matrícula a algu- productiva y exacta. Ya que el principal objetivo de la
na cosa? ¿Los números eran altos o bajos? entrevista cognitiva es aumentar la información recupe-
Además de esta versión estándar de la entrevista cog- rada, éste es el procedimiento más indicado para utilizar
nitiva, Fisher y Geiselman (1992) propusieron una ver- con niños (Memon y Bull, 1991). No obstante, se han de
sión mejorada. Ésta responde a una adaptación al modificar las instrucciones para que el niño comprenda
contexto judicial. No obstante, la efectividad y el proce- lo que se le está pidiendo y adaptar las demandas de la
dimiento en términos cognitivos es el mismo. Las siguien- tarea a las capacidades mentales del mismo.
tes fases resumen la estructura general mejorada de la Con el propósito de adaptar la entrevista cognitiva a
misma. niños, el Ministerio de Interior y el Departamento de Sa-
- Fase 1. Presentaciones y personalización de la entre- lud Británicos (Home Office and The Department of He-
vista (presentación, usar el nombre del entrevistado). alth, 1992; en castellano puede encontrarse
- Fase 2. Establecimiento de la comunicación (creación desarrollado en Bull, 1997) encargaron a los profesores
de una atmósfera agradable, de confianza a través Diane Birch y Ray Bull la concreción de un protocolo de
de la formulación de preguntas neutras). actuación para la obtención de la declaración de meno-
- Fase 3. Explicación del propósito de la entrevista. res testigos. Sobre la base del borrador elaborado por
- Fase 4. Reinstauración de contextos. estos profesores, junto con un foro de discusión con téc-
- Fase 5. Recuerdo libre. nicos, se creó un protocolo de actuación específico para
- Fase 6. Preparación para el interrogatorio (pedirle menores. Previamente a la entrevista en sí, recomiendan
que se concentre intensamente, que diga lo que se le recabar información sobre el estado evolutivo del niño,
viene a la mente tal como llega, sin fabricarlo, que nivel de lenguaje, y maduración física, social y sexual.
puede decir no comprendo, no sé, no recuerdo, que Dicho protocolo consta de cuatro fases que debe com-
active y contraste imágenes). pletar el entrevistador por este orden específico: entendi-
- Fase 7. Interrogatorio compatible con el testigo (cada miento y compenetración, recuerdo libre, interrogatorio
testigo tiene una secuencia de memoria distinta del y conclusión. La primera fase, entendimiento y compene-
evento debiendo el entrevistador ajustarse a esa se- tración con el menor, es de una importancia transcen-
cuencia). dental para la obtención del testimonio. De no
- Fase 8. Recuerdo desde diferentes perspectivas. conseguirse que el niño se relaje y se sienta cómodo, no
- Fase 9. Recuerdo en orden inverso. se obtendrá un buen flujo comunicativo. Así, ha de te-
- Fase 10. Resumen (realizado por el entrevistador en nerse presente que los niños generalmente están educa-
función de lo que el entrevistado ha informado). dos para no hablar con extraños. Por ello, se
- Fase 11. Cierre (desactivación emocional y de tensio- recomienda iniciar la tarea hablando de acontecimientos
nes en el entrevistado). neutros tal como aficiones, amigos o colegio. El entrevis-
tador también ha de mostrar un cuidado especial con los
LA ENTREVISTA A NIÑOS TESTIGOS niños que puedan sentirse culpables o creer que han he-
Cuando los testigos son niños, el uso del procedimiento cho algo malo. Por todo ello, es necesario insistir y dejar
de la entrevista cognitiva merece ciertas consideraciones. muy clara la necesidad de que digan la verdad. Por últi-
Primera, uno de los hallazgos más consistentes respecto mo, esta primera fase tiene por objeto informar al niño
a la memoria de los niños se relaciona con el rendimien- de lo que se espera que haga a partir de ese momento.
to. Sucintamente, en tareas de recuerdo libre los niños En la segunda fase, el recuerdo libre, se les pide que
recuperan significativamente menos información que los cuenten todo lo acontecido (v. gr., ¿hay algo que te gus-
adultos; esto es, el nivel de detalles y exactitud con el taría contarme? ¿sabes por qué estamos aquí?). El entre-
que se recuerda un suceso se incrementa con la edad vistador puede actuar como facilitador pero nunca
(Davies, Tarrant y Flin,1989). Segunda, cuando la tarea formular preguntas específicas. Una atención especial
de recuerdo está relacionada con un contexto significati- merecen las posibles cogniciones del niño. De hecho,

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RAMÓN ARCE Y FRANCISCA FARIÑA Sección Monográfica

con cierta frecuencia creen que los adultos ya saben lo nombres, porque nuestros procedimientos de estimación
que ocurrió, o entienden que no deben informar sobre de la realidad son para hechos, con lo que la transposi-
los hechos (como ya hemos advertido previamente, los ción o cambio intencionado de personas no podría ser
niños generalmente están instruidos para no hablar con detectado por nuestros medios. La cuarta fase, el cierre
desconocidos). Por todo ello, es preciso insistir en que de la entrevista, consiste en una recapitulación en la que
tienen que contarlo todo. A lo largo de la entrevista, el se indaga, usando un lenguaje adaptado a la evolución
entrevistador debe adoptar una postura de escucha acti- del niño, sobre si lo obtenido en la entrevista es correcto;
va, esto es, controlarse de intervenir en las pausas y si- y una clausura, en la que se pretende establecer un nivel
lencios largos. de angustia y tensión normalizados (al igual que al ini-
La tercera fase, el interrogatorio, presenta el siguiente cio de la entrevista se introducen cuestiones neutras, se
orden de prelación en la formulación de las cuestiones: le agradece la colaboración, y se le hace saber que ha
preguntas abiertas, preguntas específicas pero no suges- respondido adecuadamente).
tivas, preguntas cerradas y preguntas profundas. Una A este protocolo general, nosotros le hemos añadido
vez el entrevistador esté totalmente seguro que el recuer- unos procedimientos complementarios de actuación para
do libre ha terminado puede formular, en su caso, pre- casos específicos. Primero, cuando nos proporciona in-
guntas abiertas a fin de que el menor proporcione más formación sobre conceptos que el menor aún no ha ope-
información sobre algunos puntos no aclarados. Ahora rativizado adecuadamente, tal como la estimación de
bien, es preciso tener presente que las preguntas con el tiempos, longitudes u otros, acudimos a comparaciones
formato ¿por qué? pueden originar en el niño un senti- con otros referentes bien establecidos. Así, si queremos
miento de culpabilidad. En consecuencia, estas cuestio- conocer la extensión temporal de un determinado evento
nes han de formularse con ciertas cautelas. Además, lo podemos comparar con un recreo (p. e., ¿fue más cor-
tanto la reformulación de preguntas como la solicitud de to, más largo o igual que un recreo? Si la respuesta fue-
repetición de una respuesta deben evitarse sobre la base ra más corto, ésta nos indicaría que muy probablemente
de que pueden interpretarlas como una crítica o una res- duró menos de media hora). Segundo, procedemos con
puesta incorrecta, respectivamente. Las preguntas especí- otros lenguajes complementarios para aquellos casos en
ficas tendrán como objeto la aclaración de algunos que el nivel de desarrollo lingüístico del menor así lo
contenidos obtenidos previamente. Pero, ha de ejercerse aconseja; esto es, en ocasiones el menor tiene las imáge-
un control efectivo sobre la sugestión inherente a este ti- nes de los hechos, pero no las destrezas lingüísticas sufi-
po de preguntas, esto es, la pregunta no llevará implícita cientes para transformar algunas imágenes mentales en
la respuesta. Del mismo modo, las preguntas con dos al- palabras, o la falta de habilidades es tal que la declara-
ternativas de respuesta bipolares (por ejemplo, sí vs. no) ción es muy corta y, por tanto, no es productiva para
tampoco tienen cabida en este momento de la entrevista. nuestros propósitos. En estos casos, el recurso a otros
En todo caso, los contenidos de las preguntas estarán procedimientos de comunicación con el menor, no sólo
mediados por el nivel de desarrollo del niño. Las pregun- son adecuados, sino también convenientes. Los sistemas
tas cerradas, por su parte, tendrán lugar si los modos de comunicación a los que recurrimos son los trazos de
anteriores no han dado los resultados apetecidos. Las dibujos, la representación de los hechos o el uso de
preguntas con sólo dos alternativas de respuesta han de utensilios, tales como bolígrafos, con los que se les pide
evitarse en la medida de lo posible, dado que los meno- que ejecuten una determinada imagen mental que pose-
res presentan una tendencia a dar la primera alternativa en. Obviamente, estos lenguajes son complementarios y
disponible, especialmente si es un sí, por lo que, de con- no deben usarse en aislado, porque pueden inducir fá-
siderarse imprescindibles, se ha de proporcionar una sa- cilmente a un error de interpretación. Pero, cuando des-
lida de escape como no sé o no recuerdo. Finalmente, el criben o intentan describir hechos que no comprenden y
entrevistador puede formular preguntas profundas que su vocabulario no está formado pueden dibujarlo, seña-
son aquellas que llevan implícita la respuesta. En desa- larlo en un modelo o en sí mismos, hacer una represen-
cuerdo con el protocolo original, desaconsejamos que se tación de los mismos o reproducir la acción con objetos.
pregunte sobre la identidad del autor del delito por dos Ha de tenerse presente que entre los objetos no es acon-
motivos. Primero, no es tarea del perito identificar al au- sejable que se usen muñecos anatómicamente correctos,
tor, sino emitir un dictamen sobre la fiabilidad de los he- ya que conllevan una alta probabilidad de error en las
chos descritos. Segundo, sería muy aventurado dar interpretaciones del perito (Dammeyer, 1998), al tiempo

