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UNIVERSIDAD LAICA “VICENTE ROCAFUERTE” DE

GUAYAQUIL

Nombre: Jorge Javier Ortega Urdiales


Curso: 9no Semestre
Materia: Finanzas Públicas
200 Millas y el límite marítimo del Ecuador

Para tener claro cuánto territorio marítimo tiene cada país existe un
procedimiento de delimitación que divide éste en tres diferentes espacios. Las
aguas internas son las que se encuentran antes de un trazado de líneas rectas
entre los puntos prominentes del territorio continental, conocidas como líneas
base. Tomándolas como referencia, las siguientes 12 millas náuticas se
conocen como mar territorial. La zona económica exclusiva la conforman las
200 millas náuticas contadas desde las líneas base; después de esto se le
denomina Alta Mar y es un espacio de utilización exclusiva para fines pacíficos.

En cuanto al subsuelo marino, desde la zona costera, se denomina plataforma


continental hasta las 200 millas náuticas, de las que cada país es propietario
de los recursos que se encuentren allí. Después de esto se le denomina como
“La Zona”. Esta área y todos sus recursos son patrimonio común de la
humanidad.

En el siglo XX muchos Estados expresaron la necesidad de extender el mar


territorial, con el fin de proteger los recursos pesqueros y mineros y aplicar
medidas de control y fiscalización para evitar la contaminación del área.

Esta situación fue reconocida por la Sociedad de las Naciones y por


la Conferencia de La Haya sobre codificación del derecho
internacional de 1930. En esta conferencia no se logró ningún acuerdo para
establecer la anchura para el mar territorial, aunque se reconoció la existencia
de una zona contigua, de una extensión máxima de doce millas marinas.
(Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, 2016)

A mediados del siglo XX, en el ámbito latinoamericano surge la «tesis de las


200 millas marinas» (370,4 km) que se vio precedida, entre otras, por
la Declaración de Panamá de 1939, cuyo objeto era, atendidos los potenciales
peligros que la Segunda Guerra Mundial podía generar en las aguas
americanas, el establecimiento de una zona de protección alrededor del
continente americano, cuya extensión variaba entre 300 y 1200 millas; la
Resolución VIII sobre Extensión del mar territorial, de la Segunda Reunión de
Consulta de los Ministros de Relaciones Exteriores de La Habana en 1940; la
recomendación del Comité Jurídico Interamericano de 1941 de extender el mar
territorial hasta las 12 millas marinas y las declaraciones
de 1945 del presidente de los Estados
Unidos Harry Truman sobre
la plataforma continental.

Las declaraciones del presidente


Truman constituyeron un detonante
para diversas declaraciones
unilaterales latinoamericanas, emitidas
al concluir la Segunda Guerra
Mundial, que terminaron por decantar
en la tesis de una zona económic a
exclusiva de 200 millas de extensión,
reconocida en la Convención de las
Naciones Unidas sobre el Derecho del
Mar, de 1982.

Según las tesis latinoamericanas Ilustración 1Las zonas marítimas de acuerdo a la


Convención de las Naciones Unidas sobre el
(propiciadas Derecho del Mar.
por Chile, Ecuador y Perú) anteriores
a la Convención sobre el Derecho del Mar, más allá del mar territorial, el
Estado ejerce ciertas competencias con fines específicos de protección,
conservación, explotación y exploración de los recursos naturales, vivos y no
vivos, situados en el lecho del mar, el subsuelo o las aguas suprayacentes,
hasta una distancia de 200 millas marinas.

Finalmente en la Convención sobre el Derecho del Mar estableció que todo


Estado tiene derecho a establecer la anchura de su mar territorial hasta un
límite que no exceda de 12 millas marinas, medidas a partir de líneas de base
determinadas de conformidad con la misma Convención y una zona económica
exclusiva, de una extensión máxima de 200 millas, medidas desde las líneas
de base según las cuales se mide la anchura del mar territorial donde el Estado
ejerce ciertas competencias específicas señaladas en la misma Convención.

