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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL

DE LOS LLANOS OCCIDENTALES


EZEQUIEL ZAMORA
BARINAS

DERECHO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO.

JURISDICCIÓN CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVO.

PROF: INTEGRANTES:

DARLYNG CAMEJO ALANDETE YULIBET V 25270391


GIL FRANKY. V: 15181669
MOLINA MARIA. V: 25450519
3er AÑO: DERECHO.
SECCION: M-01

MAYO 2018.
INTRODUCCION.

La jurisdicción contencioso administrativo es un sistema de control de la actividad


de los poderes públicos en el ejercicio de sus potestades y privilegios, para
someter su actuación a la legalidad y al derecho. El sistema contencioso
administrativo exhibe tres elementos esenciales, a saber: el órgano, la materia y el
procedimiento. Al respecto, la materia contencioso-administrativa es el elemento
importante en todo sistema ya que impone la intervención de la jurisdicción
contencioso-administrativa. Cabe destacar, que nuestra Constitución de 1999
(artículo 259) define cuál es el objeto de la jurisdicción contencioso-administrativa,
es decir, que en Venezuela, el contenido de la materia contencioso-administrativa
ha sido obra del constituyente. Además de tener rango constitucional, en nuestro
régimen jurídico, es la única jurisdicción atribuida al Poder Judicial que se
encuentra consagrada en una norma constitucional. Se trata así de una
competencia especializada que corresponde a ciertos y determinados Tribunales,
a la cual están sometidas determinadas personas de derecho administrativo. Lo
que caracteriza a la jurisdicción Contencioso-Administrativa es la preexistencia de
tribunales que conozca y resuelva, los litigios que surjan entre los administrados y
la Administración Pública, sin que por ello signifique invadir la competencia o
parcela de poder del ente Administrativo. Conoce de todos los actos, omisiones,
vías de hechos (actuaciones) de la Administración Pública. Del mismo modo
conoce de los actos dictados por particulares en el ejercicio de función pública o
cuando estén embestidos de función pública. En otras palabras todos los actos
administrativos por la Administración Pública en función normativa y jurisdiccional
o por órganos del Estado distintos a la Administración Pública y entes de derecho
privados o públicos pueden ser sometidos al control judicial de legalidad y
constitucionalidad por parte de los órganos que ejercen la jurisdicción
Contencioso-Administrativa. La jurisdicción contencioso administrativa juzga al
Estado u otras entidades oficiales, es decir demanda o es demandado por los
particulares a quienes ha afectado algún acto administrativo. Siendo el Tribunal
Supremo de Justicia, el órgano judicial competente, además de ser el máximo
sentenciador de la República y le confiere las siguientes competencias: A) Anular
los Actos Administrativos generales o individuales contrarios a derecho incluso
por desviación de poder. B) Compensar los daños y perjuicios, originados en la
responsabilidad de la administración. C) Conocer de reclamos por la prestación de
servicios públicos. D) sustituir la situación jurídica subjetiva lesionada por la
actividad administrativa. Esta consagrado en la Ley Orgánica del Tribunal
Supremo de Justicia, dado a que este es el máximo sentenciador de la Republica
garante de la supremacía y efectividad de las normas y principios constitucionales.
Los recursos contenciosos administrativos son los medios de impugnación de
actos administrativos en vía judicial.
LA JURISDICCIÓN CONTENCIOSO ADMINIATRATIVO.

La Jurisdicción Contencioso Administrativa en Venezuela puede definirse como un


conjunto de órganos judiciales o jurisdiccionales especializados, encargados de
controlar la legalidad y legitimidad de los actos, hechos u omisiones así como las
relaciones jurídico-administrativas entre los Administrados y la Administración
Pública en todos sus niveles.

La norma fundamental que consagra esta especial jurisdicción en Venezuela, se


encuentra contenida en el artículo 259 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, aprobada por referéndum popular el 15 de diciembre de
1999, (antes artículo 206 de la Constitución de 1961), cuyo texto es el siguiente:

Artículo 259. "La jurisdicción contencioso administrativa corresponde al Tribunal


Supremo de Justicia y a los demás tribunales que determine la ley. Los órganos
de la jurisdicción contencioso administrativa son competentes para anular los
actos administrativos generales o individuales contrarios a derecho, incluso por
desviación de poder; condenar al pago de sumas de dinero y a la reparación de
daños y perjuicios originados en responsabilidad de la Administración; conocer de
reclamos por la prestación de servicios públicos; y disponer lo necesario para el
restablecimiento de las situaciones jurídicas subjetivas lesionadas por la actividad
administrativa.".

Con base en esta disposición Constitucional fundamental, se construyó en


Venezuela la teoría del contencioso-administrativo, destacándose la
constitucionalizarían del derecho administrativo, y con arreglo a esta teoría
elaborada por la jurisprudencia tanto de la extinta Corte Federal y de Casación
como de la extinta Corte Suprema de Justicia y desarrollada por la doctrina
nacional, se elaboró la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia de 1976, hoy
derogada por la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia de 2004.

Esta Jurisdicción Contencioso Administrativa puede definirse como la


encargada de velar porque los actos, hechos y omisiones de la Administración
Pública y los Administrados, estén apegados a los principios de legitimidad y
legalidad, valiéndose para ello, de los distintos órganos judiciales y
jurisdiccionales, que tienen la responsabilidad de controlar estas relaciones
administrativas y jurídicas en todos los niveles.
En síntesis, la Jurisdicción Contencioso Administrativa, representa una garantía de
la aplicación del Principio de Legalidad de la Administración Pública en todos sus
niveles, vale decir, Nacional, Estadal y Municipal.
La jurisdicción contencioso administrativa establecida en el artículo 259 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en cuyo texto ut supra
transcrito, establece que: "La jurisdicción Contencioso Administrativa corresponde
al Tribunal Supremo de Justicia y a los demás Tribunales que determine la ley…".
Resulta evidente entonces que el texto legal al cual alude el Constituyente, no es
otro que la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia.

COMPETENCIA DE LA JURISDICCIÓN CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO.


(Art. 9 LOJCA):

1. Las impugnaciones que se interpongan contra los actos administrativos de


efectos generales o particulares, incluso por desviación de poder.

2. De la abstención o la negativa de las autoridades a producir un acto al cual


estén obligados por la ley.

3. Las reclamaciones contra las vías de hecho atribuidas a los órganos del
Poder Público.

4. Las pretensiones de condena al pago de sumas de dinero y la reparación


de daños y perjuicios originados por responsabilidad contractual o
extracontractual de los órganos que ejercen el Poder Público.