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Sección Monográfica PERITACIÓN DE CREDIBILIDAD Y SIMULACIÓN

que la memoria elicitada vía estos muñecos también in- o se desvíen de su respuesta inicial (las preguntas
crementa el número de respuestas incorrectas entre los repetidas les conducen a asumir que la respuesta no
más niños (Goodman y otros, 1997). En todo caso, re- era correcta).
cordamos que la información obtenida por estos medios d) Que el entrevistador no se precipite en etiquetar de
ha de ser únicamente aclaratoria o de investigación, y ambiguo o pobre el lenguaje usado por parte de es-
nunca por sí sola prueba de acusación. tos testigos.
¿Cómo saber qué procedimiento seguir para recurrir a e) Que el entrevistador ofrezca descripciones a los testi-
la entrevista cognitiva o al protocolo de menores? La di- gos que tienen dificultad en encontrar sus propias
ferencia básica de ambos procedimientos está en las ha- palabras (v. gr., si la chaqueta no era oscura o cla-
bilidades cognitivas que se le exigen al menor. La ra, entonces ¿dirías que era una especie de color
entrevista cognitiva requiere de capacidad de empatía marrón?).
para, por ejemplo, el cambio de perspectiva. Así, si ésta f) Que el entrevistador proporcione alternativas de res-
se adquiere de forma gradual a partir de los 8-9 años puesta cerradas a los testigos (vbgr., ¿llevaba un re-
(Vrij y Winkel, 1996), es aconsejable recurrir al protoco- volver o una escopeta?).
lo de niños con edades anteriores a éstas. En todo caso, g) Cuando el testigo utilice una muletilla tal como ¿no
los menores de 7 años tienen dificultades para seguir las sabes?, el entrevistador debe proceder de modo
técnicas comprendidas en la entrevista cognitiva (Me- que no se quede sin información (una posibilidad es
mon, Cronin, Eaves y Bull, 1996). Si bien, la entrevista advertir directamente al testigo que el entrevistador
cognitiva puede ser efectiva en menores de edades supe- no sabe, que se explique).
riores a 7 años, se corren determinados riesgos tal como h) No ignorar un fragmento previo de información pro-
que las respuestas estén mediatizadas por las caracterís- veniente del testigo que no se ajuste con la asunción
ticas de la demanda (Memon, Wark, Bull, y Köhnken, que el entrevistador tiene sobre lo que ha ocurrido.
1997). En los otros casos, es recomendable iniciar con el i) Que el entrevistador no comprenda todo lo que el
protocolo de entrevista cognitiva y de observarse falta de testigo narra.
destrezas cognitivas en el entrevistado cambiar al proto- j) Que el entrevistador no compruebe, usando los me-
colo de menores. Nosotros hemos comprobado que este dios apropiados, que ha comprendido al testigo.
sistema es factible en la práctica, no dando lugar a dis- Ante este estado de la literatura y respondiendo a las
torsiones. demandas que se han formulado desde las Salas de Jus-
ticia, Arce, Novo y Alfaro (2000) crearon unas pautas y
LA ENTREVISTA A PERSONAS DISCAPACITADAS un protocolo de actuación en estos casos. Previamente a
La literatura científica sobre la entrevista a personas dis- proceder a realizar una evaluación del testimonio de
capacitadas es muy poco prolífica, siendo necesaria más una persona supuestamente discapacitada, es preciso
investigación sobre las técnicas concretas a aplicar (Bull, determinar su capacidad como testigo. No en vano
1995). De hecho, se ha encontrado que mediante la en- nuestro sistema jurídico prevé, primeramente, la obliga-
trevista cognitiva recuperan en torno a un 32% más de ción general de declarar: La LECrim, en el Artículo 410,
información correcta, pero, al mismo tiempo, aumenta fija que toda persona que viva en el territorio español,
significativamente el número de confabulaciones. En to- nacional o extranjero, está obligado a concurrir al lla-
do caso, deben considerase aún más los problemas de mamiento judicial para declarar. Pero, asimismo, tam-
las preguntas sugestivas, de las preguntas cerradas y bién establece una serie de exenciones a la obligación a
profundas. En esta línea, Cahill y otros (1988, citado en declarar entre los que se incluyen los incapacitados físi-
Bull 1995) han confeccionado un listado de aspectos ca o moralmente (V. Artículo 417, párr. 3). El procedi-
que se han de evitar: miento se inicia con la cumplimentación de las escalas
a) La aquiescencia del testigo con preguntas sugestivas, de Wechsler correspondiente, generalmente el WAIS.
de modo que la respuesta sea la solicitada. Éstas nos proporcionan información muy fiable sobre la
b) Una presión indebida que conduzca al testigo a con- capacidad intelectual del individuo, y, además, son un
fabular (p. e., sentirse parte de un evento del que no indicador robusto de lesión cerebral. En concreto y en el
ha sido testigo). WAIS, nos alertan de lesión posiblemente relevante
c) Preguntar repetidamente sobre un punto particular, aquellos resultados con una diferencia significativa entre
provocando que los testigos establezcan conjeturas las subescalas verbal y manipulativa (unos autores apun-

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RAMÓN ARCE Y FRANCISCA FARIÑA Sección Monográfica

