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Ya desde la antigüedad el nombre de áfrica se relaciono con la idea de una tierra cálida y soleada,
como parece indicar el origen etimológico de la palabra: Servio Honorato, comendador romano de
Virgilio, indica la posibilidad de que dicho nombre provenga del latín aprica “soleado “o del griego
aprhriké “sin frio”. Una de las características más notables del continente negro es el clima
caluroso que predomina en la mayor parte de su territorio, ubicado principalmente en las zonas
ecuatoriales y tropicales del globo.
África tiene una superficie de 30.264.000km2, incluidas las islas litorales, lo que constituye cerca
de una quinta parte de la tierra emergida. El continente presenta una forma triangular y maciza,
con costas rectilíneas y estrechas y un amplio desarrollo de mesetas y planicies. Al norte limita con
el mar mediterráneo, a lo largo de una línea de costa que se va haciendo estrecha desde el delta
del Nilo hacia el oeste; los golfos de Gabes (Túnez) y Sirte (Libia), y los cabos Espartel (Marruecos)
y Bon (Túnez) son los accidentes litorales más destacados de esta zona. Al este, el canal de Suez ,
el mar Rojo, el golfo de Adén y el océano Indico señalan el límite con el continente asiático, en
esta línea de costas, recta y rocosa en su mayor parte, destacan los cabos Guardafui (península de
Somalia) y Delgado (Mozambique). Finalmente, la costa atlántica, extendida desde el cabo Espartel
hasta el de las Agujas (extremo sur), se desarrolla en una amplia curva saliente hacia el oeste, en la
parte septentrional donde el cabo verde (Senegal) señala el limite occidental del continente; más
al sur, el litoral se adentra hacia el este formando el amplio golfo de Guinea, para continuar
después en una línea ligeramente ondulada hasta el extremo meridional.
Los principales archipiélagos e islas pertenecientes al continente son Madagascar, las Mascareñas,
Reunión y Mauricio, los Comores, las Seychelles, Zanzíbar y Socotora en el océano Indico, y
Madeiras, Las Canarias, el Cabo Verde, Bioko, Príncipe, Sao Tome, Ascensión, Santa Elena y Tritan
de Cuha en el Atlántico.
Geología y Relieve:
Clima:
La distribución climática de áfrica viene determinada básicamente por la latitud de las distintas
regiones, estructuradas en franjas simétricas en los hemisferios norte y sur, a partir de la línea del
ecuador, que pasa por el centro del continente. En primer lugar se distingue una zona de clima
ecuatorial (cubeta del Congo, Gabón, Camerún, Borde sur del Golfo de Guinea y zonas elevadas
del áfrica oriental), extremadamente húmeda y de temperatura cálida, aunque moderada por las
constantes lluvias, la oscilación térmica es reducida, con medias de 25°c. A continuación se
extienden dos zonas tropicales al norte (Sudan) y al sur (cuenca del Zambeze), con estación
húmeda en verano y seca en invierno. El Sahara y el Kalahari, en el hemisferio boreal y austral,
respectivamente, constituyen dos extensas franjas de clima desértico, muy seco y con grandes
amplitudes térmicas. Por último los extremos septentrional y meridional del continente presentan
un clima de tipo mediterráneo seco, con lluvias en primavera y otoño y sequia estival. La altitud,
sobre todo en las zonas orientales, la influencia oceánica y los cursos fluviales introducen algunas
variantes climáticas regionales en el esquema general.
Demografía:
Economía:
Las condiciones climáticas, de extremadamente aridez o humedad, la pobreza de los suelos, los
usos tradicionales, la mala administración y la infraestructura económica, heredada del
colonialismo, hacen que la mayor parte de áfrica se encuentre en una situación de subdesarrollo y
pobreza.
La agricultura y ganadería son las actividades económicas más importantes del continente, anqué,
salvo en las grandes plantaciones controladas por potentados locales o empresas extranjeras, los
rendimientos son escasos y la producción no llega a cubrir las necesidades alimentarias de la
población. El clima es el factor que determina básicamente el tipo de cultivos de cada región. En
las zonas de clima mediterráneo se practica la característica agricultura de cereales, olivo, vid,
frutales, legumbres, etc. Las grandes plantaciones tropicales de cacao, café, té, caucho, sisal,
palma, algodón, plátano, caña de azúcar ocupan amplias zonas en las franjas tropicales del
continente, alternando con pequeñas explotaciones indígenas de cereales (mijo y sorgo), algodón
y hortalizas y con la cría de ganado bovino y ovino, de bajo rendimiento. Las plantaciones se
extiendes también por la zona ecuatorial, combinadas con la explotación de las piedras preciosas y
con un tipo de agricultura itinerante de tubérculos practicada con técnicas rudimentarias sobre
suelos muy pobres.
La mayor riqueza de áfrica son sus recursos mineros, explotados principalmente en la republica de
Sudáfrica y en la meseta de catanga, en la republica democrática del Congo, lo que ha favorecido
un importante desarrollo industrial en estas regiones. Otros abundantes recursos del suelo
africano son el hierro, la bauxita, el manganeso, y el cobalto. El Sahara posee abundantes reservas
de fosfato, petróleo y gas natural. El continente es pobre en yacimientos de carbón, si bien el
enorme potencial hidroeléctrico de sus ríos y lagos constituyen una importante fuente de energía,
capaz de impulsar el desarrollo industrial; las principales presas son las de Asuán, en el Nilo
(Egipto), Owen Falls, en la cabecera del Nilo (Uganda), Akosomba, en el Volta (Gana) y Kariba en el
Zambeze ( Zambia- Zimbabwe).
La industria está especialmente desarrollada en países como la republica de Sudáfrica, Egipto,
Argelia y Zimbabwe. Especial mención merece la industria petrolera, con implantación en los
países citados y en otros como Kenya, Libia, Nigeria, Senegal y Túnez.