El Gobierno de Ecuador planea incrementar sus 200 millas náuticas, de zona


marítima exclusiva, con un estudio que pretende demostrar que ese fondo
marino es una continuidad de su territorio continental, se informó este viernes 9
de marzo del 2018 en un comunicado.

Ecuador pretende demostrar que desde las islas Galápagos, situadas a unos
mil kilómetros al oeste de las costas continentales del país, existe una
extensión de su territorio continental que se conecta con la cordillera submarina
de Carnegie, pasa por la de Cocos y la de Colón. Por medio de esta tarea, su
país obtendrá recursos minerales del fondo marino no comparables con los que
existen en la corteza terrestre, como sulfatos polimetálicos, nódulos de
manganeso, entre otros, utilizados por la industria. (El Comercio, 2018)

Ecuador y la Antártida

La Antártida es una gran masa territorial que ha sido considerada como el


sexto continente, situado en el extremo sur del planeta, supera en superficie a
otros continentes como Europa y Oceanía.

Por hallarse totalmente cubierto de hielo ha sido difícil precisar la superficie


antartica, sin embargo por mediciones generales se calcula un área oscilante
entre 12 y 14 millones de Km2, emplazándose casi totalmente dentro del
círculo polar ártico. Sus límites se establecen con los océanos Pacífico.
Atlántico e Indico. Algunas islas pequeñas rodean por lo general a la gran
masa central y perfil costanero, que es un tanto regular, presenta dos grandes
entrantes: el mar de Ross colindando con el Pacífico, y el mar de Weddel con
el Atlántico.

El terreno es bastante irregular y se le atribuye origen volcánico, señalándose


algunas elevaciones de consideración de donde sobresalen el el Sidley con
6.100 m.
El clima se caracteriza por temperaturas bajísimas ( con mínimas de 890 C.) y
cuyo promedio aun en verano es siempre bajo O0, con presencia de fortísimos
vientos. La vegetación raquítica es mínima en ciertos lugares, y la vida animal
está caracterizada por mamíferos en los mares, y aves en las costas.

La vida humana es difícil en sumo grado y está dada por miembros de


expediciones científicas que permanecen allí por un tiempo no muy largo,
dadas, principalmente, las condiciones de soledad.

A las primeras insinuaciones de Wytliet mediante un mapa en el siglo XVI sobre


la existencia de un continente en el extremo sur, siguieron viajes en el siglo
XVII, por parte de Tasman, a sectores cercanos por la ruta de Australia. Cook
en el siglo XVII realizó viajes específicos y constató la existencia de tierras
cubiertas con hielo más allá del paralelo 60. El ruso Billinghausen con el viaje
de circunnavegación (1819-1821) determina la presencia del continente con
elevaciones apreciables. Luego se presentan algunas exploraciones y
reconocimientos hasta llegar a la ubicación del polo sur en diciembre 14 de
1911 por el noruego Amundsen.

La suma de esas duras tareas por más de tres siglos, no es otra cosa que el
gran antecedente de una profunda actividad científica que se proyecta en
interminable futuro. Algunos países, en su mayoría, con gran desarrollo
científico, han construido estaciones científicas en el continente blanco con un
trabajo global que ha dado interesantes resultados en aspectos de
geología, vulcanología. Climas y procesos biológicos. Imbuidas en este
interés doce naciones firmaron un documento por medio del cual la Antártida
fue declarada zona de uso científico exclusivo considerando la necesidad que
para cumplir con estos objetivos es menester el concurso de todos los
hombres de ciencia y la libre intercomunicación.

Esta labor concerniente a la Antártica alcanzó su culminación el 1 de diciembre


de 1959, al firmarse en Washington un tratado por el cual doce naciones
garantizaban que la Antártida, región del globo tan vasta como USA y Europa,
sería utilizada exclusivamente con finalidades pacíficas.

