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UNIDAD III.

- PARTES Y CAPACIDAD
EN EL JUICIO DE AMPARO.

3.1.-CONCEPTO DE PARTE EN EL JUICIO DE


AMPARO.

Las partes en el proceso de amparo, según Héctor Fix-Zamudio y Eduardo Ferrer


Mac-Gregor, “[…] serán aquellos sujetos procesales a los que la [Ley de Amparo]
otorga la posibilidad de demandar, oponerse o participar de manera activa en el
juicio de amparo a favor o en contra de la pretensión.”[10]

Según dispone el vigente artículo 5º de la Ley de Amparo, reglamentaria de los


artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
son partes en el juicio de amparo: a. el agraviado o agraviados; b. la autoridad o
autoridades responsables; c. el tercero o terceros perjudicados, y d. el ministerio
público.

Desde una perspectiva netamente procesal, Héctor Fix-Zamudio y Eduardo Ferrer


Mac-Gregor enuncian como partes del proceso de amparo a las siguientes: a. el
promovedor de amparo; b. las autoridades demandadas; c. los terceros interesados,
y d. el Ministerio Público Federal.

En el juicio de amparo la calidad y determinación de parte se deriva del contenido


del artículo 5° de la Ley de Amparo, que dice así:
“(*) Son partes en el juicio de amparo:
I. El agraviado o agraviados;
II. La autoridad o autoridades responsables;
III. El tercero o terceros perjudicados, pudiendo intervenir con ese carácter:
a) La contraparte del agraviado cuando el acto reclamado emana de un juicio o
controversia que no sea del orden penal, o cualquiera de las partes en el mismo
juicio cuando el amparo sea promovido por persona extraña al procedimiento;

b) El ofendido o las personas que, conforme a la ley, tengan derecho a la


reparación del daño o a exigir la responsabilidad civil proveniente de la comisión de
un delito, en su caso, en los juicios de amparo promovidos contra actos judiciales
del orden penal, siempre que éstas afecten dicha reparación o responsabilidad;

c) La persona o personas que hayan gestionado en su favor el acto contra el que


se pide amparo, cuando se trate de providencias dictadas por autoridades distintas
de la judicial o del trabajo; o que, sin haberlo gestionado, tengan interés directo en
la subsistencia del acto reclamado.

IV. El Ministerio Público Federal, quien podrá intervenir en todos los juicios e
interponer los recursos que señala esta Ley, inclusive para interponerlos en
amparos penales cuando se reclamen resoluciones de tribunales locales,
independientemente de las obligaciones que la misma Ley le precisa para procurar
la pronta y expedita administración de justicia. Sin embargo, tratándose de amparos
indirectos en materias civil y mercantil, en que sólo afecten intereses particulares,
excluyendo la materia familiar, el Ministerio Público Federal no podrá interponer los
recursos que esta ley señala.”

3.1.2.-AGRAVIADO.

Es la parte que está representada por la persona física o moral –de derecho
público o de derecho privado- que ejercita la acción de amparo, en virtud de que
considera que un acto de autoridad le ha violado o vulnerado el conjunto de
garantías individuales que prescribe en su favor la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos.

El quejoso (y el tercero perjudicado) puede promover su demanda de amparo, ya


sea por si o a través de otra persona. Esta facultad se deriva del artículo 27 de la
Ley de Amparo, en donde se le autoriza al quejoso tener dos tipos de
representación. Una de ellas se da en los asuntos que no son de naturaleza civil,
mercantil o administrativa, en los que el nombramiento puede recaer sobre cualquier
persona. Las facultades que implica este nombramiento son entre otras las
siguientes: ampliar la demanda, ofrecer y rendir pruebas, alegar en las audiencias,
solicitar se dicte sentencia para evitar la caducidad o el sobreseimiento, e incluso
para interponer recursos. A pesar de esto, el representante no podrá sustituir o
delegar esas facultades a un tercero.

