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RESUMEN
noción geográfica de “campo o terreno” hacia una vectorial telecomunicativa que permite
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Este artículo hace parte del trabajo de tesis doctoral titulado: Educación virtual: del discurso a las prácticas
pedagógicas. Estudio etnográfico en tres instituciones de educación superior en Colombia, elaborado como
requisito de grado para el programa “Teoría de la Educación y Pedagogía social” de la UNED-España. Dicho
estudio pretende adelantar un análisis de la relación entre educación superior y TIC, enfocándose para ello en
el estudio etnográfico de tres universidades colombianas: la universidad Pedagógica Nacional, la Universidad
Nacional Abierta y a Distancia y la Universidad Santo Tomas.
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INTRODUCCIÓN (Enfoque)
tantos enfoques metodológicos a partir de los cuales se han realizado análisis sobre este
y física del campo trabajada desde la etnografía clásica (Aguirre Baztán, 1995; Atkinson &
Hammersley, 1994; Velasco & Díaz de Rada, 1997) hacia una noción de campo vectorial y
Figaredo, 2007; Dominguez & Álvarez, 2012; Escobar A. , 2008; Hine C. , 2008; Turkle,
2007; Alone Together: Why we expect more from technology and less from each other,
escala analizado desde la introducción de los modelos educativos abiertos en los setenta en
Se plantea que dicha noción vectorial del territorio no está supeditada exclusivamente
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a los ambientes digitales sino que también integra los ambientes físicos. Dicha integración
realiza una breve descripción del contexto para el problema de la definición de un campo
del concepto de campo analizado desde tres momentos por los cuales atravesó la educación
especialmente con el distanciamiento del espacio físico como condicionante para las
relación con nuevas representaciones del espacio y del tiempo en el mundo educativo. El
condición fronteriza en análisis de problemas educativos. Esta última parte cierra el ciclo de
se ha entendido la existencia de ambientes digitales, la fusión que estos han realizado en las
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Contexto para la definición del problema de la noción de campo en la investigación
etnográfica
El punto de partida para describir esta ruta etnográfica es el reconocimiento de dos eventos
significativos comenzados el siglo pasado. El primero tiene que ver con la formalización en
1987; Foucault, 1971; Deleuze G. , 1988; Serres, 1997; Morin, 1995). Foucault identificó la
etnología1, junto con el Psicoanálisis, como uno de los campos contribuyentes en dicha
cultura propia en relación con las de otros sistemas culturales estudiados: “(…) No sólo
pueden prescindir del concepto del hombre, sino que no pueden pasar por él, ya que se
dirigen siempre a lo que constituye sus límites exteriores. (…) puede decirse lo que Lévi-
Strauss dijo de la etnología: que disuelven al hombre” (1971, pág. 368). El segundo está
teórico/metodológicamente esta fractura. Este hecho iniciado desde mediados del siglo XX
(Velasco & Díaz de Rada, 1997; Restrepo, 2006; Flórez, 2008). Dichas crisis resolvieron
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Es importante aclarar el sentido dado en la zona central de Europa al concepto etnología. Es el mismo
adjudicado en América a la Antropología cultural y recientemente al término etnografía, el cual inicialmente
se concebía como un paso inicial descriptivo metodológicamente hablando pero con el paso del tiempo se ha
comprendido como en proceso igualmente interpretativo equivaliéndolo con ello al sentido de la etnología
francesa desde la cual habla Foucault.