5. Los reclamos por la prestación de los servicios públicos y el


restablecimiento de las situaciones jurídicas subjetivas lesionadas por los
prestadores de los mismos.

6. La resolución de los recursos de interpretación de leyes de contenido


administrativo.

7. La resolución de las controversias administrativas que se susciten entre la


República, algún estado, municipio u otro ente público, cuando la otra parte
sea alguna de esas mismas entidades.

8. Las demandas que se ejerzan contra la República, los estados, los


municipios, los institutos autónomos, entes públicos, empresas o cualquier
otra forma de asociación en las cuales la República, los estados, los
municipios o cualquiera de las personas jurídicas antes mencionadas
tengan participación decisiva.

9. Las demandas que ejerzan la República, los estados, los municipios, los
institutos autónomos, entes públicos, empresas o cualquier otra forma de
asociación, en la cual la República, los estados, los municipios o cualquiera
de las personas jurídicas antes mencionadas tengan participación decisiva,
si es de contenido administrativo.

10. Las actuaciones, abstenciones, negativas o las vías de hecho de los


consejos comunales y de otras personas o grupos que en virtud de la
participación ciudadana ejerzan funciones administrativas.

11. Las demás actuaciones de la Administración Pública no previstas en los


numerales anteriores.

Competencias de la Sala Político-Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia


(Art. 23 LOJCA):

1. Las demandas que se ejerzan contra la República, los estados, los


municipios, o algún instituto autónomo, ente público, empresa o cualquier
otra forma de asociación, en la cual la República, los estados, los
municipios u otros de los entes mencionados tengan participación decisiva,
si su cuantía excede de setenta mil unidades tributarias (70.000 U.T.),
cuando su conocimiento no esté atribuido a otro tribunal en razón de su
especialidad.

2. Las demandas que ejerzan la República, los estados, los municipios, o


algún instituto autónomo, ente público, empresa o cualquier otra forma de
asociación, en la cual la República, los estados, los municipios o cualquiera
de los entes mencionados tengan participación decisiva, si su cuantía
excede de setenta mil unidades tributarias (70.000 U.T.), cuando su
conocimiento no esté atribuido a otro tribunal en razón de su especialidad.

3. La abstención o la negativa del Presidente o Presidenta de la República, del


Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva de la República, de los
Ministros o Ministras, así como de las máximas autoridades de los demás
órganos de rango constitucional, a cumplir los actos a que estén obligados
por las leyes.
4. Las reclamaciones contra las vías de hecho atribuidas a las altas
autoridades antes enumeradas.

5. Las demandas de nulidad contra los actos administrativos de efectos


generales o particulares dictados por el Presidente o Presidenta de la
República, el Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva de la
República, los Ministros o Ministras, así como por las máximas autoridades
de los demás organismos de rango constitucional, si su competencia no
está atribuida a otro tribunal.

6. Las demandas de nulidad que se ejerzan contra un acto administrativo de


efectos particulares y al mismo tiempo el acto normativo sub-legal que le
sirve de fundamento, siempre que el conocimiento de este último
corresponda a la Sala Político-Administrativa.

7. Las controversias administrativas entre la República, los estados, los


municipios u otro ente público, cuando la otra parte sea una de esas
mismas entidades, a menos que se trate de controversias entre municipios
de un mismo estado.
8. Las controversias administrativas entre autoridades de un mismo órgano o
ente, o entre distintos órganos y entes que ejerzan el Poder Público, que se
susciten por el ejercicio de una competencia atribuida por la ley.

9. La apelación de los juicios de expropiación.

10. Las demandas que se interpongan con motivo de la adquisición, goce,


ejercicio o pérdida de la nacionalidad o de los derechos que de ella derivan.

11. Las demandas que se ejerzan con ocasión del uso del espectro
radioeléctrico.

12. Las demandas que le atribuyan la Constitución de la República o las leyes


especiales, o que le correspondan conforme a éstas, en su condición de
máxima instancia de la Jurisdicción Contencioso- Administrativa.

13. Las demás demandas derivadas de la actividad administrativa desplegada


por las altas autoridades de los órganos que ejercen el Poder Público, no
atribuidas a otro tribunal.
14. Las causas que se sigan contra los representantes diplomáticos
acreditados en la República, en los casos permitidos por el derecho
internacional.

15. Las apelaciones de las decisiones de los Juzgados Nacionales de la


Jurisdicción Contencioso- Administrativa y de las consultas que le
correspondan conforme al ordenamiento jurídico.

16. El avocamiento, de oficio o a petición de parte, sobre algún asunto que


curse en otro tribunal cuando sea afín con la materia administrativa.

17. Los juicios en que se tramiten acciones conexas, cuando a la Sala Político
Administrativa le esté atribuido el conocimiento de alguna de ellas.

18. Del Recurso Especial de Juridicidad, de conformidad con lo establecido en


esta Ley.

19. Los conflictos de competencia que surjan entre los tribunales de la


Jurisdicción Contencioso- Administrativa.

20. Las consultas y recursos de regulación de jurisdicción.

21. Los recursos de interpretación de leyes de contenido administrativo.

22. Los juicios sobre hechos ocurridos en alta mar, en el espacio aéreo
internacional o en puertos o territorios extranjeros tramitados en la
República, cuando su conocimiento no estuviese atribuido a otro tribunal.

23. Conocer y decidir las pretensiones, acciones o recursos interpuestos, en el


caso de retiro, permanencia, estabilidad o conceptos derivados de empleo
público del personal con grado de oficiales de la Fuerza Armada Nacional
Bolivariana.

24. Las demás causas previstas en la ley.

Competencia de los Juzgados Nacionales de la Jurisdicción Contencioso


Administrativa (Art. 24 LOJCA):

1. Las demandas que se ejerzan contra la República, los estados, los


municipios, o algún instituto autónomo, ente público, empresa o cualquier
otra forma de asociación, en la cual la República, los estados, los
municipios u otros de los entes mencionados tengan participación decisiva,
si su cuantía excede de treinta mil unidades tributarias (30.000 U.T.) y no
supera setenta mil unidades tributarias (70.000 U.T.), cuando su
conocimiento no esté atribuido expresamente a otro tribunal, en razón de su
especialidad.

2. Las demandas que ejerzan la República, los estados, los municipios, o


algún instituto autónomo, ente público, empresa o cualquier otra forma de
asociación, en la cual la República, los estados, los municipios u otros de
los entes mencionados tengan participación decisiva, si su cuantía excede
de las treinta mil unidades tributarias (30.000 U.T.) y no supera setenta mil
unidades tributarias (70.000 U.T.), cuando su conocimiento no esté
atribuido a otro tribunal en razón de su especialidad.