tan >10 puntos en tanto otros los elevan a 15) (véase pre que tengan la visión intacta, pueden almacenar y re-
Wechsler, 1976 para una revisión) y, en el caso que nos cuperar información visual (Freed y otros, 1989; Hart y
atañe, debe ser mayor el coeficiente manipulativo que el O’Shanick, 1993; Winograd, Smith y Simon, 1982). De
verbal (posible organicidad en el hemisferio izquierdo). facto, sólo sería necesaria la reinstauración del contexto
Asimismo, las entrevistas y antecedentes del sujeto apor- (téngase presente que muchos de ellos padecen de en-
tarán información importante para definir si es o no fac- lentecimiento con lo que puede demorarse y, por tanto,
tible una lesión a la vez que el grado de minusvalía. Sin se debe ser muy paciente a fin de no truncarlos en me-
embargo, no toda lesión cerebral incapacita a los suje- dio de la búsqueda). Bajo esta contingencia, no es posi-
tos para dar información, incluidos aquellos casos que ble una mentira efectiva, y lo trascendente es buscar un
puedan ser incapacitados como testigos en la Sala de sistema de comunicación que vendrá definido por el
Justicia. Así pues, se procede, una vez detectada una análisis neurológico, siendo el más accesible la repre-
posible lesión cerebral o deterioro mental, a identificar sentación de los hechos. Este procedimiento se ha mos-
las áreas sobre todo cognitivas afectadas por la lesión o trado productivo con muy diferentes tipos de deficiencias
deterioro. Las herramientas aconsejables son el Test Bar- y ha sido validado judicialmente en varios casos.
celona (Peña-Casanova, 1990) y el ERFC (Gil, 1999)
por su fiabilidad y aunar en un único instrumento la eva- LA ENTREVISTA CLÍNICO-FORENSE
luación de las áreas que permiten ajustar al testimonio Una última fuente de obtención de información con im-
sobre los hechos judiciales las limitaciones que tiene el plicaciones para la fiabilidad de un testimonio procede
testigo. En una primera aproximación, las lesiones ope- del ámbito clínico. Los instrumentos usuales de medida
rativas se clasifican en afasias, alexias y acalculias. Ob- clínica están desarrollados sobre la base de que estamos
viamente, las lesiones suelen centrarse en alguna de ante un paciente. Por tanto, no tiene interés el estudio de
ellas. No obstante, cada agrupación se subdivide en la simulación. Por ello, las entrevistas estructuradas o se-
áreas. Tras la evaluación global deberá realizarse una mi-estructuradas, al igual que los listados de síntomas e
evaluación de la adecuación del testimonio (esto es, con- instrumentos de medida psicométricos, no cumplen con
creción de las áreas accesibles, las deficitarias y de los el propósito de controlar la simulación de un trastorno
modos de obtención del testimonio), y bajo qué condi- mental al propiciar información que la facilita. Por ejem-
ciones se podría obtener un testimonio fiable (p. e., un plo, ante la pregunta ¿tiene usted dolores de cabeza? (1ª
testimonio ante un forense experto en este tipo de eva- pregunta del SCL-90-R, Derogatis, 2002), el sujeto simu-
luaciones puede ser válido, pero no así ante un juez, po- lador tiene ante sí un efecto facilitador de respuesta de
licía o abogados). Así, por ejemplo, una persona con simulación. Este tipo de preguntas proporcionan al suje-
anomia y praxis orofonatoria puede evidenciar dificulta- to un camino conducente para la selección de los sínto-
des en identificar comportamientos verbalmente e inter- mas asociados a una determinada enfermedad psíquica,
cambiar palabras (v. gr., vejiga por vagina), lo cual no con lo que ya sólo sería suficiente que tenga la habilidad
indica que carezca de fiabilidad en el testimonio aporta- precisa para discriminar entre ítem pertenecientes a una
do. También es frecuente encontrar testigos que presen- patología u otra. Al respecto, los datos muestran que no
tan anomalías con claras implicaciones para la hay referencias basadas en la entrevista clínica tradicio-
obtención de la declaración en la tarea memoria verbal nal que lleguen al diagnóstico de simulación (v. gr., Ro-
de textos. En concreto, puede que no sean capaces de gers, 1997), a la vez que los sujetos son capaces de
recuperar directamente el evento, pero sí de responder a simular efectivamente una enfermedad y discriminarla
un interrogatorio sobre el mismo, esto es, carecen de de otras (p. e., Arce, Carballal, Fariña y Seijo, 2004;
memoria episódica pero no de memoria de los eventos si Arce, Fariña y Pampillón, 2002). Si bien algunos instru-
es guiada por preguntas. En consecuencia, pueden res- mentos psicométricos cuentan con escalas del control de
ponder perfectamente a un interrogatorio y no tienen ca- validez de los datos del registro, no son prueba suficien-
pacidad para crear un testimonio falso congruente al te para establecer fehacientemente simulación porque: a)
adolecer de memoria episódica (hemos observado este el diagnóstico de simulación es compatible con la formu-
cuadro entre consumidores habituales de drogas). En el lación de otras hipótesis alternativas (p. e., Graham,
más adverso de los casos, o sea, cuando la deficiencia 1992; Roig-Fusté, 1993), b) no clasifica correctamente a
es severa, los sujetos pueden aportar igualmente infor- todos los simuladores (v. gr., Bagby, Buis y Nicholson,
mación ya que las personas con daño neurológico, siem- 1995), y c) no proporcionan diagnósticos sino impresio-

65
Sección Monográfica PERITACIÓN DE CREDIBILIDAD Y SIMULACIÓN

nes diagnósticas. En consecuencia, la toma de decisio- los diferentes síntomas detectados. Si bien la gran mayo-
nes fundada única y exclusivamente en estos instrumen- ría de los síntomas, incluidos los más adversos, pueden
tos deja la puerta abierta a la comisión sistemática de ser informados directamente por los sujetos (Lewis y Sa-
dos tipos de errores: falsos positivos (catalogar a enfer- arni, 1993), algunos sólo pueden observarse. En conse-
mos reales como simuladores) y errores de omisión (no cuencia, la detección de las categorías responde a dos
detectar como simuladores a sujetos que realmente están métodos complementarios: expresión directa del sujeto e
simulando). Todo ello ha llevado a que se proponga, a inferencias de los codificadores tras analizar los proto-
fin de minimizar estas fuentes de error, la adopción de colos. Por ejemplo, el deterioro de memoria puede ser
una estrategia de evaluación multimétodo (p. e., Rogers, manifestado directamente por el sujeto o ser inferido por
1997). En este contexto, es donde tiene cabida una en- el codificador tras la entrevista.
trevista de orden clínico que permita un diagnóstico y
sirva de contraste a los datos obtenidos por otros méto- EN BUSCA DE LA VERDAD: ANÁLISIS DE CONTENIDO
dos. Así, hemos concretado lo que denominamos Entre- DE LA DECLARACIÓN
vista Clínico-Forense. La entrevista, llevada a cabo por La revisión y puesta en común de la literatura sobre aná-
un entrevistador entrenado y con conocimientos de psi- lisis de contenido de las declaraciones nos han llevado
copatología, consiste en pedir a los sujetos que relaten en el Sistema de Evaluación Global a fraccionar la esti-
en un discurso narrativo libre los síntomas, conductas y mación de la credibilidad de las declaraciones de los
pensamientos que tienen en el momento presente en testigos en función de dos parámetros: la validez y la
comparación con el estado anterior al delito (esto es, EE- fiabilidad. La validez sirve para establecer la admisibili-
AG en el eje V del DSM-IV-TR). Si los sujetos no respon- dad de la prueba para el análisis de contenido en tanto
den de motu propio, les será requerido por medio de la fiabilidad se relaciona con los indicios de realidad
preguntas abiertas, de acuerdo con el eje V del DSM-IV- contenidos en la declaración.
TR (American Psychiatric Association, 2002), que infor-
men igualmente sobre sus relaciones familiares (EEGAR); ANÁLISIS DE LA VALIDEZ DE LA DECLARACIÓN
relaciones sociales (EEASL) y relaciones laborales (EE- El estudio de la validez como prueba de la declaración
ASL). Con este procedimiento, se solicita a los sujetos la se aborda a partir del procedimiento completo (v. gr.,
ejecución de una tarea de conocimiento de los síntomas declaraciones ante la policía o juez, otros testimonios,
que padecen en tanto con las entrevistas estructuradas, otras pruebas insertas en el procedimiento) y de las gra-
semi-estructuradas, listados de síntomas e instrumentos baciones de las declaraciones prestadas ante los peritos.
psicométricos desempeñan una tarea de reconocimiento Dos son los sistemas que dan entrada a un análisis siste-
de síntomas. Es por ello que la entrevista no es en forma- mático de la validez de las declaraciones: El SRA y el
to de interrogatorio, sino no directiva y orientada a la SVA.
reinstauración de contextos. O sea, seguimos el procedi- El SRA, Statement Reality Analysis (Undeutsch, 1967,
miento de entrevista abierta y en formato de discurso li- 1988), aborda el estudio de la validez de la declaración
bre seguida de una reinstauración de contextos. Este a través de las siguientes categorías:
procedimiento de entrevista se mostró fiable, válido y a) Criterios negativos o de control:
productivo en la detección de simulación de un trastorno - Carencia de consistencia interna (contradicciones).
de estrés postraumático ligado a una falsa agresión se- - Carencia de consistencia con las leyes de la natu-
xual e intimidación (Arce, Fariña y Freire, 2002), violen- raleza o científicas.
cia de género (Arce y otros, 2004), accidente de tráfico - Carencia de consistencia externa (discrepancia
(Arce, Fariña, Carballal y Novo, 2006) y de un trastorno con otros hechos incontrovertibles).
mental no imputable (Arce, Fariña y Pampillón, 2002). b) Criterios derivados de las secuencias de declaracio-
La obtención de esta información clínica debe ser gra- nes:
bada y procederse al análisis de contenido de la misma. - Carencia de persistencia (estabilidad en el tiempo
Las categorías de análisis son los síntomas descritos en el y contextos).
DSM-IV-TR. Así, creamos un sistema categorial mutua- - Declaración inconsistente con la anterior.
mente excluyente, fiable y válido, en lo que Weick Por su parte, el SVA, Statement Validity Analysis (p. e.,
(1985) ha denominado sistemas de categorías metódi- Steller, 1989), recoge las siguientes categorías de eva-
cas. Una vez construidas las hojas de registro se marcan luación:

