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Pobreza

La pobreza es la situación de no poder, por falta de recursos, satisfacer las


necesidades físicas y psíquicas básicas de una vida digna, 1 como la alimentación,
la vivienda, la educación, la asistencia sanitaria, el agua potable o la electricidad.
La pobreza puede afectar a una persona, a un grupo de personas o a toda una
región geográfica.
También se suelen considerar pobreza las situaciones en que la falta de medios
económicos impide acceder a tales recursos. Situaciones como el desempleo,
la falta de ingresos o un nivel bajo de los mismos. Asimismo la pobreza puede ser
el resultado de procesos de exclusión social, segregación social o marginación (de
manera inversa, el que una persona se vuelva pobre también puede conducirla a
la marginación). En muchos países del tercer mundo, la pobreza se presenta
cuando no es posible cubrir las necesidades incluidas en la canasta básica de
alimentos o se dan problemas de subdesarrollo.2
En los estudios y estadísticas sociales se distingue entre pobreza y pobreza
extrema (también llamada miseria o indigencia), definiéndose la pobreza
extrema como aquella situación en la que una persona no puede acceder a
la canasta básica de alimentos (CBA) que le permita consumir una cantidad básica
de calorías por día, y pobreza como aquella situación en la que una persona no
puede acceder a una canasta básica de bienes y servicios más amplia (CBT), que
incluye, además de los alimentos, rubros como los servicios públicos, la salud, la
educación, la vivienda o la vestimenta.3 El Banco Mundial ha cuantificado ambas
líneas, estableciendo desde octubre de 2015, la línea de pobreza extrema
(indigencia) en 1,90 dólares norteamericanos ($) por día y la línea de pobreza en
3,10 $ diarios.45
Según el Informe de Desarrollo Humano de 2014 del Programa de Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD) uno de cada cinco habitantes del mundo vive en
situación de pobreza o pobreza extrema. Es decir, 1 500 millones de personas no
tienen acceso a saneamiento, agua potable, electricidad, educación básica o
al sistema de salud, además de soportar carencias económicas incompatibles con
una vida digna.2
En la mayoría de contextos sociales la pobreza se considera algo negativo y
penoso, si bien en algunos ámbitos de carácter espiritual o religioso la pobreza
voluntaria se considera una virtud por implicar la renuncia a los bienes materiales
—voto monástico de pobreza—. Históricamente la pobreza ha sido valorada de
muy distinta forma según la ideología o ideologías de cada época; así ocurría en
el pensamiento económico medieval. Distinta de la pobreza voluntaria es la vida
austera o vida sencilla, cercana a posiciones tanto espirituales
como ecologistas —decrecimiento—.

