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Resumen: Desde hace unas décadas, nuevas actividades turísticas han invadido el mercado inter-
nacional. El turismo alternativo es realizado por un tipo de viajero que busca experiencias autén-
ticas a través del contacto y la inmersión en mundos considerados tradicionales y exóticos. Este
trabajo se enmarca en la región de los Altos tzotzil-tzeltal de Chiapas, México, lugar que se ha
convertido en un centro de atracción turística en los ámbitos nacional e internacional, debido al
interés de los turistas por observar y experimentar de cerca la vida indígena. El estudio analiza la
puesta en escena que realizan los indígenas para cumplir con las expectativas de los turistas. Se
pretende demostrar que en dicha escenificación hay un dominio de una clase político-religiosa
que controla numerosas actividades económicas y extiende su influencia al ámbito del turismo.
Palabras clave: turismo étnico, escenificación, consumo cultural, élites indígenas.
Abstract: For several decades, new tourism activities have invaded the international market. The
kind of visitor who pursues alternative tourism seeks authentic experiences through contact with
and immersion in worlds they consider to be traditional and exotic. This article refers to tourism
in the Tzotzil-Tzeltal highlands of Chiapas, Mexico, an area which has become a national and
international tourist attraction, given the interest of tourists in closely observing and experienc-
ing Indian life. The study analyzes the staging presented by the Indians to meet the expectations
of tourists. It sets out to show that in this staging the political-religious class which controls nu-
merous economic activities also extends its influence into the field of tourism.
Keywords: Ethnic tourism, staging, cultural consumption, Indian elite.
E
n la actualidad, la región de los palmente en la atracción que tiene la
Altos Tzotzil-Tzeltal se ha con- antigua ciudad colonial de San Cristó-
vertido en uno de los destinos bal de las Casas, capital de la región,
turísticos más importantes del estado junto a los numerosos municipios indí-
de Chiapas, cuyo éxito se basa princi- genas a su alrededor, que han sido pro-
*Profesora ayudante, doctora en el Departa-
mento de Sociología y Antropología de la Facul- consumo. Turismo étnico y consumo cultural.
tad de Ciencias Sociales de la Universidad de Correo electrónico: m.eugenia.bayona@uv.es
Valencia, España. Línea principal de investiga- Este trabajo forma parte del proyecto de investi-
ción: Migración indígena a las grandes ciudades gación “Consumo e imaginarios culturales”, con
de México y los procesos de inserción laboral y investigadores de la Universidad de Valencia en
social de los inmigrantes; estrategias, redes so- convenio con el Centro de Estudios Superiores
ciales, organización familiar y del trabajo, en de México y Centroamérica (Cesmeca) de la Uni-
claves étnicos, economía informal, comercio y versidad de Ciencias y Artes de Chiapas.
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32 Eugenia Bayona Escat
movidos por la industria turística tanto las Casas, que alberga una gran rique-
por sus diferencia culturales como por za monumental. La ciudad se declara
su glorioso pasado maya. Debido a la Zona de Monumentos Históricos en
constante llegada de turistas nacio 1986 por el Instituto Nacional de An-
nales y extranjeros a la región, en al- tropología e Historia (inah) y posterior-
gunas localidades indígenas se ha mente, en 2003, es catalogada como
desarrollado una serie de servicios y Pueblo Mágico por la Secretaría de Tu-
escenarios turísticos que han origina- rismo. Desde los organismos estatales
do un lucrativo negocio para la pobla- se emprende un proceso de rehabilita-
ción local. El desarrollo de estas ción del patrimonial histórico de mo-
actividades no ha sido fruto únicamen- numentos, casas coloniales, iglesias y