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RAMÓN ARCE Y FRANCISCA FARIÑA Sección Monográfica

a) Características psicológicas: siete primeros se vinculan a veracidad y el octavo a fal-


- Adecuación del leguaje y conocimientos. sedad, resultando más efectiva esta nueva recategoriza-
- Adecuación del afecto. ción. El contraste de los resultados de la declaración con
- Susceptibilidad a la sugestión. las prescripciones del modelo es el procedimiento habi-
b) Características de la entrevista: tual de validación del origen de los atributos de memo-
- Preguntas coercitivas, sugestivas o dirigidas. ria, pero ésta también puede llevarse a cabo a través de
- Adecuación global de la entrevista. un proceso de razonamiento que implica el análisis de
c) Motivación: las características cualitativas del trazo, las característi-
- Motivos del informe. cas de los trazos relacionados, y las suposiciones mnési-
- Contexto del informe o declaración original. cas.
- Presiones para presentar un informe falso. El SRA (Undeutsch, 1967, 1988), también contiene ca-
d) Cuestiones de la investigación: tegorías para la evaluación de la realidad de la declara-
- Consistencia con las leyes de la naturaleza. ción. Éstas son:
- Consistencia con otras declaraciones. a) Criterios generales, fundamentales:
- Consistencia con otras pruebas. - Anclaje, fijación espacio-temporal (concreción de
Como sistema de evaluación global de la declaración la acción en un espacio y tiempo).
proponen el mejor ajuste a una de las siguientes catego- - Concreción (claridad, viveza).
rías: creíble, probablemente creíble, indeterminado, pro- - Riqueza de detalles (gran cantidad de detalles en
bablemente increíble o increíble. la narración).
- Originalidad de las narraciones (frente a estereoti-
LA FIABILIDAD DE LA DECLARACIÓN pos o clichés).
El estudio de la fiabilidad de las declaraciones, esto es, - Consistencia interna (coherencia lógica y psicoló-
la búsqueda de criterios de realidad en los contenidos gica).
de las declaraciones, que se lleva a cabo a partir de las - Mención de detalles específicos de un tipo concre-
grabaciones de las declaraciones prestadas ante los pe- to de agresión sexual.
ritos, ha conformado la gran aportación de la Psicología b) Manifestaciones especiales de los criterios anterio-
Forense a la valoración de la prueba. Tres son los siste- res:
mas categoriales, basados en el análisis de contenido, - Referencia a detalles que exceden la capacidad
propuestos que se han mostrado productivos y efectivos del testigo (que van más allá de su imaginación o
en la estimación de la fiabilidad de la prueba: el Reality capacidad de comprensión).
Monitoring, el SRA y el CBCA. El Reality Monitoring, en - Referencia a experiencias subjetivas (sentimientos,
la propuesta seminal (Johnson y Raye, 1981), establece emociones, pensamientos, miedos).
que las declaraciones verdaderas contienen más atribu- - Mención a imprevistos o complicaciones inespera-
tos contextuales (espacio-temporales) y sensoriales (soni- das.
dos, olores, etc.) en tanto las fabricadas incluyen más - Correcciones espontáneas, especificaciones y com-
operaciones cognitivas, esto es, información idiosincrási- plementaciones durante la declaración.
ca (por ejemplo, yo pensé, recuerdo ver, me sentía ner- - Autodesaprobación (declaración en contra de su
vioso). Spörer (1997) amplió a ocho la lista de criterios: interés).
claridad (claridad, viveza en vez de vaguedad), infor- Con todos estos criterios de decisión se procede a una
mación perceptual (información sensorial tal como soni- evaluación conjunta, en la que los dos factores criterios
dos, gustos o detalles visuales), información espacial generales y manifestaciones especiales de los criterios
(lugares, ubicaciones), información temporal (ubicación generales ponderan positivamente hacia la veracidad,
del evento en el tiempo, descripción de secuencias de esto es, la presencia de estos criterios indica que la de-
eventos), afecto (expresión de emociones y sentimientos claración es verdadera, pero su ausencia no implica que
sentidos durante el evento), reconstrucción de la historia sea falsa. Por su parte, la presencia de los criterios de
(plausibilidad de reconstrucción del evento tras la infor- validez los criterios de control y los criterios derivados de
mación dada), realismo (plausibilidad, realismo y senti- las secuencias de declaraciones restarían valor de ver-
do de la historia) y operaciones cognitivas (descripciones dad a la declaración. En todo caso, debe tenerse pre-
de inferencias hechas por otros durante el evento). Los sente que cada criterio tiene un peso limitado en la

67
Sección Monográfica PERITACIÓN DE CREDIBILIDAD Y SIMULACIÓN

determinación categórica (verdadera vs. falsa) o del gra- sentimientos, emociones o cogniciones propias).
do en que una declaración representa algo vivido por el - Atribución al estado mental del autor del delito
testigo. Además, prescribe el seguimiento de cuatro má- (referencias al estado mental del agresor y atribu-
ximas en la determinación de si la narración describe un ción de motivos).
evento real o no: d) Contenidos referentes a la motivación:
- La intensidad o grado de las manifestaciones en los - Correcciones espontáneas (correcciones espontá-
diferentes criterios. neas o mejoras de la declaración).
- El número de detalles de la narración que se relacio- - Admisión de falta de memoria (reconocimiento de
nan con un criterio (o más). lagunas de memoria).
- Las capacidades del declarante para informar (edad, - Plantear dudas sobre el propio testimonio.
inteligencia, sugestión). - Auto-desaprobación (actitud crítica sobre su pro-
- Las características del evento narrativo (p. e., comple- pia conducta).
jidad, relevancia). - Perdón al autor del delito (la declaración de la víc-
En 1994, Steller y Köhnken propusieron, a partir de las tima favorece al acusado, o evitación de más acu-
aproximaciones anteriores, un sistema integrado de ca- saciones).
tegorías que tiene por objeto la evaluación de las decla- e) Elementos específicos de la agresión:
raciones de menores víctimas de abusos sexuales. El - Detalles característicos de la ofensa (descripciones
CBCA consta de cinco categorías principales con 19 cri- que contradicen las creencias habituales sobre el
terios a evaluar, que son: delito).
a) Características generales: Estos criterios de contenido pueden analizarse como
- Estructura lógica (coherencia y consistencia inter- presentes o ausentes, o puntuarse en cuanto a fuerza o
na). grado en que aparecen en la declaración. En cualquier
- Elaboración inestructurada (presentación desorga- caso, éstos, si se manifiestan, se interpretarán en el senti-
nizada). do de que la declaración es verdadera en tanto que de
- Cantidad de detalles (abundancia de detalles o su ausencia no puede desprenderse que sea falsa. Sobre
hechos distintos). el punto de corte para discriminar entre declaraciones
b) Contenidos específicos: propias o no de realidad, Steller (1989) encontró que las
- Engranaje contextual (ubicación de la narración declaraciones verdaderas contenían, al menos, 7 crite-
en un espacio y tiempo). rios de veracidad.
- Descripción de interacciones (cadena de acciones
entre el testigo y otros actores). EN BUSCA DE LA HUELLA PSÍQUICA DEL DELITO: LA
- Reproducción de conversaciones (réplica de con- DETECCIÓN DE LA SIMULACIÓN EN LA EVALUACIÓN
versaciones). CLÍNICA
- Complicaciones inesperadas durante el incidente Se entiende por victimación el hecho de haber sido obje-
(por ejemplo, interrupción imprevista). to de un delito pero también la amalgama de conse-
c) Peculiaridades del contenido: cuencias de este acto. Éstas pueden ser de muy diversos
- Detalles inusuales (detalles con baja probabilidad tipos: físicas, económicas, sociales o psíquicas. La huella
de ocurrencia). psíquica, al igual que la huella de memoria, puede en
- Detalles superfluos (detalles irrelevantes que no una evaluación pericial convertirse en prueba de cargo.
contribuyen significativamente a los hechos). Pero, en un contexto como el que nos ocupa, el medico-
- Incomprensión de detalles relatados con precisión legal, no es suficiente con diagnosticar un trastorno o
(explicitación de detalles que el menor no com- trastornos, sino que ha de sospecharse simulación (Ame-
prende pero realmente sí tienen sentido). rican Psychiatric Association, 2002). Para este doble ob-
- Asociaciones externas relacionadas (inclusión de jetivo, el diagnóstico clínico y control de la simulación,
información externa a los hechos en sí pero rela- no es efectiva la evaluación clínica ordinaria. De hecho,
cionada con ellos, tal como en una agresión se- la evaluación clínica tradicional nunca ha informado de
xual recordar conversaciones anteriores sobre simulación (i.e., Rogers, 1997). Para la medida de la
este tema). huella psíquica y el control de la simulación (hipótesis a
- Relatos del estado mental subjetivo (referencias a contrastar en la medida de la huella psíquica de un deli-