Concepto de pobreza
Tres significados básicos
El concepto de pobreza es antiguo. El término español
proviene etimológicamente del término latino paupertas, que remite originalmente
a la condición de 'pauperos' que significa, literalmente, parir o engendrar poco y se
aplicaba al ganado y, por derivación, a la tierra pobre, es decir, infértil o de poco
rendimiento.6 De esta acepción de pobreza como falta de potencialidad o
capacidad de producir deriva un concepto distinto que apunta a la carencia misma
de una serie de bienes y servicios básicos. Es la pobreza absoluta.
También surgió tempranamente el concepto de pobreza como contraposición al
de riqueza, de donde proviene el concepto de pobreza relativa.7
La idea de pobreza puede encontrarse en antiguos textos, como la Biblia judía,8 y
el Popol Vuh maya-quiché.9
Pobreza como falta de desarrollo humano
El enfoque más moderno sobre la pobreza lleva el sello del premio nobel Amartya
Sen,10 y se inspira en la acepción primigenia de pobreza como falta de capacidad
de producir o de realizar su potencial productivo. En este enfoque el énfasis está
puesto no tanto en el resultado (ser pobre en el sentido de no disponer
de ingresos o bienes suficientes) sino en el ser pobre como imposibilidad de
alcanzar un mínimo de realización vital por verse privado de las capacidades,
posibilidades, y derechos básicos para hacerlo. Esta forma de ver la pobreza se
inspira, como Sen mismo lo destaca, en la filosofía aristotélica que define la
“buena vida” como aquella en que se han realizado o florecido todas las
capacidades encerradas en la naturaleza de los seres humanos (que
según Aristóteles pueden ser muy diversas, como aquella que lleva a algunos a
ser señores y a otros a ser esclavos). Esta concepción es parte de la ontología o
doctrina del ser de Aristóteles donde las cosas tienen una naturaleza que
determina y fija las finalidades o plenitud de su desarrollo. Así, en la política nos
dice que “la naturaleza de una cosa es precisamente su fin, y lo que es cada uno
de los seres cuando ha alcanzado su completo desenvolvimiento se dice que es
su propia naturaleza”. El pleno florecimiento humano requiere, según Aristóteles,
de la polis o ciudad, como conjunto organizado y autosuficiente de seres humanos
que han realizado sus diversas naturalezas y las ponen al servicio unos de otros.
Este concepto de pobreza, actualizado por Amartya Sen y despojado de sus
rasgos incompatibles con una sociedad basada en la igualdad básica de los seres
humanos, podría ser definido como pobreza de desarrollo humano. Este es el
enfoque que ha sido instrumentalizado por el Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD), estableciendo una serie de criterios de satisfacción de
necesidades básicas —esperanza de vida, logros educacionales e ingreso, que
son la base del así llamado Índice de Desarrollo Humano (IDH)— que formarían la
base de recursos y habilidades que permiten el “desarrollo humano, definido como
el proceso de ampliación de las opciones de las personas y mejora de las
capacidades humanas (la diversidad de cosas que las personas pueden hacer o
ser en la vida) y las libertades”.11 A partir de ello el PNUD ha elaborado un Índice
de Pobreza Humana (IPH) que se describe de la siguiente manera: “En lugar de
utilizar los ingresos para medir la pobreza, el IPH mide las dimensiones más
básicas en que se manifiestan las privaciones: una vida corta, falta de educación
básica y falta de acceso a los recursos públicos y privados.”12
El problema de este intento de instrumentalizar el enfoque de Sen radica en la
reducción de sus elementos determinantes a algunas variables –como expectativa
de vida, escolarización o ingreso disponible– que si bien son relativamente fáciles
de medir dejan fuera del análisis del desarrollo a otros componentes esenciales
del mismo como pueden ser la libertad individual o los derechos democráticos. Se
reduce así la perspectiva de la pobreza de una manera que el mismo Sen ha
considerado inaceptable: “La pobreza económica no es la única que empobrece la
vida humana. Para identificar a los pobres debemos tener en cuenta, por ejemplo,
la privación de los ciudadanos de regímenes autoritarios, desde Sudán a Corea
del Norte, a los que se niegan la libertad política y los derechos civiles.”13
Esto muestra la dificultad de instrumentalizar satisfactoriamente el amplio enfoque
de Sen y puede llevar a absurdos como llegar a considerar que quienes viven bajo
regímenes fuertemente autoritarios o simplemente totalitarios gozan de mayor
“desarrollo humano” que quienes viven en sociedades que respetan los derechos
y las libertades humanas. Así, según el informe de 2009 del
PNUD, Kuwait permitiría a su población un desarrollo humano más alto que, por
ejemplo, Portugal o la República Checa, y Cuba se ubica a este respecto en mejor
posición que Costa Rica o Rumanía.14
Pobreza absoluta
A esta forma previa de ver la pobreza, centrada en las capacidades para realizar
las propias potencialidades, se opone otra definición igualmente antigua, aquella
que ve la pobreza y la condición de pobre (pauper) como un estado de privación o
falta de recursos para poder adquirir una “canasta de bienes y servicios” necesaria
para vivir una vida mínimamente saludable. Este enfoque fue sistematizado a
comienzos del siglo XX por el británico Seebohm Rowntree en Poverty: A Study of
Town Life(1901), un estudio pionero sobre la pobreza que se transformaría en el
punto de partida y referencia de los futuros estudios sobre el tema. La razón de
ello es doble. Por una parte, este estudio se basa en una amplia investigación
empírica realizada en York, la ciudad natal de Rowntree, que abarcó nada menos
que 11 560 familias, lo que equivalía a unas dos terceras partes de todas las
familias de York. La segunda razón es que para llevar adelante su investigación
Rowntree elaboró una serie de conceptos y métodos de medición que pasarían a
formar instrumentos centrales en prácticamente todos los estudios posteriores
sobre el tema. Entre estos instrumentos se destaca la elaboración de una “línea de
pobreza”, que no solo incluía la alimentación, sino además el acceso a la vivienda,
a prendas de vestir adecuadas y otros objetos absolutamente necesarios para
mantener lo que Rowntree llamó “un funcionamiento puramente físico”. Esto le
permitió definir dos tipos de pobreza, la “pobreza primaria” y la “pobreza
secundaria”. En pobreza primaria vivían aquellas “familias cuyo ingreso total no
era suficiente para obtener el mínimo necesario para mantener un funcionamiento
puramente físico”.15 En pobreza secundaria vivían las familias que podían alcanzar
ese mínimo, pero no disponían de excedentes.
Estamos aquí frente a lo que habitualmente se denomina pobreza absoluta y
todavía es hoy la medida globalmente más usada para determinar la extensión de
la pobreza, tal como lo muestran los cómputos realizados por el Banco
Mundial sobre la base de una “línea internacional de pobreza”. Esta línea fue
tradicionalmente fijada en 2 dólares estadounidenses de 1985 per cápita,
en paridad de poder adquisitivo, para definir la pobreza y en 1 dólar para definir la
pobreza extrema. En agosto de 2008, la línea de pobreza extrema fue reajustada
a 1,25 dólares. Esta cantidad refleja el promedio del ingreso mínimo necesario
para sobrevivir en los diez a veinte países más pobres del mundo.16
Pobreza relativa
Frente a este criterio o forma de medir la pobreza ha existido otro enfoque
igualmente clásico que apunta a la posibilidad de adquirir una canasta de bienes y
servicios que puedan asegurar una vida digna de acuerdo a las convenciones y
estándares de una sociedad determinada. En este caso tenemos la así llamada
pobreza relativa, que varía con el desarrollo social que va determinando, en cada
época y sociedad, aquel mínimo de consumo bajo el cual más que ver amenazada
la supervivencia se cae en un estado de exclusión o imposibilidad de participar en
la vida social. El ejemplo clásico de esta forma de pobreza fue dado por Adam
Smithen La riqueza de las naciones al escribir: “Por mercancías necesarias
entiendo no solo las indispensables para el sustento de la vida, sino todas
aquellas cuya carencia es, según las costumbres de un país, algo indecoroso
entre las personas de buena reputación, incluso entre las de clase inferior. En
rigor, una camisa de linono es necesaria para vivir. Los griegos y los romanos
vivieron de una manera muy confortable a pesar de que no conocieron el lino.
Pero en nuestros días, en la mayor parte de Europa, un honrado jornalero se
avergonzaría si tuviera que presentarse en público sin una camisa de lino. Su falta
denotaría ese deshonroso grado de pobreza en el que se presume que nadie
podría caer sino a causa de una conducta en extremo disipada.”17
El riesgo de esta forma de ver la pobreza y, en general, de toda la idea de la
pobreza relativa ha sido bien apuntado por Amartya Sen, quién hace un llamado a
no perder de vista el “núcleo irreductible de privación absoluta en nuestra idea de
pobreza”. El riesgo es llegar a una relativización total de “la pobreza” siguiendo la
famosa frase de Mollie Orshansky acerca de que “la pobreza, como la belleza,
está en el ojo de quien la percibe”.18 Además, las expectativas sociales se mueven
constantemente en la medida en que una sociedad se desarrolla, elevando
sucesivamente nuestra vara de medir el umbral de lo que Smith llamaba “ese
deshonroso grado de pobreza”. De esta manera se puede relativizar y hasta
banalizar el concepto de pobreza, hasta el punto de decir que, por ejemplo, en
Estados Unidos hay un porcentaje mayor de pobres que, en los países del África
subsahariana. También se puede llegar a la conclusión de que la pobreza
aumenta al aumentar el bienestar general de una sociedad ya que las expectativas
sobre el “mínimo socialmente aceptable” pueden aumentar más rápidamente que
el bienestar real de la población.
Pobreza relativa como desigualdad
Artículos principales: Desigualdad de ingreso y Desigualdad social.