3. La abstención o la negativa de las autoridades distintas a las mencionadas


en el numeral 3 del artículo 23 de esta Ley y en el numeral 4 del artículo 25
de esta Ley.

4. Las reclamaciones contra las vías de hecho atribuidas a las autoridades a


las que se refiere el numeral anterior.

5. 5. Las demandas de nulidad de los actos administrativos de efectos


generales o particulares dictados por autoridades distintas a las
mencionadas en el numeral 5 del artículo 23 de esta Ley y en el numeral 3
del artículo 25 de esta Ley, cuyo conocimiento no esté atribuido a otro
tribunal en razón de la materia.

6. Los juicios de expropiación intentados por la República, en primera


instancia.

7. Las apelaciones de las decisiones de los Juzgados Superiores Estadales


de la Jurisdicción Contencioso Administrativa y de las consultas que les
correspondan conforme al ordenamiento jurídico.

8. Las demandas derivadas de la actividad administrativa contraria al


ordenamiento jurídico desplegada por las autoridades de los órganos que
ejercen el Poder Público, cuyo control no haya sido atribuido a la Sala
Político-Administrativa o a los Juzgados Superiores Estadales de la
Jurisdicción Contencioso-Administrativa.

9. Las demás causas previstas en la ley.


Competencia de los Juzgados Superiores Estadales de la Jurisdicción
Contencioso- Administrativa (Art. 25 LOJCA).

1. Las demandas que se ejerzan contra la República, los estados, los


municipios, o algún instituto autónomo, ente público, empresa o cualquier
otra forma de asociación en la cual la República, los estados, los municipio
u otros de los entes mencionados tengan participación decisiva, si su
cuantía no excede de treinta mil unidades tributarias (30.000 U.T.), cuando
su conocimiento no esté atribuido a otro tribunal en razón de su
especialidad.

2. Las demandas que ejerzan la República, los estados, los municipios, o


algún instituto autónomo, ente público, empresa o cualquier otra forma de
asociación en la cual la República, los estados, los municipios u otros de los
entes mencionados tengan participación decisiva, si su cuantía no excede
de treinta mil unidades tributarias (30.000 U.T.), cuando su conocimiento no
esté atribuido a otro tribunal en razón de su especialidad.

3. Las demandas de nulidad contra los actos administrativos de efectos


generales o particulares, dictados por las autoridades estatales o
municipales de su jurisdicción, con excepción de las acciones de nulidad
ejercidas contra las decisiones administrativas dictadas por la
Administración del trabajo en materia de inamovilidad, con ocasión de una
relación laboral regulada por la Ley Orgánica del Trabajo.

4. La abstención o la negativa de las autoridades estatales o municipales a


cumplir los actos a que estén obligadas por las leyes.

5. Las reclamaciones contra las vías de hecho atribuidas a autoridades


estatales o municipales de su jurisdicción.

6. Las demandas de nulidad contra los actos administrativos de efectos


particulares concernientes a la función pública, conforme a lo dispuesto en
la ley.

7. Las apelaciones de las decisiones de los Juzgados de Municipio de la


Jurisdicción Contencioso- Administrativa.

8. Las demandas derivadas de la actividad administrativa contraria al


ordenamiento jurídico de los órganos del Poder Público estatal, municipal o
local.
9. Las controversias administrativas entre municipios de un mismo estado por
el ejercicio de una competencia directa e inmediata en ejecución de la ley.
10. Las demás causas previstas en la ley.

Competencia de los Juzgados de Municipio de la Jurisdicción Contencioso


Administrativa (Art. 26 LOJCA):

1. Las demandas que interpongan los usuarios o usuarias o las


organizaciones públicas o privadas que los representen, por la prestación
de servicios públicos.

2. Cualquiera otra demanda o recurso que le atribuyan las leyes.

EL JUEZ CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO.

El juez contencioso administrativo es un juez inquisitivo, él va a intervenir de


manera determinante en el procedimiento contencioso Adm. Este es un juez que
actúa con poderes especiales que se derivan del propio procedimiento
contencioso administrativo. Es un juez que interviene en el proceso como una
parte más, no es un juez como nosotros lo tenemos etiquetado, es una parte más,
una parte que puedo intervenir en el proceso, que puede buscar sus propias
pruebas, que puede buscar sus propios elementos de convicción, distintos a los
que han presentado las partes, el juez puede tomar la decisión de lo aportado por
las partes o por las pruebas que el mismo haya buscado.

PODEREZ DEL JUEZ CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO.

Los poderes del juez contencioso administrativo pueden dividirse en cuatro con
base en las fases fundamentales del procedimiento contencioso administrativo.

PODERES DEL JUEZ CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO EN LA FASE DE


INICIACIÓN.
Aquí deben hacerse algunas salvedades en virtud del nuevo procedimiento
contencioso administrativo.

Puede solicitar en el procedimiento actual los antecedentes administrativos para la


admisión del recurso: el juez al momento de recibir el recurso contencioso
administrativo y enfrentarse a la primera gran instancia del procedimiento que es
la admisión, ese juez tiene la facultad de solicitar al ente administrativo los
antecedentes del caso, a los efectos de tener una mayor ilustración para la
admisión del recurso. Aparentemente en el nuevo procedimiento eso ya paso
hacer una fase del proceso, una vez presentado el recurso el juez ya el juez tiene
los antecedentes, aparentemente y se dice aparentemente en virtud de que
todavía no se puede ver como definitivo, todo organismo que no emita los
antecedentes administrativos, el funcionario en cuestión incurre en una multa
bastante prominente, lo que incita a que se remitan estos antecedentes
administrativos a la mayor brevedad posible.

La propia intervención del juez en la admisión o no del recurso contencioso: el juez


que admite es un juez que valora hasta 10 causales de inadmisión, en esas
causales va a tener causales muy objetivas, como por ejemplo que a ese recurso
no se la haya acompañado los recaudos pertinentes, y también causales
subjetivas como lenguaje ininteligible o lenguaje ofensivo en cuyo caso será el
juez quien determine esto, manifiesta al momento de admisión todo su poder
inquisitivo como juez contencioso administrativo.