68
RAMÓN ARCE Y FRANCISCA FARIÑA Sección Monográfica

to), Arce, Fariña y Pampillón (2002) han creado y vali- de reconocimiento de síntomas, y a una medida
dado un protocolo de actuación en función de las res- mediante una tarea de conocimiento, la Entrevista
puestas y estrategias seguidas por los simuladores. Éste Clínico-Forense. En relación al instrumento psicomé-
parte de la distinción operativa entre criterios positivos, trico a utilizar, el MMPI es el instrumento de referen-
que validan el protocolo, y negativos, que invalidan o cia para la evaluación de daño psíquico en la
mitigan la validez del protocolo, de la simulación. Los práctica forense (Butcher y Miller, 1999), pero re-
criterios positivos serían aquellos que no se detectan en quiere de un alto nivel de comprensión por parte
los protocolos de los simuladores y éstos fueron la no del evaluado. Cuando éste presenta dificultades pa-
evitación de respuestas y la deseabilidad social. En con- ra cumplimentar el MMPI, el checklist SCL-90-R per-
creto, aquellos sujetos que sean evaluados por las esca- mite superar ese inconveniente al tiempo que cuenta
las de control del MMPI en el sentido de que se con medidas de control de la validez del protocolo.
abstienen significativamente de dar respuestas (Escala Por ello, recomendamos este instrumento como susti-
de Interrogantes) y que tiendan a dar respuestas de de- tuto del MMPI o, en caso de duda, como comple-
seabilidad social, no siguen las estrategias típicas de si- mentario. La primera medida a tomar ha de ser a
mulación, lo que debe interpretarse más como indicio de través de la entrevista para controlar el efecto del
veracidad del protocolo que un intento de simulación. Es aprendizaje de la tarea psicométrica en la tarea de
preciso tener en mente que la ausencia de colaboración conocimiento. En lo referente a la concordancia in-
con la evaluación (no respuestas) se había propuesto co- ter-medidas debe tenerse presente que ésta no va a
mo un indicador fiable de simulación (v. gr., Rogers, ser total. No se nos debe escapar que incluso las
1992; Lewis y Saarni, 1993; Bagby y otros, 1997), pero medidas test-retest distan mucho de la perfección.
esta contingencia nunca fue observada entre los simula- b) Análisis de la consistencia interna de las medidas:
dores en una evaluación forense. Los criterios negativos, escalas de control de los instrumentos psicométricos,
esto es, observados en los protocolos de los simuladores, y, en la entrevista, análisis de contenido en busca
fueron: 1) los sistemas de medición, MMPI, entrevista u de las estrategias habituales de simulación. Las es-
otros, no detectan, en protocolos válidos, enfermedad calas de control de validez del MMPI-2 (Hathaway
mental (en otras palabras, si los instrumentos de medida y Mckinley, 1999) con implicaciones para el estudio
no detectan enfermedad mental alguna no se puede sos- de las simulaciones según este protocolo son las es-
tener la misma en el contexto legal); 2) las escalas de calas originales de validez (escalas de no respues-
control de validez del MMPI y sus combinaciones detec- tas, L, F y K), los indicadores adicionales de validez
tan simulación; 3) la detección de alguna estrategia de del protocolo (F posterior, TRIN, VRIN), así como los
simulación en la entrevista; y 4) la ausencia de concor- índices que se han mostrado efectivos en la detec-
dancia inter-medidas. El primer criterio es eliminatorio, o ción de la simulación de trastornos, el índice F-K, y
sea, si la enfermedad mental no es medible, no se puede el perfil en V invertida (Duckworth y Anderson,
sostener una huella psíquica en la victimación. Los res- 1995). Si la evaluación psicométrica se obtiene a
tantes, en sí mismos, no son determinantes, con lo que se través del SCL-90-R (Derogatis, 2002), las escalas
requerirá, cuando menos, la complementación de dos de validez serían la PST, PSI, GSI y PSDI. Por su
criterios y el estudio de las hipótesis alternativas para parte, las entrevistas se someten a un análisis de
concluir en relación a la simulación de la huella psíqui- contenido tomando como categorías las estrategias
ca. Para estos últimos indicios de no validez es para los que siguen los simuladores en las entrevistas: evita-
que formulamos el concepto de invalidez convergente ción de respuestas, síntomas raros, combinación de
que requiere de, al menos, dos indicios totalmente inde- síntomas, síntomas obvios, consistencia de síntomas,
pendientes de invalidez para desestimar un protocolo síntomas improbables, agrupación indiscriminada
como inválido. En función de estos criterios se formuló la de síntomas y severidad de síntomas.
siguiente propuesta de protocolo de actuación: c) Es aconsejable que dos evaluadores, por separado,
a) Recurso a sistemas de medida complementarios y lleven a cabo la evaluación, con lo que se podrá
concordantes, que presupongan la ejecución de ta- contrastar la consistencia inter-evaluador. Sucinta-
reas distintas y que contengan sistemas de control mente, esta salvaguarda sirve para controlar posi-
de la validez. Así, se propone someter al sujeto a bles sesgos de medida e interpretación en el
una evaluación psicométrica, que implica una tarea evaluador.