Antes de tan significativos y valiosos pronunciamientos la idea y concepto de


división territorial en Antártida, ya se había manifestado de diferentes formas
invocándose, según los casos, a los derechos de descubrimiento, de vecindad,
de ocupación. Finalmente se ha mencionado la división territorial de los
sectores polares en base de la proyección de las costas por los meridianos, los
que darían derecho de este a oeste a Brasil, Uruguay, Argentina, Chile, Perú,
Ecuador. Esta postura se contrapone naturalmente al Tratado de Washington.

Partiendo, del planteamiento de los sectores polares, la Asamblea


Constituyente de Ecuador de 1967 aprobó una declaración estableciendo los
derechos del país en 323.000 Km2, considerando la proyección de los
meridianos 840 30'y 960 30 long. W, que incluye el mar territorial insular.

La primera expedición en 1988 permitió dejar un refugio en la isla Rey Jorge.


En 1990, con la nueva expedición del barco Orión se instala en la isla
Greenwich la estación científica Pedro Vicente Maldonado que
constituye acción concreta de la participación del país en actividades ya
iniciadas por otros estados.

El interés demostrado por el Ecuador en la Antártida se inició con la


declaración que sobre este continente se efectuó en la Asamblea Nacional
Constituyente de 1967, Como estado soberano el Ecuador hizo esta
declaración de derecho a la Antártida, al margen del Tratado Antártico. El 16 de
junio de 1987, se aprueba la adhesión del Ecuador al Tratado Antártico, en un
sector comprendido entre los meridianos 85°54'30" W, y 94°59'50"W. lo que
representa una longitud de 323.000 kms. basándose en la teoría de
defrontación o enfrentación, la cual manifiesta que “los estados soberanos del
Hemisferio Sur que poseen costa que se enfrente a la Antártida, pueden
reivindicar los sectores antárticos comprendidos entre los meridianos que
limitan los territorios defrontables".

Una vez que el Ecuador se adhirió al Tratado Antártico, se encomendó a la


Armada del Ecuador tomar a cargo la primera expedición ecuatoriana a la
Antártida; hasta la fecha se han realizado tres expediciones en las que se han
efectuado investigaciones oceanográficas y la instalación de la Estación
Científica Ecuatoriana "Pedro Vicente Maldonado" en la Punta Williams (Isla
Greenwich). El programa antártico ecuatoriano tiene planificado realizar
expediciones anuales a la Antártida a fin de completar el Plan Quinquenal
Científico y Logístico alrededor de las islas Shetland del Sur y complementar
los módulos de la Estación Científica Maldonado. (Proaño Vega, 2015)

Ilustración 2Registro oficial del derecho de Ecuador sobre la Antártida

Ilustración 3Decreto ejecutivo de adhesión del Ecuador al Tratado Antártico

Acuerdo Ministerial
No. 1508 del 1 de agosto de 1988.
Luego de haberse realizado la primera expedición ecuatoriana a la Antártida, y
ante la necesidad de mantener las actividades en el Continente Blanco, hasta
que se cree el Instituto Ecuatoriano de Investigación y Estudios Antárticos, el
Ministerio de Defensa Nacional acuerda que se forme la Secretaría Ejecutiva
del Programa Antártico Ecuatoriano – PROANTEC – como unidad adscrita al
Instituto Oceanográfico de la Armada, con el objetivo de planificar, coordinar y
organizar las actividades ecuatorianas en la Antártida, a fin de mantener la
presencia física del Ecuador en dicho continente.
En 1990, durante la realización de la XI Reunión Consultiva del Tratado
Antártico, Ecuador es aceptado como miembro Consultivo del Tratado
Antártico, con voz y voto en las decisiones que se tomen en este contexto.