La otra forma de representación que el quejoso puede tener en el juicio de


amparo, existen cuando el acto reclamado es de naturaleza civil, administrativa o
mercantil. En este caso, la persona nombrada debe de ser un abogado titulado,
debiendo de acreditar su profesión ante el tribunal de amparo. Es importante
señalar, que en este mismo supuesto, el quejoso tendrá la facultad de nombrar una
persona únicamente para oír y recibir notificaciones y para imponerse de los autos,
sin que el nombramiento comprenda otras facultades.

Como se dijo, el carácter de quejoso puede recaer en una persona física o moral.
En el caso del segundo tipo de personas, hay que distinguir entre personas morales
de derecho público o de derecho privado. En las primeras, la representación se hará
de conformidad con lo prescrito en el artículo 9 de la Ley de Amparo, que dice así:

kconducto de los funcionarios o representantes que designen las leyes, cuando el


acto o la ley que se reclame afecte los intereses patrimoniales de aquellas. Las
personas oficiales estarán exentas de prestar las garantías que en esta ley se exige
a las partes.”

Del contenido del precepto legal invocado, se determinan los casos en que las
personas morales oficiales pueden o no promover una demanda de amparo. La
facultad que tienen para hacerlo, está limitada a todos aquellos actos reclamados
en los que se afecten sus intereses patrimoniales. Fuera de este supuesto, el
amparo promovido por personas morales oficiales es notoriamente improcedente.

3.1.3.-TERCERO PERJUDICADO.

El tercero perjudicado en el amparo es una especie de coadyuvante de la


Autoridad Responsable, ya que está interesado en que el acto reclamado en el juicio
de garantías subsista.
A ello se debe la razón de que sea tomado en cuenta como parte en el
procedimiento del amparo, pues de concederse la protección de la justicia federal
al quejoso, la consecuencia inmediata y directa será dejar sin efecto el acto
reclamado, que es el acto que causa un beneficio directo al tercero perjudicado.

De lo anterior se desprende la siguiente noción de tercero perjudicado, que dice


así:

“Es la persona física o moral que puede ser afectada con la sentencia que se
dicte en el juicio de amparo, y la que legalmente se le da intervención en el mismo,
radicando normalmente su pretensión en que se sobresea o niegue al quejoso el
amparo al quejoso, y deje subsistente en acto reclamado.”

El tercero perjudicado está facultado para oponer recursos, ofrecer pruebas y en


sí, todos los derechos que se derivan del artículo 4 de la Ley de Amparo. En materia
penal, hay que hacer hincapié, que no hay tercero perjudicado, a excepción de
aquellos actos reclamados que afecten los intereses del ofendido o de la persona
que tenga derecho a la reparación del daño o a la responsabilidad civil proveniente
de la comisión de un delito.
Otro derecho que tiene el tercero perjudicado, es otorgar fianza o contrafianza en
el incidente de suspensión, para los efectos de que se ejecute el acto reclamado.

3.1.4.-AUTORIDAD RESPONSABLE.

Concepto

Autoridad, equivale a poder, potestad, o actividad, que es susceptible de


imponerse algo, referida al Estado como organización jurídica y política de la
sociedad humana, es el poder con que está investido, que emana de la soberanía
que reside en el pueblo; podemos inferir que autoridad, es un órgano del Estado, al
que la ley misma le ha dotado de facultades, que llevan implícitas un poder de
decisión y ejecución, que inciden en la esfera jurídica del gobernado y que este
poder es impuesto aun en contra de su voluntad; por lo que es dable subrayar que
no a todos los órganos del Estado, corresponde el carácter de autoridad, puesto
que no todos están investidos de facultades de decisión, ejecución y de potestad
para imponer sus actos.
La autoridad responsable, como parte en el juicio de amparo; constituye el sujeto
pasivo de la acción de amparo, es el órgano del Estado, que el quejoso le imputa al
acto que ha conculcado, sus derechos humanos reconocidos o sus garantías
individuales tuteladas en la Constitución.

La ley de amparo, en su artículo 5 fracción II especifica como autoridad


responsable:

…teniendo tal carácter, con independencia de su naturaleza formal, la que dicta,


ordena, ejecuta o trata de ejecutar el acto que crea, modifica o extingue situaciones
jurídicas en forma unilateral y obligatoria; u omita el acto que de realizarse crearía,
modificaría o extinguiría dichas situaciones jurídicas.