69
Sección Monográfica PERITACIÓN DE CREDIBILIDAD Y SIMULACIÓN

d) Estudio de la fiabilidad de la evaluación: consistencia tores implicados, análisis de la personalidad y capacida-


interna, inter-medidas, inter-contextos (antecedentes, des de los actores implicados, y, finalmente, implicacio-
pruebas documentales, etc.), e inter-evaluadores nes para la presentación del informe. Las tareas a
(Wicker, 1975). ejecutar están mediadas por el caso a evaluar (p. e., si
e) Control de falsos positivos, esto es, enfermos reales, en un caso no es posible la evaluación del acusado, esa
a través de un estudio de los antecedentes e historia fase no se lleva a cabo). Las fases en la versión más
general del sujeto, de las hipótesis alternativas en completa del sistema son:
cada indicador de no validez (véase Roig Fusté, a) Obtención de la declaración (la huella de memoria).
1993, Graham, 1992), y del cumplimento de los Para que el procedimiento de evaluación psicológi-
criterios del Modelo de Decisión Clínica para el es- co forense de las declaraciones y la huella psíquica
tablecimiento de la simulación (Cunnien, 1997). sea productivo, fiable y válido requiere de unos ins-
f) Anamnesis o estudio de los antecedentes. Con éste se trumentos de obtención de la declaración y medida
pretende, en su caso, reforzar la evaluación con los del estado clínico que permitan los subsecuentes
antecedentes del sujeto, datos del entorno, un estu- análisis de las mismas. Por ello, las declaraciones
dio de su comportamiento, el recabamiento de han de obtenerse, según se trate de adultos, meno-
pruebas documentales, otros testimonios, etc. res o discapacitados, por los siguientes procedi-
g) Estudio psicológico de la huella psíquica. Las medi- mientos: Entrevista Cognitiva Mejorada (Fisher y
das clínicas proporcionan datos respecto a lo que Geiselman, 1992), Memorandum de Buenas Prácti-
legalmente se denomina evaluación biológica, pero cas (Bull, 1997), o la Entrevista Forense a Discapa-
ésta requiere, también según la demanda legal, de citados (Arce, Novo y Alfaro, 2000). Por su parte,
lo que llaman evaluación psicológica en la que se el daño o huella psíquica en tarea de conocimiento
clarifique la relación entre la huella psíquica medi- se obtiene a través de la Entrevista Clínico-Forense
da y la huella psíquica esperada para ese caso. (Arce y Fariña, 2001; Arce, Fariña y Freire, 2002;
h) Finalmente, también se puede poner a prueba la va- Arce, Pampillón y Fariña, 2002).
lidez discriminante. En otras palabras, realizar una b) Repetición de la obtención de la declaración. Los
medida no relacionada con el caso, tal como de va- métodos propuestos se basan en una única medida
lores o personalidad (16-PF, SIV), esperando que de la huella de memoria. Ahora bien, con una úni-
no presente relación alguna con la evaluación obje- ca medida perdemos la posibilidad de análisis de la
tivo y se descarte un intento de manipulación de la consistencia de la declaración en el tiempo (poste-
imagen, tanto en positivo como en negativo. riormente se discute sobre la validez de las otras
La impresión resultante sobre la simulación se ha de obtenidas a lo largo del proceso judicial). En otras
ajustar a las siguientes categorías: probablemente simu- palabras, no se da entrada a uno de los modos de
lador o probablemente no simulador. Es importante de- contraste de la validez de la información: la consis-
jar a un lado la intención de establecer la certeza (por tencia temporal o intra-testigo (p. ej., Wicker, 1975;
ejemplo, situar la impresión en una escala de varios Schum, 1977). Asimismo, la doctrina legal ha perfi-
puntos) porque crea confusión a los decisores (p. e., sen- lado la fiabilidad de un testimonio en función de los
tencia del TS de 29 de octubre de 1981, RA 3902), al criterios de oportunidad (oportunidad para obser-
tiempo que es importante utilizar términos probabilísticos var, etc.), sesgo (control de los posibles intereses),
puesto que la evaluación psicológica está sujeta a error. consistencia temporal, plausibilidad, consistencia in-
ter-testigos y crédito (Schum, 1977). También nues-
EL SISTEMA DE EVALUACIÓN GLOBAL tra jurisprudencia (p. e., Sentencia del TS de 29 de
El Sistema de Evaluación Global (SEG) se estructura en abril de 1997) establece, cuando el testimonio de la
torno a 9 tareas que se describen y justifican brevemente víctima sea la única o la prueba central de cargo,
a continuación: obtención de la declaración, repetición que el testimonio debe reunir las 3 siguientes carac-
de la declaración, contraste de las declaraciones reca- terísticas: ausencia de incredibilidad subjetiva, algu-
badas a lo largo del procedimiento judicial, análisis del na corroboración periférica de carácter objetivo y
contenido de las declaraciones, análisis de la fiabilidad persistencia en el tiempo sin ambigüedades ni con-
de las medidas, medida de las secuelas clínicas del he- tradicciones. En esta línea, ya se han dictado sen-
cho traumático, evaluación de la declaración de los ac- tencias que han anulado el valor de prueba del

70
RAMÓN ARCE Y FRANCISCA FARIÑA Sección Monográfica

análisis de contenido (CBCA y SVA) de las declara- suceso que el sujeto acomodaría a la nueva recons-
ciones basados en una única declaración (v. gr., AP trucción. El interrogatorio sólo procedería tras la
de Pontevedra, Sección 6ª, de 21 de enero de obtención en discurso libre de la segunda declara-
2004). En suma, tanto la metodología científica co- ción. Tercero, el sujeto que dice verdad narra imá-
mo la doctrina legal y la jurisprudencia nos deman- genes con lo que la descripción de los hechos aún
dan más de una declaración para el estudio de la siendo muy semejante, será de construcción distinta
consistencia temporal. Al respecto, se ha encontra- al no responder a esquemas episódicos. En suma y
do que la repetición de la obtención de la declara- en formato de recuerdo libre, la declaración verda-
ción no tiene porqué contaminar los datos dera será menos consistente y aunque el evento sea
procedentes de una entrevista no viciada externa- el mismo, la narración será significativamente dis-
mente (v. gr., Campos y Alonso-Quecuty, 1999), tal tinta tanto en su recuperación como en el contenido
y como ocurre en los protocolos de obtención de la (omisiones, elicitación de eventos distintos a los he-
declaración anteriormente mencionados. En conse- chos pero relacionados con ellos, inconsistencia en
cuencia, en la primera medida no se ha de proce- información periférica, recuperación de nueva infor-
der de ningún modo con un interrogatorio, esto es, mación poco relevante para los hechos). Por su par-
sólo se ha de acudir a la reinstauración de contex- te, el sujeto mentiroso narra historias aprendidas
tos, recuerdo libre, cambio de perspectiva y recuer- con lo que las repetirá básicamente igual guiado
do en orden inverso. El interrogatorio, de ser por un esquema episódico. Es importante tener pre-
necesario, se deja para la segunda medida a fin de sente que esta segunda declaración siempre debe
no contaminar la memoria de eventos con el interro- ser vista desde la óptica de que no contribuya signi-
gatorio. De una segunda medida se obtiene un aná- ficativamente a una victimación secundaria.
lisis de la consistencia que, de acuerdo con la c) Contraste de las declaraciones recabadas en el pro-
hipótesis Undeutsch (1967, pág. 125), debe enten- ceso judicial. Asimismo, se analizan, de acuerdo
derse en función de la centralidad/periferia del ma- con el procedimiento de estudio de la validez del
terial que entra en contradicción. Así, señala que SRA y del SVA, las otras declaraciones hechas a lo
sólo es relevante la contradicción si afecta a detalles largo del proceso judicial (v. gr., sumario, diligen-
centrales para la acción de juicio. La inconsistencia cias). Ahora bien, el valor de éstas es relativo. Es
en la información periférica o la omisión de cierta preciso tener en mente que muchas de ellas son
información sólo es importante si es trascendente transcripciones de lo que un testigo ha dicho con lo
para la construcción de un evento verdadero. Noso- cual no reflejan fehacientemente lo testificado.
tros, para dar cabida a las interferencias (teoría de Además, el tipo de interrogatorio puede haber me-
la interferencia del olvido), a la entrada de nueva diatizado la respuesta. Al respecto han de obser-
información (hipótesis constructiva del olvido) y a la varse, en línea con el SVA, los efectos sobre la
curva del olvido, estimamos el tiempo a transcurrir validez de la declaración de las características de
entre entrevista y entrevista en superior a 1 semana la entrevista (tipo de preguntas formuladas y ade-
(pero no mucho más allá). Los axiomas que asumi- cuación de la entrevista) y motivación (motivos,
mos al respecto son tres. Primero, como quiera que contexto y presiones). Por ejemplo, en el caso de
el acto delictivo constituye un evento vital estresante interrogatorios a menores hemos encontrado mu-
el efecto del desuso será menor (referido al testimo- chas expresiones y conceptos que preguntado el
nio tanto del denunciante como del denunciado, y menor no sabe qué son (v. gr., en la declaración
contiguo a los hechos). Segundo, una teoría de ra- del menor aparece la expresión echó semen, si pre-
cionalidad por parte del mentiroso que se plasma guntado el menor qué es semen, y éste no lo sabe,
en que la mentira es planificada, aprendida y, por es que no responde a su declaración tal expresión).
extensión, consistente en el tiempo con lo que no es- A su vez, las declaraciones se suelen referir a ex-
tará mediada por interferencias e información post- presiones (v. gr., me violó) no a narraciones de he-
suceso (hipótesis constructiva). Para esto, es chos (esto es, un evento narrativo de los hechos)
imprescindible obtener la primera declaración en con lo que no se puede contrastar su fiabilidad y
formato de discurso libre sin ningún interrogatorio validez. Por tanto, la falta de consistencia de las
porque a través de éste entraría información post- declaraciones obtenidas ante los peritos y otras re-