En el año 1992, gracias a la labor científica realizada en el país, Ecuador es


aceptado como Miembro Pleno, con voz y voto, en el Comité Científico de
Investigaciones Antárticas (SCAR por sus siglas en inglés), el más importante
foro científico de la investigación antártica. (Instituto Antártico Ecuatoriano,
2017)

Orbita Geoestacionaria

La órbita geoestacionaria es la órbita circular en el plano ecuatorial de la Tierra,


en la que el período orbital equivale al período de rotación del planeta. Así, al
situar un satélite en esa órbita, aparentará permanecer en un punto fijo sobre el
Ecuador. Las antenas del satélite pueden disponerse de forma tal que iluminen
la totalidad del disco terrestre visible desde el satélite y, llegado el caso, a
determinadas regiones que aparezcan contenidas en ese disco. Así, con pocos
satélites geoestacionarios (provistos de antenas que cubran la esfera terrestre)
y que estén distribuidos en longitud según sea necesario, se podrá dar
cobertura en todo el planeta, excepto en las latitudes polares más alejadas,
cuando estén por debajo del horizonte radial. (Rueda N, 2018)

El proceso histórico jurídico de los Estados ha sido marcado por el


perfeccionamiento de las Constituciones de estos, siendo el maestro Hanz
Kelsen, quien desarrollo la famosa Pirámide de Kelsen donde manifiesta que el
más alto instrumento del cual parten las demás normas jurídicas que regulan la
convivencia social a nivel interno y externo de un Estado es la Constitución, es
decir la Constitución de un Estado es la norma suprema, sus declaraciones
escritas son la columna guía de comportamiento de un País.

Así, en la Constitución Ecuatoriana del año 2008, elaborada por la Asamblea


Nacional Constituyente, declara que: “El Estado ecuatoriano ejercerá derechos
sobre los segmentos correspondientes de la órbita sincrónica geoestacionaria,
los espacios marítimos y la Antártida”, esta declaración innovadora, pone en la
mesa de los temas de actualidad una muy interesante cuestión, que analizado
por separado y desmenuzado indica que el estado ecuatoriano es quien debe
ejercer derechos, aunque no se explica que tipo de derechos que serán
ejercidos sobre la órbita sincrónica geoestacionaria; existe una clara y
establecida legislación sobre los espacios marítimos y la Antártida, respecto de
la soberanía sobre el espacio aéreo del mar territorial está dada el Art. II de la
Convención de Ginebra de 1958 sobre el Mar Territorial y Zona Contigua que
manifiesta que: “la soberanía de un Estado costero se extiende al espacio
aéreo sobre el mar territorial …”, en cuanto al régimen jurídico del alta mar y la
Antártida se aplica al espacio aéreo suprayacente, el derecho de volar sobre
estas zonas se encuentra prescrito en el Art. II, que expresa que: “la libertad de
alta mar … comprende … la libertad de volar sobre alta mar” y en el Tratado
Antártico en su Art. VII manifiesta que el régimen jurídico internacional sobre
las zonas polares se extiende no solamente a la tierra firme sino también al
espacio aéreo situado encima de dicha tierra firme y da un claro derecho de
observación aérea en el espacio antártico; pero respecto de la Órbita
Sincrónica Geoestacionaria, a más de que no existe una legislación para que
se lleve a efecto este mandato constitucional, existe mucha controversia sobre
la legislación a la que debe sujetarse.

EL ESPACIO AÉREO ECUATORIANO

Es toda extensión de la atmosfera que se encuentra suparayacente al territorio


continental, marítimo e insular del país.

Sus límites superiores son indefinidos, razón por la cual el Ecuador reivindica
soberanía sobre la órbita geoestacionaria.

De acuerdo con el Dr. Freddy Villao Quezada “la órbita geoestacionaria puede
definirse como una órbita terrestre circular en el plano del ecuador, a una altura
nominal de 35.786,557 Km.; sin embargo la mayoría de los tratadistas asumen
una distancia vertical aproximada de 36.000 Km., desde la superficie de la
tierra.” Así mismo el Dr. José Gregorio Portilla dice que: “Una órbita
geoestacionaria es una órbita sincrónica con la rotación de la tierra, a 35.900
km por encima del ecuador terrestre. A esa distancia los objetos orbitan
alrededor de la tierra en 24 horas, por lo que parecen estar fijos en un punto.”
En está orbita se puede colocar satélites que giran en el mismo tiempo y la
misma dirección de la tierra, por lo que se le ha denominado órbita sincrónica
geoestacionaria.