te de la industria del turismo, centrali- plazas principales, al mismo tiempo
zada principalmente en la cabecera de que aparecen las primeras agencias de
la región, sino también por la partici- viajes y servicios asociados, como hote-
pación de algunos colectivos indígenas les, restaurantes y tiendas, para pro-
que controlan numerosas actividades mocionar la ciudad como un atrayente
relacionadas con el mercado turístico. destino turístico. Actualmente, la re-
En algunos lugares se ha permitido el gión se halla enclavada en el circuito
acceso a iglesias o recintos sagrados turístico conocido como “Mundo maya”,
para presenciar rituales, entrar en ca- que incluye las ruinas de Palenque, el
sas particulares para observar el pro- Caribe y la península de Yucatán, en la
ceso de elaboración artesanal, visitar que se promociona un escenario mítico
cementerios y montañas sagradas, o de modernos descendientes de anti-
recorrer los parajes naturales de la guas culturas prehispánicas.1 Las acti-
zona a pie o a caballo. En otros munici- vidades turísticas se han extendido de
pios, en cambio, se ha prohibido la en- la ciudad a los municipios indígenas, a
trada de turistas o se ocultan espacios sitios arqueológicos cercanos y a rutas
y actividades que se consideran priva- en los paisajes naturales de la región,
das o sagradas y no se le permite a los con la participación de numerosos
extraños observar. agentes globales y locales entre inver-
El turismo en la región de los Altos sionistas, empresarios, constructores,
es un fenómeno relativamente recien- políticos, comerciantes y guías turísti-
te gracias, en parte, al levantamiento cos, además de los habitantes indíge-
del Ejército Zapatista de Liberación
Nacional (ezln) a principios de 1994, 1
El proyecto turístico “Mundo maya” empe-
zó a desarrollarse en 1989 por la Secretaría de
que convierte a la región en un centro Turismo de México, junto con los países vecinos
internacional de lucha revolucionaria Belice, El Salvador, Guatemala y Honduras. Se
indígena. No obstante, desde la década basa en un acuerdo internacional para coordi-
de los setenta había un interés por nar y fortalecer acciones de promoción y comer-
cialización de la ruta maya y facilitar las
parte del gobierno por las posibilida- inversiones extranjeras y nacionales (http://
des turísticas de la zona, sobre todo en www.sectur.gob.mx/es/sectur/sect_Programa_
la ciudad colonial de San Cristóbal de Mundo_Maya).
Rituales indígenas y otras escenificaciones turísticas en los Altos de Chiapas 33
pios, se han convertido en guías o ellos; pero por otro, el turismo también
transportistas, las mujeres en artesa- puede convertirse en un importante ve-
nas o comerciantes, y algunas elites hículo de empoderamiento y autorre-
controlan el proceso de escenificación presentación en los escenarios frontales
junto con negocios a gran escala aso- como lugares propicios para manifes-
ciados al comercio turístico. El tema de tar, legitimar y reivindicar las prácticas
la representación que utilizan los indí- locales. Ambas cuestiones nos remiten
genas para presentarse ante los turis- a preguntas cómo se involucran los in-
tas permite analizar el ámbito de la dígenas en estos procesos de mercanti-
escenificación con los escenarios fron- lización y escenificación turística; si son
tales que se muestran y los traseros manipulados y controlados por agentes
que se esconden, así como examinar e instituciones externas para mostrar
los elementos que se seleccionan para una visión ideal del indígena acorde
esta representación y quiénes son las con los imaginarios turísticos o, por el
personas que tienen legitimación para contrario, tienen la capacidad para con-
escoger lo que debe mostrarse u ocul- trolar los recursos y derivar en benefi-
tarse. Interesa también indagar en las cios personales y comunitarios.