71
Sección Monográfica PERITACIÓN DE CREDIBILIDAD Y SIMULACIÓN

cogidas en el sumario tiene un valor muy relativo. de sugestión, inadecuación del afecto, inadecuación
En su caso, debe explicarse que esta falta de con- del lenguaje y conocimientos). De resultar prueba
sistencia no es relevante para el análisis de la plau- no válida, se concluye que las declaraciones no
sibilidad de la declaración. Por otra parte, es constituyen prueba admisible o suficiente, y, de ser
importante tomar con más precauciones de las que válida, se pasa al análisis de la fiabilidad (consis-
podrían esperarse a priori las confesiones por par- tencia con los criterios de realidad) de las declara-
te del acusado, y, muy especialmente, de las incri- ciones. Como listado categorial de referencia
minaciones a cambio de beneficios para el tomamos las categorías del CBCA. Este procedi-
informador. La fuente de sesgo viene de la mano miento de análisis, creado en principio para el testi-
de los interrogatorios. Así, las técnicas habituales monio de menores víctimas de agresiones sexuales,
para conseguir una confesión se basan en estrate- es igualmente efectivo con adultos (Landry y Brig-
gias tales como las amenazas; la atribución de res- ham, 1992; Zaparnuik, Yuille y Taylor, 1995; Spö-
ponsabilidad a causas externas como la rer, 1997; Vrij, Edward, Roberts y Bull, 1999), en
provocación por parte de la víctima; minimización secuencias de medidas, y en otros casos diferentes
de la seriedad del crimen; o el desarrollo de una a la agresión sexual (Porter y Yuille, 1996; Spörer,
relación personal con el sospechoso (esto es, la tí- 1997; Arce, Fariña y Freire, 2002). En estos nuevos
pica estrategia de dos entrevistadores uno hostil, y contextos obviamente no todas las categorías son
otro amigable y protector). Finalmente, la estrate- productivas. Así, Landry y Brigham (1992) limitan el
gia basada en el dilema del prisionero para la ob- uso a 14 categorías con adultos porque tres de ellas
tención de la declaración puede llevar bien a sólo son aplicables a menores (incomprensión de
estrategias de cooperación bien de competición detalles relatados con precisión; perdón al autor del
que distorsionan la emisión del testimonio (v. gr., delito; y detalles característicos de la ofensa) mien-
Kelley y Stahelski, 1970). Al respecto, una decisión tras que otras dos (elaboración inestructurada y
de la Corte Suprema de los Estados Unidos (Miran- asociaciones externas relacionadas) no eran pro-
da v. Arizona, 1966) declaró este tipo de interro- ductivas. Sin embargo, nosotros (Arce, Fariña y
gatorios coercitivos. Freire, 2002) encontramos que la categoría perdón
d) Análisis de contenido de las declaraciones referidas al autor del delito era productiva, en declaraciones
a los hechos. El análisis de contenido de las decla- de adultos, tanto en agresiones sexuales como en
raciones se dirige a dos dimensiones: la validez y la amenazas, esto es, la productividad está sujeta a un
fiabilidad del testimonio. De acuerdo con el Sistema efecto de contexto. En suma, en principio deben
de Evaluación Global, el primer cometido de la eva- considerarse todos los criterios en el análisis porque
luación pericial consiste en la estimación de validez la productividad depende del tipo de caso, de las
de la declaración no como prueba judicial en sí, particularidades de la acción a examinar y del per-
que corresponde a los Órganos Judiciales, sino co- fil sociodemográfico del entrevistado. A su vez, la
mo prueba para ser sometida a análisis de la fiabi- combinación de los criterios del CBCA y RM es po-
lidad de la misma. Al respecto, los ataques a la sible y efectiva, ya que pueden sumar sus efectos
validez pueden ser dos. Primero, la declaración (Spörer, 1997; Vrij y otros, 1999). En concreto, la
puede ser de tamaño insuficiente para ser objeto de combinación de ambos sistemas de evaluación, re-
un análisis de la realidad (Raskin y Steller, 1989). sultando de añadir al CBCA los criterios informa-
Segundo, la declaración puede resultar prueba no ción perceptual y operaciones cognitivas del RM
válida porque así lo informen los criterios de validez (Vrij, 2000), mejora ligeramente la fiabilidad del
del SRA y SVA (p. e., carencia de consistencia inter- sistema. Por tanto, procede a la inclusión de estos
na; carencia de consistencia externa con otras prue- dos nuevos criterios a añadir a los del CBCA. Este
bas robustas o incontrovertibles, tal como las procedimiento se puede aplicar en medidas repeti-
periciales, recabadas en el proceso judicial; decla- das (véanse las hipótesis a contrastar en el aparta-
ración inconsistente con la anterior; carencia de do repetición de la obtención de la declaración).
persistencia en las declaraciones, inconsistencia con e) Análisis de la fiabilidad de las medidas. Los sistemas
las leyes científicas y de la naturaleza) y, en el caso originales de análisis de contenido de las declara-
de menores, indicios que limitan la validez (indicios ciones constituyen unas técnicas semi-objetivas por-

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RAMÓN ARCE Y FRANCISCA FARIÑA Sección Monográfica