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un conjunto de discontinuidades que habían hiper-positivizado a la Antropología:
(Buber, 1967; Beorlegui, 1987), identificará tres grandes etapas que han resumido la
la pregunta Foucoltiana ¿Quiénes somos? (Beorlegui, 2004). Hubo que buscar al otro
durante mucho tiempo en las culturas más extrañas y distantes para volver a la sociedad
propia y así poder entender el sentido fronterizo y de multiplicidad dentro de ella misma
postura hacia el investigado (Geertz, 1997; Appadurai, 2001; Castro Gomez, 2000; 2005;
sobre el método y la manera en que este se puede usar en “campos” múltiples para entender
la diferencia cultural humana y las relaciones que produce (Hine C. , 2007; 2008; Mayans,
2006; Dominguez Figaredo, 2007; Dominguez & Álvarez, 2012). Esta es la ruta etnográfica
virtual (2007), expone una discusión acerca del deslinde de la etnografía en relación los
positivista de estos últimos y el sentido abierto y dinámico mantenido a lo largo del proceso
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culturales, materializados en discursos/mitos-prácticas/ritos y ambientes/territorios
en la tarea de develar permanentemente las fronteras con esos “otros” sistemas culturales y
sus crisis fueron producto de los intereses que atravesaban los análisis de dichas
observaciones fronterizas de las culturas. La noción de trabajo de campo hace parte de ello
El cambio de representaciones del mundo generado por las sociedades a raíz de las
transformaciones del último siglo ha comprometido todos los sistemas que la componen:
paso de una noción territorial cartográfica a una representación territorial con sentido
y nichos que generan un tipo de identidad. La intención de este artículo es tratar de delinear
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Sin embargo es importante aclarar que la etnografía y la antropología en general fueron un instrumento
misional y colonialista con los cronistas (protoantropologos de los siglos XV, XVI y XVII) y positivista en
los antropólogos de los siglos XVIII, IXX y XX. Vivió cinco siglos de tensión en la observación de múltiples
sistemas culturales antes de distanciarse finalmente del positivismo que caracteriza los modelos cualitativos
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Colombia, a partir de 1991, se instaura un discurso de la diversidad étnica y cultural de esta
había cambiado. De los Estados Westfelianos con una identidad territorial definida pasamos
institucional (Kimlicka, 2007 (2009)). Organismos del ámbito global como el FMI, BM,
BID, UNESCO, ONU etc. Pasaron a generar lineamientos de política sobre procesos y
similar. Los dos escenarios anteriores articulados dentro de discursos con múltiples
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intereses atravesaron la antigua corporatividad de la universidad para convertirla en un
sistema cultural integrado en un eje global /local a escalas diferenciadas; esto significa: un
asociación de universidades en comunicación con una política que recoge elementos de uno
e internacionales>. Rama expresa este fenómeno como “(…) una nueva modalidad
educativa, que tiene escalas diferenciadas, que no tiene fronteras, que permite un
fraccionamiento de los procesos educativos localizando en un país las tutorías, en otro los
softwares o hardwares, en otros los alumnos o los profesores, en una lógica que permite
aprendizaje, centrado en la figura catedrática del docente, aunque tuvo experiencias desde
comienzos del siglo XX, tomo fuerza y empezó a deslocalizarse en Colombia desde
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programas de educación desescolarizada, abierta y a distancia (EAD) (García Aretio, 1999).
generar diferentes discursos, sujetos de dichos discursos y nichos para su desarrollo. Una
Consejo de provincia de San Luis Beltrán de Colombia, “como una respuesta a las
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el primer programa de Educación Superior a Distancia totalmente desescolarizado”. (Pita
T, 2006, pág. 94). Ya en 1976, esta universidad comienza la estructuración de una unidad
parte del desarrollo curricular de los programas presenciales de la universidad: “El primer
regionalizar los programas y carreras universitarias en los principales centros urbanos y las
regiones más apartadas del país (desde 1975) (…) organizados en torno a seminarios
una incipiente tecnología educativa, romper con la idea de claustro que había acompañado a
su oferta educativa durante casi 500 años en Bogotá “la tomística del nuevo reino de
granada, definida como Universidad de Estudio General por la Bula Fundacional de 1580”
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se dedicó más bien a fortalecer la práctica educativa dentro de la modalidad presencial no
sin advertir sobre el riesgo de la corriente de “Tecnología educativa” que se imponía para el
momento (UPN, 2006; Martínez Boom, 2004). Este silencio estuvo relacionado con la
momento: “Aparte de las limitaciones en el acceso por parte de los alumnos de estratos
sociales bajos o medios, hay todavía reservas sobre la eficacia de las metodologías no
presenciales” (Lopera, 2002) y del desplazamiento que esta hacía del sujeto docente como
del quehacer docente: “los técnicos del ministerio de educación” quienes obsesionados por
V, 2006, pág. 102). Para la UPN, según la ley general de educación se identificaban tres
prioridades nacionales” (Presidencia de la República, 1980, pág. Art. 136), hecho que bajo
la interpretación del sistema universitario UPN, se consideró propicio para fortalecer una
poder con asiento físico en la escuela pero con proyección social y cultural hacia entornos
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Por un lado, se focalizó en desarrollar un arduo trabajo para fundamentar la
pedagogía como un campo disciplinar más que un campo de apoyo transversal a las
concepción de los medios como objetos instrumentales (el texto, los útiles escolares, el
exclusiva la mediación, bien sea con el uso de medios o a través de la cátedra magistral:
“De una importancia fundamental y como un gesto histórico sin precedentes en América
Latina se ha señalado el hecho de haber convocado al trabajo conjunto por los ideales del
Educación Popular, como a los maestros llamados de “tiza y tablero”. (Tamayo V, 2006,
pág. 106).