consecuencias que este tipo de mer La agencia local en el ámbito del
cantilización tiene entre los anfitriones turismo implica tener la capacidad de
y si existen beneficios no sólo económi- seleccionar, manipular, e incluso in-
cos, sino de protagonismo en un escena- ventar, una serie de escenarios fronta-
rio contextual adecuado para negociar les que pueden servir, no sólo para
posiciones sociales, legitimar y reivindi- acoplarse a los invitados, sino también
car las prácticas locales. para activar cultura, tradición e iden-
Puesto que la “cultura indígena”, tidad e interpretarse y representarse a
entendida como una artefacto de pre- sí mismos en el presente (Cohen, 1988;
sentación ante los turistas, es la que se MacCannell, 2003; Salazar, 2006; San-
convierte en un objeto de consumo y tana, 2003b; Urry, 2002). Desde esta
garantiza el éxito del turismo étnico en perspectiva, la agencia local se relacio-
la zona, se entiende que se convierta na automáticamente con el poder local,
en uno de los recursos principales para que necesariamente va a estar frag-
que el proyecto turístico sea viable. mentado y repartido entre algunos lu-
Ello nos remite revisar dos cuestiones gareños a expensas de otros con menor
importantes relacionadas con la forma posicionamiento y al margen de la
en que la población indígena enseña y toma de decisiones. De lo que se trata
exhibe su cultura e identidad para es de indagar si el ámbito del turismo,
acentuar su autenticidad a los ojos del que convierte a ese “otro” en un objeto
visitante; por un lado, esos “otros”, aho- consumible, propicia los espacios ade-
ra indígenas, exhiben un ideal típico cuados para que los locales tengan la
de identidad y cultura indígena que posibilidad de autorrepresentación y
puede estar relacionada con las pro- adquirir mayor agencia social y empo-
pias visiones que los turistas tienen de deramiento, ya sea utilizando un tipo
36 Eugenia Bayona Escat
apelan a una serie de normas sociales lios ceremoniales) (Pineda, 1995; Rus,
que deben ser acatadas para el buen 1995b; Viqueira, 1995). Actualmente,
funcionamiento comunal. El gobierno la mayoría de los negocios relaciona-
de las elites, formado por unas cuantas dos con el turismo son manejados por
familias y parientes allegados, impo dichas elites, que controlan el traspor-
ne un discurso de conservación de la te de la ciudad hacia los municipios, el
“costumbre” y tradiciones indígenas, pago de la entrada a las cabeceras mu-
creencias, saberes y normas, algunas nicipales y los recintos sagrados e in-
de las cuales dicen que provienen de cluso poseen el control de algunas
sus ancestros mientras otras son fruto cadenas comerciales de artesanías
de la resistencia colonial. Ante los tu- mercantilizadas como indígenas.
ristas, estas mismas elites manejan el La tradición basada en la “costum-
discurso de una tradición cultural his- bre” indígena tuvo su primera ruptura
tórica y se presentan como “los otros”, en la época colonial, a partir del proce-
con una especificidad indígena que les so de concentración y reubicación de la
confiere cierto exotismo, adecuado población indígena de los Altos alre-
para el consumo turístico.7 No obstan- dedor de un núcleo central, la actual
te, el dominio que las somete hunde ciudad de San Cristóbal de las Casas,
sus raíces en diversas estrategias con que se convirtió en el centro estratégi-
ciertos intereses comunes y abusos de co escogido por los colonizadores por
poder, que involucra el fortalecimiento su ubicación en una de las rutas de
de lazos familiares, de amistades y conquista hacia el sur.8 Si bien en los
compadrazgo, y la utilización de deu- primeros años de la colonia, la repú-
das, favores y amenazas como meca- blica de españoles y la república de in-
nismos de coacción social. Todos estos dios mantenían una cierto equilibrio
mecanismos les permiten crear redes entre gobernadores hispanos y elites
eficaces para ir subiendo en la escala indígenas, con la llegada de los domini-
política y religiosa, y controlar nego- cos en la segunda mitad del siglo xvi,9
cios como el transporte regional y los
medios de producción y distribución de 8
Villa Real, posteriormente denominada
productos (agrícolas, bebidas y utensi- Ciudad Real, se fundó en el año 1528 por el con-
quistador español Diego de Mazariegos, con una
estructura típicamente colonial: un centro en el
7
Para profundizar en el discurso tradiciona- que residían los colonizadores y una serie de ba-
lista que las elites utilizan ante los turistas es rrios de indios a su alrededor, cada uno de los
interesante el análisis de la Guía San Juan cuales estaba destinado a albergar a una o va-
Chamula, Chiapas. Historia de un pueblo y sus rias etnias indígenas: mexicas, tlaxcaltecas,
tradiciones, que se vende en la cabecera como mixes y mixtecos, zapotecas, quichés, tzotziles y
propaganda turística y ha sido redactada bajo tzeltales, entre otros (Paniagua Mijangos, 2010).
la supervisión de los representantes políticos 9
La orden de dominicos, encabezada por
del municipio. Este documento ilustra el discur- fray Bartolomé de las Casas, llegó a la región en
so esencialista que utiliza la clase política para 1544 con la misión de evangelizar a los indios, a
presentar al indígena de Chamula caracteriza- la que posteriormente se unirían franciscanos y
do mayoritariamente por su particular cosmovi- curas seculares (Paniagua Mijangos, 2010, Vi-
sión ritual y ceremonial. queira, 1995, 2002: 109-158).