La potestad cautelar: al momento de decidir sobre medidas cautelares el juez tiene


la facultad de suspender los efectos del acto administrativo, de paso es la única
medida cautelar que puede solicitar el administrado contra la administración ,
suspensión de los efectos del acto administrativo, recuerden como premisa
general que los actos administrativos nacen para ser ejecutados y que la
interposición del recurso administrativo no paraliza la ejecución del acto
administrativo, por lo tanto si yo al interponer un recurso contencioso considero
que la ejecución material de ese acto administrativo va a causar un gravamen
irreparable al proceso tengo, por medio de las medida cautelar, que solicitar la
suspensión de los efectos de ese acto administrativo, no pudiera darse el caso
que en pleno recurso contencioso administrativo sea ejecutado y se cause ese
gravamen irreparable. Y también tiene absoluta discrecionalidad en cuanto a las
medidas cautelares innominadas que son aquellas que no están determinadas en
el código, se les da a los jueces ordinarios y los jueces contenciosos
administrativos, que buscan mantener que el fallo no quede ilusorio y dentro de
esa potestad también hay una alta discrecionalidad al momento de fijar una
caución para dictar una medida cautelar; en materia administrativa el daño que se
les puede causar a los particulares o al estado al momento de dictar una decisión,
por lo tanto el juez tiene amplia discrecionalidad al momento de fijar las cauciones
para ejecutar las providencias administrativas y tiene una gran responsabilidad en
caso de que esa caución sea insuficiente.

El poder para revocar en cualquier momento de oficio una medida cautelar si


cesaron las condiciones o requisitos que pudieron haberla originado: es bien
sabido que estas medidas no son automáticas, estas medidas hay que solicitarlas
y además proveer algunos ciertos requisitos fundamentales para que se pueda
dictar esa medida cautelar, y si durante el procedimiento contencioso cesa ese
peligro inminente de que el fallo quede ilusorio el juez puede hasta de oficio
revocar esa medida cautelar.

PODERES DEL JUEZ CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO EN LA FASE DE


SUSTANCIACIÓN.

Determinar el procedimiento aplicable: en primer lugar y derivado de la tutela


judicial efectiva, el juez contencioso administrativo puede determinar, en caso de
la no existencia de un procedimiento, que procedimiento se le aplica a esa causa
determinada, el juez contencioso no puede fijar un procedimiento aplicable para
toda la generalidad, eso solo lo puede hacer la Sala Constitucional del TSJ, pero si
para ese caso en particular si no hay procedimiento se fija el procedimiento que se
va a aplicar.

La posibilidad, en el procedimiento actual, de citar a terceros y calificar el interés


de esos terceros: ordena la citación mediante cartel a los terceros interesados
para que se hagan parte en el procedimiento, pero una vez que se hacen partes
deben demostrar el interés participar en esa causa y el juez contencioso debe
valorar y calificar ese interés, el juez es el que le da entrada o no al proceso si
tienen interés o no, si son legitimados activos o no.

Dirigir la audiencia oral.

Acortar o finalizar el lapso de evacuación de pruebas anticipadamente cuando ya


todas las pruebas estén en el proceso: si se tienen número de días para evacuar
las pruebas y estas pruebas antes de que se venza el lapso ya están todas en el
proceso, el juez en este caso puede cortar e ir a la fase siguiente, esto es algo que
no lo puede hacer el juez ordinario porque el juez ordinario tiene que dejar precluir
íntegramente el lapso de pruebas, no puedo interrumpirlo aun cuando las pruebas
ya estén en el proceso.

El juez contencioso administrativo puede prorrogar el lapso de prueba si considera


necesario que esa prueba para incorporada o aportada en el proceso. El juez
contencioso administrativo se convierte así, en un juez de legalidad, si el
considera que una prueba no pudo llegar al proceso porque venció el lapso de
evacuación pero es necesario que esa prueba este en proceso para él poder
determinar si ese acto administrativo es legal o no, entonces él prórroga ese
lapso, por eso se dice que este juez es muy distinto al juez ordinario, porque su
objetivo y norte no es resolver un conflicto entre particulares sino determinar la
legalidad de un actuación administrativa, y eso es de orden público.

Solicitar declaraciones por escrito y sin juramento a funcionarios y representantes


legales de la República: esta prueba sustituye a las posiciones juradas como no se
pueden evacuar posiciones juradas en el procedimiento contencioso estas se
sustituyen por declaraciones por escrito sin juramento a funcionarios.

Puede solicitar informes y evacuar las pruebas que crea conveniente.

PODERES DEL JUEZ CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO EN LA FASE DE


DECISIÓN.

Decidir con las solas pruebas aportadas por el actor.

Declarar desistido un recurso y ordenar el archivo del expediente: el juez


contencioso, a diferencia del ordinario puede declarar desistido el recurso incluso
hasta fase de sentencia, puede declarar desistido un recurso y ordenar el archivo
hasta fase de sentencia.

Declarar del oficio la perención de la causa.


Anular los actos administrativos contrarios a derecho.
Ordenar el pago de suma de dineros en contra de la administración.
Ordenar la compensación de daños y perjuicios originados por la
administración.
Destituir la situación jurídica infringida.

PODERES DEL JUEZ CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO EN FASE DE


EJECUCIÓN

Es la fase del proceso donde el juez va a estar más restringido. Aquí los poderes
del juez contencioso van a chocar contra dos principios fundamentales: 1) el
principio de la legalidad presupuestaria y 2) el principio de la inembargabilidad de
los bienes públicos.

El principio de la legalidad presupuestaria: cuando el juez contencioso va a


ejecutar la decisión que condena, por ejemplo, al pago de suma de dinero por
parte de la administración, o a la compensación de daños y perjuicios, se va a
encontrar con este principio, mediante el cual se establece que todos los recursos
públicos "están regulados por vía de una ley especial que es la ley del
presupuesto", por lo tanto, el juez no puede, para satisfacer un interés particular, ir
en contra de esta ley. Este principio frena al juez contencioso y lo obliga a que
esta ejecución sea probablemente establecido en una partida presupuestaria
determinada, es decir, tiene que ir al misma principio que rige para la distribución
de los fondos públicos en el ejercicio de las actividades públicas, por lo tanto, se le
dirá al juez que no se puede ejecutar esa decisión en ese momento ya que no se
cuenta con los fondos necesarios, y tendrá que establecerse en una partida
presupuestaria del presupuesto del ejercicio económico siguiente, el cual es
elaborado por el ejecutivo y aprobado mediante ley especial por la Asamblea
Nacional; y es aprobado por ley especial porque ese presupuesto no puede ser
codificado, se aprueba en bloque o se rechaza en bloque.

El principio de la Inembargabilidad de los bienes públicos: todos los bienes del


estado están amparados por privilegios, es decir, no se pueden embargar, no se
pueden dictar medidas de prohibición sobre bienes del estado, por lo tanto cuando
el juez vaya a ejecutar en uso de ese principio tiene que frenarse de tomar bienes
públicos, ya que en virtud del principio anterior no pueden ser tomados a los
efectos de ejecución. El juez contencioso administrativo tiene, en base a estos dos
principios, empezar a hilar de qué manera, conjuntamente con la administración y
básicamente con la Procuraduría de la República, de qué manera van a ejecutar
esa decisión, tanto que satisfaga los intereses de la nación por vía de sus
privilegios y tanto por la vía de sus particulares que requieren la materialización de
su sentencia para que así se dé el ciclo de la justicia.