Otra forma muy común de usar el concepto de pobreza relativa es simplemente


hacerlo sinónimo de una cierta medida de la distribución del ingreso en un país
dado. Esta pobreza relativa aparente acostumbra a ser definida a partir de un
umbral de ingreso medido como porcentaje del ingreso medio del país respectivo.
Así por ejemplo, es usual llamar pobres o “en riesgo de pobreza” a todos aquellos
que disponen de menos del 60 % del ingreso disponible medio de la sociedad en
que viven. Actualmente se aceptan comúnmente tres categorías derivadas de esta
forma de medir la pobreza: la población que dispone entre un 50 y un 60 % del
ingreso medio es catalogada como “en riesgo de pobreza”, aquella que dispone
entre 40 y 50 % de ese ingreso es catalogada como “pobre” y la que dispone de
menos del 40 % se encontraría en “pobreza extrema”. En 2007 dentro de la Unión
Europea, que usa justamente estos porcentajes, el 6 % de su población estaba en
una condición de “pobreza extrema” (menos del 40 % del ingreso disponible
medio), esta cifra se elevaba al 10 % si usamos la línea del 50 % (pobreza) y al
17 % si la línea se ubica en el 60 % del ingreso medio. Esta es el mismo tipo de
medición de la pobreza usada en España y según el cual un 20,8 % de los
españoles se encontraba en una situación de “pobreza relativa” o “riesgo de
pobreza” el año 2010.19 Sin embargo, el poco sentido que tiene este tipo de
mediciones de la pobreza relativa aparente se hace evidente cuando constatamos
que en 2007 un luxemburgués se encontraba, según la UE, “en riesgo de pobreza”
pudiendo disponer de un ingreso de hasta 17 575 euros anuales, mientras que el
riesgo de pobreza de un rumano empezaba con apenas la décima parte, es decir,
con 1765 euros anuales del mismo poder adquisitivo. 20 Esta forma de definir la
pobreza puede llevar a resultados incluso más absurdos, como ser el poder
constatar un gran aumento de la pobreza (relativa aparente) durante épocas de
fuerte disminución de la pobreza (absoluta). Este es, por ejemplo, el caso
de China durante los últimos tres decenios, durante los cuales un crecimiento
económico espectacular ha sacado a más de 600 millones de chinos de la
pobreza (absoluta) pero a la vez, en razón de una mayor desigualdad en la
distribución del ingreso, ha aumentado rápidamente el número de pobres
(relativos). En buenas cuentas, con esta medida de la pobreza relativa aparente
podríamos llegar a considerar al país más pobre de la tierra como un país sin
pobres si su distribución del ingreso fuese lo suficientemente pareja.
Pobreza relativa como privación
Este mismo riesgo corre otro de los enfoques más influyentes sobre la pobreza,
aquel que usa el término de deprivation (privación) para definir la pobreza.21 Se
trata de una medida relativa, que indica la ausencia de ciertos atributos, recursos o
estatus que otras personas poseen. La privación relativa puede ser definida de
manera objetiva, como una medición del contenido real o material de ese “tener
menos que otros”, pero también de manera subjetiva, atendiendo
fundamentalmente al sentimiento de tener menos que otros. Como tal podría ser
llamada una medida de la envidia humana y de hecho, aplicando este criterio,
prácticamente cualquiera podría ser definido como pobre. Ahora bien, para
transformar algo tan relativo en un indicador que realmente tenga algo que ver con
la pobreza o la vulnerabilidad se requiere buscar un umbral de privación o de
distancia respecto del nivel de vida normal de una sociedad que impida mínimos
satisfactorios de actuación o participación social. Peter Townsend apunta al
respecto que es fundamental “definir el estilo de vida generalmente compartido o
aprobado en cada sociedad y evaluar si [...] hay un punto en la escala de la
distribución de recursos por debajo del cual las familias encuentran dificultades
crecientes [...] para compartir las costumbres, actividades y dietas que conforman
ese estilo de vida.”22
De esta manera estaríamos prácticamente de vuelta en la pobreza relativa, tal
como por Adam Smith la trató. Sin embargo, el uso de este concepto puede tener
un valor importante si lo aplicamos en el sentido más clásico del término, aquel de
privación relativa subjetiva elaborado por Robert Merton, ya que entrega
elementos importante para entender la dinámica de la formación de la conciencia y
los conflictos sociales, los que parten del sentimiento de privación más que de la
privación o la pobreza en sí mismas. Otro autor clásico que resumió muy bien esta
idea es Karl Marx al escribir: «Sea grande o pequeña una casa, mientras las que
la rodean son también pequeñas cumple todas las exigencias sociales de una
vivienda, pero, si junto a una casa pequeña surge un palacio, la que hasta
entonces era casa se encoge hasta quedar convertida en una choza […] y por
mucho que, en el transcurso de la civilización, su casa gane en altura, si el palacio
vecino sigue creciendo en la misma o incluso en mayor proporción, el habitante de
la casa relativamente pequeña se irá sintiendo cada vez más desazonado, más
descontento, más agobiado entre sus cuatro paredes».23
Causal o Causalidad

