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La Gestalt surge de las teorías visuales y auditivas en una época en que los sentimientos, las
emociones y cualquier otro contenido que procediera del interior de la persona y que expresara
su personalidad más profunda, no eran tomados en cuenta. Básicamente sus principios
psicológicos partían de estímulos externos. Fue Fritz Perls el que introdujo el concepto de
motivación en la percepción de la teoría de la Gestalt, dando lugar a la psicoterapia gestáltica”.
Él nació en Berlín, siendo el tercer y último hijo después de dos niñas. Su padre, Nathan, pasó
mucho tiempo lejos de casa y siempre tuvo una relación muy mala con Perls (su único hijo). Inició
sus estudios de medicina y cuando la guerra fue declarada, se alistó como voluntario de la Cruz
Roja, sirviendo en el frente belga en 1915. En 1920, se doctoró en medicina en la Universidad
Humboldt de Berlín y a partir de 1923 Perls viajó a América para ampliar sus conocimientos,
dando charlas en español en São Paulo y Río de Janeiro. Más adelante Perls fue influido por
distintas corrientes: Psicoanálisis, Análisis del Carácter de Reich, Filosofía Existencial,
Fenomenología, Psicología Gestalt, Psicodrama de Moreno y las religiones orientales; Perls de
profesión neuropsiquiatra, se inició como psicoanalista luego de su primer análisis con Karen
Horney. En la década de los 20 desarrolla su interés por el psicodrama de Moreno y por la
Psicología de la Gestalt con el trabajo que realiza junto a Kurt Goldstein y a Lore Possner quien
más tarde será su esposa (Laura Perls). Posteriormente es influenciado por el psicoanalista
Wilhem Reich. El aporte más importante de Perls al desarrollo de la terapia Gestalt lo realiza
durante su permanencia en el Instituto Esalen en Big Sur, California, en los años 60 (Gaines,
1997, en Pizarro, 2001). Luego de ello en 1969 se muda a Canadá donde publica Gestalt Therapy
Verbatim (Sueños y existencia), ese mismo año crea el Instituto Gestalt del Lago Cowichan (Isla
de Vancouver). Un año después Fritz Perls fallece de un ataque al corazón el 14 de marzo de
1970, donde la autopsia reveló cáncer pancreático.
La introducción de la motivación convertía a la Gestalt en una terapia donde el ser humano era
visto y tratado como una totalidad y unidad. El individuo dejaba de ser considerado como un ente
disociado y dividido, donde los contenidos de conciencia eran analizados por un lado, y las
expresiones físicas y corporales por otro. Donde la premisa básica de la psicología guestal es
que la naturaleza humana se organiza en formas y totalidades y es vivenciada por el individuo
en estos términos y puede ser comprendida únicamente en función de las formas o totalidades
de las cuales se componen. Para Perls, esta doble tendencia se relaciona no sólo con la
concepción que tiene del hombre como gestalt, como totalidad constituida por polaridades
complementarias, sino también con el proceso de autorregulación organísmica y el concepto de
homeostasis. Este último no como algo estático sino dinámico, un continuo fluir, un permanente
abrir y cerrar, gestalten. Según él, holismo y homeostasis son algo así como tendencias innatas
del organismo, las cuales tienen como finalidad posibilitar que éste «se realice a sí mismo tal
como es». Es decir su enfoque se basa en tres fundamentos importantes:
La terapia Gestalt a través de su visión holista concibe al hombre como una unidad de elementos
físicos, emocionales, cognoscitivos, sexuales y espirituales, que funciona adecuadamente
siempre y cuando todos estos elementos se encuentran integrados y él tenga plena conciencia
de ellos. (Stevens, 1977; citado en Vásquez, 2003). La Gestalt tomando como referentes el
Existencialismo y la psicología Humanista, proporciona una concepción más integradora del
hombre, partiendo de la idea de un ser humano en continuo desarrollo, capaz de alcanzar metas,
autotrascendente, influido por el entorno, mas no determinado por éste, con capacidad de elegir
y decidir, libre pero responsable dentro de una coexistencia, puesto que es un ser en relación
con otros. (Velásquez, 2001)
Desde el enfoque gestalt, el hombre nace con un sentido de homeostasis, de modo que cada
movimiento que se realiza desde el plano psicológico del sujeto va dirigido a encontrar el
equilibrio entre sus necesidades personales y las exigencias de su sociedad. La neurosis surge
cuando el individuo y su grupo social experimentan, simultáneamente, necesidades diferentes y
el individuo es incapaz de distinguir cual es la necesidad dominante para satisfacerla, quedando
imposibilitado de una acción que resuelva su conflicto y mermando su crecimiento y desarrollo
personal (Perls, 1976; Naranjo, 2008). Perls (1976) define 4 mecanismos neuróticos:
Confluencia: mecanismo que actúa cuando la persona no siente ningún límite ni diferencia entre
él y el ambiente que le rodea, por lo que no puede vivenciarse a sí mismo. Cuando el confluente
dice “nosotros”, el significado es cuestionable pues no se sabe hasta qué punto habla de sí
mismo o de los otros.
Retroflexión: Cuando alguien retroflecta una conducta, se trata a sí mismo como originalmente
quería tratar a otras personas u objetos. El retroflector dice "tengo vergüenza de mí mismo", o
también, "tengo que forzarme a mí mismo para hacer este trabajo". Hace una serie casi
interminable de afirmaciones de este tipo, todas basadas en la comprensión de que él y el mismo
son dos personas diferentes.
Claudio Naranjo (1990) distingue tres tipos de técnicas gestálticas: técnicas expresivas, técnicas
supresivas y técnicas de integración.
1) Técnicas Supresivas: Pretenden básicamente evitar o suprimir los intentos de evasión del
cliente del aquí y ahora y de su experiencia; es decir, se busca con ello que el sujeto
experimente lo que no quiere o lo oculto a fin de facilitar su darse cuenta. Entre estas técnicas
encontramos:
Experimentar la nada o el vacío, tratando de que el "vacío estéril se convierta en vacío fértil”
Evitar "hablar acerca de", el hablar debe sustituirse por el vivenciar.
Detectar los "deberías" y antes que suprimirlos es mejor tratar de determinar qué puede haber
detrás de ellos. Los "deberías" al igual que el "hablar acerca de" son forma de no ver lo que se
es.
Detectar las diversas formas de manipulación y los juegos o roles, hacer que el sujeto se
dé cuenta de ellos y del rol que juegan en su vida.