LA NECESARIA REFORMA DEL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO EN


VENEZUELA.

La reforma del contencioso administrativo es siempre un tema de permanente


utilidad. Su relación directa con la protección judicial efectiva de los administrados,
constitucionalmente consagrada, demanda su adaptación a este principio y por
ende, debe ser el instrumento fundamental para la defensa del administrado
contra la Administración. En este trabajo se presenta un análisis sucinto y
comparativo entre la reforma que sobre este interviene con la promulgación de la
Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia en el 2004 y la producida con la
novísima Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, para
evidenciar que avances presentan estos textos, en relación con la protección del
administrado, especialmente, respecto del contencioso de nulidad de los actos
administrativos de efectos particulares.

PROCESO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO.

Artículo 284. "El Ministerio Público estará bajo la dirección y responsabilidad del
Fiscal o Fiscala General de la República, quien ejercerá sus atribuciones
directamente con el auxilio de los funcionarios o funcionarias que determine la
ley…".

Artículo 285. "Son atribuciones del Ministerio Público:

 Garantizar en los procesos judiciales el respeto de los derechos y garantías


constitucionales, así como de los tratados, convenios y acuerdos
internacionales suscritos por la República.

 Garantizar la celeridad y buena marcha de la administración de justicia, el


juicio previo y el debido proceso.
 Intentar las acciones a que hubiere lugar para hacer efectiva la
responsabilidad civil, laboral, militar, penal, administrativa o disciplinaria en
que hubieren incurrido los funcionarios o funcionarias del sector público,
con motivo del ejercicio de sus funciones…".

En la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia.

Artículo 18. Aparte 1º. "…Toda persona tiene derecho a acceso al Tribunal
Supremo de Justicia en cualesquiera de sus Salas, para hacer valer sus derechos
e intereses, incluso los colectivos o difusos, a la tutela efectiva de los mismos y a
obtener con prontitud la decisión correspondiente…".

Artículo 18. Aparte 3º. "…Para actuar en cualesquiera de las Salas del Tribunal
Supremo de Justicia se requiere de la asistencia jurídica de abogados, los cuales
deben tener un mínimo de cinco (5 años) de graduado y dar cumplimiento a los
requisitos previstos en el ordenamiento jurídico…".

Artículo 21. Aparte 2º. "…La Procuraduría General de la República deberá


intervenir en aquellos juicios en los que, si bien la República no es parte, son
afectados directa o indirectamente los derechos, bienes e intereses patrimoniales
de la misma…".

PRINCIPIOS GENERALES DEL PROCESO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO.

El artículo 257 de la Constitución consagra que el proceso es un instrumento


fundamental para la realización de la justicia. De ahí la importancia del siguiente
grupo de principios referidos a la actuación procesal, a la índole de comunicación
entra las partes y el órgano jurisdiccional, así como la sucesión temporal de los
actos procesales. Con su instauración prevalecen criterios eminentemente
técnicos o prácticos, como lo son la efectividad, la seguridad y la rapidez del
proceso administrativo.

El fundamento de los principios del proceso administrativo obedece a las


exigencias del derecho al debido proceso o proceso con todas las garantías que
consagra el artículo 26 de la Constitución, aunque algunos de ellos tengan un
reconocimiento al mero nivel de la legalidad.

Principio de oralidad: Antes de la entrada en vigencia de la Ley Orgánica de la


Jurisdicción Contencioso Administrativa, el proceso administrativo se regía por el
principio de la escritura, pues todas y cada una de sus fases e instancias
transcurrían en forma escrita. En efecto, el único vestigio del principio de oralidad
era el artículo 95 de a derogada Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia
(Hoy artículo 19 de la Ley orgánica del tribunal Supremo de Justicia), que
consagraba la posibilidad de que las partes presentasen informes por escrito u
oralmente, en este último caso siempre y cuando lo notifiquen al tribunal con
anticipación. Por tanto, el único vestigio del principio de oralidad era el trámite de
los informes.

Hoy en día en Venezuela señala Hernández-Mendible, la introducción del principio


de oralidad en todos los procesos constituye una exigencia constitucional que
obliga a legislar para hacer posible la materialización del mandato del artículo 257
de la Constitución, en concordancia con los tratados internacionales en materia de
derechos humanos. Por tanto, sostiene el citado autor, la introducción del principio
de oralidad en el proceso administrativo es una exigencia constitucional, y se
traduce en la existencia de la preeminencia de la expresión o exposición oral o
verbal.

Principio de Inmediación: Un proceso administrativo informado por el principio de


oralidad ha de estarlo también por el principio de inmediación que exigiría la
directa intervención del juez Contencioso Administrativo en la práctica de la
prueba. Al igual como acontece con el principio de oralidad, para la determinación
de la vigencia del principio de la inmediación es la fase probatoria. El principio de
inmediación busca que el Juez Contencioso Administrativo tenga una percepción
directa tanto de los alegatos y de las pretensiones, como de los medios de prueba
a través de los cuales se pretende demostrar los hechos que son objeto del
debate en el proceso administrativo, permitiéndole formarse una clara convicción
que le debe servir para dictar la sentencia de manera inmediata.

Principio de Publicidad: La doctrina sostiene que la actuación de los órganos que


ejercen el poder público se encuentra sometida al principio de Publicidad, y siendo
el Poder Judicial integrante del mismo, los procesos de los cuales conoce se
encuentran sujetos también a este principio. Es así como el artículo 357 de la
Constitución exige la publicidad del proceso, lo cual debe constituir la regla, sin
perjuicio que en casos excepcionales, por motivo de decencia publica o protección
al honor, vida privada, intimidad de las personas el tribunal resuelva que el asunto
se debe tramitar a puertas cerradas, es decir, sin la participación de personas
distintas de aquellas que contienden.

La Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa establece que el


proceso administrativo se rige por el principio de publicidad, salvo que la ley
disponga lo contrario o el tribunal así lo decida por razones de seguridad, orden
público o protección de la intimidad de las partes (Art. 3 eiusdem). Sin embargo,
esta publicidad es relativa pues solo se obtiene a través de dos vías, la primera,
mediante la publicidad de las audiencias (arts. 57, 63, 70 y 83 de la LOJCA). La
segunda vía, mediante la publicidad del expediente y de los actos que se
desarrollen ante el tribunal (Art. 190, CPC).