Rituales indígenas y otras escenificaciones turísticas en los Altos de Chiapas 39
los indígenas de los Altos fueron des- genas con la intención de controlar
plazados y reubicados en terrenos más mejor la política, los negocios del co-
cercanos a la capital. Se formaron los mercio y la contratación de mano de
pueblos de indios, aislados unos de los obra por medio de la figura del en
otros y diferenciados por vestimenta, ganchador, que funcionaba como un
lengua y santos protectores, que debían intermediario entre propietarios y tra-
pagar tributos en especie o dinero a la bajadores de las fincas, y que utilizaba
colonia, y básicamente funcionaron la estrategia de la deuda para obligar
como reserva de mano de obra para la su trabajo prolongado en la finca. Di-
distribución y transporte de mer cha estrategia consistían en ofrecer el
cancías o para trabajar en ciudades, pago del trabajo por adelantado, y de
plantaciones o haciendas ladinas. Para esta forma, obligar a los indígenas a
un mayor control político, se formaron permanecer en las fincas hasta que el
cabildos en las cabeceras con población dueño consideraba que la deuda esta-
indígena, sin títulos ni derechos de su- ba saldada. Las deudas se heredaban
cesión, que servía de intermediarios de padres a hijos, además se contraían
entre el poder colonial y el pueblo indí- nuevas deudas con los gasto en las fin-
gena, con cargos como alcalde, regidores cas, de manera que el trabajo en las
y otros menores. En el ámbito religioso plantaciones se convertía en perma-
se nombraron fiscales, maestros de coro, nente y obligatorio (Gosner, 1984; Rus,
sacristanes, escribanos y mayordomos 1995b; Viqueira, 1995, 2002: 109-158).
de las cofradías, alrededor de curas o Los cabildos indígenas continuaron
párrocos españoles que detectaban el funcionando hasta la revolución mexi-
poder en torno al culto católico y exigían cana de 19l0, cuando se implantaron
contribuciones monetarias o en mano dos instituciones políticas en los mu
de obra y productos agrícolas. nicipios indígenas, el ayuntamiento
Aunque hubo intentos para enfren- tradicional y el ayuntamiento consti-
tar el abuso colonial, los indígenas tucional, el primero regido por ancia-
nunca llegaron a realizar un movi- nos indígenas como una continuación
miento conjunto10 y la población ladina del antiguo cabildo, y el segundo por
mantuvo su privilegio, incluso con el secretarios ladinos que mantenían el
desplazamiento de algunos pobladores control mestizo sobre la población indí-
de la ciudad hacia las cabeceras indí- gena. En 1951 se fundó en San Cristó-
bal el primer Centro Coordinador
Tzeltal-Tzotzil, promovido por el Insti-
10
Dos revueltas merecen ser señaladas; en
1712 con la rebelión de indígenas tzeltales con-
tuto Nacional Indigenista (ini), con un
tra las autoridades religiosas y civiles en Can- programa que incluía la integración de
cuc y otras zonas cercanas de los Altos y la Selva la población indígena a la nación me-
y posteriormente, entre 1869 y 1870, la llamada diante la construcción de nuevas infra-
“guerra de castas” de indígenas tzotziles. Para
una mayor comprensión de ambas revueltas
estructuras educativas y sanitarias, la
véase J. P. Viqueira (2002: 201-258) y de J. Rus inversión en técnicas para el cultivo y
(1995a). la manufacturación, y la capacitación
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de jóvenes indígenas. La política indi- para los santos y rezar para la comuni-
genista formó jóvenes maestros indí- dad. Los mayordomos reciben el bas-
genas bilingües y promotores del tón de mando durante un año para
desarrollo y la salud que se incorpo regir y simbolizar su cargo. Dichos
raron a las filas de la burocracia re cargos son jerárquicos y se buscan po-
gional. Gradualmente tomaron las sibles candidatos con el suficiente
riendas del poder en sus municipios y prestigio y solvencia económica para
sustituyeron a los antiguos poderes y ostentarlos y ascender a las altas esfe-
cargos políticos, y se convirtieron en ras políticas y religiosas.11 En el último
valiosos aliados políticos del Partido escalón de difícil acceso se encuentran
Revolucionario Institucional (pri) que los principales, hombres ancianos que
detectaba el gobierno. Se legitima así han pasado por todos cargos políticos y
una nueva clase de dirigentes indíge- religiosos, y forman parte del “consejo”
nas, los cuales se convierten en repre- de autoridades más respetadas y con-
sentantes oficiales de las autoridades sultadas en el terreno de las tradicio-
tradicionales que se rigen por la “cos- nes y la costumbre indígena.