de un lado, por una universidad privada Bimodal (USTA) cuya proyección regional
intermedias del país y del otro, por una universidad pública (UPN) caracterizada por dos
circunstancias relevantes para el estudio; Una universidad de corte nacional pero con una
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Federación Colombiana de Educadores 12
Distancia y presencia en la noción de “campo”: semipresencialidad y transición
al interior de estas. Desde los años 70, en el ámbito internacional son significativas las
educación superior (García Aretio, 1994; 1999; García Aretio, Ruiz Corbella, &
Dominguez Figaredo, 2007; García Aretio, 2011). Para el caso colombiano tres
En muchos casos en la lógica de los sistemas culturales ocurre que la práctica y sus
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educación superior Colombiana estuvo precedido por las prácticas de Educación de Adultos
desde 1942 con las escuelas radiofónicas de Sutatenza1 y que se articulaban en un eje
local/global del discurso sobre la relación entre sujetos y educación planteada por la
institucionales nacionales muchos años más tarde (Gonzalez B, 2006; Sarmiento M, 2007;
Facundo, 2008).
distancia del Estado hace presencia en tres momentos Inicialmente, crea la “Unidad
con el decreto 2412 de 1982. (Presidencia de la República de Colombia, 1982, pág. Art. 1)
creación fue el resultado de una presión generada por comunidades del sur de la ciudad
organizadas en las tradicionales Juntas de Acción Comunal barrial que con apoyo de
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Provincia del Departamento de Boyacá, Colombia. 14
poblaciones de adultos excluidos del sistema. Era la metafora más específica y precisa de la
orden nacional, con domicilio en la ciudad de Bogotá, y con sede en el sur de la ciudad.
investigadores como el profesor García Aretio han descrito con amplia sistematicidad y
continuidad sobre la EAD (García Aretio, 2011). Era inicialmente considerada un filtro
como marginales por el gobierno de turno; una población extramuros del sistema educativo
adicionalmente un representante de las Juntas de Acción comunal del sur de Bogotá; para
su elección se demarcó lo que se debía considerar el territorio Sur de la ciudad a través del
decreto 1782 de 1987: “Los presidentes de las juntas de Acción Comunal, tendrán derecho
a elegir el representante de la comunidad de los barrios del sur para el Consejo Superior de
la Unidad Universitaria del Sur de Bogotá, los cuales corresponden a los barrios situados al
perder su calidad de representante, entre otras causas, por: “cambio en la residencia de los
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Indudablemente, en la geografía urbana bogotana, el sur de la ciudad representa el sector de la ciudad con
menos recursos económicos, reducidas o nulas posibilidades de acceso a servicios públicos (Salud, agua
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Gobierno, 1987, págs. art. 6, Num. 2)
problema de desplazamiento del campo espacial a un campo temporal, del cual sus
semipresencialidad.
La dimensión del campo universitario estudiado, aunque tenía una base fuertemente
regionales de Educación a Distancia en varios sitios del país- estaba soportada ahora
territorio físico y simbólico de estas universidades se había expandido y tenía una noción de
además de la depreciación a la que fue sometida por parte de las propias instituciones que
11).
partir de los 80, el concepto de distancia en el mundo educativo universitario. Sin embargo
La EAD, que en 1982 se definió como “conjunto de actividades (…) de acuerdo con planes
1
Vicerrector académico y de Medios y mediaciones de la UNAD años 2003-2009.