Principios de brevedad y celeridad: El derecho a la jurisdicción no puede


entenderse como algo desligado del tiempo en que la tutela judicial debe
prestarse, sino que debe comprenderse en el sentido que se otorgue dentro de los
razonables términos temporales en que los justiciables lo reclaman en el ejercicio
de sus derechos e intereses.

En tal sentido, los principios de brevedad y de celeridad o de aceleración del


proceso administrativo se erigen, junto con el de la eficacia, en unos principios
típicos del proceso moderno que han acabado consagrándose en las
Constituciones contemporáneas.

Tales principios procesales constituyen principios fundamentales que aparecen


reflejados en lo que el constituyente denomina el derecho a un proceso expedito y
son dilaciones indebidas (artículo 26 de la Constitución), y que se deben
materializar a través del derecho del justiciable a que si causa se resuelva dentro
de un tiempo razonable.

PROCESOS Y ACCIONES CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO.

Para comprender mejor qué es una acción contenciosa administrativa, primero


debemos tener en cuenta que el acto administrativo no puede ser producido a
voluntad del órgano al que compete su misión obviando el apego a un
procedimiento y a las garantías constitucionales, sino que ha de seguir
necesariamente un procedimiento determinado. De ahí que existe ilegalidad
cuando el acto ha sido dictado vulnerando el procedimiento legalmente
establecido, es decir, sin respetar las garantías mínimas que aseguren la eficacia
y acierto de las decisiones administrativas y los derechos de los administrados. La
interposición de un recurso administrativo para cuestionar la validez del acto
administrativo inicia un procedimiento distinto e independiente del que fue seguido
para emitir el acto recurrido, pero sujeto a los mismos principios procesales y ante
la misma entidad. Su trámite, en tanto modo de producción del acto administrativo,
condiciona su validez. Mediante la acción contenciosa administrativa se asegura
un control de la administración pública por parte del Poder Judicial. La acción
contenciosa administrativa da origen a un proceso judicial llamado contencioso
administrativo, pues se trata, prácticamente, de la continuación de un
procedimiento administrativo pero en la vía judicial. De esta forma es como el
proceso contencioso administrativo se presenta como un medio a través del cual
el Poder Judicial controla la constitucionalidad y la legalidad de la actuación
administrativa.

El acto administrativo, sigue siendo válido hasta que su supuesta nulidad o


invalidez no sea expresamente declarada por la autoridad administrativa que lo
emitió o por su superior o por el juez competente, mientras tanto dicho acto
administrativo se presume válido. Marcial Rubio Correa expresa lo siguiente "La
acción contencioso – administrativa es el derecho que tienen las personas de
recurrir ante el Poder Judicial para que anule con fuerza obligatoria cualquier acto
o resolución del Poder Ejecutivo o de otros órganos administrativos del Estado,
que pronunciándose sobre derechos individuales, perjudican a una o más
personas"

Debe tenerse en cuenta el hecho de que en el proceso contencioso administrativo


se tutelan cualquier tipo de situación jurídica de los particulares que se encuentre
vulnerada o amenazada, y no sólo los derechos subjetivos sino también los
intereses legítimos de los particulares.

Son los medios de impugnación de actos administrativos en vía judicial. No se


requiere para su interposición el agotamiento de la vía administrativa, ya que esta
se agota con la decisión del Recurso Jerárquico. Se denominan contenciosos
porque en todos ellos, hay un emplazamiento en virtud del cual quedan enteradas
del procedimiento intentado todas las partes interesadas en oponerse a la
pretensión del actor y en hacer valer en el juicio sus puntos de vista.
El Recurso Contencioso Administrativo se puede interponer contra las
disposiciones de carácter general y contra los actos expresos y presuntos de la
administración pública que ponga fin a la vía administrativa, ya sea definitivo o de
trámite, si estos últimos deciden directa o indirectamente el fondo del asunto,
determinan la imposibilidad de continuar el procedimiento, producen indefensión o
perjuicio irreparable a derechos o intereses legítimos. También es admisible el
recurso contra la inactividad de la administración y contra sus actuaciones
materiales que constituyen vía de hecho. No es admisible recurso contencioso
administrativo respecto de los actos que sean reproducción de otros anteriores
definitivos y firmes y los confirmatorios de actos consentidos por no haber sido
recurrido en tiempo y forma.

El Recurso Contencioso Administrativo de Nulidad: Es aquel que se concede para


invalidar el juicio oral y la sentencia definitiva o solamente ésta, por las causales
expresamente señaladas en la ley. Debe interponerse por escrito en el plazo de 10
días contados desde la notificación de la sentencia ante el tribunal que conoció del
juicio oral. El escrito debe ser formal, la presentación debe ser enviada por correo
electrónico o puede ser presentada en la oficina de atención de público del tribunal
(o en el tribunal que corresponda).

El Recurso Contencioso Administrativo de Anulación se concebía como un


proceso objetivo contra un acto administrativo, en el cual la pretensión procesal
del recurrente se limitaba a la anulación del acto administrativo impugnado y la
decisión del juez solo tenía por objeto el control de la legalidad del acto,
pronunciando o no su anulación, y nada más. La legitimación activa para intentar
el recurso de anulación correspondía a quien tuviera, al menos un interés
personal, legítimo y directo, pudiendo intentarlo también quien tuviera un derecho
subjetivo lesionado por el acto recurrido.

El Recurso Contencioso administrativo de Plena Jurisdicción, se concebía como


un proceso subjetivo en el cual se entablaba una verdadera litis contra una
persona jurídica de derecho público estatal, y en la cual la pretensión procesal del
demandante era amplia en el sentido de que podía buscar la condena del ente
demandado y, además, la anulación de actos administrativos. Así es pues el
Contencioso de Plena jurisdicción, el Contencioso de las Demandas contra la
República y otras personas jurídicas de derecho público estatales, y se reducía
básicamente al contencioso contractual y al de la responsabilidad extracontractual,
pudiendo el juez además de decidir sobre la nulidad de un acto administrativo , si
esto se le solicitaba, condenar al ente público al pago de sumas de dinero y a la
reparación de daños y perjuicios originados en responsabilidad de la
administración, y en general adoptar todo pronunciamiento útil para restablecer las
situaciones jurídicas subjetivas lesionadas por la actividad administrativa.
Tratándose de demandas contra los entes públicos la legitimación del demandante
correspondía al titular de un derecho subjetivo cuyo restablecimiento conformaba
su pretensión.