La causalidad es la "relación que se establece entre causa y efecto. Se puede


hablar de esa relación entre acontecimientos, procesos, regularidad de los
fenómenos y la producción de algo".1
No existe una única definición comúnmente aceptada del término "causa". En su
acepción más amplia, se dice que algo es causa de un efecto cuando el último
depende del primero; o, en otras palabras, la causa es aquello que hace que el
efecto sea lo que es. Esto se puede dar de muchos modos diversos y, por ello, no
es extraño que a un efecto correspondan multitud de causas.
Dos condiciones necesarias pero no suficientes para que A sea causa de B son:

 Que A preceda a B en el tiempo.


 Que A y B estén relativamente próximos en el espacio y en el tiempo.

Historia
La noción de causalidad ha suscitado debate desde los inicios de la
filosofía. Aristóteles concluye el libro de los Segundos analíticos con el modo en
que la mente humana llega a conocer las verdades básicas o premisas primarias
o primeros principios, que no son innatos, ya que es posible desconocerlos
durante gran parte de nuestra vida. Tampoco se pueden deducir a partir de ningún
conocimiento anterior, o no serían primeros principios. Afirma que los primeros
principios se derivan por inducción, de la percepción sensorial, que implanta los
verdaderos universales en la mente humana. De esta idea proviene la
máxima escolástica «nada hay en el intelecto que no haya estado antes en los
sentidos» (Nihil est in intellectu, quod prius non fuerit in sensu). Al mantener que
«conocer la naturaleza de una cosa es conocer, ¿por qué es?» y que «poseemos
conocimiento científico de una cosa sólo cuando conocemos su causa».
Aristóteles distinguió cuatro tipos de causas:

 Causa material
 Causa formal
 Causa eficiente
 Causa final
La noción de causalidad sufrió una dura crítica por parte de David Hume.
En Kant, de quien su desacuerdo con el pensamiento de Hume se cita como una
motivación para escribir una teoría filosófica, la causalidad es una de las
categorías a priori del entendimiento, y entonces no proviene de la costumbre
(como decía Hume) sino que tiene un carácter necesario y universal. Esto permite
que la ciencia se apoye sobre el principio de causalidad sin dejar de ser necesaria
y universal.

Principio de causalidad
El principio de causalidad es un principio clásico de la filosofía y la ciencia, que
afirma que todo evento tiene una causa.
Las cosas no ocurren de manera aislada, sino que unas están ligadas a otras en
un proceso de interacción. Unas cosas suceden a otras, y con frecuencia en el
mismo orden. A los primeros sucesos en una relación los llamamos causas, y a los
segundos efectos.2
No se debe confundir al principio de causalidad con el Principio de razón
suficiente.
El principio de causalidad es un principio fundamental de la investigación
científica, suponiendo que la mejor forma de entender y explicar es conocer las
causas, porque por un lado podemos prevenir y por otro controlar los efectos, en
definitiva dominar los sucesos naturales.

La causalidad en la ciencia
Artículos principales: Causalidad (física) y Causalidad (estadística).

La noción de causalidad es parte integral de muchas ciencias:

 En física, en la mecánica newtoniana se admite además que la causa precede


siempre al efecto.
 En estadística donde es analizada por la estadística inferencial.
 En ciencias sociales suele aparecer ligada a un análisis estadístico de
variables observadas.
 En ciencias naturales diferentes de la física y en procesos en los que no
podemos reducir la concurrencia de eventos a un mecanismo físico simple, la
idea de causa aparece en procesos complejos entre los que hemos observado
una relación causal. Así tras las ecuaciones empíricas se supone hay un
proceso físico causal que lleva a una conexión necesaria entre ciertos eventos.
Desarrollo

La palabra desarrollo presenta acepciones diversas. En primer lugar, se puede


entender como el proceso de evolución, cambio y crecimiento relacionado con un
objeto, una persona o una situación determinada. Por otra parte, el término
desarrollo se puede aplicar a situaciones que afectan a un conjunto de aspectos,
por ejemplo el desarrollo humano de una nación. A pesar de los distintos sentidos,
el concepto que analizamos tiene normalmente un sentido positivo en sus
diferentes usos.