Para los efectos de esta Ley, los particulares tendrán la calidad de autoridad
responsable cuando realicen actos equivalentes a los de autoridad, que afecten
derechos en los términos de esta fracción, y cuyas funciones estén determinadas
por una norma general…

De lo anterior, se aprecia que el legislador no fue claro en definir una acepción de


autoridad como tal, sino una clasificación legal de la que se desprenden dos clases
de autoridades, a saber: ordenadoras y ejecutoras.

Es de apreciarse, de manera generalizada, que los órganos de Estado para quem


tengan el carácter de autoridad, sus actos deben ser unilaterales, imperativos y
coercitivos, esto es, para que su actuar tenga validez, no se requiere que sean
consultadas con las personas a quien se les dirige, puesto que estos actos, se
imponen contra su voluntad, y cuando así lo requiere, se ejecutan mediante el uso
de la fuerza pública.
De lo anterior, se puede deducir que todas las autoridades, ya sea federales,
estatales, municipales; ejecutivas, legislativas, jurisdiccionales, de derecho o de
facto (por lo que respecta a estas últimas, más adelante se estudiara su acepción),
tendrán el carácter de autoridad responsable, siempre y cuando estén en posibilidad
de ejercer actos públicos, por ser fuerza pública y atendiendo las circunstancias
legales o de hecho.
A mayor abundamiento de la acepción de autoridad responsable como parte en el
juicio de amparo, a continuación se enlistaran algunos atributos de esta figura
jurídica:

Atributos de las autoridades responsables

1.-Adoptan el carácter como parte procesal en el juicio, como sujeto pasivo de la


acción de amparo, además de que deben de realizar los actos procesales tendientes
a defender el acto que se les imputa.

2.-Pueden ser autoridades de derecho o de facto, pues sólo basta que el órgano
del Estado de que se trate, establezca una relación de supra a subordinación.

3.-Pueden tener tal carácter, cualquier autoridad de los tres niveles de gobierno,
así como de los tres poderes de la Unión, incluso entes autónomos.

4.-Emiten actos unilaterales, mediante los cuales, crean, modifican o extinguen,


situaciones de derechos, que afectan la esfera jurídica del gobernado.

5.- Actúan en el uso del poder público, que les confiera la soberanía, que radica
en el pueblo, lo que implica que nada ni nadie lo desacate, lo que no implica el
consenso de la voluntad del afectado, puesto que hacen cumplir sus
determinaciones, aun en contra de dicha voluntad.

3.1.5.-Ministerio público.

El Ministerio Público Federal es una institución que, dentro de sus funciones y


objetivos específicos que prevé su Ley Orgánica respectiva, tiene como finalidad
general, que desde sus orígenes históricos le ha correspondido, defender los
intereses sociales o del Estado (Burgoa, 2009, p. 349).

Labor fundamental del Ministerios Público Federal. En materia de amparo, el


Ministerio Publico de la Federación, tiene como labor fundamental, ser parte en los
juicios de amparo, velando siempre el interés público, que atañe como
representación social.

El Ministerio Publico tiene todos los derechos procesales que conciernen a las
demás partes, su actuar es independiente; es dable aclarar que aun cuando actúa
como parte del juicio de amparo, no debe tener un interés particular, ni inclinarse
por los intereses de alguna de las partes, ya sea el quejoso o la autoridad
responsable, puesto que su función como parte del juicio de garantías, va
encaminada a armonizar los intereses que están en controversia y más que nada
de velar que todo se resuelva conforme a derecho; puesto que su naturaleza propia
estriba en velar por el interés social que representa.

Su designio como parte del juicio de amparo, se encuentra en los artículos 107
fracción XV de la Constitución Federal, así como el artículo 5 fracción IV de la Ley
de Amparo, el primero de ellos, refiere de la obligación de formar parte de todos los
juicos de amparo que existan, con la excepción de que los que considere a su juicio
carezcan de interés público.