El Recurso de Interpretación: Se encuentra regulado genéricamente en el artículo


5, numeral 52 de la LOTSJ, El cual le da competencia a todas las salas del
Tribunal Supremo de Justicia para "conocer del recurso de interpretación y
resolver las consultas que se le formulen acerca del alcance e inteligencia de los
textos legales, en los casos previstos en la ley, siempre que dicho conocimiento no
signifique una sustitución del mecanismo, medio o recurso previsto en la ley para
dirimir la situación si la hubiere". Esta norma reguladora del proceso contencioso
de interpretación de textos legales, originalmente fue establecida como una
competencia exclusiva de la Sala Político Administrativa de la antigua Corte
Suprema de Justicia, habiendo sido ampliada en la Ley Orgánica del Tribunal
Supremo de Justicia del 20 de Mayo de 2004 a todas las salas pero solo admisible
"en los casos previstos en la ley".

OBJETO DE LA JURISDICCIÓN CONTECIOSO ADMINISTRATIVA.

El objetivo principal del Contencioso Administrativo no es garantizar el apego a


derecho de la actividad administrativa, sino proteger los derechos e intereses de
los particulares afectados por la actividad. Ello no significa que en modo alguno se
abandone el control de legalidad del actuar administrativo, antes por el contrario,
este será revisado por el juez, pues toda alteración o los derechos que el
ordenamiento jurídico reconoce al particular constituye en sí misma una
vulneración a la ley, que como tal debe ser restablecida en protección de los
derechos individuales en juego. Objeto de la Jurisdicción Contencioso
Administrativa en Venezuela.

Solicitar al órgano jurisdiccional no sólo la nulidad, total o parcial o ineficacia de


actos administrativos, sino el reconocimiento de una situación jurídica
individualizada y la adopción de las medidas adecuadas para el pleno
restablecimiento de la misma, entre ellas, a indemnización de daños y perjuicios,
cuando proceda.
SUJETOS DEL PROCESO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO.

LEGITIMIDAD EN EL PROCESO.

Tiene legitimidad para obrar activa quien afirme ser titular de la situación jurídica
sustancial protegida que haya sido o esté siendo vulnerada por la actuación
administrativa impugnable materia del proceso. También tiene legitimidad para
obrar activa la entidad pública facultada por ley para impugnar cualquier actuación
administrativa que declare derechos subjetivos; previa expedición de resolución
motivada en la que se identifique el agravio que aquella produce a la legalidad
administrativa y al interés público, y siempre que haya vencido el plazo para qué la
entidad que expidió el acto declare su nulidad de oficio en sede administrativa.

INTERES DIFUSO.

“acción popular que implica el acceso a los tribunales de justicia de cualquier


ciudadano para exigir la intervención delos órganos jurisdiccionales con la
finalidad de que se cumpla la legalidad, sin que se requiera ocupar una posición
desventaja lesionada o amenaza.”

Cuando la actuación impugnable de la administración pública vulnere o amenace


un interés difuso, tendrán legitimidad para iniciar el proceso contencioso
administrativo: 1.El Ministerio Público, que en estos casos actúa comoparte.2.El
Defensor del Pueblo.3.Cualquier persona natural o jurídico.

INTERES COLECTIVO.

Quien incoa la demanda con base a derechos o intereses colectivos, debe hacerlo
en su condición de miembro o vinculado al grupo o sector lesionado, y que por ello
sufre la lesión conjuntamente con los demás, por lo que por esta vía asume un
interés que le es propio y le da derecho de reclamar el cese de la lesión para sí y
para los demás, con quienes comparte el derecho o el interés. La acción en
protección de los intereses colectivos, además de del Pueblo, la tiene cualquier
miembro del grupo o sector que se identifique como componente de esa
colectividad específica y actúa en defensa del colectivo, de manera que los
derechos colectivos implican, obviamente, la existencia de sujetos colectivos,
como las naciones, los pueblos, las sociedades anónimas, los partidos políticos,
los sindicatos, las asociaciones, los gremios, pero también minorías étnicas,
religiosas o de género que, pese a tener una específica estructura organizacional,
social o cultural, pueden no ser personas jurídicas o morales en el sentido
reconocido por el derecho positivo, e inclusive simples individuos organizados en
procura de preservar el bien común de quienes se encuentran en idéntica
situación derivado del disfrute de tales derechos colectivos.

ESTRUCTURA DEL PROCESO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO.

En Venezuela, la jurisdicción contencioso administrativa se divide en dos


categorías de órganos jurisdiccionales; los de competencia general, que son
competentes para conocer de los juicios más disimiles; y los de competencia
especial, que conocen de un tipo de asunto determinado.
Los órganos de la jurisdicción contenciosa administrativo, se encuentran
organizadas en Venezuela de la siguiente manera:

1) Tribunales Contenciosos administrativos Generales.


a) Tribunal Supremo de Justicia en Sala Político Administrativa.
b) Sala Electoral.
c) Juzgados Nacionales de la Jurisdicción Contencioso Administrativo.
d) Juzgados Superiores Estadales de la Jurisdicción Contencioso
Administrativo.
e) Juzgados de Municipio de la Jurisdicción Contencioso Administrativo.

2) Tribunales Contenciosos Administrativos Especiales.

a) Permanentes.
b) Tribunales Superiores en lo Contencioso Tributario.
c) Tribunales Superiores Agrarios.
d) Tribunales Agrarios de Primera Instancias.
e) Ocasionales.
f) Juzgados de municipios.
g) Juzgados de Primera Instancia.
h) Tribunales Penales.

La organización de la jurisdicción contencioso- administrativa desde mayo de 2004


ha quedado sin regulación específica. A pesar de ello, los tribunales existen por lo
que nos referiremos a la organización que deriva de la Constitución y a la que
regulaban las mencionadas disposiciones transitorias de la derogada Ley
Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia.

CARACTERISTICAS DE LA JURISDICCIÓN CONTENCIOSO ADMINISTRATIVA.

Con el desarrollo de la teoría del Contencioso Administrativo, se pueden distinguir


algunas características fundamentales de la misma, así tenemos:

La Jurisdicción Contencioso-Administrativa constituye una jurisdicción especial:

La Jurisdicción Contencioso-Administrativa no constituye una "jurisdicción


administrativa" propiamente dicha, en contraposición con la "jurisdicción judicial",
que si lo es, sino que la misma se encuentra establecida e integrada dentro de los
órganos jurisdiccionales que ejercen el Poder Judicial; es decir, que la misma es
parte integrante del Poder Judicial del Estado, cuyo ejercicio esta encomendado a
diversos órganos jurisdiccionales especializados, en razón de los sujetos
sometidos a su control, o por razón del territorio, de la materia y de la cuantía.