que sólo someten a contraste la fiabilidad y validez (TEP) (Blanchard y Hickling; 2004, Echeburúa y Co-
de los instrumentos, pero no contienen procedimien- rral, 1998; Echeburúa, Corral, Zubizarreta y Sara-
tos de control de la medida concreta, esto es, de la súa, 1995). Por ello, la medida del TEP es clave
medida pericial. Para subsanar esta laguna meto- para la detección de la huella psicológica. Especial
dológica y acercarnos a un sistema objetivo, propo- cuidado debe tenerse con las medidas indirectas del
nemos proceder con una metodología que posibilite TEP (p. e., hipocondriasis, histeria, depresión, an-
verificar la fiabilidad de la medida a través del aná- siedad, distimia, aislamiento social, inadaptación
lisis de la consistencia inter- e intra-medidas, inter- social), que pueden servir como potenciadores del
evaluadores e inter-contextos (Wicker, 1975). La diagnóstico del TEP pero no sustituirlo. Además, es
fiabilidad inter-contexto se afronta recurriendo a un preciso descartar otras causas al margen del acto
evaluador entrenado que haya sido efectivo y con- delictivo. Por ejemplo, la unión de un proceso de se-
sistente en otros contextos previos, o sea, en peri- paración con malos tratos, puede no permitir dife-
cias anteriores. El recurso a dos evaluadores, renciar cuál es el origen del trastorno, dado que
habiendo sido al menos uno de ellos entrenado y ambas contingencias producen una huella psicoló-
fiable en evaluaciones anteriores, que ejecuten la gica semejante. En todo caso, el perito ha de tener
tarea por separado posibilita obtener una aproxi- en cuenta las siguientes máximas: no todos los actos
mación a la consistencia inter-evaluadores. Como delictivos producen un TEP en la víctima; y la no
herramienta estadística de análisis de la consisten- presencia del TEP no implica que la agresión no ha-
cia inter-evaluadores proponemos el índice de con- ya ocurrido. Al mismo tiempo, una vez identificada
cordancia [IC= Acuerdos/(acuerdos+desacuerdos)], la huella psicológica del daño psíquico es preciso
que es más restrictivo que los valores kappa, toman- controlar que ésta no sea producto de una simula-
do como punto de corte ,80 (Tversky, 1977). En ción por lo que se sigue el protocolo anteriormente
otras palabras, sólo se consideran los resultados fia- descrito para la medida de la huella psíquica con
bles si dos evaluadores, por separado, concuerdan control de la simulación.
en más de ,80 del total de evaluaciones en cada ca- g) Evaluación de la declaración de los actores implica-
tegoría de análisis. El constraste de la consistencia dos. Si bien en un principio las técnicas de análisis
inter- e intra-medidas se aborda a través de la con- de contenido de las declaraciones y la evaluación
sistencia interna de las medidas (p. e., las escalas del daño psíquico fueron creadas para la valora-
de validez del MMPI, de las declaraciones o del es- ción del testimonio del denunciante, el mismo proce-
tudio de las estrategias de simulación en la entrevis- dimiento de análisis de contenido de las
ta clínica), de la consistencia entre distintas medidas declaraciones también es susceptible de aplicación
(v. gr., concordancia entre MMPI y entrevista clíni- al denunciado, lo que permite llevar a cabo un estu-
ca, de las declaraciones en el tiempo) así como de dio de las dos versiones. El procedimiento de justi-
la consistencia, esto es, complementación o no (ver- cia inquisitorial, como es el nuestro, permite esta
bigracia, una presenta indicios de veracidad y la doble confrontación, no así un sistema de adversa-
otra de falsedad o están ausentes) de las evaluacio- rios. Con este procedimiento obtendremos una esti-
nes obtenidas del denunciante y denunciado. mación de la validación convergente de los datos.
f) Medida de las secuelas clínicas del hecho traumático. h) Análisis de la personalidad y capacidades de los ac-
El acto delictivo produce una serie de daños en la tores implicados. El estudio de la personalidad de
víctima que básicamente son de orden físico, psíqui- las partes puede ser de suma trascendencia para
co y económico. El daño psíquico conforma la de- explicar bien la denuncia, bien las claves explicati-
nominada huella psíquica del delito y, como tal, vas de la agresión o cualquier enfermedad mental
puede aportarse como prueba de cargo. En rela- del denunciado con implicaciones jurídicas relevan-
ción con la valoración del daño psíquico y la subse- tes, o sea, se somete a estudio, dado el caso, la im-
cuente prueba judicial, los actos delictivos (p. e., putabilidad del encausado [en Arce, Fariña y
lesiones, allanamientos de morada, malos tratos, Pampillón (2002) puede verse como se lleva a cabo
abusos sexuales, secuestros) pueden producir una el estudio de la imputabilidad]. Como quiera que la
respuesta psicológica que se corresponde con el evaluación clínica no es suficiente en el contexto fo-
diagnóstico del trastorno de estrés postraumático rense, se sigue el protocolo de evaluación clínica

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Sección Monográfica PERITACIÓN DE CREDIBILIDAD Y SIMULACIÓN

con control de la simulación de Arce, Fariña y Pam- dos de obtención de la información en todas sus modali-
pillón (2002). Por su parte, las capacidades cogniti- dades (un procedimiento puede verse en Fisher y otros,
vas de los actores se miden a través de la Escala 1987); b) entrenamiento en análisis de las declaraciones
Wechsler correspondiente y como fuente de contras- [un programa estructurado puede verse en Köhnken
te o para muestras con dificultades de lenguaje, mal (1999)]; c) entrenamiento en evaluación de la personali-
escolarizadas o escolarizadas fuera del territorio es- dad y la huella psíquica, no con fines clínicos, sino fo-
pañol, se toma el test de inteligencia no verbal TO- renses (véase Arce, Fariña y Freire, 2002; Arce, Fariña
NI-2 (Brown, Sherbenou y Johnsen, 1995). La y Pampillón, 2002; Echeburúa, Corral y Amor, 2002;
fiabilidad de esta última medida se coteja a través Rogers, 1997); d) entrenamiento en la detección de la si-
de la correspondencia de las respuestas con el gra- mulación (véase en Arce, Fariña y Pampillón, 2002 los
diente de dificultad de las preguntas y la consisten- pasos a seguir); y e) ejecución de las primeras evalua-
cia inter-medidas. De la evaluación de las ciones forenses en compañía de un perito con experien-
capacidades cognitivas nos servimos para informar cia. Finalmente, nuestra experiencia nos dice que el
de la capacidad de testimoniar y, en su caso, de sus material de entrenamiento en análisis de contenido y
efectos en la responsabilidad criminal. evaluación clínica ha de ser real y no simulaciones pues
i) Implicaciones para la presentación del informe. El sis- la tarea ejecutada en estos contextos es distinta y la efi-
tema de la credibilidad de las declaraciones en 5 cacia del procedimiento también (Vrij, 2000). La Unidad
categorías de respuesta, tal y como se recoge en el de Psicología Forense de la Universidad de Santiago de
SVA, no se ajusta a los requerimientos de nuestro Compostela organiza periódicamente cursos de entrena-
sistema de justicia. Así, el TS exige la seguridad ple- miento en estas técnicas.
na, no la alta probabilidad (p. e., sentencia del TS
de 29 de octubre de 1981, RA 3902). No obstante, Agradecimientos: Esta investigación fue financiada por
toda medida, y muy especialmente la psicológica, la Secretaría Xeral de Investigación e Desenvolvemento,
está sujeta a error, por lo que debemos reconocerlo, Xunta de Galicia, en el proyecto de Excelencia Investiga-
pero absteniéndonos de establecer grados de certe- dora Código PGIDIT03CS037401PR.
za que, de acuerdo con las consideraciones del TS,
sólo conllevan a una mayor confusión. De este mo- REFERENCIAS
do, las categorías más ajustadas serían probable- Alonso-Quecuty, M. L. (1993). Interrogando a testigos,
mente cierto, probablemente no-cierto y, en su caso, víctimas y sospechosos: La obtención de información
indeterminado (el perito psicólogo interesado podrá exacta. En M. Diges, y M. L. Alonso-Quecuty (eds.),
obtener de los autores un formato de pericia basa- Psicología forense experimental (pp. 85-98). Valen-
do en el SEG).Téngase presente también que el sis- cia: Promolibro.
tema es más robusto en la identificación de la American Psychiatric Association, (2002). Manual diag-
verdad que de la mentira. Asimismo, no es aconse- nóstico y estadístico de los trastornos mentales (IV Edi-
jable que se haga una descripción de los hechos ción-Texto Revisado). Barcelona: Masson.
basada en frases, sino en acciones de conjunto, Arce, R. y Fariña, F. (2001). Construcción y validación
porque el procedimiento valida hechos y no partes de un procedimiento basado en una tarea de conoci-
aisladas. Por ello, en ningún caso se recomienda miento para la medida de la huella psíquica en vícti-
identificar al agresor porque el procedimiento no mas de delitos: La entrevista clínico-forense.
valida tal punto. Manuscrito Inédito, Universidad de Santiago de Com-
postela.
CONSIDERACIONES FINALES Arce, R. y Fariña, F. (2002). El Sistema de Evaluación
La fiabilidad de todo el procedimiento recae, en última Global para la evaluación de la credibilidad y el en-
instancia, en el entrevistador/evaluador. Es por ello que gaño en el testimonio judicial. Manuscrito Inédito,
se hace preciso que la intervención se realice por profe- Universidad de Santiago de Compostela.
sionales con alta formación y experiencia, así como con Arce, R. y Fariña, F. (2005). El Sistema de Evaluación
una alta capacidad de objetividad (Alonso-Quecuty, Global (SEG) de la credibilidad del testimonio: Hacia
1993). Por eso, es imprescindible un entrenamiento ex- una propuesta integradora. En R. Arce, F. Fariña, y
haustivo. Éste debe incluir: a) entrenamiento en los mo- M. Novo (eds.). Psicología jurídica (pp. 101-118).

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RAMÓN ARCE Y FRANCISCA FARIÑA Sección Monográfica

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