Otra definición surgió como resultado de la reunión llevada a cabo por los
países ecuatoriales esta definición quedo plasmada en la denominada
Declaración de Bogotá: “órbita geoestacionaria es una órbita circular en el
plano ecuatorial en la cual el periodo de revolución sideral del satélite es igual
al periodo de rotación sideral de la tierra y en la dirección de movimiento del
satélite está en la dirección de rotación de la tierra cuando un satélite describe
esta orbita en particular se dice que el satélite es geoestacionario tal satélite
aparece estacionario en el cielo cuando es visto desde la tierra”

Como ya se ha manifestado en líneas anteriores la Órbita Sincrónica


Geoestacionaria sirve para colocar satélites artificiales, ahora bien el uso más
frecuente de estos satélites es en el campo de las telecomunicaciones, pero
con el desarrollo tecnológico se puede usar dichos satélites para otros usos
como: teledetección, información geográfica, alimentación, prevención y
detección de desastres naturales, tornados, tifones, huracanes, tsunamis,
erupciones volcánicas, los utilizados en el campo de la astronomía, captación y
transmisión de energía solar, etc., siendo un amplio campo de opciones de
uso.

Los satélites geosincrónicos deben compartir un espacio y espectro de


frecuencia limitados, dentro de un arco especifico en una órbita
geoestacionaria. A cada satélite de comunicación se asigna una longitud en el
arco geoestacionario, aproximadamente a 36000 km, arriba del ecuador. La
posición en la ranura depende de la banda de frecuencia de comunicación
utilizada. Los satélites trabajando, en o casi la misma frecuencia, deben estar
lo suficientemente separados en el espacio para evitar interferir uno con otro,
generalmente se requieren 3 a 6 grados de separación espacial.

UTILIDAD Y USO DE LA ORBITA GEOESTACIONARIA

Cada satélite geoestacionario ofrece la ventaja de 24 hora de servicio sobre


aproximadamente un tercio de la superficie terrestre. Así, solo se requieren de
3 satélites para cubrir el globo. Además esta clase de satélites necesita de un
sistema de antenas fijas.

Las aplicaciones de los satélites geoestacionarios son múltiples así: las


Telecomunicaciones, Meteorología, Recursos Naturales y Medio Ambiente,
Transmisión de energía solar, Investigación Espacial.

A Ecuador le corresponden dos segmentos de la órbita geoestacionaria: uno


sobre la parte continental, incluyendo las 200 millas marítimas, y otro por el
archipiélago de las Islas Galápagos,

El segmento continental tiene una longitud orbital de 5.090,7 kilómetros


(correspondientes a 920,9 km de extensión terrestre) y el insular tiene una
longitud orbital de 6.689,6 km (equivalentes a 1.012,8 km de extensión
terrestre). Esto quiere decir que el país puede reclamar derechos sobre
11.780,3 km de la órbita geoestacionaria, área que serviría para colocar
actualmente “4 o 5 satélites”. (del Hierro, 2012)
Bibliografía
 Instituto Antártico Ecuatoriano. (2017).
 Rueda N, P. (26 de abril de 2018). La órbita geoestacionaria. Arkhaios .
 del Hierro, G. (18 de Septiembre de 2012). ESPACIO AÉREO. catedraccs .
 Proaño Vega, J. C. (2015). Fundamentos de un pensamiento oceanopolítico
antártico. Ecuador Antártico , 6-9.
 El Comercio. (09 de marzo de 2018). Ecuador planea incrementar sus 200
millas con estudio sobre fondo marino .
 Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana. (07 de
septiembre de 2016). El territorio marítimo de Ecuador será 5,3 veces más
extenso que el territorio nacional continental, una vez que entre en vigor el
acuerdo con Costa Rica. Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad
Humana .

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