Algunos tipos de desarrollo

El desarrollo económico es entendido como un proceso donde las condiciones


de bienes y servicios se encuentran en estado creciente y al alcance de todos los
grupos sociales que conforman la comunidad. Una sociedad donde existe un buen
desarrollo económico presenta características de integración económica y social y
tendría menos personas viviendo en la marginalidad. Para conseguir el desarrollo
económico los países se guían por los principios pautados por la ONU, donde se
reafirman las medidas macroeconómicas siempre y cuando estén desarrolladas en
pos de una mejor producción que mejore las condiciones de vida de las
sociedades. Dentro de esas medidas se brinda especial atención al desarrollo
humano, que no solamente engloba las necesidades económicas, sino también
las intelectuales y culturales. Por eso, un país en desarrollo debería ofrecer una
mejor formación a sus ciudadanos y una guía para que las capacidades adquiridas
de dicha formación pueden ser llevadas a la experiencia laboral, ejerciendo una
actividad eficiente en lo económico, social, cultural y político. Los conceptos que
están íntimamente relacionados con el desarrollo económico son: aumento
del ingreso real per cápita y aumento de la productividad per cápita real en
todas las ramas económicas que se encuentren afectadas.

El desarrollo sostenible es el que permite una mejoría de las condiciones de vida


presente sin poner en riesgo los recursos de las generaciones futuras. Es decir, un
aprovechamiento adecuado de los recursos que se tienen, satisfaciendo las
necesidades de los pobladores pero sin exprimir al máximo los bienes naturales.
Para que exista el desarrollo sostenible se necesitan tres elementos
fundamentales: una sociedad, un medio ambiente y una economía. Las tres
áreas deben convivir de forma armoniosa y la sobre valoración a alguna de ellas
podría ser causa de desastre; por ejemplo si consideramos que el dinero es lo
más importante de la vida y para conseguirlo somos capaces de agotar hasta el
último recurso natural, se va a generar un desajuste tal que perderemos como
sociedad. El desarrollo sostenible afirma que la naturaleza es un medio pero que
es necesario respetar ciertos límites a fin de no cometer equivocaciones que
puedan costar la vida a las futuras generaciones. Lo fundamental en el desarrollo
sostenible es la armonía absoluta entre humanidad y naturaleza.

El desarrollo metropolitano es el crecimiento rotundo de las urbes,


convirtiéndose en centros de concentración masiva. Este tipo de desarrollo es muy
positivo porque mientras se encuentra en auge trae muchas ventajas como un
aumento de las posibilidades laborales, mejoramiento de la comunicación entre las
personas y nuevas opciones para el ocio y el divertimento. Sin embargo, cuando
este desarrollo no se analiza detenidamente y se realizan las previsiones
necesarias, pueden surgen consecuencias drásticas que pongan en riesgo la
estabilidad económica y social de la comunidad.

Recibe el nombre de desarrollo infantil el proceso que vive cada ser humano
hasta alcanzar la madurez. Incluye una serie de cambios físicos, psicológicos y
culturales que se encuentran repartidos en las diferentes etapas de la vida, desde
el nacimiento hasta el momento en el que el individuo deja la infancia. Dentro de
cada sociedad existen condiciones que se consideran propias de todos los niños
de esa sociedad en etapa de desarrollo.
En el desarrollo infantil tanto los aspectos físicos como psicológicos
son indisociables del proceso, están íntimamente relacionados y pueden
afectarse mutuamente.

Por último es necesario aclarar que para alcanzar cualquier tipo de desarrollo es
necesario que exista un plan de desarrollo, una serie de pasos que deban
cumplirse adecuadamente para que se puedan establecer comparaciones y saber
si se han conseguido los objetivos o no. Por ejemplo, para saber si un niño se ha
desarrollado adecuadamente es necesario tener en cuenta las diferentes teorías y
analizar qué diferencias existen entre lo que se espera de un niño de la edad del
estudiado, y lo que es en realidad.

Desarrollo como sinónimo de evolución

Todo está sujeto a cambio y transformación. Si pensamos en un ser vivo su


existencia obedece a unos procesos biológicos. En este sentido, una semilla se
convierte en un árbol y unas células se van alterando hasta convertirse en un ser
individual de una especie. Son muchas las disciplinas que estudian la evolución en
algún sentido. De hecho, en biología la teoría de la evolución es el paradigma
científico vigente. Por otra parte, hay disciplinas que se ocupan de la evolución en
algún aspecto concreto (la embriología, la geología, la psicología evolutiva, entre
otras muchas).

El desarrollo humano

Necesitamos medir y calcular las situaciones que nos afectan como colectividad.
En este sentido, existe el índice de desarrollo humano. Este indicador se aplica a
cada nación y tiene un enfoque estadístico con tres pilares fundamentales: la
salud, la educación y el nivel de vida. Existen otros índices relacionados con la
humanidad (por ejemplo, el índice de pobreza).