tumbre” y asumen los cargos principa- Las fiestas en honor a los santos se
les en el ayuntamiento constitucional, consideran parte esencial de la vida
legitimado por los gobiernos estatal y comunitaria y hay numerosos eventos
federal (Pineda, 1995; Rus, 1995b, que involucran a todo el municipio. A
2011; Viqueira, 1995). los santos castellanos se les piden fa-
En el caso específico de San Juan vores, se les ofrece gratitud por las pro-
Chamula, las elites mantienen en la mesas cumplidas, se les colocan velas
actualidad el control de gran parte de para orar y deben ser custodiados por
los territorios y parajes del municipio los mayordomos durante todo un año.
mediante cargos políticos y religiosos Se trata de nombramientos obligato-
que se alternan y entrelazan. Los car- rios para legitimar una membresía co-
gos políticos, como los de presidente munitaria y requieren gastar más de
municipal, regidores, jueces, escriba- lo que se tiene en los cuidados, celebra-
nos o policías, tienen la obligación de ciones y fiestas, a las que se invitan a
mantener el orden público, recaudar y representantes políticos y religiosos, y
administrar fondos, organizar labores a la comunidad en general. Mucha de
en la comunidad e impartir justicia, lo la población indígena que vive en estos
que les permite obtener beneficios y parajes está exenta de la participación
adquirir suficiente capital social para de estos costosos cargos por carecer de
ascender en la escala social. A este
aparato político se une un complejo sis- 11
En San Juan Chamula, el sistema de car-
tema de cargos, en el que las autorida- gos aparece en el siglo xix como una práctica re-
des políticas designan a una serie de ligiosa heredada de la época colonial y como
consecuencia de la legitimación de las estructu-
oficios masculinos religiosos, las ma- ras de poder caciquiles que se independizan de
yordomías, cuyas obligaciones son cui- las cofradías religiosas ladinas (Paniagua Mi-
dar y limpiar la iglesia, celebrar fiestas jangos, 2008; Viqueira, 2002: 47-74).
Rituales indígenas y otras escenificaciones turísticas en los Altos de Chiapas 41
los suficientes recursos económicos y social donde las elites imponen y de
contactos sociales para su acceso. Ade- fienden sus estructuras de poder asocia-
más, las rígidas estructuras indígenas das a una religión tradicional indígena.
no permiten rupturas que cuestionen En torno al ámbito sagrado y su repre-
su autoridad, lo que ha conducido a sentación ritual, los dirigentes alegan
violentas expulsiones de indígenas que a la defensa de la “costumbre” que no
se convierten al protestantismo u otras sólo les permite conservar sus intereses
religiones para enfrentarse al caci- económicos y caciquiles, sino legitima
quismo indígena persistente.12 La ex- una desigualdad de unos pocos ricos
pulsión por motivos aparentemente ante muchos pobres.