A los órganos de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa no le está


encomendada, la generalidad de los procesos ni está sometida a ellos la
generalidad de las personas: solamente juzga determinados hechos y relaciones
jurídicas entre los Administrados y la Administración. Se trata de una competencia
especializada dentro de un único Poder Judicial.
En suma, se trata de una jurisdicción diferente a la que ejerce un Consejo de
Estado, como en Francia, Italia, Bélgica, los Países Bajos, Colombia, etc., o por un
tribunal especial como en Alemania, Austria y Suiza, en nuestro caso, la ejercen
los tribunales de orden judicial como en España, la jurisdicción especial se
encuentra integrada a la jurisdicción ordinaria.

La Jurisdicción Contencioso-Administrativo ejerce el control de la Administración:

La existencia de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa radica en la necesidad


de una jurisdicción especial para controlar a la Administración Pública y a la
actividad administrativa. Ahora bien, la noción de "Administración" puede
delimitarse, según los casos, conforme al artículo 259 Constitucional, de acuerdo a
un criterio material y un criterio orgánico:

- De acuerdo al criterio material, cuando en el Texto Constitucional se hace


referencia a la "responsabilidad de la Administración", en realidad se refiere a las
consecuencias de una actividad pública administrativa, poniendo mayor énfasis en
la actuación (Actividad administrativa) que en la persona (Agente de la
Administración).

- De acuerdo al criterio orgánico, ha de entenderse por "Administración", a los


efectos de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, fundamentalmente a las
personas jurídicas de derecho público o a las personas jurídicas estatales, según
los casos.

En este sentido, pueden distinguirse dos tipos de personas en el campo del


derecho administrativo: las de derecho público y las de derecho privado. En
cuanto a las personas de derecho público, son éstas las personas político
territoriales como lo son la República, los Estados Federados y las
Municipalidades, y a las personas de derecho público no territoriales o
establecimientos públicos, es decir, aquellas personas jurídicas creadas por esas
mismas personas Político-Territoriales, creadas mediante Ley, para descentralizar
determinadas actividades, y las cuales pueden ser de tres categorías
fundamentales: Los establecimientos públicos institucionales o institutos
autónomos, los establecimientos públicos corporativos, como las Universidades
Nacionales o los Colegios Profesionales, y los establecimientos públicos
asociativos también denominados por un sector de la doctrina, "entes únicos",
como lo es el Banco Central de Venezuela. En cuanto a las personas públicas de
derecho privado, en algunos casos, quedan sometidas a la Jurisdicción
Contencioso-Administrativa, particularmente aquellas creadas por el Estado para
la realización de actividades, fundamentalmente en el campo económico, es decir,
las empresas del Estado establecidas como sociedades mercantiles, con capital
público o mixto, según las reglas del Derecho Privado Comercial, o las personas
jurídico-privadas a las que la ley les ha asignado el ejercicio de determinadas
tareas públicas.

La Jurisdicción Contencioso-Administrativa ejerce el control de la actividad de los


entes públicos:

Anteriormente, la legislación establecía el conocimiento de la Jurisdicción


Contencioso-Administrativa, sólo respecto a las "pretensiones fundadas en
preceptos de derecho administrativo"; posteriormente, con la promulgación de la
Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia del 30 de julio de 1976, la
Jurisdicción Contencioso-Administrativa se estableció como un fuero general,
respecto a la República y las otras personas jurídicas estatales nacionales.

Ejerce el control de la legalidad y de la legitimidad:

La jurisdicción contencioso-administrativa tiene por objeto el control de la legalidad


y de la legitimidad de la actuación administrativa. El control de la legalidad se
manifiesta por la competencia que tienen los órganos de la Jurisdicción
Contencioso-Administrativa para "anular los actos administrativos contrarios a
derecho, incluso por desviación de poder". Es decir, esta jurisdicción especial
controla los actos administrativos en su sumisión al principio de la legalidad
administrativa. Entendiéndose por legalidad, conformidad con el derecho. Ésta
también tiene por objeto el control de la legitimidad de la actuación administrativa,
es decir, el control de la legitimidad no sólo de los actos administrativos, sino
también de los hechos, relaciones jurídico-administrativas y demás actuaciones de
los entes sometidos a su control. En este contexto, entendemos por legitimidad la
conformidad con el orden jurídico, el cual no sólo está conformado por actos
normativos, por lo que una actividad es legítima, cuando está fundada en un título
jurídico regular y suficiente conforme al orden jurídico.
CONCLUSION.

El derecho administrativo es el derecho de la Administración Pública, sin


embargo, ello no significa que sea un derecho excluyente, porque el derecho
administrativo no es el único derecho aplicable a la Administración Pública, ya que
hay actos de la referida Administración que están sometidos al régimen jurídico-
privado. En segundo lugar se concluye que existe una interaplicación del derecho
administrativo y del derecho privado a la Administración Pública. De acuerdo a
nuestra Carta Fundamental, todo acto de la Administración Pública está sometido
al control judicial. Por ende, cualquier teoría de los supuestos actos excluidos del
referido control es inconstitucional. Debe distinguirse que, si bien, todo acto
administrativo es un acto de la Administración Pública, no todo acto que emana de
la misma es un acto administrativo.

Al hablar, entonces, de acto administrativo equivale a calificarlo de acto sujeto al


derecho administrativo, pero no toda la actividad de la Administración Pública está
regulada de manera absoluta por el derecho administrativo, ya que existe una
interaplicación de la referida rama jurídica y del derecho privado, con
preponderancia de uno u otro. En este sentido, lo que no puede darse es que un
acto administrativo o una Administración Pública sólo se rija por el derecho
privado. El derecho administrativo no puede ser indicador de la competencia de la
jurisdicción contencioso-administrativa. La tendencia hoy día es la ampliación de la
prenombrada jurisdicción y, por ende, debe superarse cualquier teoría que
propugne la exclusión de determinados actos del control contencioso-
administrativo. Teniendo en cuenta la carga que configuran los recursos
administrativos, no sujetos por demás a una regulación uniforme y teniendo
presente la complejidad del régimen de competencia de los órganos contencioso-
administrativos, es positiva la consagración legislativa de formalidades especiales
para el acto de notificación en los casos de actos individuales.

BIBLIOGRAFIA.

http://www.monografias.com/trabajos92/principios-generales-del-contencioso-
administrativo/principios-generales-del-contencioso-
administrativo.shtml#ixzz5E72s7Tf6

http://www.monografias.com/trabajos92/derecho-administrativo-
venezuela/derecho-administrativo-venezuela2.shtml#ixzz5EGBnTrnt

http://www.monografias.com/trabajos98/contencioso-administrativo-
venezuela/contencioso-administrativo-venezuela.shtml#ixzz5EGbpH0lR

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