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VIAS BILIARES
Las vías biliares extrahepáticas se disponen cubiertas por la cara visceral del
hígado, en la parte derecha del espacio supramesocólico, la parte final se
encuentra en el espacio retroperitoneal secundario detrás del complejo duodeno
pancreático.
Los canalículos biliares intrahepáticos convergen sobre las ramas de origen del
conducto hepatocolédoco, los conductos hepato colédoco, los conductos
hepáticos derecho e izquierdo, los cuales emergen por el hilio hepático.
Está constituido por 2 conductos biliares sectoriales: el ramo medial que drena el
segmento IV y el ramo lateral que drena los segmentos II y III.
CONDUCTO COLÉDOCO
Conducto biliar común, que se forma en el borde libre del omento menor por la
unión del conducto cístico y el conducto hepático común.
Este conducto desciende posterior a la porción superior del duodeno, y se sitúa en
un surco en la cara posterior de la cabeza del páncreas.
Tiene un grosor de lapicero y una longitud de 6-8 cm, sigue la dirección del
conducto hepático describiendo una curva cóncava hacia la derecha.
En el lado izquierdo de la porción descendente del duodeno, entra en contacto con
el conducto pancreático principal.
Los 2 conductos discurren oblicuamente a través de la pared de esta porción del
duodeno, donde se unen para formar la ampolla hepatopancreática (ampolla de
Vater).
La porción distal de la ampolla desemboca en el duodeno a través de la papila
duodenal mayor.
En su trayecto descendente se distinguen 4 porciones:
RETROPANCREÁTICA:
SUPRADUODENAL: RETRODUODENAL:
El colédoco se dispone por detrás de la
Desciende por el borde libre del El colédoco abandona el omento cabeza del páncreas, en la que excava
omento menor formando parte del menor y se coloca por detrás de la un canal. En este trayecto el colédoco
pedículo hepático, con la vena primera porción del duodeno, a la se aproxima a la parte media de la
porta detrás y la arteria hepática derecha de la arteria segunda porción del duodeno,
propia a su izquierda gastroduodenal dibujando un triángulo “TRIÁNGULO
INTERPORTOCOLÉDOCO”
TERMINAL:
El músculo circular que rodea el extremo distal del conducto colédoco se engruesa
para formar el esfínter del conducto colédoco.
Cuando se contrae, la bilis no puede entrar en la ampolla ni en el duodeno y la bilis
regresa hacia la vesícula biliar a través del conducto cístico, para ser concentrada y
almacenada.
ARTERIAS
LINFÁTICOS
Los vasos linfáticos del conducto colédoco pasan hacia los nódulos linfáticos
císticos, cerca del cuello de la vesícula biliar, el nódulo del foramen omental y los
nódulos linfáticos hepáticos.
Los eferentes del conducto colédoco pasan hacia los nódulos linfáticos celíacos.
Esta constituida por una capa mucosa, una capa muscular, una capa
subserosa y una serosa peritoneal.
MUCOSA:
MUSCULAR:
Es muy irregular. Fibras lisas entremezcladas con haces de colágeno y de elastina; hacia el
fondo de la vesícula predominan las fibras longitudinales. Esta mantiene el tono de la
pared y se adapta al grado de repleción.
SUBSEROSA:
Es una envoltura conectiva perimuscular rica en vasos y nervios.
CONDUCTO CÍSTICO
VARIACIONES:
Las variaciones de las vías biliares tienen gran importancia clínica
a)Vesícula biliar:
b)Conducto cístico:
IRRIGACIÓN ARTERIAL
DRENAJE VENOSO
El drenaje venoso del conducto cístico y el cuello de la vesícula biliar fluye por las
venas císticas.
Estas son venas pequeñas y múltiples, que pasan de forma directa hacia el hígado
o drenan en el hígado a través de la vena porta hepática, después de unirse a las
venas que drenan los conductos hepáticos y el conducto colédoco proximal.
LAS VENAS DEL FONDO Y EL CUERPO DE LA VESÍCULA BILIAR
Pasan directamente a la cara visceral del hígado y drenan en los sinusoides
hepáticos.
El drenaje de un lecho capilar (sinusoidal) a otro constituye un sistema porta
adicional.
DRENAJE LINFÁTICO
Mediante las cuales el sistema venoso porta se comunica con el sistema venoso
sistémico, se forman en la submucosa del esófago inferior, en la submucosa del
conducto anal, en la región paraumbilical y en las caras posteriores (áreas
desnudas) de las vísceras secundariamente retroperitoneales, o del hígado.
Cuando la circulación portal a través del hígado está disminuida u obstruida, la
sangre del tubo digestivo todavía es capaz de llegar al lado derecho del corazón
por la VCI a través de estas vías colaterales.
Las rutas alternativas pueden utilizarse por que la vena porta hepática y sus
tributarias no tienen válvulas, la sangre puede fluir en dirección inversa a la VCI.
El volumen de sangre redirigido a través de las rutas colaterales puede resultar
excesivo y provocar la aparición de varices.