A la hora de situar el desarrollo de un país hay una clasificación general


establecida por la ONU anualmente (el ya mencionado índice de desarrollo
humano), que establece la siguiente división general: países desarrollados,
subdesarrollados y en vías de desarrollo. En el primer grupo hay naciones como
Estados Unidos, Suiza, Alemania, Chile o Australia. En el segundo grupo hay
países como Haití, Eritrea, Somalia o Afganistán. Algunas naciones se encuentran
en una situación intermedia, en vías de desarrollo (por ejemplo, Kenia, Tailandia o
Camboya).

Desarrollo sostenible

El concepto de desarrollo aplicado a la economía no satisface a todos los


analistas. De hecho, algunos consideran que los parámetros convencionales que
se usan para medir el crecimiento de una nación no expresan un verdadero
desarrollo económico. Por este motivo, en los últimos años se ha incorporado un
nuevo concepto, desarrollo sostenible.

El concepto de desarrollo sostenible se basa en un principio general: el


crecimiento debe ser socialmente justo, compatible con el equilibrio
medioambiental y económicamente viable. Esto quiere decir que se debe buscar
un equilibrio entre las diversas clases sociales. Desde el punto de vista ecológico,
se propugna que la actividad económica debe ser compatible con la preservación
del planeta. Y todo ello debe adaptarse a un sistema económico productivo y
eficaz.

El desarrollo sostenible como planteamiento global viene a decir que tiene que
haber un crecimiento económico y social pero no a cualquier precio, ya que hay
que pensar en los recursos limitados del planeta y en las generaciones futuras.
Planteamientos contra el desarrollo económico

A lo largo de la historia se han dado circunstancias en las que ha habido una


oposición al desarrollo económico, pues se ha considerado una amenaza o una
perversión. En esta línea, hay tres ejemplos paradigmáticos:

1) La postura de Jesucristo contra los mercaderes que ocupan el Templo de


Jerusalén. Para algunos analistas esta actitud de Jesucristo expresaba
claramente su rechazo de la actividad comercial y de las transacciones de
moneda y, por lo tanto, implicaba una crítica a la idea de desarrollo
económico. No hay que olvidar, por otra parte, que en el Sermón de la
Montaña Jesucristo hace una defensa del "pobrismo" a través de las
bienaventuranzas.
2) Cuando la Revolución Industrial en Gran Bretaña se consolidó a principios
del siglo XlX surgió un grupo que se opuso a las máquinas y a la industria
en general, los luditas. El movimiento ludista llevó a término toda una serie
de atentados contra las fábricas que sustituían la mano de obra tradicional
por procesos de mecanización.
3) Ciertos colectivos consideran que el progreso y el desarrollo económico van
en contra de una vida feliz y auténtica. Entre ellos destacan los amish, una
comunidad protestante de origen germano y que han creado comunidades
en Estados Unidos y Canadá. Los amish viven según el estilo de vida del
siglo XVll y XVlll, llevando una vida muy sencilla (no conducen vehículos a
motor, su vestimenta mantiene el estilo de sus antepasados y renuncian al
consumismo desmedido).
Familia

La familia es un grupo de personas formado por individuos unidos,


primordialmente, por relaciones de filiación o de pareja. 1 El Diccionario de la
Lengua Española la define, entre otras cosas, como un grupo de personas
emparentadas entre sí que viven juntas,2 lo que lleva implícito los conceptos de
parentesco y convivencia, aunque existen otros modos, como la adopción. Según
la Declaración Universal de los Derechos Humanos, es el elemento natural,
universal y fundamental de la sociedad, tiene derecho a la protección de la
sociedad y del Estado.3
Los lazos principales que definen una familia son de dos tipos: vínculos de
afinidad derivados del establecimiento de un vínculo reconocido socialmente,
como el matrimonio4 —que, en algunas sociedades, solo permite la unión entre
dos personas mientras que en otras es posible la poligamia—, y vínculos de
consanguinidad, como la filiación entre padres e hijos o los lazos que se
establecen entre los hermanos que descienden de un mismo padre. También
puede diferenciarse la familia según el grado de parentesco entre sus miembros.
No hay consenso sobre una definición universal de la familia. Es un
concepto antropológico inferior al clan, la tribu y la nación; sociológico e
incluso económico (unidad mínima de empresa). La familia nuclear, fundada en la
unión entre hombre y mujer, es el modelo principal de familia como tal, y la
estructura difundida mayormente en la actualidad; pero las formas de vida familiar
son muy diversas, dependiendo de factores sociales, culturales, económicos y
afectivos. La familia, como cualquier institución social, tiende a adaptarse al
contexto de una sociedad.5