religiosos y más concretamente políti-
cos, esconde una rebelión interna de LA RUTA TURÍSTICA DE LO SAGRADO
algunos indígenas que se oponen a
contribuir con los pagos anuales para Uno de los mayores atractivos turísti-
las numerosas fiestas dedicadas a los cos de San Juan Chamula consiste en
santos y a la participación ritual me- observar algunos de los rituales que se
diante los obligatorios cargos religio- celebran en el interior de la iglesia
sos. Una buena parte de la población principal de San Juan Bautista. La
expulsada representa la más pobre y oferta turística de lo sagrado se ha or-
marginal del municipio, que vive de ganizado como una especie de peregri-
una agricultura de autoconsumo y no naje para el visitante y, antes de entrar
puede competir con las grandes exten- al recinto sagrado, los guías llevan a
siones de cultivo de los dirigentes y de los turistas por los lugares principales,
los comercios a gran escala, algunos les enseñan el cementerio y sus cruces
de los cuales están asociados a la ven- mayas de diferentes colores según la
ta de los objetos necesarios para las edad de los difuntos,13 recorre calles
ceremonias religiosas. El campo reli- con algunas fachadas de casas adorna-
gioso en San Juan Chamula se ha con- das con arcos de flores para exhibir un
vertido en un ámbito de lucha y conflicto cargo de mayordomía o se detienen en
alguna intersección de calles para en-
señar altares adornados con cruces es-
12
Desde la década de los setenta se produ-
cen conflictos político-religiosos en algunos mu-
tilo mayense de color verde. También
nicipios indígenas, principalmente en Chamula, recorren las numerosas tiendas de ar-
pero también en Chalchiuitán, Chenalhó, Mi- tesanía de la zona y de otros lugares,
tontic, Chanal, Pantelhó, Zinacantán, Amate- mientras los niños y las mujeres con
nango del Valle, Oxchuc o Venustiano Carranza.
Entre las religiones que profesan se encuentran
sus trajes tradicionales venden ámbar,
las iglesias Nacional Presbiteriana, Bautista, collares, bolsos, rebozos y huipiles en
Iglesia de Dios, Pentecostés, Iglesia Evangélica,
Adventistas del Séptimo Día, Testigos de Jeho- 13
Los colores de las cruces en el cementerio
vá, Sabático, Asamblea de Dios y Cristiana, y de están relacionados con la edad de los fallecidos:
reciente aparición la religión musulmana (Can- blanco para los recién nacidos, azul y verde para
tón Delgado, 1997; Melel Xojobal, 2000; Mor- los adolescentes y adultos, y negro para los an-
quecho, 1992: Robledo Hernández, 1997). cianos.
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cional, mezcla de un culto católico en y se les cuelgan espejos como “ojos jus-
honor a los santos con otras creencias ticieros”.
mayas, entre las que se encuentran las A los turistas se les permite la en-
ceremonias en cerros, cuevas y manan- trada al recinto siempre que no moles-
tiales, el reconocimiento de varias al- ten a los creyentes. De hecho, nadie
mas, junto a la práctica de curanderos mira a los visitantes, como si los loca-
y rezadores de los cerros.19 La iglesia es les hubieran pactado una indiferencia
el entorno propicio para crear la esce- ante su presencia, de vez en cuando
nificación del tiempo eterno, con el entran algunos mayordomos, hay can-
paso al mundo indígena como ese tos y oraciones, curaciones con gallinas
“otro” que práctica rituales antiguos y y refrescos, y creyentes que rezan y pi-
conserva una cultura ancestral más den plegarias. Al mismo tiempo, otros
sabia y natural que la del mundo ac- curanderos ofrecen sus servicios a los
tual urbano. Las explicaciones hablan visitantes que lo deseen y cobran por
de rituales mayas ante santos católi- sus servicios, por tomar el pulso y rea-
cos, en un recinto que actúa como si lizar limpias del cuerpo; soplando bebi-
fuera un gran hospital, donde se sanan das y rezando varias oraciones. En
los males del alma, más que del cuer- estas curaciones escenificadas no se
po, mediante “una tradición milenaria utilizan ni velas ni animales, y se reali-
en estrecho contacto con la naturale- zan en una esquina de la iglesia, una
za”. Para ello se requiere la interven- tras otra según la demanda de los tu-
ción de expertos en la materia y el ristas. Además, ante la salida de la
consumo de una gran variedad de obje- iglesia y ante la imposibilidad de to-
tos sagrados. Se habla de un sincretis- mar fotografías en casi todo el mu
mo religioso por la combinación de nicipio, se ofrecen pequeñas guías
prácticas y creencias mayas y católi- turísticas redactadas por los propios
cas; se cree en santos protectores pero mandatarios que explican la historia
a la vez en almas que abandonan cuer- local de sus tradiciones milenarias.