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emprender dicha extensión símbolica del nuevo territorio educativo se realiza a través de
varias estrategias: En primer lugar se crean los centros regionales, zonales o locales de
atención a estudiantes de dicha oferta educativa, estos centros son creados bajo la
calidad de seccionales: Las Instituciones de Educación Superior que, con autorización del
centros regionales, zonales o locales, para prestación de servicios a los usuarios de tales
persona para aprender por sí misma los contenidos de la Educación Superior, siempre que
tenga las suficientes aptitudes intelectuales y los hábitos personales de estudio, constancia y
cartografía del proceso queda clarificada de la siguiente manera: el centro creado por la
sentido la universidad hace presencia con cada estudiante que formaliza su proceso
central del proceso educativo y la manera como este puede funcionar es en la presencia. La
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semipresencialidad surge entonces para subsanar esta discontinuidad entre una idea de
entiende como un salto hacia el cuerpo del estudiante/aprendiz como gestor de su propio
aprendizaje:
habitualmente no es presencial sino mediatizada, a través del uso de uno o varios medios de
mayor flexibilidad a las circunstancias de lugar y tiempo del alumno, hace posible un
creado en los 80 afirmo los centros administrativos regionales, zonales o locales para la
escenarios esencialmente académicos. Esto se rompió en 1997 con la ley 396 de 1997, la
Bogotá y le da cobertura nacional (hecho que ya venía ocurriendo pues UNISUR desde
mediados de los 80, comenzó a crear centros regionales a lo largo y hancho del país). La
cuales podrá ofrecer sus programas en las modalidades presencial y a distancia” (Congreso
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de Colombia, 1997, pág. Art.1). Pero más allá de que esto represente el caso específico de
semipresencialidad aparece entonces para paliar ese nefasto lugar fronterizo. El concepto de
disposiciones:
debe garantizar una presencialidad no inferior al cincuenta por ciento (50%) de las horas de
1
El subrayado es mío
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absolutamente claro que el enunciado habla de tres metodologías educativas.
producido numeroros estudios de orden global (García Aretio, Ruiz Corbella, &
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Como plantea el profesor Salazar, la duda sobre el sentido, calidad y eficacia de la
metodología EAD, surgió desde los principios de su aplicación en los 70. Al comienzo de
este trabajo se describió como la UPN realiza una crítica fortisima al modelo de tecnología
educativa que sirve como marco para la incursión de los programas de EAD en el país. Los
intensivo de mediaciones tecnológicas para que este fuera posible en el ámbito de la gestión
autonóma del estudiante (Rama C. , 2004) y por el otro, estudios que afirmaban
abiertamente la duda cientifica sobre los alcances, resultados y calidad de los programas
que, desde los 70, existían experiencias consolidadas en el ramo de la informática educativa
entendida como una educación presencial impartida con un alto apoyo de tecnologías
informáticas (Maldonado & Maldonado, 2000), hecho que para algunos expertos imprimía
un sesgo en el uso de TICs dentro de procesos educativos que no era claro (Angel, 2004).