Etimología
El término familia procede del latín famīlia, "grupo de siervos y esclavos patrimonio
del jefe de la gens", a su vez derivado de famŭlus, "siervo, esclavo", que a su vez
deriva del osco famel. El término abrió su campo semántico para incluir también a
la esposa e hijos del pater familias, a quien legalmente pertenecían, hasta que
acabó reemplazando a gens. Tradicionalmente se ha vinculado la palabra famŭlus,
y sus términos asociados, a la raíz fames («hambre»), de forma que la voz se
refiere, al conjunto de personas que se alimentan juntas en la misma casa y a los
que un pater familias tiene la obligación de alimentar.[cita requerida]
Origen
La familia supone por un lado una alianza, el matrimonio, y por el otro una filiación,
los hijos.6
Según expone Claude Lévi-Strauss, la familia tiene su origen en el establecimiento
de una alianza entre dos o más grupos de descendencia a través del enlace
matrimonial entre dos de sus miembros. La familia está constituida por
los parientes, es decir, aquellas personas que por cuestiones
de consanguinidad, afinidad, adopción u otras razones diversas, hayan sido
acogidas como miembros de esa colectividad.
Las familias suelen estar constituidas por unos pocos miembros que suelen
compartir la misma residencia. Dependiendo de la naturaleza de las relaciones de
parentesco entre sus miembros, una familia puede ser catalogada como familia
nuclear o familia extensa. El nacimiento de una familia generalmente ocurre como
resultado de la fractura de una anterior o de la unión de miembros procedentes de
dos o más familias por medio del establecimiento de alianzas matrimoniales o por
otro tipo de acuerdos sancionados por la costumbre o por la ley (como el caso de
las sociedades de convivencia en México).
La integración de los miembros de la familia, como en el caso de los grupos de
parentesco más amplios como los linajes, se realiza a través de mecanismos
de reproducción sexual o de reclutamiento de nuevos miembros. Si se considerara
que la familia debe reproducirse biológicamente, no podrían conceptualizarse
como «familias» aquellos grupos donde Ego 7 o su consorte (o ambos) están
incapacitados de reproducirse biológicamente.
En estos casos, la función reproductiva se traslada a los mecanismos de
reclutamiento socialmente aceptables —como la adopción—. El reclutamiento de
nuevos miembros de una familia garantiza su trascendencia
La familia en Occidente se ha debilitado conforme se fortalecen las instituciones
especializadas en la educación de los niños más pequeños. Esto ha sido
motivado, entre otras cosas, por la necesidad de incorporación de ambos
progenitores en el campo laboral, lo que lleva en algunas ocasiones a delegar esta
función en espacios como las guarderías, el sistema de educación preescolar y,
finalmente, en la escuela. Sin embargo, este fenómeno no se observa en todas las
sociedades; existen aquellas donde la familia sigue siendo el núcleo formativo por
excelencia.
Por otra parte, la mera consanguinidad no garantiza el establecimiento automático
de los lazos solidarios con los que se suele caracterizar a las familias. Si los lazos
familiares fueran equivalentes a los lazos consanguíneos, un niño adoptado nunca
podría establecer una relación cordial con sus padres adoptivos, puesto que sus
"instintos familiares" le llevarían a rechazarlos y a buscar la protección de los
padres biológicos. Los lazos familiares, por tanto, son resultado de un proceso de
interacción entre una persona y su familia (lo que quiera que cada sociedad haya
definido por familia: familia nuclear o extensa; familia monoparental o adoptiva,
etc.). En este proceso se diluye un fenómeno puramente biológico: es también y,
sobre todo, una construcción cultural, en la medida en que cada sociedad define
de acuerdo con sus necesidades y su visión del mundo lo que constituye una
«familia».8