pos, que enferman y requieren la aten- También se venden postales económi-
ción de curanderos. Se utilizan objetos cas, incluidas las imágenes en el inte-
sagrados como velas o incienso y ofren- rior de la iglesia, que permiten al
das para los santos, así como refrescos turista llevarse algún recuerdo visual
por sus propiedades gaseosas que su- de la zona.
puestamente limpian el cuerpo, al Los turistas se nutren de los este-
igual que las gallinas y sus huevos. Los reotipos sobre lo que representa el in-
santos, por su parte, tienen trajes y dígena tradicional, y requieren de un
cara de europeos, pero se les colocan escenario adecuado para autentificar
adornos indígenas, se les bordan flores sus imaginarios y su propia experien-
cia turística. Los locales ofertan un es-
19
Datos obtenidos en el trabajo de campo
pectáculo con una ruta de escenarios
durante los viajes turísticos que se realizan dia- sagrados y rituales en el que caben
riamente en la cabecera de San Juan Chamula. múltiples actividades: curaciones, ple-
Rituales indígenas y otras escenificaciones turísticas en los Altos de Chiapas 45
torno (Graburn, 1989). Así, en el caso poder con personas que tienen una po-
de Chamula, los turistas aparecen aje- sición más privilegiada que otras y
nos e indiferentes a la realidad que es- ocupan un lugar destacado en la in-
tán viendo y la “vida local” se adorna dustria del turismo con amplios bene-
con tópicos exóticos ocultando la po- ficios simbólicos y económicos. Por eso
breza y marginación de sus habitan- la oferta turística de San Juan Chamula
tes: el alimento básico y escaso se no puede ser pensada únicamente como
convierte en particular, la vestimenta un producto mercantilizado, sin tener
de manta en exótica, las artesanías en en cuenta el papel que ocupan las elites
souvenirs, las casas de adobe sin infra- como parte de su legitimación política.
estructura interna en tradicionales, Son los que han seleccionado una ruta
las fiestas en expresiones comunales de lo sagrado como una estrategia con-
de equilibrio interno y los rituales de siderada adecuada para su presenta-
curación en expresión de una medicina ción social y los que han convertido la
alternativa más eficaz que los tra iglesia, como otros espacios frontales,
tamientos utilizados por la medicina en el lugar idóneo para exhibir y nego-
moderna. ciar su identidad, tanto hacia fuera
En Chamula ocurre una combina- como hacia dentro. Se presentan en un
ción de exhibición y presentación iden- espacio de “otredad” donde es permiti-
titaria en estos espacios frontales. Las do mostrar la diferencia, aunque para
personas que viven diariamente del ello han tenido que adaptarse, o más
turismo como guías, comerciantes o bien, apropiarse de un esencialismo
vendedores ambulantes, entre otros, estratégico (Spivak, 1988), del discurso
sobreviven y viven cotidianamente en institucional y de mercadotecnia turís-
estos espacios frontales con la venta y tica que representan al indígena casi
exhibición de su cultura e identidad. mítico, que conjuga pasado prehispáni-
Pero no se trata tan sólo de recalcar co, espiritualidad y conocimientos an-
que muchas personas escenifican y a cestrales. Pero en estos espacios donde
la vez viven en estos espacios fron la “otredad” es permitida, los indígenas
tales, sino de indagar si han podido se reapropian de este discurso esencia-
pasar de ser únicamente objeto de con- lista para posicionarse y utilizan una
sumo, de escenificación. Esto último construcción imaginada de su pasado
implica transformar ese espacio fron- para interpretarse en su presente.
tal en un ámbito estratégico para la Son, en el fondo, espacios híbridos
presentación externa, implica también construidos por el mercado y el consu-
tener legitimación y poder de decisión mo de mercancías y bienes simbólicos,
para permitir o prohibir la entrada de donde existen todo tipo de imaginarios
visitantes externos y distinguir los ele- e imágenes globales. Pero también son
mentos más emblemáticos para su espacios políticos, con una fuerte carga
presentación. simbólica para los locales, que les per-
Como hemos visto, este proceso de mite a algunos manifestar poderes y
agencia está inmerso en relaciones de posiciones, controlar recursos y mani-
Rituales indígenas y otras escenificaciones turísticas en los Altos de Chiapas 49