En el ámbito nacional el debate se prendió aún más con la ruptura que hace la UNAD de su
tradicional modelo de EAD para incursiónar en una nueva representación de la EAD con
que plantea la ruptura se lee así: “El macroproblema formulado indica que la UNAD
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También se describe a la “semipresencialidad” como una práctica discursiva nociva
para la afirmación de una identidad en EAD: “Son conocidas las denominaciones que se le
educación a distancia con apoyo semipresencial” (Salazar, 2004). Para Ángel Facundo,
“La tecnología existente hasta hace unos años permitía hablar de una forma
impartidos. El aula tradicional dio paso al aula virtual y con ella al acercamiento de la
pág. Parraf. 3 y 5)
informática educativa concuerdan con esta ruptura que ocasiona la incursion de los
ambientes digitales en los antiguos proceos de EAD. Si bien esta metodología utilizaba una
que la habia sumergido en las tormentosas aguas del vacío representado en la distancia, casí
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como un antivalor opuesto a los positivos valores de la presencia, la materialización física
maldonado, director del grupo TECNICE de la UPN con respecto al concepto de distancia,
Uno está con artefactos acercándose, uno no se está alejando, entonces para que pone como
(Maldonado, 2007)
En esta posición crítica del profesor Maldonado tienen mucho que ver los debates
radicales generados al interior de la UPN. Los noventa fueron para esta universidad una
“(…) la Pedagógica lo que tuvo fue una resistencia fuerte y por eso no quería
hizo fue marcar diferencias significativas entre lo que era la tecnología educativa y la
educación, por eso fue tan difícil la entrada, no de esta propuesta tecnológica, si no que la
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universidad entrara a considerar que esos programas podían ser en modalidad a distancia”
(Rozo, 2008)
lado, denuncian la historia de la presión ejercida sobre esta, a través de retoricas y prácticas
de enseñanza en las cuales, la cátedra del docente imponía el orden en el universo educativo
otro lado, empoderan el discurso del aprendizaje como nueva grámatica de la universalidad
ahora de la otra orilla, es decir, desde la educación a distancia, en una especie de <relevo>
2004).
Se puede decir que la historia de los ambientes es la historia de las fronteras, de los
del choque de construcciones simbólicas. Más que de lugares, la frontera propone una
lugares.
1
Vicerrector de Mediaciones tecno pedagógicas de la UNAD
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El mundo de la Educación Superior Nacional asiste a la instauración de una práctica
conocimiento y al cuerpo del estudiante como sujeto que accede a cualquier rincon de ella
por intermedio de vectores telecomunicativos en una gran red virtual que conecta ambientes
físicos y digitales.
“Al mismo tiempo se han generado otros elementos más ideológicos como las teorías de la
directa, en donde la palabra del maestro es la palabra, la mirada del maestro. Lo que yo
entonces, esa colocación opera en términos mecánicos como ese proceso humanizado de
formación. Esos procesos puede observarlos uno todavía en la UNAD, a pesar de que es
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una institución de educación a distancia, en muchos de sus docentes y tutores” (Salazar,
2007).
unos ambientes que constituyen el sistema de sentido de nuevos sujetos no se hace esperar
tienen aulas ni sillas ni alumnos que asistan a clase. Se trata de espacios cibernáuticos en
los cuales los alumnos que se matriculan reciben una cuenta de correo electrónico y la
universidad. Esta Universidad es la que desarrolla y ofrece todos sus servicios a través de
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Maldonado en sus dialogos con la UNAD acerca de la relación entre virtualidad y
educación:
“La educación no está representada cuando uno está educando, lo que está
representando es alguna realidad diferente a la educación, uno está hablando, que se yo, de
ciencias agrarias, está representado es otra cosa, pero el sujeto no está representado allí, la
educación que hablamos, está mal dicha como educación virtual, la educación en escenarios
virtuales si tiene sentido en algo, porque se ha hecho investigación de cómo los ambientes
virtuales, la interacción con ambientes virtuales modifica las imágenes en cualquier parte
del mundo, las posibilidades de acción del mundo, por ejemplo un experimento de un
trabajo que se hizo, la ciudad turística, aquí hicimos una con el parque del café, a ver si las
personas que veían el parque del café de manera virtual, el parque virtual del café, eran
capaces de ir luego al parque del café y navegar por el parque del café, podían salir luego a
las calles de su origen y no perderse (…) los resultados han sido positivos” (Maldonado,
2007).
entender que las líneas de frontera siempre están en permanente dinámica y que allí se tejen
eclipsada por el espacio físico de la geografía, para entender la noción de campo planteada
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en esta investigación. Es decir, el territorio en la perspectiva etnográfica se constituye en un
transición de un campo caracterizado cada vez con más fuerza como un archipiélago de
permitió abordar la aparente discontinuidad entre ambientes físicos y digitales, así como
entender el debate ontológico producido en relación con dichos conceptos, ello permitió
que el “campo” no se entendiera como una unidad continúa en una especificidad espacio-
temporal y por el contrario permitió entenderlo como una representación materializada por
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