Por lo que respecta al segundo numeral en cita, este otorga al Ministerio Publico
de la Federación, en su carácter de parte en el juicio de garantías; la facultad de
poder interponer los recursos que la ley expresa con exclusión de la materia familiar,
donde sólo se afecten intereses particulares.

3.2.-CAPACIDAD Y REPRESENTACIÓN LEGAL EN


EL AMPARO.

CAPACIDAD DE GOCE Y DE EJERCICIO

La capacidad de goce es la facultad de ser titular de derechos y obligaciones,


capacidad que tiene todo sujeto de derecho.

La capacidad de ejercicio es la posibilidad de ejercitar por si mismo esos derechos


y obligaciones.
También existe la capacidad procesal, que importa la facultad jurídica de intervenir
en un juicio, ya sea en nombre propio o como representante de una de las partes
en el mismo.

LA LEGITIMACIÓN

Es una figura jurídica por la que una persona tiene la posibilidad de intervenir en
un juicio de defensa de sus derechos que están en juego dentro de ese proceso.
Existen dos clases de legitimación: La activa que se reconoce a favor del actor y
la pasiva, de la que es titular el demandado en el juicio.

La legitimación del quejoso en el amparo, es la activa y está reconocida


exclusivamente a favor de la persona que teniendo la condición de gobernado,
acude ante el juez federal en demanda de amparo.

En el juicio de amparo tiene legitimación pasiva el órgano de gobierno que haya


emitido, ejecutado o de cualquier forma intervenido en la emisión y/o ejecución del
acto reclamado por el quejoso en la demanda de amparo y que se le haya señalado
como tal en el juicio.

Como órgano de gobierno a quien se encomienda la función de velar por la


vigencia de los principios de constitucionalidad y de legalidad, el Ministerio Público
tiene legitimación en el juicio de garantías, con las restricciones que marca la ley.

REPRESENTACIÓN

Es una figura jurídica a través de la cual una persona con capacidad legal o
capacidad de ejercicio denominado representante o mandatario, realiza diversos
actos jurídicos, en nombre de otra llamada mandante, derivado de esos actos por
el mandato de la ley o de un contrato de mandato y que surten efectos en la esfera
jurídica de éste.

REPRESENTACIÓN DEL QUEJOSO. Puede ser representado por cualquier


persona que tenga capacidad legal, siempre que se haya otorgado poder notarial;
tratándose de menores de edad actúan en su favor quienes ejerzan la patria
potestad; tratándose de personas morales privadas y públicas, los respectivos
representantes legales, etc.

TERCERO PERJUDICADO. Admite las mismas reglas que la representación del


quejoso.

AUTORIDADES RESPONSABLES. Pueden ser delegados, el Secretario de


Estado que corresponda tratándose de representación del Presidente de la
República; a los titulares de las dependencias gubernativas, los podrá suplir el
funcionario a quien la ley o el reglamento interno de la dependencia gubernativa
respectiva designe, cuando el titular esté ausente; la autoridad sustituta.

3.2.1.-PERSONA MORAL PRIVADA.


Entre las personas morales de derecho público tenemos: la Nación, los estados y
los municipios, las secretarías de Estado, los departamentos administrativos, la
Procuraduría General de la República; en otras palabras, la Federación y los
estados, pero no tienen el carácter de gobernados.
El Estado maneja bienes, ya sea como administrador, o en su calidad de
representante jurídico de la colectividad que gobierna.
Así, cuando el Estado actúa como entidad soberana, indudablemente no puede
promover amparo, pero cuando actúa en su calidad de entidad privada y una ley o
acto de autoridad federal o estadual afecta sus intereses patrimoniales,
indiscutiblemente podrá ejercitar la acción de amparo por medio de sus
representantes o funcionarios que designen las leyes (art. 9o. de la Ley de Amparo),
como así lo corrobora la frac. V, inc. c), del art. 107 de la Constitución federal.
En cuanto a los organismos descentralizados como quejosos en el juicio de
amparo, es incuestionable que tienen el carácter de personas morales públicas.

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