Primeras investigaciones
Desde el punto de vista de la «Filosofía social», el origen de la familia es tan
antiguo como el de la humanidad. Ya aparecía en muchas civilizaciones
avanzadas mediante la estructura de la monogamia en la que el padre y la madre,
en mutua colaboración, tenían la autoridad por la que se regía la familia.9 A
mediados del siglo XIX aparecieron una serie de corrientes con argumentos
histórico-sociológicos que querían desterrar la forma de familia antes indicada.
Una fue la postura del «derecho maternal», que fija el parentesco jurídico por vía
materna y, sin embargo, deriva en modelos familiares que pasan
del patriarcado al matriarcado hasta llegar al amor libre. La segunda está basada
en el «parentesco clasificatorio» que desarrolló L. H. Morgan, al que los prejuicios
evolucionistas que tenía le llevaron a desarrollar la evolución familiar según un
esquema que iba desde la promiscuidad, pasando por la familia
cosanguínea, matriarcado, matriarcado por grupos, patriarcado poligámico hasta
llegar a la familia monogámica.10 Y, por último, la «ley de contracción familiar» de
E. Durkheim, para el que lo más importante es el «clan» y se desarrolla
empezando por una familia débil, luego una familia con el matrimonio como
institución jurídica y, por fin, la familia actual que queda reducida a cónyuge e hijos
menores.11
Poco después fueron rechazadas estas tres exposiciones sobre la familia ya que
estaban llenas de ideas preconcebidas pues era patente que la
familia monogámicaera la más generalizada en los diferentes pueblos y épocas 1213
como se confirmó desde los pueblos de culturas primitivas como los fueguinos,
pigmeos, bosquimanos, etc, que todos han coincidido en la «elección» de la
familia monógama para vivir, con igualdad entre mujeres y hombres, reprobación
del adulterio, cuidado de los hijos y, sobre todo, con completa libertad para vivir en
ese tipo de familia.14 Con estas y otras afirmaciones similares admitidas en años
posteriores, la ciencia social actual afirma que el origen de la familia que ya
aparecía en el libro del Génesis;1-26 y ss; 2-18 y ss y posteriormente se
modificaron los caracteres de este tipo de familia en ciertas ocasiones. 15
La familia como institución de Derecho natural
La comunidad que forman los padres y los hijos, así como los lazos que los unen,
son el fundamento de las inclinaciones e impulsos en el interior de la familia o
comunidad familiar, lo que deja claro e indubitable que las leyes de su constitución
tienen como fundamento las leyes del Derecho natural. A pesar de ello, el hombre
ha cometido errores respecto a este fundamento. Incluso Aristóteles defendió la
«exposición» de los hijos y Platón apoyó la idea de la sustitución de la función
educativa de la familia hacia los hijos dejándola a cargo del Estado.16
Pero ante el poder del Derecho natural, el propio Aristóteles aceptó que «el
sentimiento se puede sublevar contra la exposición de los hijos» en su
obra Política17 en la que se muestra en desacuerdo con Platón en cuanto a sus
ideas acerca de la familia sustituida por la promiscuidad entre hombres y mujeres,
dejando la educación de los hijos a cargo del Estado. El propio Platón ya no
defendió su pensamiento anterior acerca de la familia en su libro Las Leyes.
También estaba considerado el hogar por los pensadores antiguos como símbolo
de la comunidad familiar al tiempo que lo designan —al hogar— como el «altar de
la casa». En cuanto a los fines de la familia se pueden considerar los tres más
importantes: Dotar a sus miembros de los bienes necesarios, tanto corporales
como espirituales, para llevar una vida cotidiana ordenada; la incorporación de los
hijos al seno familiar y, por último, ser la célula de la sociedad por lo que el rango
de la familia está por encima del propio Estado. Los fines, las funciones y las
responsabilidades son los conceptos que otorgan la posición de una comunidad
familiar dentro del lógico pluralismo jurídico y social. Por ello, la obligación
primordial del Estado respecto de las familias que formen la comunidad estatal, es
la de que estas puedan cumplir las tareas que, por naturaleza, le son propias. 18
“Los jóvenes no nacen violentos, esa actitud la adquieren por problemas
familiares” Défez, R. En primer término, es importante que las familias en nuestro
mundo cumplan con sus roles en la sociedad como la de formar hijos con valores
y principios; una de las consecuencias de la delincuencia juvenil es la propia
familia. Hoy en día entre los jóvenes existe una carencia de autoridad o una falta
de figura paterna, ya que los propios padres no se han preocupado por enseñar a
obedecer a sus hijos en el hogar como: el respeto, la puntualidad, el amor, la
honestidad y la solidaridad. Como afirma García, P. en lo siguiente, si el niño se
desarrolla en un ambiente familiar poco propicio aumentan las posibilidades de
que adopte un comportamiento anémico y desviado. El hogar es el primer
escenario donde se desarrollan los hijos. Por eso la familia es el primer medio de
control social. Es allí donde el niño aprende a socializar positivamente. Un fracaso
en esa etapa lleva a los problemas sociales que hoy vemos a diario, como el uso
de la violencia para resolver conflictos o la inexistencia de valores como la
responsabilidad, la solidaridad o el respeto de límites. Como lo afirma Defez, R.
quien manifiesta que “La familia es la célula fundamental de la sociedad”, esta
ejerce el control social en el sentido de regular las interacciones humanas para
reducir o evitar el conflicto y la proliferación de conductas socialmente desviadas.
“La buena convivencia ayuda al desarrollo de los valores en los hijos”. La
delincuencia ocurre cuando el proceso normal de aprendizaje social basado en las
recompensas y castigos de los padres, se ve alterado por una disciplina que
posee la hostilidad entre los padres y modelos paternos antisociales. Y es que se
desarrollará en la etapa de la rebeldía y liberación donde el joven quiere hacer lo
que le plazca sin que nadie lo contradiga. García, P. asevera que las cifras de
delincuencia juvenil han aumentado en los últimos años, llegando a ser un
problema que genera una gran preocupación en nuestra sociedad. En conclusión,
los padres deben preocuparse de enseñar e impartir valores en el hogar y en el
entorno familiar a sus hijos desde muy temprana edad, con la finalidad de
contrarrestar las conductas delincuenciales y de violencia a las que puede estar
expuesto en su vinculación con los jóvenes de su edad en la sociedad. Si fuese
posible, enseñar con buenos ejemplos. Así como también los padres deben
conocer, comprender sus procesos físicos, psíquicos, psicobiológicos en su
desarrollo como ser humano.

Tipos de familias
Las familias están clasificadas en los siguientes tipos:

 Familia nuclear: formada por los progenitores y uno o más hijos


 Familia extensa: abuelos, tíos, primos y otros parientes consanguíneos o
afines.
 Familia monoparental: en la que el hijo o hijos cuentan con un solo progenitor
(ya sea la madre o el padre).
 Familia ensamblada, reconstituida o mixta: en la cual uno o ambos miembros
de la actual pareja tiene uno o varios hijos de uniones anteriores.
 Familia homoparental: aquella donde una pareja de hombres o de mujeres se
convierten en progenitores de uno o más hijos.
 Familia de padres separados: en la que el hijo o hijos conviven con un solo
progenitor (ya sea la madre o el padre), ya que los progenitores se niegan a
vivir juntos; no son pareja pero deben seguir cumpliendo su rol de padres ante
los hijos por muy distantes que estos se encuentren.
 Familia sin hijos por elección: en la que los conformantes de la familia toman la
decisión de no tener descendientes.
 Familia por convenio: Familia que se conforma por una alianza de dinero o por
convenio.

La

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